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Ricura de investidura

Una lectura del talante de Zapatero en la jura

La holgura nos ha sumergido en la singladura de escuchar la dulzura de la sesión de investidura. La botadura de la figura del PP, el caradura cicuta, ha dado una hechura de mesura al debate parlamentario transformado en llanura sin cerraduras. ¡Qué fácil ha sido todo, en comparación con la chifladura propia de la bajura a la que nos tenía acostumbrados la troglodita postura de la gruta PePera con censura, armadura, crispación y dictadura!

Rodríguez Zapatero parece la finura personificada frente a la negrura fanática de su predecesor imperial, cuya desaparición favorece hasta la misma catadura del ungido Rajoy. El debate fue una guapura de soltura versus la cultura de la esclusa y la locura de la ruptura. ¡Cuánta cura de ternura frente a la anterior basura! ¡Arriba la fritura de enjabonadura y abajo la bravura de mordedura! ¡Altura y anchura sin escoceduras ni rasgaduras!

Sin premura pasaron Duran i Lleida (mucha cintura), Puigcercós (independentismo con largura), Josu Erkoreka (hondura sin fisura), Llamazares y Joan Herrera (ensambladura sin rotura). El resto de grupos pasará mañana, pero hoy fue la misma mixtura de sutura con pintura de tersura y textura frente a la conjura de la herradura.

Pero la moldura de blandura tuvo una desgarradura de envergadura: Al portavoz del PNV se le pidió una rectificación, la única resquebradura en un mar de alabanza mutua. "Euskal Herria o euskal harria" (el Pueblo vasco o la piedra vasca) parece ser la única escarpadura en la que la política española tropieza dos, once y mil veces. Es la natura de la usura, la vieja factura de la costura, la captura de la juntura. El tema vasco como sempiterna torcedura y perpetua rozadura.
Ya no sirve de excusa ni de bula toda la bruma que se ha vertido sobre el "Plan Ibarretxe" para la convivencia de la Comunidad de Euskadi en el Estado español. Sólo la chapuza bruta y bufa de la pervivencia de ETA, con su minuta del tiro en la nuca, trufa la disputa. Bastaría el día que Batasuna, sin más floritura ni atadura, salga de la inclusa con la vacuna de la cordura y alcance una tribuna sin burbujas. Entonces saldremos todos de la jaula, sin más tortura ni viudas, y se podrán explicar los proyectos varios de integración, convivencia o independencia.

Necesitamos una desembocadura para la quemadura del sufrimiento, una arboladura para la montura de una sociedad normalizada, una botonadura para la hendidura del terrorismo, una soldadura para la voladura de los puentes del diálogo multipartito. La investidura se producirá y desde Euskadi convendría acompasar ambas nuevas legislaturas, la vasca y la española. Tras la elecciones europeas, tras el enésimo esfuerzo de divulgación por el tripartito (PNV-EA-IU) del Proyecto de Nuevo Estatuto, tras bajar el PSOE vasco de la grupa del PP de Oreja, tras el reajuste Batasuna-Aralar, y tras el clamor para que ETA desaparezca, sólo quedará dejar que el electorado vasco decida. Sin persecución de unos ni ilegalización de otros, Euskadi será como el feliz y moderno Québec donde se vive muy confortable y solidariamente mientras se convocan periódicos referendos para saber qué forma de interdependencia prefiere la mayoría social.

Inmaduro Aznar

“Prematuros”, acusó el descompuesto corrupto

Aznar, en su última entrevista por muchos años dedicada a su incondicional COPE, acusó a Rodríguez Zapatero de “falta de madurez”. El noqueado ex-presidente ha vuelto a su improperio preferido: inmaduro. Antes así acusó a la ciudadanía vasca tras las elecciones de Euskadi en 2001, luego a Catalunya y ahora injuria del mismo modo a su sucesor en Madrid, ya que no puede ultrajar a todo el electorado.

Miquel Roca Junyent acertó, hace ya muchos años, al vaticinar que “los gobernadores civiles caerán como fruta madura”. Del mismo modo, por su propio peso, ha caído Aznar y su intolerante PP. El trasnochado y anacrónico “líder que quiso pasar a la historia” nunca alcanzó la lucidez política, ni en su despedida, porque la madurez se define como aquella edad en que uno ya no se deja engañar por sí mismo.

Dos reflexiones, la primera de William Shakespeare para el tenebroso pasado crepuscular: “De hora en hora maduramos y maduramos, y luego, de hora en hora también, pudrimos y pudrimos... y aquí se acaba el cuento”. La segunda de Federico García Lorca para quienes respiramos aliviados tras la aurora del nuevo siglo: “Esperando, el nudo se deshace y la fruta madura”.

Prensa del PP: Publicidad y Propaganda

¿Han cambiado de patrocinadores los grupos de comunicación?

Es permanente el debate sobre la financiación de la prensa escrita. Para un ciudadano de la calle, un diario debe nutrirse principalmente por dos vías principales y complementarias: los compradores de sus periódicos y la presencia de publicidad. Para incrementar el número de lectores lo habitual es que la línea editorial trate de sintonizar con la mayoría social de la ciudadanía a la sirve con su opción informativa. La etapa del PP parece que ha convertido en obsoleto el anterior supuesto. Volveremos sobre ese punto, pero antes analicemos la segunda fuente de sostenimiento económico: la publicidad.

EA: Idea aérea

Eusko Alkartasuna parece descartar definitivamente la coalición con EAJ-PNV, según noticia reciente, y además pide a los jeltzales que dejen de “agredir innecesariamente” (sic), se supone que por la insistencia en constituir un “eje estratégico permanente”, como preconizó José Jon Imaz en su primer discurso como Presidente del EBB.

EA se debate en un estrecho segmento electoral e ideológico. La negativa de Aralar a concurrir con EA, por incumplir Begoña Lasagabaster la condición impuesta por Aralar de que los cabezas de lista sepan euskera, desmonta en estas elecciones generales la escapatoria del denominado “bloque vasco”, de difícil justificación en la Comunidad Autónoma Vasca, a diferencia de su necesidad sentida en la Comunidad Foral Navarra. Sólo le resta a EA un acuerdo natural con su socio nacionalista de gobierno común en Lakua y en las administraciones forales y municipales, pero ello comporta -en opinión de la cúpula ganadora de su congreso- la antítesis a sus posiciones, en pro de un alejamiento del partido hegemónico para evitar una visualización social de reintegración en EAJ-PNV.

EA, si se permite la crítica, es un partido pequeño con muchos cuadros en cargos públicos, por su sobre-representación en las distintas administraciones. Queda poco partido fuera de los gobiernos. Incluso en los procesos electorales últimos, al acudir conjuntamente con EAJ-PNV, la movilización de sus militantes ha sido mínima. Anecdóticamente un apoderado jeltzale decía que los escasos interventores de EA eran “peneuvistas sin ganas”.

¿Interesa a EA concurrir electoralmente con EAJ-PNV?

Subsiste adicionalmente en EA una sutil tensión entre su diferenciador mensaje urdido con trenzas socialdemócratas y sus propias bases, sociológica y psicológicamente provenientes indudablemente del EAJ-PNV más conservador. Los intentos de izquierdización son difícilmente verosímiles, no ya para su electorado sino inclusive para su militancia interna. La cita de José Luis Aranguren dedicada al PSOE cuando gobernaba, es aplicable parafraseada a EA: Es un partido de derechas, que se dice de izquierdas y que hace la política de centro… que le marca EAJ-PNV.

Quedan apenas 24 horas para que expire el plazo de presentación de candidaturas. EA debe optar entre un acuerdo de último hora, como ha acostumbrado a EAJ-PNV, o concurrir en solitario. El electorado nacionalista, que siempre cuida la cantera propia, nunca entendería que el voto de EA se desperdiciase sin lograr ningún escaño en varios territorios históricos, y probablemente descubra esta idea antes de votar, dedicando su papeleta a la opción abertzale más segura.

La pervivencia de EA como proyecto político exige no cometer errores de calado en las decisivas convocatorias electorales. Sin devaneos prematuros con Batasuna, aceptando la diferencia con el electorado de Aralar y reconociendo su peso político actual. Euskadi es una sociedad electoralmente muy estable, pero que ya ha amortizado a partidos menores (EE en PSOE), si no aciertan con su única política posible: la de alianza con socios próximos. En caso contrario, y como diría algún pomposo dirigente de EA, Saturno terminará devorando a su hijo.

Los navarros no son vascos

La coalición UPN-CDN ha decidido impugnar ante el Tribunal Constitucional el acuerdo del pasado 25 de octubre por el que el Gobierno Vasco aprobó la “Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi”. El Ejecutivo Foral considera que debe evitar que “se lesionan gravemente la integridad del régimen foral, y se invadan sus competencias propias y sus instituciones” y que el Gobierno Vasco “se burla de los ciudadanos navarros". El portavoz de UPN-CDN adujo que “el Plan Ibarretxe desconoce la configuración como comunidad foral diferenciada a Navarra, con identidad propia”.

Paradójicamente son los ultraconstitucionalistas del PP ó UPN quienes se niegan siquiera a considerar algo perfectamente contemplado incluso en sus idolatrados textos legales: la unión política de la Comunidad Foral Navarra con la Comunidad Autónoma Vasca, siempre que la ciudadanía navarra así lo decidiese. Tal confederación conjunta está detalladamente prevista en la disposición transitoria 4ª de la Constitución, en el artículo 2º del Estatuto de Gernika, y en la disposición adicional 2ª del Amejoramiento. Pero UPN ó PP entienden que tal posibilidad es contraria a la Historia de Navarra.

Repasemos brevemente dicha Historia, que desde los primeros testimonios escritos de Polibio, Estrabón y Ptolomeo proporcionan una información que permite localizar a los Vascones en lo que hoy es la CFN, la provincia de Huesca hasta el Gállego y el este de Alaba. Durante el Imperio romano los vascones se extendieron a ambos lados de los Pirineos y una vez desaparecido éste, los enfrentamientos fueron continuos con los consecutivos poderes emergentes de visigodos, francos y musulmanes. Es en este escenario donde se produce la batalla de Roncesvalles (778), en la que la retaguardia de Carlomagno fue aniquilada porque había destruido Pamplona. En el año 824 nace el reino de Pamplona. El “Códice de Roda” del siglo X reflejará, bajo Sancho el Mayor calificado por los Omeyas como “Señor de los vascos”, un dominio que abarcará entre otras áreas geográficas la CAV, Baja Navarra, Labourd, y Bearne.

En el siglo XII el Reino de Pamplona pasa a llamarse Reino de Navarra y se iniciará su paulatina apropiación por Castilla. En el año 1199 las fuerzas de Alfonso VIII de Castilla tomarán Vitoria, conquistará Gipuzkoa al año siguiente, la Cofradía de Arriaga (Alaba) se entregará en 1332 y Bizkaia por sucesión matrimonial en 1376. De esta forma, los territorios de la Navarra marítima quedaron separados del resto del Reino. La apropiación definitiva se culminará con la conquista armada de Navarra por las tropas del duque de Alba en 1512. A partir de este momento la historiografía castellana denominará como intentos “franceses” la recuperación del Reino, cuando “tales franceses” no eran sino los únicos reyes legítimos navarros pertenecientes al otro lado de los Pirineos. La batalla de Noain (1521) es el testimonio del fracasado intento de recuperación del Reino por parte de los navarros con más de 5.000 muertos. Un grupo de escapados de esta batalla simbolizará en la fortaleza de Amaiur (1522), el último baluarte de la resistencia navarra contra los castellanos.

Si bien Navarra siguió conservando sus Cortes Generales, sus Tribunales de Justicia, el Consejo Real, la administración, la moneda, las aduanas y fronteras, competencias más amplias que las que goza hoy en día y paradójicamente no reivindicadas por los fervientes navarristas, el control castellano se materializó en la organización militar, en la administración civil y eclesiástica y en la castellanización progresiva. Este último punto, el de la lengua, ha sido tergiversado de tal forma que nos han hecho creer que el euskera siempre ha sido un reducto en Navarra, cuando precisamente los textos medievales denominan al euskera como “Lingua Navarrorum”. Si ya en la época árabe el historiador Al-Himyari comenta sobre los habitantes de Pamplona que la mayor parte hablan el vasco (al-bashkiya) lo que les hace incomprensibles, a finales del siglo XVI y según un Registro existente en el Seminario de Vitoria de las ciudades, villas y lugares de cada obispado del País Vasco, en el correspondiente a Navarra figuran 58 pueblos de habla castellana y 451 de habla vasca. A comienzos del siglo XVII está documentado el euskera como lengua usual en la región de Sangüesa, así como en el norte de Tafalla y en Tierras de Estella.
En 1841, después de haber finalizado la primera guerra carlista, entre otras características como expresión de la reivindicación foral, Navarra deja de ser Reino convirtiéndose en una mera provincia con ciertas facultades administrativas y fiscales, bajo la Ley Paccionada elaborada por el Estado español, que no recogía pacto alguno sino imposición.

En 1936 se aprueba el Estatuto de Lizarra (Estella) y se resaltó que en la elaboración de dicho Estatuto, los ayuntamientos navarros rechazaron ir junto a la CAV por un estrecho margen (123 contra 109). Hoy sabemos, gracias al historiador navarro Jimeno Jurio, que algunos ayuntamientos que supuestamente votaron en contra realmente lo hicieron a favor, lo que debió haber cambiado radicalmente el resultado.

En cuanto a los años de la Transición, en principio el PSOE estuvo a favor de un mismo Estatuto para la CAV y para Navarra, pero desistieron de tal pretensión por la presión de la cúpula militar franquista que adujo que Navarra disponía de mucha frontera con el Estado francés. A partir de ese momento, la CAV tendrá un marco jurídico diferente plasmado en el Estatuto de Gernika de 1979 y la Comunidad de Navarra en la Ley del Amejoramiento de 1982.

La “Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi” de 2003 recoge el antiguo Reino de Navarra, actualmente dividido en tres administraciones diferentes, para recuperar de modo pacífico y democrático por la voluntad libre de su ciudadanía aquel proyecto originario de comunes raíces lingüísticas y culturales. Para muchos, y desde el respeto foral hacia cada uno de los seis Territorios Históricos que forman Euskal Herria, los navarros no son vascos, sino que todos los vascos somos navarros.

Pedro Pablo Arrinda / Mikel Agirregabiria

Basta una Batasuna

Texto del mensaje: Un breve análisis del devenir de Batasuna.
Esta semana ETB ha emitido una nueva edición del programa “Políticamente incorrecto” con un nutrido plantel de políticos de primera línea en sus respectivos partidos. Como en otras ocasiones algunos percibimos la conveniencia de sobreimpresionar un contador de tiempos, para equiparar la duración de las intervenciones o una mejor dirección a través de la presentadora, que conduce bien el debate pero a quien le favorecería una mejor información por el “pinganillo”. El encuentro entre Egibar (PNV), Larreina (EA), Matute (IU), Zabaleta (Aralar), Milagros Rubio (Batzarre) y Otegi (Sozialista Abertzaleak) resultó muy interesante en matices, que no hay tiempo de comentar, y permitió a la audiencia de Euskadi visualizar el último rizo de Batasuna.

Recordaremos solamente dos datos cuantitativos de resultados electorales en Municipales y Forales, el principal feudo de Batasuna, entre 1997 y 2003 de Batasuna en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y en la Comunidad Foral de Navarra (CFN), donde los datos correspondientes a 2003, tras la ilegalización, corresponden a estimaciones detrayendo del voto nulo la cuantía habitual del 0,8% propia de este tipo de elecciones. Se ha incluido también las autonómicas de 2001 en la CAV, elecciones de otra naturaleza pero significativas por ser las últimas donde Batasuna pudo presentarse con nombre propio.

Desde ningún análisis, nacionalista vasco o español, resulta correcto políticamente hablar de estos restos electorales desprendidos de Batasuna, pero una simple visión de los resultados demuestra que, en la CFN, Aralar y Batzarre han recogido este capital o han reinterpretado esta demanda ciudadana con porcentajes en 2003 del 7,24% y 2,41%, y en la más compleja perspectiva de la CAV, Aralar despega con un significativo 2,87%.

Para el antiguo electorado de Batasuna, la confrontación dialéctica vis a vis entre un nervioso Arnaldo, un flemático Patxi y una reflexiva Milagros, fue esclarecedora y no solamente por el rechazo explícito de los segundos a todo lo que no sean caminos pacíficos y democráticos, sino por el alternativo y social mensaje refrescante frente al molino de Batasuna, que siempre se mueve en círculo aunque cambie de nombre. Sorprende una “estrategia tan suicida” de su dirección, cualquiera que sea ésta, ante el panorama de precipitada disolución del cuerpo electoral de Batasuna, ciertamente por medidas como la de ilegalización pero también por errores propios y aciertos ajenos como se comprueba en 2001 –antes de la ilegalización- donde se esfuma casi la mitad de su porcentaje y pasa de ser el segundo partido al cuarto puesto. Todo ello en un panorama general donde la coalición PNV-EA sube del 34,65% al 40,59% en las municipales y forales, y hasta un determinante 42,19% en las últimas autonómicas, lo que con un sistema parecido al del Estado otorgaría una aplastante mayoría absoluta. Igualmente, merece citarse el meritorio avance de IU-Ezker Batua, que pasa en cuatro años del 4,61% al 7,25%.

En Euskadi, la política y la gastronomía se cocinan lenta, pero infaliblemente. La normalización política en Euskadi comenzará el día que Batasuna apueste exclusivamente por una resolución pacífica y democrática de todos los problemas sociales y políticos, condenando expresamente todo tipo de violencia. Mientras tanto nos seguiremos preguntando, y sobre todo debiera demandárselo su anterior electorado: Batasuna, nora zoaz? (¿Dónde vas Batasuna?).

Razones para que ETA deje de matar

1. Porque se ha derramado demasiada sangre.
2. Porque políticamente sólo nutre a los intereses más turbios.
3. Porque estamos en un mundo del siglo XXI que odia la guerra.
4. Porque ha nacido un nuevo año en el que seguimos ansiando la paz.
5. Porque es un obstáculo para una sociedad vasca normalizada en Europa.
6. Porque se lo pide toda la ciudadanía vasca, española, francesa, europea…
7. Porque las víctimas de la violencia, que somos todos, necesitamos la paz.
8. Porque la política sólo puede ejercerse en paz, en libertad y en democracia.
9. Porque la violencia nunca fue un camino aceptable moralmente.
10. Porque asesinar siempre ha sido, es y será una aberración ética.
11. Porque la paz es posible, y es posible mañana mismo.
12. Porque sabremos perdonarnos todos, los unos a los otros, de todos nuestros errores en esta trágica historia de ceguera y odio.

2004: Año Electoral en Euskadi

El naciente año será de ajetreo para las urnas vascas. En marzo las programadas Elecciones Generales, y antes de tomar las uvas de la próxima Nochevieja, probablemente habremos de acudir de nuevo para unas Elecciones Autonómicas, levemente adelantadas, por motivos varios como el devenir del nuevo “Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi” (Plan Ibarretxe), los “erráticos” movimientos de Batasuna, el trabado panorama parlamentario vasco ante los siguientes presupuestos,… y el propio calendario electoral con su límite en mayo de 2005.

Estas fechas navideñas resultan propicias para aventurar sobre el nuevo año profecías, incluso políticas, con escasa base científica, pero sintomáticos argumentos premo-nitorios. Rajoy se habrá confrontado con un Zapatero sobre la misma receta de Aznar: el peligro de la “patria” rota por el norte, el este y el sur (recordemos que por el oeste Portugal se fue en 1640, aunque España no reconoció su independencia hasta 1668). Catalunya y Andalucía, se sumarán a las reformas constitucionales, y junto al tergiversado “plan secesionista” (de Libre “Asociación”), servirán nuevamente de talismán curalotodo ante un electorado español de centro (geográfico) y de derecha (política), contando con la insuperable y entusiasta colaboración de “casi” todos los medios de comunicación escritos, radiados, televisados e Interneteados que insisten en mantener el nivel medio español de incultura política, con los carpetovetónicos sucedáneos sustitutivos de deporte más telebasura del “famoseo”. Por cierto, los recientes partidos celebrados con las selecciones de fútbol han probado cuáles son “selecciones nacionales” y cuáles son meramente folklóricas: Euskadi y Catalunya con 40.000 y 70.000 espectadores han agotado las entradas; Andalucía y Valencia han conseguido celebrar sus encuentros con aforos de 5.000 asistentes; en Navarra, la maliciosa coincidencia buscada con Euskadi por el patrocinador “Diario de Navarra” (próximo a UPN) apenas ha logrado reunir a 4.000 espectadores aún regalando las entradas; y por último, Baleares, Asturias y La Rioja han cancelado sus encuentros, al igual que Cantabria, que había vendido menos de 100 localidades. Definitivamente, en la “España de las Autonomías” el deporte-rey también marca las diferencias en la chapucera receta de “café para todos”.

En las campañas electorales, se repetirá la misma retahíla de siempre, la del “pinza-miento único” (que no es ni por asomo “pensamiento alguno” sino burda propaganda). Probable y lamentablemente con el mismo éxito, ante un PSOE zapateado que lo mismo acude con la Falange a un acto en Donostia que a Barna para tomar posesión del Government catalán, con primeras espadas como Bono, Maragall, (Patxi) López, Ibarra, Chaves o Vázquez, que podrían formar parte de partidos más distintos y distantes que lo que el PSOE pactista se ha diferenciado del PP avasallador durante la última legislatura. Izquierda Unida podría comenzar a asomar, pero su apisonamiento mediático hace muy inverosímil un crecimiento significativo, excepto en la periferia donde ha venido acreditando dosis de modernidad que la falta de poder real le atribuía con mendacidad. Los partidos nacionalistas democráticos, fuera de Euskadi, Catalunya y Galiza, apenas remontarán, si bien en Aragón, Baleares o Valencia podrían ir germinando brotes. El Partido Andalucista no encuentra una estable militancia organizada y Canarias está una hora menos, pero vinculado al horario oficial.

La predicción en la Comunidad Autónoma Vasca resulta particularmente fácil en esta ocasión. La suma de los partidos del actual tripartito dispondrá con certeza de una sobrada mayoría absoluta en Vitoria-Gasteiz, que habrá de gestionar con prudencia y con aproximación –mutua- hacia otros partidos, como los que representan Batasuna si ETA les libera para un rol político normalizado, o con los socialistas vascos si así lo dispone su central madrileña de Ferraz, con o sin Zapatero al frente. Paradójicamente, el triunfo nacionalista vasco será tanto más amplio en otoño de 2004 cuanto más tirante y desabrida sea la política del PP y la de sus mass-media bajo la batuta del enigmático Rajoy, que ojalá demuestre ser algo más que el “recomendado” de Aznar.

En resumen: En marzo aparecerá algún diputado nacionalista (Aralar-EA-PNV) en las Cortes proveniente de la Comunidad Foral Navarra, junto a otros diputados nacionalistas de la CAV. En las próximas navidades habrá un tripartito o bipartito gobernante en Vitoria-Gasteiz, sin posibilidad de bloqueo parlamentario PP-PSOE-Batasuna. Finalmente, los buenos deseos son que ETA desaparezca de una vez por todas en 2004 y, para quienes preferimos convencer antes que vencer, mejor sería que fuese con su renuncia a las armas tras el largo y profundo clamor expresado por toda la sociedad vasca por su aberrante actividad con procedimientos sangrientos y destructivos. Quede nuestra solidaridad para con todas las víctimas de la violencia, y que la paz se extienda para toda la Humanidad.

Educación para la Paz

· Una Educación en Valores Éticos.

Las continuas reformas escolares que han supuesto significativas mejoras, también han originado inesperados efectos indeseables. El prolongado análisis de los modelos sugeridos por los agentes educativos y las variaciones curriculares, metodológicas y organizativas, han eclipsado un debate previo sobre qué valores éticos y humanísticos ha de transmitir un moderno sistema educativo formal. En este punto no resulta ocioso reseñar que, aun­que sea obvio, los valores y principios son de elección y aceptación personal. Por tanto, se trata de un tema eminentemente subjetivo, aunque entendemos que no por ello resulta vana la reflexión en común para la adopción de una ética de mínimos que se aprenda y enseñe también en el ámbito de la comunidad educativa.

Ningún educador proclamaría jamás que el alumnado debe redescubrir las bases de la matemática o de la ciencia para no condicionar su propia visión o limitar su creatividad, sino que sólo un sólido conocimiento del saber histórico sobre la materia permite crecer. Si esto es tan palmario, ¿por qué esa corriente de no cultivar los aspectos éticos de la personalidad huma­na, y dejar su desarrollo a la simple y supuesta “espontaneidad”, que no existe en una realidad de influencias sociales? Bajo la supuesta “libertad de elección de valores”, que sólo se enmascara la renuncia de algunos a la formación ética, la ausencia de formación ética conduciría, en la mayoría de los casos, a la adopción de los valores más generalizados, los de la frivolidad del consumismo presente en los poderosos medios de comunicación, que los exponen como la única motivación consistente de la felicidad universal.

Reconoceremos a la Alfabetización Ética a través del sistema educativo como uno de sus primeros fines, para la integración de los alumnos en el sistema sociocultural al que per­tenecen y que está regido por unos códigos morales preexistentes. Para ello es fundamento básico la transmisión de los principios éticos imperantes, para que en un proceso de construcción autónoma de valores, sean libremente asumidos por los escolares, a fin de asegurar su subsiguiente continuidad y/o transfor­mación dentro de la responsabilidad inalienable que les incumbe como generación futura. Subrayemos que el quehacer más importante de la edu­cación es descubrir la adecuada rela­ción que cada siguiente generación establecerá entre la libertad de elección personal y los valores socialmente consensuados por sus antecesores, en un proceso histórico continuo de perpetuación y renovación.

Entendamos que los principios éticos deben figurar en los proyectos educativos y ser enseñados en las programaciones, siguiendo una activa metodología calidoscópica de continuas iniciativas para la transmisión y construcción de valores que constituye el intitulado “currículum oculto”, para su adquisición y apropiación por el alumnado, a través de la reflexión y maduración propia mediante una serie de hábitos y actuaciones de despliegue solidario con su entorno más próximo. Los modelos derivados de las figuras de alumnado- tutor, de voluntariado, y de un maximizado protagonismo en la participación escolar pueden servir de cauce para este proceso.

Toda actuación humana se fundamenta en el código de valores de quien la ejecuta. En la esencia moral de toda persona se gestan su comportamiento, su felicidad y su destino. Si se acepta la proposición anterior, ¿cómo podría nadie propugnar su exclusión de entre las materias obligatorias de la educación? Educar, en definitiva, es entusiasmar con valores. Entendemos como una educación de calidad ética es aquella que aspira a instalar en lo más íntimo del discente un código de valores “inherente a su persona”, y no sólo a dotarle de recursos cognitivos, afectivos y actitudinales, para poder asegurar que su autonomía vital y profesional será plena. Sin ese código de claves éticas, todo lo demás sería insuficiente y accesorio. Quizá sea más efectivo en educación disentir de la ingenuidad de Rousseau (“Los hombres nacen necesariamente buenos”) y seguir a Locke y Hobbes: “Nacemos como un potencial enemigo para con el prójimo”. Sólo la socialización y la educación, nos elevan al paraíso de la convivencia. Nunca renunciaremos a educar en valores.

· Una Educación vasca para la Paz y para la Convivencia.

La educación vasca debe promover a ultranza la tolerancia y respeto mutuo, reconociendo la significación de la declaración universal de los derechos humanos y de las liberta­des fundamentales individuales y colectivas, para fa­vorecer la convivencia plural en democracia. Urge la aceptación del pluralismo ideológico de todos los integrantes de la comunidad educativa, dentro de un clima escolar de respeto que no suponga ni discriminación ni proselitismo. Se otorga especial importancia a la Educación para la Paz y al valor del diálogo como vía de entendimiento y consecución de un clima de tolerancia y respeto, aprendiendo a defender las opiniones propias y a respetar las opiniones ajenas, comprometiéndose a la dialéctica de mayoría-minoría en la consecución de acuerdos. La emergencia de contravalores ideológicos como la violencia, nos obliga a rescatar formulaciones en negativo, que suponíamos periclitadas, como las propuestas de no-violencia. Educar en la paz y en el respeto a la diferencia y a la vida exige el impulso de todas las instituciones, y singularmente de las instancias educativas. Un impulso que, debe estar acompañado de actitudes hondamente democráticas, comprometidas y pedagógicas con tolerancia y diálogo, evitando la permanente crispación, el desencuentro y la descalificación.

La educación para la Paz alcanza un valor máximo en el caso de Euskadi por el esfuerzo colectivo realizado en las últimas décadas en la prosecución de la conciliación, y de la normalización política. La sociedad y la escuela vasca están especialmente sensibilizadas y han consumado un interminable proceso de búsqueda de negociación para poner fin a las manifestaciones de violencia. El reconocimiento a las víctimas por todas las formas de terrorismo, desgraciadamente aún no extinguidas, y el respeto a todos los derechos humanos deben ser las bases de construcción de un sistema educativo que instale en todo el estudiantado un rechazo cabal y somático a cualquier recurso violento, apelando siempre a los caminos éticos de participación social y política que la civilización contemporánea nos proporciona. El repudio a las actitudes militaristas o totalitarias, de imposición de la voluntad será una constante educativa, asentada sobre la práctica cotidiana en el escenario escolar con vías de diálogo y de resolución por sistemas democráticos.

El aprendizaje educativo de los Derechos Humanos, como muestra del nivel alcanzado por la Humanidad en su desarrollo personal y colectivo, será un elemento curricular presente en la Enseñanza Primaria y Secundaria Obligatoria. En los contenidos y desarrollos curriculares, adscritos a los valores o a materias como la Filosofía y las Ciencias Sociales, se señalarán los valores humanísticos y los diferentes planos de la lógica democrática, la social, la moral y la política. Ya la Ley de la Escuela Pública Vasca incluían entre los fines del Sistema Educativo Vasco: “Impulsar el desarrollo en libertad de la personalidad y la formación integral de los alumnos, asentados en los valores que hacen posible la convivencia democrática, fomentando, entre otros, la capacidad crítica, la igualdad, la justicia, la participación, el respeto, el pluralismo y la libertad de conciencia, la solidaridad, la inquietud social, la tolerancia y el respeto mutuo, así como la defensa de los derechos humanos”.

· Una Educación que erradique y repudie cualquier forma de violencia escolar.

El escenario escolar, junto al entorno familiar y de barrio, son los primeros espacios testigos e inductores de conductas intemperantes u ofensivas, que deben ser corregidas y repudiadas con prontitud y ejemplaridad. La tolerancia con la diversidad y con la libertad de las opciones personales sólo tiene un límite intraspasable: el mismo derecho para los demás. La libertad de expresión, debe ser modulada y corregida en su caso, por criterios de respeto a los derechos humanos de toda la comunidad educativa. Toda forma de agresividad o coacción, de modo verbal, físico o psicológico, debe quedar desterrada desde sus primeras manifestaciones, inculcando un exquisito trato entre los componentes de todos los estamentos escolares.

Creemos que la juventud vasca, justamente por la historia reciente y remota de Euskadi, es un referente social de implicación y participación en procesos de búsqueda de la paz. Sin embargo, según el informe CINDES sobre la violencia juvenil en la Comunidad Autónoma del País Vasco, elaborado a instancias del Parlamento Vasco, todavía resta un 8,1% de la juventud vasca que puede ser considerado violento, de los que un 2% (18.000 jóvenes) defienden estas actitudes por “razones” políticas. La educación quizá ha primado el estímulo de la crítica, no siempre constructiva, y pueden advertirse carencias de valores compensatorios, basados en la tolerancia. La comprensión de los demás y la necesaria fraternidad entre las personas, son valores esenciales que el sistema educativo debe implantar en la personalidad ética de los educandos.

Así pues, queda mucha tarea educativa por realizar a fin de asegurar definitivamente una formación ética para la PAZ de la totalidad del alumnado, antes de concluir la etapa obligatoria. Recordemos las palabras de Gandhi, “Si queremos enseñar la verdadera paz en este mundo, y si queremos librar una verdadera guerra contra la guerra, tendremos que empezar por los niños” y la cita del Gilles Lipovetsky: “El Siglo XXI será ético, o no será”. Eduquemos para la PAZ en la tolerancia y en la solidaridad.

¿Por qué DÍA - RÍA - MENTE?

CyberEuskadi superó el aluvión de e-mails autorizando esta Sección: ¿Buena excusa?

La afición de un escritor amateur que diariamente garabatea un artículo en sus insomnios de madrugada, conduce inexorablemente a que algunos de esos escritos se publiquen en la prensa impresa y casi todos en la pléyade de medios digitales que ofrece Internet. Recientemente, una prestigiosa web especializada, CyberEuskadi.com, decidió superar el agobio de recibir estos abundantes e-mails autorizando a quien suscribe a distraer a sus lectores con estas improvisaciones cotidianas. El autor propuso como nombre de la sección el titular de esta nota, porque los temas comentados eran variados pero insistentemente recurrentes, centrándose en aspectos sociales y políticos de actualidad, escritos desde Getxo-Euskadi, con incursiones frecuentes en áreas de educación, familia y desarrollo personal. Excepcionalmente y como una licencia más, la crónica de hoy, pergeñada con la premura habitual, trazará tres pinceladas sobre la tríada de ámbitos desde la actualidad (día) vasca (ría) repensada (mente).

DÍA: Ayer se habló de educación en el Parlamento Vasco. Qué interesante y absorbente, aunque se cierna sobre ese foro un acoso mediático-político del PP que amenaza con convertirlo en el “Callamiento Vasco”, impidiéndose el mismo debate que es la base del parlamentarismo, que etimológicamente viene de hablar. Esta inquisitorial política de cerco a la democracia y de explotación populista del tema vasco (y catalán) como granero de votos desinformados en la meseta, pasará a la historia negra de la derecha española,… y como no se cuiden también al pasivo del titubeante socialismo del PSOE, que no de la verdadera izquierda actualmente ya sólo representada por IU y otras siglas.

RÍA: En Euskadi estamos viviendo desde hace meses, dos procesos de renovación de los dos partidos referentes del nacionalismo vasco democrático. El pasado fin de semana hemos asistido a un desenlace rápido en EA, Eusko Alkartasuna, donde la ponencia política ha sido mayoritariamente respaldada, con una apuesta por la colaboración con el PNV u otros partidos, pero con una crisis subterránea de familias. Tres candidaturas presentadas, finalmente dos y victoria por un 60-40% para la opción oficial de Begoña Errazti, es una herida que EA deberá restañar para proseguir con una breve historia de 17 años muy frágiles. En EAJ-PNV el proceso es mucho más dilatado y complejo, con un intenso debate doméstico sobre tres ponencias de calado: la política, la de estatutos y la educativa, aparte de la renovación del EBB y de su presidencia, con el histórico relevo de Xabier Arzalluz. Todavía no es el momento de valoraciones, excepto de una: La gratitud por vivir en una sociedad donde los líderes no designan a sus delfines, mientras las cohortes gritan “Ave, César”. Aquí, la democracia interna de los partidos vascos es real, y si alguien no se lo cree que revise los requisitos que la Comisión de Garantías y Control del PNV debe aplicar, con una votación final simultánea en todos los batzoki el próximo 18 de diciembre, para evitar influencias o maniobras externas.

MENTE: Una confesión final. La afición de compartir interactivamente pensamientos y emociones desde este rincón del mundo con lectores próximos o lejanos, geográfica o ideológicamente, que contestan y replican es muy gratificante para quien se reconoce como un simple y locuaz educador frustrado en muchas de sus singladuras, pero impenitente y vocacional. Ya lo dijo Don Quijote: “Podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo les será imposible”

Ibarra: ¿Amarra o desbarra?

Según Rodríguez Ibarra "es un problema que ETA se autodisuelva, sin ser vencida (sic)".

Que Juan Carlos Rodríguez Ibarra era un personaje histriónico con deseos de portada permanente lo sabíamos; que era un “tonto útil para el PP” y un lastre para el PSOE fuera de Extremadura, lo sospechábamos; pero no imaginábamos que su nigromancia política le llevaría a desear insensatamente la permanencia de ETA hasta una lejana derrota en toda regla.

Byron decía que “el odio es, con mucho, el mayor de los placeres, porque amamos deprisa, pero aborrecemos despacio”. El presidente extremeño, supuestamente por alguna aversión que lo anima, ha rebasado el umbral de lo tolerable ética y democráticamente con sus últimas declaraciones en Mérida ante Europa Press: “El PSOE habría ‘mirado para otro lado’ si el PP hubiera hecho guerra sucia a ETA”. Primero vaticina que ETA decidirá un alto el fuego definitivo, lamentándolo porque ello potenciaría “Plan Ibarretxe y el triunfo del PNV” (sic). Para que no haya duda del despropósito político y moral (por no decir mental), remarca que “el PP tenía la responsabilidad histórica de haber terminado con ETA. Nosotros no, porque cuando quisimos (sic) nos metieron en la cárcel. Pero el PP hubiera podido terminar porque nosotros no hubiéramos metido en la cárcel a nadie. Incluso hubiéramos mirado para otro lado (sic)". Y concluye: "ETA va a terminar sola, no va a ser vencida, va a terminar sola y si termina sola tenemos un futuro complicado (sic)".

¿Qué pretende Ibarra con esto? Él supone que amarrar sus votos en Extremadura, pero patéticos y errados argumentos serían, prueba de que no puede presentar otros. Lo único que logra verdaderamente es desbarrar, demostrando manifiestamente que no repudia el inadmisible modo terrorista de ETA, sino los objetivos políticos del nacionalismo vasco democrático y pacífico.

Sr. Rodríguez Ibarra: si ETA desaparece ello será una gran alegría para toda la ciudadanía, vasca, extremeña o española, que podrán decidir libremente su futuro, sin coacciones violentas, ni explotación politiquera de la muerte y de la desolación. Bienvenida sea la “Propuesta de nuevo Estatuto Político para Euskadi” del Lehendakari Ibarretxe, o cualquier otra fórmula política, si consigue la terminación de ETA, porque después y con medios pacíficos no existirán problemas políticos irresolubles. Ojalá acierte usted, por una vez al menos, en su predicción de que ETA ofrecerá una tregua definitiva. Muchos siempre preferiremos una rápida autodisolución, aunque a otros les convenga una enconada guerra terrorista y antiterrorista por inconfesables intereses partidistas.

Desde Euskadi con cariño

Muchos vascos cada día nos sorprendemos más gratamente con la evolución positiva de algunos dirigentes del PSOE y del PP. Cierto es que no cabía mucho margen para empeorar, pero es de justicia (de la de verdad) reconocer la mejoría en lucidez de nuestros adversarios políticos centralistas, que tanto y tanto han contribuido en los últimos tiempos a los magníficos resultados electorales de los nacionalismos democráticos, y al alza de terceras opciones como IU. Por brevedad, destaquemos solamente nuestra solidaridad y sorprendente coincidencia plena y grata con el pensamiento formulado en esta misma semana por sendos representantes del PP y del PSOE: el transformista Piqué y el indescriptible Rodríguez Ibarra.

Josep Piqué, ex comunista ex catalanista y ex ministro, tras llamar a Artur Mas y felicitarle por los votos convergentes, ha ofrecido a CiU la abstención del PP pidiendo a Maragall del PSC que haga lo mismo en la sesión de investidura. De esta forma, el PP se decanta por un Gobierno de CiU en minoría, para que no pacte con Esquerra Republicana (ERC). Esto lo hemos leído en prensa y nos hemos quedado tan anchos. ¡Vamos que es justamente la política del PP en Euskadi! ¿O quizá no es exacto el recuerdo de que Mayor Oreja llamó a Ibarretxe, le felicitó por el aluvión de votos y le ofreció la abstención del PP en la investidura, reclamando al PSOE (que casi siempre obedece) que hiciese lo mismo a fin de que PNV-EA gobernase en solitario? Porque dicen que lo bueno de la política del PP es que no es errática e imprevisible como la del PSOE, que cambia según la zona en cuestión. Explica Piqué que mediante la oferta catalana, que cuenta con las bendiciones de la central madrileña del PP, los dos “grandes partidos nacionales” harían un "gran sacrificio" para evitar que un partido al que el PP llama "radical" (ERC) tenga la llave de la política catalana. Quizá ésta sea la gran diferencia: el partido “radical” vasco ya no es problema para el PP ni para el PSOE, tras ilegalizar a sus muchos miles de votantes.

El inenarrable presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha realizado unas declaraciones con la lucidez que le caracteriza para evitar una interpretación torticera de sus palabras sobre la negociación para formar el gobierno catalán y sobre la necesidad de que Aznar se presente a la reelección. Literalmente ha indicado que le importa "un pepino" y "tres leches" lo que pacten en Cataluña, amenazando con no acudir a la reunión del Comité Federal del PSOE porque está "aburrido de la política madrileña y de la política catalana". Desde Euskadi, sin acritud, le rogaríamos de la política vasca le importase la misma cantidad de hortalizas y lácteos, que se aburra de Euskadi (o que se acuerde pero quizá para aprender algo), y que se concentrase en solventar algún problemilla extremeño que mejore su situación como 4ª región europea (como la Guayana francesa)… en la cola del bienestar. Suscribimos, como no puede ser menos, la cita de Ibarra: “Yo soy un estúpido metido a político porque yo pensaba que [con lo dicho] ayudaba a Aznar y a mi país, pero he visto que a este señor no le preocupa la unidad de España sino darle leña a Zapatero, y ponerme en una situación difícil en mi partido, y ya estoy hasta el gorro”.

Desde Euskadi, con todo cariño a extremeños y catalanes, en la esperanza de que encuentren o creen alguna alternativa política a la que representan estos dos políticos del PP y del PSOE. Francamente en caso de que no descubran ellos y hallemos todos otras posibilidades en partidos con más coherencia y menos autoritarismo, da escalofríos pensar qué puede pasar en marzo de 2004 con estos Rodríguez (Zapatero e Ibarra) y con la saga Aznar-Rajoy. Si no rectifican y al paso que van, en unas décadas el PP seguirá gobernando… en Madrid (capital y comunidad, tránsfuga arriba o tránsfuga abajo), y difícilmente se asociará libremente con ellos nadie,… excepto quizá Extremadura si Ibarra sigue hartándose de seguir siendo… Rodríguez.

Sucesión en el EBB


Presenciamos una etapa de relevos en la vida política de nuestro entorno. Cada proceso denota la calidad de democracia interna propia de cada partido político. Pero es una característica común la inmensa influencia que los medios de comunicación ejercen sobre la opinión pública, y por tanto sobre la militancia en cuestión. Este influjo es sesgado por la concentración periodística forjada en las últimas décadas, que genera serios recelos de déficit democrático por la más que probable manipulación pretendida y parcialmente conseguida. Sólo así puede explicarse cómo se han “vendido” fenómenos políticos de difícil aceptación, si no hubiese sido por el sonsonete monocorde desde casi todas las televisiones, de casi todas las radios y de casi todos los periódicos. Refiriéndonos a sucesiones (o sujeciones como es el caso) la elección de Rajoy por designación “digital y divina” o la campaña de un “republicano” Aznar como agente electoral de Bush, resultan paradigmáticamente horripilantes, pero afortunadamente no todos los partidos políticos son iguales.

EAJ-PNV es un partido con una fuerte militancia (probablemente la mayor por número de votantes y de electores de un partido gobernante en cualquier sociedad europea), y con un procedimiento de participación bien asentado e inapelable en su dinámica centenaria. Ello se refuerza por una bicefalia estatutaria que ha demostrado su validez. La mejor prueba es que su mantenimiento no es discutible, ni ahora ni en los peores momentos del pasado. Dado que en Euskadi es igualmente incuestionable que “Ibarretxe habemus” en el Gobierno Vasco, ahora corresponde renovar el organigrama del partido hegemónico, principalmente su órgano máximo, el Euskadi Buru Batzar.

Desde ciertos medios de comunicación se enturbia el proceso sugiriendo que los nombres ya están decididos, pero la maniobra sólo demuestra justamente lo contrario. Al intentar oscurecer a los supuestos candidatos ganadores, esperan interferir en las designaciones con medias verdades, como sobredimensionar la influencia de los lobbies citando a los “jobubis” (jóvenes burukides bizkaitarras) con nombres como jabugos, cuarentones,… Muchos creemos que éstas son artimañas con poco futuro, porque las candidaturas siguen un protocolo riguroso donde sólo cabe el voto soberano de cada afiliado jeltzale con la cuota al día. Quienes conocen la vida de los batzokiak (organizaciones locales) saben además que, incluso entre la afiliación, es mucho más efectiva una campaña positiva, de defensa de una candidatura que no el descrédito de los adversarios. Aquí no se trata de elegir ni al menos malo del "cajón de-sastre", ni al más dúctil (con el método del ascenso por el defecto como en Yo, Claudio), ni al delfín ungido, porque ni el EBB, ni siquiera las consejos regionales (BBB, GBB,..) en su calidad de organizaciones pueden proponer aspirantes. Además, existen suficientes personas, hombres y mujeres que cumpliendo los requisitos (5 años de antigüedad y euskera para la Presidencia), son firmes y capaces candidatas a cualquiera de los 1 + 8 puestos del EBB.

Resulta legítimo definir un perfil idóneo para los cargos más significativos. Seguramente muchos alderdikides (afiliados) señalarían que la dedicación, la experiencia, el conocimiento interno del partido y de la realidad internacional son características necesarias. Existen materias clave cuyo dominio debe venir asegurado en la “mochila” personal (política, economía, educación, cultura,.. con un trilingüismo de lenguas oficiales, más inglés y un recomendable europeísmo), para no actuar sólo con el “barniz económico de dos tardes” como algún célebre candidato. No será ni necesario ni decisivo el origen de las candidaturas, a pesar de la primacía porcentual de Bizkaia, si bien se agradecerá un equilibrio territorial, así como la presencia femenina y el porcentaje vascoparlante que se correspondan con la afiliación.

Vivimos una etapa histórica crítica para el futuro de convivencia que EAJ-PNV espera liderar en la sociedad vasca, con un Estado que puede parecer más de legalidad que de pleno Derecho. Los períodos electorales vividos recientemente, y los venideros, aconsejan que el tándem Partido-Gobierno funcione armónicamente, con el debido reparto de funciones, para alcanzar una política de diálogo y reconciliación, de asertividad vasca en un panorama estatal de autoritarismo y pancartismo. Además el relevo (¿o la continuidad?) de Xabier Arzalluz representa una complejidad adicional en lo que siempre se ha definido como “l’ennui de choisir” (la dificultad de elegir). Arzalluz, por su trayectoria histórica y emblemático protagonismo, se ha convertido involuntariamente en un icono que deberá servir de acicate. Quizá en este siglo XXI haya que reforzar aún más el espíritu de equipo, con primeras figuras del máximo peso para que actúen como líderes sociales.

EAJ-PNV es un partido concienciado y concienzudo que siempre apostará por una dirección elegida democráticamente, mediante un proceso donde se expongan las prioridades de cada candidatura. Luego corresponderá a los afiliados defender las respectivas preferencias en los círculos internos, y dejar finalmente que las urnas decidan. Sólo así, mutatis mutandis (cambiando lo que se deba cambiar), se ofrecerá a la ciudadanía vasca una propuesta jeltzale de pacificación, tolerancia y solidaridad para ser sometida periódicamente al refrendo de la voluntad popular mostrando el camino recorrido y los logros alcanzados.

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Buruzagitza aldaketa EBBn

Gure inguruko bizitza politikoan ordezkapenak egiteko epea ireki da. Prozesu bakoitzak alderdi politiko bakoitzaren barneko demokraziaren kalitatea erakusten du. Baina prozesu guztietan ezaugarri bat berdina da, hedabideek iritzi publikoan, eta, beraz, alderdi bakoitzeko militantzian duten eragin izugarria. Informazio jario hori partziala da, azken hamarkadetan eman den hedabideen kontzentrazioarengatik, eta horrek defizit demokratikoaren susmoak eragiten ditu, manipulazio saioak egin baitira, eta batzuetan lortu ere bai. Horrela bakarrik uler daiteke nola saldu diren fenomeno politiko ia onartezinak, telebista ia guztietatik, irrati ia guztietatik eta egunkari ia guztietatik iritsitako soinu jarraitu monokordeek ahalbidetuta. Ondorengotzei gagozkiolarik, Mariano Raxoiren hautaketa, izendapen digital eta dibinoaz, edo Aznar errepublikanoaren kanpaina Bushen agente elektorala izango balitz bezala, paradigmatikoki iguingarri izan dira. Baina, zorionez, alderdi politiko guztiak ez dira berdinak.

EAJ-PNV militantzia indartsuko alderdia da (ziurrenik Europako edozein gizartetako alderdi gobernatzaileetan militantzia handiena duena, botoemaile eta hautesle kopurua kontuan hartuta), parte-hartze prozesua ondo finkatua dauka eta aitzakiarik gabekoa da, mende bateko ibilbidean erakutsi duenez. Eta hori indartu egiten da daukan bizefalia estatutarioarekin. Frogarik onena da bere jarraipena ez dela auzitan jarri, ez orain ezta iraganeko unerik latzenetan ere. Euskadin Ibarretxe habemus eztabaidaezina denez, orain alderdi hegemonikoaren organigrama berritu behar da, nagusiki bere aginte gorena, Euzkadi Buru Batzarra (EBB).

Zenbait hedabidetatik prozesua lohitzen saiatu dira, izenak dagoeneko erabakita daudela iradokiz; baina trikimailu horrek justu kontrakoa utzi du agerian. Balizko hautagai irabazleak zikintzen saiatuta, egia erdiak esanez esku hartu nahi izan dute izendapenetan. Lobby-en eragina sobredimentsionatu nahi izan dute; jobubi-ak aipatu dituzte (jóvenes burukides bizkaitarras) jabugoak-eta deituzÉ Askok uste dugu trikimailu hauek ez dutela etorkizun handirik, hautagaitzek protokolo zehatz-mehatz bati jarraitu behar diotelako, eta hor kuota eguneratuta daukan afiliatu jeltzale bakoitzaren botoak baino ez du balio. Batzokietako bizitza ezagutzen dutenek gainera, badakite, afiliazioaren barruan askoz ere eraginkorragoa dela kanpaina positibo bat, hautagaitza baten defentsa egitea, beste hautagaien aurkako kanpaina egitea baino. Azken batean, gauza ez da saski-naskitik txarrenen artean onena hautatzea; ezta otzanena ere; eta ezta delfin gantzutua ere, ez EBBk ezta batzar erregionalek ere (GBB, BBBÉ) ezin baitute hautagairik aurkeztu. Gainera, nahikoa lagun badaude, gizon zein emakume, bete beharreko eskakizunekin (bost urteko militantzia eta euskara egitea EBBko lehendakaritzarako), EBBko 1+8 postuak betetzeko gaitasun guztiak dituztenak.

Kargurik esanguratsuneterako profil egoki bat definitzea zilegia da. Ziurrenik, alderdikide gehienek esango lukete dedikazioa, esperientzia, alderdia barnetik ezagutzea, eta nazioartearen ezagutza izatea oinarrizko eskakizunak direla. Badira beste gai klabe batzuk, hautagaiak bere zakuan sartu beharko lituzkeenak (politika, ekonomia, hezkuntza, kulturaÉ hiru hizkuntza ofizialak eta ingelesa hitz egitea, eta europeista izatea), garai bateko hautagai ezagun batek «bi arratsaldetako berniz ekonomikoa» baino ez zuela jokatu zuen moduan ez jokatzeko. Ez da beharrezkoa izango ezta erabakigarria ere hautagaien jatorria, Bizkaiak nagusitasun portzentuala baduen arren; baina eskertzekoa izango litzateke lurraldeen arteko oreka bat, baita emakumeen presentzia ere, eta, gutxienez, afiliazioari dagokion euskalduntasun portzentaia.

Aro historiko erabakigarria bizi dugu elkarbizitzaren etorkizunarentzat, egungo Estatua Zuzenbidezkoa baino legalitatearena baita. EAJ-PNVk euskal gizartea gidatu nahi du aro horretan. Azken aldi honetan izan diren hauteskunde garaietan, eta datozenetan, Alderdia-Gobernua tandem-ak harmonikoki lan egitea eskatzen du, egitekoen banaketa egokiarekin, elkarrizketa eta adiskidetze politika lortzeko; euskal adierazpena indartzeko Estatuko giro autoritario eta pankartistaren aurrean. Gainera, Xabier Arzalluz ordezkatzea (edo jarraitu egingo du?) zailtasun gehigarri bat da, lehendik ere l'ennui de choisir hautatzeko zailtasuna deitu izan den hori ematen den den prozesuan. Arzalluz, alderdian izan duen ibilbide historikoagatik eta berak duen protagonismo enblematikoagatik, ikono bilakatu da berak nahi izan edo ez. Hori, ordea, akuilu izan beharko litzateke. XXI. mende honetan, agian, taldearen espiritua oraindik gehiago indartu beharko litzateke, pisu handieneko buruzagi talde batek lider sozial gisa joka dezan.

EAJ-PNV alderdi kontzientziatu eta arduratsua da; beti apustu egingo du hautagaitza bakoitzaren lehentasunak adieraziko diren prozesuaren bitartez demokratikoki aukeratutako zuzendaritzaren alde. Afiliatuei egokituko zaie, orain, nork bere gogoko hautagai taldea defenditzea, eta, azkenik, hautestontzietako botoek erabakiko dute zuzendaritza berria. Soilik horrela, mutatis mutandis (aldatu beharrekoa aldatuz), aurkeztuko zaie euskal herritarrei baketzerako, tolerantziarako eta elkartasunerako proposoman jeltzalea; gero, egindako bidea eta lortutakoa erakutsiz, hautesleek berretsi beharko dute lan hori.

Adolescente Euskadi

A veces no entendemos la política, porque la complejidad de los temas sociales es creciente y las incertidumbres abundan, e incluso se fomentan desde instancias interesadas en propagar verdades… a medias. Quizá una metáfora pueda ayudar.

Sustento la teoría de que “Euskadi es un país adolescente”, ubicado en su momento crucial para la configuración de su ulterior personalidad propia, de modo autónomo e independiente. Ahora se están definiendo aspectos de gran trascendencia para la vida futura de esta pequeña y hermosa nación. Es en esta etapa cuando, desde la herencia recibida, se forja la identidad: la propia e irrepetible individualidad nacional, reconociéndose y convirtiéndose en sí misma. Este desarrollo se verifica con cambios en el esfuerzo de síntesis y descubrimiento del yo, con ciclos de sobreestimación y subestimación.

Esta joven Euskadi, formada por su plural ciudadanía, lleva su propio camino, adoptando continuas decisiones diarias, que conforman su modo de crecimiento y maduración. Cotidianamente se encuentra afrontando y resolviendo los problemas que le acechan. Es razonable que experimente periódicas crisis menores y que muestre algún rasgo aislado de perplejidad, ya que debe establecer un logro de identidad, definiendo los aspectos claves de sí misma y de su relación con los demás.

Euskadi se quiere emancipar, quiere asumir su propia responsabilidad. Se cree suficientemente fuerte para abrirse su camino en el mundo, apoyando a los demás y apoyándose en ellos. Quizá sea osada, pero sólo desde la audacia medida se puede alcanzar el éxito, cuando se ha llegado ya una fase en la que vive apasionadamente todo, y el deseo de libertad es imparable.

Al igual que un adolescente, una joven patria debe desplegar varios niveles de desarrollo previo. Sus instituciones comienzan a acometer nuevas formas y funciones (como relatan las recientes noticias de cambios en la Acción Exterior del Gobierno Vasco), al tiempo que sus modelos simbólicos de referencia se erigen y centran en esquemas propios, en todos los ámbitos (cultural, lingüístico, educativo, mediático, sindical, laboral, social, político,…). Incluso la memoria histórica y la percepción colectiva del futuro en común se transforman, se desvinculan de ligaduras anteriores mediante un proceso de ardiente búsqueda que necesita ser declarado y compartido.

Un país adolescente requiere una población rejuvenecida en espíritu, con una imagen idealista del mundo. Esta característica propia de los púberes se hace presente no sólo en la conducta práctica, sino también en la actitud y en la elección de respuestas frente a las realidades del exterior. Los jóvenes, en ocasiones, se consideran a sí mismos demasiado importantes, se encierran en sus sentimientos, sobrestiman su vivencia, y dictan sus juicios creyéndolos el "summum" de la sabiduría. Por ello es tan esencial la autoformación y la reflexión, a fin de madurar y materializar el “desideratum”. Otro factor clave es la elección del garante ético, que identifique el código de valores morales aceptado y asumido comunitariamente.

La formación de un ideal, el despertar de la esperanza, el crecimiento arraigado de las estructuras, la maduración social, y la consolidación del sentimiento de sí mismo, son las señales de transición y los hitos de cristalización del espacio propio de un pueblo capaz de persistir y evolucionar, principalmente como resultado de la Educación y de la Investigación. Porque en estas dos áreas indelegables, trascendentes, verdaderas y únicas para actuar como catalizadoras del futuro se precisa el máximo esfuerzo.

Solamente una política inteligente y asentada democráticamente es capaz de gestionar este rumbo, aplicando en cada paso aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible, porque “la política es la historia que se está haciendo, o que se está deshaciendo”. Y la generosidad de la política se expresa en la única respuesta humana ante el conflicto, allí donde los animales sólo encuentran dos reacciones posibles, huir o luchar, el ser humano inventa la tercera vía: la palabra, el diálogo desde la comprensión mutua, rehusando la intolerancia y el enfrentamiento propio de seres irracionales.

Euskadi ha rechazado mayoritariamente las propuestas retrógradas, que desde un estado de dependencia conducen a destinos de contradependencia, donde se adoptan comportamientos oscilantes entre luchar y huir, para caer en la codependencia, donde competir con otros en forma destructiva. La cabal ciudadanía vasca ha elegido, en su asombroso proceso de progreso desde una tradición y cultura milenarias, avanzar desde la dependencia hacia la interdependencia venidera en el escenario europeo, superando el estadio de una anacrónica e imposible independencia decimonónica.

Euskadi es el chico rebelde e inconformista; Catalunya, el hermano formal; Galiza, el benjamín. Otros primos en Europa ya se han liberado: Litunia, Letonia, Estonia, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia,… El Plan Ibarretxe quizá sea una buena oportunidad para construir el sueño que resuena tras cada “Gora Euskadi Askatuta”.

Me quedo con Perurena

Los lectores hemos asistido a una diatriba entre Iñaki Perurena y un antipático enclenque olvidadizo, que le citó erróneamente, según acaba reconociéndolo ante la evidencia más incontestable de la prosa contundente del harrijasotzaile navarro. El colmo de la insolencia ha sido acusar al poeta de Leitza de estar vendido a intereses por parte de un verdadero experto en el tema, que podría quedarse calladito, al menos en la prensa local, tras cambiarse por enésima vez de camisa azul y de chaqueta multicolor, como recordamos todos los vascos con memoria, y dedicarse a recrear su historieta personal para otros mercados, como es su especialidad. Frente a un culto baserritarra, y empleando a la preciada institución vasca ETB como insidiosa arma arrojadiza, el constructor de autobiografías y recuerdos falsos, pretende vanamente injuriar a todos los vascos hablando nada menos que de ajenos comisarios políticos, cuando éste es otro de sus reconocidos pluriempleos, paradigmático del "quien paga, manda".

Ha sido un debate manifiestamente desigual, porque la altura ética y moral de nuestro deportista y actor le otorga una insalvable superioridad de coherencia y dignidad, propio de quien hace treinta años y en la actualidad, pensaba y piensa lo mismo sobre la violencia, sin sacar una vergonzante tajada por ello, ni antes ni ahora. Y si las urnas no mienten, los vascos también nos quedamos con la Historia en la que cree Iñaki Perurena, y no la de un repulido amnésico, ciertamente inconfundible por el oportunismo de sus artimañas, sin otro mérito que seguir siempre al lado de los poderosos, quienes ahora contratan críticos contra el nacionalismo vasco.

Finalmente, quienes llevamos toda la vida rechazando todas las formas de violencia política, sin relatar ni enarbolar nuestra presencia en centenares de concentraciones y manifestaciones por la paz, donde no mirábamos quiénes estábamos ni nos movíamos para salir mejor en ninguna foto, le agradecemos al mendaz y asustadizo oponente de nuestro harrijasotzaile su última reconversión, como siempre desinteresada. Pero que se ponga a la cola, como poco enigmático converso que es, y no pretenda dar lecciones de coherencia en Euskadi, ni a señalar que la dignidad trae problemas, como sabemos demasiado bien los vascos, y probablemente mejor que nadie Iñaki Perurena, una de las figuras más queridas y representativas del sentimiento vasco, pacífico y democrático.

Días de Parlamentos

Estos últimos días desde el pasado lunes 30 de julio han sido, ciertamente, jornadas parlamentarias. Personalmente cada vez me interesan más las Juntas Generales de Bizkaia, en Gernika, y el Parlamento Vasco, que otras instancias más alejadas, donde mi representatividad queda demasiado diluida. Junto al Roble Sagrado, donde siempre creo escuchar el “Gernikako Arbola” de Iparragirre, José Luis Bilbao presentó su programa para el decisivo y próximo período. El nuevo Diputado General afirmó que “lo que no tenga rentabilidad social deberá esperar para cuando la coyuntura mejore”, al tiempo que defendió la “Propuesta para la Convivencia” por tratarse de “la mejor propuesta, la verdadera, la que busca la paz para todos” presentada por el Lehendakari Ibarretxe, al que comparó con el admirable presidente brasileño Lula da Silva.

Mientras tanto, en Eusko Legebiltzarra de Vitoria-Gasteiz, Juan María Atutxa y la Mesa del Parlamento Vasco proseguían su denodada defensa, no de un partido político, sino de la soberanía de la Cámara Vasca, elegida democrática y libremente desde Euskadi, y que sufre una furiosa e inaceptable intromisión en su autonomía como poder independiente, desde un Tribunal Supremo supeditado al PP gobernante en el Ejecutivo del Estado, mediante subterfugios que sólo pretenden desviar la atención de la opinión pública.

En las Cortes de Madrid, Aznar, a quien no se puede negar su contumacia, repetía machaconamente la vieja cantinela adaptada a los “tiempos modernos”: “¡Váyase, Sr. Zapatero!”. El careto del ¿líder? de la oposición, Rodríguez Zapatero, parecía presagiar que abandonará la política antes de las anunciadas ausencias de Pujol, Arzalluz y Aznar. Francamente, si frente a un personaje chaplinesco y en un curso como éste no puede lograr mejores resultados, que venga Marín y le sustituya. El Berlusconi español le atizó de lo lindo con el “libro gordo” de los infinitos pactos mutuos suscritos, y de tanto sucursalismo como reina en ambos partidos llegó a acusarle de gestionar mal la filial del PP llamada PSOE, en Navarra y otras localidades, hasta que uno y otro se dieron cuenta que se estaban descubriendo (en sus ansias de bipartidismo) y que les habíamos calado. Francamente, de Aznar ya sólo nos interesa su dedo ungidor, para que nos desvele su ejemplar preferido del delfinario que cultiva para ejercer de nuevo patrón popular, aunque el PP de tanto hacer “oposición a la oposición” quizá pase a ser directamente “oposición”. Iñaki Anasagasti lo hizo excelentemente, como reconoce desde su legítima discrepancia ideológica Eduardo Haro Tecglen en EL PAÍS, con la mejor intervención parlamentaria en las formas, y demostrando que algunos quieren que no sea fábula el cuento en el que ni siquiera se podía decirle al Rey que iba desnudo.

Por último, en la Asamblea de Madrid han acabado con las frágiles urnas de cristal a… ladrillazos. Recomponer la limpieza democrática no será tarea fácil, porque sólo quedan añicos de la credibilidad en unos y otros, que cada día parecen más cimentados en arcilla opaca y resbaladiza. Ahora que han abolido la caza del zorro en Inglaterra y Gales, parece que corretean libremente otras clases de raposos en el país de los toros. Y todo esto mientras los medios de comunicación “serios y pagados por todos”, como TVE, censuran hasta galas musicales donde “Las niñas” (sevillanas ellas) cantan depravadas consignas, que muchos coreamos, con el estribillo de “Decimos no, no a la guerra, que la guerra es mu perra”.

Relevo en el PNV

En Euskadi hemos desarrollado un caparazón especial para protegernos de la influencia de los algunos medios de comunicación, mayoritaria y ya descaradamente al servicio de los intereses más reaccionarios del PP, y por tanto muy alejados del sentir de la mayoría social vasca. Las radios de gran audiencia en España son el mejor “potrotipo” de cabalgar, tratando de domesticar la opinión pública del Estado, por medio del insulto desbocado al indómito vasco personalizado en las figuras e instituciones nacionalistas, desde su Lehendakari hasta la Iglesia vasca, desde el euskera hasta la universidad pública del País Vasco. La mejor prueba de que hemos “metabolizado” estos continuos ataques es, aparte de los resultados electorales del 13M de 2001 y 25M de 2003 que prueban nuestra inmunidad y el efecto boomerang de tanta basura, el éxito de publicaciones como el "Cocidito madrileño" de Javier Vizcaíno, que nos hace reír al escuchar las barbaridades y desinformaciones sobre todo lo vasco, quizá porque somos masoquistas o, seguramente, porque ya estamos “curados de espanto”. Esta receta también convendría transplantarla a ETB, con un programa de zapping con el “cocidito” televisivo.

El permanente tratamiento demagógico, irresponsable y frecuentemente delirante nos ha vacunado eficazmente contra las campañas de intoxicación que periódicamente se coordinan desde focos del PP, con escaso o nulo efecto sobre Euskadi, pero notable en el resto del Estado, como lo prueba la sumisión del actual PSOE que no ha sabido dejar de “chupar rueda” para evitar la aerodinámica resistencia mediática. Así le va, con éxitos parciales en Extremadura, en la Mancha y en La Coruña con fórmulas contrarias a las de Maragall y Elorza en Cataluña y en Donostia.

En el panorama vasco, mientras rogamos por la desaparición de la turbadora ETA, siguen las estridencias continuas desde las monocordes y crecientemente rebuscadas contextualizaciones de Otegi (que de éxito en éxito camina hacia la evaporación) hasta los lamentos jeremíacos de Mayor Oreja (cuyo jefe Aznar le anima a seguir perdiendo en Euskadi para llegar algún día al Olimpo de Madrid), pasando por alambicadas disquisiciones socialistas justificando la doble actuación pactista según la orilla del Ebro. Este rutinario soniquete, se ha visto desafinado por alguna novedad, perfectamente perceptible para el instinto del lector medio vasco. El pasado domingo y en singular entrevista de Amaia Fano en DEIA, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, plantea dudas sobre el relevo de Xabier Arzalluz al frente del partido, previsto para el próximo enero.

Es razonable señalar que, la mayoría de vascos, nacionalistas de aquí o de allá, militantes o no de cualquier partido, saben que en EAJ-PNV existe una bicefalia, por Estatutos, y que esta doble cabecera, en el partido y en el gobierno, ha funcionado bien para la estabilidad gubernamental en Euskadi. Este sistema no es discutido, pero sí parece cuestionarse la sustitución que se aproxima del presidente del EBB, quien –no lo olvidemos- detenta la máxima autoridad dentro del partido. Aunque sea redundante, conviene recordar que el rumbo político lo establece la ejecutiva del partido, mientras que la gestión del Gobierno Vasco, en este momento apoyado y formado por tres partidos, es liderada por el Lehendakari. Así mismo, es evidente que para se articulen armónicamente las dos fuentes de poder, partido y gobierno, es preciso que ambos elementos dispongan de una fortaleza y de unas dotaciones humanas competentes para ejercer una profunda capacidad de análisis y de gestación de proyectos, que se concretarán a medio y largo plazo en el caso del partido y con la más cotidiana inmediatez para el gobierno, que funciona con acuerdos programáticos en el marco temporal de una legislatura.

La validez del tándem doble se ha acreditado recientemente con la presentación de la “Propuesta para la Convivencia”, sintetizando un plan del tripartito que, sin colmar las aspiraciones abertzales del PNV, ha introducido un debate en la sociedad vasca que puede permitir con posibilidades de éxito su aceptación en consulta popular en los próximos años, para abordar con naturalidad la normalización y pacificación de Euskadi, con un “estatus de libre adhesión con España”, formalmente similar a los modelos federales del Estado, que otros partidos propugnan en todo el continente. Ahora que la ministra de Exteriores nos alerta sobre la “fusión de Francia y Alemania”, quizás un lander vasco interestatal sería una buena solución para Euskadi en la venidera Europa unida.

En la centenaria historia del PNV, y en el devenir de Euskadi, los calendarios siempre han sido apretados e intensos. Pero la ciudadanía vasca ha sabido cumplir los plazos, y esperamos que nuestros dirigentes no nos hurten ninguna convocatoria. La conflictividad política siempre ha estado presente, desgraciadamente, pero la "excepcionalidad" no debe ser excusa para retrasos. La palabra del vasco, se cumple. Confiamos que en septiembre, el Lehendakari presentará su texto articulado, y que en enero el EBB se renovará. La consulta no tiene, aún, fecha de vencimiento y sí una exigencia de condiciones de ausencia de violencia. Ibarretxe seguirá siendo el Lehendakari con más apoyo popular que nunca en la historia de Euskadi. Para la presidencia del EBB, y para la elección de sus miembros, el PNV dispone de suficientes hombres y mujeres, cuyos nombres cualquiera podría enumerar. Arzalluz seguirá aportando su asesoramiento, pero el nuevo siglo requiere una constante innovación.

Déjese que siga su curso la democracia interna de un partido, con la fuerte y ordenada militancia que siempre ha disfrutado el PNV, y que el sistema más puro de “un militante, un voto” funcione con la habitual e implacable eficacia. La representatividad nace de ese voto interno, y es, como siempre lo fue, la mejor garantía de interpretar debidamente la voluntad del partido hegemónico de Euskadi, que ofrece su plan y su alternativa al conjunto de la plural sociedad vasca.

Ilusiones horizontales

Este artículo se refiere a la ciencia pura y a la obscena política. Se presentan dos teorías científicas y su sicalíptica aplicación a la política. Si el lector esperaba algo distinto, por exceso de imaginación ante la ambigüedad del título, pase de página.

La "Ilusión de la Luna" o técnicamente la "Hipótesis de Distancia Aparente" se manifiesta cuando se ve una Luna "inflada" al observarla sobre el horizonte. También es aplicable al Sol, grandioso en su albor o en su ocaso. Podría pensarse que es un efecto óptico producto de la difracción producida por la más densa capa atmosférica superficial, pero se trata de un efecto psicológico de percepción. Nuestro procesador de visión tiende a "asociar" la distancia hasta los objetos observados con algunos patrones reconocibles. Este mecanismo mental nos ayuda a percibir en perspectiva, pero produce secuelas ficticias. El cerebro usa “claves de profundidad” conocidas, como la copa de los árboles, la cima de los cerros,… para "completar" información sobre el alejamiento de cada elemento en el plano de visión. Mientras más de estas "ayudas" aparezcan, se perciben crecidamente "magnificados" los objetos que están detrás de estas "referencias". Una prueba irrefutable para corroborar esta tesis consiste en mirar la Luna sobre el horizonte cubriendo todas las concomitancias terrestres, lo que se logra a través de un elemental "catalejo" construido con un periódico enrollado. Entonces se percibirá que el satélite mágicamente se "achica", en comparación con su imagen al natural. En política, esto sucede con el terrorismo: Esta luna, representación lorquiana y vasca (hil-argia) de la muerte, al estar allende de los más elementales derechos humanos se hipertrofia en nuestro enfoque, engañándonos sobre su dimensión y cubriendo de desolada desesperación todo el cuadro.

El “Efecto horizonte” se definió en Cibernética como la limitación de los análisis de fuerza bruta de los ordenadores dedicados al ajedrez, que calculaban todas las posiciones hasta un límite, sin poder ver más allá, lo que les llevaba a cometer graves errores. Por ejemplo, desestimaban una jugada aparentemente perdedora porque no computaban que tras un movimiento adicional ganaban con jaque mate. Los programas más modernos, como Deep Junior que ha empatado con Kasparov, han superado este síndrome de la inteligencia artificial y son capaces de optar por variantes arriesgadas, aunque no puedan previsualizar la posición final ganadora. La política sufre en grandes dosis el “efecto horizonte”. Se actúa con una perspectiva máxima de la próxima convocatoria electoral: Pocos políticos piensan en un futuro a medio o largo plazo. ¿Quiénes nos proyectan su visión hasta el 2010 o el 2025? Debemos distinguir a los partidos proactivos y prospectivos, que presentan planes, de los partidos que actúan por reflejos, por reacciones, por electoralismo cortoplacista. La profundidad y el rigor de los análisis determinan el índice de acierto de las actuaciones adoptadas cotidianamente.

La política debe prescindir de las orejeras de los burros, que sólo conducen a parcos destinos partidistas, y comenzar a utilizar optimistas telescopios de clarividente perspicacia, prismáticos entusiastas de realidad ciudadana y gafas fraternas de solidaria humanidad. Nos conviene una Política con menos ilusionismo de corto horizonte, y con más altura de miras, más proyección, más planificación y más hondura pacifista y ética.

Euskadi es gratis

Euskadi, según se ha establecido recientemente, no vale nada para algunos políticos españoles. Lo corrijo, sólo vale como moneda de cambio o como talismán para ganar votos en España. Aznar adopta continuamente medidas frentistas que le restan votos a su partido en Euskadi, pero los multiplica en España. Rodríguez Zapatero cede Álava con la misma intencionalidad mezquina, traspasando los votos socialistas al PP “sin nada a cambio”, o lo que podría ser peor por el cambalache de un “gobierno-revoltijo PP-PSOE”. Ambos, sobre todo el primero, alimentaron una maquinaria propagandística totalitaria de “pensamiento único” azuzada por delirantes "tertulistos" y “analistos” pagados, que ahora les devora, sobre todo al segundo.

Han abierto la sima de separación entre las mayorías sociales de Euskadi y España sólo para arañarse mutuamente unos votos. Han enconado un inexistente (según ellos) “problema vasco” hasta el punto que ya no encuentran la marcha atrás: El independentismo vasco se lo agradecerá algún día, pero alguna ruta más civilizada de construir conjuntamente el futuro deseado por españoles y vascos, con diálogo mantenido y soluciones negociadas con las instituciones vascas, hubiese sido más satisfactorio para todos los demócratas, de aquí y de allá.
El censurado y denostado “Plan Ibarretxe” propone un camino de avance, ni soberanista (jamás una mentira de tal calibre se ha vendido tanto) ni autonomista, que hubiera debido ser debidamente analizado y probablemente enmendado, pero que el PP-PSOE pretende arrasar con los imperantes “vientos de guerra”. IU y otros grupos políticos menores, además de los nacionalistas, serán decisivos en la búsqueda de la racionalidad, que debería comenzar por la recuperación de un poder judicial independiente, mientras seguimos esperando a un Godoy-PSOE liberado de sus propios demonios, y (¿por qué no?) a un PP menos escorado hacia la ultraderecha.
La paz llegará, y la iniciativa política para la Convivencia del Lehendakari será rescatada como primer borrador-propuesta de ulteriores acuerdos con la probada y decidida voluntad de la mayoría ciudadana vasca pacífica, y con el apoyo de esa existente minoría (y ¡ojalá creciente!) de demócratas españoles escarnecidos y cabales.

PNV-EA: El valor de la coalición

I ¿Todos ganan o mienten todos? Tras el 25M se han sucedido los análisis postelectorales. Como viene siendo costumbre, algo que hace unas décadas no se estilaba, todos los partidos han ganado. Parece que los especialistas en comunicación aconsejan esta estrategia para animar y agradecer los resultados obtenidos a los respectivos electorados, pero que aburre e incomoda al conjunto de la ciudadanía por el manifiesto fraude que supone. Breve y objetivamente, porque queremos centrarnos después en el único aspecto interno de la coalición PNV-EA, se pueden resumir así los resultados en la CAPV (los de Navarra merecen un análisis específico): 1º Gana y mejora notablemente sus resultados de 1999 la coalición nacionalista PNV-EA, pero no en toda la dimensión del 13M de 2001. 2º IU crece en todas las medidas, pero partiendo de valores bajos. 3º PSOE pierde localidades tradicionales, pero recupera la segunda posición general. 4º PP retrocede nuevamente, pero podrá conservar con los votos prestados del PSOE los referentes de Gasteiz y Araba. 4º Batasuna, o AuB,... pierde toda su representación municipal y foral por el proceso de ilegalización y por su reacción hacia el voto nulo, pero conserva una parte de electorado sin efectos prácticos. 5º Aparece una significativa Aralar, en Gipuzkoa y Navarra, pero con nula presencia en los otros territorios históricos.

Se manifiesta, nuevamente, la tenaz inercia del electorado vasco que sólo cambia lenta y paulatinamente su voto, pero en una tendencia marcada que toda la sociedad debe apreciar. La ciudadanía otorga su confianza a PNV-EA en Bizkaia y Gipuzkoa, que recupera su primer puesto en Araba, donde no alcanza a la suma PP-PSOE. IU se convierte en llave de municipios emblemáticos, Bilbao, Getxo,… El PSOE queda en una difícil posición trabada, sin poder firmar en blanco ante el PP por la proximidad de las elecciones generales, ni acercarse a IU por el precio a pagar ante la presión mediática manipulada por el PP. Batasuna se acerca cada día más al final de su callejón sin salida, ante la satisfacción del PP que mantendrá su fórmula del “eje del mal” nacionalista vasco. De otros intrusos violentos preferimos no hablar porque políticamente no aportan nada, excepto desolación social y perturbadores obstáculos para las soluciones dialogadas.

En síntesis, Euskadi ha refrendado las fórmulas conciliadoras que personifica el Lehendakari Ibarretxe, facilitando a la coalición PNV-EA la gobernabilidad de las Diputaciones Forales de Bizkaia y Guipúzcoa y de los más significativos Municipios, oponiéndose a quienes en antinatural alianza (PP-PSOE-Batasuna) buscaron el colapso del sistema democrático con medidas de filibusterismo legislativo y bloqueo presupuestario en las Instituciones y Parlamentos vascos. También ha premiado a quienes han actuado de puente, como IU, y pasado factura a los que cedieron gratuitamente los votos (PSOE), al partido de la guerra (PP) y a los de la “papeleta en la papelera” (AuB).

II La complejidad municipal y la búsqueda de “contraefectos” electorales. Se decía que “Si alguien no queda confundido por el resultado de unas elecciones municipales, es que no las ha entendido”. Esta guasa resulta especialmente aplicable, en Euskadi. En estas convocatorias la conversión en elecciones primarias, el carácter de plebiscito continuo y el protagonismo personal de los candidatos produce variaciones desconcertantes: el caso de Odón Elorza es paradigmático, apreciándose nuevamente la cualidad “puente”. Otra insufrible estrategia, que embrolla adicionalmente los resultados, radica en la búsqueda de consecuencias aparentemente opuestas a la lógica simple. Muchos agradeceríamos una relación más directa entre los objetivos y las medidas políticas, pero la astucia de algunas formaciones políticas les conduce hasta el indeseado punto de que buscan objetivos paradójicos en espera de sus efectos contrarios. Veamos algunos recientes casos: 1º ¿Cómo Batasuna facilita su ilegalización encabezando sus plataformas electorales con sus más conocidos dirigentes? ¿Pretende el ataque masivo sobre sus posiciones para salir reforzado, desde su tesis de “cuanto peor, mejor”? 2º ¿Por qué el PP persiste en su política frentista que tan pésimos resultados le reporta en Euskadi? ¿Embiste tozuda y baldíamente con su acoso mediático sólo para rentabilizar votos fuera? 3º ¿Para qué insiste el PSOE en no hablar de pactos postelectorales si toda la ciudadanía sabe de sus preferencias y de su inquebrantable lazo con el PP en Euskadi? 4º ¿Cómo es posible que IU que ha acertado plenamente en Euskadi con su política pragmática y de pacto pague esta misma factura en el Estado? 5º El embrollo de AuB rebasa todos los límites: atribuir su ilegalización (provocada por ellos mismos) a los únicos partidos que se opusieron, y tras pedir el voto nulo, exigir su representación a los partidos que se opusieron a la ilegalización, todo ello tras haberles boicoteado reiteradamente y colaborado durante toda la legislatura con sus ilegalizadores.

Según nuestro criterio, el electorado vasco no sucumbe fácilmente en estas irregulares tácticas electorales, y prima la claridad programática de quienes defienden rectamente los objetivos declarados, como la coalición PNV-EA o IU que adelantaron expresamente sus posiciones para después del 25M.

III Gana la coalición EAJ-PNV y EA.

La tabla adjunta, con los votos recibidos por separado o en coalición de PNV y EA, muestra que desde la segregación de EA, se han producido dos fenómenos sostenidos: el crecimiento continuo de la suma de ambas formaciones políticas y el incremento del peso del partido mayoritario EAJ-PNV frente al minoritario EA. Cuando han concurrido por separado, EA ha perdido peso dentro de la unión, mientras que los últimos resultados de la concurrencia conjunta son magníficos, llegando a los 604.222 votos bajo el liderazgo de Ibarretxe el pasado 13 M de 2001.

Un análisis más pormenorizado, municipio a municipio, reforzaría esta misma conclusión. Frente al criterio de universalidad de EAJ-PNV, allí donde EA insistió y prefirió acudir por separado, supuestamente sus “plazas fuertes”, el electorado no parece haber recompensado esta actuación. EA pierde frente a PNV en Tolosa (con su misma portavoz Onintza Lasa, frente a Jokin Bildarratz), Mutriku, Alonsotegi, Amorebieta, Gernika, Lekeitio, Lemoa, Markina, Mungia, Ortuella, Plentzia, Zaratamo,… con la única excepción de Bermeo. Incluso el porcentaje medio de EA se acerca peligrosamente al 5%, con el descenso promedio que se produjo desde las Autonómicas de 1998 (EAJ-PNV 28,01% - EA 8,69%) hasta las Generales de 2000 (PNV-EAJ 31,32% - EA 7,80%), agudizado aún más en determinadas circunscripciones electorales. Por ello sorprendió sumamente la resistencia de algunos sectores de la ejecutiva de EA para fijar las bases y aceptar la coalición en las conversaciones preliminares, en proceso sinuoso con episodios que casi agotaron la paciencia no ya de las comisiones negociadoras, sino incluso de los simpatizantes nacionalistas que creían en la validez del acuerdo. EAJ-PNV proyectó una imagen de insistencia por un acuerdo global que ha sido reconocido por el electorado, y EA que aporta riqueza a la coalición, debe ser consciente de su representatividad relativa (que ha venido bajando desde el 29,05% de la coalición en 1993, al 19.95% en 2000), decreciendo cuando se distancia de la actuación conjunta.

EAJ-PNV, incluso mejor coaligada con EA, representa la expresión política de la mayoría vasca. Congratulémonos todos sus votantes del valor añadido que aporta la coalición bipartita, incluso de la colaboración gubernamental pactada con IU, que ha sido refrendada electoralmente por la ciudadanía vasca, que cree que “el poder político, si no se basa en la unión y el acuerdo, es débil”. La validez de la coalición es tal que según una proyección de “El Diario Vasco” (27-5-03), en una transposición a elecciones autonómicas la unión PNV-EA obtendría 35 escaños y 5 parlamentarios IU, lo que sumaría 40, dos más que la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco.