Ilusión

Leyendo la primera plana de “EL PAÍS” de ayer sufrí una alucinación, porque traduje del irlandés al euskera y creí entender: “ETA anuncia un desarme masivo y el rechazo a la violencia. Aznar intenta desbloquear el proceso de paz en Euskadi. Batasuna, brazo político del terrorismo vasco de ETA, denunció ayer la lucha armada como fórmula para lograr objetivos políticos y defendió la democracia como única vía posible. Poco después, ETA, que guarda una tregua desde 2003, anunció su tercera y masiva operación de desarme y aseguró que suscribe la afirmación de Batasuna. Nunca habían llegado tan lejos en su distanciamiento de la violencia”.

¿Fue sólo un sueño?

Madrid: ¡Resiste!

Ahora que Mr. Aznar habla de “acciones de carácter anticipatorio”, ¿por qué no se adelanta la ciudadanía de Madrid a las restantes, y envían preventivamente a toda la tropa del PP a la oposición?

Madrid: ¡Resiste! Que no pasen otra vez, siempre con desertores y ahora con el dinero de los especuladores urbanísticos que roban escandalosamente con hipotecas de 30 años a las jóvenes familias que necesitan una vivienda.

Euskadi no existe

Estimado amigo lector: Euskadi no existe. Únicamente fue la alucinación de un visionario llamado Sabino Arana, quien según algunos contertulios está probado que fue un declarado admirador de Hitler, lo que tiene su mérito porque cuando murió el primero el segundo era un niño de tres años, hijo de un lejano aduanero austriaco.

No existe historia vasca. Cualquier amnésico historiador se lo confirmará. Romanos y árabes dominaron toda la península, y el Derecho Consuetudinario vasco no ha llegado hasta nuestros días, porque tampoco existe el “Derecho Foral”, que solamente es otra denominación del mismo Derecho Romano. Tampoco existió en el siglo XVIII, un Larramendi que definió la "nación vascongada", ni Perochegui publicó el “Origen de la nación vascongada y de su lengua”. Los términos “País Vasco” (Basque Country), o Euskal Herria no existen ni en los diccionarios, ni en las enciclopedias (no consulten la Británica porque se llevarían un chasco). Nunca históricamente ha existido una comunidad vasca a ambos lados del Pirineo con sus leyes propias, tribunales, parlamento, lengua, costumbres y deportes autóctonos. Nunca existieron los aizkolaris, harrijasotzaileak, pelotaris, arrantzales, ni la ballena vasca.

Tampoco se derogaron los Fueros el 25 de octubre de 1839, ni pasaron los Reyes Católicos en julio de 1476 por Ubidea para jurar los Fueros en Gernika, que tampoco fue bombardeada el 28 de abril de 1937 por nazis y fascistas. Tampoco existe ningún cuadro de Picasso sobre tan desconocida localidad, de la que tampoco Rousseau dijo que era “el pueblo más feliz del mundo porque sus asuntos los gobierna una junta que se reúne bajo un roble, y siempre toman las decisiones más justas”. Tampoco existió, ni existe una Casa de Juntas o Parlamento, como tampoco hubo otra en Abellaneda de la misma Bizkaia. Jamás hubo “provincias traidoras”, ni hay “autonomías hostiles”. Jamás existió nada vasco antes de la Constitución de 1978, ni existirá nada después. No existe la Disposición Adicional Primera que podría decir textualmente que “la Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales”.

El euskera no existe. Por tanto nunca se prohibió ni reprimió su uso. En todo caso, es únicamente Íbero, por lo tanto patrimonio europeo lo que se prueba por el cariño con el que se cuida este dialecto, especialmente por el gobierno navarro donde apenas se habla (en el gobierno, me refiero). Tampoco Daudet dijo que “cuando un pueblo es hecho esclavo, mientras conserve su lengua es como si tuviera la llave de su prisión”.

No existe cultura vasca, ni literatura vasca. Orixe, Lizardi, Aresti o Atxaga nunca escribieron en íbero. Y la escasa prensa que publicaba en íbero pronto desaparecerá por motivos fiscales, que sólo aparecen en los periódicos íberos, por lo que deben ser asaltados a lo “Harrelson”, no dictar ninguna sentencia firme y al cabo de cinco años que pasen los íberos a limpiar el polvo de la redacción. Tampoco existen medios de comunicación vascos, lo que se demuestra con el omnipresente disco rayado de tertulianos que insultan continuamente lo inexistente.

Vascos, lo que se dice vascos tampoco existen. Excepto los terroristas, los demás son sólo españoles o franceses. Tampoco existe ETA [ojalá fuese así, porque entonces se facilitaría que todo lo demás fuese falso], y de subsistir, mata menos que cualquiera de las mafias que pululan por Madrid y sus cómplices de la ‘kale borroka’ han quemado menos coches en toda la historia que en Valencia capital en un solo año.

Lo vasco no existe. Este término debe ser sustituido por íbero o por español, según el caso. Tampoco existe Gobierno Vasco, ni instituciones vascas. Son efímeras irrealidades que dependen del artículo 155 del Nuevo Testamento. Tampoco en Bizkaia están gobernados por nacionalistas vascos 104 de los 111 municipios, ni en Gipuzkoa 81 de los 88, ni en Araba 42 de 52, ni en Nafarroa 39 de 272,… Nunca existió el nacionalismo vasco, ni hay un millón de votantes de tales opciones. Entonces, si nada de esto existe, ¿cuál es el problema? Tout va très bien, madame la marquise.

Así que si quiere visitar un lugar fantástico y mítico, véngase un fin de semana a Euskadi. Vivirá un cuento que dice: Érase una vez… la realidad. Tag Technorati: .

Duerme rápido

Todos los días trabajo 12 horas, duermo 9 horas y mis restantes funciones vegetativas me ocupan durante 3 horas, coincidiendo los tres períodos. Así que por la noche me despierto pronto. Para un insomne, la vida no es un sueño. Leo las versiones digitales de los periódicos más precoces, los que están en Internet a las 3:00 de la madrugada. Cuando surge una idea con alevosía y nocturnidad, una tontería que otro apuntaría en su libreta de mesilla de cama, estoy tan adormilado que redacto y envío mi crónica clónica diaria a la sección de “Cartas al Director”.

No pienso, luego escribo. Basta lanzar un título y el hilo te conduce hasta el final. Pones en letras grandes “No encuentran La Paz… en Bolivia”, “Gravar el grabar”, “¿Faltan alumnos o sobran colegios?”, “El IVA que venía”, “Jaulas escolares”,… y el contenido surge espontáneamente. Casi nunca lo publican, pero siempre hay un alma caritativa en una redacción que piensa: ¿Y por qué no? Y si usted lo está hojeando demuestra que valía, o que está más dormido leyéndolo que yo escribiéndolo.

Suele convenir algo de actualidad política. Lo malo que es el análisis que prima ahora es muy monótono. Sólo se interpreta las noticias de un modo: Si hay chapapote, algo habrán hecho en el norte; y así todo lo demás. Pero siempre añado alguna cita, y un latinajo que actúe como “Deux ex machina” que justifique el argumento (¡a que no va al diccionario para saber si he utilizado bien la expresión!). Y esos palabros que describen ‘problemos’: Dislate, birlibirloque, fáustico, falacia, histriones, sofismas, resabios,… Y aporto alguna cifra que dignifica a un texto. Esto es fácil cuando se lee todo mezclado: Los aviones Eurofighter realmente han costado 8.755 millones de euros; el utópico transporte gratuito para menores y mayores en Madrid, costaría 190 millones de euros al año. Conclusión: Evidentemente no llega para tonterías.

Deprisa, más deprisa, hay que acelerar el metabolismo informativo. Termino, que me estoy despertando y si lo reviso nunca lo enviaré. Cuando lo relea días después, pensaré: ¡Hala lo que he dicho…! Pero más “daños colaterales” provocan otros… Prueba a dormir rápido y ataca con tus cartas.

Más "Cartas al Director"

Sr. Director:

Somos muchos los lectores que leemos con preferencia esta sección que da la palabra a los lectores de su periódico.

Consideramos que el efecto de la publicación dual, en papel y en Internet, ha significado una duplicación del alcance y difusión de la prensa, que llega a lugares muy distantes enlazando a una comunidad ampliada de lectores.

Apreciamos que periódicos de primera línea como el que usted dirige han adoptado innovaciones meritorias para dar más participación a los lectores, marcando tendencias de futuro con secciones sólo electrónicas de FOROS o MÁS CARTAS AL DIRECTOR.

Apuntamos que el formato de las cartas podría flexibilizarse, ampliando su extensión o admitiendo textos más infantiles, juveniles o desenfadados, incluso “Fotos de los Lectores”, que hablen con imágenes acompañadas de un breve titular.

Opinamos que un diario se destaca y se define por su línea editorial, por sus colaboradores y por su redacción, pero sobre todo por la calidad de sus lectores.

Sugerimos que amplíen esta sección de Cartas al Director, en papel y en web. ¿Por qué no una página entera de la edición impresa? Conceda más espacio a sus lectores. Anticípese a que lo haga la competencia: El tiempo le dará la razón.

Pequeños nacionalismos

Para muchos, porque somos numerosos los que así pensamos, el nacionalismo de verdad, el defensivo que no quiere invadir para crear imperios donde no se ponga el sol, es simplemente una extensión de la libertad personal, simplemente. Nada más, y nada menos. Querer lo propio, lo cercano, cuidar y mantener el patrimonio común recibido, conservarlo y transmitirlo: Nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra identidad. Este nacionalismo es la misma esencia de Europa, un inmenso puzzle de idiomas y países, cuya historia sólo ha sido convulsionada cuando los grandes Estados han diluido la realidad plurinacional y se han enfrentado como Potencias que buscaban la supremacía. Si Prusia no hubiese uniformado a Baviera, Hannover y Hesse-Cassel no hubiese habido una guerra mundial. Si Galiza, Euskadi, Catalunya y Andalucía… hubiesen sido administradas desde una mentalidad menos “imperial”, quizá nos hubiésemos ahorrado una guerra civil tan cruenta.

Europa ha descubierto un camino de futuro democrático, que constituye un modelo mundial de convivencia: La Unión en el respeto a la Diversidad. Muchos europeos creemos que la escala de los Estados, que ha cubierto una etapa histórica poco gloriosa, debe evolucionar hacia un sistema de acuerdos continentales sobre la base del respeto a las dos identidades naturales: la ciudadanía (escala personal y familiar) y las regiones (escala social). Probablemente sea la Confederación Helvética el mejor modelo de organización política de comunidades plurilingües y culturalmente respetuosas entre sí y con los demás.

España y Francia, la primera emulando al centralismo de la segunda, han sido potencias coloniales. Pero su fortaleza real nunca dejó de residir en sus territorios históricos y naciones metropolitanas. Por ello, ahora coexisten dos tendencias políticas, legítimas ambas siempre que se defiendan con métodos democráticos y pacíficos: la centralista que prima el Estado y la federalista que apuesta por las naciones o regiones. Eso es todo. Muchos apostamos por convivir desde nuestra identidad personal y regional, asociándonos voluntaria y libremente con la restante ciudadanía europea y con los pueblos hermanos.

El debate llano sobre estos dos modelos, ambos compartiendo muchos elementos comunes como el respeto a la identidad personal y a la vocación europea, será posible cuando desaparezca en nuestro caso el anacrónico terrorismo brutal de ETA y cese ese vetusto espectro que pide el ¿Arde Gasteiz?, rememorando la novela Paris brûle-t-il de Lapierre y Collins?

No somos alienígenas ni los vascos, ni los gallegos, ni los catalanes, ni los bretones, ni los galeses, ni los venecianos,… Sólo queremos ser como los islandeses, los andorranos, los croatas, los lituanos, los daneses,… Quienes así pensamos, respetando a quienes creen que más que castellanos o europeos son españoles, únicamente podemos decirles que así sea su modelo de asociación si lo prefieren, pero que permitan que otros pueblos nos organicemos solidariamente de otro modo. De común acuerdo, sin presiones ni coacciones. Desde la dinámica legalidad jurídica, aceptando que ésta debe servir a la ciudadanía y no al revés. Las leyes, como todo lo humano, son perfectibles para responder a la voluntad popular que siempre tiene la última palabra en las democracias. Nos toca vivir tiempos de esperanzas y oportunidades, de mayor colorido con naciones pequeñas que embellezcan los mapas, para dejar a nuestros descendientes un planeta un poco más humano y mejor organizado.

Idea para el Ayuntamiento


Paseaba hoy sorteando coches aparcados en esquinas y pasos de cebra, esquivando furgonetas sobre la acera y comprendiendo el furor de los pasajeros que cansados de trabajar esperan llegar a casa si su autobús arrollase a una camioneta de reparto abandonada en doble fila, cuando se me ha ocurrido una propuesta para la Alcaldía: ¿Por qué no permutan a los escasos, distraídos e indolentes policías municipales con los numerosos, laboriosos y eficaces agentes de la OTA?

Estamos hartos de vivir en una sociedad que sólo permite dos tipos de ciudadanos: los sufridos cumplidores que aparcan pagando escrupulosamente so pena de ser multados inmediatamente, y los curtidos sinvergüenzas que evitan la sanción estacionando su automóvil impunemente en cualquier zona prohibida (no vigilada por la OTA), perjudicando gravemente el tránsito de peatones y vehículos.

¡Enhorabuena a la gente de la OTA, que cuida su sector a pie y hace respetar la ley con un sueldo inferior al que merece, ganado con su celo profesional y no comodonamente de los contribuyentes indignados al ver por doquier coches mal aparcados!

¡Vaya valla!

Sr. Víctor Harel, embajador de Israel en España:

Recientemente explicó en la prensa que sería injusta una condena del Consejo de Seguridad de la ONU por la construcción del “muro” de Cisjordania, porque se trata solamente de una “valla de seguridad” donde únicamente son bloques de cemento el 5% y el resto se basa en sistemas de vigilancia electrónicos. Señaló que: ¡Ni “muro” ni “de Berlín”! Finalmente indicó que EE.UU. (sería más exacto decir la administración Bush) sólo cuestiona el trazado de algunos tramos, pero que la Unión Europea se opone mayoritariamente al concepto mismo de “muro”.

La clave de estos posicionamientos quizá resida en algo sucedido hace 40 años. El 26 de junio de 1963, John F. Kennedy visitó Berlín, ciudad sajada por un muro. Pronunció un discurso en el que literalmente proclamó: “Hace dos mil años el mayor orgullo era ‘Civis Romanus sum’ (ser ciudadano romano). Hoy, en el mundo de la libertad, el mayor orgullo es decir ‘Ich bin ein Berliner’ (yo también soy un berlinés)… Hay mucha gente en el mundo que no entiende qué es el mundo libre: ‘Lass' sie nach Berlin kommen’ (Déjenlos venir a Berlín)”.

Sr. Harel: Quiero modestamente decirle que, en 2003, yo también soy un palestino… e igualmente un judío. Lamento no poder decírselo en árabe y en hebreo. Parafraseando a Kahlil Gibran, “el muro es una tristeza entre dos jardines”, porque muchos preferimos el diálogo que tiende puentes y puede acercar a las personas, frente al aislamiento y la incomunicación de un puro muro duro, no valla sino muralla.

Con todo el respeto y los mejores deseos de paz de un vasco a un judío, desde Euskadi donde también y todavía unos matan sin piedad y otros intentan levantar muros de separación. Seguiremos dialogando. [Actualización: Cinco años después, este mismo parómino en otro post]