Eudaimonía o eudemonismo, la mejor felicidad


Eudamonía o eudemonismo es el camino aristotélico a la felicidad, desarrollado en la obra Ética a Nicómaco (descargar en PDF). Frente al paradigma hedónico propone que el bienestar depende principalmente de vivir una vida con experiencias placenteras, el paradigma eudaimónico refiere que el bienestar no solo se logra mediante el placer, sino principalmente a través del florecimiento y puesta en acción del potencial humano

El bienestar Eudaimónico, por otro lado, es fuertemente dependiente de las ideas de Maslow de la auto-actualización y el concepto de la persona en pleno funcionamiento de Roger y su bienestar subjetivo. Por lo tanto, la felicidad eudaimónica se basa en la premisa de que la gente se sienta feliz si experimentan propósitos de vida, desafíos y el crecimiento

Parece que el consenso general, es que la felicidad no es resultado de la búsqueda del placer, sino del desarrollo de capacidades de la persona y de las virtudes. El Bienestar Eudaimónico implica factores determinantes como: 1. Sentido de control o autonomía 2. Sensación de significado y propósito 3. Expresividad personal 4. Los sentimientos de pertenencia 5. Contribución social 6. Competencia 7. Crecimiento personal 8. Autoaceptación.

Los tres caminos hacia la felicidad, que es un viaje más que un destino:

1º. El placer es el proceso de aumentar al máximo las emociones positivas y minimizar las emociones negativas y se conoce como la vida placentera que implica experiencias agradables y positivas.

2º. El compromiso, es el proceso de estar inmerso y absorto en la tarea en cuestión y que se conoce como la buena vida que implica estar involucrado activamente en la vida y todo lo que requiere y exige. Así, la buena vida se considera que el resultado de la persona y el cultivo de la inversión de sus fortalezas y virtudes en sus relaciones, el trabajo y el ocio aplicando así lo mejor de sí durante las actividades desafiantes que se traduce en un crecimiento y un sentimiento de competencia y satisfacción que produce felicidad.

3º. El significado es el proceso de tener un propósito más elevado en la vida que nosotros mismos y que se conoce como: la vida con sentido, que implica el uso de nuestras fortalezas y cualidades personales, para servir a este propósito superior. La vida con sentido, al igual que la buena vida, consiste en la persona que usa sus fortalezas en las actividades, pero la diferencia reside en que estas actividades, son percibidas para contribuir al bien común de la "vida con sentido".

La felicidad de un individuo difícilmente puede generarse por sí mismo, sin estar en relación con otras personas, como prueba el Caso Roseto. Es en comunidad donde se puede reflejar, contagiar y alimentar la felicidad, demostrándose que la misma es un elemento transferible y enriquecedor. Estar rodeado de personas positivas y constructivas puede ayudar notablemente a que construyamos un patrón de felicidad estable.

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