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Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos

Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos
Poema, que algunos atribuyen a Gabriel García Márquez, aunque todo parece apuntar a que pertenece a un autor desconocido, que expresa a la perfección toda esa nostalgia y esa melancolía de ver el paso de los niños a adultos, de observar cómo se van haciendo grandes ante la atenta mirada de unos padres que solo quieren lo mejor para ellos. Cómo hay una etapa en la que los padres quedan huérfanos de sus hijos, pero con un mensaje claro: hay que disfrutar cada instante de los hijos, hay que vivir cada etapa de su desarrollo porque todas pueden ser maravillosas. Y apunta algo más: la segunda oportunidad que dan los nietos. Un poema lleno de sentimiento, nostalgia y emoción. Aquí dejamos el texto completo:

Hay un período / cuando los padres / quedamos huérfanos / de nuestros hijos.

Es que los niños crecen independientemente de nosotros, / como árboles murmurantes / y pájaros imprudentes.

Crecen / sin pedir permiso a la vida. / Crecen / con una estridencia alegre / y, a veces, / con alardeada arrogancia. / Pero / no crecen todos los días, / crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti / y con una naturalidad increíble / te dicen cualquier cosa / que te indica que / esa criatura de pañales, / ¡ya creció!

¿Cuándo creció / que no lo percibiste?

¿Dónde quedaron / las fiestas infantiles, / el juego en la arena, / los cumpleaños con payasos?

El niño crece / en un ritual de / obediencia orgánica / y desobediencia civil.

Ahora estás allí, / en la puerta / de la discoteca / esperando no sólo que no crezca, / sino que aparezca.

Allí están / muchos padres al volante / esperando que salgan.

Y allí están / nuestros hijos, / entre hamburguesas y gaseosas.

Con el uniforme / de su generación / y sus incómodas / y pesadas mochilas / en los hombros.

Allá estamos nosotros, / con los cabellos canos.

Y esos son / nuestros hijos, / los que amamos / a pesar / de los golpes de los vientos, / de las escasas cosechas de paz, / de las malas noticias / y la dictadura de las horas.

Ellos crecieron amaestrados, / observando y aprendiendo / con nuestros errores / y nuestros aciertos.

Principalmente / con los errores / que esperamos no se repitan.

Hay un periodo / en que los padres / vamos quedando / huérfanos de los hijos.

Ya no los buscaremos más / en las puertas de las discotecas / y del cine.

Pasó el tiempo del piano, / el fútbol, / el ballet, / la natación.

Salieron del asiento de atrás / y pasaron / al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido más / junto a su cama, / al anochecer, / para oír su alma respirando / conversaciones y confidencias / entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes,  cubrecamas de aquellas piezas / con calcomanías, / afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores.

Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos.

Sí, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.

Quedamos los padres exiliados de los hijos.

Teníamos la soledad que siempre deseamos, y nos llegó el momento en que sólo miramos de lejos, oramos mucho (en ese momento se nos había olvidado) para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad / conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

Nieto y abuelo, Julen y su aitxitxe

El secreto es esperar. / En cualquier momento nos darán nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos.

Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. / Así es.

Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser padres; sólo aprendemos
a ser padres después de ser abuelos.

En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos va pasando.

Los hijos, como los buques

Nancie Atwell, la mejor profesora del mundo por hacer lector a su alumnado

Nancie Atwell, ha sido la ganadora del Global Teacher Prize, valorando que logra que su alumnado lea un promedio de 40 libros al año. En un concurrido certamen, Nancie Atwell con más de 40 años de experiencia docente sigue considerando que no ha perdido ni sus energías ni su ilusión. «Me encantan los desafíos y me encanta mi vida como profesora. Espero poder transmitir a los jóvenes que la educación es un privilegio», tras recibir el premio Global Teacher Prize dotado con un millón de dólares, galardón que quiere convertirse en el «Nobel de la enseñanza».

La Fundación Varkey, impulsora de este premio al que se presentaron 5.000 aspirantes de todo el mundo, cree que Atwell «representa todo lo que hace a alguien ser un excelente maestro» por su «constante innovación en sus más de 40 años de enseñanza, tratando de formar ciudadanos del mundo en el aula» y por ser «un modelo en el campo de la educación». Su trabajo, subraya la fundación, beneficia «no sólo a sus estudiantes, sino también a otros maestros, a su comunidad y al mundo». «He aprendido y sigo aprendiendo cómo hacer que una escuela sea un lugar de felicidad y sabiduría para mis estudiantes y para mí», dijo Nancie Atwell durante su discurso de aceptación del premio. 

Profesora desde 1973, Atwell fundó en 1990 el Centro para la Enseñanza y el Aprendizaje (CTL) en Edgecomb (Maine). Descubrió su pasión por la lectura cuando una fiebre reumática la postró en la cama siendo niña, presume con orgullo de que sus alumnos leen unos 40 libros al año, frente a los seis u ocho que leen la mayoría de los estudiantes de séptimo y octavo grado.

El secreto, dice, es dejar que el niño elija los libros que quiere leer y los temas sobre los que quiere escribir. «Cada año, mis alumnos de séptimo y octavo grado eligen y leen entre 30 y 100 títulos. Devoran los libros porque la biblioteca de la clase está llena de historias interesantes de escritores serios, porque tienen tiempo para leer en el colegio, porque esperan poder leer cada noche en su casa y porque 35 años de experiencia me han enseñado que mi trabajo es leer, disfrutar y recomendar literatura para jóvenes a los jóvenes a los que enseño», explicaba la propia Nancie en un artículo en 2010.

Es un objetivo «posible» convertir a los escolares en lectores, asegura. Leer es también el camino para escribir bien, todo un arte que requiere de tiempo, según defiende la fundadora de esta innovadora escuela a la que han acudido más de 600 profesores a lo largo de estos años para aprender métodos de enseñanza más eficaces. En sus talleres de escritura, los estudiantes pueden desarrollar sus propios temas, escribir en distintos géneros, consultar sus borradores con sus maestros y compartir sus ideas. Algunas de las reseñas de los libros que han leído los alumnos del taller se publican en la web del centro y los propios niños confeccionan sus listas de recomendaciones.

La propia Atwell es una autora consagrada, con nueve libros publicados sobre educación. Del más conocido, «In the Middle», ha vendido medio millón de ejemplares y va por su tercera edición. Obra de referencia para los profesores anglosajones, contiene procedimientos detallados, mini lecciones reproducibles, técnicas y estrategias para inculcar la pasión por los libros. «Estoy convencida de que la enseñanza de las artes del lenguaje es una de las grandes carreras: exige tiempo y energía, pero está llena de significado, vale la pena y es interesante».

El secreto de la felicidad: Tómate tu tiempo

El desdichado dedica su tiempo a pensar si se es o no feliz. Para evitarlo, tómate tu tiempo en…

Reír… Es la música del alma.
Leer… Es la fuente del saber.
Pensar… Es la llave del éxito.
Soñar… Es el aliento de la felicidad.
Jugar… Es la inocencia de la infancia.
Llorar… Es el signo de un gran corazón.
Escuchar… Es la fuerza de la inteligencia.
Amar… Es el secreto de la eterna juventud.
Tómate tu tiempo en vivir… pues el tiempo pasa rápido… y no vuelve jamás.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2006/tutiempo.doc

Preguntas acertadas

Oportunas preguntas complejas para una sola respuesta obvia

Tuve un alumno que tras la inevitable decepción que le producía cada examen me decía: “Tengo mala suerte. Me sabía todas las respuestas, pero no he entendido las preguntas”. Todos aprendemos pronto que es mucho más importante atinar con las preguntas que acertar con las respuestas. Joubert dijo que “Las preguntas descubren la amplitud del ingenio, y las respuestas sólo su agudeza”, y el poeta Edward Estlin Cummings proclamaba la cíclica relación de “Siempre la hermosa respuesta que plantea una pregunta aún más hermosa”. En la obra de Calderón de la Barca, “A Dios por Razón de Estado”, se recoge el siguiente diálogo:
INGENIO. Ésa es la excelencia mía.
ATEO. Di: ¿Cuál?
INGENIO. Saber preguntar para saber responder.

Lo cierto es que con frecuencia la pregunta llega terriblemente más tarde que la respuesta. Definitivamente es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas. André Gide sentenció: “Hay más respuestas en el cielo que preguntas en los labios de los hombres”. Si lo esencial son las preguntas, ¿por qué no enumeramos una docena de interrogantes trascendentales que solucionarían prácticamente la totalidad de nuestras desgracias?

1- ¿Cómo se alcanza la felicidad?
2- ¿Qué me permitiría lograr lo que aprecio?
3- ¿Por qué unos son afortunados y otros desdichados?
4- ¿Cuál es la causa para que sólo algunos se realicen vital y profesionalmente?
5- ¿Existe un camino viable que conduce a la perfección individual y social?
6- ¿Puede ser gratificante el trayecto para lograr todo lo que deseo?
7- ¿Dónde reside el secreto de aprender y aportar?
8- ¿Qué me hace sentirme dichoso en mi vida ahora?
9- ¿Cómo puedo disfrutar en mi compromiso con los demás?
10- ¿Con qué me sentiría orgulloso de mi contribución a la sociedad?
11- ¿De qué modo puedo amar y ayudar más cada día?
12- ¿Qué remedio podría resolver todos los problemas de la humanidad?

Tantas trascendentales cuestiones tiene una respuesta única y simple: la educación. ¿Por qué nos cuesta tanto a todos adivinarla? Acaso porque ninguna pregunta es más difícil que aquélla cuya solución es obvia. Un proverbio camerunés asegura que “Aquel que se hace las preguntas, no puede evitar las respuestas”. Quizá esta reflexión sirva a las jóvenes generaciones, las de nuestros hijos que no saben adónde van… probablemente siguiendo nuestro mismo camino. Sugerencia final: Para transmitir estas recomendaciones hagamos que el fondo de la cuestión sea asimismo la forma, siguiendo el juicioso consejo que va desde Sócrates a Dale Carnegie: “Hagamos preguntas, en vez de dar órdenes”.

Poesía y literatura en Twitter

Potente metáfora sacada de la cotidianeidad, para aprovechar cada día y cada minuto. Carpe diem,... La vida no es "para llevar", sino para "comer aquí" y con todo. Tres tuits de @Literland, una imprescindible dieta de aprendizaje y literatura para alegra cada día,... La literatura es el modo más elegante de ignorar la vida. Y el amor, siempre el amor como el secreto de la felicidad, la esencia de la vida,... La felicidad es amor, no otra cosa. Quien sabe amar. es feliz. Por último: el amor no necesita ser perfecto; basta que sea verdadero.

Intriga escolar

La misteriosa e inolvidable anécdota de un suspenso injusto.

Las narraciones sobre asuntos escolares suelen pertenecer a géneros literarios muy variados, que oscilan entre la lírica, la épica, la novela, el ensayo, el periodismo o la didáctica. Pero este relato corto puede ser la excepción, porque combina la novela policíaca con una dramática epopeya verídica.

Aquel fue el caso más sorprendente y extraño de mi historia docente, tanto que tardé más de dos décadas en resolverlo. Con ayuda de algunas pistas, espero que los lectores descubran el secreto que escondían sus protagonistas en apenas tres minutos.

Por aquella época, yo todavía era un desmañado profesor de veinticinco años que enseñaba “Didáctica de la Ciencia” a futuros maestros en su último año de carrera universitaria. Eran clases multitudinarias, con mayoría de mujeres entre el alumnado, pero por mi parte me preocupaba de conocer los nombres de mis más de 300 alumnos anuales. Todos muy jóvenes, con apenas veinte años cumplidos, que estaban ansiosos por terminar sus estudios y ejercer el magisterio en sus propias aulas.

Ella destacaba notablemente en su grupo. Su interés, su entusiasmo, su encanto, toda ella sobresalía, incluso en aquella dinámica clase de desbordante juventud idealista. Durante aquella breve asignatura cuatrimestral, que concluía con su diplomatura en junio, su belleza pareció evolucionar, serenarse y brillar aún más con el transcurso de las semanas.

El examen final que les impuse fue muy riguroso, porque todavía yo era un inepto profesor que valoraba excesivamente mi materia, si bien consideraba las notas parciales, y la actitud ante los trabajos realizados durante el curso. Ella presentó un examen absurdo, donde las primeras preguntas estaban excelentemente respondidas, y el resto sin cumplimentar siquiera. Un resultado que permitía aprobar... o suspender. La convoqué para preguntarle porqué no había terminado aquel insuficiente examen. Hube de suspenderla, a mi pesar, porque insólitamente ella no aceptó que la aprobase ante su precario resultado en la prueba escrita. No pude entenderlo, pero accedí a su exigencia de reclamar el suspenso por faltarle unas décimas a su nota promedio. Lo interpreté entonces erróneamente, como una loable pasión por una justicia malentendida sólo matemáticamente. En la convocatoria de septiembre aprobó con sobresaliente. Verla nuevamente fue una delicia: toda su persona, con su amplio vestido veraniego, despedía un halo deslumbrante de ilusión y felicidad.

Pasaron los años. Supe que era profesora, pero no volví a encontrarme con ella. Me trasladé a la administración educativa y recorrí cientos de centros. Habían transcurrido más de veinte años, cuando en una visita a una pequeña escuela la vi nuevamente. Estaba exactamente igual de juvenil y resplandeciente. No podía creerlo. La llamé por su nombre, pensando que el tiempo se había detenido. Me contestó que no era ella, sino su hija. Le expliqué cuál fue el único suspenso que no quise imponer y del que siempre me arrepentí. Ella, con la misma dulzura de su madre, me aclaró que ella fue la causa de aquella enigmática petición, porque su madre prefirió quedarse unos meses más en la universidad sin volver a casa hasta su nacimiento.

Amor correspondido


El amor no correspondido es el más extendido y duradero, pero es superable, olvidable y sustituible por un amor recíproco.

Todo el secreto de la felicidad se basa en la elección justa de los amores, soslayando los no correspondidos y apostando fuerte por los amores que funcionan, en la pareja, en la amistad, en la profesión, en la vocación, en la vida,... El amor, en su mayor parte y en su fase preliminar, es amor no correspondido: Amor hacia una persona que no nos recompensa, amor hacia una labor no agradecida, amor hacia una afición que no progresa, amor hacia un destino que no avanza,…


Comprendamos que es el amor, o el odio, lo que mueve el mundo. Elijamos el amor, el amor correspondido, consumado y fructífero. Según Erich Fromm, hay varias formas de amor: maternal, fraternal, erótico, el amor a sí mismo y el amor a Dios. Los dos primeros penden de la suerte familiar de cada uno de nosotros; que los demás sean correspondidos depende de nosotros mismos.

Porque el amor no es esencialmente una relación con una persona específica, sino una actitud de quien ama, de quien por sí mismo dispone y ejerce la fabulosa capacidad de amar. Amar no es establecer una correspondencia bidireccional, sino proyectar el amor hacia alguien (o algo). La persona amada, o el objetivo del amor, puede responder o no. Si algo no funciona del todo, no esperemos que el tiempo lo cure porque la vida es breve. Tampoco caigamos en un enamoramiento pleno con quien no esté igualmente embelesado.

Pero el desamor no siempre debe ser devuelto, aunque quizá sea mejor así con respecto a una persona que definitivamente rechaza nuestro ofrecimiento de amor. Cuando no hay solución, recordemos la vieja técnica del OSO Necio: Obtener; si falla Sustituir; y en caso negativo Olvidar, sino queremos actuar como Necios. Otros afanes, casi todos como los profesionales o las amistades, pueden ser vencidos con tesón y coraje cuando lo deseado merece el empeño.

El esplendor del amor se alcanza con un amor correspondido, que siempre es posible. Para volar alto se necesita un corazón entero – respirando sincronizado con otro corazón- y dos alas, la del amor ofrecido y la del amor recibido. Por eso, cuando el amor nos responde y corresponde, sólo hay que reactivarlo y revivirlo día a día con pasión consciente y sentida. No dejemos apagar nunca un amor recíproco, porque el amor siempre puede crecer, un poco más, mucho más, hasta el infinito y aún más. Se puede estar eternamente enamorado… y correspondido.

Regalos en persona

Hay muchos tipos de regalos: los mejores vienen en forma de personas. El corazón es una riqueza que no se compra ni se vende, se regala.

La vida nos regala muchos obsequios materiales, pero las personas son los mejores regalos que recibimos. Una madre y un padre, unos hermanos, una familia,… son regalos que nada puede igualar. Al igual que los regalos, las personas vienen envueltas: unas en forma muy bella y otras de un modo menos atractivo, y que quizá contengan la máxima sorpresa. Sólo al abrir y retirar la envoltura, reconocemos la calidad del contenido. Muchos vienen maltratados por el transporte o por el pasado; unos llegan como "entrega urgente"; otros demasiado cubiertos y ocultos; y algunos cerrados con muchos cerrojos.

A menudo, es fácil equivocarse juzgando el contenido por el estuche. Pero la envoltura no es el regalo y es importante saberlo. Hemos de buscar en el interior de las personas hasta descubrir su regalo secreto. El regalo de la felicidad pertenece a quienes lo desenvuelven. A veces el regalo se abre con facilidad, otras se necesita la ayuda de otras personas. Tal vez porque algunas personas tienen miedo, quizá al haber sido heridas antes y no quieren ser lastimadas de nuevo, por lo que se encerraron bajo muchas capas. También puede ser que alguna vez se abrieron, pero luego quedaron olvidadas en un rincón. Antes de que empiecen a sentirse más como "cosas" que como seres humanos, conviene que apreciemos sus dones.

Todos somos personas, y también podemos ser un gran regalo. Nuestra envoltura es maltratada por el tiempo y las circunstancias, pero lo que atesoramos dentro siempre será hermoso, pues constituye la esencia de un ser humano. A veces, no entendemos y aceptamos el auténtico regalo que podemos ser para los demás. Somos obsequios de la vida, los unos para los otros. Mi regalo para ti soy yo mismo, y tú misma eres para mí tu mejor regalo. Nunca fue más cierto aquello de que el regalo tiene el rango de quien lo hace, o que siempre son los mejor recibidos aquellos regalos que toman todo su valor de quien los hace.

Cada encuentro entre personas es un intercambio de regalos. Creamos y confiemos en nuestra propia bondad, a fin de estar dispuestos a darnos a los demás. Comprendamos que nos necesitan, como nosotros los necesitamos a ellos. La felicidad es entregarse y recibirse con amor como los regalos más dignos de la creación.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/regalos.DOC

El tesoro escondido

Una historia real para contar a los más pequeños de la casa, porque trae poder, riqueza y felicidad.

Esta semana he asistido a una fiesta escolar, en una jornada de puertas abiertas de un colegio de enseñanza primaria (CEP Ruperto Medina de Portugalete). Allí, en el salón de actos, hubimos de decir unas palabras algunos representantes del ayuntamiento y de la administración educativa. Tras el oportuno y alentador discurso del alcalde, dirigido principalmente a los familiares del alumnado, me correspondió a mí improvisar una breve alocución.

Al ver a los niños y niñas más pequeños en las primeras filas, no pude resistirme a relatar mi cuento preferido. Bajando la voz hasta convertirla en un susurro para despertar su atención, les conté una versión actual, verídica y adaptada de la “Isla del Tesoro”. Tuve intención de agacharme y acercarme a los alumnos más pequeños que se apoyaban en el escenario, pero el protocolo y el sentido del ridículo me lo impidieron. Ahora lo lamento. En fin, esto fue, más o menos, lo que les conté…

“Con permiso de las autoridades, de los padres, madres, abuelos y abuelas aquí reunidos, voy a dirigirme directamente a los alumnos y alumnas. Niños y niñas: Quiero contaros un secreto. Sabéis que esta semana el colegio está de fiesta, y se han organizado muchos actos especiales. Además de todo lo que ya conocéis (exposiciones, disfraces, festejos,…), hay algo más. En este centro hay escondido un gran tesoro: un regalo que dará sabiduría, fortuna y bienestar a quien lo encuentre.

Esperad antes de comenzar a buscarlo: Os daré algunas pistas para que lo localicéis. El tesoro puede estar aquí, en la biblioteca, en el laboratorio, entre los ordenadores o en vuestra aula. Se halla muy oculto, pero dentro del colegio y será divertido buscarlo. Es mejor buscarlo en grupo, porque así resulta más fácil y ameno. Sabemos que lo encontraréis todos aquellos de entre vosotros que lo busquéis con ahínco, con fe y sin abandonar nunca, aunque tarde en aparecer.

Para encontrar este tesoro, que contiene lo mejor que podáis imaginar, hay que explorar indicios en todas partes. Especialmente hay que leer muchos libros, sin dejar de analizar todas y cada una de sus palabras. También todo lo que diga vuestro profesorado será muy importante. Hay que escucharles atentamente, desde la primera hasta la última hora. Así mismo, vuestros familiares también os darán interesantes consejos que conviene seguir, porque os conducirán hacia este tesoro.

Puede que tardéis un poco en descubrir el tesoro, pero si lo buscáis es seguro que lo encontraréis… en este colegio. Aquí lo hemos dejado los mayores, hecho con mucho cuidado y mimo para vosotros. Nos ha costado mucho crearlo y guardarlo por aquí. Ahora os toca a vosotros descubrirlo, abrirlo y disfrutarlo. Algunas sendas decisivas del tesoro son la lectura, el Versión .DOC para imprimirestudio, la formación, la cultura, la educación a lo largo de la vida,… ¡Suerte en vuestra búsqueda del gran tesoro!”.


Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/tesoro.htm

El secreto de la felicidad: Leer blogs


Ley universal: La felicidad reside en sentirse rodeado de personas que nos quieran y a las que queramos. Repitamos:
- Sentirse, que es algo muy subjetivo y que exige esfuerzo por nuestra parte;
- rodeado, por un entorno querido de cosas agradables y gentes amables;
- de personas, que ahuyenten la soledad y con las que convivimos;
- que nos quieran, que nos conozcan, y aún así nos aprecien, y nos valoren,...;
- y a las que queramos, y volvemos al principio del trabajo que nos exige la felicidad, reconociendo lo bueno que tenemos alrededor, los pequeños detalles, la amistad, el amor,...
Corolario de Agirregabiria: Leer o escribir blogs colabora a nuestra felicidad. Porque nos recuerdan a personas y a las cosas que amamos (como nuestras canciones preferidas llenas de evocaciones),...

La felicidad real,... y la imaginaria

El "móvil-cámara" es falso (fake), pero la felicidad es verdadera. Mientras las redes sociales digitales te hacen creer que eres sabio, fotógrafo y con muchos amigos... virtuales.

Otras citas sobre la felicidad, que explican el secreto de dónde encontrarla.
El hombre dijo: "yo quiero FELICIDAD". Buda respondió: Quita el "yo", quita el "quiero",... y el resto será "FELICIDAD". Día Internacional de la Felicidad

Trucos del éxito

El inicio del año es un buen momento para aplicar consejos que conducen al triunfo en la vida.

Nuestros padres nos comunicaron tres simples sugerencias que aseguran la felicidad en la tierra. Tras haberlas seguido mediocremente, las transmitimos también a nuestros hijos, con la esperanza de que ellos las apliquen con mayor rigor y provecho. De su efectividad no cabe la menor duda. He aquí el secreto del éxito:

1º Madruga todos los días de tu vida. Puedes trasnochar todo lo que quieras, o mantener rutinas horarias a tu antojo, pero no dejes nunca de levantarte cada mañana a la misma hora, cuanto antes mejor. Si es posible a las seis, mejor que a las siete. Las ocho es ya demasiado tarde para el proverbio, “A quien madruga, Dios le ayuda”.

2º El método más rápido de hacer muchas cosas, es ordenarlas y hacerlas de una en una. Puedes proponerte todos los objetivos que quieras, de golpe incluso; pero luego debes ordenarlos e irlos obteniendo en la secuencia lógica. Por ejemplo, la juventud piensa: “Quiero estudiar, trabajar, comprar casa y coche, casarme y tener hijos, conquistar el mundo,…”. Todo es posible, pero siguiendo un orden y concentrando el esfuerzo en cada paso.

3º Descubre que lo más excitante de la vida… es la vida misma. Nunca recurras a drogas de ningún tipo (ni tabaco o alcohol), para explorar la trascendencia y grandeza de la existencia. Es mucho más eficaz y satisfactorio aprender a descubrir, apreciar, querer y amar profundamente todo lo que te rodea: tu entorno, tu trabajo, tu gente. En todos ellos encontrarás todo lo que necesites, pagándoles con la misma moneda de cariño y afecto.

El secreto del éxito de IKEA

Montando un mueble de IKEA
El secreto del éxito de IKEA es múltiple y complejo (precio respecto a calidad, globalización planetaria, publicidad eficiente, diseño ergonómico, simplicidad de embalajes planos,...), pero se basa en una razón psicológica elemental: IKEA nos convierte en arquitectos que interpretan planos, ingenieros de diseño y artesanos del montaje, cuando en realidad estamos jugando a un mecano infantil.

IKEA sabe hacernos felices al hacernos creer que somos capaces de realizar cosas que no sabíamos que estaban enteramente a nuestro alcance, en lo más básico de nuestras competencias. La felicidad consiste en proponernos retos que están a la altura de nuestras condiciones y en el camino de lograr dichos desafíos con un esfuerzo proporcional al placer de lo logrado.

IKEA nos pide un poco de fuerza para transportar, un mínimo de habilidad para ensamblar et voilà... ahí esta la felicidad al disfrutar de lo conseguido y recordarlo mientras usamos esos muebles que hemos contribuido a crear.
Muebles montandos de IKEA
Post tras una visita a IKEA en Barakaldo, y sorprendernos por la buena atención de un joven personal sin prisas, con buen humor y atento a la clientela incluso en un sábado como hoy.

El mejor negocio

El secreto mejor guardado de la historia de la humanidad brindado en una breve nota confidencial.

Ahora puedo contarlo, cuando ya he obtenido todo el provecho posible, e incluso creo que ya lo he transmitido a mis hijos. En muy pocas palabras te contaré el filón que mi padre me comunicó y que funciona infaliblemente. Es legal, válido en todos los países y funciona en toda época, si bien es preferible ser joven para involucrarse en esta fórmula que asegura la felicidad completa, pues no sólo ofrece dinero, sino además buenas compañías, amistades y hasta amor.

Ha empezado la temporada mejor del año. Se trata de una inversión mínima, apenas algo de dinero y un poco de tiempo. El dinero puede multiplicarse por mil o por diez mil (bastan unos euros para ganar miles mensuales al cabo de sólo tres o cinco años). Con un esfuerzo inversor de unos pocos meses, se obtienen ganancias notables para el resto de la vida. Además la inversión inicial está subvencionada casi totalmente, por lo que la ganga es total. Te puedes apuntar a esta inmejorable oportunidad muy cerca de donde resides. Sólo hay que estar un poco atento para triunfar, lo que pocos hacen. Por si eres uno de los muchos despistados que no eligen este camino óptimo, te doy las palabras clave que lo definen: se llama educación, y mejor si es universitaria. Si te funciona, ¡pásalo!

Versión final: http://mikel.agirregabiria.net/2005/negocio.htm

Aniversario de 45 años de matrimonio

Otro viernes 26 de octubre, pero de hace 45 años, nos casamos Carmen y Mikel. Son nuestras “bodas de zafiro”.
Bodas de zafiro de Carmen y MikelOtro viernes 26 de agosto, pero en 1977, nos casamos en Bilbao. Hace 45 años, o 16.436 días, que han pasado como un suspiro de amor y felicidad. También hemos cumplido 49 años de novios o esposos. Hoy lo celebraremos en Alicante y pronto con hijos y nietos.

Hoy nos han preguntado: ¿El secreto de un amor longevo? Lo aprendimos de nuestro admirado Antoine de Saint-Exupéry: "Poner la inteligencia al servicio del amor". Con ello nos cambiamos nosotros mismo, y contribuimos a transformar el mundo. 
Poner la inteligencia al servicio del amor.
Entradas de nuestro aniversario en 20092010201120122013,2014201520162017, 2020,...