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Encuentros virtuales a los que os invitamos, como Linkedada 3.1

Encuentros virtuales a los que os invitamos y en los que participaremos, en estos días intensos de videoconferencias (debimos haber creado una etiqueta,... lo hacemos ahora). En primer lugar, hoy miércoles 22 de abril de 2020 nos vemos en el ya habitual canal de BBK Sasoiko (ver programación en sasoikotarrak.eu), como siempre conectando con un portátil o con cualquier móvil en meet.jit.si/sasoikotarrak a las 12:00. Basta hacer clic en este ENLACE.

Sasoikotarrak 2.0
El ponente de hoy es el inmejorable coach digital Venan Llona, que mejorará nuestras competencias digitales como Sasoikotarrak 2.0.
Acompañamiento y Escucha en tiempo de Covid19
Hoy, miércoles a las 17:00, participaremos en este espacio de Acompañamiento y Escucha en tiempo de Covid-19Creado por Getxo Zurekin, en colaboración con el voluntariado de Pausoz Pauso y Daniela Garavelli, psicóloga y psicoterapeuta, para este momento tan particular en el que somos conscientes de los posibles efectos del confinamiento a nivel mental, emocional y social. Por eso, han pensado crear un espacio online para escucharnos mutuamente y vivir acompañados esta experiencia.

Es un proyecto para responder al aislamiento a través del Sentirse Cerca. En un espacio confidencial y seguro donde podemos aportar y recibir mutuamente, para vivir y crecer juntos.🦋

A la misma hora y día, a las 17:00, hay otro interesante webinar Democracia y Economía después del (puto) virus,... Abierto aún.
Grabación durante y tras la celebración.
El mundo después del coronavirus 
Luego, a las 18:00 de hoy, otra propuesta e El mundo después del coronavirus. En un contexto social tan complejo e incierto provocado por la emergencia sanitaria del #COVID19, contribuir a una sociedad más equitativa y cohesionada requiere comprender sus consecuencias e interiorizar las lecciones derivadas de esta crisis sanitaria, económica y social. Es lo que busca #EtaOrainZer, una iniciativa de Kutxa Fundazioa en colaboración con Globernance.

Anímate e inscríbete en la primera conversación, que será online el miércoles 22 de abril a las 18.00, para escuchar las reflexiones de Daniel Innerarity, Cristina Monge y Juanjo Álvarez, e interactuar con ellos. Puedes hacer la inscripción en https://etaorainzer.eus/
Linkedada 3.1: Cambio y experiencia
Por último, mañana jueves 23 de abril, a las 11:00 celebraremos la Linkedada 3.1: Cambio y experiencia, en el CANAL ZOOM (Directo) https://us04web.zoom.us/j/71559721444. Con dos PROTAGONISTAS
Lo cuentan así en LinkedInEstamos de vuelta con nuestra hashtag
Linkedada de la mano de Carlos Narganes Fuente e Iñaki Lázaro. Un espacio para las hashtagideas, hashtaginspiración y hashtagcolaboración . Te esperamos este jueves a las 11. Tienes una cita para hablar del hashtagcambio y de la hashtagexperiencia con Mikel Agirregabiria Agirre y Patxi Calvo. Inscríbete en https://lnkd.in/gzVvk_x
  Para concluir, el 38º Aplauso Sanitario de anoche, martes, en Getxo.
En este enlace su van acumulando las grabaciones de horas de aplausos.

Deportes favoritos

Conservo dos deportes favoritos, y únicos, muy diferentes entre sí. El primero, que muchos no lo consideran siquiera deporte, es minoritario, intelectual, individual y puede practicarse diariamente por Internet: el ajedrez. Mis ajedrecistas predilectos son varios: Morphy, Andersen, Lasker, Capablanca, Alekhine, Fisher, Kasparov, Ivanchuk, Kramnik,… Proceden de países, épocas y culturas muy diferentes, pero su juego es de reconocimiento universal, por encima de lenguas y fronteras.

Mi segundo deporte es de masas. Casi todo el mundo entiende de él, o dice entender. En cualquier sobremesa se opina, se toma partido, se critica, se defiende, parece que todos sabemos cómo arreglar el mundo con nuestro particular criterio. Todos queremos ser entrenadores para quitar o poner jugadores, o para aplicar determinadas tácticas. Yo me lo tomo muy en serio, y sé bien que es un tema de profesionales, y que los aficionados deberíamos estudiar más, escuchar a los expertos, asistir a más encuentros, aprender de los mejores instructores y de los deportistas más ilustres,… importar ideas, adaptarlas, mejorarlas,… pero siempre con nuestros equipos locales. Éste es un deporte de grupo, y las individualidades ayudan y mejoran el rendimiento colectivo, pero sólo si saben integrarse en la filosofía del conjunto, que debe ser representativa de una sociedad.

Siendo de Bilbao, es fácil imaginar cuál es mi equipo favorito. No soy muy original, pero he intentado racionalizar mi elección y lo soy por nacimiento, eso está claro, pero también por vocación. Por “amor propio” dicen ahora, aunque creo que hay otras razones y argumentos. En primer lugar, porque vives más de cerca los partidos que te influyen y te implican más, comprendes mejor las alternativas, puedes comprobar mejor los progresos (y los errores), resulta más fácil ayudar a su ascenso, puedes llegar a ver frecuentemente e, incluso, a conocer personalmente a algunos de sus craks, y además es lo más natural: defender lo tuyo, respetando a todos los demás forofos de los otros clubes. Debe quedar bien claro que no habría juego sin la participación de equipos diferentes, y que los defensores de este deporte debemos, ante todo, ser solidarios entre nosotros, sustentando cada uno a nuestros colores dentro de la máxima cortesía.

En segundo lugar he elegido mi club, porque ha destacado siempre por su fair play, lo que siendo decano por su centenaria antigüedad, es muy meritorio y de reconocimiento absoluto por todos sus adversarios… o al menos por los que juegan limpio. Nos enorgullecemos de una historia legendaria con triunfos y con fracasos, de permanente esfuerzo por mejorar, por alcanzar una titularidad europea desde la modestia de nuestra pequeñez, sin recurrir a fichajes externos, con tesón, con esfuerzo, con perseverancia, con formación y educación de nuestra “cantera”.

Yo vivo intensamente esas trascendentes jornadas de domingo. Desafortunadamente nunca he podido verlas desde ningún palco de honor, ni siquiera desde una módica tribuna, porque habitualmente sobrellevo labores secundarias de recuentos que me entretienen, y cuando llego finalmente a casa para ver los resultados por la televisión, cambiando constantemente de canal, ya me he perdido todo el directo de los partidos y sólo me resta leer la clasificación final, válida hasta la siguiente confrontación. Esto es lo que más me fastidia de este deporte: que siendo uno de los aficionados que más disfruta en estos señalados días, se me prive de este inocente goce por encomendarme el equipo de mis amores engorrosas tareas que siempre recaen en los mismos voluntarios. Estoy dispuesto a trabajar todos estos domingos por el club, pero pido terminar a tiempo para ver en ETB, y contrastar en las demás cadenas, los resultados según se van produciendo. Tendré que hablar con algún encargado para que me releve de la última hora de estos quehaceres.

Me considero muy leal con mi equipo, “manque pierda”, y con mi presidente y con mi entrenador de turno. Tenemos ahora un galáctico entrenador que creo que nos llevará muy lejos, seguramente al nivel internacional. Debería ser más crítico, quizá, pero me sucede que sinceramente estimo que el entrenador actual es el mejor de todos los tiempos. ¡Ojalá sigamos acertando así!, aunque las casualidades no existen y es mérito indudable del presidente y de su equipo, elegido por todos nosotros. También sigo, como buen aficionado, la trayectoria de nuestros jugadores, su inicio, su devenir, su retiro,… Algunos son excelentes. Uno, el más famoso de mi pueblo, Iñaki, es muy efectivo, disciplinado y con una visión de juego fabulosa. Levanta pasiones, a favor y en contra.

En mi opinión, los medios de comunicación, excepto unos pocos, nos tienen ojeriza: parece que para ellos todo lo hacemos mal, reprenden al presidente y al entrenador, a los jugadores,... e incluso a la afición. Olvidan que por mucho que se nos critique, lo que importan es que nuestra afición llena el estadio y que los partidos se juegan en el campo, donde jugando ética y deportivamente se obtienen los resultados. No calentando a las hinchadas con encendidas declaraciones para que se produzcan incidentes fuera del terreno de juego. El relevo es una constante en este deporte, y nosotros pronto tendremos elecciones y cambiaremos la presidencia. Pero el equipo seguirá hacia delante, con la nueva directiva. Algunos gacetilleros sacan de contexto las declaraciones de nuestro polémico “presi”, y le hacen parecer tan belicoso como realmente lo son otros presidentes. Los aficionados queremos tranquilidad, espectáculo ordenado, buen juego, atinados “planes” (como el del entrenador), y partidos gloriosos, ganados en justa lid. Necesitamos también periodistas imparciales y ponderados que nos cuenten la competición tal como es, y no como les gustaría que fuese.

La forma moderna de este deporte proviene de las Islas Británicas, como ya habrán podido adivinar. Dicen que allí nació, aunque hay precedentes anteriores, y algunos apuntan que los vascos ya lo practicaron desde la prehistoria en su versión más democrática. Los vascos actuales, en general, todavía somos muy hinchas de este deporte, apoyando a los distintos equipos, algunos quizá demasiado fanáticamente. El próximo encuentro será el 25 de mayo. Me encanta este juego: sólo lamento que por culpa del fútbol, no haya más tiempo en televisión y más periodistas especializados en este deporte-rey: la política.

Nosotros, sí, gracias

En educación, los aspectos de relación son centrales, incluso en los casos límite con alumnado autista, por ejemplo. De ellos, hemos aprendido mucho y estas enseñanzas son válidas para todas las personas que deseen, real y sinceramente comunicarse mejor. Además, conociendo estas técnicas podremos desenmascarar a quienes las emplean con profusión para manipularnos, como algunos politiqueros y gacetilleros.

Muchos estudiantes, con o sin autismo, están condicionados a reaccionar negativamente a un ‘‘NO’’ imperativo (‘‘no hagas eso’’...). Estas negaciones indican frecuentemente que el hablante está disgustado o que algo está mal, pero no informan sobre cómo remediar el problema. Así que recomendamos al profesorado (y a las familias) el uso de palabras o expresiones negativas con extrema moderación y sólo cuando requieran obediencia inmediata en casos de emergencia. También es mejor hablar concisa y ordenadamente. Demasiadas instrucciones y explicaciones crean frustración y confusión. Es necesario que el profesor señale claramente qué es lo que quiere que los escolares hagan y por qué. Hay que ser razonable en lo que se pide y la demanda debe ser tal que los alumnos sean capaces de cumplirlo. Los enunciados negativos no aportan las indicaciones necesarias para aprender cómo comportarse de un modo más apropiado y, por el contrario, sugieren que lo negado es apetecible.

Debe evitarse las instrucciones formuladas de un modo amenazador o impositivo, porque los oyentes tenderían a ponerse a la defensiva y les provocaría a hacer justamente lo contrario de lo pedido. Un tono neutro puede ayudar. Por ejemplo: es mejor indicar: ‘‘Es la hora de estudiar’’, en vez de ‘‘Tienes que estudiar ahora mismo’’.

En comunicación, las críticas, los reproches, las amenazas, lo negativo, lo confuso…, sobra. Si nos dicen: «No pienses en un elefante rosa», ya lo estamos evocando en la imaginación… Queremos y necesitamos ideas positivas, claras, conciliadoras, específicas…, justamente lo casi inexistente en la comunicación social y política. Hasta las campañas más costosas y bienintencionadas caen en este craso error: ‘‘NUNCA MÁIS’’, ‘‘NO a las DROGAS’’, ‘‘PLAN ANTITABACO’’, ‘‘NO a la VIOLENCIA DOMÉSTICA’’… Forges, al menos y sólo por sobreabundar, en sus viñetas dice: ‘‘PAZ SÍ, guerra no’’, y el lema hippie decía ‘‘HAZ EL AMOR, y no la guerra’’. Otros aciertan de pleno como ‘‘Gesto por la PAZ’’.

Las frases negativas son nefastas, porque ­aparte de ser cognitivamente más difíciles de interpretar y más si son extensas­, declaran y despliegan una sensación general de inseguridad, desaprobación y hostilidad (a lo sumo condescendencia) que invade a lo dicho. Fíjense que, aunque gramaticalmente digan lo mismo, las tres oraciones siguientes trasladan una impresión muy diferente:
1. ‘‘Estoy contigo’’ (concluyente, enfática y con empatía).
2. ‘‘No discrepo de ti’’ (breve, pero displicente y apática).
3. ‘‘Nunca puedo evitar negar que no esté en desacuerdo con lo contrario que tú refutas rechazar’’... (pura confusión grouchiana).

Los diccionarios desperdician casi el 10% de su contenido con palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-…, (por ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado), y el habla popular desaprovecha un porcentaje de comunicación aún mayor con estas inexpresividades desventuradas y malhadadas (¡lo siento, me he dejado llevar!). La única expresión pseudo-negativa válida que se me ocurre, es la que aconseja el pez padre a su pececito: ‘‘Nada, hijo, nada’’. Hasta se ha impuesto un sistema negativo de votación, con los descartes en los concursos televisivos como ‘‘Gran Hermano’’…, sólo falta que esta fórmula se aplique a la política.

En política, asistimos a la ceremonia de la confusión desde el poder mediático. Se invierte la simplificación de convertir la doble negación en afirmación, para pedir en vez de ‘‘PAZ’’ el desalentador ‘‘NO a ETA’’, ‘‘NO al Nacionalismo Obligatorio’’... No nos merecemos la anacrónica época de violencia que hemos de vivir con bandas terroristas cuyo único sentido es la muerte y la coartada de gobernantes como el ‘‘gran dictador’’ que añora la conquista del Oeste (ahora del mundo) con la política del cowboy bueno frente al ‘‘eje del mal’’, y sus emuladores como el ‘‘pequeño dictador’’, que con nostalgia de reconquista nos abruma con más represión, venganza, pudrirse en las cárceles,… para ocultar esta ‘‘negra navidad’’. Todo ello adobado con la confusión entre valores e intereses, que siguen siendo el motor de la inacabada colonización perpetua de la humanidad por una minoría interesada y belicista.

En prensa oímos demasiadas veces desgobierno, deslegitimización, desinvestigación…, y seguramente asistiremos a la aparición de otros neologismos: desprograma, despolítica, desoposición… El periodismo ha perecido de éxito. Su creciente poderío ante la opinión pública, la que vota bajo su influjo en las democracias, lo había ensalzado hasta un punto en el que debía comprarse su subordinación. Así parece que ha sido ‘‘el cuarto poder’’, no ha resistido la embestida del poder último: la prepotencia económica que necesita controlar el poder político.
Falta veracidad, y pulula el cinismo. No hace falta leer, impertérrito, que Bush pagará a los periodistas o que se defienda públicamente la creación de una agencia de desinformación, la Oficina de Influencia Estratégica (OIE), cuyo supuesto cierre posterior por presiones quizá sea su primera obra y su inaugural patraña.

Nosotros queremos caminos, soluciones, propuestas de PAZ y de CONVIVENCIA a las que podamos decir, ‘‘Sí’’. Queremos más periodistas pacifistas que nos cuenten de Lula. ¡Gracias, presidente Lula, por protagonizar nuestra diaria noticia política agradable, que demuestra que no es imposible ser un político de verdad, que construye, que alivia desigualdades, que no anuncia ni prepara guerras! Lula, tú sí eres grande, cancelas la compra de juguetes bélicos a los militares y les pides que arreglen carreteras y repartan comida; visitas las zonas más pobres de tu país, y no te vas a televisiones italianas en pleno cataclismo ecológico. Sigue así, no desesperes, te esperan grandes desafíos, pero quizás sea la primera figura histórica de este todavía triste siglo XXI.

Truco final: Hagamos una prueba durante una semana. Hablemos sólo cuando lo que tengamos que decir cumplan tres condiciones: Que sea cierto, necesario y amable. ¡Usemos sólo enunciados positivos y veremos cómo mejora nuestra vida, y la de los nuestros! Seamos positivos. Aprovechemos toda oportunidad de felicitar o alentar a alguien. Definámonos por lo que amamos, por lo que creemos; acumulemos amigos. Olvidemos odios, enemigos… ¡Ah, y las palabras mágicas! Pero antes, la palabra más usada y la que más nos fastidia, que es ‘‘NO’’ (se dice que un niño a los 10 años ha escuchado 9 ‘‘Nones’’ por cada ‘‘SÍ’’) y la más superflua, ‘‘YO’’ (que indica egocentrismo). En el ranking de las frases más poderosas, junto a la palabra que más nos agrada escuchar y que es nuestro nombre propio, están:


­ NOSOTROS (equipo: grupo + estructura + objetivo común)
­ ¡MUCHAS GRACIAS! (amabilidad, cortesía,...)
­ ¿SERÍAS TAN AMABLE...? (ayuda, colaboración,...)
­ ¿CUÁL ES TU OPINIÓN? (interdependencia, altruismo)
­ ¡HABÉIS REALIZADO UN BUEN TRABAJO! (reconocimiento, generosidad)
­ ¡ADMITO QUE HE COMETIDO UN ERROR! (perdón, corrección, rectificación)

Esta pirámide de frases, de una a seis palabras, obra maravillas. Digámoslas como si tal cosa, y veremos los resultados. Con nuestros padres o con nuestros hijos, con nuestros amigos o con nuestros hermanos…, que son todos los demás.

¿En qué se parecen?


Los políticos, los médicos, los profesores,... ¿en qué se parecen?


Todos ellos hablan demasiado y no escuchan lo suficiente. Su profesión les condiciona a dedicar casi todo el tiempo a explicar y exponer sus creencias y opiniones. Casi siempre sin haberse interesado por los demás convenientemente. Y ello a pesar de que antes de ser políticos fueron administrados; antes de médicos, pacientes, y antes de profesores, alumnos. Pero luego creen que no necesitan comprender lo que desean y necesitan aquellos a quienes pretenden ayudar compartiendo su experiencia y sus conocimientos. Se olvidan de escuchar, concentrándose sólo en hablar.

Por eso, en general, cuando les corresponde un cambio de rol… los políticos son malos súbditos (de otros gobernantes), los médicos son malos pacientes (de otros galenos), y los profesores son malos alumnos (de otros enseñantes).

La calidad de los políticos, médicos y profesores se mide por el tiempo que descuentan de largar sus rollos para medir mejor su consejo y su ejemplo,… atendiendo y auscultando a quienes quieren servir (que no mandar). Por todo ello, los grandes políticos saben estar en la oposición, los mejores médicos saben ser curados, y los magistrales profesores saben ser aprendices toda la vida.
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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/parecen.htm