Fotos de 2006, según Vanity Fear

Sobrados y faltos

Comenzamos el nuevo año con sobras y faltas, cuando lo que necesitamos es lo justo y moderado.

Asistimos a la rutina de cada cambio de año, con parecidas expectativas y parecidos desengaños. Amanecemos un nuevo día, y un nuevo año, con la misma sensación, de alegría y de chasco. Seguimos, como ayer y el otro año, sobrados de discursos, palabras y de postales, pero faltos de comunicarnos, entendernos y apreciarnos.

Las campanadas han terminado, y aquí estamos, sobrados de ruidos y alborotos, pero faltos de escucharnos, al menos entre nosotros, que somos todos hermanos. Regusto de antaño, sensación de pasado, continuamos sobrados de políticos y tertulianos, pero faltos de pensar juntos y decidir como seres humanos.

Sobrados de que nos digan cómo comportarnos, pero faltos de que consideren nuestro trabajo. Sobrados de anuncios publicitarios, pero faltos de descubrir lo que necesitamos. Sobrados y superados con móviles y otros cacharros, pero faltos de, a nosotros mismos, encontrarnos. Sobrados de festejos y espectáculos, pero faltos de, en la libertad, saber superarnos.

Proseguimos sobrados de contar nuestras penas, pero faltos de alegrar a quien tenemos al lado. Sobrados de oportunidades de comprar, pero faltos de regalar espíritu con nuestros actos. Sobrados de villancicos, turrones y regalos falsos, pero faltos de repartir la ‘solidaridad’ de estas fechas a lo largo de todo el año.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2006/faltos.doc

Repulsa absoluta

Ante otro atentado, no importa de quién, sólo cabe el máximo rechazo ético, político, racional y emocional.

Para asesinar hay que ser ruin y desalmado; para hacer daño a inocentes hay que ser inhumano e infame; para poner una bomba hay que ser vil y cobarde; para creer que con esto se defiende una causa hay que ser necio y estúpido. Así quedan definidos quienes cometen este tipo de repugnantes actos.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2006/repulsa.doc

Versos minimalistas para un largo año

Un haiku describe simplemente lo que sucede aquí y ahora.

Haiku es un poema breve japonés, formado por 17 sílabas divididas en tres versos de 5-7-5 sílabas. Estrofas sin rima, repletas de paradojas, suelen describir un instante, un momento irrepetible de la naturaleza o de la vida cotidiana, incluyendo con frecuencia una palabra que describa la estación: nieve, crisantemo, cerezo en flor,... El haiku trasciende el texto y en un instante alcanza la eternidad narrando un acontecimiento nimio, resaltando el cambio y la permanencia, la semejanza y el contraste. Busca insinuar lo casi inexpresable.

Tres ejemplos literarios: “La vieja mano / sigue trazando versos / para el olvido” de Jorge Luis Borges; “Los días lentos / se apilan, evocando / un viejo antaño”, de Busón; y “Todo arrabal / tiene lujos de pobre / miserias ricas” de Mario Benedetti. A mí sólo se me ocurre un haiku, en este preciso momento, tras oír la noticia de la última bomba en Barajas: “Fin de otro año,/ tantos sueños pospuestos, /la paz entre ellos”.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2006/haikus.doc