En el muy recomendable blog de Vicens Vives aparece un post sobre ¿Qué cualidades necesita el docente del Siglo XXI?. Fechado el 5 de mayo de 2016, respondemos a esa pregunta Antoni Zabala, Pedagogo y presidente del Instituto de Recursos e Investigación para la Formación (IRIF), Mercè Gisbert, Doctora en Ciencias de la Educación y especialista en Tecnologías aplicadas a la educación en la Universidad Rovira i Virgili y quien suscribe, Mikel Agirregabiria.
La pregunta era: "Las aulas, los alumnos y las herramientas pedagógicas han cambiado mucho y a gran velocidad en la última década, pero, ¿y los docentes? ¿Necesita las mismas habilidades un profesor de hoy que el de hace 40 años?"
"Las cualidades esenciales, las personales, de quien decida dedicarse a la docencia son las mismas que en otros momentos de la historia de la educación: amar e interesarse realmente por quienes aprenden gracias a su labor, ser buena persona, ofrecer un ejemplo de vida y de adicción al aprendizaje por todo lo humano, ser alegre con talante positivo, mantener el compromiso y las más altas expectativas de todo su alumnado, derrochar ternura y afecto para descubrir el talento mirando los ojos brillantes de quienes aprenden a su lado…
En el siglo XXI han cambiado las competencias docentes que requiere ser entusiasta de la innovación y de la investigación, de la cultura de evaluación, de una conexión interpersonal más abierta y ubicua que nunca, para recrear relatos de éxito, proyectos más transversales y combinar metodologías plurales".
Mi respuesta, breve por indicación de la editorial, era:
En el siglo XXI han cambiado las competencias docentes que requiere ser entusiasta de la innovación y de la investigación, de la cultura de evaluación, de una conexión interpersonal más abierta y ubicua que nunca, para recrear relatos de éxito, proyectos más transversales y combinar metodologías plurales".
1 comments:
Los buenos educadores, en este siglo y en la historía y futuro de la humanidad, debieran de dedicarse a querer a los niños, el amor como base de la vida: empatizar, dar nuevas oportunidades, respetar el tiempo de evolución de cada ser en concreto, vivir amando a los demás por que en realidad todos somos educadores y aprendices de la vida pero más en concreto los profesionales de la educación.
Enseñar aprendiendo del otro con entusiasmo, conscientes siempre de nuestras propias limitaciones. Me encanta tu respuesta como siempre, con tu sabiduría y con el corazón.
Un abrazo Mikel¡
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