Familia Agirregabiria De La Sen, Las Palmas 1987
Aupar (otros posts) es un bello verbo y una excelente metáfora educativa. Aupar es elevar y cambiar la perspectiva, mirar y pasear juntos en una sola dirección. Es una acción que cansa, pero que descansa también. Dos seres humanos se funden y actúan como uno solo. A veces, guía el adulto; otras veces, es el bebé quien apunta un camino.
Aupar es dar seguridad y recibir cariño, aprender juntos entre parientes que se quieren, que se comunican con gestos, caminando juntos, salvando dificultades y hallando siempre una senda de avance. Aupar es un verbo de memoria no recíproca; nadie recuerda haber sido aupado, así que conviene registrar bien el tiempo en el que aupamos a los demás.
A todas las personas les gusta ser aupados, en la infancia al menos. A algunos siempre nos ha gustado aupar. Todo bebé descubre en sus padres o en sus abuelos los primeros exoesqueletos, pero no mecánicos sino humanos. Son los mejores.
A todas las personas les gusta ser aupados, en la infancia al menos. A algunos siempre nos ha gustado aupar. Todo bebé descubre en sus padres o en sus abuelos los primeros exoesqueletos, pero no mecánicos sino humanos. Son los mejores.
"No sé cómo puedo ser visto por el mundo, pero en mi opinión, me he comportado como un niño que juega al borde del mar, y que se divierte buscando de vez en cuando una piedra más pulida y una concha más bonita de lo normal, mientras que el gran océano de la verdad se exponía ante mí completamente desconocido."
Esta era la opinión que Isaac Newton tenía de sí mismo al fin de su vida. Fue muy respetado, y ningún hombre ha recibido tantos honores y respeto, salvo quizá Einstein. Heredó de sus predecesores, como él bien dice "si he visto más lejos que los otros hombres es porque me he aupado a hombros de gigantes".
Este posts estuvo en borrador al menos 15 años.
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