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Paremos la contrarreforma educativa

Urge una moratoria contra el desarrollo de la LOCE.

Mikel Agirregabiria Agirre / Pedro Pablo Arrinda Miembros de la Asociación de Profesorado www.Irakasten.org

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española delimita la palabra REFORMA como "lo que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en alguna cosa". Por ello, Ley Orgánica de Calidad Educativa (LOCE) siendo justamente la antítesis de la definición, fue exactamente una Contrarreforma, dirigida tanto a desandar los aspectos más progresistas de la LOGSE como a imponer un sistema educativo uniforme, negando las peculiaridades socio-lingüísticas y los avances educativos de sistemas escolares líderes, como el vasco. Por ello, la LOCE fue rechazada de plano por la Comunidad Educativa en Euskadi, impugnada por las autonomías del Estado y sólo pudo aprobarse en las Cortes por imposición de la mayoría absoluta del PP.

La LOCE siguió un procedimiento de urgencia regido la falta de debate entre los diferentes estamentos y agentes educativos, siendo justamente un contraejemplo de lo que debe ser todo progreso en materia educativa, que inevitablemente origina profundas transformaciones y efectos en múltiples áreas sociales, culturales y laborales. Siempre fue una premisa, hasta la etapa de Pilar del Castillo, el previo consenso político mediante el diálogo entre las partes y el respeto exquisito a las competencias plenas que en materia educativa concede, incluso, la Constitución.

Justamente cuando el reconocimiento universal a la “educación en valores éticos” es obligado baluarte de toda educación contemporánea del siglo XXI, el procedimiento seguido por el gobierno del PP para efectuar su contrarreforma -sin contar con ningún grupo de la oposición- atentó contra las bases mínimas de tolerancia que cabe esperar entre educadores. El diálogo brilló por su ausencia, lo que no redundó justamente en beneficio de la “calidad”. Difícilmente la comunidad escolar de profesorado, alumnado, familias y administración aprenderá a compartir derechos y responsabilidades, si el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte impone sus ordenanzas por el artículo 33 del “ordeno y mando”, más propio de épocas pretéritas.

El Gobierno Vasco fue el muy crítico con la tramitación de la LOCE, por el agresivo recorte que suponía la violación de la capacidad de decisión que otorga el vigente Estatuto de Gernika. Con esta Ley Orgánica se pretendió vulnerar y vaciar de un plumazo todo el contenido educativo del Estatuto, no sólo incumpliendo la transferencia de las competencias que restan aún por traspasar, sino anulando la capacidad legislativa exclusiva reconocida y aplicada desde 1979.

La Calidad Educativa se expresa en complejos términos cualitativos y cuantitativos, donde no valen pretextos simples como la reducción estadística del fracaso escolar, que no se resuelve por decreto y que -por cierto- difiere en mayor grado entre Euskadi y algunas regiones españolas, que entre los Estados más avanzados respecto a nuestra realidad educativa propia. La deseada armonización europea está siendo justamente muy respetuosa con los distintos escenarios educativos para progresar desde sus diferentes posiciones sin uniformismos innecesarios.

Para finalizar, quisiéramos reseñar que existen dos principios básicos para una educación de excelencia: la autonomía hasta la escala de centro y el consenso de todos los agentes socioeducativos implicados en la tarea de aprender conjuntamente. Dado que el PP omitió ambas piedras angulares de todo sistema educativo de calidad, nos sumamos a la petición de suspensión o moratoria de todos los decretos derivados de la LOCE.

LOE: La Olvidada Educación

Un eclipsado debate tras 8 Leyes Orgánicas educativas aprobadas en 25 años. Demasiadas reformas para seguir distanciados de la Europa más avanzada.

La educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida, que afecta intensivamente a los más jóvenes, en un inigualable esfuerzo colectivo donde participan familias, profesorado, alumnado y el conjunto de la sociedad. Todo ello requiere un marco político y administrativo consensuado, con vocación de larga permanencia en el tiempo para garantizar el máximo aprovechamiento de tan ingentes recursos humanos y materiales.

La educación es responsabilidad de la familia, que delega en la enseñanza parte de sus funciones. La formación se estratifica en etapas, desde la educación infantil hasta la formación profesional o la universidad, y en planos de actuación abarcando desde el autoaprendizaje, el aula, el centro, la red o el sistema global. En el Estado español, con las competencias educativas transferidas a las Comunidades Autónomas, una nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) ha despertado un doble debate, interno entre docentes y público donde se enfrentan algunas visiones opuestas (asignatura de religión, concertación de centros privados,…).

El proyecto de LOE presentado por el Ministerio de Educación y Ciencia para su tramitación en el Congreso ha sido calificado de muchas formas, según la perspectiva de los analistas. Puede definirse como un texto reducido, no excesivamente pormenorizado ni intervencionista, que busca soslayar los mayores escollos con los sectores más influyentes sin negar su inspiración “socialista”. Quizá la LOE sea una concreción del “talante Zapatero”, que -con paradojas y contradicciones- busca la máxima mayoría parlamentaria.

Repasemos algunas inconsistencias. En la exposición de motivos, declara que las evaluaciones internacionales recientes, como PISA (trianual) y TIMMS (cuatrianual), ponen de manifiesto que es posible combinar calidad educativa con equidad en su acceso, pero la LOE ni propone mecanismos urgentes de mejora (que obligarían a una mayor inversión), ni menciona las “devastadoras conclusiones del Informe Pisa” que denuncia el Consejo de Estado de Educación, máximo órgano consultivo que en su preceptivo dictamen proclama: “Parece como si el anteproyecto tratara sólo de modernizar el sistema educativo y no de corregir tendencias a la baja calidad que son de dominio público y preocupan a la sociedad…”.

Entre las incoherencias, sobresalen algunas. Propone el carácter “complementario” de las redes escolares pública y concertada, porque reconocer la “subsidiariedad” sería impresentable en nuestra realidad educativa continental, aunque luego en el articulado separe tajantemente entre centros públicos y centros sostenidos con “fondos públicos” (que incluiría a los privados concertados). Igualmente se pregona la autonomía de los centros docentes, pero no se facilitan instrumentos para ello en la escuela pública. Presume como gran novedad un área de “educación para la ciudadanía”, sin que se sepa quién impartirá tan difuso y discutible contenido.

En su última redacción ha incorporado el “esfuerzo individual de los alumnos”, como uno de los principios de la educación y como uno de sus fines “el mérito y el esfuerzo personal”. Este eslogan de la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) era uno de los aspectos más rescatables de la ley del PP, y aunque el PSOE se negaba a destacar su presencia, al final la obviedad se ha impuesto. Afortunadamente en la disposición final primera se pregona que el primer deber básico de los alumnos es… estudiar (lo que lamentablemente parece pertinente por un inexplicable olvido muy extendido).

El porcentaje de contenidos básicos de las enseñanzas básicas, 55% en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y 65% para las restantes, ha sido otro punto de polémica política artificial en prensa. Los educadores sabemos que la realidad escolar del siglo XXI exige un núcleo planetario absolutamente común (no en el Estado, ni en Europa siquiera), que es lo que se mide en las evaluaciones internacionales (matemáticas, ciencias, primera lengua,…). Igualmente sólo alguien ajeno a la práctica docente puede negar la indispensable adecuación curricular que desde la escala no sólo autonómica, sino de centro, de profesorado, de aula y de cada miembro del alumnado ha de programarse.

Otra espinosa controversia se centra en la enseñanza de la religión. La disposición adicional segunda comienza desacertadamente: “La enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede,…”. Pareciera que la enseñanza religiosa no fuese una frecuente demanda familiar, de un alto porcentaje de madres y padres que la consideran esencial. Su deseo legítimo, al igual que el de quienes prefieren que sus hijos e hijas no reciban enseñanza confesional alguna, debe ser garantizado, al igual que los derechos de los docentes de estas materias. La opción más aceptable sería una materia de oferta obligatoria en todos los centros en sus versiones confesional (de todas las iglesias con representación significativa) y no confesional, para la aceptación voluntaria por parte de las familias. Debiera ser evaluada didácticamente para su notificación familiar, aunque no computable a ningún efecto académico (becas, promoción,…). El apartado 3º, que otorga a la entidad religiosa la condición de empleador y establece el pago delegado, no parece satisfacer ni al profesorado implicado, ni a las jerarquías eclesiásticas, por lo que parece inviable semejante variación unilateral de empleador cuando ni el receptor ni los trasferidos lo asumen. También sería de justicia la equiparación académica y salarial de este colectivo que reúne a más de 17.000 docentes en el Estado.

Entre sus cualidades, la LOE se destaca porque simplifica la proliferación de leyes educativas y de sus correspondientes reglamentos emitidos desde 1990, derogando -además de otras leyes menores- la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990), la LOPEG (Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes de 1995), y la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002). La litigada LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985), corrigiendo algunos de sus excesos, queda drásticamente reducida a una cincuentena de artículos (de sus 63 artículos iniciales), e incluso también son abolidos o reformulados muchos apartados de los artículos vigentes por la disposición final primera del anteproyecto. Desafortunadamente, el anteproyecto delira cuando, en su apartado 5º de la citada disposición, introduce un disparatado y encubierto derecho a la huelga del alumnado menor de edad, que ni respeta las responsabilidades, derechos y deberes de los padres, ni mejora la participación discente en la organización escolar. Debería suprimirse este enunciado, sin perjuicio de recoger adecuadamente el derecho de reunión en el centro escolar, respetando los horarios de actividad y los derechos de cuantos constituyen la comunidad educativa, previa comunicación a la dirección o de acuerdo con ella.

Las preconizadas “evaluaciones de diagnóstico”, al finalizar el segundo ciclo de Primaria (10 años) y al concluir el segundo curso de la Secundaria obligatoria (14 años), pueden ser reconocidas como puntos positivos por su carácter formativo y orientador, sin la estricta connotación de reválida (que la LOCE promulgaba) y que al medir currículos (y no competencias) podría condicionar y uniformar excesivamente la necesaria autonomía docente para atender a la diversidad discente. De este modo, queda una medición objetiva de la Primaria, antes de su tercer ciclo, y otra graduación en la crítica edad intermedia de la ESO, cuando en 3º parece que muchos de nuestros estudiantes encuentran súbitamente todos los obstáculos en lo que parecía un generalizado progreso modélico. Más dudosa es la supresión de la PGB (Prueba General de Bachillerato), prevista en la LOCE y común en toda la Unión Europea (salvo en Grecia y Portugal).

El retardo de los itinerarios hasta 4º de la ESO es oportuno y paneuropeo, cuando aparecen tres materias de modalidad y algunas optativas, retrasando el prematuro adelanto de la LOCE. Igualmente resulta conveniente la suavización en el número de asignaturas no superadas para promocionar de curso, porque nuestro retardo medio no mejora ni la calidad ni la equidad, y porque son más efectivas las medidas de refuerzo dirigidas hacia la superación final. El clamor contra la “promoción automática” ni es exacta, ni se corresponde con la reglamentación de los países de referencia educativa.

El reagrupamiento en tres bachilleratos de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, y Artes es acertado. La fusión en el primero de ellos de los antiguos Bachilleratos de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud junto al de Tecnología era necesaria, y debería servir para incrementar el flujo hacia esta modalidad. Únicamente entre las materias comunes del Bachillerato, previstas en el artículo 34, debería incorporarse el metalenguaje omnipresente de una “Matemática Aplicada”.

Las insuficiencias de la LOE son variadas. El avance que supone la declaración de carácter educativo de los dos ciclos de Educación Infantil (superando el anacrónico nombre de Preescolar que reitera el PP), queda desdibujado por no abordar este período en tres ciclos bianuales (como todo el resto de la educación hasta el diseñado en el Espacio Europeo de Educación Superior). La espuria razón para este lastre es la inercia anterior y la insuficiente financiación dedicada a esta etapa, que da lugar a discrepancias totales entre Administraciones Educativas donde se retarda Andalucía (única con tasas de escolarización menor del 90% de la población de 3 años), mientras el País Vasco supera el 90% incluso de la infancia de 2 años. La gratuidad promulgada por la LOE del segundo ciclo de Infantil (3-6 años) es una mejora sólo para las Comunidades más retrasadas, mientras que las demandas sociales en edades más precoces ya se desbordan en las Comunidades mejor financiadas. En esta etapa, la subsidiariedad de la concertada se manifiesta en el artículo 15, en donde se garantizan una oferta suficiente en los centros públicos (además sólo con un incremento progresivo desde la situación actual), mientras que apenas se esboza que “podrán establecerse conciertos con centros privados”.

Son meramente declarativas y sin previsiones las apuestas por la mejora de los idiomas (foráneos y oficiales), que la LOE sigue sin apoyar más decididamente, o el aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, donde nuestro retraso pedagógico comparado es deprimente. Igualmente las bibliotecas escolares quedan simplemente citadas y no incentivadas.

La participación de las familias podría acrecentarse asegurando, en función de la edad del alumnado, porcentajes no inferiores a un tercio de padres adicionalmente a un sexto de alumnos, en el artículo 126 sobre la composición del Consejo Escolar, para mostrar quiénes son los destinatarios que justifican todo el servicio educativo.

Respecto a la equidad escolar, el creciente alumnado (propio y extranjero) con necesidad específica de apoyo educativo por origen o minusvalía (sensorial, síquica o motora), e incluso el de altas capacidades intelectuales, sigue en la ambigüedad o en la inseguridad al asegurarse que las dotaciones para centros públicos y concertados serán las mismas (artículo 72), mientras que simultánea y posteriormente en el artículo 112, de medios materiales y humanos, se distinga sutilmente entre sus apartados primero y siguientes. Inicialmente se menciona expresamente a los “centros públicos” como aquéllos que deben ser dotados por las Administraciones Educativas, mientras en los restantes párrafos sean los “centros” genéricos los que atiendan a alumnado de educación especial,… Este artículo debiera incorporar el detalle de referirse en todo momento a los “centros sostenidos con fondos públicos”.

Preocupante resulta el matiz establecido en el artículo 84, relativo a la admisión de alumnos, donde se cita que “las Administraciones educativas realizarán una programación adecuada de los puestos escolares gratuitos que garantice el derecho a la educación”, pero sin mencionar la libertad de elección que corresponde a las familias. En ese mismo artículo, falta la inclusión de un criterio que facilite la continuidad pedagógica en un mismo centro, tanto en el caso de titularidad pública como no pública. En el artículo 88, sobre garantías de gratuidad, sigue sin aparecer el coste de los servicios complementarios de transporte y comedor, que debieran recibir un tratamiento similar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.

Tampoco se acomete en esta oportunidad un refuerzo de la formación inicial del profesorado de enseñanza infantil, primaria y secundaria. La convergencia de las condiciones laborales, profesionales y económicas del profesorado y del personal no docente, tanto de centros públicos como concertados, queda en el limbo de los deseos, con una confusa cita en el apartado 117.4 donde turbiamente se sugiere “posibilitar la equiparación gradual de la remuneración (del profesorado concertado) con la del profesorado estatal (sic)”. Como si no existiesen diferencias salariales, incluso entre funcionarios docentes (respecto al “profesorado estatal”, sólo el redactor sabrá a qué se refiere en niveles no universitarios). Por último, en el capítulo del profesorado, la disposición transitoria segunda podría extenderse más allá del 4-10-2010 el régimen de jubilación voluntaria de los mayores de 60 años, a fin de rejuvenecer las plantillas docentes.

Lo peor es el mantenimiento de un sistema educativo basado en la oferta, y no en la demanda familiar (artículo 109. 2). La misma consideración de la educación como “servicio público”, quedaría mejor expresada como “servicio esencial” o de “interés general”, con independencia de la titularidad pública o concertada del centro elegido por los progenitores (situación a la que más se acerca en el Estado la Comunidad Autónoma Vasca, por tradición y financiación). El progreso hacia un sistema cooperativo, prestado por centros públicos y otros de iniciativa social, se entorpece cuando se desiguala por titularidad, como en el artículo 122.3 donde se concede que sólo los centros públicos podrán obtener recursos complementarios. Esto es apropiado y novedoso, pero debiera abrirse en las mismas condiciones a todos los centros “sostenidos con fondos públicos”.

Resulta aberrante el apartado 3 del artículo 109: “En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán (sic) las exigencias derivadas de la consideración de la educación como servicio público, con los derechos individuales de alumnos, padres y tutores. Asimismo, conciliarán (sic) la libertad de elección de centro con el principio de equidad, atendiendo a las limitaciones materiales derivadas de la capacidad de los centros y de las consignaciones presupuestarias existentes y al principio de economía y eficiencia en el uso de los recursos públicos (sic)”. Discrepamos profundamente de que la economía impida derechos fundamentales, o que éstos queden restringidos por inciertas razones de supuesta eficiencia. Nefastamente, en la redacción actual el Estado parece erigirse como único titular originario del derecho a la educación, quedando las familias y los centros educativos reducidos a concesionarios de tal derecho. A todos nos conviene que los padres defendamos nuestro derecho a escoger el tipo de educación que preferimos, incluida la formación moral y religiosa que responda a nuestras convicciones.

Nadie discute la necesidad de una reforma educativa, cuando los datos negativos se acumulan en informes internacionales o en comparativas de fracaso escolar. El optimismo para que podamos competir con los mejores debe partir del máximo realismo sobre nuestra posición de partida, así como de un amplio y comprometido enfoque comunitario. Una Pedagogía del Éxito entraña que las familias y los educadores mantengan expectativas positivas sobre las capacidades de sus hijos y alumnos, para afrontan motivada y conjuntamente tan decisiva tarea, solventando los problemas crónicos con ilusión y apoyo social.

Concluyendo: Conviven en el Estado sistemas educativos muy diferenciados que la LOE debiera impulsar y desarrollar mirando hacia lo mejor de Europa, nunca uniformar por abajo. En general, nuestras posiciones educativas son mediocres o insuficientes respecto a la Unión Europea, y entre los países de la OCDE. No es algo de extrañar, dado que socio-culturalmente, económicamente y en esfuerzo educativo (interés familiar y porcentaje del PIB) no destacamos especialmente hasta la fecha.

Sólo cuando la ciudadanía presiona electoralmente, los poderes públicos y los dirigentes políticos otorgan la merecida atención, prioridad y recursos a la educación, a la universidad y a la investigación. Es el tiempo de los hechos. Rige un lema magistral: 'Si alguien cree que la educación es cara, que pruebe con la ignorancia'. Nuestro futuro individual y colectivo, a corto, medio y largo plazo, depende básicamente de nuestra apuesta educativa. Ojalá el debate sobre la LOE nos permitiese advertir la trascendencia de lo que está en juego.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/loe.htm

Modelos lingüísticos en la educación vasca

Una reflexión ante el compromiso asumido por el Parlamento vasco para que el Gobierno estudie, junto con todos los agentes de la comunidad escolar, una reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza antes de febrero de 2007. Este debate debiera basarse en criterios socioeducativos más que en prejuicios ideológicos o políticos.

Situación actual.

- La "Ley Básica de Normalización del Uso del Euskara" del 24-11-1982 establecía en su artículo 17 que “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria,…”. Todo ello con independencia del modelo A, B ó D elegido libremente por las familias. Este mandato institucional se mantiene incumplido 23 años después, si bien es de reconocer que ha sido la Educación, la comunidad escolar, las familias, el profesorado y el alumnado quienes más se han esforzado por su consecución,… aún no alcanzada plenamente.

Lo positivo, lo dudoso, lo negativo y lo ausente de la LOMCE

El Anteproyecto de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) ha desatado un gran revuelo, muchas críticas y escasos apoyos (pero demasiados de ellos desde intereses sectarios) y, quizá, muy poco debate riguroso.

Desearíamos recoger opiniones y contribuir al análisis de una Ley que puede marcar el futuro de la educación, con toda la trascendencia que ello comporta.

En estos días podríamos recibir (en los comentarios, por mail,...) ideas, posts y referencias sobre la LOMCE en cuatro apartados, que posteriormente resumiríamos en sendas entradas:
    1. Lo positivo de la LOMCE. Porque nadie (ni siquiera el equipo de José Ignacio Wert) es capaz de presentar una propuesta sin elementos parciales dignos de ser suscritos. Por ejemplo, la primera frase de la exposición de motivos: "Los alumnos son el centro y la razón de ser de la educación. El aprendizaje en la escuela debe ir dirigido a formar personas autónomas, criticas, con pensamiento propio. Todos los alumnos tienen un sueño, todas las personas jóvenes tienen talento. Nuestras personas y sus talentos son lo más valioso...".
    2. Lo dudoso de la LOMCE. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) se ha propuesto algo imposible, antes y ahora, como es hacer un mismo traje que vista por igual a sistemas educativos tan diferentes como los del País Vasco o Ceuta. Hay sugerencias que posiblemente sean perfectamente acertadas para Extremadura, por sus datos educativos, y que carezcan de sentido en Cataluña, o viceversa. Probablemente este apartado será amplio.
    3. Lo negativo de la LOMCE. Aparte de todo aquello que desde diversas perspectivas sea rechazable, quizá existen contradicciones que dan inconsistencia al Anteproyecto. Uno de los más obvios es que, apostando por la autonomía de los centros públicos (medida con muchos adeptos), se niegue o reste capacidad de decisión a las propias Comunidades Autónomas con situaciones educativas tan diferenciadas como que casi llegan a cuadruplicar el mal denominado "fracaso escolar".
    4. Lo que no cita la LOMCE. Aunque lo recomendable para una Ley Orgánica suele ser no detallar ni abundar en aspectos concretos de lo tratado, sin embargo casi siempre conviene sugerir conceptos de tendencias a considerar para su aplicación en su desarrollo legislativo, o en la realidad de las aulas. En el texto facilitado probablemente haya quienes quisieran ver mencionadas (aunque sea de pasada) algunas proyecciones que marcarán la educación de calidad y equidad que necesitamos con urgencia.
      Quedamos a la espera de vuestras aportaciones.
      Abajo hemos adjuntado el último de los borradores disponibles. 
      Conversación en Twitter: #LOMCE.
      Otros posts con Ideas para la Educación, 100i4e.

      Global Education Forum... (fue emitido por streaming)

      Todo en www.globaleducationforum.org.
      En Twitter etiquetado como #GEF10.
      Vídeos previos a la convocatoria.

      Algunas frases escuchadas (no literalmente, de Ícaro Moyano, Bernardo Hernández,... y sobre todo, de la conversación generada y los retuits en #GEF10):

      "Nuestro sistema educativo no fue diseñado para educar al alumnado de hoy"; "el cambio en la educación va a venir reinventando lo que ahora hacemos y forzando las tecnologías al máximo"; "Hemos de formar para empleos (y quizá empresas) que no existen aún"; "Las redes sociales no han enseñado que lo importante, en educación también, NO es informar, sino contestar"; "la educación es un viaje, no un destino"; "la escuela del siglo XXI es un lugar de aprender, no de enseñar";"las redes sociales deben ser un complemento de las clases"; "se consiente un fracaso escolar del 30%, algo que no se toleraría en ningún otro sector";"el protagonista en la red es el alumno, y son ellos los que autorizan al profe a compartir su espacio"; entrar en el colegio es como atravesar un túnel del tiempo y ahora ya es un problema para la formación"; "el obstáculo para el cambio es la 'complacencia presupuestaria' de las autoridades educativas que creen que 'esto lo arreglo con mas dinero' y eso es un gran error"; "la evaluación debería ser realmente continua a través del uso por el alumno de las nuevas tecnologías, necesitamos un analytics educativo"; "hoy las nuevas tecnologías en las aulas son un juguete más, y es porque el profesorado no está preparado para aprovecharlas"; "No existen límites en la innovación",...

      Más citas para el cambio educativo en blogs como "Educación tecnológica",... Crónicas de Carmen González (Una tiza y tú),...
      [Actualización: El streaming del momento ha sido sustituido arriba por un vídeo previo, mientras seguimos a la espera de que publiquen las grabaciones del evento...]

      Pedagogía para la profesión docente

      En los pasados meses ha surgido un interesante debate sobre la mayor o menor presencia de la Pedagogía en la formación necesaria para adscribirse al Profesorado de Enseñanza Secundaria. La controversia se está dilucidando en ámbitos universitarios, comenzando con el Manifiesto contra la nueva regulación del acceso al profesorado de secundaria y bachillerato que surgía de la Junta de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, la mayor del Estado. Este manifiesto sobre "La profesión de profesor" denunciaba a finales de enero de 2008 que el Máster de Formación del Profesorado de Enseñanza Secundaria previsto de 60 créditos fuera de orientación y contenidos prioritariamente psicopedagógicos y didácticos, con muy escasa formación adicional en las diferentes disciplinas. Era una respuesta inmediata al Anexo a la Orden ECI/3858/2007 de 27 de diciembre de 2007 (BOE, 29-XII-2007). Este manifiesto fue suscrito por numerosas personas, mayoritariamente en el ámbito universitario, y varias Juntas de Gobierno de distintas Facultades.

      Este texto original fue rebatido por un artículo, "Facultades de Filosofía y la profesión de profesor", que se publicó en prensa el pasado 17 de noviembre, negando las tesis principales ("no es cierto que a los futuros profesores se les reste formación en su materia",...) lo que reavivó una cuestión que ha permanecido demasiado tiempo apartada del debate social. Además, los autores del segundo artículo, Rafael Feito, Antonio Bolívar y Rodrigo J. García empleaban artillería pesada del tipo: "Lo que hay detrás del manifiesto no es más que un craso corporativismo",... Concluían que el manifiesto sólo trataba de impedir "el tránsito a los grados [que supondría] perder un quinto de la carga de docencia" (de los departamentos firmantes).

      La polémica prosiguió, en una segunda vuelta completa, con un tono grueso, desde el título, con la contestación "La estafa del enseñar a enseñar", firmado por Andrés de la Oliva y otros 15 profesores de universidad o instituto el 8 de diciembre pasado. Se esgrimían argumentos como "si no se sabe cómo enseñar algo es porque no se sabe suficientemente, y la consecuencia es que hay que estudiarlo más y mejor" y con andanadas tales como "los 'expertos en educación' llevan muchos años abduciendo a las autoridades ministeriales",... En definitiva, como el manifiesto inicial se apostaba por una especie de "MIR docente", con "un periodo de prácticas seriamente concebido, tutelado, y remunerado... tras una formación no básica y generalista, sino avanzada y específica en un campo determinado de conocimiento".

      La cuarta réplica es del 15 de diciembre, con la tribuna "En defensa de la Pedagogía" firmado por José Gimero y otros nueve profesores. De nuevo, el formato era agresivo contra "las soflamas antipedagógicas, ... que atribuyen el deterioro del sistema educativo y hasta el fracaso escolar ... a lo que denominan la ‘pedagogización’ de la educación". Mejoraba la intención con alguna fina ironía ("¿Por qué en Harvard o en Moscú mantienen estudios de pedagogía? ¿Hasta ahí llega nuestra capacidad de abducción?") y hasta un asomo de autocrítica con retranca: "Es cierto que hay malos pedagogos, como debe haber malos psicólogos, economistas, filósofos y hasta algún mal profesor en bachillerato". Pero se alcanzaban ciertos acuerdos de consenso: "Hemos defendido la importancia del buen dominio de la materia para ser docente y hemos criticado el menosprecio de los contenidos para suplirlos por los procesos o por las competencias". Se desentienden del diseño del posgrado que sustituye al denostado CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica). Luego, pasan a repasar el trayecto histórico recorrido por personalidades como Platón, Kant, Dewey, Ortega, Luzuriaga, Freinet, Freire, Montessori, Piaget, Giner de los Ríos, Delors, Bourdieu, Mayor Zaragoza, Bernstein, Bruner, Marta Mata, Vigotsky e, incluso, alguno como Ferrer i Guardia fusilado por sus ideas pedagógicas. Concluyen su alegato reivindicando su papel: "En consecuencia, les sugerimos [a los 'anti-pedagogía'] que busquen a otro chivo expiatorio, pues somos sabedores de que nuestro saber [la Pedagogía] es débil, como lo es nuestro poder. Pero nos interesa".

      El cruce dialéctico no sabemos si está cerrado (posiblemente nunca deba concluirse, pero sí reconducirse por cauces más académicos y menos satíricos), pero el fondo de la cuestión sigue abierto: el acierto en el delicado equilibrio entre sabiduría (de la temática) y pedagogía (para su transmisión). Sorprende, y puede asustar a la opinión pública, que existan tantos ilustres profesores y pedagogos que aireen tan descaradamente sus diferencias, exhibiendo el actual, y quizá poco satisfactorio, "estado del arte de enseñar y de aprender".

      Desde nuestra perspectiva, creemos que se ha de superar un sistema dicotómico de profesorado, que proviene de dos orígenes muy diferentes: Diplomaturas en Magisterio de Educación Infantil y Primaria con formación disciplinar mejorable y Licenciaturas especializadas con una preparación didáctica perfectible. Urge cualificar más y mejor a ambos colectivos, compensando sus déficits previos. Se puede y debe dignificar la profesión docente con más teoría (grado y postgrado superior como formación inicial para todo el profesorado) y con más experiencia (mediante unas auténticas prácticas como en el caso sanitario) antes de asumir el reto de dirigir un aula.

      Otro requerimiento urgente y pospuesto en nuestro entorno sería ampliar y estrechar el enlace entre la formación inicial (encomendada exclusivamente a la Universidad) y la formación continua del profesorado preuniversitario, en el que participa escasamente la Universidad. Esta colaboración, permanente, a la que poco pudieron ayudar los extintos ICEs (Institutos de Ciencias de la Educación), es imprescindible para una investigación y una innovación como las que necesita y merece el conjunto de cualquier sistema educativo contemporáneo. Este mismo debate, más circunscrito a la esfera universitaria y que no ha alcanzado al profesorado de Secundaria al que se dirige, denota el alejamiento efectivo entre ambos mundos que apenas se encuentran en su quehacer diario en ocasiones puntuales como la Selectividad, de inmediata revisión programada.

      La investigación pedagógica que se dirige desde los departamentos universitarios y la innovación didáctica que se despliega desde las consejerías de educación, con sus servicios de apoyo, deben encontrarse para facilitar el enlace del profesorado, universitario o previo a la universidad. Sólo así se alcanzará una óptima mentalidad disciplinar y pedagógica de todo el profesorado, profundizando en las didácticas específicas de las distintas etapas y áreas de conocimiento, revisando éstas y aligerándolas en sus currículos a fin de alcanzar las competencias fundamentales que son lo esencial a proveer en las Enseñanzas Básicas (desde la Educación Infantil hasta la Secundaria Obligatoria). Porque una educación de calidad y en equidad requiere pocos elementos, aparte del máximo interés familiar, político y social y de toda la colaboración interinstitucional: Un "currículum por competencias", sobre el que abundaremos en otra ocasión, y un profesorado magistralmente seleccionado y cualificado profesional y pedagógicamente.

      Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2009/pedagogia.doc.
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      Secuelas del monolingüismo

      Ante algunas paradójicas manifestaciones, la integración del alumnado inmigrante es un inmenso reto que requiere urgentes reformas educativas.

      El pasado 8 de octubre comenzó el curso académico con un total de 288.330 escolares en la Comunidad Autónoma Vasca. Aquel día el alumnado de origen alóctono alcanzaba la cifra de 14.999 escolarizados. Una semana después se habían incorporado más de dos centenares de escolares recién llegados, que fueron ubicados por las comisiones de escolarización territoriales atendiendo, en la medida de lo posibles, sus preferencias de modelo lingüístico, titularidad de centro y ubicación.

      Los progenitores de este alumnado recién incorporado optaron por el modelo A en un 48%, mientras que el 27% eligió el modelo B y el 25% el modelo D. Todo ello en un panorama general de la educación vasca donde la presencia de los modelos bilingües, D y B, está presente de forma mucho más mayoritaria que la elección de estas familias de origen externo.

      Es comprensible que, al venir con hijos e hijas de edades variadas y -a menudo- con algún déficit de escolarización previa, algunos padres y madres decidan optar por la preferencia hacia el castellano, más aún si prevén posibles reubicaciones en otras comunidades castellano parlantes.

      Sin embargo, asombra que sean las familias latinoamericanas (que suponen el 63% del total, según datos de 2005), quienes demuestran –en promedio- menor interés por el dominio de las dos lenguas oficiales, a pesar de la gran ventaja que supone conocer y hablar en su entorno familiar una de ellas. Sorprende que quienes poseen otras lenguas de origen, portugués-brasileño (13%), árabe y berebere (12%), rumano (7%), chino (5%), o minoritarias lenguas centroeuropeas… afronten con mayor interés el reto de un nuevo bilingüismo en pro de una mejor integración en la sociedad vasca.

      Dos conclusiones se derivan de esta realidad:
      1º Es preciso trasladar de modo más convincente a la mentalidad de todas estas esforzadas familias una idea básica para la educación contemporánea: Vivimos en sociedades plurilingües e interculturales, donde la peor lacra sería egresar de las etapas obligatorias educativas siendo monolingües (por poderoso que sea el idioma hablado, inglés, español,…).
      2º Urge remodelar el sistema de modelos lingüísticos, que ha cubierto eficazmente una larga etapa de 24 años, pero que -tras los avances conseguidos en la euskaldunización del sistema educativo- provoca ahora graves e indeseados efectos de fracaso escolar agudizado por el “dique de marginación discente” que supone en muchos casos el modelo A.
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      Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/monolinguismo.htm

      Pasión Pigmalión

      El milagroso “Efecto Pigmalión” en la convivencia cotidiana

      Relata Ovidio en su obra “Metamorfosis” la historia de Pigmalión, un monarca chipriota que destacó por su sabiduría como regente. Su tiempo libre lo dedicaba a la escultura. Un día comenzó un ambicioso proyecto: crear una figura femenina de marfil tan perfecta como ninguna mujer real podría serlo. Trabajó incansablemente hasta lograr su objetivo. Cuando hubo acabado, la vistió con las mejores galas y le impuso el nombre Galatea.

      Pigmalión comprendió que se había enamorado de la estatua, pidiendo a la diosa Afrodita que infundiese vida a Galatea para adorarla. La deidad se lo concedió diciendo: “Mereces la felicidad que tú mismo has moldeado. Ahí tienes a la compañera que has elegido”. Pigmalión advirtió que uno de los dedos marmóreos se movía y palpitaba. Ante sus atónitos ojos, Galatea adquirió los primeros rubores en sus mejillas e inició un grácil movimiento, bajando del pedestal para sonreír a su creador. Éste le rogó que se desposase como reina de Chipre. Ella indicó que le bastaba ser su amante esposa.

      Las variantes de la leyenda griega de Pigmalión y Galatea son múltiples en la historia del arte y la cultura, naciendo con el precedente bíblico de Eva como costilla de Adán. Ha inspirado a pintores y músicos, a dramaturgos y psicólogos. Destaca la obra del Premio Nobel de Literatura George Bernard Shaw, “Pigmalión”, llevada al cine en dos oscarizadas ocasiones, la última por George Cukor como “My fair lady” (Mi bella dama). Allí una inolvidable Audrey Hepburn da vida a “Eliza”, descarada florista barriobajera a quien el lingüista profesor Rex Harrison convierte en aristocrática dama. Para no extendernos con derivaciones en obras pictóricas y partituras, citemos una sola oración cervantina como referencia concluyente: “El Quijote sí creyó y trató a Dulcinea... como a una reina”.

      Filtrando los matices sexistas y paternalistas, los educadores hemos aprendido mucho del “síndrome Pigmalión” para el desarrollo pleno de todas las potencialidades del alumnado. Olivier Reboul condensa la tarea pedagógica, como la de redimir la preciada estatua ignota y presa en un bloque amorfo: "Educar no es fabricar adultos según un modelo, sino liberar en cada persona lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse en su 'genio' singular”. En la búsqueda del máximo desarrollo de las variadas capacidades de todo ser humano, se encontrará la irrepetible identidad personal y la elección singular del destino vital. Para ello conviene aplicar generosa y generalizadamente el patrón Pigmalión: creer en cada uno de los estudiantes, manteniendo docentes y progenitores altas expectativas en cuanto a las aptitudes de sus pupilos e hijos, sobre todo en el caso de los más desfavorecidos.

      Los familiares y toda la comunidad educativa deben creer en los inconmensurables talentos de cada joven, especialmente en la etapa en la que la maduración evolutiva origina inseguridades. “Creer para crear” posibilidades ciertas en todos los escolares con independencia del recorrido anterior y de los fatalismos estadísticos. Afirmando sus formidables facultades se logra el prodigio de vencer el fatídico determinismo del “fracaso escolar” darwinista que una buena educación puede superar.

      Está demostrado que cuando un padre, un tutor o un responsable creen y transmiten elevadas expectativas a sus hijos, discípulos o personal, logran de éstos el máximo rendimiento, al límite de sus inexploradas capacidades. Se configura así un círculo virtuoso que mejora esperanzas y resultados, creciendo eficazmente todos por la armónica interacción.

      Moraleja: “Mantengamos las más altas ilusiones en aquellos con quienes convivimos; si sinceramente creemos en sus posibilidades, las veremos cumplidas”. Difundamos en nuestro entorno este optimista mensaje de fe en nuestros familiares y amistades, en colegas y convecinos. El éxito se construye en una atmósfera positiva que presupone bondad y capacidad en las personas. Las expectativas que proyectan nuestros personajes de referencia, a quienes queremos y en quienes confiamos, repercuten y determinan decisivamente nuestra vida. Si ellos creen en nosotros, su consideración se nos transmitirá y mejoraremos. Todos cumplimos las profecías que nos predicen porque las asumimos. La confianza obra prodigios: Si creemos en nuestra fortaleza, creamos nuestro poder. Ésta es la Poción Pigmalión o la Ley del Espejo: “Tratadme como alguien excepcional y lo seré”. Así funciona con cada uno de nosotros. Probadlo en los demás y veréis sus maravillosos efectos.
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      Las asignaturas de Amaia

      ©Mikel AgirregabiriaAmaia es mi primera sobrina, casi una ahijada, algo menor en edad a mis hijos,… Cursa, y repite, 4º de la ESO.

      Amaia y sus condiscípulos han rebautizado respectivamente a las disciplinas de letras y ciencias, como las asignaturas “que no hay que estudiar” y las “que no hay que entender”. Asumido este criterio, resulta obvio que ni “entienden” demasiado, ni “estudian” lo suficiente. Así pues, al concluir la escolarización obligatoria tratan de aprender sin conveniente base las matemáticas, lenguas y ciencias, y de memoria las humanidades.

      Amaia probablemente no deba aprobar por lo que sabe, quizá tampoco por lo que se haya esforzado, pero vistos los apuntes con los que se enfrenta a la convocatoria extraordinaria apenas una semana después de los suspensos y vista su inocente angustia al enfrentarse a semejantes “gigantes o molinos” que determinarán su futuro, considero que Amaia debe aprobar. Resulta obvio que el “fracaso escolar” no es sólo responsabilidad de Amaia.

      Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/amaia.htm

      La carrera de la vida

      Una metáfora automovilística, válida para cualquier edad, que enseña a llegar muy lejos.

      El profesorado está acostumbrado a percibir las peculiaridades de su alumnado, desde la más elemental singularidad de cada persona -que es un universo único- hasta las severas deficiencias sensoriales y cognitivas propias de los casos de “educación especial” ante minusvalías físicas, sensoriales o psíquicas. El personal docente con experiencia sabe perfectamente que, entre la capacidad potencial de cada uno de nosotros y el desarrollo final que logremos, lo definitivo es la voluntad propia que obra milagros insospechados. La constancia, la tenacidad y el empeño forman la piedra filosofal buscada por la alquimia.

      Como educador, siempre hubo una historia alegórica que me fue muy útil para motivar a mis alumnos y alumnas en mis funciones de tutoría, incluso de personas adultas. El cuento –de cosecha propia- relata la salida de una carrera de largo recorrido. Se presentan muchos coches, de muy variada apariencia, potencia y antigüedad. Sus conductores se analizan y pronto llegan a conclusiones precipitadas. Algunos creen que, al disponer de vehículos más adaptados o más modernos, serán seguros ganadores. Igualmente, otros se desaniman rápidamente al comprobar que sus automóviles no parecen tan lustrosos como los de otros competidores mejor dotados.
      Dado que la carrera está programada a varios años, tras la presentación de los equipos se producen muchas reacciones inesperadas. Los presuntos vencedores se toman el día libre, porque pronto podrán recuperar la ventaja que concedan a sus más débiles contendientes. Los que aceptan su papel de perdedores arrojan la toalla sin avanzar siquiera unos kilómetros. Los jueces avezados pronto descubren quiénes serán probablemente quienes triunfen al final de la larga y afanosa aventura: Son justamente quienes se aprestan a correr con todas sus posibilidades, aunque sean reducidas, sin mirar a los demás ni aceptar jamás la derrota, sabiendo que llegarán hasta donde estén dispuestos a no desfallecer.

      En las carreras automovilísticas reales es cierto que el coche es determinante, porque todos los conductores son esforzados vocacionales seleccionados por una acreditada valía de trabajo previo en su currículum. En la vida cotidiana y entre la gente normal sucede que la principal diferencia entre unos y otros no es el cociente de inteligencia, ni las habilidades sociales, ni la edad, sino el carácter esforzado y la energía dispuesta a sacrificar.

      En la escuela y en la sociedad advertimos repetidamente la pertinaz tragedia de las capacidades desaprovechadas, la penosa catástrofe de los abandonos prematuros, y la sempiterna maldición de la pereza, la desidia y la apatía… incluida la de los educadores y progenitores que aceptamos el “fracaso escolar”. Muchas veces nos consideramos demasiado incompetentes, nos suponemos demasiado mayores, nos sentimos demasiado cansados. Es evidente que otras personas estarán más dotadas que nosotros, que no seremos los mejores y que nos costará más lograr nuestros objetivos. Pero recordemos que sólo fracasa, quien no lo intenta una y otra vez.

      Fallar es legítimo y honorable; abandonar sin intentarlo es lo más triste y deshonroso. Schiller señaló: “La voluntad de la persona: he ahí su felicidad”. No existe mejor cualidad y facultad que una firme voluntad: Y esto está al alcance de todos, porque la voluntad es el alma de cada uno de nosotros, lo que nos hace grandes o pequeños.

      Política desde la Escuela

      La escuela y la política coinciden en su objetivo primordial: Ambas deben crear y formar ciudadanos.

      Con frecuencia se escuchan quejas de que la mayoría de nuestra juventud es crecientemente apolítica y que, en ocasiones, su comportamiento social se manifiesta inmaduro e irresponsable. Lamentablemente vemos actitudes y conductas deleznables por parte de algunos jóvenes, lo que puede llevar a suponer un fracaso educativo en valores de convivencia, que evidenciaría una escasa preparación para mejorar la democracia y la participación en nuestra sociedad futura.

      Sin entrar en el debate polémico sobre la oportunidad de una asignatura obligatoria como la prevista “Educación para la Ciudadanía”, cabe sugerir metodologías probadas que, más eficazmente que por contenidos, trasmitan mediante el ejemplo y la vivencia en qué consiste la política. Como los adultos aprendemos en la comunidad de vecinos a elegir al presidente por un año, desde edades tempranas de la enseñanza primaria puede procederse a la elección de representantes dentro de cada clase.

      Atribuyéndose funciones propias de cada edad, como el cuidado del aula o la delegación en foros superiores como el Consejo Escolar, los escolares aprenden y viven las bases de la democracia. La persona designada lo es sólo temporalmente, sólo para encarnar el sentir de la clase y su labor no es de mando, sino de servicio al colectivo que representa.

      Deberíamos reconocer y revalorizar la figura del Delegado de grupo, y de los representantes del alumnado en los OMR (Órganos Máximos de Representación escolar). Para ello, dignifiquemos al máximo el proceso y los resultados de las votaciones internas por grupo y por centro de sus respectivos delegados. Para ello, se podría definir una campaña de presentación de candidaturas y un modelo de campaña electoral como inicio a la participación democrática.

      Nos interesa a todos que nuestra escuela sea un aprendizaje efectivo de la vida, que incluye una componente política. Además sabemos que no se puede estudiar separadamente ética y política, a menos que se pretenda no llegar a comprender nunca ni una, ni otra.

      La política, como los idiomas o la música, conviene empezar a practicarla en edad temprana, aunque sin confundir la familia o la escuela como organizaciones entre iguales. Los padres y los hijos, los profesores y los alumnos, no tienen las mismas responsabilidades. Pero los alumnos entre sí, sí son iguales y nadie puede imponer su criterio a otros.

      Elegir a los delegados de clase es una excelente primera lección de democracia. No olvidemos que la política es la historia que se está haciendo (o deshaciendo), y los menores al acudir a clase y elegir a quienes les representen también están escribiendo su futuro, que es el de todos nosotros.

      Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/politicaescuela.DOC

      Esperando a Superman (Waiting for Superman)


      Waiting for Superman en la valiosa videoteca de teledocumentales.com

      No es la primera vez que hablamos de este documental (ver Nueva educación... sin esperar a nadie), pero ahora descubrimos una versión en castellano que queremos compartir (está dividido el vídeo en tres partes, que se suceden automáticamente al verlo). Una figura central como administradora educativa, Michelle Rhee, se destaca en la narración. Se puede escuchar a esta inmigrante de Corea del Sur en castellano en este vídeo. También se reseña a las Kipp Schools, donde el milagro educativo es constante y demostrado. El alumnado pobre obtiene buenos resultados, mejor que el de estratos socioculturales más favorecidos.

      Esperando a Superman es una denuncia pública, de esas que parece que sólo en Norteamérica se hacen. Muchos matices, muchos fracasos, son comunes en nuestro entorno escolar. Pero que nadie espere que los políticos reconozcan que podríamos hacerlo mucho mejor y que mantengan altas expectativas en que podríamos lograr, en una sola generación, inmensas mejoras en equidad y calidad escolares.

      Se habla con rotundidad y claridad de cómo hay escuelas fracasadas, que generan entornos de fracaso social, y de cómo lo que no se invierte en educación luego hay que gastarlo en cárceles. Se expone la deserción educativa de demasiados jóvenes, ese fracaso que se encubre los primeros años de primaria (donde se promociona sin competencias lectoras y matemáticas) y que aflora despiadado en la secundaria. Se citan claves como la calidad del profesorado, de la administración educativa y del papel de los sindicatos docentes,...
      Imagen de "Esperando a Superman"
      La imagen muestra que un buen profesorado logra el 150% del currículum, frente al 50% del mal profesorado. Una eficacia triple en docencia.
      La educación es la única solución para la humanidad. En realidad, solución y educación son sinónimos. No hay ninguna solución que no implique distintas formas de aprendizaje y de educación. Nadie que niegue esta realidad merece tomar decisiones que gestionen la inversión social.

      Hay momentos del documental que son conmovedores. En el minuto 13:40 de la tercera parte se dice: "No puedes tener una buena escuela sin buen profesorado. Cuando ves en acción a un(a) gran profesor(a), ves una obra de arte: Estás viendo a un maestro y eso es como ver a un atleta o a un gran músico",... Y los minutos finales de créditos, a partir del minuto 30' de la tercera parte, donde nos muestra el camino de cómo lograr centros educativos exitosos, que todos los sean,... ¡ES POSIBLE! Algunas imágenes esenciales de la película,...

      Niveles educativos mínimos

      Al fijarse los niveles mínimos, los típicos rígidos imponen dígitos cínicos, y los míticos líricos preferimos límites nítidos, lícitos y cívicos.

      El establecimiento de niveles académicos mínimos y de pruebas diagnósticas generalizadas y periódicas efectuadas por evaluadores internos y externos ha demostrado una eficacia indiscutible en todos los sistemas de enseñanza. En nuestro caso, desde la desaparición en 1970 de las pruebas de Ingreso al Bachillerato y de sus correspondientes reválidas en 4º y 6º, sólo disponemos de la Selectividad como prueba común.

      Sus efectos son sumamente positivos en los dos cursos actuales de la enseñanza secundaria post-obligatoria, apremiada por la medición individual y colegial que supone. Ello, a pesar de algunas deficiencias quizás no tanto basadas en el hecho de que su corrección sea competencia exclusiva de profesorado público, sino en no asegurarse rigurosamente el anonimato del alumnado y del centro de origen, ni una doble corrección independiente y contrastada.

      En este momento, el sistema educativo vasco se encuentra ante una encrucijada, donde han de reconsiderarse y resolverse dos elementos centrales de la enseñanza: el currículum escolar y los modelos lingüísticos. Las comisiones técnicas que han analizado ambos aspectos llevan muchos meses de trabajo preparatorio para la elaboración de sus opciones, y ahora serán los políticos quienes hayan de convenir las propuestas definitivas.

      El nuevo Currículum Vasco es un tema de una complejidad que excede la extensión de este artículo. En lo referido a los niveles mínimos para la universalidad discente, únicamente hemos de señalar el potencial riesgo que supone la construcción parcelada por áreas temáticas, introduciéndose por separado pero aditivamente y con el doble enfoque de competencias y contenidos mínimos. La suma de todos ellos, con el doble origen de un 55% marcado por la LOE y el 45% definido desde la Comunidad Autónoma de Euskadi, podría resultar excesiva para una minoría significativa del alumnado. Especialmente si apostamos por una educación que no favorezca el fracaso, que no deje atrás a nadie, como preconizan y logran las sociedades más comprometidas y solidarias.

      La revisión de los Modelos Lingüísticos puede significar, igualmente, un latente peligro si se confundiesen objetivos y/o plazos en lo relativo a los niveles mínimos exigibles. El incumplimiento de la Ley de Normalización del Euskera, de 1982, deriva –en parte- de su desmesurada meta en el Artículo 17: “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria”… (finalización que entonces, antes del BUP, sucedía a los 14 años).

      Veinticinco años después de la Ley 10/1982, las evaluaciones del ISEI-IVEI concluyen que si se establece el nivel B2 como terminal en la actual ESO, sólo el 47,3% de nuestro alumnado de 16 años supera este nivel (el porcentaje sube al 53,7% incluyendo la expresión oral), repartido según los actuales modelos en 57,2% del D, el 27,5% del B y siendo inapreciable el porcentaje en modelo A.

      Reglar el nivel B2 como mínimo en un plazo programable (planificado a 6-10 años) resulta inverosímil de alcanzar, ni siquiera para el 80% del alumnado, a pesar del éxito reconocido internacionalmente que ha significado la euskaldunización del profesorado y de las familias, y el avance sociolingüístico de nuestro entorno formativo, mediático y social. Bastaría considerar el mapa donde se concentra la tarea pendiente, áreas metropolitanas del Gran Bilbao y Vitoria-Gasteiz, para comprender que el nivel B1 universal al acabar la ESO es un reto considerable, si se desea alcanzarlo realmente y no como una declaración de principios generacional, que se logrará… pero un plazo mayor.

      Concluiríamos que los niveles educativos deben escalonarse en su currículum debidamente con tres referencias: niveles mínimos exigibles, niveles recomendables medios y máximos niveles de excelencia, que serán los que se definan desde la autonomía de las redes y centros escolares, muchos de los cuales aseguran para su alumnado cotas muy altas en resultados lingüísticos y curriculares. Los niveles mínimos deben atender a una premisa de equidad que no instituya un fracaso insuperable, mientras que los niveles recomendables nos sitúen en convergencia con los países más avanzados educativamente y el porcentaje de quienes alcanzan los niveles máximos establezcan la calidad del sistema que, entre todos, hemos de apoyar e impulsar.

      Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/minimos.DOC

      Laptop Bat Ikasle Bakoitzeko (LBIB-OLPC)

      En la actualidad, hay situaciones (y no son pocas) donde la sociedad va por delante de la administración. Esto también sucedía en el pasado, pero la diferencia ventajosa de este momento reside en que la web 2.0 nos permite constituir grupos de opinión que pueden influir decisivamente (o tratar de hacerlo) para resolver estos desfases históricos.
      Un caso patente es la creciente digitalización de la sociedad, o de buena parte de ella, y la tardía incorporación de estos potentes recursos del conocimiento en la realidad educativa. Nuestras escuelas y nuestras universidades apenas explotan todo el potencial tecnológico posible por múltiples razones de dotación no universal (ni para el profesorado, ni para el alumnado), notable falta de conectividad y estrechez de banda, estándares no fijados, escasez de recursos curriculares (especialmente en euskara), bajísima o nula explotación formativa de las redes sociales,...
      Para coadyuvar a la desaparición de esta inmensa brecha digital de la educación, que debería ser el sector prioritario de implantación, proponemos desde aquí la creación de un grupo específico de Aprendices (especialmente de Ikasbloggers) que denominaremos Proyecto LBIB,, siglas que corresponden a Laptop Bat Ikasle Bakoitzeko, por semejanza con el reconocido proyecto OLPC de Nicholas Negroponte (a quien vimos en Bilbao según la foto anexa). El OLPC tuvo un éxito inesperado como idea recogida por la industria con los ultraportátiles tipo Asus EeePc, pero fue un sonoro fracaso en su implantación efectiva. Aprovechando el recorrido del proyecto de y otras experiencias similares, trataríamos de redactar unas conclusiones adaptadas a nuestra realidad socioeducativa contemporánea.
      Este grupo LBIB abordaría un primer informe actualizado para definir requerimientos del hardware, software, fórmulas de adquisición, difusión y mantenimiento, fórmulas de formación de profesorado, familias y alumnado, posibles colaboraciones y patrocinios (tecnológicos y educativos), redes físicas y de contenidos, en los distintos niveles educativos desde la educación infantil a la universitaria, pasando por la formación profesional y enseñanza de personas adultas. Cada apartado sería coordinado por un subgrupo especializado que actualizaría y contextualizaría a nuestra realidad social esta ambiciosa propuesta.
      Algunas de las primeras premisas básicas del Proyecto LBIB serían:
      • Uno equipo por escolar, aspirando a uno por ciudadano (siempre que no disponga ya de otro equipamiento).
      • Garantizar la máxima conectividad con amplio caudal y cobertura generalizada (escuelas, bibliotecas, plazas y zonas comunales y gradualmente todos los hogares).
      • Todo el alumnado podría utilizar este equipo conectado en cualquier situación de aprendizaje, todo el tiempo y en todas las clases.
      Necesitamos voluntarios especialistas para colaborar en este Proyecto LBIB, que abarcaría una primera aproximación con plena actualidad a todas las facetas pedagógicas, académicas, sociales, organizativas, tecnológicas, inversiones económicas y de financiación sostenible, potenciales alianzas, colaboración interinstitucional,...
      Foto superior del segundo diseño del OLPC. Technorati tags: | | | | .

      Encuentro ARCE de Servicios de Apoyo Educativo

      Mikel Agirregabiria y Enrique Arce, en Encuentro ARCE (Leioa)

      Participamos en el primer encuentro de un PROYECTO ARCE con Servicios de Apoyo Educativos de varias Comunidades Autónomas, que se celebró el ajetreado día 15 de marzo de 2011 en el Berritzegune de Leioa B08. El tema: La Asesoría 2.0, o cómo transformar los Servicios de Apoyo al Profesorado en la era digital.

      Los PARTICIPANTES fueron un destacado equipo humano que provenía de Centros de Profesorado de Andalucía, Navarra y Asturias, junto a nuestra representación desde el B08 y docentes avanzados de diferentes centros.

      Nos correspondió, tras las presentaciones preliminares desde las cuatro zonas, presentar una conferencia improvisada que promoviese el debate. Sólo con la palabra (y la pasión compartida por todas las personas presentes) esbozamos un panorama a medio plazo, que sirviese de guía para modelar los servicios de apoyo pedagógico (en Servicios de Apoyo, red de Berritzeguneak en nuestro caso) .

      El objetivo debe ser caminar no hacia un proyecto concreto más, como Escuela 2.0, sino para descubrir conjuntamente la Educación (2.0) que nos (con)viene. Desarrollamos la idea de REDucación para evitar el colapso del sistema educativo si no se regenera en profundidad. Evidenciamos nuestra creencia sentida de que vivimos tiempos interesantes, en los que -inevitablemente- la educación formal que hemos conocida evolucionará de forma drástica: Se derrumbará,... o se regenerará de modo que la incipiente desescolarización no se confirme.

      Grabamos parte de la sesión (pero muy poco de nuestra misma ponencia, hacia la mitad de la grabación), y se puede ver en el vídeo descargable de 150 minutos que sigue bajo estas líneas.

      También obtuvimos unas pocas fotos de la reunión, pero hay muchas más imágenes de la organización. Lamentamos no poder acompañar a esta gran comisión en su doble jornada por Bizkaia. Esperamos enlazar con otras crónicas del encuentro, como ARCE proiektua dagoeneko abian, Jornada en el Berritzegune de Leioa,... Agradecemos la invitación y la información recibida de Enrique Arce y Pilar Etxebarria.

      --- Actualización: Pilar Etxebarria nos remite unas fotos y nos regala (¡gracias!) una síntesis que ha resumido de nuestra charla ----

      ASESORAR EN LA ÉPOCA DIGITAL, ponencia de MIKEL AGIRREGABIRIA

      SOBRE EL SISTEMA EDUCATIVO ACTUAL Y EL AULA

      • Lo fundamental no se aprende en la escuela, las competencias más íntimas y significativas se aprenden en la vida, con las y los condiscípulos, con el profesorado con el que se convive (no con el que se limita a enseña).
      • Nuestro actual sistema educativo es de tipo “Tom Sawyer”, dirigido a educar al mundo rural para la industralización. Hoy en día, necesitamos escolares para trabajar en entornos Google, no en fábricas del maquinismo.
      • Si el modelo de escuela actual surgió hace 150 años, tal vez pueda desaparecer dentro de unos pocos años. ¿Por qué no, si no evoluciona con celeridad?
      • Hay fórmulas que son fallidas, pero se siguen usando porque gozan de “fervor popular”. Así, tenemos sistemas no sostenibles, con tendencias asistenciales erróneas (la educación como aparcamientos infantiles y juveniles). La educación es algo demasiado importante para dejarlo en manos de unos pocos (aunque sean expertos), La educación debe la primera tarea de TODA la sociedad.
      • El factor ratio alumnado/profesorado no es el determinante en el fracaso o éxito escolar, sin embargo sí lo es el ISEC (índice socio-económico-cultural)
      • En educación vamos siempre con retraso, cuando están llegando a las aulas los netBooks, una creciente parte del alumnado se mueve y uso con dispositivos móviles.
      • No se aprovechan las redes sociales en educación, cuando el mundo se mueve en estas redes.
      • Los centros siguen teniendo apariencia de cárceles. Si les cerramos las puertas de los centros, los alumnos se van a escapar por la Red,…
      • Lo que es cerrado está perdido. El aula que permanece cerrada, está muerta. Todavía al profesorado le molesta que entre alguien al aula, asesores, familias etc.. El aula es un cuerpo negro… que si no recibe luz y transparencia… desaparecerá.
      • Todo el profesorado habrá de transformarse en un BLOGfesorado, construyéndose y cultivando una identidad digital cuidada, al igual que ya lo está haciendo el alumnado,... y algunas familias. Quienes forman parte de los Servicios de Apoyo Educativo (Berritzegune,...), con independencia de su ámbito (programas TIC, etapas educativas,...) serán vanguardistas en disponer de una identidad y presencia digital destacada.
      • Las aulas actuales se siguen organizando mirando una pantalla, bien sea pizarra normal o digital, cuando tendrían que ser una VENTANA al mundo.
      • Los espacios organizados están desapareciendo. Romper el encasillamiento del aula es fundamental. La nueva estructura es reticular, no la secuencia administración-servicios de apoyo-profesorado-alumnado-familias, sino con cruces e hibridaciones insospechadas hasta hace poco tiempo.
        Mikel Agirregabiria con un equipo de Eskola 2.0 en Encuentro ARCE (Leioa)

      SOBRE LA LABOR DEL PROFESORADO Y DE LAS ASESORÍAS


      • El profesorado no tiene que explicar bien, sino trasmitir pasión. Hoy en día no hay que perder el tiempo explicando información, sino despertando vocaciones tan singulares como cada miembro del alumnado.
      • El profesorado / asesorías tendrían que disponer de amplio y cuidado perfil digital y que lo conozcan su alumnado / colegas.
      • El profesorado / asesorías no puede ser un profesional con un horario cerrado, su actividad debe de ser permanente. La dimensión digital no es algo complementario, sino que no se puede ser un buen profesional si no se expande fuera de los límites espacio-temporales del aula y de los calendarios escolares. Nuestra labor debe volcarse en la RED, tanto en la del día a día presencial como en la red de Internet.
      • En una conferencia el debate mejor está el Twitter, en los posts posteriores, en los comentarios que se aporten, en la sucesivas relecturas,...
      • Las estructura jerárquica clásica de primero decisiones políticas de líneas estratégicas, asesorías que forman al profesorado, después profesorado que enseña al alumnado... han quedado caducas e ineficaces. Con esta charla esperamos formar a vuestro profesorado lejano, o a sus familias,… por vías reticulares insospechadas..
      • Los asesores y asesoras tendríamos que entrar en el aula, por lo menos digitalmente (y mejor en realidad).
      • Los servicios de apoyo deben estar a la vanguardia de la vanguardia, escogiendo a las personas más innovadoras entre las avanzadas,….
      • Asesorar significa “ponerse al nivel” del asesorado, sincronizarse con ellos y luego acelerar para llevarles al futuro.
      • La formación y el perfeccionamiento didáctico no exige realizar todo el recorrido de los predecesores, hay que saltarte etapas, lanzarse en saltos cuánticos de nivel a nivel.Mikel Agirregabiria en Encuentro ARCE (Leioa)

      CÓMO AVANZAR DESDE LA SITUACIÓN ACTUAL


      • Necesitamos una REDucación que regenere -más que el sistema educativo formal- el conjunto de la comunidad educativa que abarca al conjunto de la sociedad.

      • Hay personas que son catalizadores, que tienen un círculo de influencia y son los que deben ser modelos, con independencia del nivel jerárquico que ocupen.

      • Para avanzar hay que aprovechar los “Cisnes negros” (como Internet), los cambios imprevistos que colapsan… o promocionan los sistemas sociales.

      • El sistema no nos apoyará en el cambio por las inercias humanas. Así que evolucionemos OBVIANDO las resistencias obsoletas del sistema formal rígido y ciego.

      • El sistema educativo actual está condenado a una profunda metamorfosis (de larva a mariposa) y los servicios de apoyo debemos ayudar en esta transición, dándole la fortaleza de poder adaptarse, aportando estrategias que disuelvan estas murallas y enseñando a volar.

      • ¿Cuáles son los mejores caminos? ¡Pregunta a la comunidad virtual organizada en redes educativas magníficas!
      • El 2.0 sólo como adjetivo no vale sin cambiar el sustantivo EDUCACIÓN. Puede ser otro más de esos de “cambia algo… para que no cambie nada”.
      • El cambio educativo es lento (y ha de ser prudente), pero es DIVERTIDO. Nos ha tocado vivir no una época de cambios, sino un cambio de era. Disfrutemos y vivamos estos tiempos tan críticos como interesantes para conducir la educación del siglo XXI.
      • La mejor misión de una Administración es no entorpecer los cambios, dejar hacer a los mejores, facilitar la autonomía de la sociedad civil, escuchar y aprender de la infancia y la juventud,…
      • Los recursos didácticos digitales pueden ayudar a dar seguridad en esta transición que está cambiando el mundo en los ámbitos familiares, productivos y de ocio. Cuando llevemos la libertad y el poder de las redes a la educación, el universo encontrará la armonía que ha buscado a lo largo de la historia de la humanidad.