La historia del automóvil está sembrada de nombres geográficos que evocan lujo y exclusividad: Riviera, Montclair, Capri. Pero pocos resuenan con la resonancia de clase y extravagancia como Biarritz (otros posts). Para Cadillac, la capital americana del lujo, este topónimo vasco-francés no fue solo un nombre, sino el código interno para su escalón más alto de opulencia. El Cadillac Biarritz, ofrecido primariamente como una versión de ultralujo y descapotable (Convertible) dentro de la prestigiosa línea Eldorado, representa el punto álgido del American Dream automovilístico de mediados del siglo XX.
El Biarritz nació en 1956, separándose del nombre inicial "Eldorado Convertible" para crear una identidad propia, que se equiparaba con su contraparte coupé de techo rígido, el Eldorado Seville. Esta distinción formalizó la estrategia de Cadillac: el Biarritz era, inequívocamente, la cumbre del diseño y la ingeniería de General Motors, un automóvil que no temía ser exagerado.
La Era de las Aletas y el Jet-Age. Para comprender la esencia del Biarritz, hay que transportarse a la América de los años 50, una época de prosperidad económica sin límites y fascinación por la era espacial (Jet-Age). El diseñador Harley Earl, el visionario detrás del estilo de GM, utilizó el Eldorado Biarritz como su lienzo para expresar esta euforia.
El clímax de esta expresión llegó con el modelo de 1959. Este Biarritz es, sin duda, el más icónico y desmesurado. Sus aletas traseras, inspiradas en los timones de los cohetes y los aviones de combate, se alzaban a alturas estratosféricas, integrando luces traseras dobles que se convertían en una firma visual inconfundible. Las defensas eran masivas, el cromo brillaba por doquier (se dice que estos modelos llevaban más cromo que cualquier otro auto de la historia), y el conjunto transmitía una sensación de poder y dominio en la carretera.
Un Habitáculo de Opulencia Ilimitada. Si el exterior era un ejercicio de grandeur pública, el interior era un santuario de confort privado. El Biarritz se diferenciaba del Eldorado estándar por su nivel de acabados y equipamiento, que era, en su tiempo, casi futurista:
- Tapicería Exclusiva: Los materiales eran de la más alta calidad: cuero suave, alfombras de pelo profundo y, a menudo, inserciones en los paneles de las puertas de materiales nobles.
- Innovación Eléctrica: Estos vehículos venían de serie con todos los gadgets imaginables: asientos eléctricos con memoria, ventanas eléctricas, capota de accionamiento eléctrico y, en algunos casos, incluso un sistema de control de radio operado con el pie.
- Motores Masivos: Bajo el largo capó se escondían los imponentes V8 de Cadillac, en los años 50 con cilindradas que rondaban las 365 pulgadas cúbicas (6.0 L) y, más tarde, las 390 (6.4 L), entregando potencias que superaban los 325 HP. No eran coches rápidos en el sentido moderno, pero ofrecían un par motor inmenso y una conducción suave, de "trasatlántico" flotando sobre el asfalto.
Del Gigantismo al Downsizing Elegante. Aunque la imagen más impactante del Biarritz corresponde a la era clásica de los 50, el nombre tuvo una segunda vida en un contexto totalmente diferente. El modelo de 1959 es una declaración pública y descarada de riqueza y poder. El modelo de 1983 es una declaración más sutil e introspectiva, enfocada en el confort y el estatus del conductor, adaptándose a la realidad de las ciudades y la escasez de combustible.
A finales de los 70 y principios de los 80, impulsado por la crisis del petróleo y las regulaciones de eficiencia, el concepto Biarritz regresó con el Cadillac Eldorado de 1979 y las subsiguientes generaciones (hasta 1985). Este nuevo Biarritz ya no era un descapotable monstruoso, sino el acabado top-of-the-line de un Eldorado que había sufrido una cura de downsizing.
En esta era, el Biarritz se definía por su techo de vinilo acolchado y cosido de estilo "almohada" (similar al del Monte Carlo Biarritz, pero mucho más refinado), sus asientos tipo "túfting" con botones y, a veces, una barra de cromo cepillado que cubría el pilar B. Era el lujo americano adaptado a un mundo más pequeño, pero conservando la atmósfera exclusiva y Brougham que definía a Cadillac.
El Cadillac Biarritz, en cualquiera de sus encarnaciones, nunca fue simplemente un coche; fue el epítome de la vanidad automotriz controlada. Desde las aletas esculturales de 1959 hasta la suntuosidad de terciopelo de 1983, encapsuló perfectamente la idea de que conducir un Cadillac significaba haber llegado a la cima. Su legado es un recordatorio brillante y cromo-plateado de cuando el exceso y la ostentación eran las virtudes supremas del diseño de automóviles.
Hoy un libro oportuno que cruza dos temáticas actuales: Un instante eterno (Une brève éternité, 2019) de Pascal Bruckner. Las dos perspectivas se aprecian por el subtítulo sugerido: Filosofía de la longevidad. Mejor la traducción literal, Una breve eternidad.La obra ha sido recibida como un ensayo estimulante: lectores y críticos valoran su capacidad para abrir el debate sobre la longevidad sin caer en sentimentalismos. Su síntesis: El secreto de una vejez feliz es renunciar a la renuncia.
Este referencial libro ha llegado a nuestras manos por recomendación y préstamo de nuestro amigo Javier Marcos. Algunos medios lo elogian por ofrecer un enfoque práctico y filosófico a la vez; otras voces señalan la tonalidad a veces provocadora de Bruckner (propia de su trayectoria). En general, se considera un libro que invita a repensar la vejez como una etapa con posibilidades renovadas y problemáticas inéditas.
En Un instante eterno, Pascal Bruckner propone una reflexión lúcida y provocadora sobre la prolongación de la vida, la experiencia de la madurez y la forma en que la modernidad ha transformado lo que entendemos por vejez. No es un libro de autoayuda: es un ensayo intelectual que mezcla autobiografía, referencias filosóficas y observaciones culturales para pensar cómo vivir —y desear— cuando el tiempo se alarga.
Pascal Bruckner (París, 1948) es filósofo, ensayista y novelista francés, vinculado a los llamados nouveaux philosophes. Doctor en letras, ha sido profesor y colaborador de medios y es autor de obras como Le Sanglot de l’homme blanc y La tentación de la inocencia. A lo largo de su carrera ha alternado la crítica cultural con la novela y el ensayo, y su obra ha suscitado tanto elogios como controversias por su tono polemista y su postura crítica frente a ciertos sentimentalismos contemporáneos.
Tesis central: la prolongación de la vida cambia radicalmente la experiencia de la madurez y la vejez: ya no hablamos de un “final” inmediato sino de una larga etapa intermedia que exige replantear deseos, responsabilidades y sentido. Bruckner plantea que esta “longevidad” abre oportunidades —eróticas, creativas, políticas— pero también ambivalencias y miedos.
El libro combina ensayo filosófico con rasgos de autobiografía intelectual; Bruckner recurre a autores clásicos, anécdotas personales y ejemplos culturales para sostener su reflexión. Capítulos/temas tratados (síntesis): 1º Cómo ha cambiado la percepción del tiempo vital. 2º Deseo y erotismo en la madurez. 3º Riesgos del narcisismo y la autocomplacencia prolongada. 4º Oportunidades para la reinvención personal y social en la longevidad. 5º Implicaciones éticas y políticas de una sociedad que envejece.
Algunas ideas clave y pasajes interpretativos
La longevidad como nuevo paisaje existencial: Bruckner insiste en que vivir más años no es neutral, reconfigura nuestras expectativas, nuestras ambiciones y la forma en que se organiza una biografía. Algunas de esas transformaciones son gozosas (más tiempo para el deseo, el proyecto personal) y otras problemáticas (miedo a la decadencia, prolongación de situaciones infelices).
Deseo activo vs. resignación: el autor valora la dinámica del deseo como antídoto contra la “deriva del conformismo” en la vejez: permanecer deseante es para él una forma de retrasar la decadencia psicológica.
Autobiografía intelectual como recurso: Bruckner no oculta que el libro atraviesa su propia experiencia —es un ensayo con elementos personales— lo que lo hace a la vez cercano y polémico.
Selección de reseñas: “Un instante eterno no es un libro de autoayuda, pero sí que ayuda muchísimo.” — (epígrafe de contraportada). “La madurez y la vejez duran cada vez más años; la pregunta es cómo sostener el deseo en ese tiempo prolongado.” — (síntesis de la tesis del ensayo; ver texto y reseñas). “Solo hay una forma de retrasar el envejecimiento: permaneciendo en la dinámica del deseo.” — frase destacada en reseñas (y que resume un motivo recurrente en el libro). “Manifiesto: El libro trata un solo tema: el largo tiempo de vida.” — sinopsis editorial.
Por qué leerlo y público objetivo: Lectores interesados en filosofía contemporánea y ensayo cultural. Profesores y estudiantes de humanidades que trabajan temas de biografía, tiempo vital y ética del cuidado. Profesionales de la salud pública y gerontología que quieran una perspectiva cultural/filosófica sobre el fenómeno de la longevidad.
En Un instante eterno, Pascal Bruckner reflexiona con lucidez y ternura sobre la longevidad y el arte de vivir el tiempo extendido. “Solo envejece quien deja de desear”. https://t.co/b8FNeKvF1t No es un libro de autoayuda, sino un ensayo filosófico sobre cómo sostener el deseo y… pic.twitter.com/gpB2TW11cG
Necesitamos urgentemente una filosofía del valor propio en la era de la calificación financiera. Financiarización, sujeto y agencia, esas son las claves filosóficas de Rated Agency. Para el tránsito del capital humano a la apreciación del yo, para esa metamorfosis del sujeto neoliberal necesitamos el pensamiento político de Michel Feher. Una filosofía política en la época especulativa para resistir la lógica crediticia, que nos pregunta ¿Eres una Persona o una Start-up?
Michel Feher (nacido en 1956) es un filósofo y teórico cultural belga de origen húngaro. Es editor fundador de Zone Books (Nueva York, fundada en 1986). También es cofundador y presidente de Cette France-là, un grupo de observación crítica de las políticas de inmigración en Francia. Ha enseñado en varias instituciones académicas internacionalmente: École Normale Supérieure (París), University of California, Berkeley, y Goldsmiths, University of London entre otras.
Perfecto, aquí tienes las principales obras de Michel Feher en formato narrativo, con año y su tema central:
- Powerless by Design: The Age of the International Community (2000). Obra en la que analiza la impotencia estructural de la llamada “comunidad internacional” y cómo las instituciones globales, aunque parecen fuertes, en realidad funcionan bajo limitaciones que determinan la política mundial.
- Nongovernmental Politics (2007), editado junto a Gaëlle Krikorian y Yates McKee. Recopilación sobre las formas de hacer política más allá del Estado: ONG, movimientos sociales y activismo transnacional. Reflexiona sobre sus logros, dilemas y contradicciones.
- Xénophobie d’en haut: Le choix d’une droite éhontée (2012), en colaboración con el colectivo Cette France-là. Crítica a las políticas migratorias francesas y al discurso xenófobo promovido “desde arriba” por sectores de la derecha política.
- Sans-papiers et préfets: la culture du résultat en portraits (2012), también con Cette France-là. Ensayo que retrata la administración migratoria francesa y la lógica burocrática que mide la eficacia en expulsiones y controles, más que en derechos.
- Le temps des investis (2017). Texto donde introduce la figura del “investido” (investee) como sujeto político contemporáneo, en una era donde lo que cuenta no es tanto producir sino ser valorizado por inversores.
- Rated Agency: Investee Politics in a Speculative Age (2018). Su obra más influyente, que desarrolla a fondo la idea de que vivimos en una época de financiarización en la que los sujetos deben gestionarse como activos. Analiza las posibilidades de resistencia y acción política desde esa condición.
- Producteurs et parasites (2024). Dedicada a la compleja naturaleza de la ultraderecha francesa. Quien vota a un fascista es un fascista, en resumen. Merece un post propio, próximamente.
Ideas centrales y conceptos destacados:
- Agencia calificada (“rated agency”) / condición de “investee”: Feher distingue al sujeto contemporáneo como alguien que ya no solo produce trabajo o bienes, sino que debe ser evaluado, “valorado”, calificado por inversores, agencias de crédito, etc. Su “valor” importa tanto como lo que hace.
- Apreciación del sí mismo (“self-appreciation”) frente a posesión del capital humano: no se trata tanto de poseer un capital humano sino de invertir en uno mismo, de evitar la depreciación y de cultivar reputación, conexiones, habilidades — en un contexto donde el “sí mismo” es un activo.
- Financiarización (financialization) como transformación estructural: ya no solo economía productiva, laboral, industrial, sino mercados financieros, valoración de activos, crédito, rating, especulación, etc., como fuerzas estructurales que modelan instituciones políticas, subjetividades, desigualdades.
- Resistencia política en la nueva época: Feher plantea que las formas tradicionales de lucha política (clase obrera, sindicalismo) deben renovarse bajo estas nuevas condiciones: la política de los investees, la crítica de las valoraciones/rating, la demanda de justicia en términos de crédito, reputación, agencia.
Aquí algunas frases de Michel Fehero bien ideas extraídas de sus textos que funcionan muy bien como citas:
- "El neoliberalismo no te dice 'sé tú mismo', te dice 'invierte en ti mismo'."
- "La cuestión no es tanto la explotación del trabajo, sino la apreciación o depreciación de un capital llamado 'tú'."
- "Frente a la figura del inversor de sí mismo, la política del cuidado propone una gestión colectiva de nuestra interdependencia."
- "Somos menos los dueños de nuestro destino que los gestores de nuestro portafolio de activos personales."
- «En la medida en que nuestra condición es la de capital humano en un entorno neoliberal, nuestro propósito principal no es tanto obtener beneficios de nuestro potencial acumulado como valorarnos o apreciarnos constantemente —o al menos evitar nuestra propia depreciación.»
- Sobre la diferencia entre neoliberalismoy financiarización: el neoliberalismo formulado por los académicos era uno, pero lo que realmente se desplegó incluye la financiarización, y eso transforma no solo la economía sino también a los propios sujetos. («La dinámica política de nuestra nueva era especulativa…»)
- «El filósofo Michel Feher es uno de los observadores más perspicaces del capitalismo financiarizado que escriben hoy en día.» — comentario de reseña que resume cómo se le percibe en el ámbito académico.
Michel Feher es una de las voces más relevantes para entender la filosofía política contemporánea, especialmente en lo referente a cómo la economía financiera y los mercados de valoración cruzan los ámbitos del estado, lo social, lo subjetivo; cómo esos cambios implican nuevas formas de dominación, de desigualdad, pero también nuevas posibilidades de crítica y resistencia. Su escritura combina teoría filosófica, pensamiento crítico, historia intelectual, y análisis social concreto, lo cual le da fortaleza para quienes buscan pensar con rigor sin perder conexión con lo real.
Una crítica podría ser que algunos de sus conceptos requieren gran familiaridad con teorías previas (Foucault, neoliberalismo, subjetividad, capital humano, etc.), lo que puede dificultar su acceso para quienes no están en ese canon; pero esto es común en filosofía política contemporánea crítica.
L'imaginaire producériste promet l'émancipation par l'épuration : se débarrasser des « parasites », d'en haut ou d'en bas.
Sa force, c'est faire croire qu'on pourrait tout améliorer pour soi sans rien changer soi-même. Que demande le peuple !
Hoy recomendamos una lectura amena e instructiva para deshacer la historia de las ideas recibidas con el libro Histoire des préjugés (Historia de los prejuicios), obra colectiva dirigida por Jeanne Guérout y Xavier Mauduit, Éditions Arènes, 2023.
Histoire des préjugés es un volumen colectivo dirigido por las investigadoras y periodistas Jeanne Guérout y Xavier Mauduit que reúne a treinta y cinco historiadores y especialistas para rastrear el origen y la genealogía de más de cincuenta prejuicios comunes (raciales, de clase, de género, nacionales, profesionales, etc.). Su objetivo central es mostrar cómo muchos de los juicios “de sentido común” tienen historias concretas y funciones sociales —y por tanto pueden ser desmontados con herramientas históricas.
Jeanne Guérout es historiadora y periodista cultural francesa, colabora en programas y medios culturales y ha trabajado en proyectos que cruzan historia, memoria y divulgación. Ha coordinado investigaciones y colecciones que acercan la historia al gran público. Xavier Mauduit es periodista e historiador cultural, Mauduit es también autor y coeditor de trabajos sobre historia social y cultural. Junto a Guérout ha impulsado proyectos colectivos que buscan recuperar el pasado para entender prejuicios y representaciones presentes.
Es un libro colectivo por capítulos temáticos; cada entrada aborda un prejuicio (p. ej. sobre nacionales, sobre clases sociales, sobre mujeres, sobre enfermedades, sobre profesiones) y reconstruye su emergencia histórica, sus usos y las instituciones que lo han reproducido. Los autores combinan documentación (fuentes impresas, iconografía, legislación, panfletos) con análisis historiográfico: la intención es mostrar que los prejuicios no son “naturales” sino construcciones con funciones (políticas, económicas, culturales). Entre los colaboradores aparecen nombres diversos —investigadores en historia cultural, de la ciencia, del derecho y de las mentalidades— que dan al libro amplitud temática y metodológica.
Algunas ideas centrales
Los prejuicios tienen historia: no son atemporales; nacen en contextos concretos (economía colonial, luchas políticas, cambios normativos) y se ajustan a intereses sociales.
Función social de los prejuicios: suelen legitimar desigualdades, excluir o mercantilizar grupos y justificar políticas. Analizarlos históricamente permite ver quién se beneficia de su persistencia.
Pluralidad de ejemplos: la obra ofrece casos muy variados —desde estereotipos nacionales hasta prejuicios científicos o de clase— lo que permite al lector comparar mecanismos y continuidades.
Divulgación con base académica: aunque tiene rigor historiográfico, el formato está pensado para llegar a un público amplio (lectores de divulgación cultural y enseñantes).
Algunas citas breves extraídas (traducciones y fragmentos):
“Comprendre l’origine des préjugés, c’est déjà les combattre.” (Comprender el origen de los prejuicios es ya combatirlos.) — lema editorial y síntesis de la intención del libro.
“Les préjugés portent une idée d’intemporalité” — señalamiento sobre cómo los prejuicios se presentan como naturales y atemporales, cuando en realidad son construcciones históricas.
“Un ouvrage collectif… trente-cinq historiens remontent à la source de nos idées reçues.” (Obra colectiva: treinta y cinco historiadores remontan el origen de nuestras ideas recibidas.) — nota editorial que subraya la amplitud de autores y temas.
Fortalezas. Enfoque pedagógico: ideal para docentes y divulgadores que quieran mostrar a estudiantes cómo una creencia común tiene una genealogía. Rigor plural: al ser colectivo, reúne diversas aproximaciones (historia política, cultural, de la ciencia) y casos comparables. Accesibilidad: formato apto para público general interesado en desmontar estereotipos.
Límites. Profundidad desigual: como en muchos volúmenes colectivos, la densidad y profundidad de los capítulos varía según el autor. Perspectiva francocéntrica: aunque hay aportes de diversa índole, la orientación editorial y las fuentes remiten mucho al contexto francófono y europeo; conviene complementarlo con lecturas sobre otras regiones.
Muy recomendable para Estudiantes y docentes de historia, ciencias sociales, educación cívica, estudios culturales y antropología. Profesionales de la educación y la divulgación que busquen materiales para desarmar estereotipos en el aula. Lectores interesados en genealogías culturales y en la historia de las mentalidades.
Sin citar a sus respectivos autores, estos son los prejuicios cuya genealogía se expone: Los hombres y las mujeres prehistóricos vivían como bestias. Los bárbaros son unos vándalos. Los galos son gruñones y pendencieros. Los negros son serviles por naturaleza. La sífilis es un mal italiano. Los indios de América son perezosos. La morisca siempre va con los pechos desnudos. Los pelirrojos son falsos y huelen mal. La gastronomía es cosa de hombres. Los chinos son astutos. Las mujeres son histéricas. Los aristócratas son reaccionarios. Los pobres viven a costa de los ricos. Los ingleses son excéntricos. Las mujeres que se perfuman son peligrosas. Los artistas son unos parásitos. Los gitanos son ladrones de gallinas y de niños. Los negros solo piensan en sexo. Los zurdos son torpes. El verde trae desgracia. Los criminales tienen mala cara. Los ricos gobiernan en Francia. Los japoneses son suicidas. Los musulmanes no pueden vivir sin califa. Los chinos comen perros. Los negros huelen fuerte y los blancos huelen a muerte. Les estadounidenses son puritanos. Los franceses son arrogantes y maleducados. ¡Las suegras, todas unas arpías! Los checos se creen el corazón de Europa... Los intelectuales están desconectados de la realidad. Los judíos solo se apoyan entre ellos. Los alemanes son unos palurdos. Los árabes son violentos. Los homosexuales son todos afeminados. Los habitantes de los suburbios son unos delincuentes. Los africanos no tienen historia. Los sacerdotes tienen el diablo en el cuerpo. Sucio y lujurioso como un cerdo. Los aborígenes de piel clara no son verdaderos aborígenes. Los italianos no saben pelear. Los inmigrantes quieren islamizar Europa. El arte contemporáneo no es realmente arte. ¡Pommie bastards! Los mexicanos son criminales violentos. Los gordos carecen de voluntad. Los Beatles son bien educados y los Rolling Stones son unos maleantes. Los refugiados se aprovechan del sistema. Las vacunas son peligrosas para la salud. Los ecologistas están en contra del progreso. Los vegetarianos son gente triste. Un hombre no llora. Los indios viven en la mugre. Los rusos necesitan un hombre fuerte. La lengua francesa está acabada,...
Histoire des préjugés es una herramienta potente para la educación histórica: permite trabajar en el aula ejercicios de contraste (comparar un estereotipo con su génesis documental), análisis de fuentes (¿qué interés social sostenía aquel prejuicio?) y proyectos de investigación local (¿qué prejuicios sobreviven en mi comunidad y por qué?). Recomiendo complementarlo con lecturas comparadas sobre racismo, sexismo y estereotipos coloniales para abrir la perspectiva más allá del ámbito europeo.
Histoire des préjugés muestra que los prejuicios no son naturales: tienen historia y función social. 35 historiadores rastrean cómo nacen estereotipos de género, clase o nación. Una lectura clave para desmontar el “siempre ha sido así”. https://t.co/Jz7s11eScX Los prejuicios… pic.twitter.com/nnDPqgMSXl
Parution en poche aux Arènes de l'excellent ouvrage collectif "Histoire des préjugés" coordonné par Jeanne Guérout et Xavier Mauduit - et où je traite des hommes (et des femmes) préhistoriques "qui vivaient comme des bêtes" ... pic.twitter.com/LKIHlzqI7D
El globo rojo (Le Ballon rouge, 1956) es un mediometraje francés escrito y dirigido por Albert Lamorisse, considerado una joya del cine infantil y una obra poética sobre la amistad, la inocencia y la libertad. Con un estilo casi sin diálogos; la narración es visual y simbólica, apoyada en la música y la fotografía. Todo en una Francia de posguerra, la película ofrece un retrato tierno y esperanzador, contrapuesto a la dureza urbana.
Fue rodado en 1955 en París, especialmente en el barrio de Ménilmontant. Aproximadamente 34 minutos de duración. El protagonista es el propio hijo del director, Pascal Lamorisse, interpretando al niño. Ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje en Cannes y el Óscar al mejor guion original (algo inusual para un cortometraje).
La historia El globo rojosigue a Pascal, un niño parisino que, camino a la escuela, encuentra un gran globo rojo atado a una farola. Tras liberarlo, descubre que el globo parece tener vida propia: lo sigue, juega con él y se convierte en su inseparable compañero. La amistad del niño con el globo despierta la envidia de otros niños, que intentan arrebatárselo y destruirlo.
En un momento trágico, el globo es finalmente reventado. Sin embargo, en un giro mágico, globos de todos los rincones de París se liberan y vuelan hacia Pascal, elevándolo por los aires y llevándolo lejos, como si fuera un viaje de escape y libertad.
La película El globo rojo se convirtió en un clásico educativo, proyectada en escuelas de Estados Unidos y Canadá durante décadas (1960-1990), y fue presentada en televisión por Ronald Reagan en 1961. Ha inspirado referencias en cine y cultura pop, como en El vuelo del globo rojo (2007) de Hou Hsiao-hsien, una especie de secuela espiritual. Se lanzó en formatos hogar como LaserDisc (1986), DVD (2008) y Blu-Ray (2010). Su legado radica en su capacidad para capturar la magia de la infancia en un París posguerra, convirtiéndose en un ícono del cine francés infantil.
Hoy analizaremos el imprescindible ensayo "La economía del bien común"publicada en 2016, una obra de síntesis escrita por el economista francés Jean Tirole, Premio Nobel de Economía 2014. El libro busca explicar al gran público cómo puede y debe utilizarse la economía como herramienta al servicio de la sociedad.
La economía no es enemiga del bien común, sino una aliada potencial, si se basa en datos, transparencia, y valores democráticos. La economía no es el problema: es parte de la solución.
El papel del Estado y del mercado debe ser complementario, no excluyente. La regulación es necesaria cuando los mercados fallan (monopolios, externalidades, información asimétrica…). Contra la falacia: mercado y Estado deben cooperar.
La ética y la economía no están reñidas: una buena economía requiere una ciudadanía bien informada, valores sólidos y una responsabilidad colectiva.
Temas tratados:
Cambio climático y cómo los mercados de carbono pueden ser eficaces si están bien diseñados.
Mundo digital: poder de las grandes plataformas tecnológicas (Amazon, Google, Facebook…) y el peligro de monopolios.
Desigualdades sociales y el reto de conciliarlas con la eficiencia económica.
Educación, empleo, innovación y cómo las políticas públicas deben fomentar el capital humano.
Globalización y democracia: necesidad de instituciones globales fuertes y coordinación internacional.
Jean Tiroleinsiste en que no hay soluciones simples a problemas complejos. La economía del bien común exige pensar a largo plazo, más allá de intereses particulares o electorales. Tirole es conocido por su rigor teórico, pero también por su vocación de explicar la economía al gran público y contribuir a un debate informado y ético.
Jean Tirolenació en1953, en Troyes, Francia. Ingeniero de formación, luego doctorado en Economía en el MIT (EE. UU.). Es presidente honorario de la Toulouse School of Economics. Especialista en teoría de juegos, organización industrial, regulación de mercados, y economía del comportamiento. Obtuvo el Premio Nobel de Economía 2014 por su análisis del poder de mercado y la regulación.
“Estoy convencido de q tenemos las políticas económicas q merecemos, y q mientras el gran público carezca de cultura económica, tomar decisiones correctas requiere mucho valor político” https://t.co/7MveViSYpLpic.twitter.com/gTJLhYKzwU
Pouvoir d'achat: "Si on fait du protectionnisme, le pouvoir d'achat va nettement diminuer. Si on veut faire croître le pouvoir d'achat de façon durable, il n'y a pas d'autre solution que d'accroître la productivité" rappelle à juste titre Jean Tirole. A écouter. pic.twitter.com/vhMJBk2AUp