- 18 años en Las Arenas, Getxo, Bizkaia, Euskadi. Han sido los últimos desde 1989, excepto los veranos en Pilar de la Horadada,... Se supone que esta cifra puede aumentar al ser nuestra residencia actual,... Getxo es el municipio que elegimos para vivir y donde se han criado nuestros hijos (y ha nacido el primer nieto).
- 17 años en Bilbao. Lugar de nacimiento y donde vivimos los primeros de nuestra vida, en domicilios familiares ya vendidos, alternando entre el hogar de nuestros padres en Indautxu (c/Gregorio de la Revilla, 20) y la casa de nuestros abuelos paternos en el Casco Viejo (c/ Cruz, 6, el mismo gran piso con terraza donde había nacido José Antonio Agirre y Lekube). Pero los veranos de aquellos años los pasábamos en Ubidea,... También Bilbao es el municipio donde más tiempo hemos trabajado: 20 años de los 35 que llevamos hasta la fecha, siendo otros 8 años en Iurreta (1991-1998) y 7 en Vitoria-Gasteiz (uno en la mili entre 1976 y 1977 y otros seis entre 1985 y 1991 en Educación, Cultura y Presidencia del Gobierno Vasco). Fueron en Bilbao 9 años de 1975 a 1985 (excepto la mili) en la Escuela Universitaria de Magisterio (y simultáneamente en el Colegio Azkorri entre 1977-1982 de Getxo), y los últimos 11 años en la Delegación de Educación de Bizkaia (y en Industria entre 2002 y 2005).
- 11 años en Leioa (primera residencia desde que nos casamos en agosto de 1977 hasta 1989, aunque siendo en Avda. Santa Ana, junto a Las Arenas, su influencia era Getxo. En este municipio estudiamos nuestra primera carrera, en la entonces Universidad de Bilbao (ahora UPV-EHU).
- 4 años en Pilar de la Horadada (Alicante), residencia de vacaciones desde 1988, donde confiamos vivir parte de nuestro retiro... si lo conseguimos. Esperamos estar allí dentro de muy poco, y su añoranza nos ha sugerido escribir este post.
- 3 años en Ubidea, lugar de verano durante el trimestre vacacional de nuestra infancia. Es "nuestro pueblo", aunque allí éramos veraneantes. Allí vivimos entrañables vivencias que siempre nos acompañarán y algunas de las cuales hemos relatado.
- 2 años en Vitoria-Gasteiz, en periodos de servicio militar en 1974 (último trimestre) y desde Julio de 1976 a Septiembre de 1977, entre Araca y Gamarra (algunas fotos). También algunas noches anteriores a exámenes en el Centro Asociado de la UNED.
- 6 meses en Madrid, en diversos períodos del servicio militar (trimestre veraniego de 1975 en Fuencarral, formación en Ingeniería (varios semanas en distintos veranos), oposiciones en 1981,...
- 4 meses en Roquetas de Mar (Almería) en los veranos de 1978, 1979,..., y 1985.
- 3 meses en Tudela (Navarra), el inolvidable verano de 1963 con los tíos Julián y Maite, y los primos...
- 3 meses en Amurrio (Álava), un maravilloso verano (¿de 1962?) con la familia materna en casa del primo de mi madre José Luis, su mujer e hijas,...
- 2 meses en Gorliz (Bizkaia), con los tíos Ángel y Mariví, y los primos, en varios veranos en torno a 1970,...
- 2 meses en París (Francia), en diversos períodos, dos en 1973 hasta el año pasado 2009,...
- 1 mes en Rennes (Francia), Cambrils, Ibiza, Mallorca, Gran Canaria, Tenerife, Galizano (Cantabria), Playa de la Franca (Asturias), Hortigüela (Burgos), Llanes (Asturias), San Miguel de Basauri (Bizkaia),...
- Total: 57 años y algunos meses. Los links en negrita llevan a referencias relativas a los lugares donde hemos vivido...
Lugares donde hemos vivido...
Resumen libre de la conferencia de Daniel Innerarity

I Tiranía del presente
Prima el presente, y las líneas del tiempo apenas contemplan el pasado inmediato, pero casi nada del futuro. Vivimos una época de “imperialismo temporal”. Ya no se colonizan otros espacios, otros continentes, pero sí explotamos despiadadamente el futuro.
La inmediatez de los sondeos de opinión, la aceleración de la vida cotidiana, nos han llevado a contemplar únicamente el presente y el futuro más inmediato. Cinco grandes razones nos han conducido a ello:
1º La aceleración estructural de la vida moderna. Nuestros abuelos vivían peor, pero sin incertidumbres del porvenir. Ni siquiera podían imaginar que su futuro fuera a ser diferente de su presente.
2º Los períodos electorales, múltiples y frecuentes. El ritmo de las urnas marca un tantán inexorable, que establece prioridades a muy corto plazo, buscando rendimientos muy cercanos en los momentos de reelección. Estos períodos cuatrienales no se corresponden con los grandes temas sociales que evolucionan y se manejan con grandes propuestas que requieren plazos mucho más dilatados en el tiempo. Esto introduce un efecto perverso, en el sentido de que la soberanía y las decisiones se adoptan por un electorado que compromete y condiciona la vida de personas aún no nacidas, o todavía sin capacidad de votar.
3º La propia naturaleza humana que tiende a descarta de sus cálculos todo aquello que se refiera al futuro, por un doble motivo: no se conoce con precisión y no se sabe si nos va a corresponder vivir en ese tiempo. Pero el resultado es que la competencia injusta se establece entre los de ahora,... y los que vivirán en el futuro, que apenas suelen ser tenidos en consideración.
4º El electorado de la tercera y cuarta edad crece continuamente, tanto en número como en importancia. Y frente a su creciente protagonismo, no existen lobbies de electores futuros.
5º Utilizando el espacio político convencional, supuestamente abierto a todos (partidos, sindicatos, grupos de presión...), suelen ganar la partida los más alborotadores, con problemas concretos y presentes,... Es raro ver una “movilización de parados”,...
Afortunadamente, existen algunos factores de esperanza. La idea de sostenibilidad ha ido calando en ámbitos distintos, e incorpora la noción de futuro en muchas de las decisiones más trascendentes. Algunos frutos de ello se pueden apreciar en áreas críticas, como estabilidades presupuestarias, pactos de pensiones,... También ante la crisis financiera de estas fechas se han comprobado que se adoptan medidas planetarias, porque la globalización ha convertido a la humanidad en una “unidad cosmopolita de destino”.
La fijación en el presente otorga una “preferencia ilegítima” a las generaciones presentes frente a las venideras. El colonialismo temporal parece basarse en el viejo proverbio de que “los que vengan,... que arreen”, En muchas ocasiones, ante decisiones que hipotecan el futuro, nadie parece preguntarse: ¿y esto lo aceptarían quienes lo van a... pagar? Con honradez, hemos de reconocer que estamos parasitando a nuestros hijos y nietos. No podemos dejarles residuos radioactivos, ni sistemas de pensiones insostenibles.
Existe una tácita “coalición de los vivos”, frente a los no nacidos. Ya Diderot defendía que cada generación debía redefinir todo, una autodeterminación generacional. El mayorazgo fue una figura caduca, porque tutelaba el futuro desde el pasado. Ahora somos, quizás sin percibirlo, “okupas del futuro”, nos hemos instalado y beneficiado del futuro, sin ser sus propietarios.
Parece que tratemos al futuro como el basurero del presente, postergando propuestas decisivas para su mejor existencia. Y cuando convertimos el futuro en un basurero, lo siguiente es tratar de esconderlo, de no verlo, de ignorar su existencia. Con todo ello, ¿dónde queda la justicia intergenaracional?
Hay que socializar el futuro, pasarlo desde la propiedad privada de los presentes a colectivizarlo con quienes habrán de vivir en él. Existe una asimetría en las relaciones temporales de corto plazo, que da ventaja a los primeros en vivir. ¿Cómo logramos hallar representantes del futuro, que defiendan los intereses del porvenir y de quienes allí vivan? Jefferson decía que cada generación debía reescribir su Constitución. Nadie aceptaría ninguna Constitución sin cláusula de revisión, con todas las garantías que se quiera.
Recordemos antes de adoptar ninguna decisión de trascendencia preguntarnos: ¿Lo aprobarían nuestros hijos y nietos?
III Políticas de futuro
Hemos de recuperar el porvenir en nuestra realidad presente. Hace falta mucha gente pensando con suficiente anticipación. El escurridizo futuro debe ganar peso político, como en loables iniciativas a largo plazo (sin mencionarlo expresamente, podría tratarse de proyectos como Think Gaur). Los dirigentes han de responsabilizarse más del futuro que preparan, que del presente o del pasado que aportan.
El futuro es el tiempo débil, el huérfano de valedores. Y la fortaleza de la política reside en ocuparse de lo débil, de lo desvalido. Entre el conjunto de los desprotegidos, ha de incluir al futuro. Algunas sugerencias:
1º Incluso para el corto plazo, es negativo el cortoplacismo. Hasta en el caso de un apremiante incendio, hay que planificar la evacuación urgente. Estamos demasiado agitados por el periódico o la cotización del día, que nos ciegan sin permitirnos apreciar tendencias a medio o largo plazo.
2º Si todo cambia muy rápido, es preciso levantar la mirada, ver las corrientes de fondo y no sólo los movimientos de superficie. No basta atascarse únicamente con la “tiranía de las pequeñas decisiones”, ésas que sólo rectifican el rumbo inicial. Así se acaba finalmente donde... nos e quería llegar.
3º Se requiere una perspectiva temporal más amplia y profunda. El futuro ha de ser anticipado con una cierta coherencia. Las microdecisiones son miopes si no miran hacia lo lejos.
4º Ha de recuperarse algo de “aquellas visiones del faraón” (Génesis, 41), pero por parte de todos. Traigamos el futuro a nuestra mente, hagámosle testigo, intérprete y protagonista de nuestro día a día. Y esto hemos de hacerlo todos, sin despreocuparnos al confiar en que otros lo harán.
En el turno de preguntas, se formularon tres. La tercera puede verse en este vídeo. De las otras respuestas de Innerarity, entresacamos algunas grandes ideas.
Coexisten, al menos, tres grandes ritmos de tiempo en la sociedad contemporánea: El tiempo de la economía financiera, que es rápido y cambiante como hemos comprobado recientemente; el tiempo mediático, que se consume con fruición cada día y que recuerda a la vieja 'mili' (no hacer nada, pero a gran velocidad); y el parsimonioso tiempo político, donde las grandes decisiones se posponen en busca de acuerdos... hasta que son tomadas en otros ámbitos de decisión o los problemas están encarrilados. Pero sólo la democracia defiende a los desprotegidos, a los postergados. Por ello, no hemos de permitir que se transmita ese bulo interesado de que la política es algo anacrónico (quizá sí sus formas), porque ello nos llevaría a una sociedad donde se impondría la ley del más fuerte.
A modo de conclusión, la conferencia transmitía una moraleja de que hay que reformular la participación política, para asegurar a los presentes y a los venideros un futuro mejor.
[Otras crónicas: El País (aunque discrepo en que se citase al Think Gaur), Erikenea,...] Bibliografía adicional: La cultura de la urgencia.
Viejos recuerdos de la 'mili'

El eterno retorno de Nietzsche: ¿Vivirías tu vida una y otra vez?"
El eterno retorno es una de las ideas filosóficas más profundas y desafiantes de Friedrich Nietzsche. Se menciona en varias de sus obras, especialmente en Así habló Zaratustra y La gaya ciencia. Ese primer libro, Así habló Zaratustra, marcó mi juventud junto con otras obras. Cuando era la encarnación que de debatía entre la tormentosa melancolía de Dostoievski (posts) y el eterno retorno de Nietzsche (posts). Daría una fortuna por encontrar en algún camarote, si no ha sido reciclado, aquel ejemplar que estuvo conmigo en mis 21 meses de "mili".
¿Qué significa el eterno retorno o la perenne recurrencia? Es la idea de que el universo y nuestra vida se repiten eternamente en un ciclo infinito. Todo lo que hacemos, cada decisión y cada momento, se repetirá una y otra vez, sin fin.
Interpretaciones del eterno retorno:
- Cosmológica: Algunos lo han entendido como una teoría física: si el tiempo es infinito y la materia finita, entonces todo lo que existe terminará por repetirse.
- Existencial y ética: Nietzsche lo presenta como una prueba de fuego para la vida: ¿vivirías tu vida exactamente igual una y otra vez por toda la eternidad? Si la respuesta es "sí", significa que estás viviendo con autenticidad y plenitud. Si la respuesta es "no", deberías reconsiderar cómo vives.
En resumen, el eterno retorno no es solo una hipótesis cósmica, sino un desafío filosófico que nos plantea Friedrich Nietzsche: vivir de tal manera que desees repetir cada instante eternamente. Por el momento, mi respuesta a la gran pregunta sigue siendo,... "Sí".
La física del eterno retorno: ineluctable en tanto teorema es que el universo se repetirá a sí mismo. Cumpliendo la profecía de aquel demonio [ein Dämon] del que Nietzsche nos advierte en La gaya ciencia, la física demuestra que volverás a vivir tu vida una y otra vez. [Hilo] pic.twitter.com/V6p1FP62OL
— Gaston Giribet (@GastonGiribet) September 12, 2023
“Although some commentators have tried recently to convince us that Nietzsche's doctrine of return was later dislodged and swept aside by his doctrine of will to power, we'd reply by demonstrating that the doctrine of will to power springs from nowhere else than eternal return, pic.twitter.com/auTy5hmsiF
— Überkierkegaard (@UberKierk) December 18, 2023
Hoy estaremos en "Objetivo Euskadi", de ETB-2

Curiosamente los tres barrios elegidos nos traen grandes recuerdos. En Abetxuko hicimos muchos años de "mili" unos cuantos amigos, en Araka allá en el último trimestre de 1974 y luego 15 meses más entre julio de 1976 y septiembre de 1977, y era el barrio naciente para salir a cenar el famoso "menú Urtain" de plato único con dos huevos fritos, chuleta de cerdo y muchas patatas fritas. En Otxarkoaga desarrollamos una intensa labor educativa, antigua y reciente, con grandes aliados como Kale dor Kayikó, y donde el próximo día 8 de Abril se celebrará el Día Internacional del Pueblo Gitano. Y en Las Arenas (Getxo) vivimos desde 1977. Como cicerone de Neguri (Getxo) con el equipo de "Objetivo Euskadi" grabamos muchos minutos, que se reducirán a unos pocos, según ya relatamos en este blog (foto superior y otras muchas de Neguri). ¡A ver qué nos parece el resultado final de la comparativa!
Estación de Autobuses "3 de marzo" de Vitoria-Gasteiz
Como explica en la petición: "Que en lugar de Adolfo Suárez, la estación de autobuses nueva de Lakua se llame 3 de marzo. Por muchos motivos, desde que es la fecha en la que Suárez al fin ganó unas elecciones democráticas en el 79, pero sobre todo porque 3 años antes, era parte de un gobierno de derechas que asesinó a 5 trabajadores a balazos, además de 150 heridos de bala, gaseados en una iglesia del cercano barrio de Zaramaga. Coherencia, memoria y sentido común".
Flamantes cincuentones
Aquel nuestro año 1953 finalizó la Guerra de Corea, Franco firmó el Concordato con el Vaticano y los primeros acuerdos económicos y militares con los EE.UU., llegó la Coca-Cola, se escaló en Everest, se demostró la relación entre cáncer y tabaco, se descubrió la estructura en doble hélice del ADN, se simplificó la famosa ecuación de Einstein a E=m.c2, se inventó el bolígrafo Bic y se pusieron de moda los pantalones vaqueros. Murieron Stalin, el compositor Prokófiev, el poeta Dylan Thomas,…, pero ahora lo que importa es cómo fuimos, y cómo somos los que entonces nacimos –más exactamente, los que todavía quedamos-.
Nosotros nos criamos a lo bestia. Hacíamos lo que jamás permitimos luego a nuestros hijos. Corríamos en pequeñas e inadecuadas bicicletas sin casco, los columpios eran de metal roñoso y con esquinas en pico, y jugábamos a ver quien era más bruto. Construimos goitiberas para bajar por las cuestas y descubríamos que habíamos olvidado los frenos. Jugábamos a "chorro, morro, pico, tallo, qué" (no pregunten eso qué significaba), procurando caer en plan bomba, y nadie sufrió dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos al anochecer. Nadie podía localizarnos por ningún móvil. O hacíamos una fogata para asar patatas y contarnos historias de miedo. Nos abríamos la cabeza jugando a “guerra de piedras” y no pasaba nada, eran “cosa de niños” y se curaba con Mercromina y un cachete adicional de castigo. Comíamos moras, pipas de melón y porquerías, bebiendo aquel refresco de color butano, pero no fuimos obesos. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. No tuvimos Playstation, Nintendo, películas en vídeo, móviles, computadores ni Internet: sólo un canal de televisión en blanco y negro,.. en casa de algún amigo rico. Siempre recordaremos nuestros escasos juguetes, pero nos sobraban los amigos y primos. Quedábamos con ellos en el parque más cercano. O ni siquiera quedábamos, con la merienda íbamos a la plaza y allí nos encontrábamos. Ligábamos con las chicas persiguiéndolas, no en un chat tecleando ;-D. Y jugábamos a las chapas, a las canicas, al “hinque” con clavos herrumbrosos, con pólvora,... en fin, con tecnología punta. Bebíamos agua directamente del grifo, cazábamos lagartijas y gorriones con la "chimbera de balines", sin adultos vigilándonos. En los juegos del patio, no todos participaban en los equipos; debías ser elegido. Los otros tuvieron que aprender a superar la decepción. Los menos estudiosos, repetían curso y les ponían a trabajar prematuramente de “botones”… en una Caja de Ahorros y cuando pasadas las décadas te los reencontrabas, te denegaban el crédito.
Viajábamos en minúsculos coches sin cinturones de seguridad ni air-bag, durante viajes de 8 horas con cuatro adultos y cuatro niños en un 600, sin síndromes de la clase turista. Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. Si transgredíamos alguno de los numerosos preceptos, nuestros padres no sólo no nos protegían, sino que además nos castigaban aparte. Tuvimos media libertad, mucho fracaso, poco éxito y moderada responsabilidad, pero aprendimos a crecer con todo ello.
Ha pasado la mayor parte, pero quizá no la mejor, de la vida familiar y profesional. Nuestros hijos son insufribles y eternos adolescentes, nuestra pareja ha engordado casi tanto como nosotros, y ya estamos plenamente instalados en esa burguesía postmoderna y acomodada,… que tanto se parece a la de nuestros abuelos y que fue mejor que la de nuestros sufridos padres. Nuestros rutinarios paseos con la parienta, esos recorridos de café con leche en café con leche (descafeinados por supuesto), con muchas paradas, permiten a los comerciantes poner en hora sus relojes cuando nos ven desfilar puntualmente cada atardecer. Nuestra carrera laboral ya ha acumulado suficiente mediocridad como para no quitarnos el sueño las pasadas aspiraciones, que han envejecido más prematuramente que nosotros. Ya sabemos adónde vamos a llegar, y eso con suerte: a la prejubilación. Pero nos sentimos bien, nada de esa "sensación de que la vida se me está escapando". Chispeantes, seguimos creciendo. Los pies, por ejemplo, cada vez están más lejos y cada día te cuesta más llegar hasta ellos, sobre todo el izquierdo. Cierto que ya no podemos pasar de los tres platos en las alubiadas, y que crecen los periféricos de ayuda (gafas de presbicia, y pronto audífonos), pero hay otras ventajas: Vas perdiendo la vergüenza, y desarrollándose una “cara dura” con la edad,…, y disminuye drásticamente el riesgo de morir… joven.
Comenzamos a adivinar lo que se nos avecina en las próximas décadas. Los ruiditos que nos acompañan a cada movimiento, sobre todo de alzada. Disfrutamos de ese sueño “camembert”, plagado de periodos de insomnio, y cuando te levantas recuerdas eso de que si no te duele nada, es que ya estás muerto… El tango dice que “veinte años no es nada”, pero “cincuenta años” otorgan una madura lucidez,… que estremece. Nosotros que fuimos testigos de la carrera por la Luna, pertenecemos a la maldita “generación sándwich”, de selectividades dobles, de “mili” larga, siendo jóvenes cuando se llevaban los veteranos y llegando a expertos cuando mandan los novatos. Fuimos obedientes con nuestros padres y con las demás autoridades de turno, y ahora nos tienen en jaque nuestros hijos a los que, en general, malcriamos por miedo a repetir nuestra historia. Debimos aprender a liberarnos de muchos prejuicios y cuando lo conseguimos, resulta que estábamos cargados de años. Pero disfrutamos de regalos tardíos, como redescubrir y recuperar la música de los ’70 por Internet y ver a la siguiente generación cometer nuestros mismos errores. La nostalgia empieza a invadirnos y cada vez nos parecemos más a nuestros progenitores, e incluso a nuestros abuelos. Pronto añoraremos cuando hablábamos… todo seguido, y no recordaremos a ese tal “Al..zheimer”, y se acerca el día en el que ingresaremos en esos grupos de “ancianas de los dos sexos”. - “Es cruel”, digo, y mi mujer replica: - “Sí, para ellas”.
La vejez es lo más inesperado que le sucede al hombre y llega sin ser invitada. Sólo comienza cuando se pierde la curiosidad y cesa de indignación por todo lo que está mal a nuestro alrededor. La madurez, incluso la vejez bien llevada, puede ser el tiempo de nuestra dicha. La felicidad es el antídoto de la edad. ¡Seamos felices!
Manzanas podridas
Lo pésimo es que no se haya descubierto nunca ni una sola trama de complicidad entre la construcción y la política por estos ministros “pili y mili” de Justicia e Interior, que se dedican exclusivamente a ver si Atutxa cambia el tapizado de algunos electos, y también que algunos partidos todavía estimulen, acojan, paseen y exhiban a traidores, tránsfugas o arrepentidos políticos. Rectificar es legítimo, y de sabios… equivocados, pero por un mínimo de ética sería preferible no destacar como paladines del acierto a quienes ya han aceptado que erraron, una, dos, tres veces,... Pero, como dice la canción, “Lo malo no es que tú me mientas, lo malo es yo que te creo”.
Como en el célebre chiste del cazador del “me vengo”, resulta muy preocupante que podamos preguntar cada vez más frecuentemente a determinados políticos lo mismo que los osos amorosos: "Admítelo Frank, tú no vienes aquí a cazar, ¿no?...."
Eres tú: La historia mejor contada de Mocedades y El Consorcio
El documental comienza con el contexto en el que nació Mocedades, en los años 60, cuando un grupo de jóvenes de Bilbao con pasión por la música formó una agrupación inspirada en las armonías vocales del folk y la canción melódica. La formación inicial pasó por varios cambios, pero la esencia del grupo se consolidó con la llegada de los hermanos Uranga, quienes se convirtieron en el alma de la banda.
El gran punto de inflexión para Mocedades llegó en 1973 con su participación en el Festival de Eurovisión, representando a España con la canción "Eres tú", compuesta por Juan Carlos Calderón. Esta interpretación marcó un antes y un después, catapultando al grupo a la fama internacional. "Eres tú" no solo obtuvo un segundo puesto en el certamen, sino que se convirtió en un éxito global, logrando gran repercusión en Estados Unidos y otros países de habla hispana.
Consolidación y reconocimiento internacional
El documental explora cómo, tras el éxito de "Eres tú", Mocedades vivió una etapa dorada en la que grabaron múltiples discos y realizaron giras por todo el mundo. Su estilo, caracterizado por armonías vocales perfectamente ensambladas y letras emotivas, les permitió consolidarse como una de las agrupaciones más importantes de la música en español.
Durante esta etapa, el grupo interpretó grandes éxitos como "Tómame o déjame", "Amor de hombre" y "Quién te cantará", canciones que se convirtieron en himnos de varias generaciones. Además, su estrecha relación con Juan Carlos Calderón como productor y compositor ayudó a moldear el sonido distintivo del grupo.
Transformación y nacimiento de El Consorcio
El documental también aborda los momentos de cambio y transición dentro de la agrupación. Con el paso del tiempo, varios de los miembros originales decidieron seguir caminos distintos, lo que llevó a una reformulación del grupo. Finalmente, en los años 90, algunos de los integrantes fundaron El Consorcio, un nuevo proyecto que continuó el legado de Mocedades, manteniendo el estilo vocal y la esencia melódica que había caracterizado a la banda.
El Consorcio logró mantener el cariño del público y seguir cosechando éxitos, reinterpretando clásicos y ofreciendo nuevas composiciones. A través de entrevistas con los propios miembros, el documental muestra cómo esta evolución permitió que su música siguiera vigente a lo largo de los años.
Testimonios y material inédito
Uno de los aspectos más enriquecedores del documental es la inclusión de testimonios de los propios protagonistas, como Amaia Uranga, Estíbaliz Uranga, Sergio Blanco, Carlos Zubiaga e Iñaki Uranga, quienes relatan en primera persona los momentos clave de su carrera, las dificultades que enfrentaron y las emociones vividas a lo largo de las décadas.
Además, figuras reconocidas de la música y la televisión, como Víctor Manuel, Anne Igartiburu y Leire Martínez (de La Oreja de Van Gogh), aportan su visión sobre el impacto de Mocedades y su legado en la música española.
El documental también presenta material de archivo exclusivo, incluyendo grabaciones inéditas, presentaciones en televisión y ensayos, que permiten al espectador revivir algunos de los momentos más emblemáticos de la historia del grupo.
Un homenaje a la música y la memoria colectiva
Más allá de narrar la historia de una agrupación, "Eres tú: De Mocedades a El Consorcio" es un homenaje a la música como elemento de unión y memoria colectiva. A través de sus canciones, Mocedades logró conectar con varias generaciones y dejó una huella imborrable en la historia de la música en español. El documental no solo es un viaje nostálgico para quienes crecieron escuchando sus canciones, sino también una oportunidad para que nuevas generaciones descubran la magia de sus voces y la importancia de su legado.
En definitiva, "Eres tú: De Mocedades a El Consorcio" es una obra imprescindible para los amantes de la música, que permite conocer en profundidad la historia de un grupo que trascendió fronteras y sigue emocionando al público con su inconfundible estilo.
Otros posts nuestros sobre Mocedades
Esta noche os contamos la historia del grupo Mocedades, que más tarde se convertiría en El Consorcio. Con la canción "Eres tú" estuvieron a punto de ganar Eurovisión. pic.twitter.com/jUaCNyfT6X
— Imprescindibles TVE (@Impres_TVE) January 19, 2025
AUDIOVISUAL. El documental 'ERES TÚ: DE MOCEDADES A EL CONSORCIO' se estrena el 1 de enero. El documental que celebra la historia del grupo musical vasco más icónico de los últimos 50 años se podrá ver en ETB y TVE. En la película participan cantantes como Víctor Manuel, Leire… pic.twitter.com/qDdVMEVUpY
— lacronicadelhenares (@lacronicadelhe3) December 15, 2023
Eres tú: La historia mejor contada de Mocedades y El Consorcio. https://t.co/y9VWdVn1rg El documental "Eres tú: De #Mocedades a El #Consorcio" ofrece una mirada profunda y emotiva a la trayectoria de uno de los grupos musicales más emblemáticos de España. A través de testimonios… pic.twitter.com/sXau0BQ8jY
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) January 29, 2025