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Salud, dinero y amor

La canción decía “Tres cosas hay en la vida: Salud, dinero y amor. Y el que tenga estas tres cosas, que le dé gracias a Dios”.

Tras la lotería de navidad que nunca toca, se declara el día de la salud: “Mientras haya salud…”. Y ello recuerda la terna clásica de la felicidad: Salud, dinero y amor. Dos de estos elementos también aparecen entre las tres vivencias que nunca se olvidan: el primer amor, el primer dinero ganado y el pueblo donde se nació. E igualmente, amor y dinero se repiten entre las tres cosas que no pueden ocultarse: el humo, el amor y el dinero.

Muchos consideramos que el orden convencional de estos tres pilares del bienestar no es el correcto: Mejor sería primero el amor, luego la salud y finalmente el dinero. Paul Giraldy señalaba una diferencia: “El joven desea: amor, dinero y salud. Cuando llega a viejo desea: salud, dinero y amor”. Probablemente la salud no preocupa en la juventud y sí en la madurez, pero la primacía del amor y la relatividad del dinero debieran ser constantes en todas las etapas vitales.

El amor es la materia básica de la que está hecha la vida, porque la ciencia de vivir es el arte de amar. El vals de Rodolfo Sciammarella, que se remonta a 1939, insistía: “El que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide”. El amor además da trascendencia a la vida, con sus múltiples formas y dimensiones: amor de pareja, familiar, amistad, solidaridad,… Maurice Blondel señaló “El amor es, ante todo, lo que hace ser”.

La salud ha demostrado ser la mayor preocupación de la población según todas las encuestas, donde entre las circunstancias que más nos inquietan aparecen en los primeros puestos el fallecimiento, una larga o grave enfermedad o la invalidez, mucho antes que el desempleo o el divorcio. Con razón Emerson apuntaba que “la primera riqueza es la salud”.

El dinero es un buen sirviente, pero un mal amo; por ello, hemos de convertir al dinero en el más poderoso de nuestros esclavos. De ese modo, el dinero es algo maravilloso. Puede ser descrito como la energía de la Humanidad en forma portátil. Dispone de poderes que su amo no posee: puede acudir donde su propietario no llega, hablar idiomas que su poseedor desconoce y salvar vidas de quienes su dueño no sabe el nombre. Así mientras trabajamos en nuestra oficina, con un poco de fraternidad podemos estar colaborando mediante ONGs en escuelas, hospitales o asilos de lejanos países.

Lo cierto es que amor, salud y dinero son esenciales porque cuando nos falta alguno de estos factores no podemos pensar en otros objetivos; sólo si los hemos conseguido –en algún grado- podremos plantearnos nuevas metas. ¡Que el año 2005 nos traiga mucho amor, salud y dinero! Por si acaso no vienen por sí mismos, sería aconsejable ponerse a trabajar duramente para descubrirlos allá donde se encuentren.

Benditos puntos

El permiso por puntos se demuestra misteriosamente eficaz.

Tras el habitual largo viaje vacacional de norte a sur en una fecha punta, se constata la simultánea fluidez del tráfico junto a un respeto mayor de las velocidades máximas. Todo ello aporta una inmediata sensación de mejora de la seguridad en la carretera. Era esperable y así lo demuestran las primeras estadísticas, además de coincidir con los resultados en otros países donde se aplicó la misma medida.

Llama la atención que lo que los conductores no supimos hacer como colectivo, por razones tan trascendentales como salvar vidas y evitar desdichas, ahora lo hagamos de golpe y sin rechistar para conservar unos abstractos “puntos” cuya pérdida sólo supone, a lo sumo, quedarse sin conducir durante una temporada. Merece un Premio Nobel el genial psicólogo social que inventó esta fórmula.
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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/puntos.htm

Promesa de Mesa

©Mikel AgirregabiriaLa Mesa del Parlamento Vasco necesita una Misa para que la Masa vea que la Musa les inspira. Quizá una “Moza” sea la solución.

EAJ-PNV tienen perfecto derecho a designar como candidato para presidir la Cámara a quien mejor le parezca, y más aún si desde la campaña electoral Juan Mari Atutxa estaba señalado para ello, dispone de probada experiencia y ha sido el parlamentario que más votos ha recabado. Pero también los demás partidos están en su perfecto derecho de no votarle, aunque el veto ad hominem sea siempre indeseable. Pero hasta aquí pocas novedades en las seis votaciones repetidas del lunes y martes (16 y 17 de junio).

Lo que empieza a ser más indignante para la ciudadanía vasca son: I) Los argumentos esgrimidos por casi todos los partidos, que no repetiremos aquí; y II) La cerrazón política y mental de todos ellos. Esto no parece un “Parlamento” donde se “parlamenta”. Esto se asemeja más a un colegio de niños mimados que no se ponen de acuerdo ni para jugar en el patio, ofreciendo “nuestra clase política” un espectáculo que no se merece el electorado vasco.

Seguramente sólo la grandeza humana de Atutxa puede evitar este colapso institucional, que debería zanjarse para el futuro con un nuevo reglamento más previsor. A Juan Mari por su extensa carrera, que su propio electorado valora como excelente por estar amenazado tanto por ETA como por los tribunales por defender la dignidad del Parlamento Vasco, le ha pasado factura el denominado “síndrome del desconocido”. Se prefiere a candidatos inéditos o a personajes débiles, como en el paradigma de “Yo, Claudio”, que promocionan sin hacer nada y, por tanto, sin acumular enemigos. A la tercera va la vencida: Sólo Juan Mari Atutxa con un nuevo sacrificio personal puede salvar, otra vez, el honor del Parlamento Vasco. En este caso, como en casi todas las situaciones de enfrentamiento estéril, “quien cede… gana”, y así debiera ser reconocido por toda la gente de bien.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/mesa.htm