Turchin (@Peter_Turchin), reconocido por su trabajo en cliodinámica—el estudio de las grandes dinámicas históricas—, se basa en datos de diez mil años de actividad humana para explorar las causas de la desintegración política.
El autor sostiene que cuando el poder se concentra excesivamente en las élites, aumenta la desigualdad económica, lo que provoca que los ricos se enriquezcan más y los pobres se empobrezcan. Este desequilibrio lleva a una saturación de aspirantes a la élite y a una creciente frustración hacia la clase dirigente, fenómeno que Turchin denomina "bomba de la riqueza" goteando hacia arriba.
Este proceso ha conducido al colapso de estados en diversas épocas y lugares, como la China imperial, la Francia medieval y los Estados Unidos antes de la Guerra de Secesión, y, según el autor, está ocurriendo en la actualidad.
Turchin argumenta que el estudio de la cliodinámica puede ayudar a comprender y posiblemente evitar estas crisis, ofreciendo una perspectiva sobre si aún es posible cambiar el rumbo de la historia.
Turchin, who helped develop an area of study known as “cliodynamics,” which attempts to scientifically quantify how history moves forward, predicted in 2010 the US would see a significant uptick in political violence by 2020.https://t.co/tc120oO63A
Corren tiempos difíciles, cuando nos preguntamos cómo hay adultos que votan por líderes que no son solidarios, ni casi humanos, por su modo de gobernar contra sus semejantes,... Pero la grandeza del ser humano radica en actuar de modo diferente al resto de especias vivas, desde el presente y desde hace medio millón de años.
Así nos lo recuerda el paleontólogo Ignacio Martínez Mendizábal cuando le piden elegir entre los fósiles que ha descubierto su equipo en Atapuerca, algo quees como elegir entre los hijos. Sin embargo, recuerda a tres cráneos que supusieron un antes y un después en su carrera. Entre ellos, la pequeña "Benjamina", la más querida, la que demostró que la humanidad entendida como altruismo se remonta a la Prehistoria y es el primer ejemplo de "amor fosilizado".
Licenciado en Biología Evolutiva y Antropología, con una incansable curiosidad por desentrañar los orígenes del ser humano, Ignacio Martínez Mendizábal ha sido pieza clave en el descubrimiento de fósiles que redefinieron nuestra comprensión de las primeras migraciones y del comportamiento del ‘Homo antecessor’. Catedrático de Antropología Física en la Universidad de Alcalá (Madrid), su nombre está estrechamente vinculado a los hallazgos en los yacimientos de Atapuerca (Burgos), desde 1984.
Entre sus descubrimientos destacan restos óseos que evidencian el desarrollo temprano del pensamiento simbólico, la colaboración y la vida prehistórica en comunidad, que le llevó a recibir junto a su equipo el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997. Los llamados "Cráneo 4" (Agamenón), "Cráneo 5" (Miguelón) y "Benjamina" fueron algunos de los grandes hitos de su trabajo, que contribuyeron a entender mejor a nuestros ancestros. "Nunca pensé, en mi carrera como paleontólogo, que me iba a encontrar el amor fosilizado, porque eso es lo que es Benjamina, el amor fosilizado, que habla de lo mejor de las personas. Algo que científicamente es muy interesante porque Darwin pensaba que el amor había sido uno de los motores de la evolución humana", describe.
Ignacio Martínez Mendizábal es autor de obras como 'El primate que quería volar', una reflexión sobre la evolución humana narrada de manera accesible y cautivadora, y coautor de los libros 'La especie elegida' y 'Amalur: Del átomo a la mente', en colaboración con Juan Luis Arsuaga, que ofrecen una mirada divulgativa sobre la evolución y la relación del ser humano con la naturaleza. El compromiso con la vocación científica del paleontólogo ha contribuido no solo al avance del conocimiento antropológico, sino también a inspirar el interés por la ciencia en las nuevas generaciones, a quienes aspira a dejar su ejemplo como legado.
Para saber quienes somos nos tenemos que preguntar de dónde venimos. Los humanos nos queremos tanto en vida que nos seguimos queriendo despues de la muerte -Única especie que lo hace. Los humanos somos lo que no nos pueden copiar- Ignacio Martínez Mendizábal 👏🏼👏🏼#GEFMadrid2024pic.twitter.com/LjtqrfclG0
El "efecto lavadora" es un fenómeno económico que ocurre cuando los aranceles impuestos a ciertos productos provocan cambios inesperados y contraproducentes en la industria y en los precios finales para los consumidores.
El término surgió en 2018 cuando EE. UU. impuso aranceles a las lavadoras importadas para proteger a los fabricantes nacionales. En lugar de fortalecer la industria local, los fabricantes extranjeros movieron su producción a otros países para evitar los aranceles, lo que llevó a precios más altos y consecuencias no previstas.
EE. UU. impone aranceles a las lavadoras importadas: En 2018, se estableció un arancel del 20-50% a lavadoras de marcas extranjeras como Samsung y LG.
Las empresas cambian su producción: En lugar de pagar los aranceles, estas compañías trasladaron su producción a otros países como Vietnam y Tailandia.
El precio de las lavadoras sube: Aunque los aranceles buscaban proteger a los fabricantes estadounidenses, los costos de producción y transporte hicieron que los precios de las lavadoras aumentaran hasta un 12% para los consumidores.
Impacto en otras industrias: El mismo efecto se ha visto en sectores como el acero, la tecnología y los automóviles, donde los aranceles generan aumentos de precios, cambios en la producción y hasta pérdida de empleos.
En resumen, el efecto lavadorademuestra cómo los aranceles pueden tener efectos no intencionados, elevando los costos en lugar de beneficiar a la economía local. Es un recordatorio de que las políticas comerciales tienen consecuencias complejas en la globalización actual.
Otro caso histórico de 1930, la Ley arancelaria de Hawley-Smoot. Si bien los primeros efectos de la Ley Hawley-Smoot beneficiaron a corto plazo a las industrias estadounidenses y a los agricultores de ese país, con el transcurso de los meses se apreció que las represalias arancelarias del resto del mundo perjudicaban el comercio internacional y particularmente la exportación de productos estadounidenses, causando perjuicios a su industria.
Efecto lavadora: aranceles que encarecen la vida en vez de proteger la industria. Washer effect: tariffs that make life more expensive instead of protecting industry.https://t.co/M9Z4wkLdNVpic.twitter.com/0luKaEOnx6
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) March 4, 2025
Trump's washing machine tariffs are a warning of just how bad his 10 to 20% across-the-board tariffs would be. Tariffs can be useful in some cases, but tariffs on ALL imports don't make sense. Consider:
Eugene Allen Hackman, conocido mundialmente como Gene Hackman, fue un actor estadounidense cuya carrera abarcó más de cuatro décadas, destacándose por su versatilidad y profundidad interpretativa. Nacido el 30 de enero de 1930 en San Bernardino, California, Hackman se convirtió en una figura emblemática del cine, dejando una huella imborrable en la industria cinematográfica.
Antes de incursionar en la actuación, Hackman sirvió en la Infantería de Marina de Estados Unidos. Posteriormente, estudió actuación en el Pasadena Playhouse Theatre en California, donde comenzó a forjar su camino en el mundo del espectáculo.
Gene Hackmandebutó en el cine en la década de 1960, alcanzando la fama en los años 70. Trabajó con destacados directores como Arthur Penn, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Alan Parker y Mike Nichols, demostrando su capacidad para adaptarse a diversos géneros y personajes. Entre sus películas más reconocidas se encuentran:
- "The French Connection" (1971): Interpretó al detective Jimmy "Popeye" Doyle, papel que le valió su primer Premio Óscar como Mejor Actor.
- "The Conversation" (1974): Bajo la dirección de Francis Ford Coppola, interpretó a Harry Caul, un experto en vigilancia envuelto en una trama de intriga y paranoia.
- "Superman" (1978): Dio vida al icónico villano Lex Luthor, consolidándose como uno de los antagonistas más memorables del cine de superhéroes.
- "Mississippi Burning" (1988): Encarnó al agente del FBI Rupert Anderson, en una película que aborda temas de racismo y derechos civiles en Estados Unidos.
- "Unforgiven" (1992): Bajo la dirección de Clint Eastwood, Hackman encarnó al sheriff Little Bill Daggett, actuación que le otorgó su segundo Óscar, esta vez como Mejor Actor de Reparto.
A lo largo de su carrera, Gene Hackmanrecibió numerosos reconocimientos, incluyendo dos Premios Óscar, dos Premios BAFTA y cuatro Globos de Oro, consolidándose como uno de los actores más respetados de su generación.
En 2004, Hackman se retiró de la actuación, dedicándose a la escritura y la pintura. Vivió una vida tranquila en Santa Fe, Nuevo México, junto a su esposa, Betsy Arakawa, con quien contrajo matrimonio en 1991. El 26 de febrero de 2025, Gene Hackman y su esposa Betsy Arakawa fueron encontrados sin vida en su residencia de Santa Fe. Las autoridades estiman que el fallecimiento ocurrió alrededor del 17 de febrero, aunque las causas aún están bajo investigación.
La comunidad cinematográfica y sus seguidores lamentan profundamente la pérdida de una leyenda del cine. Gene Hackman será recordado por su talento excepcional, su dedicación al arte y su capacidad para dar vida a personajes inolvidables que han dejado una marca indeleble en la historia del cine.
Evening viewing recommendation? On @criterionchannl, watch the late Gene Hackman in Francis Ford Coppola’s cold-sweat neonoir THE CONVERSATION (1974)— a tour de force of psychological suspense featuring one of Hackman's most iconic performances. https://t.co/xlCk33bd5xpic.twitter.com/p0CcKLNhJS
Kevin Costner reconoció que Gene Hackman fue el mejor actor con el que trabajó nunca. Esta anécdota de ambos en el rodaje de “No hay salida (1987)”, lo propició. El ser humano es maravilloso cuando quiere💔 pic.twitter.com/KMTt8309VT
El Síndrome de Vietnan o de Saigon es un término utilizado para describir las consecuencias políticas, sociales y psicológicas de la Guerra de Vietnam en Estados Unidos. Incluye dos aspectos principales: 1º Impacto psicológico en los veteranos: Muchos soldados que regresaron de Vietnam sufrieron trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, depresión y dificultades para reintegrarse a la sociedad. 2º Efecto en la política estadounidense: Se refiere a la aversión del público y los líderes estadounidenses a involucrarse en conflictos militares prolongados después de la derrota en Vietnam. Esto influyó en la estrategia militar de EE.UU. en décadas posteriores.
El término se usó especialmente en los años 70 y 80 para describir la crisis de confianza en la política exterior de EE.UU. tras la guerra. El Síndrome de Vietnam es un término de la política estadounidense que se refiere a la aversión pública a las intervenciones militares estadounidenses en el extranjero tras la controversia interna sobre la guerra de Vietnam. En 1973, Estados Unidos puso fin a las operaciones de combate en Vietnam (muchos posts). Desde principios de la década de 1980, algunos de los posibles efectos del síndrome de Vietnam son la opinión pública contraria a la guerra, el fin del uso activo del servicio militar obligatorio, una relativa reticencia a desplegar tropas terrestres y la "parálisis de Vietnam".
En el debate interno sobre las razones por las que EEUU fue incapaz de derrotar a las fuerzas norvietnamitas durante la guerra, los pensadores conservadores, muchos de los cuales pertenecían al ejército estadounidense, argumentaron que EEUU tenía recursos suficientes pero que el esfuerzo bélico se había visto socavado en casa. En un artículo publicado en Commentary, "Making the World Safe for Communism", el periodista Norman Podhoretz afirmaba: ¿Nos falta poder? Desde luego que no, si el poder se mide en términos brutos de capacidad económica, tecnológica y militar. Según esos criterios, seguimos siendo el país más poderoso del mundo,...
A partir de entonces, el término "síndrome de Vietnam" proliferó en la prensa y en los círculos políticos como una forma de explicar el fracaso de Estados Unidos, una de las superpotencias mundiales, a la hora de repeler la invasión de Vietnam del Sur por Vietnam del Norte. Muchos conservadores de línea dura, como Ronald Reagan, estaban de acuerdo con Podhoretz. Con el tiempo, el término "síndrome de Vietnam" se extendió como abreviatura de la idea de que a los estadounidenses les preocupaba no volver a ganar una guerra y que su nación estaba en total decadencia.
En otoño de 1983, el Presidente Reagan puso en práctica sus convicciones ordenando la invasión de Granada. Una larga disputa interna en el seno del partido marxista-leninista gobernante en la isla del Caribe Oriental se había descontrolado repentinamente, provocando ejecuciones políticas y la muerte de civiles inocentes en la capital el 19 de octubre. Reagan llegó a la conclusión de que era necesaria una rápida acción militar estadounidense para proteger a unos 1.000 residentes estadounidenses en el microestado, y también para restaurar la democracia al estilo de Westminster y poner fin a la creciente influencia del bloque soviético sobre la antigua colonia británica. Reagan se sobrepuso a las dudas de los dirigentes del Pentágono, y a la previsible reacción nacional e internacional, y autorizó una intervención sorpresa liderada por Estados Unidos al amanecer del 25 de octubre. Su directiva presidencial ordenaba específicamente al Pentágono que adoptara estrictas medidas de secretismo para evitar cualquier acción preventiva por parte de los cubanos o los soviéticos. "Francamente, había otra razón por la que quería secretismo", confesó más tarde Reagan en su autobiografía. "Era lo que yo llamo el 'síndrome post-Vietnam', la resistencia de tantos en el Congreso al uso de la fuerza militar en el extranjero por cualquier motivo, debido a la experiencia de nuestra nación en Vietnam..... Sospechaba que si informábamos a los líderes del Congreso sobre la operación, incluso bajo los términos de la más estricta confidencialidad, habría alguien que lo filtraría a la prensa junto con la predicción de que Granada iba a convertirse en "otro Vietnam". .... No preguntamos a nadie, simplemente lo hicimos".
A finales de los setenta y en los ochenta, Ronald Reagan habló de los aspectos del síndrome de Vietnam, pero argumentó que podría superarse si los estadounidenses adoptaban una postura más confiada y optimista en el mundo, con él como líder. En el discurso a los Veteranos de Guerras Extranjeras (VFW), en el que utilizó el término "síndrome de Vietnam", Reagan alegó que era el momento adecuado para ese cambio de actitud y acción, ya que la Unión Soviética estaba superando a Estados Unidos en la carrera armamentística mundial, de modo que el poder global de este último estaba disminuyendo. Acusó a la administración Carter de ser "totalmente indiferente" a la amenaza soviética. Afirmando la necesidad de una política exterior más agresiva y activista, Reagan también sugirió que los estadounidenses podrían haber derrotado al Viet Cong y al ejército norvietnamita, alegó que el público estadounidense se había vuelto en contra de la guerra por la influencia de la propaganda norvietnamita y dio a entender que los funcionarios habían decepcionado a los soldados y habían tenido "miedo de dejarles ganar" la guerra.
Reagan equiparó el "síndrome de Vietnam" con una reticencia por parte de la opinión pública estadounidense a apoyar las intervenciones militares de Estados Unidos, pero también con sentimientos de culpa por la devastación provocada por la guerra de Vietnam y con sentimientos de duda sobre la moralidad de las intenciones y acciones de Estados Unidos durante la guerra. Reagan, sin embargo, argumentó que Estados Unidos había luchado por "una causa noble" y culpó de la guerra de Vietnam exclusivamente a la agresión de Vietnam del Norte.
Durante demasiado tiempo, hemos vivido con el "síndrome de Vietnam". Gran parte de ese síndrome ha sido creado por los agresores norvietnamitas que ahora amenazan al pacífico pueblo de Tailandia. Una y otra vez nos dijeron durante casi 10 años que nosotros éramos los agresores empeñados en conquistas imperialistas. Tenían un plan. Era ganar en el campo de la propaganda aquí en Estados Unidos lo que no podían ganar en el campo de batalla en Vietnam. A medida que pasaban los años, nos decían que la paz llegaría si dejábamos de interferir y nos íbamos a casa. Ya es hora de que reconozcamos que la nuestra era, en realidad, una causa noble. Un pequeño país recién liberado del dominio colonial buscaba nuestra ayuda para establecer el autogobierno y los medios de autodefensa frente a un vecino totalitario empeñado en la conquista.
Deshonramos la memoria de 58.169 jóvenes estadounidenses que murieron por esa causa cuando cedemos a sentimientos de culpa como si estuviéramos haciendo algo vergonzoso, y hemos sido mezquinos en nuestro trato a los que regresaron. Lucharon tan bien y con tanta valentía como ningún estadounidense lo ha hecho jamás en ninguna guerra. Merecen nuestra gratitud, nuestro respeto y nuestra preocupación constante. Vietnam nos enseña una lección a todos. Si nos vemos obligados a luchar, debemos tener los medios y la determinación para prevalecer o no tendremos lo que hace falta para asegurar la paz. Y ya que estamos, digámosles a los que lucharon en esa guerra que nunca más pediremos a los jóvenes que luchen y posiblemente mueran en una guerra que nuestro gobierno tiene miedo de dejarles ganar.
La administración Reagan esperaba que el éxito de la invasión de Granada ayudaría a disipar el síndrome de Vietnam para que el público estadounidense pudiera ser galvanizado con éxito para apoyar nuevas acciones militares de EE.UU., con el presidente Reagan declarando después de la invasión: "Nuestros días de debilidad han terminado. Nuestras fuerzas militares vuelven a estar en pie". La rápida victoria durante la Guerra del Golfo fue considerada por muchos como el fin del síndrome de Vietnam. El presidente estadounidense George H. W. Bush declaró triunfalmente tras la guerra: "Los fantasmas de Vietnam han descansado bajo las arenas del desierto de Arabia".
"Levantar y golpear" fue una política propuesta por la administración Clinton en 1993, que Bill Clinton había apoyado durante su exitosa campaña presidencial de 1992. La política pretendía mejorar las posibilidades de un acuerdo político en la sangrienta guerra de Bosnia, en la antigua Yugoslavia, llena de atrocidades, levantando el embargo de armas, armando a los bosnios (musulmanes bosnios) y golpeando a los serbios bosnios si se resistían al proyecto de rearme. Una combinación del síndrome de Vietnam y una oposición muy fuerte de los aliados estadounidenses en Europa acabó con la propuesta, que nunca llegó a promulgarse.
Otra evolución es el Somalia Syndrome, un término que describe la reticencia de Estados Unidos a intervenir militarmente en conflictos extranjeros después del fracaso de la misión en Somalia en 1993. El síndrome se originó tras la Batalla de Mogadiscio, donde 160 Rangers (soldados estadounidenses) fueron emboscados y murieron en un enfrentamiento con milicias somalíes. Las impactantes imágenes de los cuerpos de los soldados arrastrados por las calles generaron una fuerte reacción en la opinión pública y llevaron al gobierno de EE.UU. a reducir su participación en conflictos humanitarios o de mantenimiento de la paz. Este fenómeno influyó en la decisión de EE.UU. de no intervenir directamente en crisis como el genocidio en Ruanda en 1994 y refleja una tendencia similar al Síndrome de Vietnam, pero en un contexto más específico de operaciones de paz y misiones humanitarias.
Inolvidable aquel 29 de abril de 1975, cuando EEUU realizó la evacuación militar más grande de su historia. Se llamó Operación Viento Frecuente y marcó el final de la intervención norteamericana en la Guerra de Vietnam (muchos posts).
Los 50 minutos completos subtitulados. Interesante verlo todo para ver como evoluciona la charla... pic.twitter.com/4sXdtBqX9i
#MIRONEWS El Síndrome de Vietnam lo padecieron en los veteranos de esa guerra; obedecieron, los aplaudieron, pero al darse cuenta de que en realidad eran cómplices de algo malo sus conciencias los deprimieron para siempre ¿a quiénes les pasa ahora? Un aullido pic.twitter.com/9bQEqKsFg9
One of many by Christopher Hitchens: "The humanoid who came up with the shady term 'Vietnam syndrome' was of course Henry Kissinger, who had every reason to try to change the subject from his own hideous responsibility." pic.twitter.com/MzDK4l6ITz
Spassky mostró talento desde niño, sobreviviendo al asedio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. Aprendió ajedrez a los 5 años y se convirtió en Gran Maestro a los 18, siendo una de las mayores promesas soviéticas. Su ascenso hacia la élite (1950s-1960s) se produjo siendo finalista del Torneo de Candidatos en 1956 y 1965. Se convirtió en Campeón Mundial en 1969 tras vencer a Tigrán Petrosián.
Su más célebre fue el Duelo histórico vs. Bobby Fischer (1972). Defendió su título contra Bobby Fischer en el "Match del Siglo" en Reikiavik, Islandia. Perdió el campeonato (12,5 - 8,5), marcando el fin de la hegemonía soviética en el ajedrez.
Sus últimos años en la élite (1970s-1980s) le permitieron seguir compitiendo con éxito, pero sin recuperar el título mundial. Se trasladó a Francia en los años 80 y representó a este país en torneos.
Fue un jugador versátil, capaz de adaptarse a diferentes estilos. Brillante en posiciones tácticas y estratégicas. Considerado uno de los campeones más completos de la historia del ajedrez.
Spassky sufrió un derrame cerebral en 2010 y desde entonces ha vivido alejado del ajedrez competitivo. A pesar de ello, sigue siendo un símbolo del ajedrez clásico y un referente en la historia del juego.
♟️ Conclusión: Spassky fue un gran campeón, pero su legado quedó marcado por su duelo con Fischer en 1972, uno de los momentos más icónicos en la historia del ajedrez.
Remembering a Chess Legend: Boris Spassky (1937–2025)
The chess world mourns the loss of Boris Spassky, the 10th World Champion and one of the greatest players of all time. A true prodigy, Spassky became a Grandmaster at 18 and claimed the World Chess Championship title in 1969.… pic.twitter.com/82EKcoE1ta
Moscow, September 1972. 6 World Champions in a single photo: Vasily Smyslov, Mikhail Tal, Mikhail Botvinnik, Boris Spassky & Anatoly Karpov. In the background, left - Tigran Petrosian. (📷: V. Velikhanzhin, TASS.) #chesspic.twitter.com/n8rMPGMh6X
Algunos vídeos recientes, expresando ideas con las que convenir o disentir, pero que aportan claves sobre la disrupción histórica que estamos viviendo. Eduardo Gudynas expone esta policrisis.
Algunos pueden ser más delirantes y conspiratorios, como el que sigue, pero de donde se pueden extraer algunos conceptos útiles para interpretar la realidad que percibimos. Ponente: Cameron Macgregor.
Lecciones para aprender de la historia: La Reunión Secreta del 20 de febrero de 1933 fue celebrada por Adolf Hitler (posts) y 24 industriales en la residencia oficial del presidente del Reichstag, Hermann Göring, en Berlín. Su objetivo era recaudar fondos para la campaña electoral del Partido Nazi. Las elecciones alemanas debían celebrarse el 5 de marzo de 1933.
El Partido Nazi quería conseguir una mayoría de dos tercios para aprobar la Ley Habilitante y deseaba recaudar tres millones de marcos del Reich para financiar la campaña. Según los registros, en la reunión se aportaron 2.071.000 Reichsmarks (equivalentes a 9.600.103 euros en 2021). Junto con la petición industrial, se utiliza como prueba para apoyar la idea de que las grandes empresas desempeñaron un rol decisivo en el auge del nazismo.
Aquella cita con los principales magnates fue entre bastidores y se mantuvo en secreto. Acudieron los dueños de las principales empresas alemanas: BASF, BAYER, OPEL, IG FARBEN, SIEMENS, ALLIANZ, KRUPS, TELEFUNKEN,... Acordaron financiar la campaña electoral de Hitler, que les había prometido facilitar sus resultados empresariales quitando de en medio a sindicatos, comunistas,...
El orden del día es una novela histórica del escritor francés Éric Vuillard, que narra los eventos clave que permitieron el ascenso del nazismo en Alemania y la anexión de Austria (Anschluss) en 1938. A través de una prosa precisa y casi cinematográfica, Vuillard reconstruye momentos cruciales de la historia, mostrando cómo las grandes decisiones políticas y económicas se tomaron en reuniones discretas, a puertas cerradas, con la complicidad de empresarios, políticos y diplomáticos que prefirieron mirar hacia otro lado.
La objetividad histórica adquiere vida cuando se recrea con la frescura y la elegancia de lo imaginario. Galardonada con el premio Goncourt en 2017, El orden del día, de Éric Vuillard (Lyon, 1968), aborda la connivencia entre Hitler y sus financieros, los grandes empresarios de su tiempo. con una fórmula que ya había empleado Laurent Binet en HHhH(acrónimo de «Himmlers Hirn heißt Heydrich», esto es, «El cerebro de Himmler se llama Heydrich»).
Puntos clave de la obra:
- La complicidad de los empresarios alemanes: La historia comienza con una reunión el 20 de febrero de 1933, donde 24 grandes empresarios alemanes (como los de Krupp, Siemens y Opel) financian la campaña de Hitler, asegurando así sus propios intereses económicos.
- La indiferencia de las potencias europeas: Se narran encuentros diplomáticos donde Reino Unido y Francia optan por la pasividad, permitiendo que Hitler expanda su poder sin oposición real.
- La anexión de Austria (Anschluss): Vuillard describe con ironía y crudeza cómo la anexión de Austria fue casi una farsa, con el canciller austriaco Kurt Schuschnigg intentando resistir, pero cediendo ante la presión nazi mientras el resto del mundo observaba en silencio.
- El rol de la propaganda y la manipulación: Se muestra cómo los nazis controlaban la narrativa política y mediática, convenciendo al pueblo de que todo ocurría según un "orden del día" perfectamente planificado.
A pesar de su brevedad, El orden del díaes una obra poderosa que expone cómo las grandes tragedias de la historia no suceden de un día para otro, sino que son el resultado de complicidades, cobardía y decisiones tomadas en despachos lejos del ojo público. Éric Vuillardnos recuerda que el pasado no está tan lejos y que la historia puede repetirse si no prestamos atención.
On this day in 1933, Adolf Hitler becomes Chancellor of Germany. "We have the power," he announces. "Now our gigantic work begins." pic.twitter.com/IU7qckGefz
The Secret Meeting #OTD 20 February 1933, was a secret meeting held by Adolf Hitler and 20 to 25 industrialists at the official residence of the President of the Reichstag Hermann Göring in Berlin. Its purpose was to raise funds for the election campaign of the Nazi Party. pic.twitter.com/BioiqDmeFQ
Ha surgido, en dos contextos muy diferentes, la referencia a Leviatán (Leviathan). Hemos recordado la historia y el significado de Leviatán: Del Monstruo Bíblico al Símbolo del Poder Absoluto. A lo largo de los tiempos, el término Leviatán ha representado diferentes conceptos, desde un monstruo mitológico hasta una metáfora del poder absoluto. Pero, ¿de dónde viene esta idea y qué significa hoy en día?
Origen: El Leviatán aparece en textos bíblicos como el Libro de Job (41:1-34) y los Salmos, descrito como una gigantesca criatura marina indomable, símbolo del caos y la fuerza del mal. Algunos estudiosos creen que pudo inspirarse en cocodrilos, serpientes marinas o antiguas deidades mitológicas de Oriente Medio.
En 1651, el filósofo Thomas Hobbes usó el término para titular su obra Leviatán o La materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil, en la que describe al Estado como un ente supremo que impone orden en la sociedad (Leviatán Político). Según Hobbes, sin un gobierno fuerte, la humanidad caería en un estado de naturaleza violento y anárquico, donde "el hombre es un lobo para el hombre".
En la cultura moderna, "Leviatán" se usa como sinónimo de poder desmesurado. Puede referirse a Estados totalitarios, burocracias gigantescas o incluso a megacorporaciones con un control excesivo sobre la sociedad. También ha aparecido en la literatura, el cine y la filosofía como un símbolo de opresión o caos. La historia del Leviatánplantea un dilema clave: ¿Es mejor un poder absoluto que garantice orden o el riesgo de la anarquía? Desde Hobbes hasta la actualidad, el debate sigue abierto.
El término Leviatán ha aparecido en numerosas obras literarias y filosóficas, además de influir en el cine, la política y la cultura en general. Aquí tienes algunas de sus referencias más destacadas:
"Paradise Lost" de John Milton (1667). En El paraíso perdido (degustar en PDF con ilustraciones de Gustave Doré), Leviatán aparece como una de las figuras que representan a Satanás y su poder. Milton lo describe como una bestia imponente, relacionada con el caos y la rebelión contra Dios.
"Moby Dick" de Herman Melville (1851). Apela a la figura del Leviatán como símbolo del poder descomunal y misterioso de la naturaleza. La ballena blanca Moby Dick es descrita como una criatura gigantesca e imparable, evocando al monstruo bíblico y al destino inevitable.
"Leviatán" de Paul Auster (1992). En esta novela, Auster usa el nombre como símbolo de fuerzas incontrolables en la vida humana. La historia sigue a un escritor cuya vida cambia tras una explosión misteriosa, explorando temas de identidad, destino y caos.
Leviatánes un Símbolo Universal de poder desmesurado. Desde la filosofía de Friedrich Nietzsche que menciona el Leviatán al hablar del poder del Estado sobre los individuos o Carl Schmitt, filósofo alemán, retoma la idea del Leviatán como símbolo de soberanía y control, hasta en películas comoPacific RimyGodzilla, los monstruos gigantes recuerdan a Leviatán como fuerzas destructoras.
El Leviatán sigue representando el poder incontrolable, ya sea el Estado, la naturaleza o el destino. Su imagen ha evolucionado, pero su esencia como símbolo de grandeza y peligro permanece intacta.
An 8 year old explains Hobbes' Leviathan (1651). I have taught undergrads who didn't understand it as well as this. pic.twitter.com/r9pU5657ne
En tiempos turbulentos, conviene repasar a economistas referenciales. Hoy recordaremos la obra de Jeffrey D. Sachs, nacido el 5 de noviembre de 1954 en Detroit, Míchigan (disfrutad aprendiendo con lección en Taiwán de agosto de 2023 en el recomendable canal Neutrality Studies). Jeffrey D. Sachses un economista y profesor estadounidense reconocido por su trabajo en desarrollo sostenible, macroeconomía global y lucha contra la pobreza. Obtuvo su licenciatura, maestría y doctorado en la Universidad de Harvard, donde también fue profesor desde 1980 hasta 2002.
En 2002, se incorporó a la Universidad de Columbia como director del Instituto de la Tierra, cargo que ocupó hasta 2016. Actualmente, es director del Centro para el Desarrollo Sostenible en la misma universidad y presidente de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU. Ha asesorado a tres secretarios generales de las Naciones Unidas en temas relacionados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Jeffrey D. Sachsha sido reconocido por sus estrategias efectivas para abordar desafíos complejos como crisis de deuda, hiperinflaciones y transición de economías planificadas a economías de mercado. Además, ha trabajado en el control de enfermedades como el SIDA y la malaria, y en la lucha contra el cambio climático inducido por el ser humano. Ha sido incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time en dos ocasiones y ha recibido 42 doctorados honoris causa.
Entre sus publicaciones destacan los bestsellers del New York Times"The End of Poverty" (2005), "Common Wealth: Economics for a Crowded Planet" (2008) y "El precio de la covolización" (2011). Su trabajo ha influido significativamente en políticas económicas y sociales a nivel global.
Por su relevante protagonismo, ha recibido tanto alabanzas como críticas. Entre los elegios destacan:
Experto en desarrollo y lucha contra la pobreza. Su libro The End of Poverty y su trabajo con la ONU han sido clave en la promoción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Ha asesorado a países en crisis económica y ayudado a reducir la pobreza en África con iniciativas como los Millennium Villages.
Defensor del desarrollo sostenible y el cambio climático. Ha sido un impulsor de estrategias para combatir el cambio climático y ha trabajado en la transición a economías más sostenibles. Lideró el Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia, promoviendo soluciones para el desarrollo global.
Figura influyente en la política económica global. Ha asesorado a organismos como el FMI, el Banco Mundial y gobiernos de países en crisis como Bolivia, Polonia y Rusia. Fue incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time.
Algunas de las Críticas:
Fracaso en la "terapia de choque" en economías en transición. Su recomendación de reformas rápidas de libre mercado en países exsoviéticos (como Rusia y Polonia) en los años 90 fue criticada por generar desempleo, desigualdad y corrupción.
Millennium Villages: Resultados cuestionables. Aunque sus programas en África buscaron erradicar la pobreza, algunos informes han señalado que los efectos a largo plazo fueron menores de lo esperado y que faltó transparencia en los datos.
Enfoque tecnocrático y simplista. Algunos economistas lo acusan de tener una visión excesivamente optimista, confiando demasiado en soluciones tecnocráticas sin considerar las realidades políticas y culturales de cada país.
En síntesis, Jeffrey D. Sachs es un economista influyente con grandes contribuciones en desarrollo sostenible y lucha contra la pobreza, pero su enfoque ha generado tanto admiración como críticas, especialmente en la implementación de políticas económicas en países en crisis.
If You Recently Joined 'The Awakening' And Are Wondering Who Can Be Trusted, Where To Find Credible Verified Information About The Current 'State Of Affairs', Jeffrey Sachs Is One Of The Brightest Minds On The Wars In Europe Since WWII.