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La calle es salud...

... decían las abuelas de antes. Y sobre todo, si el paseo es por Getxo con una tarde como la de hoy. Fotos HDR tomadas con una Canon EOS 450D (prestada por Fotos Samar mientras reparan la Canon PowerShot G9 que se nos estropeó el lunes).

De vuelta de vacaciones, ya en Getxo

El tiempo soleado, parecido. Concurso de pesca en el faro del Puerto Nuevo. Tomar un café o un batido cuesta el triple que en Alicante. Windsurf en la playa de Ereaga. Paseo por Arriluce con Carmen,...

El tranvía llega a Las Arenas

El primer tranvía que se estableció de Bilbao a Las Arenas fue de caballos (una diligencia o tranvía "a sangre") y se llamaba “La Paloma”. Hasta que se instaló la catenaria y el tendido eléctrico, los raíles facilitaron el trabajo de tiro de los animales. En 1876 empezaron las primeras gestiones para continuarlo hasta Algorta pero no llegó hasta 1881, según se recoge en la segunda edición del libro “Apuntes para la historia de Guecho”, de José J. Bta. Merino Urrutia (1970). En 1896 fueron sustituidos los caballos por la tracción eléctrica en el tramo Bilbao-Las Arenas, y en el 97 en el tramo Las Arenas-Algorta. El relevo lo cogió el trolebús en 1949. La foto superior corresponde al paseo del muelle desde el Puente de Bizkaia hacia Churruca, en Las Arenas. Según publica Getxoberri en el ejemplar del 13 de marzo de 2009.

El Muelle de Hierro en Portugalete

El Muelle de Hierro en Portugalete es una obra esencial para el desarrollo de Bilbao y de Bizkaia. Antiguamente, para arribar al puerto de Portugalete o remontar la ría, las embarcaciones debían salvar un potente banco de arena que cegaba la desembocadura del Nervión. Fue el ingeniero Evaristo Churruca quién se encargó de realizar un estudio sobre la desembocadura del Nervión para después llevarlo a la práctica con la construcción de un muelle y un rompeolas, que resultaron ser la solución definitiva a un problema que había existido durante siglos. Esta obra contribuyó a impulsar el desarrollo industrial de Bizkaia, en tres sectores: el de la construcción naval, el de la industria siderúrgica, y el del movimiento portuario. A los veinte años de haber comenzado Churruca su obra, Bilbao era ya el segundo puerto comercial de España, después de Barcelona (texto de Wikimapia). El Muelle de Hierro tenía una longitud de 800 metros, de los cuales, 600 estaban construidos en armazón de hierro y los 200 restantes en piedra. Estaba formado por los siguientes elementos : armazón de hierro sobre pilotes de rosca, basamento de escollera entre dichos pilotes y un macizo de hormigón descansando sobre la escollera.
El mareógrafo o mareómetro de Portugalete es un aparato pintoresco, parecido un reloj, que sirve para medir las mareas. Fue instalado al final del Muelle de Churruca (Portugalete) en el año 1883 y fue un elemento imprescindible para la navegación ya que antes de la construcción del Muelle de Hierro (1887) había una terrible barra de arena que provocaba la imposibilidad de la navegación en bajamar. Está nuevamente en funcionamiento desde al año 2000 (texto de la Wikipedia). Se trata de un artístico elemento, instalado en el Muelle de Churruca por la Junta de Obras del Puerto hacia 1883. Como su propio nombre indica, es un aparato que sirve para medir las mareas. Consta de dos partes perfectamente diferenciadas: la base y el mareómetro propiamente dicho. La base es un pétreo podium circular con molduras decorativas y el mareómetro es una caja circular que se apoya sobre una columna de hierro, cuya base tiene toro y escocia. El fuste de la columna está delimitado pòr doble collarino. Su capitel tiene friso toscano y la flor de loto egipcia. La esfera del mareómetro mide 80 centímetros de diámetro y lleva la inscripción Maremetre / Borrel Wagner / Paris (texto de Wikimapia). Fotos propias del día, del Muelle de Hierro y del Mareómetro (obsérvese la diferente medida de profundidad que marca en función de la hora, pasando de 2,2 a 1,8 metros en el tiempo del paseo y comida).

Neguri: Los Kennedy vascos del siglo XX (I)

Al igual que los Kennedy crean una saga mundialmente reconocida, la historia de la clase dirigente que propició (y se benefició) del esplendor y modernización del País Vasco (y en gran medida de España) abarca unas pocas familias entrelazadas que habitaron durante décadas en Arriluze, Neguri, Getxo. Apellidos como Ybarra (Ibarra), Churruca, Zubiria, Muguruza, Lipperheide, Delclaux, de la Sota, Oriol,... aún resuenan en los libros de historia y de economía.

El nombre de este selecto barrio, Neguri, proviene de la fusión de dos palabras vascas: Negua e Hiri(a) que significan invierno y ciudad respectivamente. Neguko hiri, o Neguri, fue un reclamo publicitario que se creó para animar a la burguesía vasca a vivir en este barrio de Getxo todo el año, no únicamente la estación el verano como sucedía anteriormente. Se trató de recrear a catorce kilómetros de Bilbao un rincón playero como La Concha, en el mismo centro de Donostia - San Sebastián, o como El Sardinero, a cuatro kilómetros de Santander. El nombre de Neguri lo creó Resurrección María de Azkue, primer Presidente de Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca).
La zona más exclusiva de Neguri se halla en el Paseo del Marqués de Arriluce de Ibarra, que mira al Abra y que se extiende medio kilómetro desde Punta Begoña donde se ubica la Urbanización "Punta Begoña" (inicio de la Playa de Ereaga, a la izquierda de la foto superior) hasta el Palacio Lezama Leguizamon (a la derecha de la foto inferior). Situados a una relativa altura sobre un paseo ajardinado, la "campa de oro", desde son inaccesibles por los muros de contención (el acceso es por la calle Atxekolandeta), se suceden palacetes y mansiones que se embellecieron con sucesivas reformas. Esta escarpada y privilegiada zona, sostenida con las reforzadas galerías de Arriluze, se denominaba Aretxetaurre (delante de Aretxete). Esta histórica designación apunta a que el lugar fue un robledal, porque en dialecto vizcaíno, aretxete (aretxaga, aritzaga, arizaga) significa bosque de robles, siendo el roble el árbol tradicional vasco.

Esta exclusiva skyline de Neguri presenta en su frente los siguientes edificios singulares, que comentaremos próximamente: Galerías de Punta Begoña, Palacio de Arriluze, Caserío Aizgoyen, grupo de cuarenta viviendas, Palacio Ampuero, Palacio Mudela y Palacio Lezama Leguizamon. Más detalles en Wikimapia.

Así lo hemos relatado para un programa de ETB-2, "Objetivo Euskadi", y con mayor detalle lo seguiremos posteando en este blog, mansión a mansión, hasta completar cada rincón destacado del municipio de Getxo y de sus alrededores (Palacio Artaza de Leioa, zonas de Portugalete,...). Continuará...
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Rincones de Getxo: Arriluce (Neguri)

En el centro del paseo de Arriluce (HarriLuze = Piedra Larga), como hace cien años, todavía encontramos la Casa Emilio Ybarra (Atxekolandeta, 13 Caserío Aizgoyen en azul) del Arquitecto Manuel Mª Smith Ybarra de 1909 y el Palacio Arriluce (Atxekolandeta, 15, más al fondo) del Arquitecto José Luis Oriol de 1904. 

El primero es una de las obras más significativas del regionalismo inspirado en los caseríos vascos y el segundo, un palacete de aspecto medieval adoptando elementos de los estilos británicos Reina Ana y Victoriano. Apréciese en Google Maps la extensión de las fincas no visible desde esta perspectiva frontal. 

La foto en color es de hoy mismo y la de blanco y negro debe datar de los años '20, porque las galerías de Punta Begoña que se aprecian a la izquierda datan de 1918, construidas como paseo y espacio cubierto bajo el muro de contención de la ladera. Hasta que llegue Street View, se sugiere un paseo con la getxoweb.com de hace diez años.
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Excursión en el Txinbito por la Ría de Bilbao

Amarradores del Puerto de Bilbao nos ha invitado a dar un paseo por la Ría a bordo de su embarcación Txinbito, hoy a las 11:30, con embarque y desembarque en los muelles del Museo Marítimo. Otras 394 fotos y dos vídeos (1º abajo y ). En la foto superior, aparece la mayor draga del mundo destinada a construir un archipiélago de islas artificiales (Palm Islands) en Dubai. Cristóbal Colón. Ría de Bilbao. Excursión en el Txinbito. from Mikel Agirregabiria on Vimeo. Itsasadarretik (Desde la ría). Más posts sobre esta draga...

Cambia tus días... en vidas

El peor día del año, según calcularon en 2005, puede transformarse en un gran día, mediante un paseo inusual por hora y día. Todo es cuestión de voluntad, planificación y... suerte. [Cien fotos de hoy: Venta de pescado fresco en Portugalete]

Un intenso día familiar... no deja tiempo para el blog

Por ello sólo dejo una foto obtenida hoy, en un paseo con Carmen. En el extremo del Muelle de Evaristo Churruca, un graffiti dice así: "La vida me escupe, la suerte me engaña; la gloria me esquiva, la muerte me agarra...". Tenebroso y apocalíptico, pero poético. [Actualización (12-12-2008): Por el tercer comentario, y buscando en Internet, nos enteramos de que se trata de una estrofa de la canción "La vida me escupe" de "Qloaca Letal".]
Música:

La vagancia visible (El trabajo oculto)

Nos sorprende que en horario laborable haya mucha gente paseando cuando cabría suponer que todo el mundo está trabajando.

El trabajo permanece vergonzantemente oculto en ámbitos cerrados y privados, mientras la vagancia se exhibe descaradamente en espacios públicos y abiertos. Mientras muchos sudan la gota gorda en la profundidad de una mina picando carbón, otros muchos airean su holganza por los parques de las ciudades.

La imagen global que se proyecta ante los más jóvenes es falsa, privilegiándose el alarde de la vida regalada de algunos privilegiados que inducen a su imitación, mientras que quienes denodadamente se afanan preparando oposiciones, despiezando reses en un matadero o fabricando piezas en un recóndito taller son personajes desconocidos, de cuya existencia no se conoce detalle alguno.

Este desnivelado fenómeno no es sólo perceptible en la vida real, sino que los medios de comunicación de masas lo amplifican con insólito y perverso efecto. En horario de máxima audiencia sólo se programan y visualizan la existencia de indolentes vagos profesionales, famosillos cuya único mérito es el desparpajo de vivir a costa de otros.

Una perspectiva integral y completa de la realidad demostraría que suelen y deben ser consecutivas ambas etapas, la del esfuerzo y la del descanso. Sólo tras una fase invisible de estudio, de prácticas, de voluntad, de energía aplicada y de años de oficio se merece y se consigue un justo período de pausa, de descanso o de jubilación.

La próxima que circulemos por las calles en horario laboral y veamos a viandantes de paseo o de turismo, imaginemos cuánto empeño pusieron ellos anteriormente para alcanzar ese rato de asueto. Nada se logra sin desvelo y merecimiento; incluso no se disfrutaría lo mismo si algo sólo se lograse por casualidad o mediante atajos no basados en el mérito propio. Sería recomendable destacar todo el trajín social necesario de tantos trabajadores para que las cosas parezcan funcionar por sí solas. Sólo para cuando desayunamos, ya ha intervenido (en la leche, cacao, azúcar,…) más de medio mundo, entre agricultores de varios continentes, transportistas, comerciantes,...

Todos, y especialmente los niños y jóvenes en formación, debiéramos ser más conscientes de cómo el vivir en comunidad nos permite vivir tan gratamente, gracias al esfuerzo coordinado de tantas personas, profesiones y oficios, que armónicamente se organizan en lo que constituye el nunca suficientemente valorado “milagro social”.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/vagancia.DOC

El quiosquero feliz

No hay mal que por bien no venga,… al menos para algunos.

Fue noticia el inmenso atasco. A muchos perjudicó en sus horarios y compromisos, pero también hubo algunos beneficios colaterales. Algunos nos dimos un doble paseo de ida y vuelta desde donde dejamos el coche hasta nuestro trabajo. Pero luego supe de alguien que hizo su agosto en la misma fecha: Un afortunado quiosquero.

Estando su tenderete al borde mismo del gran embotellamiento, se acercaron los primeros conductores y rápidamente vendió todos los diarios. Primero, las cabeceras habituales de prensa; luego los periódicos minoritarios o remotos. Los siguientes automovilistas aceptaron revistas, de temática general al principio y las especializadas después. Más tarde, los más desesperados chóferes recurrieron a los libros variados, las colecciones estrafalarias y los cuentos infantiles. Concluyeron aceptando los ejemplares decolorados de las paredes del puesto, algunos de los cuales habían cumplido años y estaban rotulados en pesetas.

Ante semejante avalancha de éxito y agotadas todas las existencias, el tendero feliz por la limpieza de inventario decidió cerrar el, nunca mejor dicho, negocio. Repleto de alegría, no sólo por las ventas, sino por la confraternización que demostraban unos clientes sin prisa y con ganas de hablar, que demostraban la alta función social de los kioscos de prensa.

De esta pequeña historia se deduce que, en ocasiones, la buena suerte de unos es la mala suerte de los demás. Y algo mejor aún, reconozcamos un aprendizaje capital. Hemos de adaptarnos a las circunstancias que no podemos revocar, aceptar los contratiempos y encontrar dentro de ellos las inesperadas posibilidades que nos ofrecen.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/quiosquero.DOC

Sorpresas en el mercadillo de Mil Palmeras

Un día lluvioso, de ésos de felicidad tranquila, un paseo con Carmen al mercadillo a comprar fruta. Allí nos encontramos con tres regalos inesperados: un Maybach (el mejor coche del mundo), propiedad de un entrañable personaje del que hablaremos pronto, Justo Quesada Samper a quien le pedimos su libro; una escuadrilla de reactores en formación estruendosa que deja una estela; y -lo mejor- un rato de sol brillante y primaveral. Más fotos y un vídeo.

Camina o revienta

El proverbio avisa que quien nace mortal, camina hacia la muerte. La ciencia matiza que retrasa el fatídico encuentro quien mejor camina.

Un riguroso estudio médico de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) revela que la capacidad de una persona para completar un paseo de 400 metros vaticina su calidad de vida en los 6 siguientes años. En la investigación colaboraron 2.700 norteamericanos septuagenarios, que gozaban de relativa buena salud y que habían afirmado caminar esa distancia sin problemas. Sólo el 86% pudo concluir este recorrido, donde se pedía andar lo más rápido posible, pero sin correr.

Los científicos supervisaron durante los siguientes seis años la salud y la mortandad de todos los participantes. Se descubrió que había una gran diferencia en el nivel de salud de aquéllos que pudieron completar el paseo respecto de quienes no lo consiguieron, sufriendo estos últimos un alto riesgo de incapacidad o muerte. Además, era crucial el tiempo invertido en el ejercicio: El subgrupo del 25% más lento sufría un peligro que triplicaba al del 25% más veloz.

Caminar regular y diariamente siempre ha sido un aconsejable ejercicio en cualquier edad, y la mejor receta para el bienestar. Ahora sabemos que una simple caminata cronometrada de un cuarto de milla se demuestra como un fidedigno índice de salud. Si podemos caminar 400 metros sin problemas, muy probablemente dispongamos como mínimo de otros seis años más de vida. En todo caso recordemos que hemos de caminar mirando las estrellas, pero sin tropezar con las piedras. Versión .DOC para imprimir

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/camina.htm