Un análisis más detenido de la macro-reunión de ayer, que comenzó a charlar tras el aviso grabado en el vídeo inferior, arroja algunas primeras conclusiones, quizás extensibles (o no) a otras convocatorias de este tipo (World Cafe) previstas para fechas próximas en nuestro entorno. En primer lugar, el tipo de asistentes vino determinado por la convocatoria realizada por Radio Euskadi. El colectivo resultó estar constituido por dos subgrupos. El equipo de 200 dinamizadores, mayoritariamente hombres y de mediana edad, algunos conocidos rostros populares de la radio y de la televisión, tertulianos de programas varios y otros adláteres (entre los que me encontraba yo mismo). El conjunto de 800 participantes, mayoritariamente mujeres y de edades variables, pero en promedio bastante alto. Este personal compartía una característica única, a pesar de la diversidad de origen, edad y formación: eran oyentes (o me pareció, a la espera de la publicación del esperado libro con las encuestas) pertinaces de radio, y en especial, de Radio Euskadi. Ello las convertía en personas que buscan estar documentadas, algunas de las que les gusta llamar a la emisora para aportar opiniones, y por tanto con un agrado por lo informativo. Esto, no como causa directa sino como definitorio de su carácter, les mantenía con un notable interés por la información. Sorprendía el caso de personas de edad avanzada (y a veces, con escasas oportunidades de formación en su juventud) por el grado de conocimiento que mantenían sobre aspectos muy variados de la realidad social contemporánea. Todavía demostraban una segunda cualidad común: el interés por manifestar sus opiniones y creencias, y por escuchar las de los demás (acaso más lo primero que lo segundo, como nos sucede a muchos). Quizás, la mayor sorpresa para mí provino de la sinceridad y franqueza con la que comentaron, ante un reducido auditorio de desconocidos casualmente reunidos, aspectos de intimidad máxima, que en algún caso dijeron que nadie de "sus conocidos" sabía. Éste quizá sea el mérito del método "World Cafe", debidamente conducido en las múltiples tertulias. En apenas unos minutos, se estaba charlando con una franqueza desnuda, de temas familiares antiguos y recientes, de dificultades económicas presentes, de sentimientos y emociones gratos y desgarradores. Seguramente, el elogio y la profusión de la palabra, del debate, del compartir ideas, penas y alegrías, que es el mejor lenitivo del dolor, animaba a la franqueza en compañía de unos desconocidos, que lo eran menos tomando un café en tazas de rojo descarnado y que pronto desaparecerían en la inmensidad del mapamundi de Bilbao minutos después. El anhelo de ser escuchado y comprendido, de corresponder con un "sí, así mismo lo veo o lo siento yo", fue una constante del encuentro multitudinario. Probablemente, fue más un intercambio de impresiones y de pasiones, que un aporte de opiniones novedosas o conclusiones inéditas. Se cruzaron más los corazones... que las mentes. Un observador desatento podría advertir frecuentes tópicos, sobre temas trillados y mal-tratados (inmigración, valores,...), si sólo oyese palabras; pero se advertían océanos de vida, de experiencia, de sabiduría y de enseñanza para quien escudriña a los hablantes y prefiere apreciar con todos los sentidos (la vista para leer los ojos, las manos y el lenguaje corporal, el oído para las tonalidades,... y la empatía por doquier). Fue mágico, un relámpago de clarividencia en medio de un parloteo simultáneo, un aprendizaje intenso e inmejorable de cómo se pasa la vida, de cómo la historia nos adiestra, y de cómo podríamos construir un futuro mejor para y con toda la gente que tenemos a nuestro alrededor,... y que mucha veces no vemos. [Crónica anterior] Technorati tags: World Cafe, eitb, Radio Euskadi
Comienzo del World Cafe de Radio Euskadi from Mikel Agirregabiria on Vimeo.
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