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El dios de las pequeñas cosas, la poesía de lo cotidiano

El dios de las pequeñas cosas (The God of Small Things, 1997) es la novela debut de la escritora india Arundhati Roy, publicada en 1997. El título “Dios de las pequeñas cosas” hace referencia a la importancia de los momentos y detalles aparentemente insignificantes que terminan determinando los destinos de los personajes. También simboliza la resistencia frente a las grandes fuerzas opresoras, como las jerarquías sociales y los prejuicios. 

Es una obra inusual, profundamente evocadora que entrelaza temas como el amor, la familia, las divisiones sociales y las injusticias de la sociedad india. La novela ganó el Premio Booker ese mismo año por su prosa poética y su estructura narrativa innovadora.

La historia está ambientada en el estado de Kerala, India, en la década de 1960, y se centra en los gemelos Estha y Rahel, quienes, en su infancia, sufrieron una tragedia que marcó sus vidas para siempre. La narración salta entre el presente y el pasado, explorando los eventos que llevaron a esa tragedia y cómo afectaron a los personajes principales.


La familia de los gemelos pertenece a la clase alta sirio-cristiana de la India, pero su vida está llena de tensiones: Ammu, la madre de los gemelos, desafía las normas sociales al enamorarse de Velutha, un hombre dalit (de la casta intocable). Este amor prohibido desata una cadena de eventos trágicos, avivando los prejuicios de clase y casta. Sophie Mol, la prima de los gemelos, llega de Inglaterra para visitar a la familia, pero su muerte accidental durante su estancia desencadena un caos emocional y social.


La trama maneja temas clave, como el amor prohibido, porque la relación entre Ammu y Velutha desafía las barreras de casta, pero la sociedad y la familia los castigan brutalmente. O las divisiones sociales, al criticar el sistema de castas, el patriarcado y el colonialismo persistente en la sociedad india. También el peso de la memoria y el tiempo, porque la narrativa fragmentada refleja cómo los recuerdos moldean la vida de los personajes y su capacidad de enfrentar el pasado.


Algunos extractos de la poética y polémica obra:


- "La belleza está en lo que se va, en lo que no puede durar."
- "Él la amaba. Ella lo amaba. Y eso era un amor prohibido."
- "Sólo las cosas pequeñas son seguras. Las grandes rompen tu corazón."
- "No puedes imaginar lo que ha roto dentro de ti hasta que intentas repararlo."
- "Los humanos son criaturas extrañas. Viven vidas rotas. Y aún así, intentan amar."
- Las palabras son como flechas. Una vez disparadas, no puedes llamarlas de vuelta."
- "Había demasiadas grietas dentro de ella para que un poco de amor pudiera repararlas."
- "La historia se aferró a ellos como el musgo a un muro, como el olor a limón en una prenda blanca. Como una sombra. Como la luna durante el día."
- "La felicidad siempre fue demasiado frágil, como una burbuja que estalla con el más leve toque."
- "Las pequeñas cosas eran importantes. Estar mojado. Vestirse. No vestirse. La pelota roja. Las pequeñas cosas que se deslizan entre tus dedos."

Arundhati Roy utiliza un estilo y lenguaje poéticos, con descripciones ricas y una estructura no lineal que entrelaza pasado y presente. Esto refleja la confusión emocional de los personajes y enfatiza los impactos duraderos del trauma. La obra El dios de las pequeñas cosas no solo destacó por su calidad literaria, sino también por su crítica social. Desafía las normas culturales y políticas, convirtiéndose en una obra emblemática de la literatura postcolonial.

La cultura del Kintsugi como el arte de la resiliencia

El kintsugi (金継ぎ o reparación dorada), también conocido como kintsukuroi (金繕い o reparación en oro), es una técnica tradicional japonesa que consiste en recomponer objetos de cerámica rotos utilizando barniz mezclado con polvo de oro, plata o platino. En lugar de ocultar las grietas o rupturas, el kintsugi las resalta, convirtiendo la imperfección en una parte valiosa y hermosa de la historia del objeto. 

Esta filosofía kintsugi refleja la idea de que las cicatrices y los defectos no deben ocultarse, sino que pueden ser una parte esencial de la belleza y la historia de algo o alguien. Kintsugi está profundamente ligado a conceptos. Las personas rotas no se descartan, ni se desechan; se reparan y sus cicatrices al igual que los objetos reparados con Kintsugi las hacen más valiosas y bellas. 

El resultado es una pieza que no solo ha sido reparada, sino transformada en algo único y valioso gracias a las marcas de su rotura. Las grietas doradas resaltan con elegancia los detalles de la pieza, mostrando la belleza de las imperfecciones y el arte de la restauración.

El kintsugi  es una perfecta materialización artística de la virtud de la resiliencia (posts varios), que demuestra que la naturaleza y los seres humanos somos capaces de adaptarnos y recuperarnos de cualquier proceso traumático.

@batsaaziel #kintsugi #reparate #repararse #reparation #resiliencia #resilience ♬ Believe (Inspirational Background Music) - Fearless Motivation Instrumentals

La belleza de lo que se pierde y la vocación de escuchar

Una lección hoy de Jordi Nadal.

Lo primero, lean con tranquilidad el artículo (en La Vanguardia o en la imagen). Lo segundo, cada vez es más repetida la necesidad de aprender a escuchar, para conversar, para liderar, para vivir. “Así como existe un arte de bien hablar, existe también el arte de bien escuchar”, ya aseguraba Epicteto. Ante una petición, transcribimos el artículo: 

Cuentan que el gran guitarrista Paco de Lucía una vez, durante un ensayo, grabó una sesión. Al acabarla, la escuchó de nuevo y, ante el estupor del otro músico con el que tocaba, la borró. Según la leyenda, su acompañante le preguntó asombrado y con estupor: “Pero ¿cómo borra esto, maestro?” y el genio de la guitarra respondió: “No tiene duende”. Así quedó todo. Los genios tienen buenas respuestas.

A veces, podemos borrar las cosas porque son irrelevantes, contingentes o rutinarias. De hecho, algunas ni siquiera necesitamos borrarlas porque nunca se registran. Pero en otras ocasiones, nos encontramos frente a momentos únicos, momentos afortunados que reconocemos y apreciamos cuando suceden. En esos instantes, un silencio se impone a nuestro alrededor. Y hay que estar muy alerta para capturar esa fugacidad y retenerla.


La belleza es comprender que la vida a menudo tiene bellísimos momentos que son elegíacos. A veces, con tintes épicos. Hace­ poco un buen amigo me anunciaba­ algo­ así como su despedida de “todo esto” con humildad, serenidad, vulnerabilidad y ternura. Me tomó de las manos y me dijo­: “Ya no tengo nada que decir”.


Estas lecciones sobre nuestra contingencia y nuestra fugacidad tienen una belleza inmensa, porque nos colocan, desnudos y vulnerables ante el tiempo. Nos hacen sentir pequeños y también grandes, al quitarnos las alfombras bajo las cuales escondemos tantas tonterías. Sí, las cosas que no se pueden reproducir pueden ser doblemente mágicas. Deberíamos aprender a reconocer y a borrar las cosas que no tienen duende.


Mi amigo compartió conmigo aquello por lo que quiere ser recordado, y cuando le pregunté si quería añadir algo más, mencionó la importancia de leer a Séneca y a… (su memoria frágil se detuvo brevemente), hasta que recordó a Montaigne.


He tenido el privilegio de conversar con mi amigo muchas veces. En una ocasión, le pregunté: “¿Qué consejo le darías a alguien que empieza a aprender en la vida?”. Su respuesta fue sencilla y profunda: “Que escuche”. Escuchar, tal vez, sea una forma de vida futura.


Es un gran arte la escucha interactiva, quizá la forma sublime de amor. Concentrarse plenamente en escuchar. sin limitarse a oír pasivamente lo que se dice. La escucha activa es una primera y esencial habilidad social y de gestión. 

Todo mundo quiere hablar; pero el arte de escuchar pocos lo quieren practicar. A menudo, la gente está perdida, centrada sólo en lo que dirán después, sin aprovechar lo sublime de la escucha. Ya no están vivos. En su cabeza, están haciendo algo que no es lo grandioso de escuchar, a las personas, a la naturaleza,...

Posts sobre escuchar (nueva etiqueta), como "El arte de escuchar". 

The Van Gogh Experience Bilbao: Una exposición inmersiva

Primer día de abril, lunes de pascua, extrañamente no en Alicante como hubiéramos estado toda la semana santa previa como siempre desde hace 30 años,...  Comenzamos un nuevo trimestre, tras unos días de añoranza en los posts de ayer. Nos centraremos en Bilbao, el Athletic y el Guggenheim en esta semana.  

Para quienes cursamos dos años de Museología, Experto y Master, toda propuesta y más si es cercana, nos atrae de modo irrefrenable. Para constatar, una vez más, algunos hábitos infalibles de los visitantes novatos: Pasar minutos largos en la primera estancia, repasando las leyendas de los primeros cuadros, de principio a fin. Aquí sucedió lo mismo: Fue imposible fotografiar la biografía de Van Gogh en el primer rellano tras la entrada (post).

Recomendamos esta experiencia, "The Van Gogh Experience Bilbao", para quienes adoren la obra de Vincent Van Gogh y para todo el mundo. Además nos ha descubierto un nuevo museo en Bilbao, Next Museum (también con sedes en Roma, Turón y Milán), que nos conocíamos y que cuenta con notables posibilidades. La única vez que nos permitieron elegir libremente nuevos cuadros para nuestro despacho, elegimos dos obras suyas: Lirios y La noche estrellada.

Sus mejores citas, algunas se proyectan:
  • Sueño en pintar y luego pinto mi sueño.
  • Lo que el color es en un cuadro el entusiasmo es en la vida. 
  • No sé nada con certeza, pero ver las estrellas me hace soñar. 
  • No hay nada más verdaderamente artístico que amar a las personas. 
  • Si realmente amas la naturaleza, encontrarás belleza en todas partes
  • Admira tanto como puedas. La mayoría de la gente no admiran lo suficiente.
  • Siempre pienso que la mejor manera de conocer a Dios es amar muchas cosas. 
  • Puse mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso. 
  • Las grandes cosas no se hacen por impulso, sino por una serie de pequeñas cosas reunidas. 
  • Elegí conscientemente el camino del perro a través de la vida. Voy a ser pobre. Voy a ser pintor
  • Intento cada vez más ser yo mismo, me importa relativamente poco si la gente lo aprueba o lo desaprueba.
Nos ha gustado que dejan fotografiar y grabar libremente. Así como la accesibilidad plena y la tienda de recuerdos a la salida. El precio, correcto, con bonificación a diversos colectivos (niños, mayores,...). Una exposición para acudir sin prisa, mínimo una hora, porque la gran sala requiere su tiempo. Quizá lo que menos nos ha sorprendido ha sido el rato, con entrada y pago adicional, de la gafas de realidad aumentada. Tal vez porque ya conocíamos esas Meta Quest (ver posts previos), que en este caso estaban sin mandos y levemente desenfocadas.
@agirregabiria

Experiencia Van Gogh 2

♬ sonido original - Mikel Agirregabiria
The Van Gogh Experience Bilbao: Una exposición inmersiva
Álbum de imágenes y vídeos. Dos TikToks (1º y 2º adjuntado). Shorts (1, 2, 3, 4 y 5)

La gran ola de Kanagawa, una omnipresente imagen

La gran ola de Kanagawa” es una obra maestra del arte japonés que ha cautivado a personas de todo el mundo. Fue creada por el pintor especialista en las estampas ukiyo-e, Katsushika Hokusai (autorretrato en la imagen lateral), y se publicó entre 1830 y 1833 durante el período Edo de la historia de Japón. Es parte de la famosa serie “Fugaku sanjūrokkei” (36 vistas del Monte Fuji).

Aspectos interesantes sobre esta icónica estampa: 
  • La obra muestra una enorme ola que se alza sobre unos barcos, con el majestuoso monte Fuji al fondo. La composición equilibrada y la intensidad de la ola capturan la fuerza y la belleza de la naturaleza. 
  • Contexto Histórico y posibles significados: 
    • Algunos sugieren que la ola podría ser una metáfora de la invasión extranjera en tierras japonesas. En ese momento, Japón reflexionaba sobre si abrirse al exterior o permanecer aislado. Fuerza de la Naturaleza: 
    • Otra interpretación es que la ola representa la virulencia de la naturaleza, capaz de acabar con vidas humanas e incluso elevarse por encima del mismísimo monte Fuji, un símbolo nacional en Japón de eternidad. 
  • Legado Duradero: La obra ha influido en artistas y coleccionistas en todo el mundo. Se ha convertido en un ícono cultural y sigue siendo recreada en diversas formas, desde murales hasta tatuajes. 
Algunas curiosidades de la icónica imagen de Japón.  Fue creada hace casi 200 años y sigue siendo recreada en todas partes. En murales y tatuajes, en estampillas y ropa, en caricaturas y hasta en emojis. En apenas unos escasos 25,7 por 37,8 centímetros, Hokusai logró plasmar una escena épica, un drama oceánico con una composición simple pero tremendamente poderosa.

1. El tema no era 'La gran ola'. En realidad una vista del monte Fuji. En aquellos días, el monte Fuji era visto como una deidad protegida, espectacularmente visible desde Edo, el Tokio moderno. Provocaba cierto temor, por la posibilidad de una erupción del volcán, pero también adoración, pues la nieve de su cima era su fuente de agua, y algunos pensaban que guardaba el secreto de la inmortalidad. De hecho, aunque toda la serie gustó cuando se lanzó, 'Fuji Rojo' fue mucho más popular que 'La gran ola' en el Japón de 1800, debido a la reverencia espiritual hacia la sagrada montaña. 

2. Hokusai la pintó cuando tenía 70 años. Según él mismo dijo, todavía estaba aprendiendo; es más, estaba convencido de que su mejor trabajo estaba por venir. En unas memorias conmovedoras que escribió a los 76 años, abrió su corazón. "Desde los 6 (años), tenía una inclinación por copiar la forma de las cosas. A partir de los 50, se publicaron mis imágenes...", refiriéndose a diez volúmenes de dibujos, cada uno con 60 páginas cubiertas con imágenes de todos los temas imaginables: figuras y animales reales e imaginarios, plantas, paisajes marinos, dragones, poetas y deidades... en fin. Se llamaban "manga", una especie de prototipo de manga moderno, aunque el significado era ligeramente diferente en esa época. Después de una pausa, le encargaron diez volúmenes más de su manga, y pidió que se hicieran con papel más barato para que sus ideas pudieran difundirse más ampliamente. Murió en 1849, a los 89 años, sin sospechar cuán grande era el destino que le esperaba a su gran ola. Al lado, autorretrato de Hokusai a la edad de 83, en el año 1842.

3. Es más que japonesa 'La gran ola' de Hokusai sólo llegó a costas ajenas 18 años después de su muerte, y más de 35 después de que él la creara, pues Japón estuvo aislado durante dos siglos. Desde 1640, el país se había cerrado en gran medida al mundo y solo se permitía una interacción limitada con China y Holanda. Aunque los foráneos no podían entrar en Japón, las cosas extranjeras sin duda podían hacerlo, algo que se ve claramente en 'La Gran Ola'. Está impresa en papel de morera japonés tradicional en sutiles tonos de amarillo, gris y rosa. Pero el color que domina es un azul intenso y profundo... un azul que no era japonés. azul de Prusia.


4. Inspiró a grandes artistas. En la década de 1850, cuando la Revolución Industrial avanzaba, las grandes potencias manufactureras buscaban agresivamente nuevas fuentes de materias primas y nuevos mercados para sus productos. Les parecía incomprensible, de hecho intolerable, la cerrada actitud de Japón. Al final, los estadounidenses concluyeron que el libre comercio tendría que imponerse por la fuerza. Y lo lograron. Cuando se abrieron las fronteras, hubo una avalancha de cultura visual japonesa en Occidente, y su influencia en las artes occidentales fue tal que hasta tiene nombre: japonismo. La presentación en sociedad -occidental- de 'La gran ola' se produjo en la Exposición Universal de 1867 en París, y su impacto fue revolucionario. El contraste de la sencillez con la que expresaba tal dramatismo y los grandes óleos europeos era abismal.

5. Era baratísima. Sabemos que en 1842 el precio de cada impresión de 'La gran ola' se fijó oficialmente en 16 mon, el equivalente a una ración doble de fideos. Hoy cuestan varios millones de raciones dobles de fideos. 
En marzo de 2021, un grabado de 'La gran ola' realizado alrededor de 1831 se vendió por 1,6 millones de dólares en una subasta de arte japonés y coreano de Christie's Asia en Nueva York. Era un arte barato, pero cuando se imprimía en grandes cantidades con estándares técnicos exquisitos, podía ser muy rentable: a la gente le fascinaba para adornar sus viviendas. Roy Fox Lichtenstein tomaron ideas de artistas como Hokusai y reinterpretaron su visión: 'La gran ola' tuvo un significado especial para ellos, como en "Chica ahogándose". 

6. No es un tsunami. Mucha gente asume que 'La gran ola' representa un tsunami. "Podemos estar seguros de que no es un tsunami", le dijo a la BBC el experto en hidrodinámica Chris Swan, del Imperial College de Londres. "Los tsunamis son olas generadas por eventos sísmicos, a menudo en aguas profundas. Cuando eso pasa, la ola tiene una cresta muy larga, que no es el caso en la imagen". "Es una imagen de una ola gigante, vagabunda o monstruo, una ola piramidal. Son olas que se generan por la superposición: la suma de muchas olas existentes, crestas sobre crestas". Así, lo que Hokusai dibujó es un fenómeno natural, infundiendo a la imagen un dramatismo y una escala extraordinarios, y originando una de las mejores representaciones del poder del mar en la historia del arte.

7. Esta obra forma parte de "La historia del mundo en 100 objetos" de la BBC (pronto post con los otros referentes como la piedra Rosetta (post previo),,... En resumen, “La gran ola de Kanagawa” es una poderosa representación artística que trasciende el tiempo y la geografía, evocando tanto la majestuosidad de la naturaleza como las complejidades de la historia humana. Para concluir, una versión animada.

Apreciar la belleza a nuestro alrededor

A pesar de la mala calidad, no se pierdan a la mujer de la bolsa, que le reconoció. Y le dijo que algo así solamente podía ocurrir en Washington D.C.

"En Washington DC, en una estación de metro, una fría mañana de enero de 2007, un hombre con un violín tocó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. Durante ese tiempo, unas 2.000 personas pasaron por la estación, la mayoría de camino al trabajo.

Al cabo de unos cuatro minutos, un hombre de mediana edad se dio cuenta de que había un músico tocando. Disminuye el ritmo, se detiene unos segundos y se apresura a cumplir su horario. Unos cuatro minutos después, el violinista recibió su primer dólar. Una mujer echó dinero en el sombrero y, sin detenerse, siguió caminando.

A los seis minutos, un joven se apoyó en la pared para escucharle, luego miró su reloj y echó a andar de nuevo. A los diez minutos, un niño de tres años se detuvo, pero su madre tiró de él apresuradamente. El niño volvió a pararse para mirar al violinista, pero la madre empujó con fuerza y el niño siguió andando, girando la cabeza todo el rato. Esta acción la repitieron varios niños más, pero todos los padres -sin excepción- obligaron a sus hijos a seguir rápidamente.

A los cuarenta y cinco minutos: El músico toca continuamente. Sólo seis personas se pararon a escuchar un rato. Unas veinte dieron dinero, pero siguieron caminando a su ritmo normal. El hombre recaudó un total de 32 dólares. Al cabo de una hora: Terminó de tocar y se hizo el silencio. Solamente una mujer le reconoció y apenas casi nadie aplaudió.

El violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo. Tocó una de las piezas más intrincadas jamás escritas, con un violín Stradivarius valorado en 3,5 millones de dólares. Dos días antes, Joshua Bell había agotado las entradas de un teatro de Boston donde los asientos costaban una media de 100 dólares cada uno para sentarse a escucharle tocar la misma música.

Esta es una historia real: Joshua Bell, tocando de incógnito en la estación de metro de Washington D.C., fue organizado por The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de la gente.

Este experimento planteaba varias preguntas: en un entorno común, a una hora inadecuada, ¿percibimos la belleza? Si es así, ¿nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado? Una posible conclusión a la que se llegó a partir de este experimento podría ser la siguiente: Si no tenemos un momento para pararnos a escuchar a uno de los mejores músicos del mundo, tocando una de las mejores músicas jamás escritas, con uno de los instrumentos más bellos jamás fabricados... ¿Cuántas otras cosas nos estamos perdiendo mientras vamos demasiado deprisa por la vida?".

Cualidades a cultivar en todo ser humano

Cualidades a cultivar en todo ser humano
En la década de 1990, el Dr. Martin Seligman y el Dr. Christopher Peterson (post anterior sobre ambos) comenzaron a examinar las mejores cualidades de las personas. Después de varios años de investigación, identificaron 24 fortalezas de carácter que se encuentran universalmente en todas las personas. Cuando las personas aprovechan estas fortalezas, según las investigaciones, pueden mejorar su calidad de vida. Este gráfico muestra las 24 fortalezas universales del VIA Institute on Character.

Categorías de las fortalezas, donde en negrita aparecen nuestras etiquetas tras publicar más de 9.500 entradas. Parece que de los seis apartados estamos faltos de pensar y escribir sobre coraje (algunos posts donde citamos esta virtud) y templanza (posts donde sí la resaltamos), mientras sí hablamos de los otros cuatro aspectos.
  • 🦁 Coraje con Entusiasmo, Integridad y Valentía.
  • 🧠Conocimiento / Sabiduría con Curiosidad, Creatividad, Mente abierta, Amor por el aprendizaje y Perspectiva.
  • ⚖️Justicia con Trabajo en equipo, Equidad (igualdad) y Liderazgo
  • 🙇‍♂️ Templanza con Perdón, Humildad, Prudencia y Autocontrol.
  • 🌌 Trascendencia con Propósito (Ikigai), Humor, Optimismo, Gratitud y Apreciación de la Belleza.
  • 🌍 Humanidad con Amabilidad, Inteligencia Social (solidaridad) y Amor.
También se demostró que las fortalezas anteriores son ampliamente estables en los individuos a lo largo del tiempo. Sin embargo, las fortalezas más maleables fueron el humor, la prudencia y la espiritualidad. Según un estudio de casi 16.000 personas, se descubrió que aumentar la esperanza, el entusiasmo, el amor y la curiosidad tiene el mayor impacto en el aumento de la satisfacción con la vida 

Las cualidades de un ser humano son aquellas características que lo distinguen y definen como individuo y como parte de una sociedad. Existen muchas cualidades que pueden tener las personas, pero algunas de las más importantes y valoradas según esta otra clasificación son:
  • Cualidades intelectuales: son las que se relacionan con la capacidad de razonar, aprender, crear y resolver problemas. Algunas de estas cualidades son la inteligencia, la creatividad, la imaginación, la curiosidad, la memoria, la elocuencia y la visión de futuro.
  • Cualidades morales: son las que se refieren a la conducta ética, al respeto a los principios y valores, y a la coherencia entre el pensamiento y la acción. Algunas de estas cualidades son la honestidad, la integridad, la responsabilidad, la justicia, la lealtad y la honradez.
  • Cualidades emocionales: son las que tienen que ver con la capacidad de sentir, expresar y gestionar las emociones propias y ajenas. Algunas de estas cualidades son la sensibilidad, la empatía, la compasión, la autoestima, la confianza, el optimismo y la resiliencia.
  • Cualidades sociales: son las que facilitan la convivencia, la comunicación y la colaboración con los demás. Algunas de estas cualidades son la simpatía, la afabilidad, la generosidad, la humildad, la tolerancia, la paciencia y la asertividad.
Estas son algunas de las principales cualidades de un ser humano, pero no las únicas. Cada persona tiene un conjunto único de cualidades que la hacen especial y valiosa. ¿Qué cualidades crees que te definen a ti?

Os invito a realizar este test que te indica tus fortalezas asentadas y las que trabajar.

Baño de bosque, Shinrin-Yoku, terapia con la naturaleza

Post de nuestra visita en 2019 al Monte Corona.

Shinrin-Yoku, que es una práctica japonesa que significa “baño de bosque” y que consiste en conectar con la naturaleza a través de los sentidos. El Shinrin-Yoku es una práctica japonesa que significa “baño de bosque” y que consiste en conectar con la naturaleza a través de los sentidos. Se trata de pasear por el bosque, pero de una forma meditativa y muy especial, prestando atención a lo que vemos, respiramos, sentimos, escuchamos y olemos. 

Shinrin-Yoku es un neologismo acuñado en 1982 por Akiyama Tomohide, director de la Agencia Forestal de Japón. Literalmente significa "Bosque Bueno". Tiene muchos beneficios para la salud, como reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico, bajar la presión arterial y mejorar el estado de ánimo. El Shinrin-Yoku se basa en los principios budistas y sintoístas que veneran los espíritus de la naturaleza. 

En Japón, hay cerca de 50 bosques designados como centros de terapia forestal, donde se realizan sesiones de Shinrin-Yoku guiadas por terapeutas. El Shinrin-Yoku también se está extendiendo por otros países, donde se le llama “baño de bosque” o "terapia de naturaleza". La imagen inicial corresponde a una visita a un bosque de sequoias que está en Cabezón de la Sal (Cantabria) y que recomendamos visitar.
Baño de bosque, Shinrin-Yoku
Este es el primer post de conceptos o palabras (nueva etiqueta) relacionadas con longevidad. Seguirán otros muchos.

Un visitante inesperado: Un gato callejero


Aunque no creemos que mantener mascotas sea de humanos evolucionados, excepto en contados casos como perros guías o acompañamiento de personas ancianas o con diversidad cognitiva, lo cierto es que un animal callejero, como Feliz o Garfield, un gato libre y  agradecido, nos demuestra la maravilla que es la naturaleza.

Lo cierto es que un gato te resuelve un post de transición, te calma en un agitado día y te devuelve la fe en la humanidad,... Aunque Feliz o Garfield no parece haber vivido experiencias muy gratificantes con las personas, porque es muy temeroso cuando nos acercamos. Confiamos que Feliz o Garfield también llegue a confiar en los seres humanos, tan imprevisibles como geniales cuando se esfuerzan.
Con razón dicen que los gatos están destinados a demostrarnos que no todo en la naturaleza tiene un propósito, aparte de hacernos felices con la inteligencia de un águila, la parsimonia de un tigre y la bondad de un colibrí. Los gatunos son la belleza sin vanidad, la fuerza sin insolencia, el coraje sin ferocidad, todo virtudes sin sus excesos.
Un visitante inesperado: Un gato callejero
Álbum de fotos de este minino, al que llamamos FELIZ o Garfield.
Miles de imágenes nuestras de gatos, siempre libres,...

Un "anochecer" de la luna en Byron Bay


Sorprende la magnificencia de nuestra luna en fase de luna llena en este vídeo time lapse, grabado enfocando el Faro de Byron Bay en el extremo norte de Nueva Gales del Sur en Australia, el punto más oriental de la mayor isla de Oceanía. Debido a su ubicación geográfica única, la visión y la fotografía solamente son posibles localmente. 
El faro de Byron Bay
Disfrute de la salida de la luna durante más de tres minutos para ver la vista más hermosa desde el extremo este de Australia. Una de las visiones más exóticas que recordará con deleite durante mucho tiempo en sus distintas variantes, más al atardecer o al anochecer. 
Realmente estos son montajes en vídeo sobre diversas colecciones de 1.038 fotografías consecutivas del gran fotógrafonatutalista Luke Taylor, @hslap_byronbay
  Un "anochecer" de la luna en Byron Bay
Se ha convertido Byron Bay, por múltiples razones, en un destino turístico mundial.

Sorolla en pequeño formato en el Museo Bellas Artes de Bilbao

Sorolla en pequeño formato en el Museo Bellas Artes de Bilbao 
Álbum con 200 imágenes.
 
Guiados por la excelente cicerone Eva, en grupos de 15 docentes jubilados de la Asociación 5 de Octubre hoy hemos visitado la exposición temporal Cazando impresiones de Joaquín Sorolla en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Joaquín Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla, Madrid, 1923) pintó cerca de dos mil óleos sobre cartón, tabla, papel o trozos de lienzo de muy pequeño tamaño-no exceden de los 20 x 30 cm-, que él denominaba "apuntes", "manchas" o "notas de color". Están siempre relacionados con el trabajo del artista en cada momento de su trayectoria, sin que puedan llegar a ser estrictamente considerados estudios preparatorios para posteriores composiciones. Son, pues, una especie de registro del modo de mirar de Sorolla y la mejor síntesis de sus intereses pictóricos.

Este tipo de apunte fue un formato a menudo utilizado a lo largo del siglo XIX por los grandes artistas, y Sorolla lo usó también durante toda su vida como un modo de ejercitar su destreza que constituye, además, un valioso testimonio sobre su producción más privada y libre. Tal y como atestiguan numerosas fotografías, Sorolla conservaba estas pequeñas obras en su taller y a menudo las regalaba a sus admiradores, las donaba para causas benéficas o las intercambiaba con otros pintores. Pero un buen número de ellas fueron también presentadas y vendidas en sus grandes exposiciones internacionales -sobre todo en las giras americanas de 1909 y 1911-, donde fueron apreciadas como expresión concentrada de su talento.
Sorolla en pequeño formato en el Museo Bellas Artes de Bilbao
"Hay que pintar deprisa, porque ¡cuánto se pierde, fugaz, que no vuelve a encontrarse!". Así definía su ideario este pintor, que fue uno de los más importantes del arte español en el tránsito entre el siglo XIX y el XX, y el creador de una obra reconocible y de un estilo propio que concreta en paisajes y retratos un luminismo suntuoso y preciso que alcanza su máximo nivel en los temas de las costas del Mediterráneo y del Cantábrico.

Organizada con la colaboración del Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla de Madrid, Cazando impresiones. Sorolla en pequeño formato ha contado con el comisariado de María López Fernández, Blanca Pons-Sorolla y Consuelo Luca de Tena. Las dos primeras son, además, autoras de los ensayos y de la cronología incluidos en el catálogo editado con motivo de la exposición.
Clotilde, muchas veces dibujada por su esposo Joaquín Sorolla
La muestra se compone de 186 pinturas en pequeño formato sobre tabla o cartón u otros materiales, pertenecientes a la colección del Museo Sorolla. Los acompaña una pequeña vitrina en donde se muestran su paleta y otros utensilios del oficio que ejemplifican su vocación de pintor al aire libre. Tras su exitosa presentación en el Museo Sorolla de Madrid,

Cazando impresiones, Sorolla en pequeño formato, podrá visitarse en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en las salas 32 y 33 del edificio moderno desde el 20 de noviembre de 2019 hasta el 23 de febrero del año 2020.

@LiterlandWeb1, otro Twitter recomendado

A Twitter no le faltan versos. Todo este hilo de @LiterlandWeb1 es pura poesía, profundo aprendizaje, insólita belleza en pocas palabras,... Y como siempre, mirad a quienes sigue, como a @LibroAdictxs,...