Qué gesto tan vergonzoso el de Leticia y Leonor con Doña Sofía @CasaReal pic.twitter.com/mSdn2upTlZ— Athenea Hübnner Corso (@Athenea__Diosa) 3 de abril de 2018
La Educación de las Reinas, o aprendiendo a ser hija, madre y abuela
Cumpleaños y jubilación de Mikel Agirregabiria
Hoy, 3 de abril de 2018, que Google conmemora en su "doodle" el 325 aniversario del nacimiento del gran John Harrison (ver imagen a la derecha, del inventor del cronómetro marino, con el que los navegantes pueden calcular la longitud en los viajes en alta mar), a escala mucho más de familia y amistad, este blogger cumple 65 años lo que ha desencadenado su inexorable jubilación en esta misma fecha.
Dado que el tiempo ahora pasa a discurrir de otro modo, que llevamos varios días, incluso semanas, de despedidas, y que casualmente Carmen y yo estamos en plena #AlicanTerapia, hoy sólo podemos agradecer mediante este simple texto las muestras de cariño que nos están haciendo llegar. Ya habrá tiempo de respuestas personalizadas como se merecen, pero probablemente serán en los próximos días. Incluso alguna foto más acorde (de momento el último selfie), pero hoy es una jornada de transición, sin duelo alguno, pero de sensaciones singulares.
Dado que el tiempo ahora pasa a discurrir de otro modo, que llevamos varios días, incluso semanas, de despedidas, y que casualmente Carmen y yo estamos en plena #AlicanTerapia, hoy sólo podemos agradecer mediante este simple texto las muestras de cariño que nos están haciendo llegar. Ya habrá tiempo de respuestas personalizadas como se merecen, pero probablemente serán en los próximos días. Incluso alguna foto más acorde (de momento el último selfie), pero hoy es una jornada de transición, sin duelo alguno, pero de sensaciones singulares.
Mila esker! ¡Gracias, muchas gracias! Merci beaucoup! Thank you very much!
Por el momento, únicamente congelo en 7.417 los contactos profesionales de LinkedIn, elimino mi email profesional como alternativo, y trataré de añadir "Jubilado" a mi perfil referenciado en las múltiples plataformas digitales (ya me ha costado, incluso modificarlo arriba a la derecha en este mismo blog, por todos los parches que incluye ;-).
Entradas recientes sobre jubilación, madurez, vejez, pensiones,...
El Lecho de Procusto, nueva obra de Nassim N. Taleb
Finalmente disponemos en español del libro "El lecho de Procusto" (Editorial Paidós) de Nassim Nicholas Taleb. Se trata de una selección de cientos de aforismos. Un formato, algo anticuado, por dos motivos. El primero, que el auge de Twitter ha reavivado la sed ancestral por estas pequeñas cápsulas de sabiduría en formato breve. Y el segundo, que los aforismos son, junto a la poesía, la forma más antigua de comunicación.
Leamos algunas perlas de Nassim Taleb:
- Para aruinar a un idiota, dale información.
- La persona que más miedo tienes de contradecir es a ti mismo.
- Una idea comienza a ser interesante cuando tienes miedo de llevarla a su conclusión lógica.
- Las compañías farmacéuticas son mejores inventando enfermedades para medicamentos que ya existen que inventando medicamentos para enfermedades que ya existen.
- Para comprender el efecto liberador del asceticismo, considera que perder toda tu fortuna es mucho menos doloroso que perder solo la mitad de esta.
- El ámbito académico es al conocimiento lo que la pr0s****ción es al amor: bastante parecido en la superficie, pero, para el que no es bobo, no exactamente la misma cosa.
- En la ciencia, necesitas entender el mundo, en los negocios necesitas que otros lo malinterpreten.
- Sospecho que mataron a Socrates porque hay algo terriblemente poco atractivo, alienante e inhumano en pensar con demasiada claridad.
- La educación hace al sabio un poco más sabio, pero hace al idiota infinitamente más peligroso.
- El test para la originalidad de una idea no es la ausencia de un solo predecesor, sino la presencia de múltiples pero incompatibles predecesores.
- El doble castigo de la modernidad es hacernos crecer prematuramente y vivir más tiempo.
- Un erudito es aquel que muestra menos de lo que sabe; un periodista y un consultor, lo contrario; la mayoría cae en algún punto entre ambos.
- Tu cerebro es más inteligente cuando no le ordenas qué hacer: Algo que la gente que se ducha descubre ocasionalmente.
- Si tu enojo disminuye con el tiempo, cometiste injusticias; si aumenta, sufriste injusticias.
- Me pregunto si aquellos que defienden la generosidad por sus recompensas, son conscientes de su inconsistencia, o si aquello que llaman generosidad es una atractiva estrategia de inversión.
- Aquellos que piensan que la religión trata sobre la "fe", no entienden la religión, y no entienden la fe.
- No hay un estado intermedio entre el agua y el hielo, pero si hay uno entre la vida y la muerte: el trabajo.
- El trabajo destruye tu alma invadiendo furtivamente tu mente durante las horas no gastadas oficialmente trabajando: Sé selectivo respecto a las profesiones.
- Las tres sustancias más adictivas del mundo son la heroína, los carbohidratos y una nómina mensual como empleado.
- En la naturaleza nunca repetimos el mismo movimiento. En cautiverio (oficina, gimnasio, transporte, deportes), la vida es solo un repetitivo daño por fatiga. Sin aleatoridad.
- Usar, a modo de escusa, la falta de sentido común de otros es, en sí mismo, una falta de sentido común. Eres rico si y sólo si el dinero que rechazas te sabe mejor que el dinero que aceptas.
- Lo mejor que le podría pasar a la sociedad es la quiebra de Goldman Sachs.
- La conformidad con la rectitud de la estrecha (Aristotélica) lógica y el eludir sus fatales inconsistencias no es la misma cosa.
- Los economistas no pueden digerir la idea de que lo colectivo (y lo agregado) es desproporcionalmente menos predecible que lo individual.
- No hables del "progreso" en términos de longevidad, seguridad o confort, sin antes comparar los animales del zoo con aquellos que viven en libertad.
- Si por la mañana, sabes con total precisión como va a ser tu día, estás un poquito muerto ya. A más precisión, más muerto estás.
- Tienes una vida equilibrada cuando la mayoría de lo que temes tiene la estimulante perspectiva de una aventura.
- Nadie quiere ser perfectamente transparente; no frente a los demás, y con total seguridad no frente a sí mismo.
Otros posts sobre Nassim Nicholas Taleb (o sobre la cama de Procusto).
Reciente entrevista a Taleb en El Mundo.
Reciente entrevista a Taleb en El Mundo.
Caída final de la Estación Espacial china #Tiangong1
⚠️ AHORA | Medios oficiales de China anuncian que el #Tiangong1 ha Caído en el Pacífico Sur. AMPLIAREMOS!... pic.twitter.com/EZhebMO7IO— Sismologia Mundial (@SismoMundial) 2 de abril de 2018
Éstas son las últimas imágenes de la estación espacial china #Tiangong1 que reingresó en la atmósfera hace minutos. RT a esta magia. pic.twitter.com/2MB9cVJ7Bn— Lex Fazio ⚡️ (@LexFazio) 2 de abril de 2018
Planet Labs destaca a Bilbao como ciudad llamativa... desde el espacio también
Imagen del pasado 13 de marzo de 2018 de uno de los 200 minisatéites de la constelación SkySat sobrevolando Bilbao.
La empresa Planet Labs, propietaria de la red de 200 minisatéites de la constelación SkySat, que sobrevuelan y fotografían desde 475 kilómetros de altura de su órbita, a través de su publicación Medium selecciona Riyadh (Saudi Arabia), Pearl-Qatar , Houston y BILBAO, antes que Shanghai, Osaka o Cape Town (Sudáfrica).
Indica que Bilbao, antes una ciudad industrial con puerto, ahora es el centro del arte, la cultura y la gastronomía vasca, con referencias como el estadio de San Mamés (en color blanco muy distinguible), la Torre Iberdrola (con sus 165 metros de altura), y el menos diferenciable desde el espacio Museo Guggenheim Bilbao, todos ubicados a lo largo de la serpenteante Ría de Bilbao.
También se destacan otros edificios emblemáticos como:
También se destacan otros edificios emblemáticos como:
- El Palacio de Deportes de Bilbao, con su verde inconfundible, es otro de los edificios que el lector puede reconocer sin problemas en la imagen del satélite.
- La Estación de Abando, con su playa de vías de la estación de tren de Abando y su enorme cubierta son dos de los iconos en la fotografía satelital de Bilbao.
- La nueva Torre o el Rascacielos negro de Bolueta (véase post), todavía en obra, de 88 metros de altura y 28 plantas- que se convierte en una imagen singular gracias al color negro de las 2.905 chapas de aluminio que recubren la fachada y que lo convierten en una mancha negra que resalta en la parte inferior de la fotografía tomada por el SkySat.
El centro del universo (AKA Bilbao) visto desde un Dove de @planetlabs. Más en https://t.co/0knbMNzIar pic.twitter.com/QIEBS5XFm7— Wicho (@wicho) 30 de marzo de 2018
¿Qué fue de los viejos de la manada?, elogio de la vejez
Reproducimos este artículo "¿Qué fue de los viejos de la manada?" de Carmen Posadas en XLSemanal. Incluimos algunos resaltes propios en negrita. Constituye todo un elogio de la vejez (etiqueta Vejez que creamos, adicional a la de madurez). "Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena", apuntó Ingmar Bergman.
Hace sesenta y cuatro años, William Golding aterró al mundo con su novela El señor de las moscas. En ella se cuenta la historia de un grupo de niños solos en una isla desierta y cómo, alejados de la civilización, se convierten poco a poco en salvajes hasta llegar a cazar y matarse entre ellos. Esta fábula se ha leído siempre como parábola de lo que ocurre cuando se pierden las referencias y se obvian las normas que hemos ido dándonos para conformar eso que llamamos ‘sociedad’.
Hace poco, sin embargo, una amiga uruguaya me hizo ver esta misma situación desde un punto de vista distinto, pero igualmente inquietante. Recordaba ella que años atrás en el parque Kruger de Sudáfrica se produjo la siguiente situación (leer el caso en este enlace). Para repoblar una zona del parque en la que no había elefantes, se trasladó a cuarenta ejemplares jóvenes. Poco después se descubrió que estos animales se habían vuelto muy violentos y habían atacado a turistas y a sus propios congéneres. Introdujeron en esa manada elefantes viejos y la violencia se redujo hasta desaparecer. ¿Qué había ocurrido? Simplemente que la agresividad de los jóvenes en plena explosión de testosterona no tenía como antídoto la jerarquía y el ejemplo que proporcionaban los viejos.
Este experimento se relacionó con otra observación similar, esta vez con seres humanos como protagonistas. Se ha estudiado, por ejemplo, que las tribus que logran sobrevivir mejor a las sequías que con tanta frecuencia asolan África son las que tienen más integrantes de edad. En este caso, la experiencia de los años sirve para buscar agua o alimentos, pero también para mantener el orden y la concordia en situaciones difíciles. Todo esto hizo reflexionar a mi amiga sobre algo que seguramente ustedes han pensado también.
¿No será que esta sociedad nuestra, adoradora de la juventud, en la que los viejos imitan a los jóvenes y no al revés como antes ocurría, se está quedando huérfana de algo fundamental? ¿No será que en el altar de la eterna juventud regido por «mi edad no está en mi DNI sino en mi espíritu, etcétera» estamos sacrificando un papel que es fundamental en la sociedad? El de guía, el de referencia, el de la experiencia.
Posiblemente la situación no sería tan grave si los viejos (y digo la palabra con toda intención, ya basta de eufemismos tontos), además de abdicar de nuestro rol, no estuviéramos adoptando además el comportamiento infantiloide imperante. Ahora lo guay es ser espontáneo, transgresor, impulsivo, y eso está muy bien en un joven. Pero los jóvenes no necesitan que los imitemos. Necesitan más bien referentes, modelos, y difícilmente puede uno ser modelo de nada si se comporta como un quinceañero.
Hay quien piensa aún que ser padre consiste en convertirse en colega de sus hijos. Recuerdo que cuando mis hijas eran pequeñas me preguntaban en entrevistas si yo era su mejor amiga, a lo que yo respondía que no, que era su madre, que me parecía más importante. Me granjeé tremenda fama de madrastra entre los entrevistadores de revistas del cuore, pero me dio igual. Sigo creyendo que no ayudamos a nuestros hijos cuando nos ponemos a su altura, porque ellos necesitan mirar hacia arriba y no hacia el costado y mucho menos hacia abajo.
En la novela de Golding (ver en vídeo), los niños convertidos en salvajes comienzan a adorar y a temer una cabeza de jabalí ensangrentada y llena de moscas. A falta de otros modelos, convirtieron al ‘Señor de las moscas’ en su referente. ¿No estará pasando lo mismo con nuestros jóvenes? Así parece sugerir lo que uno lee a diario. Niños que violan a niños, bullying, acoso, burla… Eso por no mencionar comportamientos que todos ya damos por buenos como hablar mal a los padres, a los maestros, faltas de respeto, desobediencia y caprichos sin fin. Hay quien piensa que poner coto a ciertas conductas es coartar libertades. Yo, en cambio, me pregunto si no estaremos haciendo un flaco favor a las generaciones venideras abdicando de lo que siempre ha sido responsabilidad de los viejos de la manada: servir de guía, de muro de protección y también, por qué no, de contención.
Hace sesenta y cuatro años, William Golding aterró al mundo con su novela El señor de las moscas. En ella se cuenta la historia de un grupo de niños solos en una isla desierta y cómo, alejados de la civilización, se convierten poco a poco en salvajes hasta llegar a cazar y matarse entre ellos. Esta fábula se ha leído siempre como parábola de lo que ocurre cuando se pierden las referencias y se obvian las normas que hemos ido dándonos para conformar eso que llamamos ‘sociedad’.
Hace poco, sin embargo, una amiga uruguaya me hizo ver esta misma situación desde un punto de vista distinto, pero igualmente inquietante. Recordaba ella que años atrás en el parque Kruger de Sudáfrica se produjo la siguiente situación (leer el caso en este enlace). Para repoblar una zona del parque en la que no había elefantes, se trasladó a cuarenta ejemplares jóvenes. Poco después se descubrió que estos animales se habían vuelto muy violentos y habían atacado a turistas y a sus propios congéneres. Introdujeron en esa manada elefantes viejos y la violencia se redujo hasta desaparecer. ¿Qué había ocurrido? Simplemente que la agresividad de los jóvenes en plena explosión de testosterona no tenía como antídoto la jerarquía y el ejemplo que proporcionaban los viejos.
Este experimento se relacionó con otra observación similar, esta vez con seres humanos como protagonistas. Se ha estudiado, por ejemplo, que las tribus que logran sobrevivir mejor a las sequías que con tanta frecuencia asolan África son las que tienen más integrantes de edad. En este caso, la experiencia de los años sirve para buscar agua o alimentos, pero también para mantener el orden y la concordia en situaciones difíciles. Todo esto hizo reflexionar a mi amiga sobre algo que seguramente ustedes han pensado también.
¿No será que esta sociedad nuestra, adoradora de la juventud, en la que los viejos imitan a los jóvenes y no al revés como antes ocurría, se está quedando huérfana de algo fundamental? ¿No será que en el altar de la eterna juventud regido por «mi edad no está en mi DNI sino en mi espíritu, etcétera» estamos sacrificando un papel que es fundamental en la sociedad? El de guía, el de referencia, el de la experiencia.
Posiblemente la situación no sería tan grave si los viejos (y digo la palabra con toda intención, ya basta de eufemismos tontos), además de abdicar de nuestro rol, no estuviéramos adoptando además el comportamiento infantiloide imperante. Ahora lo guay es ser espontáneo, transgresor, impulsivo, y eso está muy bien en un joven. Pero los jóvenes no necesitan que los imitemos. Necesitan más bien referentes, modelos, y difícilmente puede uno ser modelo de nada si se comporta como un quinceañero.
Hay quien piensa aún que ser padre consiste en convertirse en colega de sus hijos. Recuerdo que cuando mis hijas eran pequeñas me preguntaban en entrevistas si yo era su mejor amiga, a lo que yo respondía que no, que era su madre, que me parecía más importante. Me granjeé tremenda fama de madrastra entre los entrevistadores de revistas del cuore, pero me dio igual. Sigo creyendo que no ayudamos a nuestros hijos cuando nos ponemos a su altura, porque ellos necesitan mirar hacia arriba y no hacia el costado y mucho menos hacia abajo.
En la novela de Golding (ver en vídeo), los niños convertidos en salvajes comienzan a adorar y a temer una cabeza de jabalí ensangrentada y llena de moscas. A falta de otros modelos, convirtieron al ‘Señor de las moscas’ en su referente. ¿No estará pasando lo mismo con nuestros jóvenes? Así parece sugerir lo que uno lee a diario. Niños que violan a niños, bullying, acoso, burla… Eso por no mencionar comportamientos que todos ya damos por buenos como hablar mal a los padres, a los maestros, faltas de respeto, desobediencia y caprichos sin fin. Hay quien piensa que poner coto a ciertas conductas es coartar libertades. Yo, en cambio, me pregunto si no estaremos haciendo un flaco favor a las generaciones venideras abdicando de lo que siempre ha sido responsabilidad de los viejos de la manada: servir de guía, de muro de protección y también, por qué no, de contención.
76º aniversario de la muerte de Miguel Hernández
Desde este municipio de Pilar de la Horadada, segregado de Orihuela, se siente como cada año el aniversario de la muerte de Miguel Hernández a los 31 años.Con esta estrofa del poema 'Nanas de la cebolla' recordamos al gran poeta Miguel Hernández en el 76 aniversario de su muerte pic.twitter.com/9rd3qqqyG9— Universidad Alicante (@UA_Universidad) 28 de marzo de 2018
Diez poemas imprescindibles de Miguel Hernández... https://t.co/4iBJQdljeb#PoetasHispanosMagazine pic.twitter.com/xXxr9KWRCI— Poetas Hispanos® (@PoetasHispanos) 28 de marzo de 2018
Twitter se llena de poemas de Miguel Hernández 76 años después de su muerte en una cárcel franquista https://t.co/Dwrm3fRofX pic.twitter.com/baI86mQ5Qm— Tremending (@Tremending) 28 de marzo de 2018
10 poemas imprescindibles de Miguel Hernández— Europa Press (@europapress) 28 de marzo de 2018
Hoy es el aniversario de su muerte
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