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Mejora el mundo haciéndote la cama al despertar


"Si quieres cambiar el mundo, comienza el día haciéndote tú mismo la cama", es la primera recomendación de Willian H. McRaven. Fue en un célebre discurso de graduación de la generación 2014 de la Universidad de Texas  el 21 de junio de 2014, a cargo de este almirante retirado de la Marina de los Estados Unidos, que sirvió como Comandante de todas las Fuerzas Especiales

Willian H. McRaven en 1977 se graduó como Periodista de la Universidad de Texas, en Austin, y un año después ingresó a la Marina, donde se ofreció como voluntario SEAL. Este entrenamiento es una capacitación de seis meses en la que se realizan distintas actividades extenuantes como carreras en la arena, sesiones nocturnas de natación en las heladas aguas de San Diego, pistas de obstáculos, ejercicios físicos interminables, se pasa días sin dormir y se convive con una sensación eterna de frío, humedad y tristeza. 
Mejora el mundo haciéndote la cama al despertar
El discurso puede contener apreciaciones erróneas, como suponer tras su consulta al buscador Ask que una persona solamente puede conocer a otros 10.000 seres humanos en su vida, ahora que existe Internet. Lo que merece apreciarse es que McRaven sabe condensar en ocho lecciones un protocolo para transformar el mundo:

Lección 1: Si quieres cambiar al mundo, comienza por tender tu cama. Esta lección sugiere que todas las tareas son importantes y deben hacerse a la perfección, incluso tender la cama. Pero además, qué de realizar con éxito las primeras y simples tareas cotidianas, podremos realizar con empeño todas las demás.

Lección 2: Si quieres cambiar al mundo, encuentra a quienes te ayuden. Esta lección propone que para que el bote llegue a su destino, todos deben remar. Destaca la importancia del trabajo en equipo y de lo fundamental que resulta contar con las personas indicadas para realizar con éxito cualquier actividad.

Lección 3: Si quieres cambiar al mundo, mide a las personas por el tamaño de su corazón, no por el tamaño de sus aletas. Aquí McRaven habla que para cambiar el mundo, no se debe juzgar a las personas por lo que vemos en ellos, que lo que en realidad importa es la constancia que se lleva en la voluntad. Por eso, antes de emitir opiniones intenta conocer más a las personas.

Lección 4: Si quieres cambiar al mundo, debes asumir que la vida va a ser muy dura. En el entrenamiento SEAL los instructores siempre tenían una excusa para castigar a los estudiantes por cualquier motivo. Esa era la prueba para demostrar que no importa lo bien que hagas una cosa, siempre vas a recibir una crítica.
Lección 5: Si quieres cambiar al mundo, no tengas miedo al error que te exige más esfuerzo. En el entrenamiento SEAL, un “circus” son dos horas adicionales de duro entrenamiento que ningún estudiante quería hacerlos. Sin embargo todos en algún momento pasaban por ahí, dejando en evidencia que quienes hacían las dos horas extras de ejercicios con más frecuencia se hacían más y más fuertes.

Lección 6: Si quieres cambiar al mundo, algunas veces tienes que lanzarte de cabeza. Para cambiar al mundo, dice McRaven hay que intentar hacer cosas nuevas. Pues muchas veces para alcanzar la meta conviene tomar decisiones peligrosas o hacer cosas riesgosas como lanzarte de cabeza, por ejemplo.

Lección 7: Si quieres cambiar al mundo, tienes que ser la mejor versión de ti en los momentos más duros. Esta lección sugiere que es en los momentos más difíciles de la misión, es donde uno debe estar más calmado y controlado, ya que para que todos los conocimientos tácticos, poder físico y fortaleza interior puedan salir a flote la persona debe mantenerse ecuánime y centrada.

Lección 8: Si quieres cambiar al mundo, nunca, NUNCA, te rindas. En el entrenamiento SEAL hay una campana. Una campana de bronce que cuelga en el centro del lugar, a modo de que todos los estudiantes la puedan ver. Para renunciar a todo, cuenta Willian H. McRaven lo único que se tiene que hacer es sonar la campana, algo que en verdad nunca, pero nunca deberías hacer.

Polírica... sólo en la televisión... norteamericana


Lo mejor comienza a partir del minuto 3:00,...

Hace apenas unos días, el 24 de Junio de 2012, la cadena HBO estrenó la serie The Newsroom. Creada por el gran guionista Aaron Sorkin, autor de series de éxito como El ala oeste de la Casa Blanca. Relata la historia de un famoso presentador de televisión (protagonizado por Jeff Daniels) que se destapa (políRicamente diríamos) con unas polémicas declaraciones en una universidad ante las preguntas de jóvenes estudiantes de periodismo.

Que la serie exista y mantenga un cierto éxito habla de la capacidad de autocrítica de una ciudadanía (o de parte de ella), que ojalá fuese más generalizada allí,... y aquí. Cuando el protagonista se anima, finalmente, a decir la verdad y expresarla en alto, en público,... se produce el milagro de la verdad y se inicia un camino para ser mejores.

No se trata de ser la mejor nación del mundo, sino de ser una humanidad más solidaria, más culta, más movida por la verdad desnuda que por el miedo o por obsoletos patriotismos que sólo son un periclitado "sálvese quien pueda". Porque desde nuestro esfuerzo personal, en ese mínimo espacio donde nos movemos, podemos ir mejorando el mundo, día a día, sin engañarnos ni desesperanzarnos, con el esfuerzo cotidiano de hacer lo mejor que podamos lo que nos corresponde asumir.
"No somos los mejores, pero podríamos serlo", "mejoremos la comprensión lectora (alfabetización), las Matemáticas, las Ciencias,..., avancemos en educación que aún queda mucho", "la juventud como la generación peor (in)formada de la historia",... y en la parte final de su sublime discurso (desde el minuto 6:15), "luchábamos contra la pobreza, no contra los pobres", "tratemos de conquistar las estrellas",.. son citas que sólo cabe escuchar en una serie televisiva norteamericana. Y no se refieren a EE.UU., sino a lo más glorioso de nuestro mundo, a sus mejores épocas, a cuando sabíamos qué queríamos mirando hacia el cielo.

Ojalá viésemos líderes así, en la política, en el periodismo y en todos los ámbitos comenzando por el educativo, que remueven el adormecimiento y la autocomplacencia colectivas, e impelen al esfuerzo de mejorar entre todos y para el bien de todos. Pocos vídeos, aunque sean de ficción como éste, representan tan perfectamente la políRica, o la política lírica que muchos preconizamos.

PISA: midiendo el éxito escolar en el mundo


En la web PISA en español (de donde procede el vídeo superior), se exponen 21 debates en castellano (hasta la fecha de hoy) con temas educativos tan interesantes como documentados, que forman parte de 'PISA in Focus' (donde en inglés, francés,...) hay más análisis que se publican cada mes. Todos los recomendables debates, en orden cronológico, son:

El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber. PISA saca a relucir aquellos países que han alcanzado un buen rendimiento y, al mismo tiempo, un reparto equitativo de oportunidades de aprendizaje, ayudando así a establecer metas ambiciosas para otros países.
Los sueldos docentes basados en rendimiento mejoran la enseñanza
Para ver las publicaciones disponibles de PISA en español, haga click aquí.

Coros y teatros escolares

Viendo una película, "Un paseo para recordar", hemos comentado que debiéramos esforzamos el profesorado mucho más en tareas complementarias y extraescolares que requieren tiempo y paciencia, como organizar coros y teatros con el alumnado en edades de enseñanza primaria y secundaria. Por ello, nos ha agradado ver algunos casos de éxito con grandes valores de interculturalidad y plurilinguismo como el que nos ofrece una noticia reciente, por su éxito en YouTube: Welsh children singing Basque song (Ilargia by Ken Zazpi.

El protagonista de esta experiencia, Iñaki Piérola @Inaki7, nos lo cuenta y aparece cantando una melodía vasca con niños
galeses del curso 5º-6º (9, 10 y 11 años): "El año pasado pasé dos meses en un colegio de Llanfairpwll (Gales), haciendo mis prácticas de tercer curso. Viendo el interés que la gente del colegio mostraba por la cultura vasca, decidí preparar esta canción para cantarla con los mayores del centro. Lo preparamos en tan solo dos semanas y cuando por fin lo teníamos todo a punto, añadimos los instrumentos, piano (una profesora), batería (un alumno de 9 años) y la guitarra (yo). La canción es de un grupo pop-rock de Gernika llamado Ken Zazpi, y esta canción se titula Ilargia. Tengo que admitir que pasé dos meses increíbles en los que aprendí muchísimo y sobre todo me impresionó mucho la gente de la zona. ¡Disfrutad del vídeo!".

Abajo, se adjunta una versión original del grupo con traducción al castellano.
Más posts sobre educación, música, teatro y euskara.
Fuente de la noticia: Diario Noticias de Navarra.

Éxito, según Ralph Waldo Emerson

¿Qué es el éxito? Poema de Ralph Waldo Emerson

Reírse a menudo y amar mucho;

ganarse el respeto de las personas inteligentes y el afecto de los niños;

conseguir la aprobación de los críticos honestos y soportar la traición de los falsos amigos;

apreciar la belleza; descubrir lo mejor de los demás;

dar lo mejor de uno mismo sin esperar nada a cambio;

mejorar el mundo un poquito con un hijo sano, un alma rescatada, un trozo de jardín o una condición social redimida;

haber jugado y reído con entusiasmo y cantado con exaltación;

saber que alguien ha sido más feliz porque usted ha vivido;
esto es haber triunfado.

Congresos digitales y/o multisede, como Purpos/ed [ES] ó #kfe04

Kfé Innovación #kfe03 #Getxo
Las grandes ferias y los multitudinarios simposios están en crisis, y aún lo estarán más en un futuro cercano. Están desapareciendo importantes citas anuales, de resonancia mundial, como grandes escaparates del automóvil o reuniones presenciales sobre multitud de temas. El turismo de congresos cae en picado, y las razones no sólo son de ahorro económico. Muchos, cuando pagamos por acudir, aspiramos a algo más que ser meros oyentes en salas gigantescas, comentando sólo con los de al lado.

Para dar a conocer novedades, cerrar acuerdos, debatir sobre temas,... son preferibles nuevos formatos de encuentro, muchos vía Internet. En estos momentos puede resultar mucho más eficaz no desplazarse a lugares remotos durante días, cuando lo que se pretende es conocer personas... que posiblemente viven más cerca de nuestro origen que del lugar de destino.

Gran variedad de temáticas generan miles de reuniones, con muy ponentes, algunos comunicantes y muchos asistentes. Las conclusiones, generalmente concebidas antes de las jornadas, han sido consensuadas por los comités científicos y organizadores. Aunque siempre suponen un avance, suelen resultar muy previsibles.

Frente a estas concentraciones humanas, cuyo éxito se mide en asistencia, en el otro extremo se encuentra el debate en redes sociales, con Twitter,... Muchas asociaciones promueven iniciativas, donde -en ocasiones- concurren los mismos habituales que están presentes en demasiados foros digitales, por lo que las aportaciones son escasas, a pesar de que sean numerosos los inscritos (vía Facebook, por ejemplo).

El equilibrio se está buscando, y quizá encontrando, en modelos híbridos, cuya estructura debe perfeccionarse aún. Concretamente sobre educación, recientemente se han lanzado dos retos (Purpos/ed[ES] y Kfé Innovación) con muchos visos de éxito por su novedoso estilo que conjuga la potencialidad de la red, la búsqueda de excelencia, el diálogo cercano en grupo, la compartición de resultados, y un justo equilibro entre lo presencial y lo virtual.

Purpos/ed[ES] abre un serio análisis del propósito de la educación, con una estrategia de 3 años, una serie de campañas y un boletín semanal. Más de mil entradas de autores muy cualificados (ver archivo creciente) en un debate prolongado y profundo que se celebra día a día, durante todo un trienio. ¿Qué congreso puede competir con esta fórmula?

Kfé Innovación propone un esquema de grupos de hasta veinte personas en ciudades diferentes, que trabajan "glocalmente" (local y globalmente). Si la tercera edición, #kfe03, simultaneó cuatro sedes (Sevilla, Barcelona, Getxo y Lleida), la cuarta #kfe04 sobre "Ciudades Educadoras" a celebrar el 7 de Junio de 2011 ya cuenta (a fecha de hoy) en tres continentes con doce sedes. Por orden de inscripción, estos grupos (de hasta 20 personas en cada ciudad) serán coordinados por los tuiters que se enuncian en la enumeración: #Sevilla, @eraser; #Bilbao, @Idoiallano y @jamoral ; #Huelva, @OnosBaal y @La_Onuba; #Getxo, @agirregabiria; #Barcelona, @mudejarico;#La Pobleta de Bellveí, @josepjc ; #Torreón (México), @1ernesto1; #Washington D.C.(USA), @eRomanMe; #Tenerife, @Carmen_Martin; #Las Palmas de Gran Canaria, @FrancoiseBe y @jsanyan; #Madrid, @tw_tamara y @larita20; #Tarragona, @xsune),... Y el listado sigue abierto a nuevas incorporaciones.

Nuestros posts sobre PurposedES...

El secreto del éxito de IKEA

Montando un mueble de IKEA
El secreto del éxito de IKEA es múltiple y complejo (precio respecto a calidad, globalización planetaria, publicidad eficiente, diseño ergonómico, simplicidad de embalajes planos,...), pero se basa en una razón psicológica elemental: IKEA nos convierte en arquitectos que interpretan planos, ingenieros de diseño y artesanos del montaje, cuando en realidad estamos jugando a un mecano infantil.

IKEA sabe hacernos felices al hacernos creer que somos capaces de realizar cosas que no sabíamos que estaban enteramente a nuestro alcance, en lo más básico de nuestras competencias. La felicidad consiste en proponernos retos que están a la altura de nuestras condiciones y en el camino de lograr dichos desafíos con un esfuerzo proporcional al placer de lo logrado.

IKEA nos pide un poco de fuerza para transportar, un mínimo de habilidad para ensamblar et voilà... ahí esta la felicidad al disfrutar de lo conseguido y recordarlo mientras usamos esos muebles que hemos contribuido a crear.
Muebles montandos de IKEA
Post tras una visita a IKEA en Barakaldo, y sorprendernos por la buena atención de un joven personal sin prisas, con buen humor y atento a la clientela incluso en un sábado como hoy.

Ellos y ellas: No tratemos de entenderlo

Chica lista + Chico listo = Romance
Chica tonta + Chico listo = Lío
Chica lista + Chico tonto = Matrimonio
Chica tonta + Chico tonto = Embarazo

Un hombre pagará 20 € por algo que necesita que vale 10 €
Una mujer pagará 10 € por algo que no necesita que vale 20 €

Una mujer se preocupa del futuro hasta que consigue un marido
Un hombre nunca se preocupa del futuro hasta que se casa

Un hombre de éxito es el que gana más dinero del que su esposa pueda gastar
Una mujer de éxito es la que es capaz de encontrar un hombre así

Para ser feliz con un hombre hay que entenderlo mucho y quererlo un poco.
Para ser feliz con una mujer hay que amarla mucho y no tratar de entenderla en absoluto

Los casados viven más que los solteros pero los casados se quieren morir más veces

Una mujer se casa pensando en cambiar al hombre, pero él no lo hace
Un hombre se casa espera que no cambie su mujer, pero ella lo hace

Una mujer tiene la última palabra en cualquier discusión
Lo que el hombre diga después es el comienzo de una nueva discusión.

Comunicándonos por quintuplicado

Descubriendo la múltiple dimensión de un verbo de moda que ha multiplicado varias veces su significado.

El término ‘comunicar’ recogía hasta hace pocos años, un solo sentido como verbo transi­tivo: ‘Fulano comunica algo a Mengano’. Hasta ese momento, comunicar requería al menos dos personas,… y un medio de transmisión. Pero después surgió la modalidad in­transitiva, sin necesidad de complemento directo ni indirecto, aceptándose por ejemplo: ‘Fulano comunica bien’. Incluso se emplea como verbo reflexivo: ‘Fulano se comunica bien’ (indicando que sabe comunicarse). Parecía que no cabían más desarrollos para este vocablo cuando alcanzó la categoría de tridimensional.

El concepto de ‘comunicación’ (común i acción) era demasiado prodigioso y poderoso para no continuar creciendo. Una misteriosa ‘cuarta dimensión’ apareció y parecía definitiva, la voz pasiva: ‘De­jarse comunicar por otros, por la familia, por las amistades, por el entorno’. Los gurús explican a directivos en costosísimos cursos que, en esta acepción, estriba el éxito empresarial, en aceptar la comunicación que proviene del mercado, en ‘escuchar’ a la demanda, a la clientela, al público.

Pero todavía queda una quinta dimensión, la autorreflexiva: ‘Cómo se comunica cada uno consigo mismo’. El polimorfismo de la comunicación se ha despiezado, y puede centrarse en quien comunica o en quien escucha, que además pueden ser la misma persona. Cada uno de nosotros, en cada instante, ‘se cuenta lo que le pasa a su modo’. La comunicación, que se sobreentendía siempre como interpersonal, alcanza su mayor repercusión cuando es intrapersonal. La forma de interpretar las circunstancias de la vida, la calidad de esa intracomunicación, puede ser más significativa que las propias contingencias sufridas. Un mismo fracaso objetivo puede ser sentido como un estímulo o como un lastre; o un mismo éxito parcial, puede actuar de forma variable, en función de cómo se comunica a uno mismo.

Examinémonos: ¿Comunicamos bien lo que queremos expresar?, ¿comunicamos acertadamente?, ¿nos comunicamos debidamente?, ¿nos dejamos comunicar?, y especialmente ¿nos comunicamos correctamente con nosotros mismos? Recordemos que ‘por la boca muere el pez’, y que con una entrenada y quíntuple capacidad de comunicarnos podremos mejorar sustancialmente nuestras vidas.

Trucos del éxito

El inicio del año es un buen momento para aplicar consejos que conducen al triunfo en la vida.

Nuestros padres nos comunicaron tres simples sugerencias que aseguran la felicidad en la tierra. Tras haberlas seguido mediocremente, las transmitimos también a nuestros hijos, con la esperanza de que ellos las apliquen con mayor rigor y provecho. De su efectividad no cabe la menor duda. He aquí el secreto del éxito:

1º Madruga todos los días de tu vida. Puedes trasnochar todo lo que quieras, o mantener rutinas horarias a tu antojo, pero no dejes nunca de levantarte cada mañana a la misma hora, cuanto antes mejor. Si es posible a las seis, mejor que a las siete. Las ocho es ya demasiado tarde para el proverbio, “A quien madruga, Dios le ayuda”.

2º El método más rápido de hacer muchas cosas, es ordenarlas y hacerlas de una en una. Puedes proponerte todos los objetivos que quieras, de golpe incluso; pero luego debes ordenarlos e irlos obteniendo en la secuencia lógica. Por ejemplo, la juventud piensa: “Quiero estudiar, trabajar, comprar casa y coche, casarme y tener hijos, conquistar el mundo,…”. Todo es posible, pero siguiendo un orden y concentrando el esfuerzo en cada paso.

3º Descubre que lo más excitante de la vida… es la vida misma. Nunca recurras a drogas de ningún tipo (ni tabaco o alcohol), para explorar la trascendencia y grandeza de la existencia. Es mucho más eficaz y satisfactorio aprender a descubrir, apreciar, querer y amar profundamente todo lo que te rodea: tu entorno, tu trabajo, tu gente. En todos ellos encontrarás todo lo que necesites, pagándoles con la misma moneda de cariño y afecto.

Freakonomics

Un polémico libro, con información estadística contrastada, que muestra algunas causas distantes y ocultas de nuestra realidad.

Entre los libros de las últimas vacaciones, ha destacado uno por su controvertido contenido. Se lee de un tirón, pero suscita profundas reflexiones. Se trata de Freakonomics, de Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner. Levitt es un prestigioso economista, aunque políticamente incorrecto. Dubner es un escritor de éxito y periodista de The New York Times.

La obra es un puzzle que combina anécdotas e investigación para presentar conclusiones impactantes, sustentadas en datos masivos explorados con técnicas estadísticas ortodoxas, por lo que su argumentación científica resulta convincente. Algunas pintorescas preguntas sobre significativos fenómenos sociales se suceden y se explican con razones, cuando menos, curiosas.

¿En qué se parecen los agentes inmobiliarios al Ku Klux Klan? ¿Por qué los traficantes de drogas viven con sus madres? ¿Funciona una banda de crack como una franquicia? ¿Qué es más peligroso: un arma o una piscina? Resulta que, en un país (¡con 200 millones de pistolas y 6 millones de piscinas!), mueren muchos más niños ahogados que por disparos (550 frente a 200 anuales). La familiaridad de una piscina evoca menos precaución que un arma mortal, y no hay ONGs que nos recuerde el peligro de las piscinas.

El primer capítulo se titula “¿Qué tienen en común un maestro de escuela y un luchador de sumo?”. La respuesta es que algunos hacen trampa. Esta afirmación irreverente surge del estudio de una situación en la que los incentivos económicos y la posibilidad de ascenso para profesores dependen de las calificaciones que obtengan sus alumnos en exámenes estandarizados. La probabilidad de que hagan truco es alta. Y así se demuestra tras revisar cuidadosamente miles de tests de opción múltiple en las escuelas de Chicago. Mediante algoritmos descubrieron patrones de maestros que rectificaban series de respuestas antes de su evaluación por ordenador. Los mejores luchadores de sumo, a pesar de ser considerados semidioses en Japón, también hacen trampas. Se dejan ganar en peleas que no contabilizan en el ranking, pero que beneficia a su competidor, quien devuelve el “favor” en el futuro. La conclusión es que los incentivos, a veces, estimulan los fraudes.

El cuarto capítulo provoca escándalo, al preguntar “¿Adónde han ido todos los criminales?”. Durante los años 80, los criminólogos predijeron una imparable ola de delincuencia juvenil. No obstante, durante la primera mitad de los años 90, se desplomaron los índices delictivos. Los expertos, policías, jueces y políticos que antes auguraron la hecatombe, luego adujeron múltiples explicaciones sobrevenidas (educación, bonanza económica, tolerancia cero, éxito en la represión, estrategias policiales y penitenciarias, incremento de efectivos, envejecimiento de la población o leyes más estrictas sobre armas de fuego). El libro considera que la variable de mayor efecto causal (más del 50%) fue la alejada legalización del aborto ¡en 1973!, tras el famoso caso Roe vs. Wade en la Corte Suprema. Cree que así que no nacieran jóvenes predestinados a la marginalidad. Realmente un dictamen cruel sobre una vieja cuestión. Los autores dicen que “la moralidad es el mundo como nos gustaría, pero la economía muestra el mundo como es”.

La correspondencia entre abortos en los ‘70 y descenso de la criminalidad en los ’90 se valida con historias contrapuestas como el colapso de la dictadura comunista de Rumania en 1989, 23 años después de que Ceausescu ilegalizara el aborto proclamando que “el feto es propiedad del Estado”. También se acredita con indicios, como que los Estados con mayor tasa de abortos experimentaron la mayor disminución en crimen, y que los 5 Estados que aplicaron la sentencia antes fueron los primeros en atenuar los índices delictivos. Más discutible que la correlación es la conclusión de Levitt: “Cuando el gobierno da a las mujeres la oportunidad de tomar la decisión de abortar, en general, ellas hacen un buen trabajo en dilucidar si están o no en condiciones de criar bien a un bebé”.

El libro merece ser leído,… y debatido. Los aspectos éticos involucrados corresponden a otro plano de análisis, y ni deben prejuzgar las interpretaciones presentadas, ni deben ser inferidos por meros datos o conclusiones estadísticas. Otros trascendentes aspectos familiares y educativos presentados en la segunda parte del texto merecen un comentario pormenorizado de próxima publicación.Versión .DOC para imprimir



Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/freak1.htm

Primera derivada

Para un profesor de “Didáctica de las Matemáticas”, como es mi caso, resulta muy frustrante reconocer el fracaso educativo que supone el escaso conocimiento en esta materia de la población en general. Apenas algunos conceptos aritméticos y geométricos, algunas nociones básicas de estadística, y poco más. Todo ello salpimentado de frecuentes errores, confusiones y tópicos, entre los que el más enervante es ése de “… es que yo soy de letras”, al que sólo cabe replicar con un “pues entonces, dedícate al álgebra” (chiste que entenderá alguno de ciencias). Tras cursos de enseñanza obligatoria con restringido éxito en la divulgación del metalenguaje matemático, y sin entrar en honduras como los abstrusos porcentajes que tanto parecen complicar la vida de la mayoría de nuestros conciudadanos, existe un concepto de gran trascendencia que explicaremos con sencillez para transformar milagrosamente la vida de nuestros allegados.

La “primera derivada” de una función mide su crecimiento, no su valor en un momento dado. La mayor parte de los elementos que valoramos en nuestra vida cotidiana, la felicidad, el amor, la familia, la amistad, la salud, el éxito, el dinero, la democracia,… condicionan nuestra existencia, pero más que por su medida concreta por su variación o “primera derivada”. Sólo comprendemos la importancia de la salud, por ejemplo, cuando la recuperamos o salimos de un trance angustioso. Aporta más bienestar mejorar nuestra posición social o económica (crecer), que mantenerse o disminuir desde una situación superior. Para expresarlo con claridad: un multimillonario que pierde la mitad de su fortuna, y se queda con sólo mil millones de euros puede ser más infeliz que un joven que duplica su modesto salario al progresar en su trabajo.

Esto también sucede a escala colectiva: las sociedades más felices y satisfechas no suelen ser las que más tienen, sino las que mejoran más sus condiciones de vida colectiva. Igualmente, se produce una gran depresión social cuando una ciudadanía ve estancado su progreso, o el de sus generaciones siguientes. Una fábula muy descriptiva demuestra el valor del crecimiento, más que el punto de partida. Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente muy feliz. El rey estaba indignado y no conseguía explicarse por qué su paje era feliz viviendo casi en la miseria. Llamó al sabio de la corte, quien le pidió una bolsa con 99 monedas de oro para una prueba. Pusieron al alcance del criado el dinero, con una nota que decía: "Este tesoro es tuyo. Disfrútalo". El sirviente lo recogió y contó las piezas: 99. “No puede ser”, se dijo, y las recontó varias veces. Escondió aquel capital, al tiempo que calculaba cuánto tiempo debería trabajar para conseguir su moneda número cien. Su optimismo, propio de quien había ido mejorando con el servicio al rey, desapareció para siempre: Había entrado en el “círculo del 99%”, de quienes tienen casi todo y se agobian intentando la plenitud. Antes, había ido progresando del 1 al 2%, al 3%,… pero ahora se enfrentaba a una mejora imposible. Todos hemos sido educados en esa necia suposición, de que siempre nos falta algo para estar completos, y sólo así gozar de lo que se tiene. Nos enseñaron que la felicidad debe esperar a completarse... Y como siempre falta algo, nunca se disfruta de la vida. Cambiemos para saborear nuestros tesoros presentes y para incrementarlos modestamente con gozoso entusiasmo.

Tres conclusiones prácticas:

1ª Cuanto mayor nivel de infelicidad, más fácilmente podemos comenzar a mejorar lo que nos reportará un alto grado de felicidad. Aprendamos de las gentes sencillas, de los pueblos felices que avanzan sobre sus desventuras.
2ª Valoremos lo que ya tenemos y por las mejoras accesibles, sin obsesionarnos por lejanas metas inalcanzables.
3º Sólo existe un camino infalible para actuar sobre la primera derivada y crecer imparablemente como personas y como sociedades: la propia educación en todos los campos de lo humano y de lo divino, formándonos y desarrollando nuestras inmensas capacidades físicas, emocionales, intelectuales, culturales, sociales, económicas y espirituales.

Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2004/primeraderivada.htm

Nos la dan con queso

Primero inventaron la pubertad, y convirtieron en malcriados insufribles a los adolescentes. Ahora, quieren fastidiar a la infancia con “libros de autoayuda” para niños de seis años. Un espabilado psicólogo de éxito mundial, quiere volvernos locos a los padres al tiempo que se embolsa nuestro dinero. El célebre Spencer Johnson, autor de libros best-sellers traducidos a 26 idiomas, ha publicado en castellano una adaptación de su obra “¿Quién se ha llevado mi queso?”, con más de 12 millones de ejemplares vendidos en 37 países, destinada a escolares que apenas saben leer. Pretende enseñarles a identificar objetivos vitales y a responder cuando no se alcanzan, como si fuese la clave que garantiza el éxito futuro.

¿Cómo se puede pasar de entrenador de ejecutivos en el mundo de los negocios a maestro de párvulos en la escuela infantil, sólo quitando letras y añadiendo dibujos para narrar la misma historia? Johnson relata las consabidas peripecias de dos ratoncillos y dos liliputienses que recorren un laberinto diariamente para encontrar siempre su queso en el mismo lugar. Pero un día el queso desaparece. Los ratones simple e instintivamente rebuscan otra fuente de queso. Los hombrecitos, sin embargo, quedan molestos y paralizados. Tras comprobar que el queso no volverá, Haw reacciona y decide buscar nuevos suministros, asumiendo el cambio como una oportunidad. No logra convencer a Hem para unirse a la búsqueda, porque éste decide que cualquier otro queso no le gustaría tanto como el anterior, y termina muriendo de hambre. Haw finalmente descubre más queso del que nunca soñó, aprendiendo lecciones como “no temas al cambio: anticípate; no te quedes parado; no te aferres a viejas ilusiones; observa los indicios que predicen los grandes cambios; disfruta de la novedad y saborea la aventura”.

La fábula permite a un adulto extraer la moraleja de la adaptación, porque instintivamente tratamos de evitar o minimizar los cambios que, inevitablemente, ocurren. Cada uno de nosotros mantiene su propia idea de lo que es el “Queso” (la Felicidad). Si lo conseguimos, nos encariñamos con él, pero si lo perdemos hemos de estar preparados para nuevas búsquedas. Pero es desatinado y prematuro anticipar a criaturas lemas tan prosaicos como “las viejas convicciones no te conducen al Queso Nuevo”, “cuanto antes olvides del Queso Viejo, antes encontrarás el Queso Nuevo»” o “debes imaginarte disfrutando del Queso Nuevo incluso antes de encontrarlo, para animarte en su búsqueda”.

Sólo cabe la excusa de que un librito así, realmente no se dirige a chiquillos, sino a adultos con edad mental propia de la infancia, que entienden mejor un mensaje con pocas palabras y grandes ilustraciones. A los niños de verdad, no pretendamos “auto-ayudarles”. Mejor que sigan soñando con un mundo feliz mientras leen precozmente cuentos clásicos como “El Principito”.

Ponme a dormir

Una clave familiar que mide la felicidad y el éxito alcanzados dentro de un hogar.

Pasados los años, se llega a descubrir cuáles son las vivencias más significativas y gratificantes de una vida. Una de mis favoritas entre las más felices y repetidas es despertar de madrugada. En plena oscuridad ir recobrando la percepción del entorno: sentir la presencia de mi esposa apoyada en mi hombro y brazo izquierdos, sus pies junto a los míos, su respiración sosegada y su sueño sereno.

El juego del despertar incluye desde hace pocos años una adivinanza de saber dónde estamos: Si en nuestro hogar de Getxo o en la casa de Alicante. El colchón es similar y no vale palpar el cabezal o el borde de la cama, ni apurar la memoria del día anterior. El truco es tratar de acertar sin abrir los ojos, por algún leve ruido como la lluvia exterior en los ventanales o el tráfico lejano. Entonces comprendo si estamos de vacaciones o durante el curso, pero eso no importa demasiado, cuando se está entre personas amadas.

Luego sigue la preocupación por nuestros hijos: ¿Estarán en sus cuartos de al lado, o en su residencia de estudios? ¿Han de madrugar? ¿El pequeño que estudia lejos parecía feliz en su última llamada? ¿Los abuelos qué tal estaban según la conversación de cada noche? ¿Y el resto de la amplia familia? Cuando el repaso indica que todo parece estar en orden, casi inmejorablemente, no cabe mayor felicidad.

Todo este sosiego lo atribuimos a un lema familiar que les enseñamos a nuestros hijos. Cuando la mayor nació, su precocidad con el habla -en distintos idiomas porque uno le parecía poco- fue impactante. Ella recreó la expresión de "ponme a dormir", que incluía rezar sus oraciones, arroparla con su peluche del momento, leerle o contarle un cuento con precisión milimétrica para evitar inexactitudes, debatir con ella el desenlace de la historia, darle un beso y velar un buen rato mientras parecía dormir… pero estaba al acecho para evitar quedarse sola hasta que Morfeo la acunase, siempre con una tenue luz en su cuarto.

Ahora que pasamos más tiempo solos, mi esposa ha recupero el mimoso lema de "ponme a dormir". No en vano hemos compartido juntos nuestras vidas desde que éramos unos críos, ella de 18 años y yo de 20. Definitivamente es fácil compartir la idea de que sentirse querido es la sensación más humana que se puede experimentar. No existe mayor aprecio interpersonal que saberse querido en el seno de una familia, por parte de los padres, de la pareja, de los hijos, de los hermanos, de los familiares propios y políticos. La verdadera medida del éxito público en la vida, donde también la estima de colaboradores, colegas y superiores es decisiva, se determina por la dimensión del triunfo íntimo dentro del propio hogar.

Versión original en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/ponme.htm

La secta más poderosa


Una visión alternativa de dónde reside el poder y de quiénes detentan la mayor fuerza transformadora descubierta hasta la fecha.

Éstas son las confesiones de un fanático irredento. Por increíble que parezca, todo lo que aquí se proclama, a modo de expiación, es rigurosamente cierto. Parafraseando a Zola, “Yo acuso que ­inmersa un nuestra sociedad­ existe una orden oculta extremadamente organizada que controla la vida de nuestra ciudadanía”.

‘Ellos’ determinan quiénes dirigirán el poder, la política, los negocios,… ‘Ellos’ gobiernan realmente el mundo. Sus conexiones con las altas esferas sociales son tan decisivas como innegables. Todos los presidentes, papas, banqueros, políticos, jueces,... han pertenecido a esta legión de rosacruces. Quienes se someten a sus dogmas y dedican su tiempo a los objetivos del clan se aseguran la prosperidad, el prestigio social, incluso la felicidad a escala individual y familiar. Sus adeptos disponen del éxito garantizado, en todos los planos vitales; por el contrario, sus adversarios y quienes se alejan de sus mandatos sufren un destino plagado de desdichas incontables.

Las promesas que estos francmasones ofrecen a los postulantes son increíbles, pero reales. Les garantizan que activarán sus poderes recónditos y serán los todopoderosos, los más ricos, los más inteligentes, los más cultos,... ¡Hasta la inmortalidad en la memoria de la humanidad para sus más fieles adictos! Afirman que todos los anhelos de sus seguidores serán cumplidos. Si se busca éxito, amistad, amor, salud, seguridad, confianza, bondad,... y si se desean compartir todas estas riquezas, basta con ingresar y mantenerse bajo sus leyes, dando testimonio de sus efectos.

La captación de discípulos se produce desde muy temprana edad. Sus métodos de proselitismo alcanzan muy eficazmente a la mayoría de la población, y tras la primera invitación a practicar este culto es imposible resistirse a sus encantos. Posteriormente, con la mayoría de edad se producen las primeras desafiliaciones y la rebeldía a la estricta disciplina requerida por esta sociedad puede liberar a los más osados de un futuro predefinido.

Este inconmensurable ejército pasa desapercibido, pero paradójicamente es muy populoso. Por descomunal que parezca, más del 2% de la población trabaja comprometidamente en este negocio. Sus apóstoles constituyen la primera profesión del mundo moderno. Sus doctrinas y prácticas alcanzan directamente a más del 29% de la población restante en millones de logias diseminadas hasta en las menores poblaciones.

Esta masonería mueve una cantidad ingente de dinero, que proviene de los bolsillos de los inconscientes ciudadanos que ignoran la magnitud de esta clandestina industria. Se estima que cada contribuyente debe cotizar anualmente una cifra no menor a 3.600 euros. La cuantificación de este fausto negocio es incalculable, pero superior al 20% del PIB.

Este apocalíptico imperio invierte en el proceso de captación un promedio superior a 72.000 euros por iniciado. En algunos casos, el señuelo puede suponer diez o cien veces más. No importa. Sabe que recuperará con creces tan fabulosa inversión con los captados, cuyo porcentaje es creciente.

Toda mi familia, todos estamos dentro. Sucumbimos pronto en tan tupidas redes y nunca hemos sabido, o querido, fugarnos. Por el secreto del sacramento… somos los primeros en ignorar, o pretender olvidar, nuestra pertenencia a semejante maquinación. Como los demás cofrades buscamos la perfección interna, evitando convertirnos en meros mercenarios que asumen la militancia sólo como un oficio vulgar.

Lo más flagrante es el hecho de que esta hermandad es sutilmente secreta hacia… dentro. Son sus propios miembros quienes no saben que pertenecen a ella y tampoco comprenden su infinito poder fáctico. Están organizados en células reducidas, y saben de la existencia de otras diócesis, pero raramente se reúnen en multitudes. Cuando a la señal de la resurrección de los zombis, estas huestes se desplieguen surgiendo de la penumbra, el mundo se maravillará. Surgirá la nueva Sociedad del Conocimiento. Ese extasío está pronto...

Tú mismo, lector de estas líneas, seguro que has pertenecido, y probablemente sigas vinculado a este Partido. Acaso con poca aplicación, si no lo has vislumbrado aún, porque hablamos de... la educación. ¡Mantén el secreto!

Versión original de 2001 en: http://mikel.agirregabiria.net/2002/deia3.htm

Naranja a la portuguesa

El secreto ingrediente de una inmejorable receta que se transmite de generación en generación en nuestra familia.

En mi casa siempre fue motivo de alegría cuando mi padre nos preparaba individualmente a cada uno de mis hermanos su célebre “naranja a la portuguesa”. Posteriormente comprobé que no existe tal fórmula gastronómica, y quizá la razón de ello sea la sencillez de su preparación: Basta cortar una naranja bien pelada en finas rodajas circulares y espolvorear azúcar por encima para endulzar aún más el sabor natural del cítrico. Con un solo fruto así troceado y presentado se cubre un amplio plato llano, que puede ser degustado cómodamente por el comensal.

Esta misma receta la he repetido miles de veces con mis hijos y mis sobrinas, ya casi todos mayores de edad, habiendo obtenido en todas las ocasiones el mismo éxito que mi padre. Aunque siempre sospeché cuál es el recóndito factor de su éxito, no ha sido hasta ayer cuando alguien ha verbalizado la clave. Ayer mi sobrina predilecta, que no diré quién es, me dijo: “Me gusta mucho, tío, porque la preparas sólo para mí”. Pocas veces se ha podido escuchar más nítidamente que el secreto ingrediente de la comida más deliciosa, y el de una familia unida, es el amor manifiesto que se expresa con un poco de tiempo pelando, cortando y endulzando con mucha solemnidad una simple naranja.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/naranja.htm

Summerhill: Escuela de felicidad


Explicar la utopía escolar de Summerhill es un serio reto para un educador. Sintetizar lo mejor de su proyecto es más factible.

Imagínese una escuela donde se cultiva la felicidad,… donde los alumnos son libres de ser ellos mismos, donde el éxito no es definido por los resultados académicos, donde quién eres importa más que lo que sabes, donde alumnos y maestros aprenden juntos, donde todo se organiza de forma democrática, donde cada persona tiene el mismo derecho de hablar y ser escuchada, donde la creatividad y la expresión propia no son reprimidas,…

La Escuela Summerhill (Colina de Verano) fue fundada en 1921 por Alexander Sutherland Neill. La descripción pedagógica y organizativa de tan compleja experiencia didáctica, e incluso la biografía de su fundador Neill, forman parte del currículo formativo de cualquier profesor contemporáneo. Resumirlas en unas líneas sería irreverente, por lo que como primera aproximación al pensamiento de Neill cabe citar los ilustrativos títulos de sus principales libros, donde difunde su proyecto y que marcan los grandes temas de la educación moderna.

A.S. Neill, que había actuado como periodista en diferentes medios editoriales, publicó durante todo su periplo docente numerosos textos, cuyos epígrafes marcan los hitos de su progreso profesoral a lo largo de su vida que transcurre entre 1883 y 1973. Sus primeros libros son “A Dominie´s Log” (Diario de un profesor rural) y ”A Dominie´s Dismisset” (Un profesor acomodado), entre 1916 y 1917. Se muestra como un iconoclasta, que narra humorísticamente su profesión. Extendiendo que sus reflexiones eran tomadas en broma, editó “The booming of Bunkie” (El crecimiento de Bunkie) en 1919 y ”A Dominie in Doubt” (Un profesor en dudas) en 1921.

En 1920 fue elegido como co-editor de la revista “Educación para una Nueva Era”. Las siguientes obras fueron en 1924 “A Dominie´s Five”, que protagonizan sus alumnos, y en 1926 “The Problem Child” (El alumno problemático), donde enuncia su axioma de la libertad “neilliana”. Continúa en 1932 con “The Problem Parent” (El padre problemático), donde presenta la dialéctica familia-profesorado. Sigue una trilogía: En 1934, “The Modern School Handbook” (Manual de la Escuela Moderna); en 1936 “Is Scotland Educated?” (¿Está educada Escocia?), y 1937 “That Dreadful School” (Esa Escuela Terrible).

En 1938 publicó “The Last Man Alive. A Story from the age of Seven to Seventy” (El último superviviente, una narración para niños de 7 a 70 años). En 1939 escribió “The Problem Teacher” (El profesor problemático) y en el año 1945 “Hearts not Heads in the School” (Corazones, no sólo cabezas en la Escuela). En 1949, editó “The Problem Family” (La familia problemática); y en 1953, “The Free Child” (El niño libre).

El 7 de Noviembre de 1960, coincidiendo con la semana en la que John F. Kennedy fue elegido Presidente, publicó su libro ”Summerhill”, de considerable éxito. Fue prontamente incluido en las listas de obras recomendadas en más de 600 universidades. Sus dos últimas obras fueron “Talking of Summerhill” (Hablando de Summerhill) en 1967 y en el año de su muerte, 1973, aparecía su obra autobiográfica “Neill! Neill! Orange peel” (Neill, Neill, Piel de naranja, como le llamaba irrespetuosa pero cariñosamente uno de sus alumnos, equivalente a “maestro ciruela”).

A.S. Neill creyó que en Summerhill se alumbraba una nueva civilización. En todo caso, aquélla fue y seguirá siendo una escuela referencial donde reinaba la vida, la alegría y el entusiasmo. Desde el paradigma de la libertad en este mundo enloquecido, contribuyó decididamente a revivir la única gran esperanza: la Educación universal de calidad y en equidad.

Comunicar: Un verbo plural

©Mikel AgirregabiriaEn sus múltiples formas verbales sorprende la polisemia de “comunicar”, de mezquina infrautilización en nuestro tiempo.

El mágico vocablo “comunicar” contiene varios verbos en uno. Hasta hace unas décadas, este término era transitivo esencialmente: “Fulano comunica algo a Mengano" o "a la opinión pública". Más recientemente pasó a emplearse como intransitivo: "Alguien comunica bien (o mal)”. También como verbo reflexivo: "Sabe comunicarse". Incluso contiene una cuarta dimensión, de alto interés para el éxito en la vida cotidiana, la educación, la familia o la economía: La voz pasiva, el “dejarse comunicar por los otros, el entorno, el mercado,…”.

Los “medios de comunicación” no siempre ofrecen un buen modelo de comunicación. Exponen muchas noticias, más o menos precisas, pero apenas escuchan a sus audiencias lectoras o audiovisuales. Comunicar, además de extenderse o propagarse (“el incendió se comunicó a las casas circundantes”), también significa establecer un medio de acceso entre comunidades o lugares distintos (“el puente comunica las dos orillas”). La prensa, demasiadas veces, sólo crea o difunde una opinión que cree compartida con su audiencia, pero raramente se esfuerza en tender puentes entre distintas diferentes sensibilidades colectivas.

Communicatio es una palabra latina que designa la comunicación entendida como “facultad de sentirnos unos a otros”. Es un cultismo extraído de la comunión eclesial: “Communicantes et memoriam venerantes”... dice el canon de la misa. Cuando la tecnología extrajo este término de la liturgia para incorporarlo al “nuevo culto” que permitió la transmisión masiva mediante los primeros “medios de comunicación” (prensa, radio, TV), se produjo la preponderancia de una comunicación desequilibrada, truncada, exclusivamente unidireccional.

Esta imperfección, propia del siglo XX por los poderosos grupos de comunicación (y que Internet atenúa en el presente siglo), se infiltró en toda la comunicación interpersonal y causa verdaderos estragos de soledad e incomunicación a escala individual y social. A menudo, el peor referente de monólogo se escenifica pésimamente entre políticos en las grandes cadenas televisivas, con el contraejemplo cómico (si no fuese trágico) de “comunico, aunque sin escuchar ni ser escuchado, sin pretender compartir nada ni convencer a nadie que no esté ya convencido”.

Nuestra mayor torpeza vital proviene de la incapacidad para escucharnos diestra, efectiva y mutuamente como comunicantes que buscan un encuentro. Cuando falta la correspondencia (comunión) en la comunicación entre un comunicador y su audiencia, es culpa del comunicador. Y ésa es una buena noticia, porque la solución reside en cada uno de nosotros, en tanto que somos comunicadores. Bernard Shaw señaló: "El mayor problema de la comunicación es la ilusión de que ha sido realizada con éxito."

Analicemos nuestra capacidad personal de comunicación: ¿Comunicamos? ¿Nos comunicamos? ¿Bien? ¿Qué y a quiénes? ¿Nos dejamos comunicar? ¿Qué y de quiénes? ¿Nos hace bien esa comunicación? Revisemos todos los esquemas de nuestra comunicación activa y pasiva. En caso contrario, probablemente sigamos “comunicando como los teléfonos” cuando la línea está ocupada.

Versión para imprimir en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/verbo.htm

Claves del aprendizaje, según John Hattie y su Visible Learning

Entre las muchas referencias que aparecieron el viernes pasado en la excelente segunda edición de "Las pruebas de la educación 2018", #PruebasEducación18, indiscutiblemente la mejor fue la sugerencia de releer a John Hattie y su ingente investigación sobre "Visible Learning" (ver en varios idiomas, aún no en español en esta web que encarecidamente recomendamos). 

"Visible Learning" presenta resultados obtenidos a través de unas 80.000 investigaciones empíricas con muestras que suman más de 300 millones de estudiantes, sintetizados por medio de unos 1.400 meta-análisis específicos.

Con un enfoque de descartar primero lo que nos distrae en la innovación educativa, enfoque similar al utilizado por Inger Enkvist, podemos desestimar lo que OCUPA MUCHO TIEMPO, PERO APENAS DETERMINA EFECTOS, que se puede leer en este link con "Las políticas de distracción". Entre los más de cien mil efectos que ha estudiado John Hattie, el “top cinco” de las distracciones inútiles son los siguientes devaneos: 
  • Distracción 1ª: APPEASE THE PARENTS. Apacigua a las familias – “Si hubiera más posibilidades de elección de escuelas y clases más pequeñas” 
  • Distracción 2ª: FIX THE INFRASTRUCTURE. Renueva la el currículum y la evaluación– “Si sólo tuviéramos planes de estudio más eficaz, estándares más rigurosos, más pruebas y más edificios en forma de alternativas” 
  • Distracción 3ª: FIX THE STUDENTS. Mejora el alumnado– “Si tan sólo nos vale, estudiantes mejor preparados, desde las etapas previas,... ” 
  • Distracción 4ª: FIX THE SCHOOLS. Atiende al presupuesto y la autonomía de los centros – “Si sólo las escuelas tuvieran más recursos y autonomía, serían mejores escuelas” 
  • Distracción 5ª: FIX THE TEACHERS. Fija el profesorado – “Si los maestros tuvieran mejor formación inicial, fueran pagados por su rendimiento y adoptasen nuevas tecnologías y metodologías”
Centrándonos en un enfoque positivo, he aquí las cinco claves para la transformación y el éxito de cualquier aula, escuela o sistema educativo:
  1. Conocimiento del impacto. No podemos mejorar lo que no conocemos y sin duda, no podremos ni querremos cambiar nuestras acciones si desconocemos el impacto que éstas tienen. Dentro de las escuelas, tenemos que preguntarnos cómo sabemos si lo que hacemos funciona, cuál es la magnitud del efecto y qué evidencia tenemos para comprobar que es cierto. Ahora bien, el equipo de Visible Learning pone el énfasis en que todos los actores del proceso, incluyendo el alumnodo, tienen que conocer su progreso y el impacto de las actividades de aprendizaje para actuar en consecuencia. Para ello, será fundamental que los objetivos e intenciones sean explícitos, y que existan evidencias de aprendizaje a las que todos tengan acceso.
  2. Docentes inspirados y apasionados. ¿Recuerdas a tu mejor profesor? Seguramente fue uno al que le apasionaba enseñar y te inspiraba constantemente; que incluso influyó en la persona en que te convertiste. Pues bien, las escuelas necesitan de docentes apasionados por enseñar y por aprender, que reten a los estudiantes y faciliten su aprendizaje. Un profesor es un agente de cambio y en realidad, el único objetivo de nuestro trabajo es que los estudiantes aprendan.
  3. Alumnado activo. Se refiere a que los estudiantes tengan la capacidad, las herramientas e información necesarias para ser conscientes sobre qué aprenden, cómo aprenden y qué tienen que hacer para aprender mejor. Un alumnado activo sabe qué necesita aprender, pregunta sobre aquello de lo que no está seguro, establece sus propios objetivos y también, se convierte en un maestro. Asimismo, está listo para ser evaluado, ya que sabe que puede cometer errores para mejorar la próxima vez –todo a su alrededor le indica que es seguro intentar y equivocarse.
  4. Retroalimentación efectiva. La retroalimentación puede tener un gran impacto en el proceso de aprendizaje de un estudiante. Sin embargo, la mayoría de las veces, los alumnos terminan más confundidos de lo que estaban después de que les damos nuestra crítica. Una buena retroalimentación tiene que llevar a la acción, decirnos claramente hacia dónde vamos, cómo estamos llegando allí y a dónde tenemos que dirigirnos después. Además, los resultados de los alumnos son también en realidad retroalimentación para el profesor. Otra idea clave de cómo las escuelas exitosas dan retroalimentación es que lo hacen en todos los sentidos: del profesor al educando, del educando al profesor, y entre los mismos estudiantes.
  5. Sistemas y procesos alineados. Este punto es fundamental, ya que para que una escuela sea exitosa, todos tienen que compartir y vivir la misma cultura. ¿Tienen todos –director, coordinadores, profesores, padres, supervisores, alumnos– la misma visión sobre lo que es progreso y éxito? ¿Buscan la excelencia? Para lograrlo, se necesitan políticas y procesos explícitos que tengan sentido y a los que todos estén alineados. Por poner un ejemplo, si la escuela quiere que los profesores colaboren entre ellos con la finalidad de planear experiencias de aprendizaje para los estudiantes, entonces tendría que haber oportunidades y tiempo para que lo puedan hacer.
John Hattie1
Seguiremos con todo esto, pero anticipamos algunos posts de lectura:
Claves del aprendizaje, según John Hattie y su Visible Learning