En este momento de duelo, la comunidad católica y el mundo entero se unen para rendir homenaje a un líder espiritual que dedicó su vida al servicio de los demás. La tristeza embarga al mundo entero por la partida de Jorge Mario Bergoglio, Su Santidad el Papa Francisco, quien falleció esta mañana a los 88 años. Nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, Bergoglio dedicó toda su vida al servicio de Dios y de los más necesitados. Primero jesuita, luego arzobispo de su ciudad natal y cardenal, fue elegido el 13 de marzo de 2013 como sucesor de San Pedro, convirtiéndose en el primer Pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ocupar la Sede de Roma.
Durante sus casi doce años de pontificado, el Papa Francisco fue un líder valiente, que supo mantener la unidad ecuménica pero abriendo caminos, rompiendo moldes, acogiendo causas y despertando fe, esperanza y solidaridad. Con gesto sencillo y corazón abierto, quiso acercar la Iglesia a los descartados: refugiados, enfermos, migrantes, ancianos y jóvenes sin voz. Sus documentos magisteriales –Evangelii Gaudium, Laudato Si’, Amoris Laetitia– marcaron un antes y un después en la reflexión sobre la justicia social, el cuidado de la creación y la humanidad del amor familiar.
Francisco llevó su mensaje de misericordia y diálogo a los cinco continentes. Sus viajes –a Lampedusa, a Tierra Santa, a Centroamérica, a Sudamérica– fueron estaciones de un peregrinaje global en busca de la paz. Fue pontífice de los humildes, con el Vaticano como casa de todos y no privilegio de unos pocos. Dispuesto siempre a pedir perdón incluso por los errores de la propia Iglesia, dejó sembrado un legado de escucha y conversión.
Su partida deja un vacío inmenso. Nos sentimos huérfanos de su voz pausada, de su sonrisa franca, de su abrazo de padre que lo mismo perdonaba al pecador que alentaba al desanimado. Nunca antes la palabra “orfandad” había resonado con tanta fuerza en tantos corazones: “Hijos míos, no os dejéis robar la esperanza”, solía decir, y ahora, en el silencio que deja tras de sí, nos toca a nosotros sostener esa esperanza que él nos regaló.
En este momento de duelo, la Iglesia, guiada ya por su sucesor, rinde homenaje a un pastor que hizo de la ternura su fuerza, de la humildad su estandarte y del servicio su gloria. Que su memoria inspire nuestras obras y que su espíritu de reconciliación y compasión continúe transformando el mundo.
Descansa en paz, Papa Francisco. Tu misión terrena ha concluido, pero tu voz seguirá resonando en cada gesto de amor que florezca en el corazón de la humanidad. Ojalá tu sucesor prosiga la labor que iniciaste por la paz y la humanidad, que tan necesarias vemos cada día.
#Orfandad: Es el sentimiento universal que hoy nos embarga. Papa Francisco: ¡Gracias!
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) April 21, 2025
"El amor venció al odio. La luz venció a las tinieblas. La verdad venció a la mentira. El perdón venció a la venganza. El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final,… pic.twitter.com/gc7uz7WFFz
"El sentido del humor es un certificado de sanidad"
— Mati Aromi (@MatiAromi) April 21, 2025
Fue realmente el mejor Papa de la historia. Increíble. pic.twitter.com/YgDq0WG1JQ
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