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Educación para la Paz

· Una Educación en Valores Éticos.

Las continuas reformas escolares que han supuesto significativas mejoras, también han originado inesperados efectos indeseables. El prolongado análisis de los modelos sugeridos por los agentes educativos y las variaciones curriculares, metodológicas y organizativas, han eclipsado un debate previo sobre qué valores éticos y humanísticos ha de transmitir un moderno sistema educativo formal. En este punto no resulta ocioso reseñar que, aun­que sea obvio, los valores y principios son de elección y aceptación personal. Por tanto, se trata de un tema eminentemente subjetivo, aunque entendemos que no por ello resulta vana la reflexión en común para la adopción de una ética de mínimos que se aprenda y enseñe también en el ámbito de la comunidad educativa.

Ningún educador proclamaría jamás que el alumnado debe redescubrir las bases de la matemática o de la ciencia para no condicionar su propia visión o limitar su creatividad, sino que sólo un sólido conocimiento del saber histórico sobre la materia permite crecer. Si esto es tan palmario, ¿por qué esa corriente de no cultivar los aspectos éticos de la personalidad huma­na, y dejar su desarrollo a la simple y supuesta “espontaneidad”, que no existe en una realidad de influencias sociales? Bajo la supuesta “libertad de elección de valores”, que sólo se enmascara la renuncia de algunos a la formación ética, la ausencia de formación ética conduciría, en la mayoría de los casos, a la adopción de los valores más generalizados, los de la frivolidad del consumismo presente en los poderosos medios de comunicación, que los exponen como la única motivación consistente de la felicidad universal.

Reconoceremos a la Alfabetización Ética a través del sistema educativo como uno de sus primeros fines, para la integración de los alumnos en el sistema sociocultural al que per­tenecen y que está regido por unos códigos morales preexistentes. Para ello es fundamento básico la transmisión de los principios éticos imperantes, para que en un proceso de construcción autónoma de valores, sean libremente asumidos por los escolares, a fin de asegurar su subsiguiente continuidad y/o transfor­mación dentro de la responsabilidad inalienable que les incumbe como generación futura. Subrayemos que el quehacer más importante de la edu­cación es descubrir la adecuada rela­ción que cada siguiente generación establecerá entre la libertad de elección personal y los valores socialmente consensuados por sus antecesores, en un proceso histórico continuo de perpetuación y renovación.

Entendamos que los principios éticos deben figurar en los proyectos educativos y ser enseñados en las programaciones, siguiendo una activa metodología calidoscópica de continuas iniciativas para la transmisión y construcción de valores que constituye el intitulado “currículum oculto”, para su adquisición y apropiación por el alumnado, a través de la reflexión y maduración propia mediante una serie de hábitos y actuaciones de despliegue solidario con su entorno más próximo. Los modelos derivados de las figuras de alumnado- tutor, de voluntariado, y de un maximizado protagonismo en la participación escolar pueden servir de cauce para este proceso.

Toda actuación humana se fundamenta en el código de valores de quien la ejecuta. En la esencia moral de toda persona se gestan su comportamiento, su felicidad y su destino. Si se acepta la proposición anterior, ¿cómo podría nadie propugnar su exclusión de entre las materias obligatorias de la educación? Educar, en definitiva, es entusiasmar con valores. Entendemos como una educación de calidad ética es aquella que aspira a instalar en lo más íntimo del discente un código de valores “inherente a su persona”, y no sólo a dotarle de recursos cognitivos, afectivos y actitudinales, para poder asegurar que su autonomía vital y profesional será plena. Sin ese código de claves éticas, todo lo demás sería insuficiente y accesorio. Quizá sea más efectivo en educación disentir de la ingenuidad de Rousseau (“Los hombres nacen necesariamente buenos”) y seguir a Locke y Hobbes: “Nacemos como un potencial enemigo para con el prójimo”. Sólo la socialización y la educación, nos elevan al paraíso de la convivencia. Nunca renunciaremos a educar en valores.

· Una Educación vasca para la Paz y para la Convivencia.

La educación vasca debe promover a ultranza la tolerancia y respeto mutuo, reconociendo la significación de la declaración universal de los derechos humanos y de las liberta­des fundamentales individuales y colectivas, para fa­vorecer la convivencia plural en democracia. Urge la aceptación del pluralismo ideológico de todos los integrantes de la comunidad educativa, dentro de un clima escolar de respeto que no suponga ni discriminación ni proselitismo. Se otorga especial importancia a la Educación para la Paz y al valor del diálogo como vía de entendimiento y consecución de un clima de tolerancia y respeto, aprendiendo a defender las opiniones propias y a respetar las opiniones ajenas, comprometiéndose a la dialéctica de mayoría-minoría en la consecución de acuerdos. La emergencia de contravalores ideológicos como la violencia, nos obliga a rescatar formulaciones en negativo, que suponíamos periclitadas, como las propuestas de no-violencia. Educar en la paz y en el respeto a la diferencia y a la vida exige el impulso de todas las instituciones, y singularmente de las instancias educativas. Un impulso que, debe estar acompañado de actitudes hondamente democráticas, comprometidas y pedagógicas con tolerancia y diálogo, evitando la permanente crispación, el desencuentro y la descalificación.

La educación para la Paz alcanza un valor máximo en el caso de Euskadi por el esfuerzo colectivo realizado en las últimas décadas en la prosecución de la conciliación, y de la normalización política. La sociedad y la escuela vasca están especialmente sensibilizadas y han consumado un interminable proceso de búsqueda de negociación para poner fin a las manifestaciones de violencia. El reconocimiento a las víctimas por todas las formas de terrorismo, desgraciadamente aún no extinguidas, y el respeto a todos los derechos humanos deben ser las bases de construcción de un sistema educativo que instale en todo el estudiantado un rechazo cabal y somático a cualquier recurso violento, apelando siempre a los caminos éticos de participación social y política que la civilización contemporánea nos proporciona. El repudio a las actitudes militaristas o totalitarias, de imposición de la voluntad será una constante educativa, asentada sobre la práctica cotidiana en el escenario escolar con vías de diálogo y de resolución por sistemas democráticos.

El aprendizaje educativo de los Derechos Humanos, como muestra del nivel alcanzado por la Humanidad en su desarrollo personal y colectivo, será un elemento curricular presente en la Enseñanza Primaria y Secundaria Obligatoria. En los contenidos y desarrollos curriculares, adscritos a los valores o a materias como la Filosofía y las Ciencias Sociales, se señalarán los valores humanísticos y los diferentes planos de la lógica democrática, la social, la moral y la política. Ya la Ley de la Escuela Pública Vasca incluían entre los fines del Sistema Educativo Vasco: “Impulsar el desarrollo en libertad de la personalidad y la formación integral de los alumnos, asentados en los valores que hacen posible la convivencia democrática, fomentando, entre otros, la capacidad crítica, la igualdad, la justicia, la participación, el respeto, el pluralismo y la libertad de conciencia, la solidaridad, la inquietud social, la tolerancia y el respeto mutuo, así como la defensa de los derechos humanos”.

· Una Educación que erradique y repudie cualquier forma de violencia escolar.

El escenario escolar, junto al entorno familiar y de barrio, son los primeros espacios testigos e inductores de conductas intemperantes u ofensivas, que deben ser corregidas y repudiadas con prontitud y ejemplaridad. La tolerancia con la diversidad y con la libertad de las opciones personales sólo tiene un límite intraspasable: el mismo derecho para los demás. La libertad de expresión, debe ser modulada y corregida en su caso, por criterios de respeto a los derechos humanos de toda la comunidad educativa. Toda forma de agresividad o coacción, de modo verbal, físico o psicológico, debe quedar desterrada desde sus primeras manifestaciones, inculcando un exquisito trato entre los componentes de todos los estamentos escolares.

Creemos que la juventud vasca, justamente por la historia reciente y remota de Euskadi, es un referente social de implicación y participación en procesos de búsqueda de la paz. Sin embargo, según el informe CINDES sobre la violencia juvenil en la Comunidad Autónoma del País Vasco, elaborado a instancias del Parlamento Vasco, todavía resta un 8,1% de la juventud vasca que puede ser considerado violento, de los que un 2% (18.000 jóvenes) defienden estas actitudes por “razones” políticas. La educación quizá ha primado el estímulo de la crítica, no siempre constructiva, y pueden advertirse carencias de valores compensatorios, basados en la tolerancia. La comprensión de los demás y la necesaria fraternidad entre las personas, son valores esenciales que el sistema educativo debe implantar en la personalidad ética de los educandos.

Así pues, queda mucha tarea educativa por realizar a fin de asegurar definitivamente una formación ética para la PAZ de la totalidad del alumnado, antes de concluir la etapa obligatoria. Recordemos las palabras de Gandhi, “Si queremos enseñar la verdadera paz en este mundo, y si queremos librar una verdadera guerra contra la guerra, tendremos que empezar por los niños” y la cita del Gilles Lipovetsky: “El Siglo XXI será ético, o no será”. Eduquemos para la PAZ en la tolerancia y en la solidaridad.

Sucesión en el EBB


Presenciamos una etapa de relevos en la vida política de nuestro entorno. Cada proceso denota la calidad de democracia interna propia de cada partido político. Pero es una característica común la inmensa influencia que los medios de comunicación ejercen sobre la opinión pública, y por tanto sobre la militancia en cuestión. Este influjo es sesgado por la concentración periodística forjada en las últimas décadas, que genera serios recelos de déficit democrático por la más que probable manipulación pretendida y parcialmente conseguida. Sólo así puede explicarse cómo se han “vendido” fenómenos políticos de difícil aceptación, si no hubiese sido por el sonsonete monocorde desde casi todas las televisiones, de casi todas las radios y de casi todos los periódicos. Refiriéndonos a sucesiones (o sujeciones como es el caso) la elección de Rajoy por designación “digital y divina” o la campaña de un “republicano” Aznar como agente electoral de Bush, resultan paradigmáticamente horripilantes, pero afortunadamente no todos los partidos políticos son iguales.

EAJ-PNV es un partido con una fuerte militancia (probablemente la mayor por número de votantes y de electores de un partido gobernante en cualquier sociedad europea), y con un procedimiento de participación bien asentado e inapelable en su dinámica centenaria. Ello se refuerza por una bicefalia estatutaria que ha demostrado su validez. La mejor prueba es que su mantenimiento no es discutible, ni ahora ni en los peores momentos del pasado. Dado que en Euskadi es igualmente incuestionable que “Ibarretxe habemus” en el Gobierno Vasco, ahora corresponde renovar el organigrama del partido hegemónico, principalmente su órgano máximo, el Euskadi Buru Batzar.

Desde ciertos medios de comunicación se enturbia el proceso sugiriendo que los nombres ya están decididos, pero la maniobra sólo demuestra justamente lo contrario. Al intentar oscurecer a los supuestos candidatos ganadores, esperan interferir en las designaciones con medias verdades, como sobredimensionar la influencia de los lobbies citando a los “jobubis” (jóvenes burukides bizkaitarras) con nombres como jabugos, cuarentones,… Muchos creemos que éstas son artimañas con poco futuro, porque las candidaturas siguen un protocolo riguroso donde sólo cabe el voto soberano de cada afiliado jeltzale con la cuota al día. Quienes conocen la vida de los batzokiak (organizaciones locales) saben además que, incluso entre la afiliación, es mucho más efectiva una campaña positiva, de defensa de una candidatura que no el descrédito de los adversarios. Aquí no se trata de elegir ni al menos malo del "cajón de-sastre", ni al más dúctil (con el método del ascenso por el defecto como en Yo, Claudio), ni al delfín ungido, porque ni el EBB, ni siquiera las consejos regionales (BBB, GBB,..) en su calidad de organizaciones pueden proponer aspirantes. Además, existen suficientes personas, hombres y mujeres que cumpliendo los requisitos (5 años de antigüedad y euskera para la Presidencia), son firmes y capaces candidatas a cualquiera de los 1 + 8 puestos del EBB.

Resulta legítimo definir un perfil idóneo para los cargos más significativos. Seguramente muchos alderdikides (afiliados) señalarían que la dedicación, la experiencia, el conocimiento interno del partido y de la realidad internacional son características necesarias. Existen materias clave cuyo dominio debe venir asegurado en la “mochila” personal (política, economía, educación, cultura,.. con un trilingüismo de lenguas oficiales, más inglés y un recomendable europeísmo), para no actuar sólo con el “barniz económico de dos tardes” como algún célebre candidato. No será ni necesario ni decisivo el origen de las candidaturas, a pesar de la primacía porcentual de Bizkaia, si bien se agradecerá un equilibrio territorial, así como la presencia femenina y el porcentaje vascoparlante que se correspondan con la afiliación.

Vivimos una etapa histórica crítica para el futuro de convivencia que EAJ-PNV espera liderar en la sociedad vasca, con un Estado que puede parecer más de legalidad que de pleno Derecho. Los períodos electorales vividos recientemente, y los venideros, aconsejan que el tándem Partido-Gobierno funcione armónicamente, con el debido reparto de funciones, para alcanzar una política de diálogo y reconciliación, de asertividad vasca en un panorama estatal de autoritarismo y pancartismo. Además el relevo (¿o la continuidad?) de Xabier Arzalluz representa una complejidad adicional en lo que siempre se ha definido como “l’ennui de choisir” (la dificultad de elegir). Arzalluz, por su trayectoria histórica y emblemático protagonismo, se ha convertido involuntariamente en un icono que deberá servir de acicate. Quizá en este siglo XXI haya que reforzar aún más el espíritu de equipo, con primeras figuras del máximo peso para que actúen como líderes sociales.

EAJ-PNV es un partido concienciado y concienzudo que siempre apostará por una dirección elegida democráticamente, mediante un proceso donde se expongan las prioridades de cada candidatura. Luego corresponderá a los afiliados defender las respectivas preferencias en los círculos internos, y dejar finalmente que las urnas decidan. Sólo así, mutatis mutandis (cambiando lo que se deba cambiar), se ofrecerá a la ciudadanía vasca una propuesta jeltzale de pacificación, tolerancia y solidaridad para ser sometida periódicamente al refrendo de la voluntad popular mostrando el camino recorrido y los logros alcanzados.

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Buruzagitza aldaketa EBBn

Gure inguruko bizitza politikoan ordezkapenak egiteko epea ireki da. Prozesu bakoitzak alderdi politiko bakoitzaren barneko demokraziaren kalitatea erakusten du. Baina prozesu guztietan ezaugarri bat berdina da, hedabideek iritzi publikoan, eta, beraz, alderdi bakoitzeko militantzian duten eragin izugarria. Informazio jario hori partziala da, azken hamarkadetan eman den hedabideen kontzentrazioarengatik, eta horrek defizit demokratikoaren susmoak eragiten ditu, manipulazio saioak egin baitira, eta batzuetan lortu ere bai. Horrela bakarrik uler daiteke nola saldu diren fenomeno politiko ia onartezinak, telebista ia guztietatik, irrati ia guztietatik eta egunkari ia guztietatik iritsitako soinu jarraitu monokordeek ahalbidetuta. Ondorengotzei gagozkiolarik, Mariano Raxoiren hautaketa, izendapen digital eta dibinoaz, edo Aznar errepublikanoaren kanpaina Bushen agente elektorala izango balitz bezala, paradigmatikoki iguingarri izan dira. Baina, zorionez, alderdi politiko guztiak ez dira berdinak.

EAJ-PNV militantzia indartsuko alderdia da (ziurrenik Europako edozein gizartetako alderdi gobernatzaileetan militantzia handiena duena, botoemaile eta hautesle kopurua kontuan hartuta), parte-hartze prozesua ondo finkatua dauka eta aitzakiarik gabekoa da, mende bateko ibilbidean erakutsi duenez. Eta hori indartu egiten da daukan bizefalia estatutarioarekin. Frogarik onena da bere jarraipena ez dela auzitan jarri, ez orain ezta iraganeko unerik latzenetan ere. Euskadin Ibarretxe habemus eztabaidaezina denez, orain alderdi hegemonikoaren organigrama berritu behar da, nagusiki bere aginte gorena, Euzkadi Buru Batzarra (EBB).

Zenbait hedabidetatik prozesua lohitzen saiatu dira, izenak dagoeneko erabakita daudela iradokiz; baina trikimailu horrek justu kontrakoa utzi du agerian. Balizko hautagai irabazleak zikintzen saiatuta, egia erdiak esanez esku hartu nahi izan dute izendapenetan. Lobby-en eragina sobredimentsionatu nahi izan dute; jobubi-ak aipatu dituzte (jóvenes burukides bizkaitarras) jabugoak-eta deituzÉ Askok uste dugu trikimailu hauek ez dutela etorkizun handirik, hautagaitzek protokolo zehatz-mehatz bati jarraitu behar diotelako, eta hor kuota eguneratuta daukan afiliatu jeltzale bakoitzaren botoak baino ez du balio. Batzokietako bizitza ezagutzen dutenek gainera, badakite, afiliazioaren barruan askoz ere eraginkorragoa dela kanpaina positibo bat, hautagaitza baten defentsa egitea, beste hautagaien aurkako kanpaina egitea baino. Azken batean, gauza ez da saski-naskitik txarrenen artean onena hautatzea; ezta otzanena ere; eta ezta delfin gantzutua ere, ez EBBk ezta batzar erregionalek ere (GBB, BBBÉ) ezin baitute hautagairik aurkeztu. Gainera, nahikoa lagun badaude, gizon zein emakume, bete beharreko eskakizunekin (bost urteko militantzia eta euskara egitea EBBko lehendakaritzarako), EBBko 1+8 postuak betetzeko gaitasun guztiak dituztenak.

Kargurik esanguratsuneterako profil egoki bat definitzea zilegia da. Ziurrenik, alderdikide gehienek esango lukete dedikazioa, esperientzia, alderdia barnetik ezagutzea, eta nazioartearen ezagutza izatea oinarrizko eskakizunak direla. Badira beste gai klabe batzuk, hautagaiak bere zakuan sartu beharko lituzkeenak (politika, ekonomia, hezkuntza, kulturaÉ hiru hizkuntza ofizialak eta ingelesa hitz egitea, eta europeista izatea), garai bateko hautagai ezagun batek «bi arratsaldetako berniz ekonomikoa» baino ez zuela jokatu zuen moduan ez jokatzeko. Ez da beharrezkoa izango ezta erabakigarria ere hautagaien jatorria, Bizkaiak nagusitasun portzentuala baduen arren; baina eskertzekoa izango litzateke lurraldeen arteko oreka bat, baita emakumeen presentzia ere, eta, gutxienez, afiliazioari dagokion euskalduntasun portzentaia.

Aro historiko erabakigarria bizi dugu elkarbizitzaren etorkizunarentzat, egungo Estatua Zuzenbidezkoa baino legalitatearena baita. EAJ-PNVk euskal gizartea gidatu nahi du aro horretan. Azken aldi honetan izan diren hauteskunde garaietan, eta datozenetan, Alderdia-Gobernua tandem-ak harmonikoki lan egitea eskatzen du, egitekoen banaketa egokiarekin, elkarrizketa eta adiskidetze politika lortzeko; euskal adierazpena indartzeko Estatuko giro autoritario eta pankartistaren aurrean. Gainera, Xabier Arzalluz ordezkatzea (edo jarraitu egingo du?) zailtasun gehigarri bat da, lehendik ere l'ennui de choisir hautatzeko zailtasuna deitu izan den hori ematen den den prozesuan. Arzalluz, alderdian izan duen ibilbide historikoagatik eta berak duen protagonismo enblematikoagatik, ikono bilakatu da berak nahi izan edo ez. Hori, ordea, akuilu izan beharko litzateke. XXI. mende honetan, agian, taldearen espiritua oraindik gehiago indartu beharko litzateke, pisu handieneko buruzagi talde batek lider sozial gisa joka dezan.

EAJ-PNV alderdi kontzientziatu eta arduratsua da; beti apustu egingo du hautagaitza bakoitzaren lehentasunak adieraziko diren prozesuaren bitartez demokratikoki aukeratutako zuzendaritzaren alde. Afiliatuei egokituko zaie, orain, nork bere gogoko hautagai taldea defenditzea, eta, azkenik, hautestontzietako botoek erabakiko dute zuzendaritza berria. Soilik horrela, mutatis mutandis (aldatu beharrekoa aldatuz), aurkeztuko zaie euskal herritarrei baketzerako, tolerantziarako eta elkartasunerako proposoman jeltzalea; gero, egindako bidea eta lortutakoa erakutsiz, hautesleek berretsi beharko dute lan hori.

Getxo: Ciudad de la Convivencia

Quienes pertenecemos a esas generaciones que ya han cruzado el paso del ecuador vital hemos aprendido a apreciar el valor supremo de la tolerancia. Más aún si, como habitantes de Getxo, también hemos sufrido el azote de la violencia, con gravísimos sucesos como el asesinato por ETA del magistrado José María Lidón Corbi, el 7 de noviembre de 2001. Este municipio, por su creciente trascendencia histórica, ha sido asimismo objeto de una especial atención política e informativa, que ha podido provocar un incremento de la tensión social entre sus habitantes.

Por otra parte, Getxo es un modelo cívico y ciudadano de “calidad de vida”, aunque con necesidades sociales nunca suficientemente atendidas. La identidad de los diferenciados barrios, Algorta, Las Arenas, Andra Mari, Romo o Neguri, ha permitido mantener una cohesión social, de relación y conocimiento mutuo, al menos, entre sus residentes menos recientes. Generalmente, y en cada zona, ha sido fácil conservar los amplios círculos de conocidos y vecinos que acaban encontrándose periódicamente en lugares comunes con ocasión de las frecuentes fiestas locales (casi por parroquias), festivales, ferias,… También es una realidad palpable las cuadrillas de amigos, con pluralidad y coexistencia de opiniones políticas diversas, donde el debate e incluso la abierta polémica partidista es uno de los temas recurrentes de conversación. Todo dentro de los cauces democráticos y pacíficos, en la inmensa mayoría de los casos. Pero en nuestro entorno local, al igual que en Euskadi, pervive desgraciadamente aún una violencia de persecución por la opción política, que coacciona especialmente a los ediles populares y socialistas, y a sus militantes. El reelegido alcalde Iñaki Zarraoa ha puesto de manifiesto en su toma de posesión “esta falta de libertad de infinita gravedad”, expresando su solidaridad y asegurando que su prioridad en los próximos cuatro años será la de “realizar un esfuerzo por la convivencia”, como ya adelantó en su campaña electoral.

Getxo, el municipio del que nos sentimos orgullosos todos los aquí nacidos y los que lo elegimos como hogar, debe encabezar una campaña por la paz y la convivencia cívica, para toda su ciudadanía, por encima de las legítimas opciones políticas. Sería oportuno analizar y planificar una batería de acciones, que transversalmente incidiesen en los valores éticos de la tolerancia y del diálogo, en todas las actuaciones municipales y sociales. Gexto debe llenarse de Puntos de Encuentro, Elkarguneak, Meeting Points,… para la Paz. Lugares y oportunidades en las que comprobemos que lo que nos une a todos los getxoztarrak es mucho más que lo que nos diferencia. Los adversarios políticos no son sino ciudadanos que se ayudan mutuamente a descubrir cómo cohabitar mejor, sirviendo con mayor calidad a la sociedad de la que todos formamos parte. Los barrios, las plazas y el consistorio deben ser, y ya lo son en una medida siempre mejorable, lugares cálidos de relaciones personales afables, que ordenada y democráticamente busquen el entendimiento y la solución mejor a los problemas reales, dado que la vida es muy corta para desaprovecharla en disputas.

Como una de las primeras iniciativas, los grupos políticos podrían negociar y liderar un plan de “Getxo por la Convivencia”, que proponga la creación en el municipio de un "Observatorio para la Paz", con su correspondiente escuela de “Educación para la Tolerancia”. Incluiría erigir un emblemático “Monumento por las libertades y los derechos humanos, en memoria de todas las víctimas”, mirando al mar para complementar nuestro mundialmente reconocido “Puente Colgante”. Esta escultura podría señalar el inicio de una “Vereda de la Convivencia”, que avanzase entre Areeta, Neguri y Algorta. Para urbanizar la paz y construir un rompeolas contra la violencia, podemos inspirarnos en el precursor ingeniero Evaristo Churruca, que tras estudiar detenidamente los vientos, mareas, corrientes y aluviones prolongó el dique de hierro para lograr conjurar el peligro histórico de las inundaciones y formar un cauce profundo y navegable. La obra que históricamente ahora nos corresponde cimentar será como nuestro Muelle de Churruca, que apenas denota el esfuerzo constructivo necesario ya que queda mayoritariamente sumergido, pero que añade a la belleza de un paisaje natural la contribución de una ingeniería humanista, minimalista, respetuosa e integradora.

Gernika-Lumo, denominada la “Ciudad de la Paz” ya cuenta con su monumento, el "Gure Aitaren Etxea" del escultor Eduardo Chillida, orientado hacia el Árbol, símbolo de la tradición y el “Museo Gernika-Museo de la Paz”. En Getxo todos esperamos impacientes constituirnos como la “Ciudad de la Convivencia" creando nuevos “espacios de tolerancia”, porque la utopía existe. Y los “areneros” sabemos bien que ¡debajo de nuestros adoquines, está la playa realmente!

En defensa de los vascos y de… la humanidad

Leo con estupor, y rebotado a través de la web, un “artículo” bajo el título de “El silencio de los corderos”, de José Luis de Vilallonga, publicado en LA VANGUARDIA el pasado 10/06/2002.

No puedo reproducir todo el contenido del artículo, ni menos aún el rebosante odio que destila, no ya hacia determinados políticos democrática y legalmente elegidos (a quienes califica de esperpénticos, escurridizos, de llevar pintado en el rostro el parentesco genético con las ratas de alcantarilla, asesinos, instigadores de crímenes…), sino sobre todos y cada uno de los vascos, simple y llanamente por ser ciudadanos nacidos en una tierra de la Tierra.

Los epítetos, literalmente reproducidos, califican a todos los vascos, nacionalistas o no, de gente cobarde, sin ninguna hombría (ni en las palabras ni en los actos) e, incluso, de pelmazos. Añade, que no son ni noblotes, ni honrados ni buena gente. Y termina con una máxima xenófoba “El Rhesus negativo del que tanto presumen los vascos es verdaderamente negativo”.

Mi intención no es descalificar este inaceptable artículo, y menos a su autor, que únicamente me provoca lástima y a quien sinceramente le deseo una rápida recuperación de su estado mental, anímico y espiritual.

El objetivo es denunciar que opiniones de esta catadura puedan ser publicados sin rubor, incluso en un periódico que, hasta esa fecha, hubiera catalogado como riguroso. “Rebuznos” (como dice el enfermizo que escribió esa soflama) de esta calaña actúan como “Opinion Makers” para la propagación de ideas violentas, racistas, fascistas, muy poco acordes con los valores éticos exigibles en una democracia.

Exijo una rectificación de este periódico, por atentar contra los vascos, y no sólo contra los vascos, sino con ello contra los españoles, los franceses, los europeos y la humanidad. No es admisible la descalificación genérica por razón de “raza” (sesgo en el que debe creer mucho este personaje). Le recuerdo el artículo 2, punto 1º, de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”

Si se me permite, relataré una experiencia personal que, en alguien poco viajado como yo, me abrió los ojos sobre esta temática de comprensión del fenómeno del “terrorismo vasco” en función de la distancia. Por mi condición de educador tuve oportunidad de viajar por toda Europa hace ya algunos años. Por tratarse de visitas comunitarias lo habitual era reunirse en Madrid, desde diversas comunidades autónomas, y viajar luego al país de destino. Lo frecuente era, en Madrid, recibir como vasco la pregunta de ¿qué hacéis los vascos para solventar el problema del “terrorismo vasco”? Tratábamos de explicar nuestros esfuerzos. Pero luego, en Alemania o Bélgica, la pregunta era a toda la comitiva “española” en los términos de ¿qué hacen ustedes para solventar el problema de la violencia en España? Porque allí, el problema era de los “españoles”, no de los vascos, no de los nacionalistas, no de los fanáticos,… Al menos, allí nadie nos insultaba llamándonos cobardes por la mera condición de provenir de un determinado Estado.

Yo creo que los problemas y su solución, en este mundo globalizado, interconectado, y en este siglo XXI depende de todos nosotros. Nunca he comprendido que “a juicio de algunos” sólo los problemas son vascos. La única vasquidad que algunos nos reconocen se circunscribe a lo negativo, a lo problemático. Este perverso juego -de lo que para algunos es la parte y el todo- se aplica sin excepción: el terrorista, o incluso el político u obispo si es “malo”, resulta ser vasco (nunca español). Pero el filósofo, deportista,.. o lo que sea, si es “bueno” resulta “español”. Esto es racismo de 24 quilates.

Por último, un comentario sobre otra opinión vertida por el político y ex ministro de Educación Mariano Rajoy diciendo que la “educación vasca es lETAl”. Hasta el adjetivo letal, intencionadamente o no, pretender vincular la educación vasca con una organización criminal. ¿Esto es tolerable?

¿Un vicepresidente español puede deshonrar y difamar a más de un millón de progenitores y familias vascas, que por lo visto acuden y envían a sus hijos e hijas a un servicio público letal?

¿Se puede ultrajar a más de 40.000 miembros del profesorado y a medio millón de alumnos vascos?

¿Somos los profesores y profesoras vascas letales, mortíferos, nocivos?

Pero, como dice el Lehendakari, nosotros a lo nuestro, a educar por la Paz, la Tolerancia y la Convivencia. ¡Que Dios nos ayude!