Estudiar debería ser como leer blogs

"Estudiar debería ser tan divertido como leer y escribir blogs. Pero hoy es tan aburrido como tener que escuchar vejetes anacrónicos que anidan su verdad a la historia de los tiempos. Para ellos el mundo nunca cambió y las verdades, sus verdades, son inmutables".
Eso y más dice Arlovich en Juventud Digital.

El río vasco

Una imagen topológica de la realidad política vasca

El laberinto del panorama vasco, fundamentalmente debido a la pluralidad de partidos, suele aducirse como excusa para renunciar al esfuerzo didáctico de pedagogía política, incluso de visualización de lo complejo, que merece la ciudadanía sin perderse en sopas de siglas y porcentajes.

Como una aportación modesta se presenta una metáfora visual del panorama partidista en Euskadi, que quizá facilite tanto un conocimiento más preciso de la realidad sociopolítica como de las opciones viables de maniobrabilidad y acuerdos, disponibles para los distintos partidos políticos.

Tomemos como base únicamente a la Comunidad Autónoma del País Vasco, aunque la validez de la foto y de las conclusiones en su conjunto puede ser valiosa con matizaciones también para la Comunidad Foral Navarra e incluso para Iparralde. El reparto de votos por candidaturas, variables en función de la convocatoria electoral, se ha interpolado entre las recientes elecciones generales de 2004 y los resultados de las autonómicas de 2001, última oportunidad en la que se presentó Batasuna (como Euskal Herritarrok). Como síntesis el panorama actual muestra un electorado relativamente estable en las grandes opciones, si bien con la fluctuación entre PP y PSOE, así como la aparición de Aralar e ilegalización de Batasuna. Las siglas, porcentajes de voto en 2004 y parlamentarios actuales en Vitoria-Gasteiz desde 2001, se representan en la siguiente tabla.

La ordenación en orden decreciente desde la derecha centralista hasta el independentismo radical, muestra un arco iris de siete partidos políticos vascos (UA, UPN, Nafarroa Bai, o los partidos de Iparralde, no dejan de estar incluidos implícitamente en el esquema). El tripartito actual (PNV-EA-IU), que sustenta el “Plan Ibarretxe”, muestra en el gráfico su composición “natural” en un abanico donde EA concurrió conjuntamente con EAJ-PNV e IU pudo pactar para cooperar, no sólo en el gobierno sino en otros niveles de la administración pública vasca.

El bloqueo parlamentario con estruendo mediático que aconsejaron al Lehendakari Ibarretxe a adelantar las elecciones autonómicas de 2001 dieron esta imagen en escaños, con la peculiaridad de que al corresponder los mismos 25 representantes a cada territorio autonómico, se prima a Araba frente a Bizkaia y Gipuzkoa y se sobredimensiona a los partidos centralistas en escaños respecto a sus votos. La legislatura que culminará en pocos meses su recorrido dará paso a un nuevo Parlamento Vasco.

La “metáfora del río” consiste en imaginar que el partido EAJ-PNV por peso sociológico e histórico, así la centralidad política, está en condiciones inmejorables de representar a la mayoría social de Euskadi, como un río que navega entre dos orillas. Su hegemónica representación de casi la tercera parte de todo el electorado, importantísima en tan diversificada sociedad, requiere sin embargo la búsqueda de socios para estabilizar gobierno, diputaciones y ayuntamientos. La alianza con EA resulta obvia, si no fuese por el temor del partido menor a la absorción, y en la última etapa se ha completado la gobernabilidad con IU, la Esker Batua de Javier Madrazo.

El Partido Nacionalista Vasco se encuentra cómodo en ese núcleo central de la sociedad vasca, pero no encuentra facilidades para alcanzar consensos estables más allá del tripartito actual. Toda la estructura política vasca se ha desequilibrado cuando, en busca de la paz, EAJ-PNV se ha escorado hacia el PSOE-PP (Pacto de Ajuriaenea) o hacia Batasuna (Acuerdo de Lizarra-Estella). El cauce natural sólo podría ampliarse en 2005, aparte de EA e IU, con una Aralar con peso y organización más significativos y/o un PSOE menos vinculado al PP, como lo ha estado y sigue estándolo en la Comunidad Autónoma Vasca. Esta segunda opción parece improbable por el rol que el incipiente gobierno central sigue atribuyendo a la “cuestión vasca”. Por último, otro factor de esperanza sería la desaparición de ETA –cada día más cercana, porque algún día se producirá-, que permitiría una reconducción del protagonismo político que gestiona Batasuna.

El gráfico resulta ilustrativo incluso para aclarar el propio debate interno que se produjo entre las bases del partido hegemónico en Euskadi, EAJ-PNV, con ocasión del relevo en el EBB de Xabier Arzalluz por Josu Jon Imaz, y que aún subsiste en la fase final de selección para representantes a la Asamblea Nacional y a las ejecutivas territoriales (Bizkai Buru Batzar, GBB,…). La opción de Zarraoa-Egibar apuesta por acuerdos preferentes con “la casa nacionalista para que ETA acabe con su acción de violencia”, mientras que la candidatura Urkullu-Juaristi –más en la línea oficial de Imaz en su discurso de toma de posesión en el Euskalduna- prefiere la ampliación del canal del tripartito, buscando acuerdos de convivencia con ambas riberas, pero sin perder la centralidad sociopolítica vasca que siempre ha sido tradición en el partido desde 1895.
Tras el 8 de mayo, cuando finalice todo el proceso de renovación, el partido jeltzale seguirá fuertemente unido porque se comparten los postulados y la figura de Ibarretxe, así como el liderazgo de Imaz al frente de un EBB completado y representativo. El pragmatismo y el acierto se impondrán en un país de traineras, en el que todos sabemos que los ríos se mueven siempre más rápido por el medio del cauce que rozando por las aristas.

ZAPATERO = OTEAR PAZ


Si ROLDÁN = LADRÓN, ZaP = PAZ


El nuevo Presidente lo lleva escrito en sus apellidos: RODRIGUEZ = ZURDO RIGE, gobierna la izquierda, y ZAPATERO = OTEAR PAZ. Parece ser una tradición porque también AZNAR nos resultó un ZAR de NÁ, FELIPE GONZÁLEZ = EL FELIZ PEZ GANÓ, y luego FEO ZEPELÍN GAL (la zeta que falta oculta al Señor X), CALVO SOTELO = COLOSAL VETO, recuérdese el 23-F, y ADOLFO SUAREZ = FUERZA DOLOSA, como acreditaron sus extraños nombramiento y dimisión.

Zapatero ha comenzado bien: Sacando las tropas de Irak, adonde su antecesor las había llevado a irritar a la colmena islámica, tras la foto de Las Azores, sin prever que el enjambre reaccionaría. El nuevo gobierno español puede y debe comenzar a apostar por la paz, fuera y dentro del Estado: Menos gastos militares y más solidaridad internacional, menos soldados y más cooperantes, menos belicistas y más pacifistas.

Con el “problema vasco” también podría aplicarse una política inteligente, de colaboración y diálogo entre interlocutores políticos adversarios, como en Catalunya. Bajo la premisa de dar por “muerta” a ETA, a todos los efectos políticos, a ver si así se enteran los pocos que aún creen que la violencia juega algún papel que no sea la desolación ética y económica del Pueblo Vasco.

Parece obvio, al menos desde Euskadi no lo ignora ni el PP vasco tras la escapada de Mayor Oreja, que toda solución pasa por contar con las mayorías sociales del País Vasco. Sólo fórmulas pactadas con los nacionalistas vascos democráticos serán viables y definitivas: El resto de “soluciones a la brava” quizá en el pasado dio votos efímeros a un decadente PP, pero no solventó nada. ¿Por qué no empezamos a rectificar todos? Comencemos a practicar, en todos los niveles cotidianos, informales, ciudadanos y políticos, una dialéctica generosa de debate y confianza en nuestras capacidades de aproximación, entendimiento y encuentro. ¡Pensémoslo, pasémoslo, creámonoslo!

Dos categorías

La vida nos separa en sólo dos clases de seres

Después de muchos años de existencia, estudiando, trabajando y pensando algunos hemos llegado a una única conclusión respecto a jerarquías, rangos y clasificaciones: En esta vida terrenal sólo rigen dos categorías nítidamente diferenciadas. Siendo relevantes factores como el sexo, la edad, la nacionalidad, la salud, el dinero, la posición social,… ninguno de estos aspectos es decisivo. Tampoco lo son la raza, la religión o la opción política. Ni siquiera los estudios que se posean, las lenguas que se hablen, las culturas que se conozcan o los países recorridos. Quizá más las gentes con quienes se ha convivido.

Porque sólo hay dos clases de entes, que deben sentirse profunda, íntima y fraternalmente solidarios si pertenecen a la misma clase: los seres vivos y los seres muertos. Cada día que pasa, cada minuto que pensamos, nos sentimos más cerca de todo lo que nos rodea y todavía vive, por un rato más, por unas horas más, por unos meses más, por algunos pocos años más. Ni siquiera Linnaeus tenía razón con su división entre reinos animal y vegetal. Hay algo común en todo espécimen vivo, ese mismo agridulce dolor y gozo de subsistir, tanto más sentido cuanto más consciente y cabal sea el tipo de supervivencia. El insuperable saludo matutino de los monjes cistercienses nos recuerda: “Memento mori” (Recuerda que vas a morir). Muchos creemos que las personas ostentamos un alma, pero que también anida el espíritu en los demás organismos vivos. Debe haber ánimas grandes y pequeñas, y un cielo infinito para acoger todas esas almas cuando la muerte nos llega.

¡Cómo hemos podido segregarnos incluso entre seres humanos con artificiosas divisiones en ricos o pobres, blancos o negros, listos o tontos! ¡Quién puede sentirse distanciado no ya de ninguna otra persona, sino ni siquiera de una mariposa que aletea en su única jornada o de un árbol que nos contempla desde su longevidad centenaria! Todos los que podemos entender esto, todo aquello que se mueve a nuestro alrededor, todo lo que respira con nosotros, todos somos hijos de una misma Divinidad o de una prodigiosa casualidad, pero hermanos al fin, emparentados por la misma vida y la misma muerte.