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El Efecto Diderot, o la espiral de compras en cadena

Denis Diderot, enciclopedista y escritor francés del siglo XVIII, fue el primero en describir una espiral de consumismo que se denomina "Efecto Diderot" y que es uno de los principios de la publicidad. En un  relato titulado “Arrepentimientos por deshacerme de mi bata vieja. Aviso a quienes tienen más gusto que fortuna”. Describía su propia experiencia con una bata nueva que le llevó a la ruina. 

Denis Diderot (Langres, 5 de octubre de 1713 - París, 31 de julio de 1784) fue una figura decisiva de la Ilustración como escritor, filósofo y enciclopedista francés. Junto con Jean-Baptiste le Rond d’Alembert, supervisó la redacción y compilación de una de las obras culturales más importantes del siglo XVIII: la Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers

El Efecto Diderot se refiere a cómo la adquisición de un nuevo objeto puede crear un efecto dominó en el cual una compra lleva a la siguiente. Y todo ello afectar el conjunto de nuestras posesiones e, incluso, de nuestra identidad. 

La historia de Diderot cuenta cómo en  en 1769, después de recibir un capital se desprendió de su antigua bata y la sustituyó por una de seda escarlata muy elegante. Pero entonces los otros objetos de su casa le parecieron inadecuados en comparación. Esto lo llevó a reemplazar gradualmente sus posesiones con otras más sofisticadas y coordinadas, creando un conjunto armonioso. Sin embargo, este proceso también cambió su identidad y su percepción de sí mismo. En resumen, el Efecto Diderot sugiere que la introducción de un nuevo elemento en nuestra vida puede desencadenar una cadena de cambios en nuestro entorno y en cómo nos vemos a nosotros mismos. Es un recordatorio de cómo nuestras elecciones y adquisiciones están interconectadas y pueden influir en nuestra autoimagen y bienestar.

El Efecto Diderot se basa en dos ideas fundamentales: 
  1. Alineación con la identidad: Los bienes que adquirimos se alinean con nuestra identidad. En otras palabras, nuestras posesiones reflejan quiénes somos y cómo nos vemos a nosotros mismos.
  2. Complementariedad: Cuando añadimos un nuevo objeto a nuestras posesiones, tendemos a buscar otros que sean coherentes con él. Esto crea una armonía entre nuestras pertenencias. 
Tras la bata nueva, Diderot se vio empujado a renovar su vieja silla, su escritorio,... y este proceso continuó, llevándolo a gastos innecesarios y, finalmente, a la ruina. En resumen, el Efecto Diderot nos recuerda cómo nuestras elecciones y adquisiciones están interconectadas y que nuestras posesiones no solo son objetos, sino también parte de nuestra identidad.

Es cierto que se puede aplicar el Efecto Diderot de manera positiva. Ello requiere ser consciente de cómo nuestras adquisiciones afectan nuestra vida y bienestar. ¿Una nueva compra aporta valor real o sólo satisfacen un impulso momentáneo? Hemos de evaluar si un objeto nuevo nos hace feliz y cumple una función necesaria. 
Del Efecto Diderot se enlaza con el post anterior sobre "Hábitos Atómicos".

Hábitos Atómicos, o cómo crear sistemas para alcanzar metas

Lo propio de los inicios de cada nuevo año: ¿Sientes que tu vida puede mejorar, pero no sabes por dónde empezar? James Clear en  su obra “Hábitos Atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios” nos enseña la importancia que tienen las pequeñas mejoras en tu día. Ya que al repetir una acción, sin importar lo pequeña que sea, todos los días puede crear una acumulación que tenga un gran efecto. Atomic Habits se centra en la importancia de los hábitos en nuestra vida. Puede condensarse un resumen de los puntos clave
  • Los beneficios de los hábitos atómicos: Clear argumenta que los pequeños cambios, conocidos como hábitos atómicos (pequeños pero poderosos), logran un impacto acumulativo poderoso en nuestras vidas. 
  • Cómo los hábitos funcionan: Explica el bucle de retroalimentación de un hábito: señal, rutina y recompensa.
  • La regla de los 2 minutos: Introduce esta regla esencial para vencer la procrastinación y superar la resistencia inicial a la acción (vídeo). 
  • Cómo cambiar tu identidad con pequeños hábitos. 
  • La acumulación del éxito. 
  • Por qué los hábitos importan más de lo que piensas. 
  • La ley de la acumulación del éxito inverso. 
  • El momento de la señal. 
  • Cómo descubrir y arreglar los problemas fundamentales. 
  • El valor de los pequeños cambios
  • El mejor momento para iniciar un nuevo hábito. 
  • Cómo crear una buena rutina. 
  • La regla de los dos días
  • Cómo romper un mal hábito. 
  • Los 4 pasos de la formación de un hábito: 1ª ley: hacerlo obvio (SEÑAL). 2ª ley: hacerlo atractivo (ANHELO). 3ª ley: hacerlo sencillo (RESPUESTA). 4ª ley: hacerlo satisfactorio (RECOMPENSA).
  • Cómo utilizar la tentación a tu favor. 
  • Cómo romper malos hábitos con la ley de la inversión. 
  • Las tres leyes de los hábitos (y cómo usarlas a tu favor). 
  • Cómo hacer que los buenos hábitos sean irrompibles.
Piensa en este escenario: Si puedes mejorar 1% cada día durante un año, terminarás siendo 37 = 1,01^365 veces mejor de lo que eras cuando empezaste. De igual forma si deterioras tu conducta un 1% cada día al final del año estarías llegando 0,03 = 0,99^365. De esta forma lo que comienza como una pequeña ganancia o pérdida con el paso de los meses y años se volverá en algo enorme. 

Muy ilustrativo es el caso de Dave Brailsford. Cuando en el año 2003 tomó el papel como el nuevo director del equipo británico de ciclismo, ya llevaban sufriendo casi 100 años de mediocridad: Ningún ciclista británico había ganado el Tour de France, en por lo menos 110 años. Desde 1908 sólo habían conseguido una medalla de oro en los juegos olímpicos. Su situación estaba tan mal que uno de los fabricantes más importantes de Europa se había rehusado a venderles sus bicicletas por miedo a que su mal desempeño afecte a la marca. Pero Brailsford no era como los otros entrenadores: Él se movía conforme a estrategias y basaba sus acciones en una creencia: “Si se separa cada uno de los aspectos del ciclismo y se mejora solo un 1% en cada uno de ellos, se logran grandes resultados".

Así lo hicieron: Rediseñaron el asiento de la bicicleta para que fueran más cómodas. Utilizaron alcohol en las ruedas para darles mejor tracción. Los ciclistas empezaron a usar short con sistema eléctrico. Comenzaron a trabajar con sensores para medir la respuesta de los entrenamientos. Eligieron las almohadas y los colchones para que los atletas tuvieran un mejor descanso. Pintaron de blanco el interior del camión donde transportaban las bicicletas para detectar partículas de polvo, ya que afectaba al desempeño de las bicicletas en la pista. Conforme estas pequeñas mejoras se acumulaban también lo hicieron los resultados y después de tan sólo 5 años el equipo británico pudo obtener 60% de las medallas (disponibles para esta actividad) en los juegos olímpicos de Pekín. Cuatro años después, Bradley Wiggins se convirtió en el primer Británico en ganar el Tour de France. Durante un periodo de 10 años los ciclistas británicos ganaron 178 campeonatos mundiales, 66 medallas de oro olímpicas y obtuvieron 5 victorias en el Tour de France. 

Tus hábitos actúan de forma acumulativa a tu favor o en tu contra”, asegura James Clear. Todos los grandes logros comienzan por pequeñas decisiones que tomas en tu día, a medida que se repiten se convierten en un nuevo hábito y terminan definiendo a la persona que eres. 

Olvídate de las metas y crea sistemas. Lo primero que escuchas cuando quieres mejorar tu vida es que tienes que crear metas y trabajar para conseguirlos. Pero esta afirmación esta a medias ya que, aunque los metas suelen mostrarte lo que deseas conseguir, no suele determinar si lo consigues o no. Scott Adams definió en su libro “Cómo fracasar en casi todo y aun así triunfar” la diferencia entre crear metas o sistemas para lograr lo que deseas en tu vida. Según Adams las metas son solo lo resultados que quieres obtener, mientras que los sistemas son los procesos que sigues para llegar a estos resultados. Piensa que todo el mundo tiene metas en su vida, para algunos puede ser bajar de peso, entrar a la universidad, mejorar en el trabajo o conseguir libertad financiera. Pero todas estas cosas son el destino, pero no la forma de hacerlo. En cambio los sistemas te entregan los pasos que debes de seguir para llegar a tu meta. 

Las metas son los resultados que quieres alcanzar. Los sistemas se enfocan en el proceso para llegar a esos resultados. Piensa que las metas no te asegura el éxito, ya que los ganadores y perdedores tienen las mismas metas. Las metas son buenas para darte una dirección, pero los sistemas te dan un progreso el cual seguir. Lograr una meta solo depende de un cambio momentáneo. Las metas limitan tu felicidad (Si lo logras eres feliz y si no significa que fallaste). El propósito de crear metas es ganar el juego, mientras el propósito de crear sistemas es seguir jugando el juego. No te elevas al nivel de tus metas, caes al nivel de tus sistemas.

Cada cambio de conducta tiene 3 leyes, capas o niveles: 
  1. La primera capa trata de cambiar los resultados. En este nivel se ve todos los cambios que quieres tener en tu vida, desde bajar de peso, mejorar en la escuela, ser más ordenado o incluir el hábito de la lectura. La mayoría de tus metas están asociadas a este nivel de cambio. 
  2. En la segunda capa se trata de cambiar el proceso. En este nivel está enfocado en cambiar tus hábitos y los sistemas que manejas en todos los días. Aquí se puede encontrar trabajar con una nueva rutina en el gimnasio, usar un sistema de manejo de tiempo o intentar una práctica de meditación. Considera que la mayoría de los hábitos que te creas están relacionados a este nivel. 
  3. El tercer y el nivel más profundo es cambiar tu identidad. En este se encuentra el cambio de creencias, ideas y juicios sobre ti o los demás. Por ejemplo cuando sientes que no eres bueno haciendo dinero o creando un negocio porque toda tu familia ha fracasado este tipo de pensamientos están asociados a este nivel. 
La mayoría de las personas cuando empiezan a cambiar sus hábitos se enfocan en todas las metas que quieren conseguir. Pero se deberían enfocar en construir hábitos basados en la identidad. James Clear explica el porqué con un ejemplo en su libro hábitos atómicos: Piensa en dos personas que están intentando dejar el alcohol, cuando le ofrecen alcohol a la primera está contesta: “No, estoy intentando dejar de beber”. Esta persona todavía se cree que es un bebedor que esta tratando ser alguien distinto. Espera que su conducta cambie mientras sigue con sus mismas creencias. La otra persona contesta de una forma distinta “No gracias, no soy un bebedor” aunque no hay tanta diferencia, muestra que el cambio no solo viene de sus acciones sino de su identidad. Esta persona ya no se ve como alguien que bebe. Los cambios no son duraderos cuando tu comportamiento y tu yo no son compatibles. 

Piensa que todas las mejoras en tu vida son momentáneas hasta que las vuelves parte de lo que eres: Tu meta no es leer un libro, sino es volverte en un lector. Como en una historia de una persona que bajó 25 kilos solo haciéndose una pregunta “¿Qué es lo que haría una persona sana?”. Cada vez que se topaba con alguna situación utilizaba esta pregunta como una guía para tus acciones ¿Una persona sana pediría una ensalada o una hamburguesa?,...

James Clear divide en 4 simples pasos el cambio de un hábito: 
  1. Señal (cue). Si ves la primera señal que le dice a tu cerebro que es momento de iniciar con la acción. Esta señal es un pequeño pedazo que anticipa la recompensa y le muestra a tu cerebro que existe una recompensa cercana le produce un anhelo por alcanzarla. Esto lleva al segundo punto,...
  2. Anhelo (craving). Se refiere a todas las fuerzas motivacionales que puedes encontrar detrás de un hábito. Los pensamientos, sentimientos y las emociones que la persona que observa es lo que transforman estas señales en anhelos.
  3. Respuesta (response). Que se puede presentar en la forma de un pensamiento o acción. Lo que determina si la respuesta ocurre es lo motivado que te encuentres y de cuánta resistencia tenga esta acción. 
  4. Recompensa (reward).  Que tiene dos propósitos, el primero es satisfacer aunque sea por un momento el anhelo y el segundo es enseñarle al cerebro las acciones que valen la pena recordar en el futuro. 
En resumen estos pasos están entrelazados y necesitan el uno del otro para que un hábito se pueda crear: la señal provoca un anhelo, este anhelo provoca una acción y esta acción una recompensa. Estos cuatro pasos juntos forman un circuito de retroalimentación neurológica (la repetición de estos pasos) que te permite crear hábitos automáticos, este ciclo es conocido como ciclo de los hábitos. Hay mucho más contenido en este libro, que recomendamos leer. Algunos temas también abordados, como el "Efecto Diderot" será objeto del próximo post. 

Quién empaquetó el paracaídas de Charles Plumb

Charles Plumb fue piloto de jet de la Marina de los EE. UU. Después de 75 misiones de combate en Vietnam, su avión fue destruido por un misil tierra-aire. Plumb se lanzó en paracaídas, fue capturado y pasó 6 años en una prisión. ¡Sobrevivió a la terrible experiencia y ahora da conferencias sobre las lecciones aprendidas de esa experiencia! 

Un día, cuando Plumb y su esposa estaban sentados en un restaurante, un hombre en otra mesa se acercó y dijo: ¡Tú eres Plumb! Volaste aviones de combate en Vietnam desde el portaaviones Kitty Hawk. ¡Fuiste derribado!

¿Cómo diablos sabías eso? preguntó Plumb. “Empaqué tu paracaídas”, respondió el hombre. Plumb quedó impresionado por la sorpresa inicial y la gratitud. El hombre dijo: ¡Supongo que funcionó el paracaídas! Plumb le aseguró: Si tu paracaídas no hubiera funcionado, no estaría aquí hoy

Charles Plumb no pudo dormir esa noche, pensando en aquel compañero. Plumb cuenta: “Me seguía preguntando cómo se vería con un uniforme de la Marina: un sombrero blanco; un babero en la espalda; y pantalones acampanados. Me pregunto cuántas veces lo habré visto y ni siquiera dicho 'Buenos días, cómo estás?' o cualquier cosa porque, verás, yo era piloto de combate y él era solo un marinero”. 

Plumb pensó en las horas que el marinero había pasado en una larga mesa de madera en las entrañas del barco, doblando cuidadosamente la sedas de cada paracaídas, quizá preparando con sus manos el destino de alguien que no conocía. Ahora, Plumb le pregunta a su audiencia: "¿Quién está empacando tu paracaídas?

Todos tenemos a alguien, en realidad a una multitud, que nos proporciona lo que necesitamos para vivir cada día. También todos necesitamos muchos tipos de paracaídas físicos, mentales, emocionales y espirituales. A veces, las urgencias de la cotidianeidad hacen que olvidemos lo realmente importante. Podemos dejar de decir hola, por favor o gracias, felicitar a alguien por algo maravilloso que le ha sucedido, dar un cumplido o simplemente hacer algo agradable sin motivo alguno. Como buenos deseos del nuevo año que se acerca. recordemos y agradezcamos a quienes nos prepararan los paracaídas vitales: Por ejemplo, gracias a quienes siguen leyendo este simple blog.

Mezcolanza de pasado, presente y futuro para la felicidad

“Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it.”
La felicidad cotidiana requiere unas dosis ajustadas de pasado, presente y futuro. Cada amanecer, necesitamos organizar ese día, administrando algunos recuerdos del pasado, algunas promesas del futuro y muchas realidades del presente. Nada de ello puede faltar.

Sin gratos recuerdos, aunque sean contados, mal planificaremos cada día, porque uno de los objetivos cotidianos es sumar experiencias y encuentros felices que siempre nos acompañarán en la memoria. El futuro requiere esfuerzos constantes y cada jornada debe construir una ruta hacia ese destino buscado, más aún sabiendo que el proceso es más determinante que la meta.

Los mayores acostumbramos a abusar de la dosis de pasado, los jóvenes exageran quizá la tasa de futuro y solamente los niños ajustan bien que la felicidad y la alegría es, ante todo, presente.

Demasiado pasado en el cóctel diario agriará el día con melancolía y demasiado futuro eclipsará la jornada con retardos de ilusiones que, quizá, nunca vivamos. Sólo tenemos el presente, el hoy,... en términos de felicidadEl pasado es historia, el futuro un misterio, y cada instante -como ahora- es un regalo. Es por eso que a este momento se le llama presenteEl presente es el tiempo más determinante. 

Carlyle escribió: Dice Shakespeare que nosotros somos unas criaturas que miran antes y después de sí, siendo lo más sorprendente que no miremos un poco en torno nuestro y contemplemos qué es lo que está pasando ante nuestros propios ojos.” 

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, señaló Pablo Neruda en su poesía. Pero podemos seguir siendo felices. Simplemente, seamos generosos y disfrutemos siéndolo. Si estamos presentes, o mientras lo estemos, no tenemos ninguna necesidad de esperar. 

Prometamos vivir plenamente cada escurridizo instante y tratar e interactuar con todos los seres con esa doble mirada de admiración infantilcompasión sabia. Un proverbio irlandés dice: “Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it”, es decir, "La vida es como una taza de té, todo depende de cómo la hagas",... 

Humor y consejos con el Mago More


El Mago More habla de Bronnie Ware, onirogramas, resiliencia,..., metáforas como "el jinete y el elefante" con libros como "La hipótesis de la felicidad" de Jonathan Haidt, la diferencia entre fuerza de voluntad (la vela, o el esfuerzo de andar diariamente diez mil pasos o hacerse la cama todos los días) y motivación (la cerilla) o citas como "Cuando hay lo que hay, hay lo hay". 

También los 30 o 21 días para construcción de un hábito de William JamesMaxwell Maltz (y su Psicocibernética),... o revalorizar el sentido del humor. O sus recomendaciones de obras como "Anatomía de una enfermedad" de Norman Cousins,...

Anhelo de espiritualidad

Banksy actualizó su famosa obra 'La niña con globo' para apoyar a Siria

Un redescubrimiento de la espiritualidad cristiana como camino para lograr la felicidad. Desde hace años se observa en la sociedad occidental un creciente anhelo de espiritualidad. Muchos tratan de cubrir esta necesidad espiritual recurriendo a prácticas que rozan el esoterismo o mirando a las religiones orientales, pero cada vez más personas acaban volviendo a sus raíces cristianas. 

El monje y teólogo Anselm Grün, un maestro de la espiritualidad, en su libro "Espiritualidad" nos explica con un lenguaje ameno y sencillo, la utilidad de la meditación, de los ritos y de la liturgia en nuestro día a día, la importancia de la ascesis y de la mística, y sobre todo, nos recuerda que la espiritualidad no debe implicar en ningún caso encerrarse en uno mismo.

Sus palabras y sus obras llegan desde la propia experiencia de la meditación y también de ser un constante trabajador. Como benedictino, Anselm Grün vive en la abadía que él mismo dirige en Münsterschwarzach, Alemania, y se levanta diariamente a las 4.40 de la mañana para dedicarle a la oración las tres primeras horas del día. 

El gran psicólogo Carl Jung también señala que “El sufrimiento y la muerte, como la mayor parte de los problemas importantes de la vida, son, fundamentalmente, insolubles. Estos no pueden nunca ser solucionados, solo ser trascendidos”. Trascender es “atravesar” y “ascender”, pasar a través del dolor y descubrir un nuevo nivel de conciencia de uno mismo que antes desconocía y que ahora, gracias a esa “génesis”, nace a una nueva visión de sí mismo y de la realidad

Cuando nos enfrentamos a un destino que no podemos cambiar, estamos llamados a dar lo mejor de nosotros mismos, elevándonos por encima de nosotros mismos y creciendo más allá de nosotros mismos; es decir, a través de la transformación de nosotros mismos, Esto apuntaba Viktor Frankl, en su obra "El hombre en busca del sentido último" (véase en un post nuestro de 2007). Esto es válido para el dolor, la culpa y la muerte.
El filósofo humanista Erich Fromm definió así un modo de ese anhelo de espiritualidad:  “Entiendo por religión un sistema de pensamiento y acción compartido por un grupo que le da al individuo un marco de orientación y un objeto de devoción”. Según Fromm todos los seres humanos tenemos la necesidad de sentir experiencias espirituales o religiosas. 
 "¿No es más probable que logremos nuestro objetivo si tenemos un objetivo?"

Siglos antes el gran Aristóteles lo resumió así: Somos como arqueros anhelando el blanco. Ese anhelo de excelencia, de búsqueda de felicidad, de belleza, de bondad, es lo que caracteriza a los seres humanos de todas las épocas y culturas

Paradoja de Stockdale, resiliencia de guerra para la vida cotidiana

Paradoja de Stockdale, resiliencia de guerra para la vida cotidiana
La paradoja de Stockdale es uno de esos conceptos que, a primera vista, requiere algunos saltos mentales lingüísticos para comprenderlo por completo. Esta interesante paradoja se presentó por primera vez en el libro "Bueno a excelente", "Good to Great" o "Empresas que sobresalen" de Jim Collins, un libro fundamental de autoayuda y liderazgo empresarial (véase este resumen en PDF, con ideas disruptivas como "Primero quién, y luego qué).
El autor Jim Collins encontró un ejemplo perfecto de este concepto paradójico en James Stockdale, ex candidato a vicepresidente en 1992, quien fuera el prisionero estadounidense de mayor rango de la guerra del Vietnam durante siete años y medio en el denominado "Hotel Hanoi"

Durante este horrible período, Stockdale fue torturado repetidamente y no tenía ninguna razón para creer que saldría vivo. Atrapado en las garras de la sombría realidad de su mundo infernal, encontró la manera de mantenerse con vida al abrazar la dureza de su situación con un equilibrio de saludable optimismo.

Durante su cautiverio, Stockdale observó qué clase de prisioneros eran los que más fallecían: Los optimistas que no paraban de repetir: “Tranquilos, saldremos de aquí, ánimo, en Navidad ya estaremos en casa.” Entonces llegaban las Navidades y la previsión no se cumplía. Pero entonces su previsión saltaba a otra fecha. Y así sucesivamente hasta que el prisionero se rendía.

James Stockdale hizo suyo el principio rector de Epicteto, la máxima con la que comienza su Enchiridion: «En el mundo hay cosas que están a nuestro alcance y otras que están más allá de nuestro poder». En tiempos turbulentos y en circunstancias tan dramáticas como las que se encontró Stockdale al conducir a los suyos, lo primero es aislar aquello que no está en nuestra mano, y no dedicarle ni un gramo de nuestras energías. Lo siguiente, les contaba a los aspirantes a Marine, era atenerse a las tres grandes enseñanzas del antiguo esclavo: «Tranquilidad, valentía y libertad».

La capacidad de reconocer su situación real y equilibrar el optimismo con el realismo proviene de la comprensión de la paradoja de Stockdale. Esta forma de pensar contradictoria fue la fuerza que guio a James Stockdale a través de esos años difíciles. Este pensamiento paradójico, ya sea que lo sepas conscientemente o no, ha sido una de las filosofías definitorias para los grandes líderes que superaron las dificultades y alcanzaron sus metas.

La dicotomía contradictoria inherente a la paradoja contiene una gran lección sobre cómo lograr el éxito y superar obstáculos difíciles. También corrige a los optimistas desenfrenados y esos vendedores ambulantes de positividad cuyos consejos impregna casi todos los libros de autoayuda o peroratas de gurú que existen.
Paradoja de Stockdale, resiliencia de guerra para la vida cotidiana
Vivimos en un mundo líquido, cambiante, o mundo VUCA (ver en este post reciente de 2020). Por eso cada vez es más difícil tomar decisiones. Gracias a la paradoja de Stockdale cuando vayamos a tomar decisiones, a marcarnos objetivos o a planificar nuestros próximos pasos, podemos mejorar nuestras decisiones.

Pensemos por un momento qué estará pensando/haciendo al respecto la mayoría, cómo actúa la masa, qué es lo que haría nuestra competencia, y a partir de ahí lo que sugiere la paradoja de Stockdale es actuar en sentido contrario. Pero cuidado, sin caer en el error de actuar llevando la contraria simplemente por oponernos a lo establecido o por querer diferenciarnos, sino porque realmente hemos visto que esto supone una ventaja que podemos aprovechar para mejorar y resultar más competitivos.

La paradoja de Stockdale aplicada a las empresas contribuiría a mirar el futuro sabiendo que al final vamos a tener éxito. Con planificación, metas, repensando el modelo de negocio, creando otro, reestructurando la empresa para prosperar en una nueva normalidad. Sin ‘bajar la guardia’ en los protocolos de bioseguridad, manteniendo una “economía de austeridad” en cuanto a gastos, estando atentos de los cambios del entorno para reaccionar ágilmente a las adversidades, y preparando la empresa ante la posibilidad de rebrotes, aunque sea remota dicha posibilidad.
Si bien nuestras circunstancias son claramente diferentes a las de Stockdale, su sabiduría nos recuerda que ser optimista sobre el futuro, pero al mismo tiempo ser realista sobre el presente, es la mentalidad que necesitamos las personas para tener éxito en los meses por venir. 

Síndrome FOMO, Fear Of Missing Out, y otros miedos

Transtormo FOMO o nomofobia
El Síndrome FOMO (Fear of missing out) es una patología psicológica descrita como «una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente». Este tipo de ansiedad social​ se caracteriza por «un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo».  

Queremos vivir intensamente y sublimamos lo que hacen los otros o lo que creemos que hacen. El peligro de esta idealización, de ese miedo a perdernos algo, es vivir eternamente insatisfechos y alejarnos más de la felicidad.
JOMO versus FOMO
Para enfrentarse a ese Síndrome FOMO de enfocarse únicamente en el momento actual y en lo que verdaderamente importa, surge un nuevo concepto llamado JOMO, Joy Of Missing Out, el placer de perderse las cosas, en español, y que invita a vivir distintas experiencias sin pensar en la cantidad de likes que tendrá o siquiera en compartir algo relacionado al tema.

Una de las primeras personas en acuñar este término fue la escritora y oradora Christina Crook. En el año 2014 publicó su libro The Joy of Missing Out: Finding Balance in a Wired World (La alegría de perderse: encontrar el equilibrio en un mundo conectado). En su escrito, la autora plantea que estar siempre conectado puede traer efectos negativos y que en cambio, vivir con opciones alternativas puede traer recompensas y actitudes positivas en nuestro día a día.

Sobre JOMO indica: “Siempre les digo a las personas que deben superar esto de sentir que su vida es aburrida por una publicación de una persona. Hay que ir a un lugar porque realmente quiero ir, no porque está de moda en redes sociales, quiero comprar algo porque me encanta no porque lo usan todas en su Instagram. Lo importante es no verse envueltos en un mundo de mentira”.
FUD, Miedo al caos para engañarnos
Otra estrategia de manipulación relacionada es FUD: 'Fear, Uncertainty and Doubt'. La táctica F.U.D. (es decir “miedo, incertidumbre y duda”) es una estrategia comercial consistente en “diseminar información negativa, vaga o sesgada con el objeto de perjudicar a un competidor.” Es decir, desinformar y atemorizar de forma planificada y calculada. 

 Por extensión, la táctica FUD es utilizada por quien quiere presentar su opinión, sus planes y su punto de vista como los únicos sensatos y viables, frente a otras propuestas, a las que se califica de “excéntricas, irreales e insensatas”. La táctica F.U.D. aprovecha uno de los sesgos cognitivos más frecuentes: La inclinación a la negatividad, un mecanismo curioso a la vez mental y social, por el cual es muy común que el aspecto negativo de las cosas sea más atractivo que lo positivo. Basta sembrar dudas que parezcan razonables sobre las alternativas para atraer a la gente temerosa y desinformada al terreno del manipulador interesado (que abunda por doquier).

Cuando Gene Amdahi abandonó IBM en 1970 para montar Amdahl Corp y hacerles la competencia, los vendedores de IBM se dedicaron a infundir miedo, incertidumbre y duda (FUD) sobre los clientes que podían tener en mente consumir productos de Amdahi Corp. Se dice que esta es la primera vez que se define el término FUD, Fear, Uncertainty and Doubt.

El FUD institucional en los últimos años hacia Bitcoin y el mercado de las criptomonedas es un gran ejemplo: blanqueo de capitales, narcotraficantes, estafas, terroristas, tulipanes… poco menos que ‘el dinero de Lucifer’. No es de extrañar, pues muchas empresas se han visto amenazadas con la llegada de un sistema alternativo que les reta desde la descentralización, algo que no pueden controlar. Bancos, proveedores de pagos, gobiernos… son muchos los que han lanzado mensajes interesados en desprestigiar a una industria con la que, pese a todo, no han logrado acabar. Algunos de ellos han acabado incluso subiéndose posteriormente al carro que habían pisoteado. Ya se sabe, si no puedes con tu enemigo…

Así son los mercados: mientras con una mano se siembra incertidumbre y miedo, con la otra se compra y se acumula el activo que se difama para luego, una vez que se ha conseguido lo que se quiere, volver a hablar bien de él con la intención de que el precio suba. Así, mientras desde JP Morgan tachaban a Bitcoin de “fraude” y prohibían a sus trabajadores comerciar con él bajo amenaza de ser despedidos, ahora ofrecen a sus clientes productos basados en aquello que llamaron “fraude”. ¿Simplemente cambiaron de opinión o compraban mientras lo difamaban? Cualquier opción es posible.
FOMO, Fear of missing out, miedo de quedarse fuera
La industria de las criptomonedas vive casi de forma permanente entre el FOMO y el FUD. Aunque una pueda parecer positiva y la otra negativa, ambas logran desencadenar efectos devastadores. Y las dos, a su vez, pueden resultar incluso positivas si saben identificarse a tiempo.

Lo cierto es que es algo que se repite en cada ciclo, entre las fases de euforia y depresión: antes de llegar a los casi 20.000 dólares en 2017 la gente intentaba entrar al mercado a toda costa (FOMO). Pero una vez concluye la tendencia y el precio corrige fuerte el mensaje que cobra fuerza es que Bitcoin y el resto de las criptomonedas se van a ir a cero, que van a desaparecer y que solo las usan los delincuentes (FUD). Durante ese tiempo el precio llega a su punto más bajo y poco a poco vuelve a remontar. Nadie se fía aún, podría tratarse solo de un rebote, uno más, para seguir a la baja hasta su desaparición. Pero el precio comienza a subir y a dar signos de fortaleza. Desde los 3.000 dólares acaba volviendo a los 20.000, luego a los 40.000 y el precio toca los 60.000. Aparecen cifras que predicen precios desorbitados en distintas publicaciones, en canales de YouTube o en cuentas de Twitter mientras las noticias positivas rodean de nuevo al mercado. El FOMO, una vez más, ha vuelto a escena.
Un anuncio que activa el Síndrome FOMO, invitando a jugar la lotería.

"Más allá del éxito y el fracaso", presentación del libro


Se presenta un libro singular, "Más allá del éxito y el fracaso", escrito por Joan Rosás Xicota, miembro del Club de Roma Internacional. Recoge las reflexiones de personas muy relevantes, con experiencias de vida diferentes y fuera de lo común. Ellas han expresado en conversaciones con el autor sus reflexiones sobre el éxito y el fracaso en las distintas facetas de la vida (profesional, personal, familias, espiritual, social, etc.). Y en esa introspección con cada una de estas personas es donde surgen consideraciones sobre lo que de verdad es importante en la vida de cada uno, la distinción entre éxito y fracaso, la relación entre éxito y felicidad o fracaso o infelicidad, las relaciones familiares, nuestros retos personales, y los de la sociedad. Estas valoraciones personales también desvelan algunas de las claves que han permitido que estas personas hayan alcanzado el éxito en distintos ámbitos de sus vidas, o hayan convertido fracasos suyos en nuevas oportunidades.

El resultado es un libro especial. Dennis Meadows, científico mundialmente reconocido, coautor de “Los límites al crecimiento” nos da una lección práctica de cómo las acciones hablan más que las palabras; Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO, nos explica que el éxito es no abandonar nunca e intentarlo siempre; Shlomo Ben Ami, exembajador de Israel en España que fue luego ministro de Seguridad Interior y de Relaciones Exteriores de Israel, explica lo muy cerca que estuvo de conseguir la paz entre palestinos e israelitas en Camp David; o Angel Villán, escalador, guía de montaña y bombero de profesión, explica cómo el respeto a la naturaleza y el amor hacia las personas son la clave para forjar un mundo nuevo sostenible y más justo para todos.

Interesantes todas las ponencias, pero destaca por ser casi pura poLírica la exposición (desde el minuto 38º) de Shlomo Ben Ami sobre la traición visionaria al propio electorado del liderazgo genuino porque ve el futuro mejor que sus votantes y es valiente en sus decisiones aunque acabe pagándolo en las urnas,... Buenos y grandes casos a modo de pruebas, como las derrotas tras sus éxitos de Winston Churchill, Charles De Gaulle, Anwar Al SadatIsaac RabinJuan Manuel Santos,... Y ese delicado equilibrio entre la justicia transicional y la paz,...

Y el libro también incorpora el testimonio de otras personas, conocidas o no, dando una imagen esperanzadora del ser humano, a pesar de los colosales retos que afronta la humanidad.

¿Por qué no? ¿Por qué no tú mismo? ¿Por qué no ahora mismo?

¿Por qué no? ¿Por qué no tú  mismo? ¿Por qué no ahora mismo?
Dicen que hay dos grandes cuestiones para interrogarse: ¿Por qué?, que se inicia en la infancia, y ¿Por qué no?, que es indicativo de la juventud. El truco para descubrir el sentido es saber cuál de ambas preguntas ha de responderse en cada caso. La vida es un viaje guiado por una pregunta que evoluciona desde el ¿Por qué? al ¿Por qué no?
¿Por qué no? ¿Por qué no tú  mismo? ¿Por qué no ahora mismo?
Y una pregunta motivadora lleva a otra: ¿Por qué no? ¿Por qué no tú mismo? ¿Por qué no ahora mismo? Tú decides cada mañana. ¿Por qué no convertir UN DÍA cualquiera en el DÍA UNO de un proyecto innovador?

De ¿Por qué no? hemos escrito muchas veces, pero destacamos dos posts: Uno con Edward de Bono en Bilbao de 2007, y otro del año pasado 2020 con esa pregunta infantil.

La doble espiral del Efecto Mateo

El Efecto Mateo ( Matthew Effect) es la denominación sociológica de un fenómeno de acumulación de bienes, riqueza o fama, según el cual «el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre». Lo expresa el refrán castellano «Dinero llama a dinero».​ 

El término Efecto Mateo proviene de la Parábola de los talentos del Evangelio de Mateo (también en el Evangelio de Lucas 19, 11-27): "Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado". Algo que parece injusto y contrario a la redistribución solidaria de reparto entre todos.

El Efecto Mateo genera una demostrada doble espiral: Un ciclo ascendente y creciente cuando se cuenta y cultiva un talento que lleva a ascender y disfrutar aprendiendo, o un círculo vicioso que desanima el esfuerzo y el conocimiento y que conduce a algo nada esperanzador. El primero que propone el concepto de “Efecto Mateo” es Robert K. Merton (Premio Nobel de Economía) en el contexto de la calidad de la producción científica. Este sociólogo de la ciencia denuncia que un autor con experiencia acreditada ve más favorecidas sus publicaciones que un joven sin experiencia o un recién llegado (Merton, 1968).
La doble espiral del Efecto Mateo
En educación, el término fue adoptado, por entre otros, Keith Stanovichpsicólogo con labor investigadora en desórdenes en la lectura y escritura. Stanovich empleó el término para describir el fenómeno detectado en los trabajos para descubrir cómo los lectores adquieren la habilidad para leer: aprendizajes prematuros con éxitos tempranos en habilidades lectoras generalmente dan lugar a posteriores logros en lectura a lo largo del crecimiento; mientras que fracasos en el aprendizaje de la lectura antes del tercer o cuarto año de escolarización pueden ser indicativos de problemas que se mantendrán a lo largo de la vida, en el aprendizaje de nuevas habilidades lectoras.

Esto se produce porque los niños que fracasan en lectura, leen menos, aumentando la brecha entre ellos y sus compañeros. Posteriormente, cuando los estudiantes necesitan «leer para aprender» (dado que hasta entonces ellos han estado "aprendiendo a leer") sus dificultades lectoras generan problemas con la mayoría de las otras materias a aprender. En este sentido, van quedando más y más relegados a las peores calificaciones escolares, dando lugar a una mayor tasa de abandono escolar.

La doble espiral del Efecto Mateo

En la educación de adultos este término describe la distribución poblacional del aprendizaje de adultos. En este caso se refiere al fenómeno por el que los adultos que tienen los más elevados niveles de educación primaria son más propensos a continuar con sus procesos de formación y aprendizaje, mientras que aquellos con los más bajos niveles de educación primaria tienen una menor tendencia a continuar con estudios reglados superiores.

Atendiendo a las expectativas previas, el efecto Mateo tiene relación con el Efecto Pigmalión, profecía autocumplida, descrito por Rosenthal y Jacobson (1968),​ aunque este último hace referencia sólo al efecto de dichas expectativas previas sobre la percepción del rendimiento en la docencia.

En literatura, artes, industria cinematográfica o ciencias, el Efecto Mateo puede observarse en la mayor estimación o reconocimiento personal que reciben los escritores, artistas, cineastas o científicos que ya son prestigiosos frente a otros menos conocidos.

Quienes han publicado o expuesto anteriormente sus trabajos, además de más fama, publicidad o atención, consiguen con mayor facilidad fondos económicos.​ Con estos mayores medios les es más fácil continuar su actividad o acometer proyectos de mayor envergadura. Así, los factores de mayor fama y más medios disponibles dan lugar a un efecto multiplicador, o círculo virtuoso del «Efecto Mateo».

Algunos fenómenos sociales relacionados con el Efecto Mateo son: Efecto haloÍndice de ParetoLey de StiglerTeorema de Thomas,... Otros posts sobre el Efecto Pigmalión.