
El mejor chiste de la vuelta al colegio

El síndrome del usuario de vehículos eléctricos
- Nos vimos rodeados de ruidos, de motoristas que podían despertar a toda una ciudad o de conductores agresivos que bramaban chulescos con sus obsoletos cacharros, reliquias históricas por muy reciente que fuera su compra, pero que ni la policía los oía.
- Comenzamos a sentirnos ahogados cuando esas traqueteadas furgonetas esparcían humos negros de olor insufrible, pero que a nadie más molestaban.
- Tampoco el resto de los mortales parecía sufrir con los traqueteos de los motores diésel de los autobuses, o cuando se quedaban hablando en su garaje subterráneo durante mucho tiempo en medio de la humareda de sus motores de combustión encendidos.
- Aparecieron como si nunca hubieran existido esas horrendas manchones negros de grasa en todo tipo de aparcamientos y calzadas, así como esas bocanadas de aromáticos olores (VOC) derivados del petróleo refinado al repostar, tan consustanciales con la civilización (o apocalipsis) del consumo irrefrenable.
- La desconexión fue creciente: Dejamos de acudir a las gasolineras para repostar, nos desinteresamos de aceites y aditivos, y olvidamos aquellas inolvidables visitas a talleres para las periódicas revisiones de mantenimiento,... Ya no frecuentábamos aquellos alegres lugares donde se socializa, mientras nosotros recargábamos aislados en la soledad del hogar, del trabajo o en lugares de paso.
- Lo peor fue la pérdida de la belleza de la complejidad de los motores de combustión interna, con sus miles de piezas en movimiento, lanzando calor, humos irrespirables e ineficiencia por doquier,... Nos habían convencido esos simplones y pequeños motores irrompibles y sin rozamiento. No advertíamos que se infiltraban en los últimos rincones del universo, después de haberse adueñado de casi todo en ascensores, electrodomésticos, bicicletas y patinetes o transporte limpio como Metros o AVEs,... y comenzando a entrar en autobuses, camiones, barcos y aviones.
- Llamaban libertad a los atascos inmensos de coches humeando en medio de un embotellamiento, que aprovechaban para bajar las ventanillas a fin de escuchar esos rugidos y respirar aire filtrado por tan complejos como engañosos sistemas de catalizadores e inyectores de urea.
- Idolatraban esa aceleración que no acaba de llegar, esa potencia teórica que se alcanza finalmente cuando suben las revoluciones del cigüeñal,.. Esa lentitud que otros habíamos sustituido por la inmediatez y par motor máximo propios de cualquier motor eléctrico.
- Consideraban el número de tubos de escape como una cualidad de un coche, de modo que cuanta más contaminación vertían a su alrededor mejor era el producto (a pesar de que quienes primero lo aspiraban eran su familia y ellos mismos).
- Incumplían sistemáticamente las normas de tráfico, especialmente las limitaciones de velocidad, alardeando de ello, algo por lo que habíamos perdido el gusto nosotros al habernos habituado a esas capas de software de seguridad y ayudas a la conducción automatizada.
No exit, by Andy Singer


Andy Singer, No exit, las mejores #caricaturas sobre la movilidad sostenible. https://t.co/N6ylieHG9B pic.twitter.com/RBdtO3RzR3
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) February 26, 2023
Tesla, ilumina sus mentes
- ¿A quién se le ocurre cambiar los límites de velocidad máxima en tramos de autopistas cada medio kilómetro? ¿Cuál es el objetivo, aparte de marear la conducción? Sugerencia: Si las señales van a estar oscilando entre 80 y 100 km/h cada minuto de carretera, no sería mejor mantener la limitación a 80 km/h y ahorrarnos letreros.
- Tras adelantar a un vehículo, aunque sea un Tesla, no es preciso, si recomendable, ni seguro, ponerse delante a menos de 15 cm del parachoques delantero del vehículo que se ha superado. El Auto Pilot deja un espacio de, al menos, la longitud del vehículo adelantado. Sugerencia: ¿Podría reglamentarse que antes de volver al carril derecho se mantenga una distancia de 10 metros, por ejemplo?
- Las líneas que delimitan las parcelas contiguas de aparcamiento, no deberían ser de una anchura mínima de 20 cm, porque las personas deben abrir las puertas laterales para salir o entrar? Sugerencia: ¿Conviene establecer una anchura mínima de la señalización horizontal entre parcelas, penalizando a quien la ocupe o pise?
- Estamos hartos de que el Tesla nos avise que el vehículo posterior se acerque demasiado rápido o que se junta demasiado. Sugerencia: Un poco más de educación vial es urgente.
Pet Rock, la mascota perfecta


Comparativa de asistentes de voz: Siri, Alexa, Google

¡Ay Mamá!, de Rigoberta Bandini
Hacks, una serie sobre el humor intergeneracional
El abuelo que saltó por la ventana y se largó
El Abuelo Que Saltó Por La Ventana y Se Largó by Mikel Agirregabiria on Scribd
El Efecto Carbonaro
@carbonaro.effect Ever seen a cloud fridge????🤣😜##DialItForward ##fyp ##magicianshin
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La ingravidez de la piscina (Capítulo 2º)

La risa es contagiosa
Amar siempre, reír cada día y vivir cada momento intensamente
— Moussa♡. (@moussagabba77) July 30, 2021
🦋❤️✨ 🏹🌻◠‿◕ pic.twitter.com/eNcTyT056c
Humor y consejos con el Mago More
Superpoderes femeninos

El amor a los abuelos es lo mejor del mun....🤦♂️🤦♂️🤦♂️😂 pic.twitter.com/zv0QR0SWO5
— Por eso amo el internet!!😍😂 (@YisuscristViral) June 6, 2021
Como bonus final, para reírnos de nuevo, un poco de humor sobre "Los dos cerebros", con un vídeo más extenso que el que incluimos en un post de 2009. Sobre todo para hablar de "La caja de la nada" o The Nothing Box con el humor de Mark Gungor. Un vídeo similar, de mayor calidad, pero sin subtítulos.
Tesla en Twitter y YouTube
Os pongo el vídeo de la parte de mi Tesla #ModelS Utopía...😂😂 sólo un genio del humor como José Mota podía elegir un Tesla como el coche más avanzado tecnológicamente para la conducción autónoma...👏👏 @elonmusk @Tesla @jorgemilburn @raqueldura @ClubTeslaES https://t.co/2MVIxEHdPF pic.twitter.com/mAIwaohCuR
— Omar (@Ojimenezro002) July 13, 2019
Lady trying to fill up a #tesla Model S with gas😂#weekendhumor@Teslarati @teslaownersSV @vincent13031925 @thirdrowtesla @JayinShanghai @rwang0 @cspenn @IanKnowlson @HopeFrank @JolaBurnett @arlenenewbigg @AudreyDesisto @hudson_chatbots @Hazloe3 @LikeTeslaKim @TeslaMotorsClub pic.twitter.com/e3r1D5hEQK
— Alvin Foo (@alvinfoo) January 5, 2020
Falacia del Concorde y otros costes irrecuperables (sunk costs)

Suetonio dejó escrito que Augusto, meses más tarde y aún afectado por el desastre, golpeaba la cabeza contra las paredes repitiendo: "Quintili Vare, legiones redde" (Quintilio Varo, devuélveme mis legiones)".
Malapropismos
Dependiendo de un caso u otro, estos lapsus léxicos pueden deberse a causas diversas:
- La ultracorrección («ostentóreo» en vez de «ostentoso» o «estentóreo»; «bacalado» en lugar de «bacalao»; incluso hemos oído y no una vez «Bilbado» en lugar de «Bilbao»;)
- La etimología popular, muchas veces errores muy arraigados («balandronada» por «baladronada», «antena paranoica» por «antena parabólica» o «rintintín» en lugar de «retintín».
- Una alolalia (afasia consistente en pronunciar una palabra por otra), si es un hecho recurrente.
- Otras causas: desconocimiento, prisas,... («estar entre la espalda y la pared», «rascarse las vestiduras»).