Recreando el lenguaje, neologismo y dibujo explicativo. Otras 63 fotos, alguna con mensaje trascendente, poca clientela (¿la crisis, o es sólo desaceleración?), vendedor de auténtico regaliz, los sempiternos iconos, auto-retrato con Carmen,...
Mostrando las entradas para la consulta "mil palmeras" ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
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Mil Palmeras existe...
¡Bienvenido el novísimo blog sobre Mil Palmeras existe! Nosotros hicimos una primera web hace 10 años, www.agirregabiria.net/mp y, ocasionalmente, hablamos de la zona...
Pilar de la Horadada: Huelga de basura
Al final, y como de costumbre por una noticia negativa, nuestra localidad veraniega salta a los grandes informativos. Es un ejemplo más de cómo el periodismo destaca lo excepcional y malo, frente a lo normal y bueno. Porque Pilar de la Horadada, Mil Palmeras, Riomar, la Torre de la Horadada, Pinar de Campoverde,... es un moderno y joven municipio modelo vacacional.
Por cierto, ¿hay algún responsable municipal o subcontratado dimitido o cesado por tan nefasta noticia, y sobre todo, por tan pésima gestión? Foto: Imagen habitual de nuestro municipio.
Por cierto, ¿hay algún responsable municipal o subcontratado dimitido o cesado por tan nefasta noticia, y sobre todo, por tan pésima gestión? Foto: Imagen habitual de nuestro municipio.
Personajes imaginarios: El "tío Pepe"
Desvelado, finalmente, el secreto del “tío Pepe”. A ver si adivinan el acertijo sin necesidad de leer hasta el final…
Hace veinte años, cuando nuestros hijos eran pequeños, en nuestra casa alquilada de Mil Palmeras habitaba un duende amistoso que nos preservaba de miedos y de robos. Nuestros vecinos nos oían frases como éstas: “Este año también hemos traído al tío Pepe”, “subid a jugar o a aprender con el tío Pepe”, “dejamos en casa al tío Pepe”,…
Sólo nuestros amigos conocían y habían visto y tratado con “nuestro tío Pepe”, que dormía en la habitación principal y que cada año era diferente, aunque muy parecido. Poco a poco, el “tío Pepe” se hizo más pequeño, y desde hace algunos veranos traemos no uno, sino varios “tíos Pepe”. Sigue siendo nuestra jerga habitual, aunque cada vez menos necesaria porque en muchas de las casas colindantes también habitan otros “tíos Pepe”.
El “tío Pepe” desde hace nueve años no sería nada si no se conectase a Internet, porque el “tío Pepe” es un ordenador, más y más portátil, en nuestra particular denominación familiar.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/tiopepe.DOC
Hace veinte años, cuando nuestros hijos eran pequeños, en nuestra casa alquilada de Mil Palmeras habitaba un duende amistoso que nos preservaba de miedos y de robos. Nuestros vecinos nos oían frases como éstas: “Este año también hemos traído al tío Pepe”, “subid a jugar o a aprender con el tío Pepe”, “dejamos en casa al tío Pepe”,…
Sólo nuestros amigos conocían y habían visto y tratado con “nuestro tío Pepe”, que dormía en la habitación principal y que cada año era diferente, aunque muy parecido. Poco a poco, el “tío Pepe” se hizo más pequeño, y desde hace algunos veranos traemos no uno, sino varios “tíos Pepe”. Sigue siendo nuestra jerga habitual, aunque cada vez menos necesaria porque en muchas de las casas colindantes también habitan otros “tíos Pepe”.
El “tío Pepe” desde hace nueve años no sería nada si no se conectase a Internet, porque el “tío Pepe” es un ordenador, más y más portátil, en nuestra particular denominación familiar.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/tiopepe.DOC
Una foto diaria... en vacaciones
Objetivo: Que las fotos hablen por sí mismas... 24-7-2007:
Mil Palmeras (Pilar de la Horadada, Alicante) FOTO SIGUIENTE...
Mil Palmeras (Pilar de la Horadada, Alicante) FOTO SIGUIENTE...
Veraneando en Alicante desde 1988 (y 5): Desde 2000...
Riomar, en imagen creada por un generador de mosaicos (no hacer clic encima, porque se ampliaría muuuuuucho). Mil Palmeras. Pilar de la Horadada.
Sorpresas en el mercadillo de Mil Palmeras
Un día lluvioso, de ésos de felicidad tranquila, un paseo con Carmen al mercadillo a comprar fruta. Allí nos encontramos con tres regalos inesperados: un Maybach (el mejor coche del mundo), propiedad de un entrañable personaje del que hablaremos pronto, Justo Quesada Samper a quien le pedimos su libro; una escuadrilla de reactores en formación estruendosa que deja una estela; y -lo mejor- un rato de sol brillante y primaveral. Más fotos y un vídeo.
¡Agua va!
Urge una nueva cultura ciudadana del agua, solidaria y sostenible, que evite el drama de una desertificación inminente.
Éste es nuestro 19º verano en el municipio más meridional de Alicante junto a la provincia de Murcia, en el centro de la costa de la cuenca del río Segura. Mil Palmeras es una zona de playa que nos encantó a toda la familia, a nuestros hijos desde que tienen uso de razón, y aquí encontramos amigos de todo el mundo.
El paisaje y el paisanaje son excelentes y la única preocupación puede ser la falta de agua, que tanto se pregona por aquí. “Agua para todos” es un lema omnipresente, pero… ello contrasta con el uso cívico que vemos hacer a muchos de nuestros convecinos. Aquí se despilfarra el agua por parte de turistas y, lo que es más lamentable, de muchísimo paisanos.
Aparece como noticia destacada que los embalses del trasvase Tajo-Segura rozan el nivel de emergencia, y que más de dos millones de personas en 71 municipios de Alicante y Murcia verán comprometido el suministro de agua para beber en el próximo octubre. Mientras esto leemos, a nuestro alrededor se emplea profusamente el chorro de la manguera como escoba en patios y terrazas, y el agua que lleva sin presión a nuestros grifos se desperdicia irreflexivamente. Igualmente se prodigan prácticas despilfarradoras como regar a mediodía, con temperaturas de 35º.
A quienes venimos de climas húmedos siempre nos sorprendió esta contradicción, y frecuentemente lo comentan amigos del Cantábrico que visitan esta zona mediterránea por primera vez. Somos más los del norte que los del sur quienes barremos con escoba y pasamos la fregona con un solo cubo de agua (y un poco de vinagre) para dejar los pavimentos limpios y brillantes, y regamos por goteo de quince minutos en la madrugada.
Basta de política barata de atribuir a terceros lo que puede ser corregido o paliado desde nuestros hábitos más elementales. Urge una mejor y más universal educación ambiental en el uso público y privado del agua. Antes de que sea demasiado tarde. La situación es muy grave y puede empeorar.
Mikel Agirregabiria Agirre
Pilar de la Horadada (Alicante)
blog.agirregabiria.net
Éste es nuestro 19º verano en el municipio más meridional de Alicante junto a la provincia de Murcia, en el centro de la costa de la cuenca del río Segura. Mil Palmeras es una zona de playa que nos encantó a toda la familia, a nuestros hijos desde que tienen uso de razón, y aquí encontramos amigos de todo el mundo.
El paisaje y el paisanaje son excelentes y la única preocupación puede ser la falta de agua, que tanto se pregona por aquí. “Agua para todos” es un lema omnipresente, pero… ello contrasta con el uso cívico que vemos hacer a muchos de nuestros convecinos. Aquí se despilfarra el agua por parte de turistas y, lo que es más lamentable, de muchísimo paisanos.
Aparece como noticia destacada que los embalses del trasvase Tajo-Segura rozan el nivel de emergencia, y que más de dos millones de personas en 71 municipios de Alicante y Murcia verán comprometido el suministro de agua para beber en el próximo octubre. Mientras esto leemos, a nuestro alrededor se emplea profusamente el chorro de la manguera como escoba en patios y terrazas, y el agua que lleva sin presión a nuestros grifos se desperdicia irreflexivamente. Igualmente se prodigan prácticas despilfarradoras como regar a mediodía, con temperaturas de 35º.
A quienes venimos de climas húmedos siempre nos sorprendió esta contradicción, y frecuentemente lo comentan amigos del Cantábrico que visitan esta zona mediterránea por primera vez. Somos más los del norte que los del sur quienes barremos con escoba y pasamos la fregona con un solo cubo de agua (y un poco de vinagre) para dejar los pavimentos limpios y brillantes, y regamos por goteo de quince minutos en la madrugada.
Basta de política barata de atribuir a terceros lo que puede ser corregido o paliado desde nuestros hábitos más elementales. Urge una mejor y más universal educación ambiental en el uso público y privado del agua. Antes de que sea demasiado tarde. La situación es muy grave y puede empeorar.
Mikel Agirregabiria Agirre
Pilar de la Horadada (Alicante)
blog.agirregabiria.net
Chiringuitos carpetovetónicos
Un apunte sobre el retraso tecnológico: el todopoderoso monopolio de Telefónica que elude la más mínima forma de competencia con el beneplácito administrativo.
Un sitio de veraneo alcanza la categoría de semicivilizado cuando se instala la segunda peluquería de señoras, a menos de 3 kilómetros a la redonda. Eso ha sucedido en Mil Palmeras (Pilar de la Horadada, Alicante) tras 18 años de expansión sostenida. Ese leve vestigio de competencia dignifica toda la actividad turística y comercial en una zona con millares habitantes de hecho durante los meses estivales. Resulta encomiable el afán de unas jóvenes que arriesgan su capital en alquilar un local céntrico para satisfacer una demanda existente, pero desatendida.
El dinamismo de una microempresa que entra a competir con su rival establecida es el contraejemplo del mercado de las telecomunicaciones en manos de un monopolio absoluto en lo que se refiere a la línea básica de telefonía. Aquí podemos elegir la peluquería, pero Telefónica abusa de su exclusividad. Tratar de conectarse a Internet exige pasar bajo las horcas caudinas del exclusivista. Telefónica exige pagar todo el año el teléfono fijo a menos que sea también suya tu línea habitual, ésa que finalmente lograste redimir. Además factura por motivos inauditos, tal como el número de conectores internos de los que dispongas. Algo así como si el proveedor de agua, además de por la toma y el consumo, gravase el número de grifos disponibles, información que dispone Telefónica sólo porque ya cobró los enchufes en una primera instalación. Un ejemplo real: tras acudir a una “oferta” de alta y cuotas gratis en marzo, al llegar en julio la línea estaba cortada porque se debía 150 € de gastos de conexión.
Dado que es inútil discutir con un monopolio que campa sin control político, sólo cabe pagar sin rechistar en su único banco (Banesto), el único que permite que tengas línea antes de que se acabe el veraneo, por los generosos plazos que se autoatribuyen: una semana para revisar la reclamación (que no han contestado tras 20 días), otra para darse aviso a sus técnicos,…
Luego viene la batalla del proveedor de Internet. Me quedaba probar con Ya.com en el oligopolio levemente liberalizado. Con un mes de antelación solicito el router wifi y la máxima velocidad posible sin compromiso de permanencia. Total, un ADSL a 512 Kb. Dichosamente el router lo entrega un mensajero con sólo 3 llamadas a móvil, algún despiste y una semana de retraso sobre el mes de plazo. Pero la central, es decir Telefónica, no lo ha conectado. Al final, en 3 días adicionales lo acopla y, por dos felices días, navego a 420 Kb. Luego, coincidiendo con una tormenta la velocidad baja a 80 Kb., e inmediatamente a 50 Kb. Menos de la décima parte de lo contratado, pero la factura de 72 € por un mes no se ve rebajada en esa proporción. Las llamadas al centro de asistencia no surten ningún efecto, que si son las líneas de Telefónica, que si mida la velocidad y llámenos mañana,...
Sólo queda para perder los nervios escuchar la próxima regañina por el retraso tecnológico que el Gobierno de turno dirija a… la ciudadanía. Ahora trataré de enviar esta carta por e-mail, pero si se resiste esta línea tercermundista, a velocidad de módem, creo que iré a cortarme el pelo en alguno de los establecimientos que sí se ven obligados a competir. Ojalá Telefónica recordase lo que le pasó a SEAT, tras décadas de imponer su yugo. Muchos usuarios sólo esperamos cualquier alternativa que nos independice del último monopolio que se carcajea no ya del gobierno español, sino de las más elementales normas europeas de libre mercado.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/timofonica.htm
Un sitio de veraneo alcanza la categoría de semicivilizado cuando se instala la segunda peluquería de señoras, a menos de 3 kilómetros a la redonda. Eso ha sucedido en Mil Palmeras (Pilar de la Horadada, Alicante) tras 18 años de expansión sostenida. Ese leve vestigio de competencia dignifica toda la actividad turística y comercial en una zona con millares habitantes de hecho durante los meses estivales. Resulta encomiable el afán de unas jóvenes que arriesgan su capital en alquilar un local céntrico para satisfacer una demanda existente, pero desatendida.
El dinamismo de una microempresa que entra a competir con su rival establecida es el contraejemplo del mercado de las telecomunicaciones en manos de un monopolio absoluto en lo que se refiere a la línea básica de telefonía. Aquí podemos elegir la peluquería, pero Telefónica abusa de su exclusividad. Tratar de conectarse a Internet exige pasar bajo las horcas caudinas del exclusivista. Telefónica exige pagar todo el año el teléfono fijo a menos que sea también suya tu línea habitual, ésa que finalmente lograste redimir. Además factura por motivos inauditos, tal como el número de conectores internos de los que dispongas. Algo así como si el proveedor de agua, además de por la toma y el consumo, gravase el número de grifos disponibles, información que dispone Telefónica sólo porque ya cobró los enchufes en una primera instalación. Un ejemplo real: tras acudir a una “oferta” de alta y cuotas gratis en marzo, al llegar en julio la línea estaba cortada porque se debía 150 € de gastos de conexión.
Dado que es inútil discutir con un monopolio que campa sin control político, sólo cabe pagar sin rechistar en su único banco (Banesto), el único que permite que tengas línea antes de que se acabe el veraneo, por los generosos plazos que se autoatribuyen: una semana para revisar la reclamación (que no han contestado tras 20 días), otra para darse aviso a sus técnicos,…
Luego viene la batalla del proveedor de Internet. Me quedaba probar con Ya.com en el oligopolio levemente liberalizado. Con un mes de antelación solicito el router wifi y la máxima velocidad posible sin compromiso de permanencia. Total, un ADSL a 512 Kb. Dichosamente el router lo entrega un mensajero con sólo 3 llamadas a móvil, algún despiste y una semana de retraso sobre el mes de plazo. Pero la central, es decir Telefónica, no lo ha conectado. Al final, en 3 días adicionales lo acopla y, por dos felices días, navego a 420 Kb. Luego, coincidiendo con una tormenta la velocidad baja a 80 Kb., e inmediatamente a 50 Kb. Menos de la décima parte de lo contratado, pero la factura de 72 € por un mes no se ve rebajada en esa proporción. Las llamadas al centro de asistencia no surten ningún efecto, que si son las líneas de Telefónica, que si mida la velocidad y llámenos mañana,...
Sólo queda para perder los nervios escuchar la próxima regañina por el retraso tecnológico que el Gobierno de turno dirija a… la ciudadanía. Ahora trataré de enviar esta carta por e-mail, pero si se resiste esta línea tercermundista, a velocidad de módem, creo que iré a cortarme el pelo en alguno de los establecimientos que sí se ven obligados a competir. Ojalá Telefónica recordase lo que le pasó a SEAT, tras décadas de imponer su yugo. Muchos usuarios sólo esperamos cualquier alternativa que nos independice del último monopolio que se carcajea no ya del gobierno español, sino de las más elementales normas europeas de libre mercado.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/timofonica.htm
Vuelvo a oír voces
Agosto es un suspiro que nos recuerda los años felices.
Siempre creí escuchar voces jugando de niño con mi "fuerte" de indios y vaqueros. Incluso mi hijo pequeño heredó esta cualidad. Cuando tenía diez años se quedó un día sin ir al colegio por enfermedad. Un poco avergonzado, rebuscó en el fondo del armario y rescató su juguete preferido: una isla del tesoro con piratas de plástico. Pronto los recogió nuevamente: "Ya no me contestan…", explicó.
Ahora, gracias a algunos munícipes de Pilar de la Horadada, toda la familia vuelve a oír voces. De día, en la siesta y de madrugada. Veraneamos en este bella localidad desde que nació por segregación de Orihuela hace 18 años y simultáneamente con nuestro hijo menor. Nos encanta su clima, sus playas y sus gentes de todo el mundo, incluso a pesar del trato que nos dispensa la alcaldía en las zonas turísticas.
Recientemente el ayuntamiento nos ha recordado que las aceras de nuestra urbanización son públicas. Las construimos y las pagamos nosotros, como las calzadas, las reparamos y las barremos desde la comunidad de vecinos, no conocemos ningún sistema humano ni mecánico de limpieza municipal y cada agosto nos manifestamos ante el Ayuntamiento recordando que Mil Palmeras también existe. El único "servicio prestado" ha sido permitir teléfonos públicos pegados a las casas, con "voces intempestivas" y sin privacidad ni para residentes ni para hablantes, eludiendo elegir ubicaciones céntricas pero alejadas de cualquier vivienda.
Es un lamentable secreto a voces cómo interpretan algunos el "ser… vicio público". Su interés meramente recaudatorio en las áreas de segunda residencia o residencia de extranjeros, denota un abuso flagrante hacia quienes ni pueden responder electoralmente, ni desean perder sus vacaciones en protestas inútiles... El técnico que lo autorizó señala que no fue él, sino otro que está fuera… El concejal de turno o no ha llegado o ya ha salido. Sí ha recibido el mensaje y les llamará… pero nunca está entre las voces que oímos.
Persistentes consecuencias
"En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias". |
Robert Ingersoll. |
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