Mostrando entradas con la etiqueta ubidea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ubidea. Mostrar todas las entradas

Hoy, 27-12-2020, nuestro padre Juan Agirregabiria hubiera cumplido 100 años

Nuestro padre, Juan Agirregabiria Etxebarria, con sus padres
De recién nacido, una de sus primeras fotos que conservamos. Hacia 1921 Familia Agirregabiria Etxebarria
Los cinco hermanos Agirregabiria con sus padres, Ezequiel y Leonor
Nuestro padre, Juan Agirregabiria, el tío Jose, un amigo y el tío Jesús
Tres hermanos en Ubidea
Boda de nuestros padres: Marta Agirre, Juan Agirregabiria, Leonor y como padrino de mamá el tío Felipe
Boda de nuestros padres
Desconocida, Marta, Mikel, JuanMa y nuestro padre Juan Agirregabiria
En una iglesia con sus dos hijos mayores
Juan Agirregabiria Etxebarria
Álbum de imágenes.

Más entradas sobre nuestro padre Juan, que los primeros y últimos años de su vida solamente se expresada en bizkaiera, el dialecto del euskera de Bizkaia.

Big Bang planetario de una familia de Bilbao

Big Bang planetario de una familia de Bilbao
Acabamos de estar en una de las periódicas videoconferencias familiares algunos primos carnales de la familia Aguirre que nos criamos en el Casco Viejo de Bilbao, entre las calles de la Cruz, María Muñoz, Artecalle y Somera allá por los años '50 y '60. Que jugábamos juntos, tras la merienda-cena, en la Plaza de Unamuno, entonces Plaza de los Auxiliares

Cierto que pronto ya nos dispersamos por Indautxu, San Ignacio, siempre en Bilbao o hasta Tudela (Navarra). Proveníamos de Bilbao, aunque algún predecesor nacido circunstancialmente en Cuba, pero también de Amurrio y Luiando (ambas localidades en Araba), de Ubide o Ubidea (Bizkaia),... o el otro apellido familiar, Agirregabiria procede de Leintz Galtzaga o Salinas de Léniz (Gipuzkoa).

Hoy, sesenta años después, Bilbao está eclosionada por todo el mundo. Hemos conversado más de una hora entre Bilbao, Getxo, Leioa, Zaragoza, Huesca, Alcobendas (Madrid), Málaga y el Estado de New York. Y eso que nos han fallado las conexiones con Brasil, Bolivia, México o Colombia. En otras ocasiones esta familia directa de Bilbao, ha conectado desde Badajoz, Murcia, Alicante, Valencia, Barcelona, Gran Canaria, o Francia, Reino Unido, Dubai, California,...
Mapamundi de Bilbao
Visto lo cual, con razón usábamos desde siempre el mapamundi de Bilbao

29 de febrero: Día Mundial de los Bisabuelos y Bisabuelas

Nuestros bisauelos
Isabel Larrea, la única bisabuela que conocimos y recordamos. Realmente sólo Isabel Larrea (nuestro séptimo apellido) es nuestra bisabuela real, con su segundo esposo Pedro Aldasoro, con quien se casó cuando ambos eran viudos. Vivieron en Ubidea (Bizkaia). Siempre llamamos bisabuelo a Pedro, pero nuestro bisabuelo real - a quien no conocimos- fue Juan Antonio Etxebarria (nuestro tercer apellido). Se trata de una foto reciente de una imagen antigua... 
Ver toda la descendencia que parte de Isabel y Juan Antonio, con hermanastros. 

El “Día de los Bisabuelos” (Great Grandparents Day) se celebra internacionalmente cada cuatro años, el 29 de febrero. Es un día conmemorativo dedicado reconocer la labor de los bisabuelos dentro de la familia. Un homenaje a esos hombres y mujeres que tanto legado de descendencia nos han dado.

Antiguamente era muy raro que alguien llegase a ser bisabuelo, pero con las mejoras en la medicina y la mayor esperanza de vida, se ven más familias de cuatro generaciones. Recientemente nació Sergio en Salamanca, un niño con sus ocho bisabuelos vivos.

Se eligió esta fecha (29 de febrero) porque un bisabuelo es como tener “un abuelo más”, tal como ocurre con un día de más en los años bisiestos. Aunque nuestros bisabuelos vivieron en una época muy diferente a la nuestra están aquí con nosotros, merecen toda nuestro reconocimiento, respeto y atención.

El 26 de julio se celebra Día de los Abuelos es un día conmemorativo dedicado a los abuelos dentro de la familia, que complementa al 1 de mayo Día de la Madre y al 19 de marzo Día del Padre. Esta jornada se celebra solo en algunos países, con diferencias en la denominación, motivación y fecha. En los países de cultura cristiana se ha elegido el 26 de julio, por ser el día en el que la liturgia católica conmemora a san Joaquín y a santa Ana, padres de la Virgen María y, por tanto, abuelos de Jesús. 

Adicionalmente, la ONU promueve la celebración a nivel internacional de una jornada que recuerda a las personas mayores en general: el Día Internacional de las Personas de Edad, el 1 de octubre.
Cuadro de madera del office, representando a nuestros bisabuelos como los recordamos
En nuestro office, comedor de diario, este cuadro de madera preside la mesa. Representa el vívido recuerdo que mantenemos mi hermano mayor y yo de los bisabuelos Pedro Aldasoro e Isabel Larrea, junto al sutondo (horno bajo de la cocina de Ubide).

El avance en edad de vida es evidente. Mis hermanos y yo solamente conocimos una bisabuela (Isabel) y dos abuelos (Ezequiel y Leonor). Nuestros hijos han conocido tres abuelos (Juan, Manuel y Esperanza Parte) y dos bisabuelos (Orencio y Esperanza Ibarreche). Nuestros tres primeros nietos conocen a sus cuatro abuelos, además de varios bisabuelos y alguna tatarabuela.

Con muchísima suerte, dentro de cuatro celebraciones más del Día Mundial de los Bisabuelos, allá por 2036 quizá alcancemos la gloria de ser bisabuelos, tras la licenciatura de la paternidad que conseguimos por primera vez en 1983 y el doctorado de la "abuelidad" logrado con el primer nieto unos días de esta fecha en 2010.

Vuelta a Bizkaia en Vehículo Eléctrico, eBizkaia

Vuelta a Bizkaia en Vehículo Eléctrico, eBizkaia
Estamos preparando una Vuelta a Bizkaia en Vehículos Eléctricos a Batería (BEV)eBizkaia, con un recorrido de 191 + 263 kilómetros (4,5 + 6 horas de viaje),  con salida y llegada desde el Puente Bizkaia, saliendo de Getxo y llegando a Portugalete. Puede ser en una sola jornada de 454 km. o en dos jornadas con el punto intermedio de Ubide (Bizkaia), junto al linde con Araba.

A velocidad legal estos 454 km estarían dentro de las posibilidades de autonomía de un Tesla Model 3 LR AWD, pero están previstos algunos de los múltiples PDR (Puntos De Recarga) de las decenas disponibles en ElectroMaps, prácticamente en todas las poblaciones de paso. Para quienes no vuelvan a origen,  hoteles para pernoctar por las cercanías de Ubide se pueden buscar en este enlace.
Vuelta a Bizkaia en Vehículo Eléctrico, eBizkaia
La fecha de esta primera edición (un fin de semana a finales de enero o primeros de febrero de 2020) se comunicará muy pronto. Será un entrenamiento para otras posteriores rutas más amplias, como las que se sucederán en este año 2020:
Según se puede apreciar en las dos primeras imágenes, las localidades de paso serán: Puente Bizkaia (Getxo), Armintza, San Juan de Gaztelugatxe, Gernika, Lekeitio, Markina, Ermua, Elorrio, Durango, Ubide, Zeanuri, Orozko, Orduña, Balmaseda, Karrantza, Galdames (Torre Loizaga), Truzios, Zierbena y Puente Bizkaia (Portugalete).
Quedada AUVE (con Club Tesla) en Torre Loizaga
Iremos incluyendo gradualmente imágenes de los puntos intermedios,... como este paso por el Puente Colgante de una "quedada" anterior. Por el momento están visibles los siguientes: Puente Bizkaia (Getxo), Armintza, Ubide (foto inferior),...
Ayuntamiento de Ubide (Bizkaia)
Inscripciones se abrirán a mediados de este mes de enero de 2020.
Vuelta a Bizkaia en Vehículo Eléctrico, eBizkaia 
Un primer ensayo de una jornada, eliminando Orduña y Torre Loizaga, puede verse en estas imágenes y, mejor aún, en este planificador de rutas ABRP. Hashtag: #eBizkaia.

Excursión de 5DeOctubre a Ubide y Ollerías

Programa de la Asociación 5 de Octubre para el miércoles 8 de mayo de 2019:
El autor, Mikel Agirregabiria y su hermano mayor, hacia 1965 sobre una Carbonera (Ikatza) en Ubide, como Tasio.
Imágenes de la preparación de una excursión de la Asociación 5 de Octubre (Docentes Jubilados) a Ubide (Bizkaia) y al Euskal Buztingintza Museoa / Museo de Alfarería Vasca de Ollerías (Araba).
Otras propuestas posteriores.
   
Álbum de imágenes (desde el día de la preparación). Excursión a Ubide y Ollerías
-----Tras la celebración del evento, nuestra crónica (sin poder acudir a Ollerías)-----Diez vídeos con algunas de los relatos, y álbum con imágenes.   (Foto de Faustino) Excursión de la Asociación 5 de Octubre a Ubide y Ollerías
Mejor véase el excelente álbum de nuestro colega Faustino Calderón.
Otro valioso álbum de Manuel Gallego.

Homenaje al tío Jesús Aguirregabiria

Sus hijos, Luis Fernando, Txema y Nerea; hijos políticos, Estela González, Ana Martínez de la Pera y Julio Casas; nietos, Raquel, Kiko, Sonia y Sandra; June y Malen; Laura y Julen; hermanos políticos, sobrinos, primos y demás familia. Jesús Aguirregabiria Echevarria falleció en Bilbao, el día 19 de febrero de 2010. Era el menor de los cinco hermanos Agirregabiria Etxebarria, donde Juan -nuestro padre- era el primogénito y 13 años mayor que Jesús, el benjamín. Nos contaban que siendo niño, su hermano mayor le llevaba en volandas o sobre el cuello. Jesús fue un niño mimado, en una familia grande de hermanos y primos, con mucha gente siempre en aquella casa, c/ Cruz, 6 de Bilbao, 4º piso, el mismo donde nació el primer Lehendakari José Antonio Aguirre. Cuentan que, de niño, para quitarse los pantalones simplemente se soltaba el cinturón y patateaba hasta pasar por encima de ellos que quedaban en el suelo para ser recogidos por la sirvienta de la casa.

Nuestros recuerdos directos comienzan con una anécdota que siempre nos contaron. Siendo Jesús muy amante del campo, de la caza y de la pesca, parece que en alguna ocasión nos llevó a sus sobrinos mayores mientras cazaba codornices, pedernices o algo así. Y nos pedía que llevásemos las piezas capturadas. Parece que me tocó acarrear alguna muy destrozada y sanguinolenta, por lo que le pedí insistentemente no llevarla con la excusa de que 'petaba' (pesaba) mucho. Aquello me persiguió durante años por miedica. Curiosamente este precedente, me sirvió para saber que ceceé de niño, al igual que nuestra hija durante sus primeros años.

Nuestro tío se casó con la guapísima Mariángeles, una escultural morena que se parecía mucho a Sofía Loren. Su boda en verano fue una gran fiesta porque dispusieron de una cantidad inagotable para que todos los sobrinos fuésemos sin límite a las barracas (como se llama a la feria en Bilbao). Yo estaba en uno de mis veraneos con familiares en zona seca (Amurrio o Tudela) y me lo perdí, con gran pesar por todo lo que luego contaron mis primos y prima.

Otro recuerdo imborrable es del día que murió nuestro abuelo Ezequiel Aguirregabiria y que estuvimos en casa del tío Jesús, en San Ignacio. O del día que los tíos Jesús y María Ángeles nos visitaron en nuestra nueva casa cuando nos casamos, y vinieron con sus zapatillas de casa, porque sabían que se encontraban como en su hogar.

Su afición a la caza y a la pesca mantuvieron al tío Jesús muy vinculado a nuestras raíces en Ubide (o Ubidea). Aquel fue su lugar de verano, de fin de semana y de jubilación mientras pudo valerse. Allí mantuvo sus amistades y fue el último familiar mayor a quien visitábamos en nuestras visitas al molino. ¡Descanse en paz, en su naturaleza celestial donde seguro que es feliz!

Carboneros de Ubidea

Con mi hermano mayor (a la derecha), sobre una carbonera de Ubidea (fotos más actuales de este municipio) en verano de ¿1961? Reportaje sobre este desaparecido oficio (DEIA 1996). Película Tasio, 1984.

Actualización a 27-2-16: Making charcoal, baskets, & stone hatchets – Primitive Technology

Chalet Aréchaga de Ubidea

Este vistoso chalé, en el que queda patente la influencia del estilo inglés en sus variantes Old English y Reina Ana, fue construido en 1910 por el destacado arquitecto vizcaíno Alfredo Acebal, por encargo de Santiago de Aréchaga. La construcción sería merecedora de un Premio Nacional de Arquitectura.  El citado Santiago de Aréchaga, ejemplo típico del indiano de nuestras tierras, marchó a México con 15 años de edad. De allí volvió enriquecido para casarse con Josefina López de Letona, hija del lejano pariente que le acogió en tierras americanas, en su negocio textil.  Las raíces de la familia Aréchaga estaban en la cercana localidad alavesa de Urrunaga, de donde era natural Pedro López de Aréchaga Nafarrate Ibáñez de Urbina Landáburu, quien en 1817 presentó expediente de hidalguía ante las Juntas Generales de Vizcaya para fijar su residencia en Ubidea. Como se sabe, en algunas hermandades alavesas, como la de Legutiano, de la que procedía nuestro personaje, no existía la hidalguía generalizada, lo que suponemos no supondría dificultad para nuestro D. Pedro, dado el origen alavés de sus antepasado.  Según el análisis que se puede encontrar en la documentación del 'Patrimonio Histórico de Bizkaia', destacan del chalé el diseño complejo, el alto grado de inclinación de sus cubiertas, la utilización de entramados ficticios de madera pintados en rojo y la irregularidad y asimetría de la composición del edificio.Obra de Alfredo Acebal, merecedora de un Premio Nacional de Arquitectura en Ubidea (entonces, ahora Ubide), fue el Chalet Aréchaga de Ubidea. Lo conocí de niño, en todo su esplendor por dentro y por fuera, en los años '60 como el Chalet Rojo (para diferenciarlo del Chalet Azul, que ya no existe como tal en Álava), con todas las historias de su propietaria Doña Ina, o Josefina Arechaga López de Letona, hija de Santiago Arechaga quien lo hizo construir entre 1910 y 1912.

Las variantes escogidas son el estilo Old English y el Reina Ana, siendo el conjunto resultado de la combinación de tres elementos: un complejo diseño de cubiertas, fruto de la intercalación de varios hastiales triangulares y de su alto grado de inclinación; la utilización de los entramados ficticios de madera pintados en rojo; y finalmente, la composición irregular y asimétrica que caracteriza al conjunto.

Muy cerca del Chalet Aréchaga de Ubide, Anbeko Etxea o Arechagaren Etxea, reconstruyó Santiago de Arechaga la Ermita de la Magdalena (donde fuimos monaguillos todos los veranos a finales de los '50 y primeros de los '60), que se encontraba arruinada. El proyecto lo realizó el arquitecto vitoriano Fausto Íñiguez de Betolaza en 1906, en estilo ecléctico.

Mi pueblo, Ubidea, en GeoNames

Geonames.org es, seguramente la mayor base de datos libre de topónimos geolocalizados. Cuenta con más de seis millones de lugares geolocalizados. Además de la longitud/latitud cada entrada contiene: en qué país está, qué moneda usan, lengua oficial, altura, o continente. Se puede acceder a esta base de datos como un servicio web en varios formatos e incluso se puede bajar e integrar en una base de datos en local. Una auténtica joya para los que nos gusta hacer mashups con los datos del planeta. Vía.

¿Cómo y cuándo ganaste y gastaste tu primer dinero?

Vía Alexliam se remite este meme. Me ha parecido curioso y he decidido responderlo y transmitirlo. Se lo paso a quienes lean esta entrada y espero conocer sus historias, porque siempre he creído que esta circunstancia vital (una entre tantas) fue decisiva en mi caso. Todo sucedió así,...

Corría el año 1967, y yo tenía 14 años. Veraneábamos en Ubidea, donde teníamos fama de chicos listos y aplicados. Una familia vecina, creo que parientes lejanos, cuyo apellido me parece que empezaba y acababa con I, me pidió que diese clase de matemáticas a su hijo, que iba a estudiar sociología y era dos o tres años mayor que yo. Las clases tenían lugar todas las tardes, una o dos horas diarias durante casi tres meses (de julio a septiembre). Se daba la circunstancia, extraña y curiosa, que mi hermano pequeño (3 años menor que yo y 5-6 menor que mi alumno) también se sentaba con nosotros, por no aburrirse jugando solo y para que aprendiese algo. Siempre tuve la sensación, corroborada por mi hermano Javi, que él me entendía más rápido y mejor que mi (nuestro) alumno mayor.

Al final, acabó el verano y las clases, y mi alumno, finalmente, aprobó su examen y siguió sus estudios en la Universidad de Deusto. El último día fui a cobrar mi primer 'salario', que no había sido mi prefijado, ni convenido. Sería algo así como 'la voluntad', en función de la satisfacción del alumno y de su familia, pero antes del examen que tuvo lugar en octubre. Me pagaron con un grandioso billete verde de mil pesetas (como el de la foto)... Me pareció muchísimo... entonces. ¡Ah, me olvidaba de cómo lo gasté! En un suspiro... Minutos después de recogerlo, se lo traspasé a mi padre, para ayudar en casa, porque no andábamos sobrados de dinero. Con aquel mi primer sueldo, no me compré nada personal, ni para mí, ni para mis hermanos.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/primersueldo.DOC

Un 'haiga' y un 'biscúter'

Los jóvenes no saben lo que es un 'haiga', término por el que se designaba a un coche grande típico de los norteamericanos, cuyo prototipo cercano pudo ser el Dodge Dart, o Dodge 3.700 (140 CV). En el otro extremo de la escala, estaba el Biscúter, llamado así Bi-Scooter porque tenía el tamaño y la potencia de dos motocicletas Scooter juntas: 9 CV.

Nuestro padre, a medias con su hermano menor Jesús, tuvo un inolvidable Biscúter de segunda mano (buscaré alguna foto), de la Serie 100 con unos 9 CV de potencia cuya comercialización desde Barcelona había comenzado en 1953.

También, siendo chavales, viajamos en el 'haiga' fabricado por Barreiros del amigo rico de la familia, conducidos por su chófer a quien encomendó darnos "una vuelta de diez minutos" en un trayecto que nos solía llevar media hora. Fue como un viaje al espacio circular entre Ubidea y Vitoria a 150 km/h en aquella época (hacia 1966) en la que los coches, como el Seat 600 (21,5 CV), apenas alcanzaban los 95 km/h.

Una escena que me recuerda al bisabuelo Pedro Aldasoro y a la bisabuela Isabel Bolinaga en Ubidea

Realmente Pedro Aldasoro no fue nuestro bisabuelo, sido que siendo viudo se casó con nuestra bisabuela Isabel, viuda de Etxebarria. Pero les conocimos a ambos y fueron nuestros bisabuelos...
Tag Technorati:

Veranos de antaño

Estas fotos corresponden a la fiesta de la trashumancia de Brieva de Cameros. Consentida su publicación por su autor: Pablo Fontecha Olave, Asociación Cultural Brita, Brieva de Cameros, La Rioja.Antes, en verano, veíamos la trashumancia de las ovejas; ahora, los corderos asisten al trasiego masivo de los humanos.

Todos los veranos de mi infancia los he pasado en Ubidea, un pequeño pueblo vizcaíno en la frontera con Zigoitia (Álava), de donde procedía mi abuela paterna. Allí, mis bisabuelos mantuvieron un gran rebaño ovino, siendo mi tío-abuelo Esteban Etxebarria, uno de los últimos pastores del Gorbea. No llegué a conocerle. Su rebaño desapareció en la guerra civil, requisado sucesivamente por los dos bandos que libraron la “Batalla de Villarreal” en las inmediaciones.

Hasta los años ’60, recuerdo que -cuando llegábamos para las fiestas de San Juan- junto al río cercaban a los rebaños para esquilarles su lana diestramente con unas grandes tijeras. Con la leche de oveja se preparaba, sólo en estas fechas, una inolvidable cuajada deliciosa que llamábamos “putxa”, en el dialecto bizkaiera del euskera.

De pequeño me sorprendía sobremanera aquel desplazamiento del ganado desde los pastos de invierno a los del estío, y especialmente la voz que lo definía: "trashumar". Me traía resonancias de “traspasar el humo” (como cuando saltábamos sobre la hoguera de San Juan). Luego descubrí que el verbo, procedente del latín, sólo significaba “cambio de tierra”, trans (de otra parte) y humus (tierra).

Los veranos actuales también comportan otra forma de trashumancia: la “translación de humanos”. En julio nuestros jóvenes circulan de fiesta en fiesta, de localidad en localidad, e incluso de continente en continente por aquello de aprender idiomas. Después, en agosto, las familias enteras recorren miles de kilómetros para buscar nuevas tierras. Viajes de ida y vuelta, como antes las ovejas.

Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2005/veranos.htm

Escaños infantiles

EN MI PUEBLO DE VACACIONES INFANTILES, UBIDE (ANTES UBIDEA), DE DONDE PROCEDÍA MI ABUELA PATERNA.Esta propuesta surge de una antigua idea adaptada a los tiempos modernos desde la perspectiva de un educador. La anécdota original fue de Theodore Hoover, primer decano de la Escuela de Ingeniería de Stanford y hermano del Presidente norteamericano Herbert Hoover. En cierta ocasión dibujó de memoria un plano de la herrería de su padre en Iowa y puso un círculo pequeño cerca de la fragua. Al preguntársele qué significaba indicó: "Un asiento para niño", donde podía sentarse un muchacho a observar el trabajo del herrero, escuchar la conversación de los mayores y soñar mientras centelleaba la forja ante sus ojos.

Muchos recordamos ese asiento que ocupamos de niños, y que bien pudo ser un saco en la trastienda del almacén único del pueblo, como la tienda de "Margari" llena de provisiones y con cajones de cereales diversos en mi inolvidable Ubidea. Desde ese ángulo situado en los confines del mundo todopoderoso de los mayores, los niños atendíamos, escuchábamos y aprendíamos. De vez en cuando nos encomendaban algún recado. "Muchacho, trae esa caja", ordenaba alguien, y nuestras manitas torpes y frágiles se tornaban cuidadosas y firmes para no derramar el contenido. Desde aquel asiento los niños espiábamos los chismorreos del pueblo y decidíamos cuáles creer y cuáles desechar. A veces habladurías y temas que no eran adecuados para nuestros oídos, pero todo era parte del emocionante proceso de aprendizaje y de criterio entre lo bueno y lo malo. Lo cierto es que el número de asientos para niños ha desaparecido de forma alarmante a través de los años. Fueron sustituidos por la imperfecta televisión, aparte del dilatado tiempo escolar. Algunos añoramos aquel "escaño infantil", como inmejorable observatorio donde se captaban los infinitos matices del humano razonamiento y del humano sentir, y cuyas enseñanzas nunca olvidaremos. El proverbio dice "Allá va el niño, donde le tratan con cariño". Y desde aquel asiento vivimos una serie de "desilusiones felices" que acabaron con nuestra infancia.

Solicitamos recuperar esos escaños infantiles en todos los foros públicos actuales, y que dupliquemos su efecto mágico entre niños y adultos: Que la infancia recupere sus butacas en las barreras de la experiencia, y que la presencia de los niños regule la conducta de los adultos en los escenarios más decisivos. Que se oiga una advertencia que parece olvidada: ¡Que hay niños delante! De este modo, la función de regulación puede ser recíproca. Imaginemos que en los Parlamentos y en los Ayuntamientos se disponga una Fila Cero en las sesiones plenarias, con veinte o treinta niños observando atentamente qué hacen sus mayores. Seguro que desaparecerían muchos espectáculos improcedentes de nuestros prebostes, enfrentándose e insultándose con nunca lo harían los chiquillos. Víctor Hugo dijo que "Cuando un niño nos mira, se siente que Dios nos sondea". Sólo un docente puede comprender lo que es "saltar a la pista" de un(a) (j)aula, ante varias decenas de pares de ojos que todo lo escrutan. Seguro que con más escaños infantiles, los niños aprenden a comprender a los adultos, y que ante la presencia de los niños los adultos aprenden a no comportarse como. adultos, porque los niños adivinan qué personas les aman (don natural que con el tiempo se pierde), y aprecian no lo que somos, sino lo que queremos ser (de ahí su reputación como fisonomistas intuitivos).

Esta sugerencia va muy en serio, como todo lo relacionado con los niños de quienes hemos de reaprender. casi todo lo que olvidamos al inflarnos con la edad. Abramos las escuelas para que el fermento de los niños se desborde por toda la sociedad. Así seremos más concientes en todas nuestras actuaciones de que existen niños, acreedores del máximo respeto y que enlazan el pasado con el futuro. La ancestral sabiduría china proclama: "De niños todos hermanos, de mayores todos enemigos". Seamos niños. Las grandes personas son aquéllas que no pierden ni su corazón inocente, ni su poder de crecer, ni su insurrección genuina por la que dicen: lo "único que quiero es todo". El niño es el padre del hombre, porque siempre habrá un niño en el hombre verdadero.

Sanjuanada de “albardados”

La “noche de San Juan” es un referente mítico del inconsciente de la humanidad para festejar el solsticio de verano. Hace cuatro décadas, marcaba para los niños de entonces el inicio de las vacaciones estivales. En Ubidea era nuestra primera noche donde los “veraneantes” nos encontrábamos con los “del pueblo”, saltando sobre las incandescentes cenizas de la fogata frente a la capilla de “La Magdalena”, antes de iniciar los trimestrales veraneos de antaño.

La denominación de “albardados” la aplicamos, mi esposa y yo con todo cariño, a la generación de nuestros hijos y a sus amigos. Se supone que serán quienes nos paguen la jubilación, razonamiento éste que aplicado hasta sus últimas consecuencias nos llevaría a ahorrar como posesos. Estos “friskies”, otro alternativo vocablo propio derivado de “freak” (monstruito), en nuestro barrio de Getxo suelen organizar diversas hogueras, concentradas en la playa de Las Arenas. La aplicación de la normativa este año, nos ha permitido ver un espectáculo costumbrista de nuevo cuño, que merece ser recogido para los anales del municipio.

El día D para nuestra arenera Normandía seguramente había comenzado desde primeras horas de la mañana, pero los cronistas no llegaron hasta mediada la tarde. Fuimos testigos de una incruenta batalla, desigual por las fuerzas de ambos bandos, entre un solitario “hondartzaina” (vigilante playero) y una horda de “albardados”, predominantemente chicos, entre 8 y 15 años. La invasión de la playa se produjo, extrañamente, desde tierra y no desde el mar. Los “bárbaros” llegaban equipados con abundantes cartones y maderas, apilados en carritos de supermercado, e incluso algún viejo colchón. Estaban perfectamente organizados mediante un complejo sistema de comunicaciones que incluía un teléfono móvil activo por clan. Obviamente se trataba de tribus distintas, con intención de erigir separadamente sus propios templetes-fallas, a los que prender fuego pasada la medianoche. El bizarro funcionario se ganó el sueldo de toda la temporada, desplegando una intensa actividad diplomática y negociadora, pero sin renunciar a aplicar su autoridad por medio del silbato. Merecedor de ser condecorado por la hazaña, inexplicablemente logró impedir la toma de aquella Bastilla costera, con una dedicación y un denuedo dignos de ser aplaudidos. Hubo de soportar manifestaciones infantiles bien organizadas, reivindicando lemas como “¡Queremos sanjuanada!” y la más culta y razonada consigna de “¡Es la tradición!” (vocablo sin duda filtrado por algún cómplice adulto, probablemente una abuela). También corearon repetidamente algo ininteligible que parece ser el subproducto televisivo de un dionisiaco hippie trasnochado al que se conoce como Pocholo.

El milagro, y misterio final, se produjo cuando antes de abandonar su guardia, más allá de su horario laboral y hacia las 20 horas, negoció con los sitiadores un último mensaje que obró maravillas: tan pronto como recorrió por última vez el paseo marítimo, con gallardía y tras dar la espalda a toda la “infantería” enemiga, éstos recogieron sus enseres pirotécnicos y se replegaron hacia el interior. Como educadores nos gustaría conocer las palabras mágicas del rito final, que lograron la mayor gesta presenciada en este curso académico que ahora termina.

(Mañana, Getxo sólo será noticia porque esta misma tarde-noche ETA "contribuía a la construcción" de Euskadi con una bomba a menos de dos kilómetros.)

El voto de Evarista

Cuando se produjeron las primeras elecciones democráticas en 1977 pudimos asistir a un espectáculo familiar que, entonces, nos pareció divertido. Nuestras ancianas tías abuelas de Ubidea (a quienes Dios tenga en su gloria), nos pidieron consejo para votar porque, además de olvidar el procedimiento, ciertamente no seguían de cerca la efervescencia política del momento. Nosotros, que jamás les habíamos oído hablar directamente de política, les indicamos que debían elegir entre la jungla de incontables siglas del momento, a lo cual ellas respondieron que querían votar "a los de aquí". Les preparamos la papeleta del PNV, pero no dejamos de sonreírnos por su simplicidad desde nuestra pretendida superioridad de jóvenes y presuntos intelectuales metidos gozosamente en complejos análisis electorales. Ahora sabemos que mis tías, también en esto, tenían razón. Ellas, en su ingenuidad pero desde su experiencia con vivencias como la batalla de Otxandiano (donde escucharon de los "rojos" españoles aquello de primero contra ellos –los fascistas- y luego contra éstos, -los nacionalistas-), sólo tenían un infalible criterio: los de aquí querrán lo mejor para todos nosotros. Puede aducirse que este voto con el corazón, más que con la cabeza, es primario, pero en la mayoría del electorado los sentimientos pesan y, aunque son más manipulables desde el exterior, no dejan de formar parte esencial de una decisión cabal, que satisfaga interiormente.

Obviamente es legítima cualquier opción política, pero la ciudadanía vasca que ha recuperado el autogobierno en los últimos 25 años, es dudoso que quiera perder su autonomía política cediendo poder a partidos que son gobernados desde sedes en calles céntricas de Madrid, ya sean Génova o Ferraz, y que –ciertamente- son más de allí que de aquí. Es la hora de votar. Votemos por adhesión, por simpatía, por proximidad, eligiendo a quienes más y mejor se preocupan de nosotros. Abramos entre todos un camino a la paz y a la libertad.

Doble revelación


Cuadro de Ubidea (Ubide). Plaza y parroquia.
Ella tenía 8 años y él 9. Ella vivía en un pequeño pueblo, Ubidea, y él era un veraneante. Se conocían de todas aquellas antiguas vacaciones estivales de tres meses. Él llegaba la víspera del día de la fiesta de San Juan para iniciar las vacaciones.

Eran vecinos en dos casonas anexas, junto a la fuente de agua de hierro. De familia numerosa, la niña se ocupaba permanentemente de una hermanita de 3 años. Él llegó en el autobús a mediodía. A la tarde, al salir a la calle, ella le esperaba con la pequeña. Ella le dijo varias veces cuánto se entusiasmaba su hermanita de que él hubiera venido. Jugaron toda la tarde, y él tuvo que escuchar continuamente aquella cantinela de ella: "Nenita, dile cuánto te alegras de que él esté aquí".

Aquella noche, antes de dormirse, él se preguntaba por qué aquella niñita, que apenas le conocía, se alegraba tanto de su venida. Finalmente adivinó el maravilloso descubrimiento: Comprendió que ellas siempre son más sutiles e inteligentes, porque hablan por boca de otros, y descubrió lo que es el Amor.

Ubide (Ubidea) Una foto de pocos años después (2003)... 
Al fondo, Aduana de Arbitrios entre Araba y Bizkaia, junto a nueva casa al lado de la fuente de hierro
  Otra con la casa nueva de 2008.

-------- Actualización a 1-7-2020 --------
Nueva redacción como un haibun, para el blog colectivo "Máquinas de escribir".