Rajoy en el armario

El candidato espera heredar sin esfuerzo tras su designación digital.

Es un caso extraordinario, por no decir antirreglamentario: al futuro mandatario lo mantienen en un santuario como usufructuario hereditario o comisario embrionario. Fuera del escenario parlamentario o partidario. Sin ideario ni comentario diario en el telediario, sin calendario ni horario, sin dietario ni recetario lapidario de legionario legendario.

Como un gregario funcionario bibliotecario en su honorario acuario estacionario. Alejado del incendiario calvario planetario contestatario y consuetudinario. Como un secundario sedentario del autoritario primario, sin debate con el revolucionario adversario contrario.
¿Es un presidiario solitario o el arrendatario beneficiario del suntuario balneario? ¿Un innecesario correligionario o un placentario empresario plenipotenciario? ¿Un estrafalario becario o el fedatario del incensario inmobiliario? ¿Un precario voluntario o el consignatario copropietario del inventario bancario y del talonario multimillonario?
Seguramente es el refractario emisario del publicitario rutinario, el sectario secretario del anticuario antiparlamentario, el arbitrario destinatario del insolidario anticomunitario, el depositario del prioritario diccionario reaccionario y monetario, el reglamentario intermediario del falsario visionario temerario, el subsidiario supernumerario del cesionario mercenario, el fiduciario vicario del cuaternario dimisionario, el rudimentario sicario testamentario del totalitario.

Prensa del PP: Publicidad y Propaganda

¿Han cambiado de patrocinadores los grupos de comunicación?

Es permanente el debate sobre la financiación de la prensa escrita. Para un ciudadano de la calle, un diario debe nutrirse principalmente por dos vías principales y complementarias: los compradores de sus periódicos y la presencia de publicidad. Para incrementar el número de lectores lo habitual es que la línea editorial trate de sintonizar con la mayoría social de la ciudadanía a la sirve con su opción informativa. La etapa del PP parece que ha convertido en obsoleto el anterior supuesto. Volveremos sobre ese punto, pero antes analicemos la segunda fuente de sostenimiento económico: la publicidad.

La caída del imperio... Microsoft

Vía Ecotecno.

Virgen María, Madre mía

Cuando apenas tenía nueve años recién cumplidos, mi madre murió tras una larga enfermedad. Mamá nos legó como única herencia una estampa de la Virgen a cada uno de sus hijos, manuscrita con su grácil letra desenvuelta que trazaba siempre con su pluma Parker predilecta. En aquellas pocas líneas, nos despedía amorosamente y nos encomendaba al cuidado de nuestro padre, de nuestra amplia familia y… de la Virgen María, con quien ella iba a reunirse.

Procedíamos de dos familias de hondas raíces católicas. Todos nuestros antepasados eran de raigambre religiosa, y en casa la fe nos mantuvo siempre unidos en la confianza de que la falta de una madre, tan desconsoladora para hijos entre 6 y 10 años, sería cumplidamente suplida por la custodia celestial, encarnada en la figura de la Santísima Virgen. Los hermanos no tuvimos una madre terrenal en quien confiar nuestras dudas adolescentes, nuestras preocupaciones de juventud, nuestras aflicciones de madurez,… Pero, a cambio, establecimos un diálogo íntimo, con la figura maternal de la Virgen María. Ella no nos dejó huérfanos en ningún trance, pudo socorrernos en todos los peligros y desventuras, nos escuchó y orientó en los momentos más críticos y tuteló todas nuestras decisiones.

A lo largo de la vida, comprobamos que seguir a Jesucristo, en toda su grandeza, es un camino comprometido. Pero refugiarse en la Virgen, siempre es viable. Como muchos, aprecio y disfruto especialmente con los templos y santuarios marianos: Aranzazu, Begoña, Estíbaliz, Leire, el Pilar, Montserrat, Covadonga, Lourdes, Notre Dame,… Cuando entro en una iglesia desconocida, indefectiblemente busco angustiado la figura de la Virgen. Muchas veces sólo la hallo en los rincones más modestos, pero -ya sea en representaciones grandes o pequeñas- María siempre aparece acogedora, maestra y guía, como la inmejorable Madre para cualquier hijo.

Cobijarse en la Madre de Dios, que es también dulce Madre nuestra, es un recurso infalible de esperanza. Ella, que acompañó a Jesucristo desde su nacimiento en Belén hasta su calvario en Jesusalem, supo estar erguida a los pies de la cruz cuando los discípulos huyeron. También sabrá acompañarnos durante toda nuestra vida si pedimos su intercesión. La Virgen siempre ha sido paciente mediadora, y algún día espero reunirme con Ella. Cuando la encuentre, allí estarán mis dos Madres. Así lo imaginaba el niño que fui con nueve años. Ahora, cuarenta años después, pienso exactamente lo mismo. Dos vídeos de porqué rezar el rosario en castellano y abajo otras en inglés.

Muñeca de muñeca

Un secreto básico del lenguaje corporal

El insigne científico de la “teoría de la evolución”, Charles Darwin, publicó en 1872 un precoz ensayo titulado “La expresión y las emociones en el hombre y en los animales”, verdadera anticipación de los modernos estudios sobre la comunicación no verbal. Actualmente sabemos interpretar más de un millón de claves y señales que transmitimos de modo inconsciente a través de expresiones faciales y gestos.

La sinceridad de las palabras es comparativamente insignificante frente a la franqueza del lenguaje corporal, cuya espontaneidad natural resulta fácil de leer con alguna formación. Los psicólogos, sociólogos y antropólogos aseveran que es sumamente difícil ocultar nuestras intenciones con el lenguaje del cuerpo. En realidad, según el antropólogo Albert Mehrabian, la importancia del componente no verbal representa el 55% del impacto total de un mensaje, mientras que la palabra sólo influye un 7%. El 38% restante corresponde a lo paraverbal, esto es la entonación y el matiz de la voz. Dedúzcase que el canal verbal se emplea básicamente para transmitir información y datos, mientras que la comunicación no verbal es preferencial para la expresión de sentimientos y actitudes personales.

Los debates políticos televisados son rechazados, como comprobamos ahora una vez más, por las candidaturas que parten con ventaja, porque el cuerpo exterioriza más que los labios. Con las miradas, posturas y gestos decimos más de nosotros mismos que con cualquier discurso. Las palabras sobran en gran medida, cuando los ademanes ofrecen pistas en otras direcciones.

Siempre se recordará el histórico debate televisado entre el balbuceante vicepresidente Richard Nixon frente al joven y seguro senador Kennedy, que ofrecía una imagen más presidencial. Los 70 millones de telespectadores estadounidenses espectadores decidieron su voto en los planos de transición, mientras Nixon sudaba copiosamente (se dice que los asesores de Kennedy habían subido intencionadamente la calefacción en el plató). Sin embargo, los radioyentes que simultáneamente oyeron el debate, pensaron de forma muy distinta, porque en lo verbal y paraverbal el candidato republicano contestó a las preguntas con más aplomo que el demócrata. El decisivo lenguaje corporal fue el que marcó la diferencia de criterio.

Aprender a interpretar el lenguaje corporal lleva su tiempo. Un error frecuente radica en analizar la expresividad de los demás mediante sólo un gesto aislado, independientemente de las circunstancias que lo rodean. Los tres tipos de movimientos corporales que pueden estudiarse, faciales, gesticulares y de postura, están fuertemente entrelazados y sólo una observación conjunta resulta válida. Pese a todo, podemos practicar con un truco básico, que ofrece una pista muy valiosa sobre las intenciones de nuestro interlocutor leyendo la danza de sus manos, que ofrece un mensaje muy expresivo.

La descripción únicamente de las diversas técnicas de saludo con el estrechamiento de manos superaría el texto admisible. Tampoco podríamos detenernos en la interpretación de la posición de brazos y manos, de su gesticulación, entrelazamiento y ni siquiera del significado de su concavidad o de cada uno de los dedos. Exhibir las palmas de las manos es una señal que pretende demostrar honestidad. Los especialistas advierten que podemos engañar a otros si utilizamos adecuadamente este gesto, que atávicamente demuestra que no empuñamos un arma.

Centrémonos exclusivamente en un área muy limitada: la muñeca que enlaza la mano con el antebrazo. Además de la sonrisa, demasiado fácil de simular, existe un gesto universal para descubrir la simpatía de quien tenemos enfrente, cerca o a media distancia. Indica aceptación e interés que nuestro interlocutor nos muestra su muñeca, no por el dorso sino por la zona de la palma, incluso en algún ademán disimulado como atusarse el cabello. Hay miles de situaciones obvias o furtivas, desde el bebé que pide un abrazo hasta la jovencita coqueta que juguetea con su pendiente. Presentar la zona donde se toma el pulso, es indicio de cordialidad. Advirtamos atentamente este gesto para ser más perceptivos. La especial habilidad para percibir y descifrar detalles nimios como éste es el fundamento de la denominada “intuición femenina”, extensible a todos los seres humanos.

San Maletín

Además de San Valentín, está San Martín.

Hamelín es un polvorín. El malandrín mandarín maneja el fortín con su flautín. Presume de pitilín el espadachín bailarín en su tontín volatín de calcetín y mocasín sobre el cojín pequeñín del botín del fedayín. Es un figurín danzarín, andarín parlanchín de pasquín, con su delfín de postín electo por pizarrín. Otro adoquín afín el alevín cantarín, benjamín comodín, querubín de caolín, budín carmín de calabacín, un baldosín como monopatín de chocolatín.

Si el aserrín del serafín arlequín gana el trajín del 14M, el trampolín de sillín les hará tilín a los del maletín. Un sinfín de folletín y tallarín, festín en zeppelín para los del sanedrín que estarán como Agustín en su Berlín. Jardín monín de jazmín y violín para los del banderín de boletín y el resto al confín del verdín con mastín y un celemín de hollín.

Menos clarín en latín, menos matachín michelín, menos chelín de botiquín, y más motín de listín. Al chiquitín puerco espín del peluquín, su San Martín en un bergantín saltarín sin llavín. Dicho sin retintín.

Enamorados o evaporados

Polvo seremos, mas polvo enamorado.

Dicen que “hay un solo placer, el de estar vivos, y todo lo demás es miseria”. Dicen que una persona enamorada renace por segunda vez. Dicen que es poco ser poeta: hay que estar enamorado. Dicen que el primer deber de un enamorado es ponerse en ridículo. El amor es ciego y los enamorados no pueden ver las graciosas locuras que cometen. Los enamorados no advierten en todo el mundo más que a sí mismos; se olvidan de que el mundo les ve. ¡Espectáculo digno de dioses, la vista de dos enamorados!

Taine insinuó que “Hay en el mundo cuatro tipos de gentes: los enamorados, los ambiciosos, los observadores y los imbéciles. Los más felices son los imbéciles”. Pero sólo hay dos clases de vida: Estando enamorado o estando evaporado. Y sólo pueden ser dichosas las almas enamoradas. Rebélate y revélate: Ama como nunca has querido. Aprecia la amistad de tus amigos. Vive los días con fe, amor y paz. Trabaja como si necesitases el dinero. Y baila como si nadie te viera. Quizá adivines algún día, que la vida no exigía de ti tanto sacrificio, tal vez solamente te pedía ser feliz. Quizá ese día descubras que tu andar causó pocas sonrisas, demasiado esfuerzo para tan poca alegría y tan poco amor. Quizá comprendas que no es difícil decir “Me equivoqué” y “Te amo”, y corras a decírselo a los que te queden vivos. La solución es enamorarse. Aprende del proverbio alemán: “los enamorados y los contrabandistas conocen los atajos”.

Enamorarse es cuando siempre sonríes, aunque estés cansado. Enamorarse es cuando intuyes que la otra persona es única. Nadie sabe qué es una mujer, si no ha visto una mujer enamorada. Sólo estás enamorado cuando te enamoras a cada instante. Enamorarse es cuando dos se hacen uno, de un tu yo y un mi tú surge un definitivo nosotros. Enamorarse es cuando se funden la beldad y la bondad en un vendad con piedad, unidad, verdad y deidad. Quevedo en sus versos sobre el amor constante más allá de la muerte, aquellos de “Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra, que me llevare el blanco día…”, finaliza con “Serán ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado”.

Escribir es…

Descubramos el significado de la escritura

Escribir es mostrar la huella digital del alma, desnudarse y nadar, volar y sentirse libre: una sensación gratificante del espíritu, que conlleva expresar lo que presentimos, gozoso o amargo, cotidiano o trascendente, para compartir un mensaje con nuestros semejantes. Escribir es una vocación, a veces tardía, que se descubre cuando el trastero de la memoria está repleto, y antes de la llegada de la “parca” se quiere mostrar la colección de recuerdos y visiones para reciclarlos y convertirlos en algo parecido al arte. Escritor es quien que necesita escribir, no alguien que sepa escribir. Escribir es una incurable comezón que se apodera de quien ha vivido o leído demasiado, y que un día intenta escribir. Cada texto será un sentido fracaso, pero al tiempo estímulo la siguiente redacción.

Escribir es un acto de amor, preparado desde la intimidad de la introspección y la soledad, quizá desde el exhibicionismo, pero destinado a los demás, a quienes sentimos cerca y a todavía quienes no conocemos. Escribir es hablar con quienes no podemos conversar de otra forma, es darse un baño de humanidad con sus miserias y esplendores. Escribir es un drenaje terapéutico que otorga voz a nuestra mudez, una catarsis que limpia nuestras penas mediante la comunicación. Escribir es espiar en nosotros mismos, a veces sin querer admitir los misterios que descubrimos dentro. Pretendemos escribir nuestra mentira, pero transcribimos nuestra verdad. Escribir es abrir el grifo del corazón y verter el exiguo botín de nuestra vida, una pobre historia de amores y odios, pero con grandes personajes a nuestro alrededor.

Escribir es recordar, con memoria anticipada fruto de un malestar entreverado de nostalgia, pero no sólo añoranza del pasado o del tiempo huido que quisimos haber admirado, sino también del futuro, de esos mañanas que presentimos y en los que quisiéramos estar. Escribir es ser conservador de las reminiscencias y, al tiempo, contestatario de la realidad sobrevivida, sirviendo las palabras de armas para denunciar las desdichas y los caprichos de una sociedad siempre imperfecta. Escribir es condenarse, como adelantó Richelieu: “Dadme seis líneas manuscritas por el hombre más honrado, y hallaré en ellas motivos para hacerle ahorcar”. Escribir es consumirse vivo para que de las cenizas surja la purificación y renovación del espíritu que construye utópicas entelequias. Escribir es dar testimonio de un tiempo determinado, de una sociedad concreta, y todo ello desde el sub-, el in- y el consciente de un simple ser humano que actúa de mensajero para exteriorizar los secretos de una época.

Escribir es una adicción, que cuando se adquiere impele a investigar dentro de nosotros, para desvelar nuestra más profunda identidad. Escribir es navegar ligero, planear al son del viento, abrazar el tiempo, detenerlo en la eternidad de unas tenues páginas. Escribir es ralentizar el tiempo, como viajar según apuntó Graham Greene. Pero, escribir también es un hueso duro de roer, una lucha agónica para analizarnos y discutir con nosotros mismos, para sorprendernos con los espectros aparecidos de nuestra mente, para asombrarnos de nuestra propia creación surgida al declararnos a ignotos lectores. Goethe sentenció ¡Escribir es un ocio muy trabajoso! y Rilke aconsejó, “Si crees que eres capaz de vivir sin escribir, no escribas”.

Escribir es una evasión mental, una escapatoria intelectual, que nos libera de la cárcel de la existencia y nos conduce al nirvana de las musas. Escribir es abrir una ventana al aire de un nuevo y extraño día, incluso cuando no sabes qué contar o qué explicar… porque ves la vida un poco vacía, como una historia garabateada por un demente, sin un final claro. Escribir es alcanzar esa clave de fuga que nos conduce a un territorio desconocido… en el interior de nosotros mismos. Escribir es trasladarnos al paraíso de las ideas, y atraparlas con la red cazamariposas de la tinta. El teclado es el piano donde susurramos sin ser interrumpidos; la pluma de escribir es la cruz donde nos entregamos.

Escribir nos hace más humanos. Escribir es respirar y vivir. Escribir es pintar sentimientos como mejor modo de felicidad. Escribir es pedir ayuda a las palabras, que orbitan a nuestro alrededor y juntos comenzar a crear algo. Cuando sucede que la inspiración se suma, sentimos que el trabajo es bello y somos felices. Escribir es fecundar el mundo y dejar preñada nuestra muerte.

Culpables mutables

Socialistas: Los últimos de los infinitos terroristas.

Aznar, aprovechó la detención de dos presuntos etarras para arremeter contra el PSOE por mantener sus acuerdos en Cataluña con una formación que “dialoga y pacta” con la banda terrorista. El líder del PP atacó además el lema de “la España plural” que propone el PSOE calificándolo como “desgarramiento de España”, acusando a los socialistas de proponer “17 ideas de España distintas, lo que supone liquidar el país”. En un discurso duro y catastrofista, centrado en el ataque al PSOE por su política territorial de reforma de los estatutos de autonomía y por sus alianzas con partidos nacionalistas que “se reúnen con los jefes de ETA”, en alusión a ERC. Aznar vinculó al PSOE con la inestabilidad de España y con el riesgo de involución.

ALEMANIA, 1939. Versos de Bertolt Brecht: “Primero arrestaron a los comunistas, así que a mí no me importó porque yo no era comunista. En seguida se llevaron a los judíos, pero no hice nada porque yo tampoco era judío. Después vinieron a por los sindicalistas, y no me preocupé porque yo no era sindicalista. Luego vinieron a por los comunistas, pero no hice nada porque yo no era uno de ellos. Finalmente me arrestaron a mí, y ya no quedaba nadie para que pudiera impedirlo. Era demasiado tarde”.

ESPAÑA, 2004. Primero acusaron a Batasuna de ser terrorista como ETA, así que al PSOE no le importó porque no era HB. En seguida condenaron al PNV como cómplice, pero hicieron nada porque tampoco eran nacionalistas vascos. Después culparon a IU como colaborador, y no se preocuparon porque no eran ellos. Luego arremetieron contra ERC y PSC como protectores del terrorismo, pero no hicieron nada porque no eran catalanes. Finalmente culparon al PSOE de filoterrorista, y ya no quedaba nadie para evitarlo.