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La primavera vasca

En euskera se dice “Bazen garaia!”, que significa “¡Ya era hora!”.

Ha habido otras famosas primaveras, como las históricas Primavera de Praga y Primavera de Pekín, o la escolar Primavera de Europa, una plataforma pedagógica que facilita al alumnado y al profesorado una visión conjunta de la Unión Europea. Finalmente, parece que también a Euskal Herria, Euskadi o Vasconia le ha llegado su anhelada primavera de renacimiento, después de largas décadas de tragedia, sufrimiento y pesimismo.

Al igual que la primavera meteorológica, que se explica por complejos y multifactoriales conceptos científicos entre los que se incluye la inercia que prorroga el invierno durante tres meses tras el día más corto del año, la primavera sociopolítica estaba anunciada… aunque se ha hecho esperar. Las razones para su venida podrían explicarse en clave poética con aquel verso de Pablo Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.

Aunque Antonio Machado glosó que "la primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido", la primavera política vasca era un pronóstico esperado y esperanzador, aportado por el hartazgo de una ciudadanía sacrificada que se ha movilizado en un contexto planetario donde nuestra situación límite era una excepción en la Europa del siglo XXI, tras el 11-S, el 11-M, el cese del IRA,…

Ahora corresponde a la clase política acreditar una altura de miras semejante al valor que ha atestiguado la sociedad. El electorado seguirá atentamente a los partidos políticos, e incluso dentro de ellos, a aquellos dirigentes que faciliten y propicien una solución de reconciliación y de paz duradera. Por el contrario, quienes interfieran, obstaculicen o busquen réditos electorales a corto plazo ralentizando este proceso irreversible de normalización serán despreciados. Ello incluye a medios de comunicación, agentes sociales, o cualquier instancia pública que no sintonice con el deseo y la esperanza del pueblo.

Ahora que se ha abierto una primavera de enorme expectativa de convivencia, hemos de dedicar todo nuestro recuerdo, respeto y reconocimiento a todas las numerosas víctimas de la violencia de este conflicto, para mirar hacia adelante buscando un futuro prometedor donde ya no quepa el odio. Pasa a segundo plano el reparto del panorama política: Si conseguimos la paz, cualquier redistribución partidista proporcionará más o menos gobernabilidad, pero será infinitamente mejor que la aberración ética y política de la violencia anterior.

Que no se precipiten los políticos, y menos para obtener ventaja en sus intereses partidistas. Hará falta un tiempo de esperanza para que actúe como lenitivo entre la ciudadanía después de tanta desolación. Un tiempo donde todos habremos de desarmar el lenguaje, dejando que afloren nuestras aspiraciones humanas más naturales de aproximación, diálogo, tolerancia y perdón. ¡Ha llegado la primavera vasca para construir una convivencia desde la pluralidad, democrática y pacíficamente!

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://www.getxoweb.com/mikel

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/primavera.htm

LOE: La Olvidada Educación

Un eclipsado debate tras 8 Leyes Orgánicas educativas aprobadas en 25 años. Demasiadas reformas para seguir distanciados de la Europa más avanzada.

La educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida, que afecta intensivamente a los más jóvenes, en un inigualable esfuerzo colectivo donde participan familias, profesorado, alumnado y el conjunto de la sociedad. Todo ello requiere un marco político y administrativo consensuado, con vocación de larga permanencia en el tiempo para garantizar el máximo aprovechamiento de tan ingentes recursos humanos y materiales.

La educación es responsabilidad de la familia, que delega en la enseñanza parte de sus funciones. La formación se estratifica en etapas, desde la educación infantil hasta la formación profesional o la universidad, y en planos de actuación abarcando desde el autoaprendizaje, el aula, el centro, la red o el sistema global. En el Estado español, con las competencias educativas transferidas a las Comunidades Autónomas, una nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) ha despertado un doble debate, interno entre docentes y público donde se enfrentan algunas visiones opuestas (asignatura de religión, concertación de centros privados,…).

El proyecto de LOE presentado por el Ministerio de Educación y Ciencia para su tramitación en el Congreso ha sido calificado de muchas formas, según la perspectiva de los analistas. Puede definirse como un texto reducido, no excesivamente pormenorizado ni intervencionista, que busca soslayar los mayores escollos con los sectores más influyentes sin negar su inspiración “socialista”. Quizá la LOE sea una concreción del “talante Zapatero”, que -con paradojas y contradicciones- busca la máxima mayoría parlamentaria.

Repasemos algunas inconsistencias. En la exposición de motivos, declara que las evaluaciones internacionales recientes, como PISA (trianual) y TIMMS (cuatrianual), ponen de manifiesto que es posible combinar calidad educativa con equidad en su acceso, pero la LOE ni propone mecanismos urgentes de mejora (que obligarían a una mayor inversión), ni menciona las “devastadoras conclusiones del Informe Pisa” que denuncia el Consejo de Estado de Educación, máximo órgano consultivo que en su preceptivo dictamen proclama: “Parece como si el anteproyecto tratara sólo de modernizar el sistema educativo y no de corregir tendencias a la baja calidad que son de dominio público y preocupan a la sociedad…”.

Entre las incoherencias, sobresalen algunas. Propone el carácter “complementario” de las redes escolares pública y concertada, porque reconocer la “subsidiariedad” sería impresentable en nuestra realidad educativa continental, aunque luego en el articulado separe tajantemente entre centros públicos y centros sostenidos con “fondos públicos” (que incluiría a los privados concertados). Igualmente se pregona la autonomía de los centros docentes, pero no se facilitan instrumentos para ello en la escuela pública. Presume como gran novedad un área de “educación para la ciudadanía”, sin que se sepa quién impartirá tan difuso y discutible contenido.

En su última redacción ha incorporado el “esfuerzo individual de los alumnos”, como uno de los principios de la educación y como uno de sus fines “el mérito y el esfuerzo personal”. Este eslogan de la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) era uno de los aspectos más rescatables de la ley del PP, y aunque el PSOE se negaba a destacar su presencia, al final la obviedad se ha impuesto. Afortunadamente en la disposición final primera se pregona que el primer deber básico de los alumnos es… estudiar (lo que lamentablemente parece pertinente por un inexplicable olvido muy extendido).

El porcentaje de contenidos básicos de las enseñanzas básicas, 55% en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y 65% para las restantes, ha sido otro punto de polémica política artificial en prensa. Los educadores sabemos que la realidad escolar del siglo XXI exige un núcleo planetario absolutamente común (no en el Estado, ni en Europa siquiera), que es lo que se mide en las evaluaciones internacionales (matemáticas, ciencias, primera lengua,…). Igualmente sólo alguien ajeno a la práctica docente puede negar la indispensable adecuación curricular que desde la escala no sólo autonómica, sino de centro, de profesorado, de aula y de cada miembro del alumnado ha de programarse.

Otra espinosa controversia se centra en la enseñanza de la religión. La disposición adicional segunda comienza desacertadamente: “La enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede,…”. Pareciera que la enseñanza religiosa no fuese una frecuente demanda familiar, de un alto porcentaje de madres y padres que la consideran esencial. Su deseo legítimo, al igual que el de quienes prefieren que sus hijos e hijas no reciban enseñanza confesional alguna, debe ser garantizado, al igual que los derechos de los docentes de estas materias. La opción más aceptable sería una materia de oferta obligatoria en todos los centros en sus versiones confesional (de todas las iglesias con representación significativa) y no confesional, para la aceptación voluntaria por parte de las familias. Debiera ser evaluada didácticamente para su notificación familiar, aunque no computable a ningún efecto académico (becas, promoción,…). El apartado 3º, que otorga a la entidad religiosa la condición de empleador y establece el pago delegado, no parece satisfacer ni al profesorado implicado, ni a las jerarquías eclesiásticas, por lo que parece inviable semejante variación unilateral de empleador cuando ni el receptor ni los trasferidos lo asumen. También sería de justicia la equiparación académica y salarial de este colectivo que reúne a más de 17.000 docentes en el Estado.

Entre sus cualidades, la LOE se destaca porque simplifica la proliferación de leyes educativas y de sus correspondientes reglamentos emitidos desde 1990, derogando -además de otras leyes menores- la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990), la LOPEG (Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes de 1995), y la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002). La litigada LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985), corrigiendo algunos de sus excesos, queda drásticamente reducida a una cincuentena de artículos (de sus 63 artículos iniciales), e incluso también son abolidos o reformulados muchos apartados de los artículos vigentes por la disposición final primera del anteproyecto. Desafortunadamente, el anteproyecto delira cuando, en su apartado 5º de la citada disposición, introduce un disparatado y encubierto derecho a la huelga del alumnado menor de edad, que ni respeta las responsabilidades, derechos y deberes de los padres, ni mejora la participación discente en la organización escolar. Debería suprimirse este enunciado, sin perjuicio de recoger adecuadamente el derecho de reunión en el centro escolar, respetando los horarios de actividad y los derechos de cuantos constituyen la comunidad educativa, previa comunicación a la dirección o de acuerdo con ella.

Las preconizadas “evaluaciones de diagnóstico”, al finalizar el segundo ciclo de Primaria (10 años) y al concluir el segundo curso de la Secundaria obligatoria (14 años), pueden ser reconocidas como puntos positivos por su carácter formativo y orientador, sin la estricta connotación de reválida (que la LOCE promulgaba) y que al medir currículos (y no competencias) podría condicionar y uniformar excesivamente la necesaria autonomía docente para atender a la diversidad discente. De este modo, queda una medición objetiva de la Primaria, antes de su tercer ciclo, y otra graduación en la crítica edad intermedia de la ESO, cuando en 3º parece que muchos de nuestros estudiantes encuentran súbitamente todos los obstáculos en lo que parecía un generalizado progreso modélico. Más dudosa es la supresión de la PGB (Prueba General de Bachillerato), prevista en la LOCE y común en toda la Unión Europea (salvo en Grecia y Portugal).

El retardo de los itinerarios hasta 4º de la ESO es oportuno y paneuropeo, cuando aparecen tres materias de modalidad y algunas optativas, retrasando el prematuro adelanto de la LOCE. Igualmente resulta conveniente la suavización en el número de asignaturas no superadas para promocionar de curso, porque nuestro retardo medio no mejora ni la calidad ni la equidad, y porque son más efectivas las medidas de refuerzo dirigidas hacia la superación final. El clamor contra la “promoción automática” ni es exacta, ni se corresponde con la reglamentación de los países de referencia educativa.

El reagrupamiento en tres bachilleratos de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, y Artes es acertado. La fusión en el primero de ellos de los antiguos Bachilleratos de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud junto al de Tecnología era necesaria, y debería servir para incrementar el flujo hacia esta modalidad. Únicamente entre las materias comunes del Bachillerato, previstas en el artículo 34, debería incorporarse el metalenguaje omnipresente de una “Matemática Aplicada”.

Las insuficiencias de la LOE son variadas. El avance que supone la declaración de carácter educativo de los dos ciclos de Educación Infantil (superando el anacrónico nombre de Preescolar que reitera el PP), queda desdibujado por no abordar este período en tres ciclos bianuales (como todo el resto de la educación hasta el diseñado en el Espacio Europeo de Educación Superior). La espuria razón para este lastre es la inercia anterior y la insuficiente financiación dedicada a esta etapa, que da lugar a discrepancias totales entre Administraciones Educativas donde se retarda Andalucía (única con tasas de escolarización menor del 90% de la población de 3 años), mientras el País Vasco supera el 90% incluso de la infancia de 2 años. La gratuidad promulgada por la LOE del segundo ciclo de Infantil (3-6 años) es una mejora sólo para las Comunidades más retrasadas, mientras que las demandas sociales en edades más precoces ya se desbordan en las Comunidades mejor financiadas. En esta etapa, la subsidiariedad de la concertada se manifiesta en el artículo 15, en donde se garantizan una oferta suficiente en los centros públicos (además sólo con un incremento progresivo desde la situación actual), mientras que apenas se esboza que “podrán establecerse conciertos con centros privados”.

Son meramente declarativas y sin previsiones las apuestas por la mejora de los idiomas (foráneos y oficiales), que la LOE sigue sin apoyar más decididamente, o el aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, donde nuestro retraso pedagógico comparado es deprimente. Igualmente las bibliotecas escolares quedan simplemente citadas y no incentivadas.

La participación de las familias podría acrecentarse asegurando, en función de la edad del alumnado, porcentajes no inferiores a un tercio de padres adicionalmente a un sexto de alumnos, en el artículo 126 sobre la composición del Consejo Escolar, para mostrar quiénes son los destinatarios que justifican todo el servicio educativo.

Respecto a la equidad escolar, el creciente alumnado (propio y extranjero) con necesidad específica de apoyo educativo por origen o minusvalía (sensorial, síquica o motora), e incluso el de altas capacidades intelectuales, sigue en la ambigüedad o en la inseguridad al asegurarse que las dotaciones para centros públicos y concertados serán las mismas (artículo 72), mientras que simultánea y posteriormente en el artículo 112, de medios materiales y humanos, se distinga sutilmente entre sus apartados primero y siguientes. Inicialmente se menciona expresamente a los “centros públicos” como aquéllos que deben ser dotados por las Administraciones Educativas, mientras en los restantes párrafos sean los “centros” genéricos los que atiendan a alumnado de educación especial,… Este artículo debiera incorporar el detalle de referirse en todo momento a los “centros sostenidos con fondos públicos”.

Preocupante resulta el matiz establecido en el artículo 84, relativo a la admisión de alumnos, donde se cita que “las Administraciones educativas realizarán una programación adecuada de los puestos escolares gratuitos que garantice el derecho a la educación”, pero sin mencionar la libertad de elección que corresponde a las familias. En ese mismo artículo, falta la inclusión de un criterio que facilite la continuidad pedagógica en un mismo centro, tanto en el caso de titularidad pública como no pública. En el artículo 88, sobre garantías de gratuidad, sigue sin aparecer el coste de los servicios complementarios de transporte y comedor, que debieran recibir un tratamiento similar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.

Tampoco se acomete en esta oportunidad un refuerzo de la formación inicial del profesorado de enseñanza infantil, primaria y secundaria. La convergencia de las condiciones laborales, profesionales y económicas del profesorado y del personal no docente, tanto de centros públicos como concertados, queda en el limbo de los deseos, con una confusa cita en el apartado 117.4 donde turbiamente se sugiere “posibilitar la equiparación gradual de la remuneración (del profesorado concertado) con la del profesorado estatal (sic)”. Como si no existiesen diferencias salariales, incluso entre funcionarios docentes (respecto al “profesorado estatal”, sólo el redactor sabrá a qué se refiere en niveles no universitarios). Por último, en el capítulo del profesorado, la disposición transitoria segunda podría extenderse más allá del 4-10-2010 el régimen de jubilación voluntaria de los mayores de 60 años, a fin de rejuvenecer las plantillas docentes.

Lo peor es el mantenimiento de un sistema educativo basado en la oferta, y no en la demanda familiar (artículo 109. 2). La misma consideración de la educación como “servicio público”, quedaría mejor expresada como “servicio esencial” o de “interés general”, con independencia de la titularidad pública o concertada del centro elegido por los progenitores (situación a la que más se acerca en el Estado la Comunidad Autónoma Vasca, por tradición y financiación). El progreso hacia un sistema cooperativo, prestado por centros públicos y otros de iniciativa social, se entorpece cuando se desiguala por titularidad, como en el artículo 122.3 donde se concede que sólo los centros públicos podrán obtener recursos complementarios. Esto es apropiado y novedoso, pero debiera abrirse en las mismas condiciones a todos los centros “sostenidos con fondos públicos”.

Resulta aberrante el apartado 3 del artículo 109: “En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán (sic) las exigencias derivadas de la consideración de la educación como servicio público, con los derechos individuales de alumnos, padres y tutores. Asimismo, conciliarán (sic) la libertad de elección de centro con el principio de equidad, atendiendo a las limitaciones materiales derivadas de la capacidad de los centros y de las consignaciones presupuestarias existentes y al principio de economía y eficiencia en el uso de los recursos públicos (sic)”. Discrepamos profundamente de que la economía impida derechos fundamentales, o que éstos queden restringidos por inciertas razones de supuesta eficiencia. Nefastamente, en la redacción actual el Estado parece erigirse como único titular originario del derecho a la educación, quedando las familias y los centros educativos reducidos a concesionarios de tal derecho. A todos nos conviene que los padres defendamos nuestro derecho a escoger el tipo de educación que preferimos, incluida la formación moral y religiosa que responda a nuestras convicciones.

Nadie discute la necesidad de una reforma educativa, cuando los datos negativos se acumulan en informes internacionales o en comparativas de fracaso escolar. El optimismo para que podamos competir con los mejores debe partir del máximo realismo sobre nuestra posición de partida, así como de un amplio y comprometido enfoque comunitario. Una Pedagogía del Éxito entraña que las familias y los educadores mantengan expectativas positivas sobre las capacidades de sus hijos y alumnos, para afrontan motivada y conjuntamente tan decisiva tarea, solventando los problemas crónicos con ilusión y apoyo social.

Concluyendo: Conviven en el Estado sistemas educativos muy diferenciados que la LOE debiera impulsar y desarrollar mirando hacia lo mejor de Europa, nunca uniformar por abajo. En general, nuestras posiciones educativas son mediocres o insuficientes respecto a la Unión Europea, y entre los países de la OCDE. No es algo de extrañar, dado que socio-culturalmente, económicamente y en esfuerzo educativo (interés familiar y porcentaje del PIB) no destacamos especialmente hasta la fecha.

Sólo cuando la ciudadanía presiona electoralmente, los poderes públicos y los dirigentes políticos otorgan la merecida atención, prioridad y recursos a la educación, a la universidad y a la investigación. Es el tiempo de los hechos. Rige un lema magistral: 'Si alguien cree que la educación es cara, que pruebe con la ignorancia'. Nuestro futuro individual y colectivo, a corto, medio y largo plazo, depende básicamente de nuestra apuesta educativa. Ojalá el debate sobre la LOE nos permitiese advertir la trascendencia de lo que está en juego.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/loe.htm

El hijo del acordeonista

©Mikel AgirregabiriaUna lectura recomendada para el verano, junto a un breve análisis personal del libro y de la crítica suscitada.

Bernardo Atxaga es uno de mis autores contemporáneos habituales, y mi elección nada tiene que ver con la opción política que Joseba Irazu libre y legítimamente mantenga, aunque reconozco que me disgusta que este partido (Ezker Batua-Berdeak, Izquierda Unida) haya exhibido la imagen del escritor como uno de sus iconos en la última campaña electoral vasca.

Suelo reservar ciertas obras para su lectura estival, y este libro quedó adquirido desde septiembre pasado por un doble motivo: La calidad literaria reconocida de su autor, a mi juicio, y una excéntrica crítica de Ignacio Echevarría que hizo mucho ruido por aquellas fechas. La leí en Babelia el 4-9-2004 y, sin haber hojeado aún la novela, me sorprendió la descalificación total que suponía del escritor vasco, desde un paupérrimo análisis de sesgo politiquero con nula perspicacia bibliográfica. Pospuse a este verano el despejar mis dudas, tras escudriñar el contenido del texto.

No pretendo añadir una valoración adicional a los argumentados dictámenes literarios que generó su publicación hace algunos meses, y que oscilan en toda la escala desde algunos pocos desfavorables a otros más entusiastas. A mí esta lectura me ha absorbido (la he leído de un tirón en dos tardes), me ha emocionado, y he rememorado muchas vivencias de mi infancia y juventud. No sé si porque también soy vasco, porque amo las varias lenguas (5 ó 6) que maneja el relato, porque sólo un poco más joven que Atxaga o porque comparto su disgusto por la saturación política que impregna a muchos medios de comunicación.

“El hijo del acordeonista” no es un tratado de política, ni lo pretende; es un retrato de ficción de personajes que desatan ecos propios de cualquier ser humano en toda época o lugar. Recomiendo fervientemente esta última entrega de Atxaga y he adquirido varios ejemplares adicionales, en euskera y castellano, para regalarlos a personas muy cercanas en quienes creo que despertará el mismo aprecio que he sentido con su lectura.

Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2005/hijo.htm

Normalidad vasca

©Mikel AgirregabiriaEl pragmatismo político suele ser la mejor fórmula para establecer institucionalmente lo que la ciudadanía reclama.

Euskadi camina hacia la normalidad política, opinen lo que opinen reiteradamente los “analistas” oficiales de los periódicos, a sueldo fijo de sus respectivos intereses (económicos, principalmente). Porque el paisaje (y el paisanaje) político vasco ha estado grave y largamente alterado durante más de 25 años de inacabada “transición desde la dictadura”. En primer lugar, por la persistencia de ETA; seguidamente, por Batasuna con su inconfundible modo de hacer (o no hacer) política; y en último término, por la obtusa respuesta que el PP de Aznar dio al “conflicto vasco”, negando incluso la existencia de semejante panorama.

Quizá la suma de tanto absurdo dislate, y el hartazgo de la sociedad vasca (y española), permiten vislumbrar una salida cada vez más perceptible para la ciudadanía de a pie, que no para el perdido olfato de nuestra mareada clase política o de nuestra beligerante “opinión publicada” (que no pública). No se requiere ninguna “información privilegiada”, de la que tanto presumen algunos, para apreciar los “hechos” más significativos de lo que está sucediendo. La tenaz realidad se impone a los diagnósticos adulterados basados en confidencias o indicios, tan etéreos como desacertados.

Dato 1º: ETA, ha dejado de matar desde hace más de dos años (último asesinato el 30-5-2003). Las razones serán variadas, como su debilidad provocada por el rechazo ético y social casi absoluto, la infiltración que debe sufrir, el acoso policial, la saciedad de su mismo entorno de presos y familiares, y hasta porque el 11-S de 2001 y el 11-M de 2004 han revalorizado la náusea que produce la repugnante violencia, inaceptable para cualquier finalidad.

Dato 2º: Batasuna se ha dado cuenta de que los cuentos maximalistas no valen. Incluso su pertinaz electorado (12% en la CAV), ha empezado a exigir que actúen congruentemente como lo que dicen ser, un partido democrático abertzale. El 30-12-2004, los 3 parlamentarios más significativos de Sozialista Abertzaleak (Batasuna), Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Jon Salaberria, votaron a favor del “Nuevo Estatuto de Euskadi”, interesadamente designado como “Plan Ibarretxe”, alcanzándose uno más de los necesarios para la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco. Y el 23 de junio, EHAK (Batasuna) vuelve a la realpolitik apoyando a Ibarretxe con 2 votos, como es lógico en una situación “normalizada”, sin dar la menor cancha a un PSOE vasco que sigue buscando exclusivamente los votos del PP,… ¿De nuevo esperaban el PP y el PSOE que Batasuna (EHAK) siguiera con ellos sumándose al bloqueo del nacionalismo moderado, aunque lo hiciese todavía en el veto contra Atutxa?

Dato 3º: Desde Madrid ya no gobierna Aznar, ni sus herederos que exacerbaron la peor “vena patriótica”. A Rodríguez Zapatero no le interesa enconar el “problema vasco” para demostrar una supuesta firmeza que le reporte votos en España. Zapatero sabe que las claves (llaves) de la “solución vasca” residen en Euskadi, y su revalidación en las Elecciones Generales de 2008 requiere seguir gobernando en Catalunya, Galiza y… que en Euskadi asome una vía hacia la paz. Zapatero “parece” reconocer la realidad y seguramente no caerá en su mayor error potencial: Judicializar la política, solicitando al fiscal Conde-Pumpido que ilegalice a EHAK, como le piden algunos… de los suyos. El PSE, más centralista que el PSOE, también debe aceptar que, mientras continúe la ilegalización de Batasuna, serán precisas las mesas extraparlamentarias para dialogar entre todos. ¿O sobre qué diálogo elucubraba Patxi López en la investidura?

¡Basta de ilusiones, exigencias, atajos, vetos y utopías! ¡Que los políticos realmente hagan su trabajo! Con realismo, con coherencia, con rigor. Que gobiernen, o dejen gobernar. Que busquen la paz, o dejen buscarla a otros. Que normalicen la vida política y social, o que dejen hacerlo a los demás.

La normalización exige que ETA cese de hacer daño (además del ridículo más pasmoso en el siglo XXI); que no reabra la kale borroka, otro signo de debilidad (y de estupidez); que Batasuna actúe racionalmente con su supuesta ideología; que el PSOE recicle a parte de sus políticos y, en caso contrario, les pida su paso al extremista PP; que el PP, tras la caída de Fraga, se “centre” (urgente); y que el Lehendakari del PNV sepa liderar este proceso con reconocimiento democrático a la pluralidad vasca exigiendo el respeto a todos los derechos humanos, y muy especialmente con el debido reconocimiento a todas las muchas víctimas de tan fratricida conflicto.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/normalidad.htm

La anomalía socialista vasca

©Mikel AgirregabiriaExtrañamente, el socialismo vasco de antigua presencia social es casi el único que no cogobierna en el Estado español.

El PSOE mantiene en Euskadi una larga historia de organización, que incluye relevantes etapas de colaboración en la gobernación, en tiempos más o menos lejanos. Sin embargo, ahora que vuelva al poder en el Gobierno central, en Catalunya, seguramente en Galiza, además de en sus tradicionales feudos (Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha,…), sigue ofreciendo una deprimente imagen de oposición recalcitrante en el Parlamento Vasco, con una reiterada política de bloqueo a todo avance legislativo.

¿Por qué ese talante tan diferenciado en Euskadi del que ZP hace gala? La lamentable persistencia de ETA podría ser una razón de peso, pero lo niega la progresiva desactivación terrorista y la aceptación desde Ferraz de la presencia parlamentaria de Batasuna bajo la capa de EHAK. ¿Por qué el PSE acompaña al PP boicoteando una mesa con Batasuna, cuando hasta el PP se sienta en los debates políticos con EHAK, que no es sino la marca secundaria de Batasuna?

El PSOE en Euskadi no acaba de desvincularse del abrazo del oso con un ultramontano PP. Ello constituye una incongruencia política con efectos como el extravagante apoyo de María San Gil a un Patxi López que no quiere los votos populares, pero que hace el doble ridículo de presentarse sin más respaldo que el de quien le persigue por todo el Estado, con movilizaciones callejeras semanales. Con tal incongruencia no es de extrañar la sobreabundancia de personajes socialistas vascos que parecen más del PP que del PSE.

En la Comunidad Autónoma Vasca, la pareja PP-PSOE difícilmente superará el 39% del electorado. Ni acudiendo fusionados, en un PPSOE para ayudarse de la ley d’Hont, alcanzarían mayoría parlamentaria alguna. El aislamiento del PP no le permite salirse de su guión marginal, pero ¿no debería revisar y reconsiderar el PSE vasco su obsoleta política de alianzas en los contados ayuntamientos que gestiona y en la Diputación de Álava?

No es de recibo que el PSOE de Madrid con Zapatero parezca y sea menos centralista que el PSE de López (por no mencionar aquél de Redondo). Las próximas elecciones municipales y forales, incluso en Navarra, podrían ser una buena oportunidad de cambio de la política de seguidismo con el PP que los socialistas han venido practicando en los últimos años en Euskal Herria.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/anomalia.htm

Matemática política


Aplicando la Lógica Matemática a la Política para ofrecer una mejorada descripción de nuestra sociedad.

Antecedentes: Habitualmente, en política se hacen muchas “cuentas de la vieja”, y lo que es aún peor, demasiadas “cuentas de la lechera”. Los partidos se ven a sí mismos, y a sus propios electorados, más como “rebaños” que como “fuerzas”. Y claro, los rebaños sólo pueden “contarse” aritméticamente, mientras que las fuerzas pueden “componerse” geométricamente.

La Ciencia inventó los vectores y los tensores, cuando los números no fueron suficientes para interpretar los fenómenos naturales. Los números sólo expresan cantidades escalares, mientras que los vectores incluyen cuantía (módulo), dirección y sentido. Los tensores o matrices son vectores multidimensionales, de mayor complejidad, de necesidad obligada en Física, Economía,… o Política. Como ejemplo de metáfora del progreso de la Historia con validez en la política pragmática, señalemos que los vectores explican cómo un montañero corona una montaña por pendientes accesibles o cómo un velero puede avanzar en zigzag contra el viento.

La política sigue en la prehistoria matemática, cuando se contaba con los dedos o se creía en la numerología. Exceptuando la Estadística, manejada por asesores externos para la azarosa predicción de resultados electorales, y una Tabla de Cálculo para la Ley d’Hont, sólo se utiliza la Aritmética más simple en la política. Ya en el siglo VI A.C., el filósofo griego Pitágoras sugirió que "la naturaleza geometriza", por lo que convendría en política manejar, al menos, vectores y no sólo números.

Si en países bipartidistas, o cuasibipartidistas, la mera aritmética numérica es insuficiente en el análisis político, aún lo es aún más en casos como la política vasca, donde los partidos significativos son más de siete. Así se producen en el Parlamento Vasco los frecuentes bloqueos numéricos de “empate infinito” o el “repita usted 33”,... mientras se cuentan y descuentan los escaños. Simple “teoría de conjuntos” y subconjuntos disjuntos. Aquello de si tengo 29 pero me quitan 7, más 3 y 1 que negocio, 7 que me suman temporalmente, menos 19 y 14 regalados, con 9 que no juegan a nada, me dan… ¡CERO PATATERO!

Porque a base de manejar sólo números, los políticos han llegado a poder ser clasificados como los tipos de números. Existen números y políticos naturales, nulos, negativos, enteros, racionales, irracionales, reales, imaginarios, trascendentes, complejos,… Incluso abundan hasta el infinito los números y los políticos primos, abundantes, amigos, defectivos o deficientes, perfectos, sociables, pares e impares, infinitos o transfinitos, superreales, hiperreales, subrreales,…

Mantenemos la vaga esperanza de que esta infrecuente asociación entre Matemáticas y Política nos sugieran a todos algunas reflexiones sobre las posibles combinatorias de los partidos políticos. Queremos que la “clase política” con sus quebraderos y quebrados “solucionen nuestros problemas” con nuevas fórmulas de adicionar, componer o reunir alianzas. De ahí que convenga observar bien con quién se complementa cada cual y, sobre todo, con quién se multiplica.

Conclusión: Se recomiendan clases adicionales de Matemáticas de la ESO para los políticos, a fin de que progresen desde las “sumas numéricas” hasta las “composiciones vectoriales” (véase la imagen adjuntada). Q.E.D., el viejo epílogo matemático ‘como se quería demostrar’ (Quad Est Demonstrandum).

Versión final: mikel.agirregabiria.net/2005/mate.htm

Oído en Euskadi

©Mikel AgirregabiriaUna tertulia de amigos debatiendo sobre política vasca puede ser esclarecedora… sobre todo si se llega a una conclusión común.

Podría poner los nombres propios a cada interlocutor, pero quizá alguno se molestase y fuese menos espontáneo en la próxima ocasión. Tampoco es necesario reseñar la pluralidad de ideologías que cada uno de los tertulianos representa. Sus palabras y sus opiniones expresan sus simpatías o afinidades políticas, reales o atribuidas. Extrañamente en esta ocasión, al finalizar estábamos todos prácticamente de acuerdo. Escuchemos las intervenciones de mis amigos.

- ETA sigue a bombazo casi diario, con extorsiones del penúltimo recibo y riesgo de alguna muerte…
- … Y Otegi vuelve a la cárcel.
- Pero el PSOE y EHAK ya rentabilizaron con más votos su enfrentamiento y la esperanza de todos.
- Si pudiésemos votar de nuevo,…
- El asunto de la Mesa del Parlamento ha sido demasiado…
- Otra vez votando juntos el PP-PSOE, mientras Batasuna se divierte (o EHAK, que da lo mismo).
- ¿Y qué me dices del espectáculo final con EA desmarcándose del tripartito?
- Aquí parece que todos estamos descontentos con los resultados electorales.
- Probablemente es cierto, pero eso vale para todos.
- Los del PNV consideráis que 22 escaños (de los 29 de la coalición) no es representativo.
- Y vosotros, los del PSOE, sabéis que con 18 parlamentarios no podéis hacer nada,…
- El PP es un aliado que nos arruina el futuro en Euskadi, y nos estropea la imagen en España.
- … Ya, mejor conseguir gratis los 15 del PP, para bloquear el Parlamento y desgastar a Ibarretxe.
- Nosotros creemos que el PP es el único coherente, pero para lo que nos sirve… con Patxi en el PSOE.
- Vosotros, los Batasunos, estáis presentes y estáis ausentes a través de ese engendro de EHAK.
- Tampoco los de Ezker Batua estamos nada satisfechos de repetir el resultado de 3 escaños.
- Al menos, vosotros en Aralar estaréis satisfechos…
- Tampoco, una parlamentaria nos permite asomarnos en la CAV, pero poco más.
- Lo que no entiendo es que vosotros, en EA, os quejéis también…
- Nuestra posición no se entiende debidamente al ir en coalición con el PNV…
- Al menos, ya se disponemos de Mesa en el Parlamento,…
- … Y el Lehendakari en funciones podría convocar nuevas elecciones si su investidura se presentase difícil.
- Quizá sería lo mejor, con una campaña electoral a cara descubierta, cada partido por su cuenta,…
- … Las coaliciones luego, entre nacionalistas vascos o españoles….
- Y hablando claro. O Ibarretxe o López, porque San Gil y Otegi no tienen opción.
- Creo que el PNV mejoraría notablemente sus 22 parlamentarios en solitario, aún sin D’Hont.
- EA no tiene miedo a acudir por separado para diferenciar nuestro discurso y medir nuestra presencia.
- EB podría demostrar su representación consolidada y superarla…
- … Y Aralar se vería como una opción útil posible en los tres Territorios Históricos.
- En el PSE indudablemente subiríamos por el voto del cambio.
- Y el PP también, porque teníamos razón con la falsa tregua…
- Que nos dejen presentarnos a Batasuna y ya veremos…
- ¿Lo proponemos en serio cada uno a su partido?
- Me atrevo. ¿A que no os atrevéis vosotros,..?
- …Sí, los que deseáis triturar a un triparto débil y soñar con alguna extraña alternativa PSOE-EA-IU y…
- Por mi parte, sí… preferiría acudir de nuevo a votar, ahora que se han aclarado las cosas…
- Y yo también,…
Todos parecían felices al coincidir, aunque probablemente algunos debían disimularlo.

NOTA FINAL firmada por todos los presentes: Señoras y señores dirigentes de nuestros partidos vascos: A la vista de que ETA sigue en sus trece, y todos ustedes en sus 33, formalmente les pedimos: ¡Convóquennos nuevamente a las urnas! Les prometemos mucha mayor participación,… y algunos cambios muy deseables, aunque sólo dispongamos del derecho de voto (y no el de veto, porque ese día….). ¿No dicen que es el momento de dialogar? Permítannos hablar de nuevo en las urnas. Tenemos ganas.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/euskadi.htm

Promesa de Mesa

©Mikel AgirregabiriaLa Mesa del Parlamento Vasco necesita una Misa para que la Masa vea que la Musa les inspira. Quizá una “Moza” sea la solución.

EAJ-PNV tienen perfecto derecho a designar como candidato para presidir la Cámara a quien mejor le parezca, y más aún si desde la campaña electoral Juan Mari Atutxa estaba señalado para ello, dispone de probada experiencia y ha sido el parlamentario que más votos ha recabado. Pero también los demás partidos están en su perfecto derecho de no votarle, aunque el veto ad hominem sea siempre indeseable. Pero hasta aquí pocas novedades en las seis votaciones repetidas del lunes y martes (16 y 17 de junio).

Lo que empieza a ser más indignante para la ciudadanía vasca son: I) Los argumentos esgrimidos por casi todos los partidos, que no repetiremos aquí; y II) La cerrazón política y mental de todos ellos. Esto no parece un “Parlamento” donde se “parlamenta”. Esto se asemeja más a un colegio de niños mimados que no se ponen de acuerdo ni para jugar en el patio, ofreciendo “nuestra clase política” un espectáculo que no se merece el electorado vasco.

Seguramente sólo la grandeza humana de Atutxa puede evitar este colapso institucional, que debería zanjarse para el futuro con un nuevo reglamento más previsor. A Juan Mari por su extensa carrera, que su propio electorado valora como excelente por estar amenazado tanto por ETA como por los tribunales por defender la dignidad del Parlamento Vasco, le ha pasado factura el denominado “síndrome del desconocido”. Se prefiere a candidatos inéditos o a personajes débiles, como en el paradigma de “Yo, Claudio”, que promocionan sin hacer nada y, por tanto, sin acumular enemigos. A la tercera va la vencida: Sólo Juan Mari Atutxa con un nuevo sacrificio personal puede salvar, otra vez, el honor del Parlamento Vasco. En este caso, como en casi todas las situaciones de enfrentamiento estéril, “quien cede… gana”, y así debiera ser reconocido por toda la gente de bien.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/mesa.htm

Gusto (vasco) por las minorías

Desde la complejidad de la personalidad vasca a la predicción del futuro político inmediato en Euskadi.

Una de las características vascas más peculiares en su preferencia por los subgrupos, por el sentido de pertenencia a una comunidad muy reducida y de rasgos identitarios bien definidos, especialmente en lo geográfico. En Euskadi casi nadie se siente sólo vasco, sino vasco de un territorio histórico concreto (Bizkaia, por ejemplo), y de un barrio de una población específica (como Indautxu en Bilbao), e incluso busca reductos aún más acotados, como el colegio donde estudió y de donde proviene su cuadrilla de amigos de siempre.

La rivalidad entre vecinos, propia de todo el mundo y que se manifestada notablemente en lo deportivo, es singularmente evidente entre los vascos. Quizá fue la orografía física del terreno la que marcó a través de la organización comunitaria esa idiosincrasia del pueblo euskeldun, sumamente defensiva de lo propio, con sus matices desde idiomáticos con la multiplicidad dialectal del euskera (de cada euskalki) hasta los modelos administrativos con sus ancestrales instituciones forales.

Claro está, todo esto resulta sumamente extraño a los foráneos, y muy especialmente desde el sentimiento generalizado de los españoles de la “una, grande (y libre)” o desde la “grandeur française” de la gran mayoría de los franceses. Lógicamente, la política vasca sigue esas pautas de aprecio de la minoría bien reducida y especificada. La fragmentación y complejidad del panorama partidista vasco, en la Comunidad Autónoma Vasca, en la Comunidad Foral Navarra e incluso en Iparralde, causan perplejidad a los observadores externos.

La historia política más reciente muestra señaladamente esta pluralidad partidista y de aprecio por las minorías, aunque siempre desde un liderato de un Lehendakari del Partido Nacionalista Vasco, firmemente en minoría mayoritaria. Sin remontarnos al puzzle de partidos del primer gobierno vasco presidido por José Antonio Agirre en 1936, desde la transición democrática la gobernabilidad vasca en la CAV ha estado permanentemente marcada por el aprecio hacia la suma de minorías. El Lehendakari Carlos Garaikoetxea pudo gobernar desde 1980 como si tuviese mayoría legislativa por la inasistencia institucional de Herri Batasuna. El Lehendakari José Antonio Ardanza hubo de pactar con el PSOE en 1987, incorporando socialistas al Gobierno vasco durante dos legislaturas y media hasta la salida electoralista del PSOE en verano de 1998. Finalmente, el Lehendakari Juan José Ibarretxe hubo de acortar su primera legislatura por la insuficiencia parlamentaria y sólo los extraordinarios resultados de la coalición PNV-EA en 2001, con la pérdida de electorado de Euskal Herritarrok por la ruptura de la tregua de ETA, permitió que algunos imaginasen un panorama de mayoría absoluta a partir del 17-A.

Las urnas reiteraron, una vez más, la insistente y variada pluralidad de la sociología vasca. Las leves oscilaciones se explican por el sumatorio de efectos: “Efecto Guggenheim” mayoritario de quienes defienden que el máximo autogobierno vasco ofrece mayor bienestar, aunque por el “efecto Adormidera” no se hayan movilizado los más tibios aletargados al no percibir en peligro la Lehendakaritza; “Efecto de Bipolarización” que si en 2001 benefició a los extremos PNV-PP ahora ha favorecido al PSOE-EHAK; “Efecto Carod-Rovira” que catapultó a ERC de 1 a 8 diputados por la demonización de Aznar y que aquí ha despertado la simpatía por el débil EHAK (o la aparentemente desahuciada Batasuna); y el “Efecto Vasos Comunicantes” entre los antinacionalistas vascos en función de quien gobierne en Madrid. No parecen haber rendido dividendos ni el “efecto ZP”, válido en otras latitudes, ni aún menos el “efecto Aldaketa” (si no sabe de qué va, ni se moleste en buscarlo) de los trásfugas que son fieles a su deseo de gobernar. Basta ver su actual pataleo por quedar apartados de la labor de cocina que está llevando a cabo el partido para el que pidieron el voto, el PSOE, que siempre actúa como “coche escoba” que recoge hasta a un Pablo Mosquera, fundador del PP en Álava y luego de la Unidad Alavesa ahora extinta.

A pesar de todos los “efectos electorales” actuantes, el electorado redescubre el 17-A el reparto habitual: Un 55 % de nacionalistas vascos al presente en EAJ-PNV, EHAK, EA y Aralar, un 5% de federalistas en EB (IU), totalizando un 60% que aprobó el “Nuevo Estatuto para Euskadi” y un 40% de constitucionalistas (22% de autonomistas partidarios de una reforma estatutaria limitada y un 17% anclado en el inmovilismo). La posición clave la ocupa la coalición PNV-EA, casados por D’Hont, que cuenta con el 38,3% del electorado (42% en 2001 y 36,6% de las autonómicas de 1998), siendo la lista más votada en los tres territorios históricos (en 1998 el PP fue la Alava y EH en Gipuzkoa), y con 463.873 votos casi igual a la suma (481.224) de los partidos segundo PSOE y tercero, PP.

Con todo esto, tras la acreditación de un tercio de parlamentarios el calendario sufre una chocante aceleración en lo referente a la constitución del Parlamento Vasco, prevista para el próximo 16 de mayo, en tanto se pospone la formación del nuevo Gobierno hasta mediados de junio para madurar a las opiniones públicas vasca y española de lo que se está pactando. ¿Datos? El País y la SER, generalmente bien informadas desde el PSOE de Madrid, apuntan a Idoia Zenarruzabeitia como relevo de Juan Mari Atutxa para presidir el Parlamento Vasco. Sería una buena elección de consenso para fraguar un acuerdo entre “casi” todos (no le pregunten a Madrazo), quedando una Mesa impecable en orden de representación (PNV-PSOE-PP-EHAK-EA), gobernando a una Cámara femenina una mujer de valía, pero dejando un sospechoso hueco en la Vicelehendakaritza… Pero para elucubrar sobre el futuro Gobierno ya tendremos algo más de tiempo, según se produzcan algunos acontecimientos, probablemente históricos, por parte de todos los agentes políticos vascos.

Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/minorias.htm

Datos y pactos vascos

Zapatero se cree que ha metido un gol a Ibarretxe con el balón (de aire) a Batasuna, pero hay más alternativas de futuro.

Datos: Las elecciones vascas del 17 de abril de 2005 han determinado un nuevo Parlamento Vasco, con 29 escaños de PNV-EA, 18 del PSOE, 15 del PP, 9 de EHAK, 3 de EB y 1 de Aralar. Los porcentajes de votos son: 38,6% para la coalición PNV-EA, 22,6% del PSOE, 17,3% del PP, 12,5% de EHAK, 5,4% de EB y 2,3% de Aralar. La abstención media es del 31%, exactamente la de Bizkaia, levemente superior en Gipuzkoa (31,3%) y levemente inferior en Araba (30,2%).

Las variaciones respecto a las últimas elecciones de 2001 son las siguientes: La coalición PNV-EA pierde 4 escaños y baja 4,1% en porcentaje de votos; el PSOE sube en 5 escaños y 4,7% de votos; el PP baja 4 escaños y pierde el 5,8% de voto; EHAK, respecto a Batasuna, sube 2 escaños y gana el 2,4% de votos; EB queda igual en escaños y pierde el 0,1% de votos; Aralar aparece en la Cámara Vasca con 1 escaño y el 2,3% de votos.

Análisis por partidos: Todos pierden. PNV-EA disminuye en escaños y votos, si bien en 2001 los restos de los tres Territorios Históricos fueron todos favorables (estuvo oscilando hasta el último minuto entre 30-33 escaños) y ahora le han sido del todo desfavorables (ha estado entre 29-32); pero sigue siendo líder a gran distancia y la primera fuerza en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. El PSOE, que ha tenido que jugar la peligrosa carta de no ilegalizar a EHAK, sólo recupera una posición media en su trayectoria histórica, donde tuvo incluso 19 parlamentarios en anteriores ocasiones; pero se gana la opción de ser una variante de gobierno. El PP cae y su protagonismo vasco se disipa, quedando sólo como segunda fuerza alavesa, tercera vizcaína y cuarta guipuzcoana. Batasuna moviliza 150.000 votos, como en 1981, pero llegó a mantener entre 200.000 y 224.00 desde 1986 hasta 1998; además su representación legítima -pero indirecta- a través de EHAK puede resultarle incómoda. Ezker Batua pierde su papel de partido-llave y sólo logra mantener su representación anterior, inferior a los 6 escaños de 1994. Aparece Aralar, modestamente con una parlamentaria en un panorama revuelto donde, a corto plazo, su aportación cuantitativa no pesa demasiado.

El electorado de la Comunidad Autónoma Vasca muestra una foto fija, que confirma la alta estabilidad en su pluralidad del entramado electorado vasco, con un complejo sustrato sociológico muy estacionario que no permite vislumbrar mayorías absolutas nítidas. La opinión concluyente de las urnas reitera la necesidad de acuerdos entre las diversas representaciones, no sólo para constituir un gobierno eficaz, sino fundamentalmente para avanzar en las tareas más urgentes, que -a juicio unánime de todas las formaciones electorales-, son la búsqueda de la paz y un camino de resolución del “problema vasco”.

Posibles pactos postelectorales. En cuanto a la formación del Gobierno Vasco, parece que caben únicamente tres opciones viables, que se enumeran según su probabilidad, de más a menos viables: 1º Un posible gobierno en clara minoría PNV-EA de 29 escaños (o quizá incluso 32 con EB), que requeriría inusitados acuerdos parlamentarios con otros partidos. 2º Un improbable gobierno de mayoría transversal amplia, 47 escaños, del PNV-EA con el PSOE. 3º Un inverosímil gobierno abertzale de mayoría absoluta de PNV-EA con EHAK, con 38 suficientes escaños.

Para avanzar hacia la normalización de Euskadi, mediante acuerdos con ambas bandas del PP-PSOE y de Batasuna, quizá la centralidad mayoritaria aconsejase como mejor alternativa el mantenimiento de un tripartito (o bipartito PNV-EA sin EB) que, sin dar clara preferencia ni al PSOE ni a EHAK, pudiese negociar un “acuerdo de gobierno” con apoyos parlamentarios de ambas formaciones (así como con EB y Aralar), quizá comenzando las conversaciones con el PSOE a la espera de que EHAK-Batasuna decante su política sectorial real sobre las principales temáticas sociales.

Artículo ilustrado: www.agirregabiria.net/mikel/2005/pactos.htm

Predicción electoral

Llegado el último día de campaña, no queda sino afrontar nuestro pronóstico electoral.

Sin más preámbulos ni mayor retraso, tras una campaña electoral desacelerada y en dientes de sierra, sólo resta que cada analista profesional o aficionado, como es nuestro caso, exponga su propio vaticinio de escaños tras el 17-A.

Ésta es nuestra quiniela: PNV-EA, 35 parlamentarios; PSOE, 17; PP, 15; EHAK, 4 y EB-Berdeak, 4. Aralar y Unidad Alavesa, sin representación. Si se permitiesen tramos, los intervalos serían: PNV-EA, 33-38 escaños; PSOE, 15-18; PP, 14-16; EHAK, 3-6; EB-Berdeak, 3-4 y Aralar 0-1.

Respecto a la evolución desde 1980 de los anteriores siete comicios autonómicos, que se observan en el gráfico adjunto, la sólida coalición PNV-EA viaja a superar su mejor resultado de todos los tiempos, con 33 parlamentarios en 2001. Mientras, el PSOE obtendrá un resultado medio en su historia parlamentaria y el PP retrocederá inexorablemente en una regresión que continuará en el futuro. EB-Berdeak mantendrá, e incluso puede que refuerce levemente su papel de partido-bisagra, rol donde es posible que le acompañe tímidamente Aralar. EHAK situará a unos exóticos representantes en el Parlamento Vasco, con la hipoteca de los votos de Batasuna, de los que será interesante ver cuántos derivan hacia otras opciones, como la abstención, el voto nulo, Aralar o EB-Berdeak.

Si se alcanzase una participación que supere cómodamente el 70%, es muy probable que el actual tripartito PNV-EA-EB lograse la mayoría absoluta, rompiendo la estrategia del PSOE de Rodríguez Zapatero de volver a bloquear la acción legislativa vasca para forzar la presencia socialista, si no en el gobierno (misión imposible), al menos en la acción parlamentaria y en la futura negociación Euskadi-Estado sobre el nuevo Estatuto para la Comunidad de Euskadi.

Para proseguir avanzando en un prometedor camino que nos está acercando a la definitiva pacificación y normalización política de Euskadi, es preciso animar a votar a toda la ciudadanía vasca. Es necesario y muy conveniente en este momento histórico, que el Parlamento de Vitoria-Gasteiz refleje nítidamente la genuina y exacta representación social del Pueblo Vasco, muy plural pero con mayorías y minorías estables. La democracia de las urnas, que es el único sistema político que ha superado la prueba de la Historia, es la mejor senda que podemos seguir, participando al máximo y aceptando sus resultados. Sólo las urnas miden y evidencian la realidad de nuestra sociedad, al tiempo que nos señalan la dirección más fiable para alcanzar nuestro mejor futuro.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://www.getxoweb.com/mikel

Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/electoral.htm

Mayoría de gobierno o de bloqueo

El 17-A la ciudadanía vasca se juega poder avanzar o permanecer inmovilizada con un Parlamento encadenado.

Algunos intereses partidistas inconfesables lo han conseguido. La movilización del electorado vasco es menor que nunca. Los mismos medios de comunicación estatales que calentaron hasta la ebullición las pasadas autonómicas de 2001, han dejado en el olvido la temática vasca. Ya ni los cambios de camisa de “su” serpiente ETA-Batasuna merecen mayor polémica. Todo lo que sea para adormecer a la ciudadanía vasca, a fin de que con el efecto EHAK todo siga igual en Euskadi: Con un Parlamento en Vitoria-Gasteiz al que cuesta sacar adelante leyes y presupuestos. De este modo, el PSOE de Zapatero espera poder “pescar” políticamente algo en el período 2005-2009.

La mayoría de la ciudadanía vasca considera aberrante la Ley de Partidos, erigida frente al nacionalismo vasco democrático. Esa misma mayoría opina que Batasuna debiera poder presentarse directamente en las urnas. Su peso electoral está muy cuantificado, y siendo sus votantes muy militantes, esas papeletas estarán en poder de EHAK y al servicio de Batasuna, a partir del 17-A.

Los 7 escaños de Batasuna en 2001, reducidos desde los 14 anteriores, fueron el resultado no sólo de su pérdida de electorado, cansado de que ETA rompiera la tregua y siguiera asesinando, sino también de la alta participación ciudadana del electorado vasco en 2001.

La predicción de escaños en 2005 no es demasiado difícil, excepto en la incógnita EHAK. PNV-EA será con gran diferencia la fuerza más votada, con entre 33-36 parlamentarios. EB-IU variará poco de sus actuales 3 escaños, y Aralar quizá logre una parlamentaria en Gipuzkoa. Éstos son los únicos escaños que pueden apoyar a un Gobierno Vasco con mayoría absoluta que siga construyendo una Euskadi pacífica y democrática.

El PSOE por mucha parafernalia que despliegue cree, como sabemos todos, que no puede sino aspirar en el mejor de los casos a gobernar con el PP, en tan sonada minoría que sólo le reportaría desgaste propio y ajeno. Y lo mismo reza para el PP, aún más huérfano de todo apoyo en Madrid. EHAK, lamentablemente, seguirá manteniendo la posición obstinada de Batasuna de política antisistema, actuando con lo hace en Física esa fuerza real pero pasiva que es la resistencia del rozamiento, que sólo sabe oponerse al movimiento en cualquier dirección.

Los votantes de Batasuna, con el inesperado plácet del PSOE, podrán otorgar legítimamente su representación a EHAK. Quizá esta vez sean menos de cien mil sus votos, porque también hay escrupulosos batasunos a quienes votar comunista no les satisface. El resto del electorado motivado ya ha tomado su decisión, por los distintos partidos convencionales del espectro político. Euskadi es, probablemente, uno de los países con voto más estable, pero persiste una variable que resultará determinante: la participación electoral.

Con una participación del 80%, inusual pero posible como en 2001, Euskadi podría abordar una legislatura esperanzadora, con una Batasuna que se vea obligada a madurar y una oposición que asuma finalmente su papel de crítica, pero constructiva. Incluso desde el Estado español habrían de desmontarse los obstáculos para una negociación sosegada y provechosa.

Esta hipótesis del binomio de mayoría dinámica o estática podremos verificarla incluso antes de que acabe alas 20:00 horas la jornada electoral del 17-A, en función directa de la participación. Una abstención mayor que la del 13-M del 2001 pronosticará ciertamente un Parlamento Vasco paralizado por la estrambótica entente PP-PSOE-EHAK.

Resumiendo: ¿Quién posee la clave del 17-A? El electorado dormido, tibio, vacilante, la juventud “pasota”, quienes opinan que “todos los políticos son iguales”,… Este complejo y variado segmento social mantiene su inalienable derecho, obviamente válido, de abstenerse o de votar. Pero han de saber que son ellos quienes determinarán que exista una mayoría de gobierno… o de bloqueo. Nunca como ahora los indecisos fueron tan decisivos.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo

Los votantes dudan y quieren saber

©Mikel AgirregabiriaEn las campañas electorales todos los partidos explican sólo algunos de sus proyectos, los más aceptados y populistas. Pero cada electorado quisiera que le aclarasen otros aspectos más vidriosos, susceptibles de decantar su voto.

Las Elecciones Autonómicas Vascas del 17-A siguen esta misma pauta general. Resultaría demasiado prolijo reseñar los numerosos temas de los NO nos hablan cada candidatura partidista, aunque sí figuren en esos mamotretos con las propuestas electorales que nadie se detiene a leer.

Los partidos políticos son, ante todo, máquinas creadas para obtener votos. Sólo cuando los electores y las electoras exijamos más y más detalles, cambiará y se perfeccionará esa sofisticada maquinaria que abusa de los lemas simples, destinados preferentemente para los restos indecisos del electorado, estimado en un decisivo 5%.

No conviene olvidar al 95% del cuerpo electoral, que tiene prácticamente decidida su papeleta y quisiera reafirmarse corroborando el acierto de su decisión. En sus distintas opciones, ese electorado clave, que podría o no acudir a votar, se pregunta algunas cuestiones esenciales como éstas:

- Voy a votar a Aralar, ¿pero no acabará mi voto, en mi Territorio Histórico, en la papelera? ¿Quizá convenga que me cambie a la coalición PNV-EA?
- Voy a votar a EHAK, ¿pero no acabará mi voto sirviendo para paralizar a Euskadi en esa extraña alianza con el PP y el PSOE? ¿Quizá convenga que me cambie a Aralar o a la coalición PNV-EA?
- Voy a votar a EB-IU, ¿pero no acabará mi voto en la corriente opuesta a Madrazo? ¿Quizá convenga que me cambie a la coalición IU-EB?
- Voy a votar al PSOE, ¿pero no acabará mi voto a las órdenes del PP de San Gil (Oreja, Aznar)? ¿Quizá convenga que me cambie al EB-IU?
- Voy a votar al PP, ¿pero no acabará mi voto bajo el programa del PSOE de Zapatero? ¿Quizá convenga que me cambie a UA o a alguna Falange auténtica?
- Voy a votar a la coalición EA-PNV, ¿pero no acabará mi voto gestionado por alguna corriente crítica del partido? ¿Quizá convenga que me cambie a la coalición PNV-EA?
- Voy a votar a la coalición a PNV-EA, ¿pero no acabará mi voto sin evitar que sean 22 años los que mi partido elude liderar la crucial Educación Vasca? ¿Quizá convenga que me cambie a la coalición EA-PNV?

Respóndanos, Señoras y Señores de la Política, a estas cuestiones, porque hasta el domingo 17 de abril no elegiremos definitivamente nuestro voto otorgado por otros cuatro años.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://www.getxoweb.com/mikel

Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/saber.htm

Indiscreto Maragall

Maragall, como su camarada Ibarra, quizá es ingenuo, imprudente o impertinente, pero siempre aporta salsa a una campaña vasca.

La rica cultura francesa, de la que los vascos también nos beneficiamos, acumula muchas citas históricas y contemporáneas sobre la política,… pero aún más sobre el amor (“Ah, l'Amour…!”).

Cuando leímos que el President Pasqual Maragall se había pronunciado a favor de que el Partido Socialista de Euskadi tras el 17 de abril pactase con el PNV, en lugar de con el PP -su socio vasco habitual-, algunos recordamos la frase de Henri Asselin: “La mujer menos indiscreta nunca os oculta que tiene un amante, pero omitirá más bien que tiene un marido”.

Desde Catalunya quizá no, pero en Euskadi sabemos perfectamente con quién está casado el PSOE, y aunque adivinemos que está preparando su divorcio, es improbable que encuentre aquí y tan pronto otra pareja, o trío, para bailar su melodía preferida, titulada “Gobernar a cualquier precio”.

Listas negras, grises y blancas


Batasuna seguirá presente en el próximo Parlamento Vasco a través de alguna lista blanca.

Muchos lo supimos desde el principio, porque es obvio para cualquier observador amateur vasco (no los “expertos” de Madrid), pero no quisimos ser los primeros en publicarlo, pero hoy es un clamor en los medios digitales por lo que ya es hora de compartirlo abiertamente, y no solamente con la cuadrilla de amigos: Batasuna concentrará su volumen de voto en una candidatura legal, que al día de hoy es la del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK). Esto es vox populi en quienes lo sufrirán directamente como Aralar, Ezker Batua (EB-IU),… Por ello, todas las encuestas sin presencia de Batasuna que circulan por ahí (mañana presentaremos nuestra predicción), son solamente globos sonda para despistar a ilusos y confiados.

¿Por qué lo sabemos todos los vascos? Porque vivimos aquí, salimos a la calle y vemos miles de carteles pegados por todas partes, ya reescritos con la estética y difusión propia de Batasuna. Mientras el editorial de “El País” (de hoy 6-4-2005), que suscribiría GARA, elucubra con un razonamiento final como éste: “…la lógica de la Ley de Partidos no puede estirarse más allá de los límites definidos por el Constitucional. El PCTV fue registrado en septiembre de 2002, antes de la ilegalización judicial de Batasuna, por lo que resulta difícil de probar que suponga un intento de sucederla de forma fraudulenta. Sí cabe la posibilidad de que a posteriori sus siglas hayan sido instrumentalizadas como posible plan C de Batasuna, tras ser anuladas las listas de Aukera Guztiak. Pero las meras sospechas no valen para actuar. Hay que apoyarlas con pruebas”.

¿Qué nos parece? La ciudadanía vasca conoce la capacidad de movilización de Batasuna, que se arreglaron para incluir cien mil votos en las urnas cuando ya estaban ilegalizados en las elecciones anteriores (Generales, Forales y Municipales). La mayoría social, incluidos amplios sectores del PP-PSOE, considera que no se pueden ilegalizar las ideas. Por supuesto que el rechazo y repudio ciudadano de toda forma de violencia es unánime, y especialmente del terrorismo asesino de ETA que tanto dolor ha causado y causa, muy particularmente en Euskadi donde todos somos víctimas de la aberración extremista.

Desde el sufrimiento, y desde la solidaridad máxima con las víctimas que más han padecido y padecen, muchos creemos que con diálogo inteligente –que no significa renunciar a los derechos de todos- podría superarse esta tragedia prolongada tanto tiempo. Y para ello es preciso que existan interlocutores autorizados, un Otegi o alguien con un respaldo comprobable.

Así lo entienden, aunque no lo reconozcan, muchos partidos y políticos. El mismo Rodríguez Zapatero y sus gentes en la política (Interior, Justicia, portavoz)), la policía, la fiscalía, el poder judicial, los medios de comunicación,… se hacen los despistados ante la tercera lista (la blanca, aunque puedan quedar otras en reserva), tras la pamema de anular la lista negra de Batasuna y el entretenimiento de descartar justo antes del inicio de campaña la lista gris de Aukera Guztiak. Con la opinión pública española distraída, Zapatero logrará lo único que se juega en Euskadi el 17-A: Que el tripartito no logre la mayoría absoluta, que alcanzaría –incluso sola la coalición PNV-EA- en caso de ausencia total de Batasuna.

Zapatero, aunque no lo reconozca cuando venga a hacer campaña a Euskadi tras sus ministros, NO espera demasiado de López. A diferencia del PP de Aznar, que ilusoriamente envió a Euskadi a su posible sucesor y ministro mejor valorado (en España), sin lograr nada más que Mayor Oreja se estrellase en una noche electoral en la que las televisiones de Madrid no podían creerse los resultados finales. Zapatero espera cogobernar en Galiza, pero en Euskadi es realista y sólo le cabe esperar a lo sumo que el Parlamento Vasco siga trabado con la mayoría de bloqueo formada por PP-PSOE junto con Batasuna (con otro nombre).

Los más malpensados, que suelen tener razón, apuntan que incluso el PP-PSOE podría buscar la impugnación a posteriori de los resultados electorales si les fuesen muy negativos (sólo ello explicaría que el PP no arme el mismo barullo con PCTV-EHAK que con Aukera Guztiak). Podrán el PP y el PSOE haberlo pensado, o pactado, pero que no nos consideren tan idiotas a los votantes como para que no lo hayamos previsto. Basta de chalanear con la manejable opinión pública (sobre todo la española, desde la absoluta intoxicación a la que se le ha conducido).

Quede claro: PCTV-EHAK recogerá los votos y representación de Batasuna. No hay que esperar al próximo viernes cuando la Mesa de Batasuna pida directa o indirectamente el voto para esta candidatura. Que lo acepten todos los partidos que ilegalizaron a Batasuna, pero sin excusas el 18-A del tipo “es que nos colaron un gol”. Díganlo francamente a su electorado, sin más mentiras u ocultaciones con la connivencia del “independiente” cuarto poder: la prensa. “El País” en la editorial citada ya se pone la venda antes de tiempo (¿posible plan C?), con argumentos tan peregrinos como la fecha de registro del PCTV-EHAK, que justamente fue en la época de Acebes tras la Ley de Partidos, previendo Batasuna exactamente lo que ahora sucede.

¿Qué ocultan los candidatos?

Lo que Patxi NO dice, lo que María NO espera, lo que Javier NO quiere y lo que Juanjo NO retrasa.

En una campaña electoral se difunden muchos discursos, se publican múltiples opiniones y se pregona mensajes a tutiplé. Entre tanto barullo, tantas crónicas y tantos programas electorales, conviene descubrir lo que NO se dice, lo que NO se divulga, lo que NO es noticia, lo que NO se discute y lo que NO interesa destacar… ni a los políticos, ni a los medios de comunicación convencionales.

En Euskadi hemos vivido una precampaña mediática demasiado típica para la curtida ciudadanía. El grupo Vocento (El Correo, especialmente) y El País han “convertido” en noticia cualquier antigualla de nulo interés, sólo para caldear el ambiente y a falta de novedades significativas de sus respectivos patrocinados PP (San Gil incluye al Grupo Correo en su weblog como enlace recomendado) y PSOE (que no hace falta que sugiera a PRISA). ¿Cómo puede ser reportaje de cobertura diaria a varias columnas y en todas las ediciones una circunstancia producida hace casi un año? Éste es el insólito caso de transformar en notición el cambio administrativo -en agosto de 2004- de 156 profesores interinos entre 17.000 sustitutos, de los cuales otros 156 sí cumplen los requisitos exigidos por leyes aprobadas por el PSOE en 1993 (Decreto 47/1993), y que apoyan con sus servicios educativos a una plantilla de 27.000 docentes estables (funcionarios o con pago delegado). ¡Todo un paradigma de instrumentación para ser analizado en las facultades de periodismo, sobre cuánto puede explotarse un dudoso encierro (sin una sola hora de huelga) cuando se trata de desviar y disipar la atención!

Todo ello mientras persiste sin tregua la dosis diaria de artículos de opinión partidaria de los mismos publicistas criticando y reprendiendo al nacionalismo democrático, una y otra vez con la misma retahíla, que ha llegado a aburrir incluso a sus gregarios. ¿Existe todavía algún infeliz que lea un solo día los 8-10 artículos cotidianos de esos supuestos “independientes”, “ex-peneuvistas”, “plataformistas” y demás? ¿O son acaso los mismos escritos los que se re-publican pasados unos días, porque ni el contenido ni la forma cambian y nunca se refieren a nada actual?
Así que será preferible pasar, en el océano de lo interesadamente publicado, a lo que nunca reconocerán los principales candidatos. El que lo tiene más difícil es Patxi López, que NO dice con quién se aliará –una vez más- cuando logre… seguir en la oposición. Como le resulta gratis, porque no tendrá que cumplir, se limita a prometer gratuidades a diestro y siniestro: que si el trasporte público gratis (¡que lo pongan en España!), que si plazas de educación infantil gratis (propuesta nada progresista por cierto, que tampoco lo han implantado en ningún sitio),… De su programa mejor no hablar: Está tan escrito desde Madrid y contra el PP, su aliado aquí, que no pinta nada en Euskadi. Que si “no a la guerra”, “stop al racismo”, “arco iris de la sexualidad”,… Claro que la parte que redactó aquí Guevara, ex–PNV, no es presentable con su “comunidad nacional” ante su indeciso electorado, más español (donde pesa algo, como Araba o margen izquierdad de Bizkaia) que “vasquista” (donde apenas pesa como Gipuzkoa). Porque el PSOE también tiene su “péndulo vasco”, entre el cual debe navegar un López que ha optado por no insinuar casi nada, y esperar que le caigan algunos escaños de los fluctuantes con el PP y de los flotantes de Batasuna.

María San Gil ha aprendido bien su función de icono de un marketing electoralista: Creerse que continuará dentro de cuatro años como candidata del PP (sí, se puede ser tan ingenua), y desplegar una locuacidad demagógica que afianza a sus fieles más exaltados (por cierto, han desaparecido todas esas candidaturas de falanges auténticas y otros inventos ultraderechistas en estas elecciones, seguramente porque ya tienen al PP). Hasta puede que la candidata más elegante contenga en algo la sangría de votos en los vasos comunicantes PP-PSOE, reincidente y en función de quién gobierne en Madrid. Tiene el mérito de ser la primera mujer candidata a Lehendakari, lo que desafortunadamente no es mérito propio sino exponente de la mediocridad y descrédito social de las “figuras” del PP en Euskadi. Prefieren no presentar a nadie con experiencia parlamentaria y recurrir a una concejala desconocida fuera de Donosti. Lo que la incauta señora San Gil NO espera es justamente lo que sucederá: Que retrocederá incluso ante el gris López, como preludio de su acompañamiento subsidiario allí donde todavía asoma su representación, y perdiendo la escasa presencia política vasca alcanzada en la época de Aznar.

Javier Madrazo sigue con su anguiniano “programa, programa, programa”, en su particular cruzada de amor-odio con el PSOE (de nuevo Euskadi “is different”), proponiéndole entrar en un gobierno con PNV-EA donde Ezker Batua (IU) está cómodamente instalada. Ello sabiendo que si entrase el PSOE –en pura e imposible hipótesis-, ese mismo día saldría EB. Lo que Madrazo NO quiere es justamente que cambie nada, excepto subir algún escaño de los imaginariamente volatilizados a Batasuna, para que IU siga viva en la política estatal, justamente cogobernando con los nacionalistas vascos,… o en Catalunya con los independentistas republicanos de ERC y con un PSOE menos centralista.

Juan José Ibarretxe es político avezado, que goza de un amplio respaldo electoral. Si la peculiaridad foral vasca no impusiese los mismos 25 parlamentarios en Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, su representación parlamentaria habría sido y sería de mayoría absoluta… permanentemente. Incluso con la super-representación alavesa (que favorece al PP-PSOE, y dio vida a Unidad Alavesa) y la infra-representación vizcaína (que penaliza al PNV), la estable coalición PNV-EA está en puertas de alcanzar la mayoría parlamentaria absoluta,… en supuesta ausencia de Batasuna (tema que trataremos mañana en “Listas negras, grises y blancas”). El presente, y futuro, Lehendakari lo que NO retrasa es proyectar exactamente cómo será la próxima legislatura. Abiertamente declara su decisión de mantener el tripartito, con EB aún cuando no fuesen necesarios sus escaños, e incluso dando cabida a Aralar si, como parece posible, aparece tímidamente en el Parlamento. Ibarretxe adelanta que el proyecto de Nuevo Estatuto para Euskadi será nuevamente refrendado en la Cámara de Gasteiz, para recabar indudablemente un mayor apoyo parlamentario, y comprometer al PSOE dubitativo y “talantoso” (de talante, que no de talento) a desmarcarse del PP… también en Euskadi.

Debate electoral vasco

Inédita, reveladora y positiva resultó la polémica entre los cabezas de las listas electorales.

Hace unos minutos hemos podido presenciar en Euskal Telebista (ETB-2) un espectáculo infrecuente en nuestras cadenas televisivas: Un auténtico debate preelectoral entre los cuatro principales candidatos para las Elecciones Autonómicas del 17 de Abril. Es el primero en la historia de las siete legislaturas vascas precedentes, acordado por el Consejo de Administración de EITB, tras múltiples y complejas negociaciones durante varios días con los partidos participantes, que son quienes están actualmente en el Parlamento Vasco y se han podido presentar nuevamente. Finalmente se acordó un minucioso formato de cinco bloques de temas con intervenciones y réplicas tasadas, pactando igualmente que el moderador fuera el jefe de Informativos de ETB, Jaime Otamendi, con la única función –cumplida a la perfección- de presentar el programa y controlar los tiempos.

El debate, con una duración total de 75 minutos, fue emitido en diferido a las 22:00 horas, aunque se grabó con cinco horas de antelación, sin público en el plató. Los candidatos a Lehendakari, Juan José Ibarretxe (PNV-EA), María San Gil (PP), Patxi López (PSOE) y Javier Madrazo (EB) confrontaron sus opiniones en seis bloques temáticos: Final de legislatura (apartado en el que cupo el proyecto de Nuevo Estatuto Político); economía y políticas sociales; euskera, cultura y educación; pacificación y normalización; futuro gobierno y política de pactos; y petición final de voto. El esquema articulado se demostró ordenado, aunque algo frío, y la fecha emisión escogida se anticipó en demasía al 17-A, seguramente con intención declarada de abrir la campaña, pero con el propósito oculto de no arriesgarse nadie a un improbable golpe de efecto que resultase decisivo en las urnas.

En formato modernista de las condiciones ambientales, si bien con estática clásica en sus actores, los candidatos aparecieron de pie, tras sus atriles, mirando al presentador. De izquierda a derecha para los teleespectadores, se alineaban López, Ibarretxe, San Gil y Madrazo. El tono general fue relativamente mesurado, con la excepción de alguna improcedente salida de tono de la representante del PP, pero denotando que las formas agresivas ya no se recomiendan, especialmente si lo comparamos con lo que habría supuesto un encuentro de Ibarretxe con sus últimos adversarios ya desvanecidos, Nicolás Redondo y Mayor Oreja (por cierto, ¿dónde andan ahora?).

Como cabía esperar en un debate igualitario que ofrece posibilidades a los partidos menores, las interpelaciones se cruzaron con asimetría muy estudiada. Madrazo criticaba a López y le instaba a responder, mientras San Gil y López inquirían solamente a Ibarretxe, y el Lehendakari actual se dirigía a la audiencia. Las intervenciones estaban muy “precocinadas”, y nadie caía en el ardid de responder las “preguntas envenenadas” de los demás. Sólo Ibarretxe supo y pudo rebatir con rapidez y elegancia algunas cuestiones planteadas, sin dar contra-juego. López terminaba su guión elaborado sin agotar el tiempo previsto, mientras Madrazo y sobre todo San Gil eran cortados por el moderador tras consumir sus plazos.

Se le veía a López incómodo con su chaqueta y corbata; a Ibarretxe atento a las declaraciones de sus oponentes; a San Gil con técnicas elementales como mirar fijamente a la cámara y exhibiendo algunos gráficos imposibles de apreciar: todo ello mientas Madrazo adoptaba su habitual tono docente. Aparte de la salutación inicial, sólo Ibarretxe y Madrazo utilizaron frases o lemas en euskera.

La conclusión final cada teleespectador deberá alcanzarla por sí mismo, pudiéndose convenir fácilmente que los cuatro candidatos agradarían a sus respectivos militantes y simpatizantes por ajustarse a sus asiduos roles y rutinarios discursos. Nadie citó a los ausentes, si bien Madrazo lanzó –legítimamente- sus redes para sumar “votos flotantes”. López siguió pidiendo entrar en el próximo gobierno, como sea, mientras San Gil le reiteraba una vez más el incómodo ofrecimiento de que López sea su vicelehendakari, y tácitamente ofreciéndose ella para tal papel. Las porfiadas menciones a ETA de San Gil puede que reporten algunos votos… a las otras candidaturas.

Sólo ha sido un acto más en la campaña vasca. Ahora nos quedan las penúltimas piruetas de Batasuna, Aukera Guztiak, el Partido Comunista de las Tierras Vascas,…, y el usual desfile continuo de ministros y ex-ministros, porque el 17-A se juegan mucho en Euskadi (y luego en Galicia) Zapatero y Rajoy, quizás más el del PP que el del PSOE. Seguiremos informando, pero que nadie se olvide que sólo es la ciudadanía vasca quien realmente decide ese día sobre su futuro.

Final de ETA… o de Batasuna

Análisis electoral vasco a dos meses de la cita del próximo 17 de abril. Puede alcanzarse la anhelada paz: Hay suficientes voluntades, tiempo y espacio para ello.

Como preámbulo de toda consideración, quede explícito nuestro rechazo ético a toda forma de violencia, y menos aún si cabe para negociar o convencer políticamente. Sea una vez más toda nuestra solidaridad con las víctimas de cualquier forma de barbarie, y quede reiterado nuestro ferviente deseo de pacificación y normalización de la vida en Euskadi. Pero la política siempre requiere elevadas dosis de realismo y reflexión conjunta, especialmente cuando una plural ciudadanía ha de compartir un futuro común que resulte democrático, armónico y compatible con la diversidad y complejidad de la sociedad vasca.

Tras la tramitación por la vía de urgencia en el Congreso de los Diputados del Nuevo Estatuto para la Comunidad de Euskadi, el Lehendakari Ibarretxe decidió adelantar la cita con las urnas en tres semanas. Simplemente el ciclo legislativo estaba casi concluido (excepto las ultimadas Leyes del Suelo y de Igualdad para hombres y mujeres), y el proyecto de Nuevo Estatuto debía ser valorado en las urnas por la ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca para dictaminar su apoyo social, que será determinante de su futuro en las negociaciones que, en un sentido u otro, se avistan por el horizonte.

El electorado vasco es relativamente estable, con dos únicas variantes de relieve en las últimas décadas. Por una parte, la variación en vasos comunicantes entre el PP y el PSOE del voto ‘españolista’ o constitucionalista, según quién gobierne en Madrid. La segunda incógnita es el fluctuante voto de Batasuna, en función de que pueda o no presentarse, así como de las instrucciones que dirijan a su base electoral, que existe en una dimensión cada vez más difícil de evaluar por las votaciones en blanco de las últimas convocatorias electorales.

Ambas variables, subida del PSOE a costa del PP y el efecto directo o inducido de Batasuna, son las que dificultan pronosticar el reparto final de escaños en el Parlamento Vasco. La mayor incertidumbre actual reside en la presencia directa o no de Batasuna. Su queja, ante el PNV, por el adelanto de 21 días es simplemente demagógico, porque todos sabemos que llega el calendario de las autonómicas y que este mínimo anticipo deriva más del trámite sumarísimo sufrido por el Nuevo Estatuto en Madrid, por decisión del PSOE y del PP, que por preferencia del tripartito vasco.

Los principales partidos políticos mantienen unas expectativas bastantes predecibles. PNV acude en decidida coalición con EA, bajo la figura de Ibarretxe y con el programa electoral más nítido que nunca. EAJ-PNV se ha movido históricamente entre 30 y 33 parlamentarios, olvidando los 25 de las primeras elecciones de 1980 con el CDS y contabilizando la suma con EA tras su secesión de 1986. Actualmente dispone de 33 parlamentarios, 26 de EAJ-PNV más 7 de EA. Cuenta con optimistas perspectivas sólo limitadas por su ya altísimo porcentaje en Bizkaia y Gipuzkoa, con el 43,7% y el 44,7% de un electorado con ocho opciones posibles (incluidos los partidos Aralar y UA). En Araba, la coalición PNV-EA con el 33,8% del electorado fue la de mayor representación en 2001, pero la nada proporcional cuota de 25 parlamentarios por territorio no favorece a la coalición para rozar o superar la mayoría absoluta en el Parlamento de Vitoria-Gasteiz. Además, al igual que la coalición con EA ha sido designada como estratégica por Josu Jon Imaz, también el Lehendakari parece apreciar la participación de Ezker Batua (Izquierda Unida) como un elemento transversal de continuidad, aunque existan otras posibilidades como algún parlamentario de Aralar que pudiera completar un tripartito exclusivamente nacionalista (PNV-EA-Aralar).

PSOE y PP intercambiarán posiciones, porque su techo de 19 representantes del PP fue una excepción que produjo la polarización de Aznar, Oreja… y Redondo. El PP volverá a su intervalo entre 2 y 16, incluida la facción de Unidad Alavesa (UA), con una insumisa parlamentaria. El PSOE con 13 escaños actuales, mantuvo 19 parlamentarios en 1984 y 1988, pero desde entonces oscila entre 12 y 16 parlamentarios, y ello a pesar de su proceso de fusión con parte de Euskadiko Ezkerra en 1992. IU-EB, tras su creación desde el PCE, ha variado entre 6 y 2 representantes en 1994 y 1998, por lo podrá mantener o quizá mejorar sus 3 presentes parlamentarios.

La gran cuestión es lo que sucederá con los 7 escaños de Batasuna. Está en la cuerda floja su visibilidad pública institucional, que no sus potenciales votantes excluidos por la Ley de Partidos Políticos de 2002. Sería deseable su participación, y mejor aún que fuese por el ocaso final de ETA, que afortunadamente no ha causado víctimas mortales desde el 30 de mayo de 2003 cuando asesinó con una bomba lapa a dos policías en Sangüesa. Paradójicamente, sus postreras demostraciones de “capacidad o de fuerza”, como las recientes bombas en Getxo, Denia y en Madrid, podrían estar jalonando su final no anunciado.

Algunos entienden que existen posibilidades ciertas de una tregua definitiva de ETA en estas semanas inmediatas. La rapidez, y la sorpresa como con el voto partido del 30 de diciembre, empieza a ser el último recurso de una Batasuna cada vez más encerrada (en varios sentidos del término). También cabría, pero es sumamente dudoso por no decir imposible, que Batasuna se desmarcase de ETA, pero eso en Euskadi prácticamente nadie se lo cree. Asimismo podría ser que, manteniéndose la inacabable amenaza etarra, Batasuna presentase unas “listas limpias”, lo que sería técnicamente mucho más factible que en elecciones locales y forales, por tratarse únicamente de tres candidaturas, una por cada territorio histórico.

Incluso con escapatorias de dobles listas, una más ‘contaminada’ y otra ‘pulcra’ que podría superar la acción fiscal, cualquier opción que no implique el cese de ETA (o la desvinculación de Batasuna) es azarosa para el porvenir político de Batasuna. Ha de superar una inercia de décadas y, aunque disponga de “listas presentables”, podría encontrarse únicamente con sólo 2 o 4 parlamentarios si ETA persiste. En 2001, tras la ruptura de la tregua de ETA, la representación de Batasuna se redujo de 14 a 7 parlamentarios justamente por la gran movilización del electorado que no se abstuvo, cuando Herri Batasuna se había movido siempre con un intervalo entre 11 y 14 escaños.

Todas las estrategias posibles de Batasuna entrañan serios inconvenientes para su continuidad: Plantear nuevamente el voto en blanco para contabilizar los nulos y sus “hipotéticos parlamentarios”, es demasiado reiterativo y puede desviar votos hacia alternativas más pragmáticas, sin que lo detecte el control de voto depositado. Predicar la abstención para contener la fuga de votos, refutaría su historia anterior, obstaculizaría el cálculo de su presencia social y podría hastiar a su último reducto electoral.

ETA debe desarmarse irrevocablemente. Primeramente por razones morales válidas desde siempre y por la degradación ética que supone su existencia. Además, y es un argumento menor pero al que podrían ser más sensibles sus simpatizantes, porque el canibalismo político de ETA –que tanto daño ha causado al nacionalismo vasco democrático- está aniquilando también a su única opción partidista, Batasuna. Máxime cuando concurren otras circunstancias históricas, como la presencia incipiente de Aralar o el liderazgo reforzado de Ibarretxe tras la gestión de una nueva iniciativa política de calado, con un recorrido futuro innegable aunque difícil de predecir en plazos y en resultados.

Batasuna no ha sabido medir ni siquiera el hartazgo de “su” electorado, cuyos votos –como todos- tienen fecha de caducidad y un máximo de 4 años. Sólo un final inmediato y definitivo de ETA, sin dilación, trampa ni cartón, podría aliviar el negro futuro político que espera a Batasuna. Y lo que es mucho más relevante, sólo la desaparición de ETA aliviaría el inmenso dolor generalizado de toda la ciudadanía vasca que lleva décadas reclamando y exigiendo la paz.

Últimos cartuchos

Batasuna no entendió a Salomón: Cree que finalmente partió al niño en dos. Felizmente hoy muchos se han quedado sin cartuchos.

Soy de esos aficionados a la política, como los futboleros que ven mucho deporte aunque no practiquen ninguno. En Euskadi hay grandes oportunidades para conversar de política, porque el panorama partidista aquí es muy plural y variado. La abundancia de parlamentos forales, autonómico, estatal y europeo ofrece frecuentes debates como en pocos lugares del mundo. Además, aquí hay una gran vocación de discusión política entre “entendidos de café”, generalmente dentro de una sana y eterna rivalidad, lamentablemente sólo teñida por la intolerancia violenta de unos pocos (que no merecen ser citados).

Hoy, 30 de diciembre de 2004 y día vacacional para algunos, hemos asistido a través de ETB-1 a un apasionante debate bilingüe de más de diez horas en el Parlamento Vasco, donde finalmente ha quedado aprobada por mayoría absoluta el nuevo Estatuto Político para Euskadi. Los detalles de la sesión serán publicadas en las próximas horas, por lo que quizá lo mejor sea recoger las propias sensaciones de un observador atento e inevitablemente parcial. Diez trazos para el recuerdo:

1. La sorpresa general ante la aprobación de la Propuesta.
2. El último invento de Batasuna, tras pregonar lo contrario y haber agotado todas las demás posibilidades de votar sí, no, en blanco o abstenerse: La partición salomónica de 3 votos favorables y 3 desfavorables. Sólo les queda patentar el voto individual en porciones ‘Baserria’ (El Caserío).
3. Con un poco de optimismo pudiera vislumbrarse un atisbo de despegue de Sozialista Abertzaleak de su tutela armada, cediendo finalmente al sentido político al no poder justificar en modo alguno ante sus últimos simpatizantes una negativa al Plan apoyando las tesis del PP – PSOE.
4. La posición diferenciada y digna de Ezker Batua (IU) en resplado del nuevo proyecto desde una visión federalista y republicana del Estado como nación de naciones.
5. Las reiteradas exposiciones y leves matices propios de la posición de Eusko Alkartasuna, con plena lealtad al programa presentado por Ibarretxe, e intitulado coloquialmente con su apellido.
6. La posición sugerente y pragmática defendida por el Partido Nacionalista Vasco desde el rigor de una extensa experiencia de gestión y desde una cuidadosa definición de un objetivo alcanzable bien definido y planificado.
7. El descoloque del PSOE que no se lo esperaba, y cuyas contradicciones internas en Euskadi y en el Estado les puede llevar a la desorientación total, tras haber encomendado su ponencia política a un tránsfuga del PNV como Guevara.
8. La vuelta al disco rayado del PP, dando protagonismo a la “banda terrorista”, y que probablemente con el apoyo de los medios de comunicación de Madrid asegurarán los mejores resultados electorales de la Historia… para el nacionalismo democrático vasco.
9. La serenidad final del Lehendakari, con algún rasgo emotivo, cuando ha señalado los siguientes pasos previstos.
10. Una impresión final de que la violencia hoy ha terminado en Euskadi. Han quedado mojados e inutilizados definitivamente los últimos cartuchos para impedir que la voluntad libre de la ciudadanía vasca se exprese sobre su futuro. Hasta los más radicales lo deben haber entendido: Una inmensa mayoría de Euskadi anhela la paz y quiere decidir por sí misma. También algunas opciones políticas que únicamente se valían del rechazo de ETA habrán de buscar argumentos para una sociedad normalizada donde debe regir el juego democrático y respetuoso de mayorías y minorías sociales, y donde el sentir nacionalista vasco es muy superior a los números derivados del 25-25-25 (Bizkaia, Gipuzkoa y Araba) de parlamentarios en Gasteiz.

Hoy es un gran día que inicia la etapa democrática en paz de Euskadi, Mañana decidiremos cómo seguimos o cómo mejoramos, pero sólo por nuestra democrática decisión sin vetos ni coacciones.