El bosón de Higgs, es una partícula elemental predicha por el modelo estándar de la física de partículas. Por un error, fue apodada a veces como la “partícula de Dios”, porque su existencia explica cómo otras partículas adquieren masa, lo que es fundamental para la estructura del universo.
Fue descubierto experimentalmente el 4 de julio de 2012 en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear, que pude visitar en su momento), confirmando la teoría propuesta en 1964 por Peter Higgs y otros científicos. El bosón de Higgs interactúa con el campo de Higgs, una especie de “red invisible” que permea el universo. Cuanto más interactúa una partícula con este campo, mayor masa tiene. Esta partícula era una pieza clave del Modelo Estándar de la Física de Partículas, que describe cómo interactúan las partículas fundamentales que forman el universo.
El bosón de Higgs fue detectado y confirmado en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN, el acelerador de partículas más grande del mundo. Los experimentos ATLAS y CMS lograron observar evidencias de esta partícula después de colisiones de protones a altísimas energías. La señal era consistente con las predicciones teóricas, confirmando la existencia del campo de Higgs, una especie de “red cósmica” invisible que otorga masa a las partículas al interactuar con ellas.
Su trascendencia es innegable, por razones como las siguientes:
- La masa de las partículas: Sin el bosón de Higgs y su campo asociado, partículas como los electrones o quarks no tendrían masa, lo que haría i
- Validación del Modelo Estándar: Su descubrimiento consolidó décadas de investigaciones sobre la estructura del universo y permitió entender mejor los mecanismos fundamentales de la naturaleza.
- Apertura a nuevas teorías: Aunque el bosón de Higgs resolvió preguntas esenciales, también dejó abiertas nuevas incógnitas, como la naturaleza de la materia oscura o cómo encaja la gravedad en este marco teórico.
El hallazgo fue tan trascendental que Peter Higgs y François Englert recibieron el Premio Nobel de Física en 2013. El bosón de Higgs no sólo resolvió un misterio científico, sino que también abrió puertas a explorar fronteras más profundas de la realidad.
La alegoría de “partícula de Dios” se trata de un error. En los años 90, el físico Leon Lederman escribió un libro de divulgación sobre física de partículas en el que se refería al bosón de Higgs como the goddamn particle, la partícula puñetera. El editor del libro le dio una vuelta de tuerca y tituló el libro The God particle, La partícula Dios. Pero alguien hizo una mala traducción y el libro se tituló aquí La partícula de Dios, montando el lío que ha llevado a esta partícula a portadas de diarios e informativos. Para delimitar ciencia y religión, el bosón de Higgs sería la partícula de Dios… si no existiera.
🇪🇺🔬 Des quarks au boson de Higgs, l’Organisation européenne pour la recherche nucléaire (Cern) a placé l’Europe à la pointe de la technologie. Qu’attend-on pour suivre cet exemple de coopération réussie dans d’autres domaines ? se demande De Standaard. https://t.co/vy9gfRnbvr
— Courrier inter (@courrierinter) December 21, 2024
Tal día como hoy, el 4 de julio de 2012, el CERN anunciaba uno de los mayores hitos científicos de lo que va de siglo: la comprobación de la existencia del bosón de Higgs. pic.twitter.com/naRFlEW33L
— MUY Interesante (@muyinteresante) July 4, 2019