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Polírica en el relevo gubernamental vasco

El cambio de color en el Gobierno Vasco es, especialmente, una oportunidad para la políRica. Una ocasión única para toda la ciudadanía y para los representantes políticos de todo el espectro, pero sobre todo para los dos grandes y tradicionales partidos del País Vasco:
  • Para los ganadores en votos y escaños, una inmejorable cita para demostrar que se puede construir país desde la oposición (sí porque legislativamente la oposición puede construir mucho) y que se puede aspirar a ser un partido que representa a gran parte de la ciudadanía allí donde corresponde estar, en función de las circunstancias por polémicas que sean.
  • Para quienes van a gobernar en minoría, un reto para acreditar lo prometido en la campaña, probando si es posible superar aquello de que "predicar no es lo mismo que dar trigo" en un coyuntura delicada.
El electorado más sabio está harto de frentes, que quizá todavía se han visualizado demasiado en la propia sesión de investidura. El enfrentamiento constante ha tenido demasiado recorrido y hoy tampoco cabe albergar muchas esperanzas vistos los votos por bloques. Pero sí se han vislumbrado algunos detalles políricos:
  • La felicitación y el reconocimiento "al otro", tanto por parte del Lehendakari Ibarretxe como del Lehendakari López, como la que se produjo en el relevo de la Presidencia del Parlamento.
  • La retirada política voluntaria de un líder como Juan José Ibarretxe, como lo hizo no hace mucho tiempo Josu Jon Imaz. La política debe ser una etapa en la vida de las personas, no un destino permanente (punto 8º de nuestra declaración de polírica).
Hoy recordábamos las recientes entrevistas de "Hamaika minutu" que realizamos recientemente (con una diferencia de tres horas) a dos Lehendakaris el último día de la campaña electoral. En sus respectivas respuestas, donde buscábamos palabras políricas, se adivinaba un cambio de ciclo. Así lo determinaron las urnas y todo el contexto que rodea el voto popular. Esperemos que la nueva realidad sea positiva, pero no para uno u otro partido, sino para el conjunto de la sociedad vasca. Confiamos que la polírica avance y permita una mejor comunicación entre electorado y la clase política, de forma que ésta última entienda que está al servicio de aquella. Sólo así se escuchará con nitidez lo que quiere el pueblo vasco: paz ante todo, educación de calidad y con equidad, sanidad universal, empleo digno, identidad y solidaridad,... [A modo de recordatorio incluimos los vídeos de las dos citadas entrevistas, que ya parecen historia cuando apanas han dos meses...]

Hacienda y educación

Comparando la juventud y la infancia de distintos países y regiones, en un lugar de encuentro vacacional como Alicante, llegábamos a la conclusión de que hemos de avanzar mucho más en nuestra educación. De norte a sur las diferencias, de padres e hijos son inmensas. Leen mucho más los nórdicos, los noruegos y suecos que abundan por aquí. Y leen mucho menos los sureños de los países septentrionales. Y los mismos niños, desde muy temprana edad, se comportan de forma muy diferente. También la preocupación familiar por la educación (factor esencial) es mayor, mucho mayor, allí donde la educación es... mejor. Y donde peor va la educación, y la despreocupación de la gente es penosa, los horarios escolares... ¡se reducen! Sorprendente, pero ilustrativa, paradoja. Por ello, cuanto más tiempo pase,... mayores serán las diferencias culturales y económicas de los ilustrados frrente a los ilusos.
Apena que en una época de crisis no se invierta todo lo posible en la educación, de menores y de adultos. La educación no es ni tema de conversación. La televisión sólo ofrece modelos de incultos deportistas, guaperas idiotas y vagos populares. Todo un despropósito fruto del círculo vicioso de analfabetismo de abuelos, bajas expectativas de padres y futuro incierto de hijos. Por aquí, muchos se quejan de la mala educación, pero pocos cotizan a hacienda más allá de los impuestos indirectos ineludibles o del salario declarado por cuenta ajena.
Fácilmente, se llega a la conclusión de que para ofrecer una enseñanza pública que beneficie a quienes más lo necesitan, es decir a escolares cuyas familias no comprenden el valor inmenso, único y rescatador de la educación, es preciso contar con financiación suficiente... y políticos que vean más allá del corto plazo de una legislatura. Esto, por desgracia, no es frecuente. Ojalá toda la ciudadanía, todas las familias, toda la clase política, recaudase bien... para invertir en educación, como primera necesidad y primera clase de éxito social y económico. Porque una educación mucho mejor es el único camino del bienestar personal y colectivo.
[En la foto superior, el Diputado de Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, presenta la Campaña de la Renta del 2009 (véase abajo). Sólo una sugerencia de mejora respecto a los "temas estrella" que aparecen en los lápices de la foto superior, donde no se relaciona los grandes capítulos como educación, sanidad,... por no ser temas gestionados por la Diputación Foral. La comparativamente buena fiscalidad vasca nos permite dedicar más recursos a la educación, y ello debe citarse expresamente. ¡A corregir en el futuro!. Vía de la noticia.]
Presentación Renta 2008 Bizkaia Presentación Renta 2008 Bizkaia Mikel Agirregabiria

Blogs en campaña electoral

Diferenciando dos modos de hacer política en la blogosfera.

Los blogs surgieron cuando fueron técnicamente posibles, hace menos de una década, para responder a una sentida necesidad humana de charlar con más gente. Compartir sentimientos, debatir ideas, participar en proyectos, y trasladar la identidad propia a una espacio más amplio que en mero entorno físico. En el ciberespacio las distancias entre continentes no cuentan y la coincidencia temporal es prescindible. Sólo la brecha digital, que no dota de estos recursos a las personas más desfavorecidas, y la lengua limita que la audiencia potencial de un blog no sea… toda la humanidad.

Blogger, o bloguero, no es toda persona que escribe un blog. Crear un blog es un proceso de tres minutos. Escribir un post, un breve artículo, lleva apenas un minuto y si se añaden fotos o vídeos algún rato adicional. Cada vez se escriben más blogs, sobre todo de jóvenes. Pero mantener un blog, más o menos activo, no basta para asegurar que su autor es un genuino blogger. La personalidad de uno auténtico le predispone a leer y escribir compulsivamente. Primero, comentando lo que se dice en la blogosfera o en las redes sociales (twitter, facebook,…). Luego, llega el momento de disponer de su blog, o sumarse a blogs colectivos o wikis.

La expresión en el ciberespacio se motiva por razones diferentes a las que mueven en los mass media. Allí, en prensa, radio o televisión, y más en publicidad, no se espera (ni se desea, seguramente) contestación o debate. Cada interlocutor emite con insistencia su mensaje, sus tesis, y espera adictos que se le sumen, pero no que le maticen, le enmienden, le corrijan y le enriquezcan. Un blog o una red con visión de futuro busca acuerdos, busca convergencias y avances colectivos.

Un blogger es alguien que usa fórmulas de comunicación para consensuar, para buscar verdades conjuntas en grupo. Un escritor de artículos de opinión en prensa puede usar un blog para ampliar su difusión, pero si no propicia los comentarios y la coautoría de sus alegatos nunca dejará de ser un ‘plumilla’. Porque no es el instrumento lo que cualifica, sino la intención y el método.

En campaña electoral aparecen nítidamente dos especies bien diferenciadas: Los políticos con un blog para propagar su programa y los bloggers que aprovechan el momento para hablar y progresar en política. Los ‘bloglíticos’ no son únicamente los líderes a quienes “les” escriben un blog, o ellos mismos se afanan en la tarea. Son también los militantes, algunos recién instruidos en la guerrilla blogosférica, que extienden los carteles de las calles a la ‘blogocosa’. Su estrategia les delata: Es el mismo contenido que en un mitin, pero en virtual. A veces, incluso con similares enfrentamientos, descalificaciones e improperios que antes de Internet.

Por el contrario, la blogosfera consciente, preparada y arraigada debe transmitir su filosofía de transparencia a ultranza, de debate constructivo y de participación creadora a los momentos álgidos de cualquier sociedad, como en época electoral o de crisis. Los bloggers hablan de política como búsqueda de lo mejor, como cuando hablan de educación, sanidad, economía o futuro. Tratan de convencer por la calidad de las ideas, no de vencer por el mera cuantía de opiniones quizá ya obsoletas.

Diferenciemos entre blogs que sólo forman parte del ruido de la campaña electoral, donde se trata de acallar o impedir que se oiga a los demás. Los bloggers prefieren armonizar tendencias y comunicar su particular contribución antes que prestar su altavoz a las consignas generales. Son quienes buscan, escuchan, comparan, advierten buenas ideas en todas las opciones, destacan lo común, lo compartido, lo que probablemente sea lo mejor para el conjunto. Un blogger es persona, reflexiva y crítica, antes que un mero repetidor de eslóganes simplificados.

Las candidaturas y partidos debieran sumar opiniones y críticas de los genuinos bloggers, que no escriben pensando sólo en un carnet, sino que han llegado a una posición determinada tras analizar todo el panorama una y otra vez. Repensar tanto probablemente les lleve a matizar aspectos puntuales de todos los programas, pero ello les da valor al señalar cuál les parezca el más indicado.

Algunos bloggers interesados, entre otras temáticas por la política, nos hemos agrupado en un colectivo abierto denominado Politika 2.0. Hemos puesto en marcha iniciativas con ocasión de las elecciones autonómicas, como “119 segundos” y “hamaika minutu” (once minutos). La primera ha concluido con la participación de los seis partidos vascos presentados y presentes en el parlamento. La segunda, aún en proyecto, permitirá medir el grado de “polírica” de las diferentes candidaturas, que confiamos sea generalizada. Los blogs y las redes pueden coadyuvar a una política más lírica, que deje atrás las formas épicas de enfrentamiento y dominio, impropias de una era que propicia el entendimiento universal con poderosos recursos como los digitales. Empleemos estos instrumentos de modo deliberativo y colaborativo, a fin de caminar por senderos de diálogo y de paz.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2009/blogselectorales.doc

Guía de Recursos Sociales para Personas Extranjeras

Esta Guía de Recursos Sociales para Personas Extranjeras, Guide de Ressources Sociales pour les Personnes Etrangères / Foreiners Social Services Guide, esta editada por Cáritas de Bizkaia. Se han incluido fotos del folleto en papel, por no haber encontrado esta valiosa información en su extensa web, www.caritasbi.org. Incluye datos de asesoría jurídica, empleo, acompañamiento, alojamiento, sanidad, redes sociales, tiendas de ropa, centros de día para atender las necesidades básicas, orientación frente a la discriminación, empadronamiento, urgencias sociales, dónde comer o dormir, educación, vivienda,...

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Twitteando el debate Zapatero-Rajoy

Anoche nos embarcamos en otra experiencia de micropostear el debate televisivo en directo, con más de cien anotaciones en tiempo real. Dispuse Zattoo para verlo en el portátil y a comentar. Los Tuiteos pueden verse aquí, desde las 22:00 del lunes 25. Links: 1, Dispongo Zatoo en mi portátil... 2, Arranca Rajoy, en adelante Ra,... serio, preparado (en su doble sentido), "las dificultades para llegar a fin de mes..." 3, Ra: en educación a la cola de Europa, ZP ¿qué ha hecho? Sólo dos cosas, y ambas mal... Empieza fuerte... 4, 5, 6, Comienza ZP: ¿Le han agudizado las > de las cejas? Más estilo 'profe' moderno... 7, 8, 9, ZP se me ha hecho más breve... Réplicas... 10, 11, 12, ZP: Le restriega que Solbes vapuleó la 'demagogia' de Pizarro, vamos creciendo más que nadie.. 13, 14, ZP se lo trae bien preparado en lo de la (macro)economía.. Le cortan también.. 15, 16, 17, ZP Usted, Rajoy, congeló las retribuciones de funcionarios, gráficos y más gráficos,... 18, 19, ZP Aumento del poder adquisitivo, salario mínimo, le atribuye... "el redondeo del euro" (¡toma ya!) 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, RA: Sanidad, educación (¡bueno!),... y emigración que satura los servicios sociales... 29, 30, ZP Comenzaré por la EDUCACIÓN, más becas son su gobierno... Política de igualdad, sufragada la educación de 3-6 y ahora de 0-3.. 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, RA Vuelta a la emigración, pero le trae el tema de la educación... el tercero país por la cola de Europa en educación... 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, ZP Quienes mintieron fueron ustedes al atribuir a ETA, y siguieron durante años con la teoría de la conspiración... 54, 55, 56, 57, 58, 59, ZP Le vuelve con aquello de Aznar de ETA como MVLN... Sigue con el 11M, saca a Acebes como... 60, 61, 62, RA Andanada (populista) con Sarkozy y Merckel, ustedes Castro y Chavez.. 63, 64, 65, Repasando el Twitterespacio... Opiniones para todos los gustos... 66, Primeras impresiones en el descanso: Se lo han currado, pero son unos pesados... Los mismos argumentos, de toda la legislatura, excepto.. 67, excepto... los muchos que han caducado 68, 69, 70, RA ¡Qué jeta! Le atribuye a ZP el enfrentamiento inter-territorial por el agua,.. 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, Siguen los dos monólogos más o menos sincronizados... 80, 81, RA Preparado, pero efectivo... para su audiencia.... 82, 83, ZP A la yugular... en Catalunya que no tienen peso, y nada que perder,... 84, 85, 86, 87, 88, 89, RA Problema de la vivienda. Fracaso con política de alquiler,.. 90, ZP Mi prioridad es la EDUCACIÓN Y la investigación, becas, lectura, más Internet,... más investigación, (¡A ver si es verdad!). 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, ... RA Usted ha agredido a víctimas del terrorismo,,, no lo acepta ZP... 103, 104, 105, Rifirrafe infantiloide... 106, 107, 108, RA "La niña que nace tenga una familia, una vivienda y nos padres con trabajo", familia, trabajo, educación, con idiomas, título profesional,... 109, RA... la niña que aprenda a respetar la ley, por ser española, (alguno va a llorar, un nuevo invento, poesía política) 110, 111, 112, 113, ZP Pedí el voto para lo que he conseguido, ... ¡He cometido errores! Acuerdos trabajadores y empresarios,.. 114, 115, ZP No puedo prometer que todas las personas triunfen.... pero sí en la igualdad de oportunidades. ¡Buenas noches y buena suerte! 116, 117 y 118. [Actualización: Transcripción literal] Etiquetado en Technorati: elecciones generales 2008.

Alderdi Eguna: Se habló de educación


Josu Jon Imaz citó valores: fortaleza, eficacia, honradez y solidaridad, y mencionó a la sanidad y a la educación. Hubo una cita inédita y sencilla del sobrino de Pío Baroja, cuando interpretaba lo que más le sorprendería a su tío de los tiempos actuales: "La calefacción central...". Y lo resaltó porque la política de las pequeñas cosas no debe ser olvidada nunca, la que aprecia el pueblo llano,... como somos la mayoría (fotos de esa mayoría) . [Audio completo]


La política del terror

Hemos pasado de las políticas de cambio y de esperanza, al pesimista conservadurismo social que vislumbra amenazas por doquier.

En el pasado, los políticos nos prometían crear un mundo mejor. Ofrecían distintas formas de alcanzarlo: el comunismo, el capitalismo, el socialismo, el liberalismo… Su poder derivaba de una autoridad basada en una visión optimista de un futuro mejor para todos. Todas esas ilusiones y utopías fracasaron. Y hoy, la gente ha perdido la fe en las ideologías. Los políticos son percibidos como meros gestores que administran la vida pública, y en ocasiones incluso aprovechándose de ello.

Esto no era admisible para quienes aspiran a continuar liderando el mundo. Descubrieron un nuevo rol que les restauraba el poder y la autoridad de antaño. En vez de repartir sueños, ahora los dirigentes prometen protegernos de las pesadillas. No nos aseguran educación y sanidad de calidad, viviendas para todos,… pero se comprometen a rescatarnos de peligros terribles… que no podemos ver y que no comprendemos. Y el mayor de todos es el terrorismo internacional… Una red poderosa y siniestra con células asociadas en todos los países del mundo.

Un enemigo así, un remoto e invisible Bin Laden y sus cuarenta secuaces, requiere que sacrifiquemos derechos, que invirtamos en armamentos, que aceptemos restricciones, que pospongamos nuestros anhelos… Han de proseguir las guerras, han de seguirse los criterios militares, todo debe quedar bajo control. El miedo logra mejor que nunca el otorgamiento del liderazgo al gran líder mundial, y a su modo de interpretar la realidad mundial desde su perspectiva de gendarme planetario.

No se invierte casi nada en justicia, en solidaridad, en fraternidad continental. La civilización mundial es repartida entre etnias, culturas, religiones y países aliados o del ‘eje del mal’. El maniqueísmo brilla como nunca lo hizo antes. Poco importa que la mayor parte de estas amenazas sea pura fantasía exagerada y malintencionada por determinados poderes fácticos. Estos recelos interculturales han sido diseminados sin ser cuestionados por toda la faz de la tierra. Está probado que todo fue distorsionado deliberadamente por los grandes beneficiarios, los neoconservadores norteamericanos, con campañas algunas tan sobreactuadas como aquellos ataques de gas que luego, por inverosímiles, desaparecieron de la opinión pública.

Sobran los que creen en las armas, en vencer sin convencer, en hallar nuevos enemigos a quienes derrotar con los viejos sistemas de dominación por la fuerza bruta. Desprendámonos de los políticos del NO, que no dejan gobernar cuando no les corresponde, que insisten en que todo progreso es difícil o imposible, que nunca prometen nada, sino que asustan con lo que pasará si no gobiernan ellos.

Necesitamos líderes positivos, que convenzan con un discurso de paz, de justicia, de hermandad. Políticos que se comprometan a mejorar el mundo, lo de cerca y lo de lejos, sin miedos, con alegría, con optimismo, paso a paso, sabiendo que es posible y que podemos vivir todos mucho mejor, trasmitiendo un mensaje realista de cómo colaborando podemos superar la pobreza, el hambre y la desigualdad de toda la humanidad.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/miedos.doc

Temas electorales... para los franceses

La educación nos hace ser como somos y como seremos. Por ello es el factor decisivo para fabricar futuro.

Ante las próximas elecciones presidenciales en Francia, según las encuestas las cuestiones decisivas serán: Primer tema para el 66% de los votantes, la educación; para el 64%, el paro; para el 58%, la sanidad y el poder adquisitivo; para el 57%, las jubilaciones; para el 55%, la seguridad; para el 52%, el medio ambiente y para el 48%, los impuestos.

Con razón era francés el gran historiador Jules Michelet, quien señaló: “¿Cuál es la primera parte de la política? La educación. ¿Cuál la segunda? La educación. ¿Y la tercera? La educación”. ¡Ah, la France, qué cerca y qué lejos estás de nosotros!

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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/franceses.htm

PRÉOCCUPATION PRINCIPALE, L'ÉDUCATION
L'éducation arrive en tête des sujets qui compteront lors de l'élection présidentielle pour les personnes interrogées : 66 % d'entre elles pensent que ce thème comptera beaucoup dans leur vote, juste avant le chômage (64 %). Suivent le financement du système de santé et le pouvoir d'achat (58 %), les retraites (57 %), la sécurité (55 %), la protection de l'environnement (52 %) et les impôts (48 %).

El mundo en miniatura

En www.miniature-earth.com puede verse una imagen exacta de la humanidad.

Vivimos en medio de una injusticia gigantesca, del tamaño del planeta Tierra. Si todo el mundo se concentrase en una aldea de apenas 100 habitantes, apreciaríamos mejor la distribución global de habitantes y recursos, manteniéndose las proporciones actuales según los datos oficiales.

En este poblado 61 son asiáticos, 13 africanos, 12 europeos, 8 norteamericanos, 5 centro o sudamericanos y 1 de Oceanía. Son 50 mujeres y 50 hombres. Viven en el pueblo 53 y 47 en zonas rurales. Son cristianos 33 (entre católicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos,…), 18 musulmanes, 16 ateos, 14 hinduistas, 6 budistas y los restantes 13 son de otras religiones.

Nunca aprenderán a leer 14, y sólo 7 cursarán enseñanza secundaria. Sólo 1 es universitario. Sólo 12 tienen ordenador y, de ellos, 3 acceden a Internet. Pasan hambre 13 personas. No tienen ni una sanidad básica, 43 personas; y 18 ni agua potable. Uno tiene el SIDA. Son minusválidos 9. Luchan por vivir con menos de un dólar diario, 18 personas; y 53, con menos de dos dólares diarios. Sólo 25 tienen alguna comida, ropa, cama y casa. No tienen cuenta en ningún banco 70. El 59% de la riqueza de toda la aldea la poseen 6 personas.

Este pueblo parece un polvorín a punto de estallar,… Pero no lo solucionan compartiendo más y ayudando a los más necesitados, sino que la comunidad rica gasta en defenderse o atacar 11.200 veces más que ayudar (es la proporción entre los gastos militares mundiales y la ayuda al desarrollo).

Al analizar la humanidad desde esta perspectiva es cuando se hace patente la necesidad de justicia, solidaridad, tolerancia, educación y sanidad para todos. Y por caminos de paz y colaboración, de respeto intercultural y no de imposición. Consideremos lo afortunados que somos, aunque sólo sea por el hecho de poder leer esto. Y a continuación exijamos y construyamos un mundo donde la pobreza, la desigualdad y la sinrazón sean historia antes del 2015.
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Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/miniatura.htm

Teoría para ganar la lotería

Un método infalible para ganar cada día con las quinielas, bonolotos, casinos, apuestas y otros juegos de azar.

Gane dinero como yo lo hago. He decidido compartir mi sistema, del que llevo años beneficiándome. No es justo que sólo algunos nos enriquezcamos con las loterías, mientras que muchos pierden semana a semana sus ahorros e ilusiones. No pido dinero por contarles mi truco; al contrario, les garantizo que si no funciona yo mismo les reembolsaré las ganancias que prometo.

No hay trampa alguna para obtener un sueldo extra asegurado, pero la fórmula debe ser aplicada constantemente y sin variaciones. Su secreto radica en cómo se reparte la recaudación de los sorteos. Entre un 30% y un 50% de los ingresos se destina como tributo a la hacienda pública, mientras el resto se dedica a gastos de gestión (vendedores, administradores, máquinas, papelería y publicidad), y lo que queda a premios. Además los pocos afortunados a quienes les toca algo vuelven a pagar altos impuestos tras recibir su pago, de modo que muchos premios finales quedan reducidos a la mitad.

Así que la forma más inteligente de jugar, el único modo seguro de ganar es… no jugar, pero animando a que los demás lo hagan. Así paguen ingentes impuestos que luego nos financian a todos la educación, la sanidad, las pensiones y otras necesidades sociales.

La lotería es un impuesto voluntario que nos sufraga a todos, y sin costo para quienes nunca jugamos. Hemos de agradecer a esa mucha gente altruista y entusiasta que cada semana corre a pagar esta contribución querida por ellos. Algunos opinan que es un mal social que a muchos pobres les hace más pobres sólo para que nazca un nuevo rico. Lo cierto es que este impuesto voluntario nos alivia económicamente a quienes sabemos cómo ganar con las loterías. Ojalá hubiese más formas de impuestos voluntarios con tantos adictos ingenuos y generosos.

¡Ah, tampoco es verosímil ese bulo de que hemos de comprar un boleto por si el destino quiere que ganemos el gordo! Si Dios quisiera nos encontraríamos un billete junto a una lotería donde se Versión .DOC para imprimirexpusiese en grande el número premiado,… En todo caso, gracias a todos esos habituales consumidores de loterías por su denodado y caritativo esfuerzo en financiar gran parte de nuestros gastos sociales.

Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/loteria.htm

Re-solución vasca

Al final todos hemos entendido que primero es la paz y después la política. Sólo falta que también deduzcamos que el interés partidista viene detrás de la convivencia democrática en una sociedad plural.

Batasuna se enorgullece de que cuando ellos lo entendieron (el 14 de noviembre de 2004 en Anoeta y proclamaron su compromiso de usar vías "exclusivamente políticas y democráticas"), lo entendieron todos. Aunque no es mérito alguno ser el último de la clase (política) en comprender el problema, sí es motivo de satisfacción para todos y un hito histórico que, al final, la esencia de la cuestión sea indiscutible.

ETA sobraba y estorbaba, como decíamos casi todos antes y ahora absolutamente todos. ETA desperdició, una vez más, la penúltima tregua que ofreció en septiembre de 1998, poco después de aquel viernes santo (10-4-98), fecha en la que pudo sincronizar con el IRA el cese definitivo de la violencia política en Europa.

11 +11 =22. Después vendrían los trágicos 11-S de 2001 y el 11-M de 2004, que resaltaban hasta el infinito la aberración ética y política de la violencia, incluso ante las conciencias más aletargadas o ideologizadas. Aquello, de impacto en el panorama internacional, provocó este feliz 22-M de 2006, cuando se comunicó el alto el fuego permanente.

El fin del latrocinio. Se ponía final a un insufrible robo de vidas humanas, de familias rotas, de personas mutiladas, y de daños personales irreparables. Pero el rapto había sido inconmensurable en otros aspectos también decisivos: la violencia nos había hurtado una inmensidad de recursos humanos y materiales, de tiempo de reflexión, de espacios de debate, de incalculables frutos de una convivencia abierta y dialogante que no disfrutamos.

De la regresión hacia el progreso. Ahora se abre una etapa acelerada de reconversión de enfrentamientos en sinergias, y de escoltas en educadores. Confiamos que nuestros hijos puedan olvidar y que todos vivamos una fase de relanzamiento de una sociedad puntera que cierra una profunda herida, y que pone a la política en su lugar propio, pero no en el centro de toda nuestra existencia como ciudadanos.

De la alta política a la gestión política. Queremos que se traten y resuelvan, con políticas sectoriales, nuestros problemas cercanos y que nos afectan a todos (educación, sanidad, pensiones, vivienda, economía,…), y de ahí se derivará la necesidad de revisar periódicamente los marcos políticos o administrativos.

Participación política por las urnas. Estamos hartos de tanta manifestación histórica… cada semana. Las manifestaciones que queden para las grandes ocasiones. Nos sobran muchos de esos compulsivos convocadores de desfiles callejeros cada sábado. Nos reservamos el voto, que es lo que cuenta, para el intenso calendario electoral que se avecina en 2007-2008-2009, y para alguna consulta popular final bien pergeñada.

Panorama partidista simplificado. El cóctel político vasco se va remansando, y se encaminan mejor aquellas formaciones que buscan el voto sereno, en las convocatorias electorales previstas o en una consulta popular final prevista para un nuevo Estatuto o Estatus político. Probablemente se reordenará el escenario de partidos, desapareciendo rarezas coyunturales (como EHAK) y la desproporcionada representación de algunos partidos testimoniales (como EA, EB o Aralar).

La definitiva solución del problema vasco está cada día más cerca… porque es firme, unánime e imparable nuestra resolución de buscarla, acordarla y construirla sobre cimientos de paz.
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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/resolucion.htm

Katrina: ¡Sálvese quien pueda!

Aprendamos de una tragedia, en prevención de próximos desastres, y para una mejor atención a las víctimas presentes y futuras.

El 29 de agosto el huracán Katrina asoló los Estados costeros de Louisiana, Mississippi y Alabama, siendo New Orleans (Louisiana) la principal ciudad afectada al desbordarse los diques de 7 metros que protegen la mayor parte de sus barrios que se encuentran bajo el nivel del mar y bordeados por el río Mississippi y el lago Pontchartrain. Un millón de personas fue desplazado, siguiendo las órdenes de evacuación emitidas desde el 28 de agosto, en una crisis humanitaria a escala desconocida en los Estados Unidos desde la “gran depresión” sucedida entre 1929 y 1939. Se anegaron 233.000 km², un área similar a la de todo el Reino Unido.

La muerte de casi un millar de personas (973 registrados hasta el 20 de septiembre, de los que 936 corresponden a Louisiana) y los millones de damnificados, junto a los daños materiales cuya recuperación exigirá sólo en el primer año más de 200.000 millones de dólares estimados, ha convertido a este ciclón tropical en el más desastre natural más destructivo, superando ampliamente al huracán Andrew de 1992 (26 muertos, 3 de ellos en las Bahamas, y 27.000 millones de dólares de pérdidas materiales).

El huracán Katrina es el cuarto huracán de categoría 5, la más destructiva de la escala Saffir-Simpson, que hace impacto en el territorio continental de EEUU desde que existen registros de este tipo de tormentas, si bien al penetrar en la costa se fue rebajando rápidamente de nivel. Constituye una catástrofe infrecuente de la naturaleza desatada, si bien no comparable con el cataclismo oceánico del tsunami que devastó el sureste asiático en las navidades pasadas de 2004.

En el caso del Katrina hubo previsión de su llegada, instrucciones de evacuación y alguna capacidad de anticipación, pero no la prevención y el socorro que cabía esperar de una sociedad rica y avanzada como se supone que es la mayor superpotencia del inicio del siglo XXI. Todo ello es producto de una determinada cultura política que arrincona la iniciativa pública, subestimando una serie de amenazas sociales y naturales, mientras amplifica otras de interés para las corporaciones armamentísticas como el riesgo de ataques terroristas (por ejemplo, desde Iraq con imaginarias armas de destrucción masiva).

Las imágenes difundidas ponen de manifiesto la existencia de un “cuarto mundo” de pobreza en la trastienda de una nación socialmente muy dispar, con un alto crecimiento económico pésimamente repartido y con una cobertura pública ínfima. Son reflejo del efecto continuado de las políticas neoliberales y neoconservadoras que se exhiben desde la Presidencia estadounidense y que se propagan a través del proceso de globalización internacional. Se aprecian en el minimalismo de lo público (del Estado), en los sectores fundamentales y críticos como la educación, la sanidad o la vivienda, y no llega a percibirse en sus más trágicos efectos hasta que una hecatombe los exterioriza.

Hechos contundentes demuestran cómo la Casa Blanca desvió fondos para el proyecto urgente de mejorar las presas y las estaciones de bombeo en Louisiana hacia la guerra en Irak. Esa misma contienda explica que no haya suficientes efectivos de la Guardia Nacional en los Estados sureños, los más pobres y expuestas de los EE.UU., que son justamente los que más tropas aportan para ser transportadas a destinos tan remotos. La ausencia de infraestructuras de Protección Civil, al estilo europeo, significa que únicamente personal militar pueda acometer en una sociedad tan fuertemente armada la tarea de socorro, ofreciéndose imágenes insólitas de rescatadores pertrechados con chalecos antibalas y rifles.

Puede parecer extraño entremezclar el belicismo de George W. Bush con la respuesta desde los poderes públicos ante una catástrofe de origen natural, pero los recursos humanos y presupuestarios siempre son limitados, por lo que el esfuerzo dirigido hacia la indiscutible hegemonía militar se detrae de otras partidas que podrían destinarse a fines mucho más solidarios dentro y fuera de las fronteras estadounidenses.

En una democracia la opinión pública debe aprender a dirigir su voto, especialmente cuando una calamidad de origen natural causa una mortandad tan alta entre sus conciudadanos menos pudientes. Abandonar el militarismo galopante y luchar contra la pobreza, sobre todo en el país de las grandes desigualdades, es una necesidad urgente que los gobiernos de cualquier signo y latitud abordarán cuando la sensibilidad social colectiva lo exija perentoriamente, y no por razones compasivas ante las víctimas de una calamidad, sino por mera justicia equitativa y solidaridad distributiva. El siglo XXI requiere soluciones políticas nacionales e internacionales que superen el individualista lema del “¡Sálvese quien pueda!”.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/katrina.htm

Anticuada actualidad

©Mikel AgirregabiriaLa actualidad, distribuida mediante innovadores soportes de difusión, sólo cuenta viejas historias con nuevos protagonistas, sin más cambio que la cíclica permanencia.

A quienes tratamos de garabatear diariamente en algún blog, ocasionalmente nos escriben algunos lectores recriminándonos cuando nos apartamos de la “actualidad” para tratar temas intemporales o transversales. A ellos van dirigidas estas líneas, como justificación, excusa o lo que quiera que sea para mantener esas excursiones temáticas ajenas a la “tediosa actualidad”.

Porque la “actualidad” es sumamente aburrida o, al menos, la supuesta actualidad profusamente publicada. Y lo cierto es que a todos nos gusta la novedad, lo inédito, lo flamante, lo reciente, lo estrenado. Recuerdo que alguien me decía que la mejor marca es “nuevo”, cuando prefería cualquier producto (como una casa o un coche) recién hecho a otros de mayor calidad, pero usados. Pero entre la información no hay casi nada “nuevo”, ni “desconocido”.

Guerra: A escala planetaria o regional, persisten lamentablemente las palabras vacías y los estériles deseos de paz, mientras todos, desde Bush hasta ETA, se aprestan con sus acciones para el eterno combate sin final. Ello demuestra que todavía se creen aquello de “si quieres la paz, prepara la guerra”, el decadente lema romano (‘Si vis pacem, para bellum’). La industria bélica sigue moviendo la ciencia y el mundo. Nadie ha entendido a Pío Baroja cuando afirmaba que “En las guerras fracasan el que pierde y el que gana. Es un juego malo para los dos. Se consume demasiada riqueza y demasiados hombres, y el resultado es el mismo: miseria para todos”.

Política: Los dirigentes son los mismos, o sus herederos. El hijo de un Presidente norteamericano es reelegido, mientras su hermano se prepara para heredar la más poderosa república del planeta sin historia monárquica. En Europa, el rechazo a políticos que acumulan 40 y 50 años en el poder, incluido un ministro de Franco que se postula como presidente autonómico, han provocado una disociación entre el electorado y la clase política. Así no es de extrañar el divorcio entre el compadreo del politiqueo y la voluntad popular, que se manifiesta en toda oportunidad de referéndum, cuando la sociedad civil doblemente se revela y se rebela. Tampoco sorprende la pervivencia extendida de manifestaciones de toda clase, por la ineptitud política de canalizar las necesidades ciudadanas por vías parlamentarias.

Economía, educación, cultura, sanidad,… y tantos otros temas de máxima trascendencia social quedan pospuestos o marginados en círculos especializados de la información. Los grandes grupos de prensa prefieren no insistir en temas como la pobreza planetaria, si pueden glorificar la seguridad mundial aportada por la guerra de Irak. Así, casi nos olvidamos lo que hace décadas denunció Alvin Toffler, y que sigue plenamente vigente: “El 70% de todos los seres humanos actuales son la gente del pasado, viven, en muchos aspectos, como sus antepasados de hace siglos. Otro 25% forma parte de las sociedades industrializadas. El restante 5% forma la nación internacional del futuro”.

Deporte: Para que no se advierta en demasía la ausencia de genuina información, el deporte sigue rellenando las páginas y los telediarios (la antigualla del Panem et Circenses romano). Como el deporte desprestigia la portada de todos los días, entre las “innovaciones” aparecidas en los medios de comunicación se destaca quién fue “garganta profunda” en el caso Watergate y cómo se confirma que Napoleón murió asesinado en su exilio de Santa Elena. Dos novedades de hechos acaecidos respectivamente en 1970 y 1821, pura actualidad que se dice. Quizá sólo nos quede esperar algunas décadas más para saber quién mató al presidente Kennedy (1963), o barruntar cómo se produjo el accidente de Lady Di (1997), otros dos temas de “permanente y candente actualidad” en la única viva y creciente “prensa de corazón”.

Con esta mezcolanza embrollada de des-información trasnochada, entreverada con masiva publicidad comercial, no sorprende la enorme discrepancia paradójica entre las listas publicadas de los “principales problemas” de un país y los de su ciudadanía. Así parece que la formación, el paro, la vivienda o el empleo de calidad nos preocupan a todos nosotros, pero no a nuestros dirigentes ni a los comunicadores, más enfrascados en el movimiento de intereses y poltronas en ministerios y redacciones.

José Martí dijo una gran verdad: “Todo está dicho ya; pero las cosas, cada vez que son sinceras, son nuevas”. Quizá la notable falta de novedad en la información sea un significativo síntoma adicional de la deplorable ausencia de sinceridad.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/actualidad.htm

Libre asociación conjugal

En 1977 mi esposa, Carmen, y yo firmamos un “proyecto de libre asociación” por mayoría absoluta de la mitad más uno.

Habíamos comenzado las negociaciones para la unión en 1973, pero necesitamos cuatro años para formalizar protocolariamente nuestras relaciones. En la década de los años ’80, la fusión originó algunas ampliaciones de nuestro mercado interno, en forma de dos nuevos miembros con clara vocación europea, como se demostró bien pronto. Todo ello produjo una notable ampliación de las lenguas oficiales, con sus correspondientes costos de aprendizaje, viajes e intercambios, pero nuestros idiomas de relación siguen creciendo notablemente.

Nuestro “proyecto libre y amistoso” es claramente asimétrico, lo que sin restar funcionalidad resulta plenamente satisfactorio para las dos partes contratantes. Hablando por mí mismo, dado que jamás asumiría que entiendo con claridad a mi esposa, sólo señalaría un inconveniente frente a las incontables ventajas en el reparto de funciones mutuas. Mi única objeción, que ya tras más de tres décadas he asumido exclusivamente con un resto de perplejidad más que de incomodidad, es que ella ha establecido cómo y cuándo repartirnos los papeles. Lo cierto es que creo que la división de poderes que instauró fue perfecta, dado que sólo me atribuye aquellas facultades poco comprometidas que mi escasa capacidad aconseja.

Dado que ella se ocupa de casi todo, para acabar antes relataré mis contadas ocupaciones. Tengo las competencias exclusivas en materias como transportista, taxista, porteador y arregla-todo, con licencia para toda la amplia familia. Lo cierto es que no sé reparar nada, pero soy ese personaje indispensable al que se llama para enseñar cualquier desperfecto tan pronto como se produzca: “¡Ven a ver lo que ha pasado…!”. Con el transcurrir de los años he aprendido a salir del paso, organizándome una completa agenda de persianeros, electricistas, fontaneros y carpinteros.

Mi consorte se ocupa de los ministerios de educación, sanidad, hacienda, turismo, comercio, agricultura, pesca y alimentación, temas sociales, vivienda y asuntos exteriores. Sólo algunas cuestiones menores de defensa, interior, cultura y economía son asunto conjunto del matrimonio. Mi rol en los asuntos económicos consiste en leer y cumplimentar todo el papeleo de impuestos, recibos y bancos, así como predicar (en el desierto) austeridad a la prole, mientras mi esposa se encarga de todo lo demás, incluido que yo no gaste en caprichos informáticos (el único vicio que se me conoce).

Lo mejor del reparto de funciones es que muy pronto alcanzamos una sintonía perfecta. Si suena el teléfono de noche, no es mi tema; pero sí lo es organizar el desayuno con el despertador matutino. Nuestros hijos son, en primera instancia, jurisdicción exclusiva de su madre, pero cuando ocasionalmente (durante su adolescencia) las cuestiones se ponían peliagudas, me tocaba torear a mí con los “miuras” hasta que volvían al redil. Mi singular método patentado era muy “sanfermineno”: corría delante (o detrás) de los díscolos hijos, nos perseguíamos furibundos hasta llevar a la plaza de toros (salón familiar) donde nos remansábamos y la señora de la casa nos daba a todos unos capotazos que la convertían en la triunfadora del festejo.

Ahora que está tan de actualidad, comenté con mi amada dueña si debíamos revisar nuestro “estatuto para la convivencia”. Con una sonrisa pícara, me pareció, zanjó la cuestión concluyendo que nuestra asociación ya nació libre y amistosa desde su origen, por lo que puede permanecer inmutable otro siglo más. A ella lo único que le preocupa son las futuras ampliaciones cosmopolitas o de comunidades culturalmente hermanables, pero de recia personalidad propia (también foral), que se vislumbran por el horizonte de nuestros retoños. ¿O no es así? Mejor sería que le preguntasen a ella, que nunca me entero demasiado bien.

Promesas y compromisos

Churchill señaló: “De nada vale decir ‘Estamos haciendo todo lo posible’; hay que triunfar haciendo todo lo necesario”.

Dicen que la Política es el arte de intentar llegar al poder, mientras que Gobernar es el arte de resolver los problemas de una nación. Ambos verbos, gobernar y hacer política, suelen coincidir, pero no siempre. Todos sabemos la distancia que media entre las promesas electorales y los resultados de una gestión de gobierno. ¿Por qué existe tal abismo entre lo prometido por los partidos políticos y cómo actúan cuando toman el poder? ¿Cómo podremos saber si van a preocuparse realmente de nuestros intereses?

El primer paso serí desechar y desaprobar toda exageración política de los resultados esperables. De nada vale alimentar nuestras esperanzas mediante promesas irrealizables, para que luego se desvanezcan y ahondar así nuestra frustración. Está de sobra el exagerado optimismo de algunos políticos que, pensando que somos incautos, nos prometen “pleno empleo”, “viviendas para todos”, “erradicar la pobreza”, “eliminar la violencia” o “descontaminar el medio ambiente”. Además, frecuentemente desde la oposición y a la espera de alcanzar el poder, hablan solemnemente de mantener nuestro bienestar económico, llevar a la práctica nuevos programas sociales y, además, con presupuestos equilibrados, sin déficit ni aumento de la presión fiscal.

La ciudadanía en ocasiones se siente fascinada por cantos de sirena, lo que anima a alguna clase política a seguir entonando himnos triunfales. Todo cambiaría si fuésemos más los que respondiéramos a esta música celestial con bostezos y diciendo: “Muy bien, pero dennos plazos para la realización por fases de todo ello”. A los políticos de las promesas, debería juzgárseles por los resultados alcanzados y el grado de cumplimiento de objetivos concretados.

Un ardid habitual recurre a las palabras en lugar de los hechos. Los políticos han aprendido el arte del “pseudo-acto”, la promesa en formato de leyes. Aprueban leyes para satisfacer la opinión pública, pero después se incumplen de forma interminable. Los programas se formulan, para luego aprobarlos sin financiación adecuada, sin competencia legislativa o, incluso, con soterrado ánimo de incumplimiento parcial. Por tanto, debemos aprender a fijarnos en los resultados de resolución de los problemas sociales existentes.

Rechacemos la maraña de promesas electorales que no venga acompañada de plazos temporales y de la palabra del político de responder con el abandono de su cargo en caso de incumplimiento en el tiempo previsto. Ello aseguraría que resultase menos tentadora la técnica de la promisión a los aspirantes a cargos públicos. Los ciudadanos podríamos diferenciar cada vez mejor a los partidos según lo que realmente consiguen en la administración pública. No es que los partidos políticos sean mentirosos, sino que sólo enfrentándose con la fuerte presión de un electorado vigilante estudian, elaboran, verifican y replantean continuamente los programas dirigidos a solucionar nuestras necesidades más profunda mediante proyectos factibles con los recursos disponibles.

Mejor que acudir a los actos electorales de campaña de promesas, cursemos una visita a un centro público de educación y a un hospital público. ¿Sería mejor la educación con otros gobernantes? ¿La sanidad mejora la atención y recorta los plazos de espera? Facta, non verba (Hechos, no palabras). Racionalicemos nuestro aplauso -y nuestro voto- con esmero. Los mejores partidos son los que representan algo más que una simple maquinaria electoral; son aquellos que presentan soluciones verosímiles y practicables para solventar gradualmente los desequilibrios y las injusticias sociales.

Fomentemos la máxima participación de la ciudadanía en los asuntos públicos, y en la vida interna de los partidos para quienes deseen una intervención directa, aunque sea modesta. Para el bienestar de un Pueblo es mucho más eficaz la fiscalización ciudadana que la crítica indiscriminada contra todo lo político. No es complicado ejercer esa labor de inspección. La calidad de un partido o un gobierno se tasa por su preocupación en temas escolares u hospitalarios, o por su búsqueda de la paz como cuestión final del examen político; la medida de una Nación o de una Sociedad se evalúa estimando cómo cuida y protege a los más desvalidos. Así de fácil.


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Pobreza entre riqueza

La paradoja de que tras 35 años de llegar a la Luna millones de personas mueren de hambre.

El astronauta Neil Armstrong al pisar la Luna en 1969 dijo: “Un paso pequeño para el hombre, un salto gigantesco para la Humanidad”. La carrera espacial fue una gesta de ciencia y de paz, y sus frutos tecnológicos han beneficiado y contribuido al desarrollo humano. Aquel esfuerzo heroico aplaudido por encima de fronteras y banderas, aunque motivaciones bélicas y de prestigio también fueron determinantes. Ahora que celebramos un aniversario tan vívido para quienes asistimos conscientes a su consecución, otros interrogantes infantiles nos siguen martilleando la conciencia, como cuando preguntábamos: Papá, ¿por qué todavía hay gente que se muere… de hambre?

Resulta doloroso asistir impasibles a la injusticia e insolidaridad mundiales. La pobreza y la desigualdad no es ninguna ley inexorable de la Naturaleza. Parece que el continente de nacimiento sea determinante en la calidad de vida que debe esperar cada ser humano que nace. En Europa y Australia nos encastillamos en una "sociedad del bienestar", aún cuando la pobreza asome por los suburbios de cualquiera de nuestras ciudades, mientras aceptamos que Norteamérica sea el líder militar, tecnológico y financiero, Asia se convierta en la poblada fábrica del mundo con el 60% de la población planetaria, el resto del continente americano al sur del río Grande perviva con graves incertidumbres y África apenas sobreviva con una esperanza de vida menor de 40 años.

Los datos escandalosos se multiplican: Cada vaca europea recibe una subvención diaria de 4 €, mientras la mitad de la población mundial ha de subsistir con menos de un euro al día. Tamaña injusticia debería congelarnos el corazón. Ya no sólo se trata de que los despilfarros militares reinvertidos en educación, sanidad y alimentos podrían solucionar en meses todos los problemas de la Humanidad, sino incluso de aberraciones tales como que los gastos de las sociedades ricas en comida para mascotas o en dietas de adelgazamiento podrían evitar la muerte anual por hambre de más de 6 millones de niños menores de cinco años y cancelar la monstruosa cifra de 840 millones de personas desnutridas que viven entre nosotros.

Hace 35 años supimos llegar y pasearnos por la Luna, pero aún no hemos sido capaces de exigirnos a nosotros mismos y a nuestros gobernantes la fraternal proeza de acabar con la pobreza. Mientras haya una sola persona muerta de hambre, ninguno mereceremos llamarnos seres humanos, ni suponer que estamos dotados de una sola gota de inteligencia ni de bondad.

Familias europeas

No existe mejor política que la del apoyo familiar.

Primer día de vacaciones estivales en un destino turístico de la costa alicantina. Durante la cena en una terraza, con ojos aún desacostumbrados advertimos una diferencia obvia entre la familia media de origen extranjero (centroeuropea, nórdica, británica o francesa) y la familia de turismo interior (valenciana, madrileña, murciana o vasca). Frente a nuestra familia promedio de padres maduros y sólo uno o dos hijos, los progenitores foráneos son jóvenes y cuentan con más hijos, de tres a cinco.

La conversación con amigos noruegos, flamencos y bávaros nos descubre dos razones determinantes: El apoyo familiar que brindan las instituciones europeas en otros Estados es hasta diez veces superior a nuestras raquíticas y variables bonificaciones fiscales, y la ciudadanía de otros países ha revalorizado la familia anteponiéndola a la "economía de la comodidad". Además, el electorado europeo más avanzado analiza decisivamente y sanciona con su voto, positiva o negativamente, las políticas familiares en todos los comicios.

Margaret Thatcher, neoliberal a ultranza, pronosticó la inexistencia de la Sociedad y la desaparición de la Política e incluso de la Historia: “La sociedad es un fantasma; sólo existe la Familia, el Mercado y el Estado”. Lo cierto es que, mientras el mercado se expande y las administraciones fluctúan, hemos permitido que la familia sea cada vez más minúscula.

¿Incluirá algún partido político como prioridad una administración de protección familiar activa, con fuertes medidas fiscales, de vivienda y de conciliación de la vida laboral y familiar, declarando como objetivo superar netamente la tasa de reposición del 2,1% de natalidad? Desde el máximo respeto a la libre decisión personal, ¿hasta cuándo habremos de esperar de nuestros líderes una apuesta humanista por la vida y por la familia? Nunca olvidemos que la familia es el primer y mejor ministerio de educación, sanidad y bienestar social, y que una sociedad vale exactamente la suma de las familias que la integran.

Susurros políticos

La clase política bien podría aprender de la infancia.

Cualquier docente de Educación Infantil sabe que, cuando un problema de afonía le aqueja, sus escolares se acomodan inmediatamente y le contestan con bisbiseos a la comunicación susurrada por la maestra. No hay aula menos bulliciosa que aquella en la que la profesora apenas puede hablar. Esta lección de la escuela podría ser aprendida por la clase política.

Algunos políticos han pervertido en gran medida su acción representativa, por un exceso de engreimiento que les hace soberbios e ineficaces. La administración pública es esencial para una sociedad moderna, y su ejercicio favorece y facilita la vida de toda la ciudadanía. Pero la acción de las instituciones y de los poderes públicos, la ejercen fundamental y básicamente sus funcionarios y sus empleados. El ministro de turno no paga las pensiones, sino que éstas son recaudadas entre los trabajadores cotizantes, canalizadas por funcionarios y reintegradas a la misma ciudadanía que las proveyó. El “servicio público” funciona porque miles de educadores, sanitarios, bomberos o barrenderos trabajan diligentemente día tras día, y no por un puñado de políticos que acaparan los informativos insultándose y discutiendo entre ellos.

Complacidos dirigentes se creen salvadores (si no salvapatrias, que es peor), cuando en muchas ocasiones su aportación real al bienestar general es mínima o incluso negativa. Una precisa medida de la “inutilidad política” es el protagonismo que se auto-concede un mandatario, o la medida de lo que vocifera. La política es el arte de convencer, de negociar, de dialogar. El foro de la política se llama, no casualmente, “Parlamento”. Un político que no sepa hablar, no vale para esta noble profesión. El preclaro Unamuno sentenció: “Los hombres gritan para no oírse. Eso de que por más chillar se tenga más razón, resulta, de hecho, una tontería”.

La legislatura que ahora termina ha sido una gritona algarabía desde la insolencia despectiva de la altanería. El peor aprendizaje para un nuevo siglo de la tolerancia. Un pésimo espectáculo brindado por unos malos políticos remedando a Rudyard Kipling, en su pesimista mensaje de “Todos somos islas, gritándonos mentiras unos a otros, a través de mares de incomprensión”.

Hay dos clases de personas: Las que tienen algo que decir y las que tienen que decir algo. En la política abunda la segunda categoría, la de hombres que no tienen nada importante que decir, pero lo dicen a voces. El saber y la razón hablan; sólo la ignorancia y el error gritan. Un proverbio irlandés, válido para la política, asegura que “los suspiros llegan más lejos que los aullidos”. Las acciones de los políticos anuncian más fielmente que los bramidos su gestión: ¿qué resultados en paro, en vivienda, en seguridad, en educación, en sanidad, en solidaridad o en democracia?

Las exclamaciones deben quedar reservadas a ¡eureka, eureka!, o a ¡tierra!, propias de los descubrimiento. Señores políticos: Aprendan a hacer política sin berrear. Basta de gritos de ¡fuego!, ¡al ladrón! o ¡que viene el lobo!, para obligar al pueblo a la única opción de proferir "amén". Queremos una política inteligente, conducida desde el sosiego y el pacto, como una susurrante brisa sutil y gentil que actúe para bien… no de ustedes, sino de la comunidad.

Mentiras e incongruencias

El detector de engaños comienza a pitar constantemente: ¡Elecciones a la vista!

Las urnas despiertan la maquinaria electoral de propaganda, demasiado plagada de medias verdades, inexactitudes, falsedades e incoherencias.

El partido gobernante en el Estado es particularmente enervante. Sus reiterados embustes, que abarcan desde la megalomanía del acomplejado Aznar con la reciente tomadura de pelo de que “en mi país existen 43 millones de personas con alto poder adquisitivo” hasta las groseras farsas como “las playas idílicas” del Prestige o las aborrecibles patrañas sobre “la ayuda humanitaria” en Irak. A la dirección de este PP ultraderechista de la España imperial, cuya única liberalidad consiste en permitir chanchulleros negocios para sus amiguetes privatizando las escasas empresas públicas rentables y cuya única ideología no rancia reside en el control absoluto de los medios de comunicación para corear burdas consignas, demonizando lo vasco como distracción universal, convendría recordarle una reflexión obvia. Las mentiras provocan una triple indignación: ética por faltar a la verdad, social porque implícitamente supone que el electorado es despreciablemente estúpido, y personal por el descaro de presumir que los votantes íbamos a olvidar sus desmanes y comulgar con semejantes ruedas de molino.

El primer partido de la oposición, como pomposamente se denominan los bipartidistas, se derrota sola a sí mismo por sus estruendosas incoherencias, sin llevar ni siquiera la gestión de nada que no sean sus autonomías donde votar PP sería decididamente suicida. Este PSOE denota demasiada “vocación de vacación” como cómodo segundo partido perpetuo, dedicándose -mientras mantienen alguna poltrona parlamentaria antes de ser defenestrados internamente- más a que no haya terceros partidos, que a ser el partido gobernante. Sólo un botón de muestra de inconsistencia y servilismo: El anuncio de Rodríguez Zapatero de que sólo intentará formar Gobierno si el PSOE es el partido más votado el 14 M. Semejante dislate sólo se explica como buen subordinado al PP, que trata de amarrar votos de IU para continuar como líder opositor tras la derrota. Esta nueva postura política del PSOE, ratificada por la Chaves en Andalucía y cumplida parcialmente en Catalunya por Maragall (el más votado en votos, que no en escaños), debiera ser aplicada en todo el Estado, desde la sopa de letras balear hasta Euskadi donde Javier Rojo trató de gobernar siendo la tercera fuerza en la Diputación Foral alavesa, y donde sigue apoyando a la segunda fuerza. Todo ello sin entrar en la casuística de los innumerables contraejemplos municipales, como Gasteiz o de la margen izquierda vizcaína, como Portugalete o Santurtzi que veo frente a mi ventana. ¿Saldrá pronto Patxi López a sumarse al carro de quienes sólo aspiran a gobernar si son los más votados?

No a este PP que hace “oposición a la posición” y anuncia con costosas campañas publicitarias que “cumple” con sus obligaciones legales, señal inequívoca de que sabe perfectamente en cuántas otras materias (internacional, vivienda, educación, sanidad, empleo, pacificación,…) no ha cumplido ni tiene intención de cumplir, y que sigue manteniendo al Estado a la cola de Europa con Grecia y Portugal, aunque Aznar se codee con Bush. Tampoco a este PSOE reactivo que sigue la estela del retrógrado PP alternando pactos sumisos con retórico antagonismo, y sin un progresista proyecto propio. Siempre nos quedarán las opciones más apegadas a la realidad, como los partidos nacionalistas o IU, ante este desolador panorama de quienes pretenden imponer un bipartidismo estatal, con dos formaciones que parecen asumir el penoso cliché del “doberman y el faldero”, desgraciadamente porque suponen que les funciona bien ante sus respectivos electorados.

Gora España

Quizá sea una expresión políticamente incorrecta para muchas personas, de aquí y de allá, pero algunos pensamos que la ideología del nacionalismo democrático sería perfectamente aplicable en España.

Pero algunos pensamos que la ideología del nacionalismo democrático sería perfectamente aplicable en España. La idea de “vasquizar” España (voz que puede proceder del euskera ‘ezpaina’, pronunciado ‘españa’ y que significa labio) ya la propuso el bilbaíno Miguel de Unamuno, y la expresó poéticamente el hernanitarra Gabriel Celaya (Rafael Gabriel Juan Mugika Zelaia): “Hay que revasquizar España, iberizarla, salvarla del poder abstracto y absoluto, volver a nuestras tribus, nuestro federalismo, nuestra alegría fiera, nuestro respirar limpio, nuestro no al centralismo francés y su dominio”.

La organización administrativa cambiaría radicalmente: Respeto absoluto a la independencia de las autonomías (como entre la Comunidad Autónoma Vasca, la Comunidad Foral Navarra o Iparralde), y descentralización de las provincias (territorios históricos en el caso vasco) con haciendas (forales) independientes y el mismo peso en la elección de los gobiernos autónomos (25 diputados Araba o Bizkaia).

Esto significaría que Madrid o Cuenca contasen con el mismo número de congresistas, como sucede en el Parlamento vasco, y que en cada capital de provincia existiese una hacienda autónoma, que bien se preocuparía de recaudar impuestos y desarrollar su progreso. Destinaría una partida para gastos de la comunidad, en los contados temas coordinados a nivel de cada autonomía (policía autónoma, educación y sanidad), y un cupo para los mínimos del Estado (Corona y ejército, así como Asuntos Exteriores con participación de las autonomías).

Se reubicaría la capital administrativa fuera de grandes ciudades y sin razones históricas, quizá a Ávila (como Vitoria-Gasteiz, descartando la histórica Iruña-Pamplona, el demográfico Bilbao o el turístico Donostia). Se estimularía un pluralismo político y sindical con varios grandes partidos y sindicatos (no menos de cinco en cada caso como en la CAV), lo que inexorablemente conduciría a gobiernos más flexibles, tripartitos como mínimo. Los partidos serían bicéfalos para evitar la concentración de poder ejecutivo y político.

Se cultivaría un respeto a las lenguas, culturas, folklores y tradiciones hispánicas, o ibéricas, favoreciendo el plurilinguismo con varios idiomas oficiales. No sólo el castellano, el euskera, el catalán y/o valenciano y/o mallorquí, el gallego-portugués, el bable,… sino todos los dialectos como el andaluz o el murciano serían cuidados y mantenidos como un bien común y por la riqueza cultural que suponen (como los varios euskalkiak, los dialectos vascos como el Bizkaiera,…).

Se estrecharían lazos con las comunidades en diáspora por todo el mundo. Se aplicarían medidas que ya son efectivas en la CAV con carácter general cuyo efecto positivo es innegable: la gratuidad de la educación en centros públicos o concertados, altos porcentajes de escolarización desde un año hasta la universidad, un mayor gasto sanitario por habitante, una menor inseguridad ciudadana, un bilingüismo real de la sociedad con su lengua propia u otras, la solidaridad con el Tercer y Cuarto Mundo, un salario social extendido a todas las familias, una elevación de salarios y calidad de vida, una mejor formación continua de los trabajadores, un pacifismo militante generalizado por tanto dolor acumulado,… Y otros infinitos matices cotidianos, como los equipos deportivos propios, con jugadores autóctonos.

Creemos que todo ser humano lleva inscrito ese sentimiento que los vascos llamamos AMALUR (Ama Lurra: Madre Tierra, el amor al terruño), y que en quechua se dice Pachamama significando literalmente lo mismo. El nacionalismo es la responsabilidad de cada persona, y de cada pueblo, de cuidar su parcela del planeta Tierra, no frente a los demás, sino frente al descuido y al olvido,... ¿Alguien se apunta a desarrollar más este Proyecto apenas esbozado?
Es posible que desde Euskadi contara con muchos apoyos, y muy probablemente también desde otras nacionalidades o regiones de la península. Quizá pronto podamos oír un recíproco ¡Arriba Euskadi! (que por cierto parece que ese Arriba también fue traducción franquista del euskera Gora, en sustitución del natural Viva). ¡Gora España Askatuta! ¡Viva Euskadi Libre!