
Álbum de imágenes.
Desde hoy, 4 de abril de 2021 se puede visitar presencial y virtualmente la exposición ‘Curiosidad Radical. En la órbita de Buckminster Fuller’ de manera gratuita hasta el 18 de abril de 2021, en la tercera planta de Espacio Fundación Telefónica (Madrid). Noticia recibida vía Twitter, véase al final del post, gracias a este tuit de nuestro amigo Javier del Monte.
Conocido por algunos como el Leonardo Da Vinci del Siglo XX, Richard Buckminster Fuller (Milton, 1895- Los Ángeles, 1983) dedicó su vida a concebir un mundo que funcionase para el 100% de la humanidad “en el menor tiempo posible mediante la cooperación espontánea, sin perjuicio ecológico o desventaja para nadie”. Investigador inclasificable, Fuller generó un cuerpo de trabajo inabarcable que anticipó con una lucidez sorprendente los desafíos del siglo XXI.
Desde la movilidad y la vivienda, hasta la educación y el uso de datos masivos, su pensamiento se anticipó varias décadas a cuestiones como la emergencia climática, los retos habitacionales en las grandes ciudades o la necesidad de repensar la formación académica. Conceptos tan actuales como la visualización de datos, la sostenibilidad o la biomimética hunden sus raíces en este pensador nacido en el siglo XIX.
Esta muestra, comisariada por Rosa Pera y José Luis de Vicente, presenta una mirada a su figura desde la realidad del año 2020, un momento convulso e incierto en el que atravesamos crisis sistémicas sobre las que “Bucky” ya pensó durante más de sesenta años. La exposición reúne los principales trabajos de Fuller en diálogo con propuestas de creadores contemporáneos que han orbitado alrededor de sus ideas, como los arquitectos Abeer Seikaly, Norman Foster y Chuck Hoberman, los diseñadores Neri Oxman y Joris Laarman o los artistas Olafur Eliasson, Ruth Asawa y Tomáš Libertíny.
Si bien el gran icono de Fuller, y el símbolo más reconocible de toda su producción, es la cúpula geodésica -ampliamente representada en la muestra- su verdadero legado no se asienta tanto en sus logros materiales como en su capacidad para inspirar nuevas ideas. La revolución, según Fuller, debía venir del diseño y la invención. “Mis ideas han emergido por emergencia. Cuando la desesperación las hace necesarias, son aceptadas” dijo. La exposición propone un repaso por esas ideas, cuando parecen más necesarias que nunca.
Prototipo de automóvil Dymaxion diseñado por Buckminster Fuller en 1933. Bucky partió de la observación de la naturaleza, concretamente del movimiento de los peces y de su manera de impulsarse gracias a una aleta trasera, para darle un perfil con forma de lágrima que lo hacía aerodinámicamente muy eficiente y le permitía funcionar por tracción trasera. Esta característica le confería una gran maniobrabilidad (podía girar 180º sobre sí mismo), pero hacía difícil su conducción (el manejo era menos intuitivo, al ser inverso al de los vehículos convencionales).
Además, con sus seis metros de longitud, el coche Dymaxion era dos veces más largo que un automóvil convencional, por lo que podía transportar hasta once pasajeros. Aunque el invento no llegó a ser producido a gran escala, y, de hecho, sólo llegaron a construirse tres unidades, su aspecto futurista creado por el escultor Isamu Noguchi revolucionó el diseño automovilístico y tuvo una enorme influencia en otros modelos posteriores.
Difícil por la #COVID19 pero me encanta todo lo relacionado con Richard Buckminster "Bucky" Fuller https://t.co/f8PTXtsvRj https://t.co/FampyArNMv pic.twitter.com/WbtOeoQQNd— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) April 3, 2021
Para un esperantista como quien suscribe, que durante meses estudió y practicó el esperanto como lengua universal, todo innovación en idiomas inventados es objeto de atención. Como cuando tuvimos hace años noticia del toki pona, como recientemente nos ha recordado un artículo en un periódico local. Prosiguiendo la historia de las lenguas artificiales o construidas, desde el inicial Volapük, el esperanto más extendido, o el hipotético Ithkuil, surge el singular toki pona.
El Toki pona es una lengua artificial diseñada por la traductora y lingüista canadiense Sonja Lang como lengua artística filosófica. Se publicó por primera vez en Internet a mediados de 2001 y apareció su libro completo Toki Pona: The Language of Good (Toki Pona: El Idioma del Bien) en 2014.
Filosóficamente, la lengua fue ideada para moldear la manera de pensar de sus usuarios, de acuerdo con la hipótesis de Sapir-Whorf. Sigue, en una imagen, TODO el diccionario del toki pona:
La limitación numérica de las palabras con variado significado del toki pona necesitan mucha creatividad de los hablantes para exprimir el idioma al máximo. Por ejemplo, hay solo 5 palabras de los colores en Toki Pona: pimeja
Aquí mostramos algunas frases:
Remembering Sir Ken Robinson | TED Blog https://t.co/CyX23rDkyg— ⚡Mikel Agirregabiria💡 (@agirregabiria) August 23, 2020
Ken Robinson, uno de los pensadores sobre educación y creatividad más reconocidos del mundo, nos ha dejado a los 70 años. En Aprendemos Juntos tuvimos la suerte de escucharle hacer esta defensa del profesorado y de los valores de la enseñanza. pic.twitter.com/L6H28yQVwy— Aprendemos Juntos (@AprenderJuntos_) August 24, 2020
La genialidad de Ken Robinson resumida en una de sus muchas conferencias TED.Ken Robinson ha sido uno de los grandes innovadores de la educación actual. Ayer nos dejó pero dejando un gran legado. pic.twitter.com/hhSwkyfZzd— P. Elías Neira (@PEliasNeira) August 22, 2020