Desde el "Plan E" hemos visto el letrero de cada obra mucho antes que el inicio de la misma. Incluso ha habido casos, como el de la imagen adjunta, donde el coste del cartelón (1.800€) superaba a la inversión publicitada (973€). El texto "obra financiada por el Gobierno", parece transmitir que es la clase política dirigente de la institución quien subvenciona el proyecto. Sería más exacto apuntar que somos los contribuyentes quienes pagamos lo anunciado,... y a los propios políticos que han decidido tan aparatosa explicación. Porque es algo obvio que el dinero proveniente de los bolsillos de la ciudadanía es el que paga los bienes comunes, a través de los organismos públicos pertinentes.
Si la casta política quiere apuntarse méritos desde las diversas instancias (Municipios, Comunidades,...) podría encargar más chapas para ponérselos sobre la solapa de sus costosos trajes, sus coches oficiales, sus lujosos despachos,... donde también debería expresarse "pagado con el dinero de los contribuyentes". Incluso estos adhesivos deberían llevarse en la solapa tras dejar el cargo público (si conservan privilegios de ex-presidente,... o de ex-cargo de lo que sea) e incluso durante su jubilación de oro por haber sido parlamentarios, viceconsejeros de aquí o de allá,... con prerrogativas escandalosas a las que no han renunciado ni en vísperas de las próximas elecciones.
Así que se dejen de paneles superfluos, que renuncien a las prebendas autoconcedidas, y que no harten más al votante con estas actuaciones que sólo recuerdan que estamos gobernados - en demasiadas ocasiones - por personas muy propagandistas, malas gestoras, poco sutiles, nada austeras y sin una pizca del altruismo exigible para servir honestamente en política.
Si la casta política quiere apuntarse méritos desde las diversas instancias (Municipios, Comunidades,...) podría encargar más chapas para ponérselos sobre la solapa de sus costosos trajes, sus coches oficiales, sus lujosos despachos,... donde también debería expresarse "pagado con el dinero de los contribuyentes". Incluso estos adhesivos deberían llevarse en la solapa tras dejar el cargo público (si conservan privilegios de ex-presidente,... o de ex-cargo de lo que sea) e incluso durante su jubilación de oro por haber sido parlamentarios, viceconsejeros de aquí o de allá,... con prerrogativas escandalosas a las que no han renunciado ni en vísperas de las próximas elecciones.
Así que se dejen de paneles superfluos, que renuncien a las prebendas autoconcedidas, y que no harten más al votante con estas actuaciones que sólo recuerdan que estamos gobernados - en demasiadas ocasiones - por personas muy propagandistas, malas gestoras, poco sutiles, nada austeras y sin una pizca del altruismo exigible para servir honestamente en política.
Una visión políRica (política lírica más propia de nuestra era) implica que ejercer un cargo político no signifique ninguna ventaja personal ni familiar. Para exigir y dar ejemplo en la administración del presupuesto logrado con los impuestos directos e indirectos que pagamos todos, incluidos los más desfavorecidos de la sociedad, es preciso renunciar a las "habituales prerrogativas" de la clase política.
El salario de cualquier puesto político debiern ser justo el anterior a ejercer la política (incluso con un tope máximo). No se debiera consolidar ningún complemento de por vida, activa o en el retiro. Debieran desaparecer toda forma de cesantía por concluir un mandato político. Los viajes en clase popular, como son los de quienes pagamos tales desplazamientos. La jubilación sin ventajas ni en adelanto, ni en suplemento alguno. Eso es servir en política, y no servirse de la política.
El salario de cualquier puesto político debiern ser justo el anterior a ejercer la política (incluso con un tope máximo). No se debiera consolidar ningún complemento de por vida, activa o en el retiro. Debieran desaparecer toda forma de cesantía por concluir un mandato político. Los viajes en clase popular, como son los de quienes pagamos tales desplazamientos. La jubilación sin ventajas ni en adelanto, ni en suplemento alguno. Eso es servir en política, y no servirse de la política.