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Estado radial

Tendrá relación con el colapso circulatorio el diseño radial de las autopistas del Estado?

En las señaladas semanas vacacionales, y prácticamente en cualquier fecha, viajar por España significa siempre un problema concreto: Atravesar Madrid. Descartado el tren, dado que RENFE parte del mismo diseño centralizado que sólo sirve para viajar desde o hacia la capital del Reino, todas las carreteras principales pasan por Madrid.

Por ejemplo, para trasladarse en coche de Euskadi a Murcia, la geometría apolítica señalaría un camino atravesando Logroño, Soria, Calatayud, Teruel y Almansa. En su lugar, la historia ha trazado un triángulo que necesariamente pasa por Madrid; lo único que cambia es la circunvalación, M-30, M-40, M-45,… Otras rutas rectilíneas son igualmente inviables: Conducir por autopista por la cornisa cantábrica sólo es posible entre Behobia y Santander; para ir hacia A Coruña, primero se ha de pasar por Tordesillas (Valladolid), a pocos kilómetros de Madrid.

PP y PSOE coinciden en su responsabilidad alternante de seguir optando exclusivamente por un modelo centralista del Estado, cuya mejor constatación es el actual mapa de carreteras. ¿Podría el nuevo talante del Sr. Rodríguez Zapatero completar el esquema radial (¿o racial?) con una red de autovías y ferrocarriles más poligonal? Francamente, tanto centralismo perjudica a todos… ¡incluso a los madrileños!

Artículo ilustrado: mikel.agirregabiria.net/2005/radial.htm

Nuestro cuento predilecto: La mujer del saco

La mujer del saco: Un cuento inventado hace 20 años que mis hijos siempre prefirieron antes de dormir.

- Éste es uno de los muchos cuentos que hace casi dos décadas inventamos Carmen y yo para nuestros hijos, Leire y Aitor. No fue el cuento más largo, hubo alguno que duró dos años, con semejanzas con “Dos años de vacaciones” de Julio Verne (puede descargarse gratuitamente en “El Aleph”). Tampoco el más imaginativo, como los de ciencia-ficción que pedían cuando fueron algo mayores; ni el de más personajes, pues hubo alguno en el que intervenía casi toda la amplia familia y algunas amistades transportados a la selva africana; ni quizá el de más miedo, como los que aseguraban emoción y sorpresa con un grito garantizado cada minuto.

Algunas pautas comunes de todas los historias solían ser que los personajes centrales, ¿por casualidad?, siempre eran una niña y un niño de las edades de nuestros hijos; pasaban aventuras arriesgadas, acababan triunfantes con un final feliz y aprendían alguna moraleja. La versión final de los cuentas fue refinada por las preferencias de sus oyentes, que insistían en los detalles minuciosos que alargaban el relato tanto como fuera necesario. La fábula que a continuación se condensa fue descrita –en muchas ocasiones- en narraciones que se extendían por más de una hora, con descripciones completas e historias colaterales. Pasemos a oír el cuento favorito de Leire y Aitor.

Había llegado la navidad y los pequeños habían esperado con ansiedad la visita de los abuelos, pero aquel año no vendrían porque la abuela estaba enferma. Los hermanos se entristecieron porque querían ver a sus abuelos y pasar la nochevieja con ellos. Tanta fue su insistencia, que los padres, que no podían viajar por razones de trabajo, decidieron que los niños tomarían un tren e irían solos en un viaje de una jornada. Les dieron mil consejos de no hablar con extraños, les prepararon la comida y la merienda, y les sentaron juntos en un compartimiento del tren junto con una señora muy guapa y amable que aseguró que les cuidaría durante parte del viaje.

El primer trayecto lo pasaron muy bien y comieron los bocadillos observando y comentando los paisajes. La señora conversó con ellos y antes de bajar en su estación, les recomendó nuevamente que no hablasen con extraños y que se abrigasen bien porque había empezado a nevar y el frío de la tarde se notaba a través de las ventanas del tren. Cuando la señora se fue, los niños se miraron con un poco de miedo al quedarse solos. Cuando vieron que la puerta del camarote se abrió y vieron entrar a una anciana completamente tapada y cubierta de nieve, se alegraron porque les haría compañía. Dejó un pesado saco que traía con ella en el asiento, junto a ella, y se quitó el gorro y la bufanda que traía empapados de aguanieve. Al ver su cara descubierta, los dos hermanitos de 8 y 5 años se asustaron. Parecía una bruja con el pelo blanco y un grano muy grande en la punta de la nariz. Les habló con una voz ronca que también les atemorizó.
- ¡Hola! ¿Dónde vais? ¿Viajáis solitos los dos?
- Nos esperan nuestros abuelos en la última estación, pudo responder la niña, que era la mayor, con un hilo de voz.
- No creo que el tren llegue hasta allí esta noche, porque la nevada es muy fuerte y la vía estará cerrada.

El niño miraba fijamente el saco, que era muy pesado y estaba lleno con algo que parecía agitarse. Al oído se lo contó a su hermana, quien también quedó petrificada. Dentro del sucio saco, atado con una soga, había algo o alguien que trataba de salir.

- ¿Qué lleva en el saco?, se atrevió a preguntar el niño al final.
- Son sólo varios kilos de patatas que he comprado en el mercado, mintió la vieja dama.
Ellos no la creyeron y se apretaron más fuertemente la mano. Cuando apareció el revisor a pedir el billete a la viajera, les dijo que tenían un aviso de que un alud impedía el viaje y que tendrían que pernoctar en la siguiente parada. Preguntó a la anciana:
- ¿Los niños pueden pasar la noche en su casa? Tráigalos mañana a las nueve para que reanudemos el viaje.
- No queremos ir con esta señora, protestaron al unísono ambos niños, pero nadie les hizo caso.
La anciana les llevó a su casa y preparó una copiosa cena. Toda la comida estaba deliciosa, y aunque al principio los hermanos no querían probar nada, ni la leche, por temor a ser envenenados, finalmente cenaron de todo y repitieron cada plato y hasta el postre. Cuando se quedaron solos y se acostaron en el cuarto que la anciana les había preparado, comenzaron a hablar y volvieron a preocuparse.

- Nos ha querido engordar como a los pavos de navidad porque nos quiere comer esta bruja, dijo el niño.
- Vamos a estar despiertos toda la noche, dijo la niña, para que no pueda atacarnos cuando estemos desprevenidos.
- Tengo mucho miedo, dijo Aitor.
- Tengo mucho sueño, respondió Leire. Se dieron la mano y aunque quisieron mantenerse en vela, el cansancio y el ajetreo del día pudo con ellos y pronto se durmieron plácidamente.

Al despertarse, la vela se había apagado y ambos sintieron que no podían mover los pies. Parecía que alguien les hubiera atrapado y no podían levantarse a abrir la ventana. De pronto, entró la extraña matrona y les gritó:
- ¡Despertaros, o perderéis el tren!
Con la luz vieron que un gato negro, muy gordo, estaba dormido y tumbado encima de la cama justo sobre sus pies. La anciana les dijo:
- No os asustéis del gato Micifuz que compré ayer en el pueblo. Venía metido en el saco porque el revisor no deja transportar animales en los vagones de pasajeros.

Así quedó aclarado el misterio y comprendieron todo. Tras desayunar con gran apetito y antes de subir al tren, dieron un abrazo y un beso muy fuerte a aquella cariñosa anciana que les había cuidado tan bien. Aprendieron que son las obras y no las apariencias las que diferencia a las personas, y que hay mucha gente bondadosa aunque tengan muchas arrugas o un grano feo en la cara. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
18-5-24: Imágenes por AI gracias a Aitor añadidas 20 años después.

El tren de la vida


Todos vamos en el mismo convoy.


El 11M será recordado como la masacre de los trenes de la muerte. Nos urge una terapia colectiva que anule los perversos efectos de la violencia. Necesitamos una imagen que se superponga a los fotogramas del horror, no para olvidar pero sí para continuar con nuestra convivencia.

Busquemos la metáfora del “Tren de la vida”. Así se tituló una memorable película de Mihaileanu que narra las desventuras de los habitantes de una aldea judía centroeuropea, que, ante la proximidad de los nazis en 1941, deciden fabricar un tren similar a los utilizados por los alemanes... y autodeportarse. Pero no hacia un campo de concentración, sino primero a Rusia para llegar finalmente a Palestina. Algunos de los judíos se disfrazan como soldados y oficiales de las SS, adoptando sus modos hasta el punto de articularse una extraña comedia sobre la apocalíptica tragedia del Holocausto.

La mejor alegoría la existencia quizá sea la que compara la vida con un viaje en tren. Una aventura llena de embarques felices y desembarques dolorosos, con infortunios luctuosos y también con algunas sorpresas agradables en el camino. Cuando nacemos y subimos al tren, generalmente nos encontramos en un vagón con dos personas queridas que nos explicarán el sentido del camino: nuestros padres, que no siempre estarán con nosotros en este periplo. Lamentablemente, ellos se bajarán en alguna estación antes que nosotros para no volver a subir más, dejándonos huérfanos de su cariño irreemplazable. Pero nuestro viaje vital proseguirá; conoceremos otras interesantes personas durante la travesía, hermanos y familiares entrañables, colegas y amigos cordiales, amores e hijos maravillosos. Muchos de ellos sólo realizarán un corto paseo con nosotros, otros estarán siempre a nuestro lado compartiendo alegrías y tristezas, hasta que seamos nosotros quienes nos apeemos del tren.

En este tren también viajaran personas amables que deambularán de vagón en vagón para socorrer a quien lo necesite. Otros, quizá sean molestos acompañantes de viaje, que se aburran o molesten a los demás, pero ellos serán quienes peor travesía se lleven. Veremos subir a bordo a muchos en el tren, y otros muchos descenderán, dejándonos todos recuerdos imborrables. Algunos pasajeros a quienes más queramos quizá deban sentarse en otros vagones alejados. El viaje lo haremos juntos, pero separados de ellos, aunque tal vez podamos acercarnos a ellos en alguna oportunidad venciendo las dificultades.

El viaje estará lleno de esperas, llegadas, despedidas y partidas. Pletórico de sueños, fantasías, gozos y pesares. Sabemos que este tren sólo realiza un viaje, el de ida, y que jamás retorna hacia el pasado. Tratemos, entonces, de viajar de la mejor manera posible, intentando relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo que tengan de mejor, recordando siempre que necesitaremos nuestro mutuo apoyo en algún momento del viaje.

Dentro del convoy se desarrolla el drama de la humanidad. Gente de toda raza, que conversa o calla, que trabaja o dormita, que colabora o discute, que nace o muere. Gente que ama u odia, que acepta o reniega, incluso contra el mismo viaje. El tren circula impasible, transporta gentil y pacientemente a todos, sin distinguir entre amargados o comprometidos. Nadie puede evadirse, sólo se vive dentro del tren, donde podríamos ejercer plenamente la libertad y la fraternidad. Elijamos entre disfrutar o padecer colectivamente el tránsito, porque de cualquier modo el convoy seguirá avanzando raudo hacia nuestra definitiva parada.

El gran misterio de este veloz tren de la vida es que no sabemos en qué estación descenderemos: 2004, 2005,... En cada jornada se suben y bajan personas. ¿Quién subirá hoy? ¿Quién bajará? Cuando llegue nuestra parada, allí acabará el viaje para cada uno de nosotros. Confiemos que todos nos reunamos en una gran estación central algún día para reencontrarnos. Que esta parábola nos ayude a mejorar nuestra concordia en este efímero viaje, juntos todos en el único tren de la vida.

Funciona la Democracia

Un día electoral de sensaciones democráticas

Los sentimientos y emociones se agolparon el trágico 11M con la masacre ferroviaria de Madrid. El dolor, la rabia, la desesperación, el pesimismo nos invadió durante toda la jornada. Las noticias nos hundían en un pozo de desánimo sin remisión. La solidaridad, la mente y el corazón nos decía que debíamos ayudar y rehacer nuestra vida, otra vez sacudida por el terror. A mí sólo se me ocurrió donar sangre, con el ritual ceremonioso de ir en Metro y volver en tren de cercanías para sentir que nunca nos vencerá el fanatismo, ni nos impondrá sus miedos.

La autoría fue la segunda incertidumbre tras el shock, por la gravedad social y la repercusión electoral que sin duda provocaría la barbarie. Inicialmente todos pensamos en ETA, con fundamento porque esta organización es la única que seguía amenazando y matando en el Estado. Luego surgieron las dudas, y pronto todo apuntaba a otra milicia de obediencia islámica. Batasuna, con o sin información privilegiada, negó la autoría de ETA e incluso condenó la matanza, expresando "el absoluto rechazo" a este tipo de actuación, calificándola de "masacre" que "no tiene justificación". Mientras el PP movía todos sus hilos gubernamentales, diplomáticos y mediáticos apuntando a ETA, si bien Aznar y el Rey se cuidaban de no citarla literalmente, lo que daba un claro indicio a quienes nacimos en la era franquista final y aprendimos a leer la evidencia entre líneas de ocultación y maniobras de artimaña.

En Euskadi, tras las manifestaciones de repulsa convocadas por el Lehendakari para el mismo 11M y la general del 12M, el viernes era vox populi lo que sólo luego se iría filtrando con lentitud en el Estado durante el sábado 13M, con todas las pistas que Acebes no podía ocultar por más tiempo. Casi la totalidad de los vascos, que hemos sufrido largamente el acoso de la violencia, echamos de menos que el comunicado de ETA negando su participación, no aprovechase la ocasión para renunciar definitivamente a estos aberrantes métodos, liberando inmediatamente de sus ataduras a toda la sociedad y, especialmente, a los millares de vascos y vascas que aún son víctimas de esa espeluznante violencia de persecución que practica ETA y que Batasuna no censura.

El domingo 14M amaneció un día despejado y luminoso que invitaba a vivir, pero que no pudieron ver los doscientos asesinados, ni los centenares de heridos por las bombas homicidas. Muchos estuvimos más de catorce horas en una mesa electoral, viendo el excelso desfilar de la ciudadanía, tan plural, tan heterogénea, tan decidida a seguir conduciendo sus destinos con ese gesto, simple pero egregio, de escoger resueltamente una papeleta,… o incluso de votar nulo como rechazo a todos los partidos presentados o para la candidatura ilegalizada. Siempre es un espectáculo glorioso ver ante las urnas a madrugadores, a niños acompañando a sus padres, a impedidos que se esfuerzan por acudir, a familias en las que todos sus miembros votan juntos,… Todo es gratificante: la cordialidad entre los interventores de los distintos partidos que tan bien se llevan en el microcosmos de la cada mesa, el recuento que da un primer resultado de barrio o la vuelta a casa corriendo para ver los resultados globales.

La gente había acudido a votar como nunca, con porcentajes de participación superior a la del 2000 en un 11% o 12%, en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral Navarra respectivamente. Fue espléndido verificar el triunfo de la democracia, incluso en un Estado con un largo pasado recorrido bajo regímenes autoritarios. Tras la lluvia de mentiras, después del bombardeo de propaganda y a pesar del peso de la mentira, el Pueblo se alzaba con la verdad por el poder de cada voto individual. Nunca fue más cierto que no se puede engañar a todos todo el tiempo. Las encuestas, incluso las israelitas a pie de urna, se equivocaron tras las primeras horas del recuento. Gradualmente, un alivio de libertad, de conquista de la Ciudadanía, se fue elevando por los hogares y por las calles. En un sistema de derechos y libertades, no hay poderes fácticos que paren a un Pueblo en marcha. Muchos pensamos con más convicción que nunca: ¡Hoy todos creemos todavía más en la Democracia!

El Pueblo ha hablado

Aznar pasará a la historia negra de España.

La conmoción provocada el 11M por terroristas que dicen defender el Islam fue inmensurable, nos transportó todos los horrores de la monstruosa guerra hasta cada cuarto de estar. Viendo las horrendas imágenes, oyendo a los mutilados y sintiendo todo el amargor de la infamia, ya no valían los subterfugios de “batallas victoriosas con bombas inteligentes y daños colaterales”, sino que se trataba de la más cruel realidad que no se apartaba de nuestra vida: Centenares de infelices víctimas, completamente inocentes, habían sido asesinadas o malheridas por el sinsentido del terror mundial.

Los móviles gimieron insistentemente entre las vías del tren reclamando la atención de los sacrificados, llamados por sus angustiados familiares, y encogiendo el corazón de quienes no podían contestar porque la única respuesta posible era que sus allegados habían fallecido en otro insensato episodio de cobardía bélica.

Horas después, y a pesar de las manipulaciones informativas que figurarán en todos los textos del periodismo universal como la aberración de un poder corrupto, las almas más dormidas escucharon la llamada de las urnas. Fue el despertar de la pesadilla, de un horror insufriblemente cierto: el abuso de un gobierno y de un partido que con su mayoría absoluta había apoyado una injusta guerra contra el sentir mayoritario, había especulado con nuestro futuro, había comprometido nuestro destino, había desterrado el diálogo democrático, había conculcado los derechos elementales de las minorías y había viciado todo el entramado democrático del Estado.

Aznar, sus colaboradores y el PP que representaban y les apoyó, deben pasar a la Historia por la puerta falsa del deshonor y de la ignominia por su conducta absolutista, por la insolencia de su engreída desfachatez. Quienes hemos sufrido su indigno desgobierno, merecemos su retirada inmediata y definitiva para que desaparezcan de la política del Estado los modos autoritarios. Deben quedar como el ejemplo histórico de cómo una democracia sensata reprueba y destierra para siempre jamás a los gobernantes inicuos.

Son idealistas, piden lo posible

La generación del “me aburro” parece haber despertado y su creatividad ha barrido las calles de frescura, rebeldía e inteligencia. Tanta muerte gratuita ha acuciado su mente, y la inventiva se ha desbordado en lemas, graffiti y foros. El realismo mágico de lo que puede escucharse estos días es desmedido. ¡Pobre alivio ante la catástrofe! Lemas concisos, con un ingenio superior al del ‘68 y una pizca de demagogia para contrarrestar la patraña belicista: Se necesita inventor de detector de insultos a la razón instalable en parlamentos. - Los mayores sois un desastre. - Dejen de jugar a la guerra, que ya son mayorcitos. – ¿Y si apagando el televisor se acabase la guerra? - Guerra, nunca máis. – Traducción correcta: Si quieres la paz, "para" la guerra. - Imagina que hay una guerra y no va nadie. - El imperialismo odia la democracia y sólo se expande. - El imperio siempre usa el mismo combustible: Vidas. - A Dios rogando y bombas tirando. -¡Padre nuestro que estás en el cielo, quédate! - Los antidisturbios a Bagdad, regalo de Aznar. - Paren el tren de la guerra. Que me bajo. - Sadam no usa las armas de destrucción masiva ni en defensa propia: Nobel de la Paz. - ¿Desatar una guerra para evitarla? - ¡Rumsfeld y Trillo, ministros de Ataque! – EE.UU. libera a los iraquíes gracias a la libertad proporcionada por estar muerto. - Guerra humanitaria: las bombas son más rápidas que el embargo. - España: quién te ama y quién te USA. - España está en la guerra, aunque no participe en la batalla.

Asoma la política entre esta adolescencia que parecía aletargada: ¿Por qué cuando alguien dice que no hay diferencia entre derecha e izquierda, esa persona es de derechas? - No sólo Aznar, todo el PP apoya la guerra. Él no se presentará, pero su partido sí. – Que el PP viva la operación de "acoso y derribo" que aplicaron ellos. - Diputados del PP, salid del armario y decid ¡No a la Guerra! - ¿Para cuándo una manifestación del PP en favor de la Guerra? - El PP se salta la legalidad internacional y constitucional y luego ilegaliza partidos y periódicos. ¡No lo entiendo! - Ilegalización: Batasuna hoy, IU mañana, PSOE pasado mañana... - B-52 sobrevuelan Bilbao: ¡Menos mal que Aznar se presenta a la alcaldía! - Aznar grita ¡no a la guerra!,… en la intimidad. - Aznar pasará a la Historia,... por la puerta de atrás. - Aznar, eres Dios: Has conseguido que todos sintamos lo mismo - Gracias, Aznar, por despertar mi conciencia política. - Aznarín I, has conseguido que vuelva a votar. Esto no se soluciona sólo con manifestaciones: te espero en las próximas elecciones. –Todos los mediocres necesitan una guerra. - Sr. Aznar: Si no levantas la vista, creerás que eres más alto. – No calientes banquillo, Aznar, vete a la guerra. - Se busca al estratega ibérico, miren debajo de la mesa de Bush. - Váyase, señor Aznar.

Descubren la historia como algo que les afecta, no sólo una soporífera asignatura: Volvamos a la edad de piedra: el del garrote más gordo, manda. - Están consiguiendo que nos volvamos locos, estos "romanos". - ...que yo sepa sólo un gobierno ha usado armas de destrucción masiva, y no una, sino dos veces. - ¡Memoria, Gernika! ¡Memoria, Humanidad! Siguen matando en nombre de la paz. - ¿Los ganadores olvidan el horror de las guerras? - Me contaron cómo era la dictadura de Franco; ahora la he vivido. - Todo por petróleo: En 40 años de dictadura no vinieron a salvarnos. - Si este gobierno hubiera dispuesto de mayoría absoluta durante la transición ¿hoy seríamos una democracia?

Reconocen los valores y contravalores en la política: Porque sobran balas. Porque sobran inocentes. Porque el poder enferma. - Hipocresía: Actitud de ciertos gobiernos, que declaran la guerra y luego envían ayuda humanitaria. - Sra. Palacio, basándose en otros "indicadores" bastante más contundentes, le ruega que ¡dimita! - Señor, no los perdones, porque sí saben lo que hacen. - ¿Por qué algunos se creen mejores que los iraquíes y con derecho a matarlos? - ¿Por qué "terrorista" es quien mata poderosos y no los todopoderosos que matan inocentes? - La violencia es el lenguaje de los ignorantes y prepotentes. - La fuerza: último recurso de los incompetentes. - Función humanitaria: salvar los pozos de petróleo. - Las armas de Sadam son destructivas. ¿Son constructivas las de Bush? - Los muertos iraquíes también tienen historia: Publíquenlas. - Los agresores proponen a la ONU reconstruir lo que han destruido sin su autorización. - Nunca se justifica la muerte: no intenten convencernos. - Que alguien defina "legalidad internacional", por favor. - No puedes devolver la vida..... así que no te apresures a dispensar la muerte. (Tolkien). - Una sola gota de sangre es un océano de estupidez. - Vivimos en una democracia en la que gozamos de libertad, a condición de no ejercerla. - Si callo ahora, no podré mirar a los ojos del futuro. - Me llamaron tonto y quise ser apátrida, pero en vez de quemar el pasaporte diré con mi voto: No soy tonto.

Comunicaciones entre pilotos y mecánicos

Después de cada vuelo, los pilotos rellenan un formulario, en el que informan a los mecánicos de los problemas que han encontrado en el avión. Los mecánicos corrigen los problemas, y documentan las reparaciones para los pilotos. Que no se diga que las tripulaciones carecen de sentido del humor...

Problema: Rueda principal interior izquierda casi necesita ser remplazada. Solución: Casi se reemplazó la rueda principal interior izquierda.
P: Prueba de vuelo OK, excepto por el aterrizaje automático, demasiado tosco. S: Aterrizaje automático no esta disponible en este avión.
P: Hay algo suelto en la cabina. S: Hay algo atado en la cabina.
P: Mosquitos muertos en el parabrisas. S: Se han pedido mosquitos vivos.
P: El piloto automático en posición de "mantener altitud" produce un descenso de 200 pies por minuto. S: El problema no se reproduce en tierra.
P: Evidencias de escape en el tren de aterrizaje principal derecho. S: Evidencia quitada.
P: Volumen del DME increíblemente alto. S: Volumen del DME fijado a un nivel más creíble.
P: Los bloqueos antifricción causan que el acelerador se atasque. S: Para eso están.
P: IFF inoperativo. S: IFF siempre inoperativo en modo OFF.
P: Sospechas de una grieta en el parabrisas. S: Sospechas correctas.
P: Perdido motor numero 3. S: Motor encontrado en el ala derecha después de una búsqueda minuciosa.
P: El avión se comporta de forma divertida. S: Avión avisado para que se ponga las pilas, vuele recto y sea serio.
P: Los objetivos en el radar zumban. S: Reprogramados los objetivos del radar con letras de canciones.
P: Ratón en la cabina. S: Instalado gato.
P: Ruido proveniente de debajo del panel de instrumentos. Suena como si un enano estuviese golpeando algo con un martillo. S: Se le ha quitado el martillo al enano.

Frases con una sola vocal


"La azafata Ana bajaba cada mañana a la mar salada para lavar la falda anaranjada.
El "célebre" Pepe es este pelele que ves en el retrete
He de meter en el tercer tren el pesebre verde de Esther
Vi mi biquini; ¿Y mi bici?
Di, vil Pili, si mil crisis viví sin ti.
Los osos monocolor con los ojos rojos son horrorosos".

¡Uf, currucucú, tuturutú, gurú, puff, vudú, súmmun bluff!
Por ejemplo...

¡Cuándo, más cuándo, llevará cerezas el cardo!

"Cuando solía jugar con mi tren de juguete me hacía un horario, porque a mí me gustan los horarios. Y me gustan los horarios porque me gusta saber cuándo van a pasar las cosas."
– Christopher (El curioso incidente del perro a medianoche)

Tres chistes, de los interpretados por Freud

1- "Están dos judíos en la estación de tren, y uno le dice al otro: Me dices que vas a Cracovia para hacerme creer que vas a Lemberg cuando en realidad vas a Cracovia".
2- "Un preso que va a ser ahorcado un lunes y, cuando está ante sus verdugos, comenta: ¡Vaya forma de empezar la semana!"
3- "Entre amantes: Cuando uno de los dos muera, yo me iré a vivir a París".