"Cuanto más vacía es la mente de una persona, más dinero necesita para llenar sus fines de semana. Al no crear ni producir nada por sí misma, debe comprarlo todo para entretenerse. En cambio, alguien con un cierto nivel de cultura encuentra placer en una buena conversación, en la lectura de un libro o en disfrutar de la música, enriqueciendo su tiempo de una manera más profunda y significativa. La riqueza que nos proporcionan los libros es una verdadera fortuna, más duradera y pura que cualquier riqueza material que se pueda poseer."
Declaró que educar es formar seres humanos completos, porque dicho acto busca perpetuar lo que considera verdaderamente humano: “Nos hacemos humanos unos a otros, repartimos humanidad a nuestro alrededor y la recibimos de los demás”.
Recalcó Fernando Savater que la ciudadanía no es definida por la tierra o los componentes naturales, sino que se transmite por el estado de derecho, la constitución democrática y las leyes de un país.
La democracia obliga a educar como si cada ciudadano fuera a ser gobernante, por lo que consideró que no debe restringirse sólo a los sectores que pueden pagarla, pues esto representa una amenaza para la sociedad: “La educación es lo que lucha contra esa fatalidad que hace que el pobre siempre tenga que tener hijos pobres y que el ignorante siempre tenga que tener hijos ignorantes”.
“La persona que sabe leer, que se aficiona a la alegría de la lectura, tiene unos goces extraordinarios y además a muy poco precio. El mundo está lleno de diversiones caras. Cuanto más inculta es una persona, más dinero necesita para pasar los fines de semana, porque como no fabrica nada, no produce nada, todo lo tiene que comprar. Mientras que una persona con un cierto nivel de cultura, con la conversación, un libro o una música puede pasar el tiempo de una manera enriquecedora, la riqueza que nos dan los libros es una riqueza real más duradera y limpia que las que se tienen.”