Ahora y hoy en tres escalas temporales
¿Para cuándo un Tour de France sin emisiones?
Este espectáculo rodante único también podría ser el mejor escenario para que los autobuses, la policía, medios de comunicación o servicios médicos mostrasen su apuesta por la movilidad sostenible,... Pero otro año más sin que se haya aprovechado esta oportunidad.
110ª edición del Tour de France desde Getxo en 1ª Etapa
Hacia las 11:30 llega la caravana y el pelotón en torno a las 13:30.
¡Es el software, estúpido! Primer consejo para comprar automóviles (eléctricos, por favor)
La primera sugerencia puede sorprender a potenciales compradores de cualquier vehículo: No hace falta, como primer paso, que vayan a un concesionario. Simplemente asómense a las tiendas de APPs en Google Play de Android o en APP Store de Apple para ver la aplicación de el vehículo que puede ser de su interés. Es la mejor referencia de la calidad comparativa de ese modelo y marca. Puede parecer absurdo, pero es un convencimiento largamente gestado y del que anticipamos algo en Mobility Center de Zaragoza hace unos pocos meses.
En la actualidad, al comparar marcas (o modelos) de vehículos, ha llegado el momento de comenzar por el análisis del software que anima al vehículo. El software es su "pieza" más vital, mucho más determinante que las habituales características de lo relativo al hardware (potencia, recarga, autonomía,...). Esas medidas son variables en función del software que las dinamice.
Esto hace décadas ya sucede en las cámaras, los móviles (la integración del software y el hardware de Apple es proverbial) y en otros productos de la electrónica. Los automóviles son ya parte de este campo. Así les denominan despectivamente "ordenadores con ruedas", sin saber que aciertan. Esas capas de software, de informática, de Inteligencia Artificial, son actualmente lo más determinante de cualquier vehículo moderno.
El ranking de marcas (incluso su cotización bursátil) se jerarquiza casi linealmente por la importancia que otorgan al software, tanto al de interacción con el usuario, como entre los componentes del vehículo o con las redes externas de recarga. Ya no pesa tanto la tradición o calidad en el hardware del motor, de la carrocería o de la tapicería; hoy día lo esencial es sentir toda la potencialidad de un vehículo en sus constantes actualizaciones, en que esté permanentemente conectado con nosotros, o en formar parte de nuestra identidad no solamente al conducirlo (o ser conducidos), sino en todo momento.
Tesla es la primera marca que advirtió esta realidad, porque Tesla es una marca de software (con el que obtiene casi un 25% de los beneficios de su ingente mercado). A pesar de haber nacido hace apenas 20 años (en 2003) y de haber comercializado un primer vehículo en 2008, Tesla está diseñando sus automóviles eléctricos con la singularidad de crearlos desde una arquitectura de software innovadora, algo que asegura su éxito por la ventaja competitiva que supone.
En Tesla están obsesionados con su software y aprovechan estratégicamente el software de código abierto disponible para distinguir la funcionalidad de la empresa. De hecho, cada pocas semanas, Tesla publica actualizaciones que agregan características y capacidades notables. En pocas palabras, la estrategia fundamental y ganadora de Tesla es diferenciar su automóvil a través de un software vanguardista sin parangón.
Otros fabricantes, con siglos de historia predigital aún no lo han entendido, y siguen simplemente sustituyendo motores de combustión interna por motores eléctricos. Cierto que con ello logran arrinconar vehículos sucios, ruidosos, contaminantes y complejos, evitando males irreversibles para la humanidad y el planeta, pero no han entendido nada del proceso. A esos dirigentes habríamos de gritarles todos los usuarios: ¡Es el software, estúpido!
Esa es la genialidad de Elon Musk, un físico y no un ingeniero de motores, un informático y emprendedor único y un polímata del siglo XXI. Los fabricantes de automóviles tradicionales deben darse cuenta de que su supervivencia a largo plazo requiere comprender que "es el software, estúpido". Los primeros competidores que surgieron frente a Tesla recordaban a engendros históricos como el sonado fracaso del Ford Edsel a finales de los años 50.
Este post es el primero de una serie que comienza hoy mismo, martes 27-6-2023, dos semanas después del relevo y tras la última videoconferencia ha concluido el traspaso de poderes en AUVE. Con ello se abre una nueva etapa como expresidente de AUVE, donde opinemos con la libertad propia de un usuario de VE con algunos aprendizajes adquiridos. Publicaremos con mayor claridad (y subjetividad, posiblemente), siempre con el objetivo de ayudar a usuarios presentes y futuros de Vehículos Eléctricos.
Es oportuno cuando vivimos una nueva campaña electoral en España el 23J, tras apenas unos pocos meses de la anterior el 28M, y donde todavía se confunde al electorado hablando de todo menos de lo importante. La nostalgia nos conduce -otra vez- a la campaña presidencial estadounidense de 1992, cuando Bill Clinton se concentró en lo esencial -aún más entonces, con una economía norteamericana estancada- y espetó aquel sucinto, "Es la economía, estúpido". El mensaje resonó ante las urnas, y le permitió ganar el primero de sus dos mandatos.
Actualización: Exactamente 6 meses después. Enrique Dans escribe esto.
Leer mientras paseamos o nadamos: Audiolibros
Más que un podcast es una obra de arte.@1libro1hora @Amasensio @La_SER pic.twitter.com/weJCUSFuTg
— Se hace saber... (@LibroHermetico) June 25, 2023
Homenaje a Cormac McCarthy
Cormac McCarthy nació en 1933 en Rhode Island, aunque pasó la mayor parte de su niñez cerca de Knoxville, Tennessee, donde se desarrollan sus primeras cuatro novelas. En 1965 llamó la atención de la crítica internacional con su trabajo El guardián del vergel, que ganó el premio Faulkner a la primera novela. Más tarde aparecerían La oscuridad exterior, Hijo de Dios y Suttree, ambientadas en un Sur gótico y violento, y que han sido comparadas con la obra de William Faulkner y Flannery O'Connor. En 1981, Cormac McCarthy recibió el premio MacArthur Fellowship, el reputado Genius Grant, y escribió Meridiano de sangre.
En 1992 publicó Todos los hermosos caballos, el primer volumen de su trilogía, que cosechó el aplauso de la crítica y un gran número de lectores. Finalmente, el libro fue galardonado con el premio literario más importante de Estados Unidos, el National Book Award. Completan la trilogía En la frontera y Ciudades de la llanura. En 2006 apareció No es país para viejos.
Con La carretera ganó el premio Pulitzer en 2007. Cormac McCarthy es también autor de la obra de teatro El Sunset Limited y del guión El consejero. El pasajero / Stella Maris (2022) es su última novela. Falleció en su casa de Santa Fe, Nuevo México, el 13 de junio de 2023.
Se le compara frecuentemente a Cormac McCarthy con William Faulkner y ocasionalmente con Herman Melville, aunque por la importancia del viaje y del río en su obra también se le podría emparentar con Mark Twain, y por la causticidad y precisión de su prosa con Jim Thompson.
- Nunca sabes de qué suerte peor te ha salvado tu mala suerte.
- Si no cumples una promesa pequeña tampoco cumplirás una grande.
- Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar.
- El dinero temeroso no puede ganar y un hombre preocupado no puede amar.
- En mi experiencia, las dificultades de la vida no hacen más caritativas a las personas.
- Siempre se paga demasiado. Sobre todo por las promesas. No existe promesa que sea una ganga.
- Gobernar a los buenos cuesta muy poco. Poquísimo. Y a los malos no hay modo de gobernarlos. Al menos que yo sepa.
- Él le cogió la mano y cruzaron la calle hasta el hotel. Intentó leerle el corazón en el apretón de su mano, pero no adivinó nada.
- Me preguntaba de qué soy profesor. Bien, yo profeso la oscuridad. Esa noche disfrazada de día. Y ahora, le deseo lo mejor pero debo irme.
- No estoy interesado en escribir historias cortas. Cualquier cosa que no gaste años de tu vida y te conduzca hacia el suicidio, difícilmente merecerá ser hecha.
- Todo va a ir bien, ¿verdad, papá? Sí. Todo irá bien. Y no nos va a pasar nada malo. Desde luego que no. Porque nosotros llevamos el fuego. Así es. Porque llevamos el fuego.
- Cuando sueñes con un mundo que nunca existió o con un mundo que no existirá y estés contento otra vez, entonces te habrás rendido. ¿Lo entiendes? Y no puedes rendirte. Yo no lo permitiré.
- ¿Has pensado alguna vez en la muerte? Sí. A veces. ¿Y tú? Sí. A veces. ¿Crees que existe un cielo? Sí. ¿Tú no? No lo sé. Quizá sí. ¿Crees que puedes creer en el cielo si no crees en el infierno? Creo que puedes creer lo que quieras.
- Cuando ella se volvió y le miró, él comprendió que le había visto desde la ventanilla del vagón. Mientras caminaba hacia él, su belleza se le antojó algo totalmente improbable. Una presencia inimaginable en este lugar o en cualquier otro. Se le acercó sonriendo tristemente, le rozó con los dedos la cicatriz de la mejilla, se estiró y la besó y él le dio un beso y le cogió la maleta. Estás tan delgado, dijo ella. Él miró aquellos ojos azules como un hombre que busca la visión del futuro aún no creado del universo. Apenas tenía aliento para hablar y le dijo que era muy hermosa y ella sonrió y en sus ojos había la tristeza que él vio por primera vez la noche que fue a su habitación y supo que, aunque estaba contenido en aquella tristeza, no constituía su totalidad.
Un experimento nunca vivido: No hacer nada en una semana
Recuperando tiempo para familia, amistades, libros y paseos,… Y descubriendo con gusto los #audiolibros / #audiobooks para revivir clásicos en la playa o en la piscina,… pic.twitter.com/nOnjctjdq3
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) June 16, 2023
Informe y despedida del Presidente de AUVE, Mikel Agirregabiria
Estimados amigos y amigas, socias y socios de AUVE:
Desde hoy, martes 13 de junio de 2023, he dejado de ser Presidente de AUVE. Ha sido en la Asamblea General que programamos al cumplirse un año completo (y 4 días), desde aquel 9 de junio de 2022 donde, en la Asamblea General de 2022, me responsabilicé para presidir la Junta Directiva de AUVE.
Hace algo más de una año, me propusieron ser Presidente y accedí. Hace unas semanas, algunos me propusieron dejar de serlo, y acepté. Para aclarar malentendidos, no he dimitido, ni he rechazado ser parte de la Junta. Me pidieron dar un paso al lado y así lo he hecho. Desde hoy mismo, soy un socio más de AUVE, como lo era desde 2018, hasta que apenas hace 498 días me comprometí como Delegado de Bizkaia y del País Vasco el 31 de enero de 2022.
Partiendo de la premisa propia de que hay que rendir cuentas anuales, preparamos esta Asamblea General para la fecha de hoy. Y aquí estamos para ello y para cerrar un período. Pero, permitidme una última nostalgia, me hubiera gustado que con una Junta ampliada se hubiese concluido el mandato el 31 de diciembre de este año 2023. Porque -a pesar de lo mucho conseguido por todas y todos vosotros- aún quedaban temas importantes por ultimar. Además, de ese modo, las Asambleas Generales se hubiesen ajustado con los años naturales.
En todo caso y afortunadamente, AUVE sigue adelante con su Junta, Comisiones, Consejo y Delegaciones, gracias a todos sus 6.000 socios y socias actuales que colaboran, desde sus diversas -pero inmensamente valiosas- responsabilidades y compromisos. En esa labor y con toda la modestia continuaré ayudando y aportando.
Creo que entre muchas personas, en muchos momentos y lugares, de modos muy diferentes, altruistas y complementarios hemos cubierto un crucial etapa de crecimiento histórico, más en lo cualitativo pero también en lo cuantitativo.
Ha sido un honor y un aprendizaje presidir AUVE durante 369 días (más 129 días como Delegado provincial y autonómico), con un gran equipo que ha facilitado el proceso. Ahora y para siempre, queda todo esa experiencia con la que ojalá hubiéramos contado en su momento. Inevitablemente se sabe más de un puesto, de su escenario y contexto, al irse que al llegar. Es una insólita paradoja este conocimiento postrero, pero queda el consuelo de que puede transmitirse a quienes nos suceden.
Quizá haya llegado la oportunidad de poder hablar y publicar a título personal, como un usuario de VE, sin la prudencia y el equilibrio exigibles a quien aspira a representar a un colectivo tan plural y a convenir y documentar unas conclusiones colegiadas.
Gracias, AUVEistas, por todo el trabajo realizado este año. Nos seguiremos viendo y conversando. A seguir como siempre, sumando esfuerzos en pro de la movilidad sostenible e inclusiva.
Algunas reflexiones tardías, fruto de unos días de proceso interno. La inteligencia suprema reside en la adaptación al cambio. Ha sido una etapa al frente de AUVE tan apasionante como improrrogable. Con una dedicación exclusiva que contabiliza más de cinco mil horas de esfuerzo concentrado en un año, viajes por doce CCAA y cuatro países (que pronto serán seis y siempre por nuestra cuenta), todo con un alto coste personal y familiar (e incluso económico). Ha merecido la pena, sobradamente, pero la continuidad solamente era sostenible apenas unos meses más.
Bienvenido el cambio, una vez más, y entendiéndolo bien como lo que es realmente la innovación: Un trance de crecimiento. Si me permiten una confidencia, que quienes me conocen de tiempo atrás saben bien, siempre preferí poner en marcha proyectos que gestionarlos después. Así como que cada vez que asumí nuevos desafíos desde el primer momento pensé que lo mejor y más permanente vendría al concluir (como ahora que para la posteridad me queda el pundonor de ser expresidente de AUVE).
Ahora se abren nuevas rutas, tras una experiencia más muy enriquecedora. Y océanos de tiempo, de horas, de nuevos campos de exploración. Ha llegado el momento de recuperar lecturas pospuestas, escrituras abandonadas, y postergadas cumbres por estudiar y conquistar. Aquí daremos cuenta de todo ello, para quienes fielmente repasan de cuando en cuando estos apuntes,... Gracias a quienes hacéis posible todo esto.
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