El cortometraje Sorry (ganador del Óscar al mejor cortometraje en 2020), es una producción británica de apenas 1' 58" de duración, dirigida por Robert O’Neil y escrita por James Hancock. Cuenta con las actuaciones de Lyna Dubarry, Freddie Bowerman y Wayne Forester.
Sorry utiliza la palabra “Overload” (que significa “sobrecarga” o “sobrepeso”) en el contexto de un ascensor que no puede subir debido al exceso de peso. Esta situación simboliza cómo el egoísmo y la falta de acción colectiva pueden impedir el progreso de la sociedad. Cada persona en el ascensor representa a individuos que, al priorizar sus propios intereses, contribuyen a una carga que afecta a todos. El cortometraje resalta la importancia de la empatía y la acción conjunta para superar obstáculos comunes.
La historia se desarrolla en un ascensor que no puede moverse debido a una sobrecarga de peso. Esta situación sirve como metáfora del egoísmo y la falta de empatía en la sociedad actual. Cada persona en el ascensor representa a individuos que, al priorizar sus propios intereses, contribuyen a una carga que afecta a todos. El cortometraje resalta la importancia de la empatía y la acción conjunta para superar obstáculos comunes.
A pesar de su corta duración, Sorry ha sido aclamado por su capacidad para transmitir un mensaje profundo y universal sobre la importancia de la solidaridad y la responsabilidad colectiva. Ha recibido elogios en festivales de cine independientes y ha sido compartido ampliamente en redes sociales, donde muchos espectadores han expresado cómo les ha llevado a reflexionar sobre sus propias actitudes y comportamientos.
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