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Habitus, Espacio y Prácticas sociales según Pierre Bourdieu

Recientemente leyendo "Ser cultureta cada vez mola menos: las alucinantes metamorfosis del capital cultural" (véase en el tuit al final), apareció una mención a Pierre 
Bourdieu. Por supuesto, no es la primera vez que escribimos sobre este sociólogo francés (ver posts anteriores), pero quizá no hemos dedicado suficiente espacio a comentar su obra, muy presente incluso hoy en día. 

Pierre Bourdieu fue un sociólogo muy influyente en la sociología contemporánea. Sus principales aportaciones incluyen conceptos clave como los siguientes: 
  • Capital Cultural: Bourdieu introdujo el concepto de capital cultural, que se refiere a los recursos culturales (conocimientos, habilidades, competencias) que una persona posee y que le confieren una ventaja en la sociedad. Este capital se divide en tres formas: incorporado (conocimientos y habilidades adquiridos), institucionalizado (títulos y certificaciones) y objetivado (objetos culturales como libros y obras de arte)
  • Campo Social: Bourdieu desarrolló la idea de campo social, un espacio estructurado donde individuos e instituciones compiten por recursos y poder. Los campos sociales pueden ser académicos, artísticos, políticos, entre otros, y están estructurados por relaciones de poder y dominación. 
  • Reproducción Social: Bourdieu argumentó que la sociedad reproduce las desigualdades sociales a través de mecanismos como la educación y la cultura. Según él, el sistema educativo favorece a aquellos con más capital cultural, reflejando y perpetuando las desigualdades sociales. 
Estos conceptos nos permiten analizar las desigualdades sociales y las dinámicas de poder en diferentes ámbitos de la vida social. Pierre Bourdieu también desarrolló conceptos clave para entender la estructura y dinámica de la sociedad. Dos de estos conceptos son el espacio social y las prácticas sociales. 
  • Espacio Social: Es una representación abstracta de las relaciones sociales entre individuos y grupos en una sociedad. No se trata de un espacio físico, sino de un campo de lucha simbólica donde los individuos y grupos compiten por recursos y poder. Este espacio está estructurado por diferentes tipos de capital (económico, cultural, social y simbólico) que determinan la posición de los individuos dentro del mismo. 
  • Prácticas Sociales: Son las acciones y comportamientos de las personas dentro de su entorno social que reflejan su posición en la estructura social. Estas prácticas están influenciadas por el habitus, que es el conjunto de disposiciones duraderas y adquiridas socialmente que guían las acciones y percepciones de los individuos. Las prácticas sociales no solo reflejan la desigualdad social, sino que también la reproducen, ya que están moldeadas por el capital cultural, social y económico de cada individuo. 
En resumen, el espacio social y las prácticas sociales son conceptos interrelacionados que nos permiten entender cómo las relaciones de poder y los recursos influyen en las acciones y comportamientos de las personas en la sociedad. 
El concepto de habitus es central en la teoría sociológica de Pierre Bourdieu. Se refiere a un conjunto de disposiciones duraderas y adquiridas socialmente que influyen en la forma en que las personas actúan, piensan y perciben el mundo. El habitus se forma a través de la socialización y la interacción con el entorno social y cultural. Estas disposiciones se internalizan y se convierten en una parte integral del individuo, guiando sus prácticas cotidianas, percepciones y elecciones. 

Espacio social y las prácticas sociales según Pierre Bourdieu
Cette étude a identifié quatre modèles sociaux principaux: les Bobos (bourgeois bohèmes), les « Bourges » (bourgeois traditionnels), les Dominés (ce sont les classes populaires subissant une domination sociale) et les Popu (que l’on qualifie de populistes). 

Habitus es un sistema de esquemas de percepción, apreciación y acción que se desarrolla a lo largo de la vida de una persona y que estructura su percepción de la realidad social y orienta sus prácticas. Dicho de otro modo: Habitus es la sociedad inscrita en el cuerpo, en el individuo biológico. En su obra magna, La distinción (e.o. 1979), estudia los usos culturales de la Francia de los años 1970 a partir de este tipo de supuestos. Ese esquema se puede actualizar para mejor comprender la realidad de cualquier sociedad.

La cultura abarata notablemente el coste del ocio y de la vida


"Cuanto más vacía es la mente de una persona, más dinero necesita para llenar sus fines de semana. Al no crear ni producir nada por sí misma, debe comprarlo todo para entretenerse. En cambio, alguien con un cierto nivel de cultura encuentra placer en una buena conversación, en la lectura de un libro o en disfrutar de la música, enriqueciendo su tiempo de una manera más profunda y significativa. La riqueza que nos proporcionan los libros es una verdadera fortuna, más duradera y pura que cualquier riqueza material que se pueda poseer."

Declaró que educar es formar seres humanos completos, porque dicho acto busca perpetuar lo que considera verdaderamente humano: “Nos hacemos humanos unos a otros, repartimos humanidad a nuestro alrededor y la recibimos de los demás”.
Recalcó Fernando Savater que la ciudadanía no es definida por la tierra o los componentes naturales, sino que se transmite por el estado de derecho, la constitución democrática y las leyes de un país. La democracia obliga a educar como si cada ciudadano fuera a ser gobernante, por lo que consideró que no debe restringirse sólo a los sectores que pueden pagarla, pues esto representa una amenaza para la sociedad: “La educación es lo que lucha contra esa fatalidad que hace que el pobre siempre tenga que tener hijos pobres y que el ignorante siempre tenga que tener hijos ignorantes”.

La persona que sabe leer, que se aficiona a la alegría de la lectura, tiene unos goces extraordinarios y además a muy poco precio. El mundo está lleno de diversiones caras. Cuanto más inculta es una persona, más dinero necesita para pasar los fines de semana, porque como no fabrica nada, no produce nada, todo lo tiene que comprar. Mientras que una persona con un cierto nivel de cultura, con la conversación, un libro o una música puede pasar el tiempo de una manera enriquecedora, la riqueza que nos dan los libros es una riqueza real más duradera y limpia que las que se tienen.”