Ambulancia y triaje, inventos de Dominique-Jean Larrey y Pierre-François Percy

Ambulancia y triaje, inventos de Dominique-Jean LarreyAmbulancia y triaje (trillaje o cribado), inventos de Dominique-Jean Larrey

Vivimos tiempo de coronavirus, donde el concepto de triaje se ha popularizado, ante la sospecha (confirmada al corregirse) de que con el colapso de las UCIs se haya incorporado la edad avanzada como un razón de exclusión. Ello, una noticia reciente pero incompleta y una historia que mis nietos contada a mis nietos (siempre interesados en Napoleón y Francia), nos anima ha recordar y valorar la innovación médica doble e interrelacionada aportada por Dominique-Jean Larrey y Pierre-François Percy

El triaje según la mayoría de los historiadores tuvo su origen en los ejércitos napoleónicos, donde los primeros en implantar un sistema formal para determinar la prioridad terapéutica de un militar herido en el transcurso de un acontecimiento bélico fueron Dominique-Jean Larrey Pierre-François Percy
Ambulancia y triaje, inventos de Dominique-Jean Larrey
El cuadro representa a Larrey en la batalla de Borodino, del 7 de septiembre de 1812, que se convirtió en una enorme carnicería (Print Collector / Getty)

Como en otras muchas invenciones, la ambulancia y el triaje proceden de una solución militarPierre-François Percy fue quien, incluso antes que Dominique-Jean Larrey, promovió ambos conceptos. Si bien es correcto señalar que fue el cirujano Larrey y médico de Napoleón Bonaparte quien los desarrolló como un sistema conjunto hasta el final.

Larrey estuvo presente en la batalla de Spires, entre Francia y Prusia, entristeciéndole el hecho de que los soldados heridos no eran recogidos por las numerosas ambulancias, que Napoleón ordenó situar a algo más de 3 kilómetros del lugar de la batalla, hasta que las hostilidades no cesaran, por lo que pensó en desarrollar un nuevo sistema.​ Decidió utilizar el método utilizado por los normandos, de parihuelas y caballos, resolviendo que carros de dos o cuatro ruedas, tirados por caballos, portaran a los heridos del campo de batalla, después de que estos hubieran recibido cuidados paliativos en el propio escenario. Estas ambulancias volantes se estrenaron con el Ejército del Rhin de Napoleón, en 1793
Ambulancia y triaje, inventos de Dominique-Jean Larrey
Las ambulancias, inicialmente sólo para oficiales heridos, no soldados, fueron carruajes de dos o cuatro ruedas tirados por  caballos.  Por el impulso de Larrey a comienzos de 1792 también aparece por vez primera el concepto de triaje en un manual sanitario militar francés, y será a lo largo de los siguientes 9 años (1792-1801) cuando se desarrolle plenamente. 

Dominique-Jean Larrey fue extraordinariamente popular entre los soldados, quienes le denominaban «la Providencia del soldado» desde que fuera bautizado con este sobrenombre en la campaña de Egipto. Estableció un orden de prioridad en la asistencia a los heridos independiente del rango que ostentasen e incluso del ejército al que perteneciesen. Ello le salvó la vida cuando el mariscal prusiano en jefe, Gebhard Leberecht von Blücher, ante quien cayó prisionero, le reconoció por haber salvado a su hijo y le dio un salvoconducto. 

Fue durante estos 9 años cuando Napoleón realizó sus campañas militares en Egipto y Siria, donde sufrió los envites del mal tiempo, la aparición de plagas y el acoso del ejército británico. Al final de la campaña el balance fue desolador: una tercera parte de la tropa francesa había fallecido a consecuencia de las heridas de guerra o por enfermedades. La primera noticia que tenemos de la instauración del triaje en una contienda militar fue durante la batalla de Jena (1806). 

El sistema empleado categorizaba a los heridos en 3 grados, según la gravedad de las heridas de los soldados: herida peligrosa, herida menos peligrosa y herida leve. Con esta clasificación, aquellos que no tenían capacidad de recuperarse debían abandonarse a su suerte en el campo de batalla y solo debían llevar al hospital a los que pudiesen sobreponerse a las heridas. Con este novedoso sistema disminuyó de forma sustancial la mortalidad en el campo de batalla. 

En las memorias de Larrey sobre la campaña de Rusia (1812) el galeno establece una normativa para clasificar a los pacientes: “Los que están peligrosamente heridos deben recibir la primera atención, sin tener en cuenta rango o distinción. Los que están heridos en menor grado pueden esperar hasta que lleguen sus hermanos de batalla; los que están gravemente mutilados y no han sido operados y vestidos, no sobrevivirán muchas horas, rara vez hasta el día siguiente”.

Su hijo, Félix Hippolyte Larrey, prosiguió su carrera llegando a ser un médico general de todo el ejército francés y médico personal de Napoleón III.
Como todos estos días de confinamiento, el 29º Aplauso Sanitario de anoche en Getxo.

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