Preguntas sin respuesta... en Google

Hay preguntas para las que no hay respuesta, ni siquiera en Google.

Hasta las ciencias más adelantadas están saturadas de misterios y de preguntas sin respuesta. Giovanni Papini

Preguntas y respuestas

Es más fácil juzgar el talento de un hombre por sus preguntas que por sus respuestas. Duc de Levis.

Las preguntas descubren la amplitud del ingenio, y las respuestas su agudeza. Joubert.

Es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas. Thurber.

Lo importante es no dejar de hacerse preguntas. Einstein.

Panorámica de campanario

Todos somos campanas, unos de bronce, otros de barro. A veces repicamos juntos, otras por separado. Nuestro tilín o tolón es tan variado...

Todos sonamos, pero no hay dos campanas que suenen igual. El refrán asegura que cada campana suena según el metal del que está hecha. Incluso la misma campana no suena igual todos los días. Algunos se creen campanarios de comarca; otros nos sabemos campanillas de hojalata. Todos sonamos distintos, pero todos somos campanas.

Somos sonajeros, cascabeles y cencerros. Sonidos que se entrecruzan, condescendientes con la diversidad de los tañidos. Si la campana de la intolerancia doblase por uno, doblaría por todos. Somos campanas que se suman, que se comprenden, que se aceptan, y que se necesitan. El poeta inglés John Donne apuntó: "Nadie es una isla; cada persona es una parte de la Tierra; la muerte de cualquiera me disminuye, porque estoy ligado a la Humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

Las campanas nos saludan al nacer, y nos acompañan al cementerio. Las campanas, al igual que los vinos añejos, se afinan al envejecer. Su canto se torna más amplio y más sutil; pierden sus sonidos agrios y sus tonos verdes. Cuanto más alto es el campanario, más puro es el sonido de la campana. Un alma se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios. Pongamos nuestra campana, grande o pequeña, en alto.

Todos somos campanas, a veces calladas, o cansadas, quizás calmadas, acaso paradas, tal vez cantadas, pero nunca calcadas. Todos oímos campanas y no sabemos de dónde provienen. Una procede de muy dentro, del recóndito interior de nuestra alma. Dejemos que resuene limpia, propia, firme y clara. Versión .DOC para imprimir


Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/campanas.htm

El camino no tomado (Poesía del día)

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo, y lamentablemente no podía recorrer ambos siendo un solo viajero; por largo tiempo me detuve y contemplé uno de ellos tan lejos como pude hasta donde se perdia en la maleza.

Entonces tomé el otro, tan justo como honesto, y teniendo quizás el mejor motivo, ya que las pasturas estaban más crecidas y pedía ser recorrido aunque quienes habían pasado por allí las habían desgastado casi por igual realmente, y esa mañana ambos por igual se tendían sobre hojas que ninguna pisada tornara ennegrecidas.

¡Ah, dejaré el primer camino para otro dia! Y aún sabiendo que un camino conduce a otro, dudé si alguna vez debería regresar. Y estaré diciendo esto con una visión, en alguna parte, de aquí a épocas por venir; dos caminos se bifurcaban en un bosque, y yo, yo tomé el menos transitado, y eso ha hecho toda la diferencia.

Robert Frost(1916)