Edificio Ilgner de Barakaldo

Edificio Ilgner de Barakaldo  
Con ocasión de nuestra conferencia en las VII Jornadas de Intercambio ACEX 2018.

Todo un símbolo del poderío y prestigio de Altos Hornos de Vizcaya AHV, que fue la mayor empresa de España durante gran parte del siglo XX, surgida por la fusión de varias empresas siderometalúrgicas de Vizcaya

Toma su nombre de Karl Ilgner, ingeniero que desarrolló el accionamiento eléctrico reversible para los trenes de laminación, sistema que resultaba un 75% más barato que los accionamientos de vapor. Este sistema fue el sistema elegido en Altos Hornos de Vizcaya para su fábrica en Barakaldo. Para su instalación hubo que diseñar un edificio al otro lado de la carretera de donde se encontraba la fábrica, en un terreno de difícil cimentación por carecer de base firme hasta los 27 metros de profundidad y por ser terreno pantanoso. El ingeniero Alfonso Peña Boeuf, experto en consolidación de terrenos se hizo cargo de la obra llevando a cabo una cimentación experimental con gran éxito, para lo que construyó una gran placa de hormigón armado lanzando a grandes presiones, a través de ella, inyecciones de mortero con escorias.

En 1927, tres años después de su inicio, se inauguraba el edificio. Ejecutado en hormigón armado, con excepción de la cubierta de cerchas metálicas, respondía a las necesidades constructivas que imponía el soporte de la pesada maquinaria. Su planta basilical era compartida por una nave central diáfana de 55 metros de longitud y 20 de luz, que albergaba la sala Ilgner con la maquinaria y el tablero de mandos, y dos naves laterales a diferente nivel, la de mayor altura con la instalación de distribución y la menor con las instalaciones de transformadores y rectificadores. 
Edificio Ilgner de Barakaldo
En su interior la sala presentaba una gran riqueza decorativa, poco corriente en las construcciones de la siderurgia. Los zócalos de baldosa cerámica en los que se intercalaban siete puertas de arco rebajado y el piso acabado en terrazo con diferentes motivos ornamentales, son todo un ejemplo de deferencia hacia un espacio de calidad donde la fábrica dejaba de ser un antro infernal para dar lugar a la fábrica capaz de combinar utilidad y estética. Exteriormente la construcción mostraba su esqueleto de hormigón con los pilares distribuidos entre amplios ventanales que verticalizaban sus fachadas, en contraste con el ladrillo visto de cierre de los muros y las líneas horizontales de la cornisa y el tímpano.

0 comments:

Publicar un comentario