Plantar un árbol representa el vínculo con la tierra y el futuro. Es un acto de esperanza: el árbol que se planta hoy probablemente dará sombra o frutos a otras personas en el mañana (en la imagen un roble recién plantado). También simboliza:
- Cuidado y paciencia: El árbol no crece de inmediato, necesita tiempo, atención y condiciones favorables, como nuestras metas o relaciones.
- Conexión con la naturaleza: Nos recuerda que somos parte de un ecosistema y que nuestras acciones tienen consecuencias en el entorno.
- Legado silencioso: Un árbol puede durar generaciones. Plantarlo es una forma de dejar algo que continúe viviendo más allá de nosotros.
Tener un hijo se refiere, más que a la reproducción biológica, a la creación y transmisión de vida, valores y cultura. Simboliza:
- Continuidad de la especie y del linaje humano.
- Responsabilidad profunda: Criar a un hijo implica compromiso, educación y amor.
- Inmortalidad simbólica: A través de los hijos, una parte de nosotros (genes, ideas, enseñanzas) sigue adelante.
- Creación de futuro: Aportamos al mundo no solo una vida nueva, sino potencialmente una mejor sociedad si educamos bien
Escribir un libro representa la expresión del pensamiento, la creatividad y la trascendencia intelectual. No necesariamente se refiere a una obra literaria formal, sino a dejar huella con nuestras ideas, experiencias o conocimientos. Simboliza:
- Construcción de identidad: Al escribir, reflexionamos sobre quiénes somos.
- Comunicación con el mundo: El libro es una forma de diálogo entre autor y lector, incluso a través del tiempo.
- Permanencia en la memoria colectiva: Las palabras pueden sobrevivirnos, influyendo a otros mucho después de nuestra partida.
La conexión de los tres actos. El legado de los tres gestos —plantar, procrear y escribir— son formas distintas de trascendencia, tanto en lo físico como en lo simbólico. Mientras el árbol se relaciona con la naturaleza, el hijo con la continuidad biológica y afectiva, y el libro con la mente y la cultura, los tres comparten una raíz: el deseo humano de perdurar, de contribuir, de dejar huella.
Juntos, proponen una vida equilibrada entre lo natural, lo humano y lo intelectual. Invitan a vivir con sentido, responsabilidad y propósito.
Hoy en día la cita clásica se transforma en "cuidar un cactus, atender a un sobrino y escribir en Instagram", pero prefiero "plantar árboles, tener hijos y nietos y escribir libros".
Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro es fácil. Lo difícil es criar un niño, regar el árbol y que alguien lea el libro.
— Iragartze Klara (@iragartzeklara) June 16, 2021
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