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Memoria engañosa: Sólo recordamos lo más intenso y el final

La Regla del Pico y el Final (The Peak-End Rule) es un sesgo cognitivo que explica cómo las personas recuerdan experiencias pasadas. Según esta regla, no recordamos los eventos en su totalidad, sino que nuestra memoria se basa principalmente en:
  1. El momento más intenso (pico) de la experiencia, ya sea positivo o negativo.
  2. El final de la experiencia.

Esto significa que la duración de la experiencia tiene menos impacto en nuestra memoria que los momentos clave mencionados. Veamos algunos ejemplos de Regla del Pico y el Final

- Experiencia en un parque de diversiones: Aunque una persona pase muchas horas en el parque, lo que más recordará será la emoción de la montaña rusa más extrema (pico) y la última atracción o el final del día.

- Películas y series: Aunque una película tenga momentos aburridos, si tiene una escena impactante y un final memorable, se recordará como una gran película.

Dolor en procedimientos médicos: Un paciente que experimenta un dolor intenso por unos segundos en una operación, pero termina con un proceso menos doloroso, recordará la experiencia de manera menos traumática que si el dolor hubiera sido constante hasta el final.

- Atención al cliente: Un restaurante puede mejorar su percepción si ofrece un postre gratis al final o un trato especial en la despedida, incluso si el servicio previo no fue excelente.

La The Peak-End Rule tiene numerosas aplicaciones en marketing, diseño de experiencias de usuario, atención al cliente y toma de decisiones personales. Aquí tienes algunos casos donde se aplica como técnica de marketing:

1. Entretenimiento y Medios. Películas y series: Directores diseñan escenas impactantes (pico) y finales memorables para que la audiencia recuerde la obra con más emoción. Ejemplo: El Sexto Sentido o Breaking Bad, que son recordadas por sus giros finales. Conciertos y espectáculos: Los artistas colocan sus mejores canciones cerca del final del show para que el público salga con una impresión positiva.

2. Marketing y Atención al Cliente. Hoteles y Restaurantes: Ofrecen un obsequio o detalle al final de la experiencia, como un chocolate en la almohada o un postre gratis, para dejar una buena impresión duradera. Servicio al Cliente: Los agentes de atención finalizan las llamadas con frases amables y soluciones satisfactorias, incluso si la experiencia previa tuvo momentos negativos.

3. Medicina y Salud. Procedimientos médicos: En colonoscopias y otros tratamientos, los médicos pueden reducir el dolor al final del procedimiento para que los pacientes recuerden la experiencia como menos desagradable.

4. Deportes y Eventos. Finales de torneos: Un equipo puede tener un rendimiento mediocre en un torneo, pero si gana en un momento clave (pico) o en la final, será recordado como un éxito. Ejemplo: Grecia en la Eurocopa 2004.

5. Parques de diversiones: Las atracciones más emocionantes se suelen colocar al final del recorrido para garantizar un recuerdo positivo. Este fenómeno se usa de forma estratégica en muchas industrias para mejorar la percepción de experiencias. 

El pobre de derecha o el Síndrome del Joker

Imprescindible perspectiva para este fenómeno mundial

El pobre de derecha -La venganza de los bastardos es una obra del sociólogo brasileño Jessé Souza que analiza el fenómeno de los sectores empobrecidos que apoyan opciones políticas de derecha, incluso cuando estas promueven políticas que podrían perjudicar sus propios intereses. Otros, como el escritor Michael Laub, creen que todo proviene de aquellos lejanos lemas de Roy Cohn en lo que ha definido como la "psicología del desastre".

Jessé Souza introduce el concepto del Síndrome del Jokerpara explicar cómo la humillación, el falso moralismo y la necesidad de reconocimiento de los perdedores sociales influyen en estas decisiones políticas. 

Basándose en el personaje de la película “El Joker”, de 2019, plantea que sus características son más habituales que las que se supone en este mundo neoliberal en el que vivimos: este antihéroe es pobre, cuida de una madre enferma y es constantemente humillado en casa, en el trabajo y en la calle. Humillado por su madre, por sus colegas, por el gobierno, por los otros. Y es humillado finalmente, por la atroz soledad que le hace vivir una vida sin imaginación ni fantasía.

Según el autor Jessé Souza, las élites económicas y mediáticas manipulan a las clases populares, dirigiendo su frustración y resentimiento hacia chivos expiatorios aún más pobres como beneficiarios de programas sociales o inmigrantes, desviando la atención de las causas estructurales de la desigualdad. 

Nos habla Souza de un Falso Moralismo que las elites construyen para legitimar un nuevo racismo, esta vez no apuntado a la raza, sino a las diferencias culturales, que de ese modo habilitan un trato agresivo hacia los más débiles, sin culpas ni rastros de incorrección. Quienes carecen de mapa cognitivo encuentran en el racismo una forma simple de entender el mundo. Se erige una disparatada dicotomía moral entre "nosotros / pobres honestos" y "ellos / pobres delincuentes". Ya lo dijo Max Weber: "En ausencia de sentido de la vida cualquier cosa es aceptada y se la considera una verdad".

El libro "O Pobre de Direita: A Vingança dos Bastardos"  de 2024  invita a una reflexión profunda sobre la construcción de sociedades más equitativas y la importancia de reconocer el valor intrínseco de cada individuo como trabajador.
 

“Teoría del Caballo Muerto” o seguir montado en el fracaso

En mi vida profesional muchas veces he sufrido esta sensación lacerante en largas reuniones de trabajo, que pueden verse representadas en la imágenes de este post. Se relata como la "Teoría del Caballo Muerto", un concepto humorístico basado en un supuesto proverbio de los nativos americanos de Dakota que dice: "Cuando descubras que estás montando un caballo muerto, la mejor estrategia es desmontar." 

En términos generales, se usa para ilustrar cómo las personas o las organizaciones a veces insisten en mantener estrategias, proyectos o ideas que claramente ya no funcionan, en lugar de abandonarlas y buscar alternativas más efectivas. La idea central es clara: si descubres que estás montando un caballo muerto, lo más sensato es bajarte y dejarlo. Sin embargo, en la práctica, muchas veces ocurre lo contrario. 

En lugar de abandonar el caballo muerto, se le amenaza y adoptan medidas absurdas como:

Sustituir el látigo, por uno más hiriente.
• Comprar una nueva silla de montar para el caballo.
• Mejorar la alimentación del caballo, a pesar de que está muerto.
Cambiar al jinete en lugar de abordar el problema real.
• Despedir al encargado de los caballos y contratar a alguien nuevo, esperando un resultado diferente.
• Organizar reuniones para discutir cómo aumentar la velocidad del caballo muerto o revivirlo.
Crear comités o equipos de trabajo para analizar el problema del caballo muerto desde todos los ángulos. Estos comités trabajan durante meses, levantan informes y finalmente concluyen lo obvio: el caballo está muerto.
• Justificar los esfuerzos comparando el caballo con otros caballos muertos similares, concluyendo que el problema fue una falta de entrenamiento.
• Proponer cursos de capacitación para el caballo, lo que implica aumentar el presupuesto.
Redefinir el concepto de "muerto" como discapacidad vital para convencerse de que el caballo aún tiene posibilidades.

Ejemplos de la Teoría del Caballo Muerto:

  1. Empresas que insisten en productos obsoletos: Una compañía de tecnología sigue invirtiendo en un producto que el mercado ya no quiere, en lugar de innovar o adaptarse a nuevas tendencias.

  2. Métodos de enseñanza ineficaces: Un profesor o todo un sistema educativo sigue usando el mismo material y método de enseñanza de hace 30 años, a pesar de que los estudiantes ya no responden bien a esa forma de aprendizaje.

  3. Relaciones personales o laborales desgastadas: Una persona se aferra a una relación que claramente no funciona, creyendo que eventualmente mejorará sin tomar medidas reales.

  4. Políticas gubernamentales ineficientes: Un gobierno sigue aplicando una política económica o social que ha demostrado ser ineficaz, en lugar de buscar soluciones alternativas.

  5. Procesos burocráticos anticuados: Una empresa u oficina gubernamental sigue usando papeleo excesivo y procedimientos complicados en la era digital, solo porque "siempre se ha hecho así".

Conclusión: La "Teoría del Caballo Muerto" nos recuerda la importancia de reconocer cuándo algo ya no funciona y tener la valentía de cambiar de rumbo en lugar de seguir gastando recursos, tiempo y energía en algo que no tiene futuro. 🚀

El efecto de arrastre: ¿Sigues a la multitud sin darte cuenta?

El
efecto de arrastre o de moda (Bandwagon Effect) es un fenómeno psicológico y social en el que las personas tienden a adoptar una creencia, comportamiento o decisión simplemente porque muchas otras personas lo están haciendo. Es decir, la popularidad o aceptación masiva de algo influye en la percepción y acciones individuales, a menudo sin un análisis crítico profundo. Este efecto está relacionado con la presión social y el deseo humano de conformarse o pertenecer a un grupo.
Cómo funciona este sesgo cognitivo que se expresa con el dicho popular, "¿Dónde va Vicente? Donde va la gente": El Bandwagon Effect se basa en la idea de que "si todos lo hacen, debe ser correcto o bueno". Esto puede afectar decisiones en diversos contextos, como política, consumo, moda o incluso opiniones personales. A menudo se ve amplificado por la visibilidad masiva, como en redes sociales o medios de comunicación. Se basa en la falacia o sofismo "Argumento ad populum".
  1. Moda y tendencias: Si una prenda de ropa, como los jeans de tiro bajo, se vuelve extremadamente popular y muchas personas comienzan a usarla, otros pueden comprarla también, aunque no les guste particularmente, solo para no quedarse fuera de la tendencia.
  2. Política: Durante elecciones, si un candidato parece estar ganando popularidad según encuestas o medios, más personas podrían apoyarlo, no necesariamente por sus propuestas, sino porque perciben que "todos" lo están haciendo y no quieren quedarse fuera del grupo mayoritario.
  3. Consumo de productos: Cuando un gadget como el iPhone lanza una nueva versión y genera largas filas de compradores, otras personas pueden sentirse motivadas a adquirirlo porque "todos lo quieren", incluso si no lo necesitan.
  4. Criptomonedas e Inversiones: Durante el auge del Bitcoin en 2017 y 2021, muchas personas compraron solo porque "todos lo estaban haciendo", sin comprender realmente cómo funcionaba el mercado. Algo similar fue el histórico fiasco de Terra que llegó a triplicar su valor en un solo día.

  5. Redes sociales: Si un video o meme se vuelve viral y millones de personas lo comparten, otros podrían verlo o compartirlo también, asumiendo que debe ser gracioso o importante por su popularidad, sin evaluarlo por sí mismos.
  6. Eventos deportivos: Cuando un equipo de fútbol empieza a ganar muchos partidos y atrae a una gran cantidad de seguidores, más gente puede subirse al "carro" del fandom, incluso si antes no les interesaba el equipo.
Por qué ocurre:
En resumen, el efecto de arrastre muestra cómo la influencia del grupo puede moldear nuestras decisiones, a veces llevándonos a actuar más por impulso colectivo que por reflexión individual. Seguiremos profundizando con Otros posts sobre distintos sesgos cognitivos.