Mostrando las entradas para la consulta Aznar ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Aznar ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

Quiniela rectoral

Predicciones sobre el próximo Rectorado de la UPV-EHU

Animados por el circunstancial éxito pleno de anteriores pronósticos, tales como la elección de Rajoy por Aznar y las dos últimas elecciones Generales y Municipales, algunas amistades me solicitan aplicar estas supuestas dotes adivinatorias al proceso abierto de elección del Rectorado en la Universidad del País Vasco. Estas notas están remitidas a las 7:00 a.m. de la jornada de reflexión, antes de la primera vuelta que se celebrará mañana día 24-3-2004.

Los comicios serán un ejercicio de participación corporativa por la concurrencia del inmenso colectivo implicado directamente en la Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea, con derecho a voto de más de 59.000 personas entre estudiantes, profesores y Personal de Administración y Servicios. Hasta la forma de votación será innovadora con urnas electrónicas. Se aventura que, por similitud con recientes consultas celebradas en otras universidades del Estado, se producirá un alto porcentaje de asistencia del profesorado y del PAS –rozando el 80% en ambos estamentos- y una reducida respuesta del alumnado que difícilmente superará el 20%.

Los periódicos de hoy recogen el clima de incertidumbre en el resultado, derivado fundamentalmente de la novedad absoluta de la normativa que rige el proceso, así como por la abundancia de candidaturas. Los siete aspirantes a Rector dan por hecho que será necesario acudir a una segunda vuelta por la imposibilidad indudable de que ninguno de ellos supere la mayoría simple. Algún experto declara que "No hay nadie mínimamente sensato que lance un simulacro de resultados. Además, tienden a dar previsiones generadas a partir de razonamientos antiguos". La contundencia de la afirmación nos desafía a responder al reto.

La incógnita del resultado se basa determinantemente en la transición desde el anterior modelo, donde era factible negociar acuerdos entre los 300 electores claustrables, hasta el actual sistema de sufragio universal ponderado regido por los nuevos Estatutos de la UPV-EHU, según la Ley Orgánica de Universidades (LOU). Esta metodología conceden a los casi 4.000 docentes una cuota del 69% (el 51% para los funcionarios doctores y el 18% para el resto de personal docente e investigador), mientras que el PAS, con más de 1.400 personas, dispone de un 11% y los 53.000 alumnos censados, del restante 20% (reducido desde el 28% previsto por la LRU). La pasividad estudiantil resulta preocupante y denota poca motivación e insuficiente atención prestada hacia el destinatario de la acción formativa universitaria en la acelerada campaña, que -a pesar de las interferencias con las Elecciones Generales y el 11M- ha sido un modelo de “fair play”, por madurez universitaria e incluso por el relativismo de opción real de algunas listas.

El análisis de las posibilidades entre las siete candidaturas se presenta complejo. Su misma presentación fue un proceso paulatino, en el que alguno de los primeros quizá no se habría presentado de saber que serían siete al final, y alguno de los últimos tampoco si los anteriores fuesen menos. El sistema de dos vueltas condicionará decisivamente el resultado definitivo, por la previsible agregación a los dos equipos finales de figuras destacadas de las listas descartadas. El voto en la segunda vuelta puede que sea guiado tanto por preferencia como por exclusión, lo que dificulta (o quizá facilita) la profecía.

Es deducible barruntar que el acierto en el augurio se optimiza especulando con la siguiente conjetura: La candidatura ganadora final estará entre la representada por el experimentado Juan Ignacio Pérez Iglesias o la curtida Marisol Esteban Galarza, sin orden de prelación entre ambas contingencias. Esto no implica necesariamente que ambas listas pasen el corte, aunque probablemente sea así y en tal caso la puntería del vaticinio quedaría respaldada antes de la segunda vuelta. Las otras listas, sin repasarlas exhaustivamente, resultan demasiado parciales para interpretar el sentir plural de una comunidad universitaria tan múltiple como la UPV-EHU. Excesivo sesgo hacia una opción politécnica en el caso de Javier Muniozguren o hacia la periferia de Antonio Rivera; apreciable improvisación para Ander Gurrutxaga, escaso apoyo para Francisco Doñate o remarcado matiz radical para Iñaki Antigüedad. La solución es cuestión de horas.

Funciona la Democracia

Un día electoral de sensaciones democráticas

Los sentimientos y emociones se agolparon el trágico 11M con la masacre ferroviaria de Madrid. El dolor, la rabia, la desesperación, el pesimismo nos invadió durante toda la jornada. Las noticias nos hundían en un pozo de desánimo sin remisión. La solidaridad, la mente y el corazón nos decía que debíamos ayudar y rehacer nuestra vida, otra vez sacudida por el terror. A mí sólo se me ocurrió donar sangre, con el ritual ceremonioso de ir en Metro y volver en tren de cercanías para sentir que nunca nos vencerá el fanatismo, ni nos impondrá sus miedos.

La autoría fue la segunda incertidumbre tras el shock, por la gravedad social y la repercusión electoral que sin duda provocaría la barbarie. Inicialmente todos pensamos en ETA, con fundamento porque esta organización es la única que seguía amenazando y matando en el Estado. Luego surgieron las dudas, y pronto todo apuntaba a otra milicia de obediencia islámica. Batasuna, con o sin información privilegiada, negó la autoría de ETA e incluso condenó la matanza, expresando "el absoluto rechazo" a este tipo de actuación, calificándola de "masacre" que "no tiene justificación". Mientras el PP movía todos sus hilos gubernamentales, diplomáticos y mediáticos apuntando a ETA, si bien Aznar y el Rey se cuidaban de no citarla literalmente, lo que daba un claro indicio a quienes nacimos en la era franquista final y aprendimos a leer la evidencia entre líneas de ocultación y maniobras de artimaña.

En Euskadi, tras las manifestaciones de repulsa convocadas por el Lehendakari para el mismo 11M y la general del 12M, el viernes era vox populi lo que sólo luego se iría filtrando con lentitud en el Estado durante el sábado 13M, con todas las pistas que Acebes no podía ocultar por más tiempo. Casi la totalidad de los vascos, que hemos sufrido largamente el acoso de la violencia, echamos de menos que el comunicado de ETA negando su participación, no aprovechase la ocasión para renunciar definitivamente a estos aberrantes métodos, liberando inmediatamente de sus ataduras a toda la sociedad y, especialmente, a los millares de vascos y vascas que aún son víctimas de esa espeluznante violencia de persecución que practica ETA y que Batasuna no censura.

El domingo 14M amaneció un día despejado y luminoso que invitaba a vivir, pero que no pudieron ver los doscientos asesinados, ni los centenares de heridos por las bombas homicidas. Muchos estuvimos más de catorce horas en una mesa electoral, viendo el excelso desfilar de la ciudadanía, tan plural, tan heterogénea, tan decidida a seguir conduciendo sus destinos con ese gesto, simple pero egregio, de escoger resueltamente una papeleta,… o incluso de votar nulo como rechazo a todos los partidos presentados o para la candidatura ilegalizada. Siempre es un espectáculo glorioso ver ante las urnas a madrugadores, a niños acompañando a sus padres, a impedidos que se esfuerzan por acudir, a familias en las que todos sus miembros votan juntos,… Todo es gratificante: la cordialidad entre los interventores de los distintos partidos que tan bien se llevan en el microcosmos de la cada mesa, el recuento que da un primer resultado de barrio o la vuelta a casa corriendo para ver los resultados globales.

La gente había acudido a votar como nunca, con porcentajes de participación superior a la del 2000 en un 11% o 12%, en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral Navarra respectivamente. Fue espléndido verificar el triunfo de la democracia, incluso en un Estado con un largo pasado recorrido bajo regímenes autoritarios. Tras la lluvia de mentiras, después del bombardeo de propaganda y a pesar del peso de la mentira, el Pueblo se alzaba con la verdad por el poder de cada voto individual. Nunca fue más cierto que no se puede engañar a todos todo el tiempo. Las encuestas, incluso las israelitas a pie de urna, se equivocaron tras las primeras horas del recuento. Gradualmente, un alivio de libertad, de conquista de la Ciudadanía, se fue elevando por los hogares y por las calles. En un sistema de derechos y libertades, no hay poderes fácticos que paren a un Pueblo en marcha. Muchos pensamos con más convicción que nunca: ¡Hoy todos creemos todavía más en la Democracia!

El Pueblo ha hablado

Aznar pasará a la historia negra de España.

La conmoción provocada el 11M por terroristas que dicen defender el Islam fue inmensurable, nos transportó todos los horrores de la monstruosa guerra hasta cada cuarto de estar. Viendo las horrendas imágenes, oyendo a los mutilados y sintiendo todo el amargor de la infamia, ya no valían los subterfugios de “batallas victoriosas con bombas inteligentes y daños colaterales”, sino que se trataba de la más cruel realidad que no se apartaba de nuestra vida: Centenares de infelices víctimas, completamente inocentes, habían sido asesinadas o malheridas por el sinsentido del terror mundial.

Los móviles gimieron insistentemente entre las vías del tren reclamando la atención de los sacrificados, llamados por sus angustiados familiares, y encogiendo el corazón de quienes no podían contestar porque la única respuesta posible era que sus allegados habían fallecido en otro insensato episodio de cobardía bélica.

Horas después, y a pesar de las manipulaciones informativas que figurarán en todos los textos del periodismo universal como la aberración de un poder corrupto, las almas más dormidas escucharon la llamada de las urnas. Fue el despertar de la pesadilla, de un horror insufriblemente cierto: el abuso de un gobierno y de un partido que con su mayoría absoluta había apoyado una injusta guerra contra el sentir mayoritario, había especulado con nuestro futuro, había comprometido nuestro destino, había desterrado el diálogo democrático, había conculcado los derechos elementales de las minorías y había viciado todo el entramado democrático del Estado.

Aznar, sus colaboradores y el PP que representaban y les apoyó, deben pasar a la Historia por la puerta falsa del deshonor y de la ignominia por su conducta absolutista, por la insolencia de su engreída desfachatez. Quienes hemos sufrido su indigno desgobierno, merecemos su retirada inmediata y definitiva para que desaparezcan de la política del Estado los modos autoritarios. Deben quedar como el ejemplo histórico de cómo una democracia sensata reprueba y destierra para siempre jamás a los gobernantes inicuos.

Nacionalismo incurable

Una atávica enfermedad se difunde por el mundo

Me he sentido mal viendo por Internet una sesión en el “Parlamento Vasco”, aunque algunos han decidido renombrarlo como “Callamiento Vasco” porque ilegalizan debates, incluso el propuesto sobre nuestro futuro por el Lehendakari democráticamente elegido por todos los vascos (y vascas), con el apoyo de un gobierno tripartito. Un gobierno vasco del que el PP dice que es antidemocrático, y al preguntársele ¿por qué?, responde: "¡Porque perdemos todas las votaciones, si no nos apoya el PSOE y Batasuna!".

Este mareo es un síntoma que se repite con frecuencia en los últimos años. “Quizá se me han indigestado los telediarios (actuales novelas de caballería)”, he pensado. Decido ir al médico de cabecera, y preocupado le pregunto: “¿Qué me pasa, doctor? Me levanto por las mañanas de buen humor, pero empiezo a aturdirme cuando desayuno viendo TVE, y me dan fuertes arcadas cuando leo periódicos o escucho a tertulianos de la radio. A media mañana estoy rendido si no me aíslo de los medios de comunicación hechos desde Madrid”.

Mi sabio galeno sin auscultarme me ha diagnosticado: “Se trata de una enfermedad contagiosa, persistente y crónica, contra la que no te has vacunado. Siéntate, respira y te lo diré sin ambages: No hay la menor duda, eres nacionalista”. Me he quedado un momento paralizado, y luego he farfullado: “Y eso,… ¿es grave?” Aquí mi buen doctor, un poco dubitativo, se lo ha repensado para explicar a un lego en medicina una cuestión tan técnica. Con un esfuerzo de familiaridad, me ha expuesto lentamente, como midiendo el efecto que causaba: “Depende,… en tu caso concreto, puede ser muy grave. Tu virus es el más doloroso, porque proviene de una cepa nacionalista defensiva y minoritaria. Es la que más hace sufrir al paciente. Otras variedades como el imperialismo, resultan inocuas para el enfermo, aunque infinitamente más dañinas y destructivas para la Humanidad. ¡Ah, y lo peor: Tu nacionalismo no se cura! Se puede tratar de ocultar los síntomas, pero nunca desaparecerá”.

Esta dolencia se suma al profundo dolor continuo que sufre todo el pueblo vasco por causa de la violencia, fundamentalmente por la violencia terrorista pero no es la única. Una tragedia de confrontación que hunda su origen en la dictadura franquista, en un contexto irresuelto de “problema vasco”. La inmensa mayoría de vascos y no vascos, nacionalistas o no, deseamos la paz y condenamos, desde siempre, todas las formas de violencia y de falta de respeto de todos los derechos humanos.

Los vascos no creemos nada en las victorias por la fuerza, ni bélicas ni policiales. Nuestra milagrosa supervivencia, con una lengua, un cultura, un modelo de organización y fueros propios, han sorteado el paso de los siglos y de los imperios, a través de una sucesión interrumpida de… derrotas. Hemos sobrevivido prodigiosamente gracias a nuestra adaptación y aceptación de los demás, pero sin renunciar nunca a lo nuestro, conservando nuestras tradiciones y costumbres. Hemos acreditado una inacabable historia de colaboración y cooperación en las más universales aventuras históricas con poderosos pueblos y grandes civilizaciones que han respetado nuestra peculiaridad, con quienes hemos cumplido invariablemente nuestra palabra, siempre que sus monarcas juren nuestras leyes viejas.

Ante una convocatoria electoral más del Reino de España, nuevamente acudiremos aunque nos veamos insultados por los herederos de quienes realmente rompieron la legalidad española en 1936, cuando los vascos la respetamos. Se nos presenta otra vez como desleales con una Constitución, en la que no se nos dejó ser ponentes y ante la que nos abstuvimos (fue votada en 1978 sólo por el 30% del electorado vasco, frente al 68% del español). Quienes se opusieron a la Constitución, la Alianza Popular predecesora del PP y el mismo Aznar que escribió en su contra, son quienes nos acusan de solicitar una revisión del Estatuto de Gernika, el mismo que ellos han incumplido en el proceso previsto de transferencias, tras legislar recortando el camino andado durante los primeros años de la transición.

Los nacionalistas, que defendemos una historia plagada de derrotas que nunca nos vencieron, nos sentimos erosionados, agotados, postrados y, quizá, hasta subyugados por los adversarios (incluida ETA), pero nunca rendidos. Este episodio de la historia también será superado. Que en las Cortes no exista un gobierno continuista de la ciega política de Aznar sería beneficioso para todos los demócratas y pacifistas que creemos en el diálogo, en el repudio de la violencia y en la solidaridad con las víctimas.

Muro de humo

Otra campaña electoral más que el PP esconde tras puro humo.

El PP de Aznar se ha especializado en cortinas de bulos. Cual apicultor con unas bocanadas de fumata aleja las abejas de la cruda realidad, evita picaduras y se lleva el panal de ricos votos, aunque la democracia quede ahumada. Porque Carod-Rovira no estuvo en las Azores, ni avaló una guerra ilegítima con falsos arsenales. Ni Rodríguez Zapatero hundió el Prestige y contaminó toda la costa cantábrica. Tampoco Ibarretxe ni Atutxa acosan al poder judicial, ni ponen en entredicho su independencia. Ni siquiera Llamazares watergatiza indebidamente la “inteligencia” de la agencia CNI.

Para desviar la atención de la opinión pública, el PP incluso salpica a sus propios personajes desechables. El “arrojo” de Trillo menospreciando a la prensa con un euro prepotente no basta para despistar del transporte cicatero del Yak 42, ni sus últimas perejiladas bélicas soterran a los muertos. Tampoco los divorcios de un ministro ocultan su pésima gestión por tierra, mar y aire, ni las memorables sandeces de la “Anda Palacio” y las medallas bushianas de “Ánsar” tapan los acallados fracasos internacionales del Sáhara, Constitución Europea, Gibraltar,… por no citar los inexistentes pero prometidos contratos bélicos de Irak.

Los supuestos “éxitos económicos” de ocho imparables años tampoco nos obnubilan de que el Estado español sigue a la cola de la Unión Europea en todos los parámetros sociales, tales como desempleo, inflación, inversión en familia, salud, educación e investigación, temporalidad y en salario mínimo. A pesar del cacareado “prestigio internacional” y de pervertidas quimeras como que "España es un país sólido, creíble y en expansión con más de 40 millones de personas con alto poder adquisitivo", la inapelable verdad de esa “España (que les) va bien”, es que el 56% de las familias no “llega” a final de mes, y los sistemas de asistencia social son los más precarios de la Europa comunitaria.

Las urnas se acercan y el inexistente partido popular, apenas un organismo de poder réplica de cierto “movimiento de democracia orgánica”, alza su coro de voces bajo la batuta del “embelesamiento único”, con aplastante apoyo mediático y marketing para votantes embotados. Nuevamente se despierta el soterrado pavor inculcado por el homenajeado de la Fundación Francisco Franco, con la matraca de la conjura vasca-catalana-roja-masónica. El PP obvia un balance de gestión y se limita a repetir consignas críticas para hacer la “oposición a la oposición”, con absurdas peticiones de democratización… a los partidos genuinos: Pongan orden en el PSOE y releven a su líder, desaparezca IU, destituyan a ERC en Catalunya, abandonen el Plan Ibarretxe en Euskadi,… en definitiva, “ríndanse todos, que la quiniela está ganada”.

Pero las humaredas de las huelgas generales, de las manifestaciones pacifistas y del chapapote no se ocultan con fogatas de distracción desde triunfalistas hogueras de prensa servil. Rajoy insulta al electorado si cree que su “humo de puro” le hará ganar las elecciones mientras canta “fumando espero”, sin apurarse en debates. Mariano ha sido designado por su ventrílocuo Josemari, un político que desdeña el diálogo, con la estrambótica teoría de mejor no dialogar si se puede descalificar al adversario, o mejor no acudir al Parlamento si puedo sacarme otra foto con Bush.

El Estado estriado y estofado que deja Aznar es un establo estucado por un desbocado PP, que considera que las pensiones y las subvenciones las paga de sus arcas, por lo que debe rendírsele pleitesía. Sus absolutistas lemas están copiados del primer hombre que usó tacones para disimular su corta estatura, Luis XIV, el Rey Sol que dijo “El Estado soy yo" y "Después de mí, el diluvio”. Así pues, ¡que llueva, que llueva,… el próximo 14 de marzo!

Culpables mutables

Socialistas: Los últimos de los infinitos terroristas.

Aznar, aprovechó la detención de dos presuntos etarras para arremeter contra el PSOE por mantener sus acuerdos en Cataluña con una formación que “dialoga y pacta” con la banda terrorista. El líder del PP atacó además el lema de “la España plural” que propone el PSOE calificándolo como “desgarramiento de España”, acusando a los socialistas de proponer “17 ideas de España distintas, lo que supone liquidar el país”. En un discurso duro y catastrofista, centrado en el ataque al PSOE por su política territorial de reforma de los estatutos de autonomía y por sus alianzas con partidos nacionalistas que “se reúnen con los jefes de ETA”, en alusión a ERC. Aznar vinculó al PSOE con la inestabilidad de España y con el riesgo de involución.

ALEMANIA, 1939. Versos de Bertolt Brecht: “Primero arrestaron a los comunistas, así que a mí no me importó porque yo no era comunista. En seguida se llevaron a los judíos, pero no hice nada porque yo tampoco era judío. Después vinieron a por los sindicalistas, y no me preocupé porque yo no era sindicalista. Luego vinieron a por los comunistas, pero no hice nada porque yo no era uno de ellos. Finalmente me arrestaron a mí, y ya no quedaba nadie para que pudiera impedirlo. Era demasiado tarde”.

ESPAÑA, 2004. Primero acusaron a Batasuna de ser terrorista como ETA, así que al PSOE no le importó porque no era HB. En seguida condenaron al PNV como cómplice, pero hicieron nada porque tampoco eran nacionalistas vascos. Después culparon a IU como colaborador, y no se preocuparon porque no eran ellos. Luego arremetieron contra ERC y PSC como protectores del terrorismo, pero no hicieron nada porque no eran catalanes. Finalmente culparon al PSOE de filoterrorista, y ya no quedaba nadie para evitarlo.

Almas de Distracción Pasiva

Razones por las que desaparecieron las “Armas de Destrucción Masiva”.

Según el azorado “Trío de Las Azores”, el arsenal secreto de Saddam Hussein existir existió, pero no aparece porque…

1. Se halla en la Atlántida comprada por Al Qaeda, y ahora el problema es localizar el recóndito continente clandestino.
2. Fue llevado en aquellos aviones sin piloto -que tampoco se descubren- al Polo Norte y dejado en la cueva de la kriptonita de Superman, según Papá Noel.
3. El mago Panorámix lo convirtió en una poción mágica para sus amigos Astérix y Óbelix, todos ellos sospechosos galos.
4. Está enterrado en el centro de la Tierra en una expedición similar a la descrita por Julio Verne.
5. Las Brujas de Salem lo han escondieron con un hechizo para vengarse del gobierno sucesor del que las ejecutó en el siglo XVII en la colonia de Nueva Inglaterra.
6. Un OVNI marciano lo recogió de Bagdad, y por ello la búsqueda se ha extendido al planeta Marte donde actúan dos agentes robot.
7. El Principito de Saint-Exupéry (no el de Letizia) lo llevó a su asteroide B612 del que provenía, con la sana intención de evitar una guerra, lo que no pudo ser.
8. La máquina del tiempo de H.G. Wells lo transportó al siglo 30 antes de Jesucristo, lo que explica el prodigioso imperio sumerio en Babilonia.
9. Lo más probable, según Aznar, es que esté oculto en un set del “Un, dos, tres” no escogido aún y aparecerá próximamente si siguen atentos a su televisor.

Esperemos que estos embustes no sean creídos por “Almas de Distracción Pasiva”, que volverían a elegir a los mismos farsantes si continúan entendiendo que votar es como la quiniela: tratar de acertar al ganador que pronostica la “tele”. Ojalá aprendamos que no todos los políticos son iguales: hay unos peores que otros.

La treta de la teta

¿Nos distraen con escándalos pusilánimes para mantener sus guerras?

La puritana conciencia mundial se estremeció en el sacrosanto intermedio del partido final de la Superbowl. Se desató el escándalo cuando, en un montaje preparado, Janet Jackson mostró su seno derecho ante 100 millones de telespectadores, mientras cantaba "Rock your body" con el novio de Cameron Díaz. El deificado ídolo adolescente Justin Timberlake cumplió literalmente la última estrofa: "Better have you naked by the end of this song” (Voy a tenerte desnuda al final de esta canción).

Aznar is different

Mientras sus colegas Bush y Blair ceden ante la opinión pública, el tercer tenor de Las Azores descarta investigar sobre las supuestas armas de destrucción masiva iraquíes. Aznar reitera que sus decisiones se basaron en “informes de inspectores de la ONU” (sic). El líder có(s)mico, el presidente de un país diferente, inventor de la “guerrilla” (ahora llamada terrorismo), sólo se expresa en la lengua cervantina, aparte del catalán que habla en la intimidad (por cierto, los descubridores de la fregona y el chupa-chups eran catalanes). Esta penuria lingüística le reporta notables ventajas al insigne paladín, inventor de la mediocracia para memócratas. Cuando los Gobiernos norteamericano y británico admiten “dudas legítimas" sobre los supuestos arsenales del régimen de Saddam Hussein, todo el mundo mira pregunta al “enterao” líder mundial: And you? Aznar, se escabulle chapurreando en francés: Je (ne) comprend pas!

Aunque Zaplana asegure que "el Presidente nunca ha dicho que a él le conste, a él expresamente, que el régimen iraquí tuviera armas de destrucción masiva", la hemeroteca no miente. Aznar ha declarado literalmente: "Pueden estar seguros de que el régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva"; "Hay que liberar al mundo del peligro que supone la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Saddam"; "El Gobierno tiene información reservada que demuestra que Irak, con armas químicas y biológicas y conexiones con grupos terroristas, supone una amenaza para la paz y la seguridad mundial. Tenemos evidencias suficientes en ese sentido"; "El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva, tiene vínculos con grupos terroristas y ha demostrado a lo largo de la historia que es una amenaza para todos"; "Los propios inspectores de Naciones Unidas han constatado armamento químico y biológico no declarado por Saddam"; "El arsenal químico y bacteriológico tarde o temprano tendrá que aparecer" y "Esas armas serán encontradas".

Le echaremos de menos, sobre todo los humoristas, pero de todas formas… ¡Váyase Sr. Aznar! Y si es posible, llévese con usted su miedo, su credo y su dedo.

Mentiras e incongruencias

El detector de engaños comienza a pitar constantemente: ¡Elecciones a la vista!

Las urnas despiertan la maquinaria electoral de propaganda, demasiado plagada de medias verdades, inexactitudes, falsedades e incoherencias.

El partido gobernante en el Estado es particularmente enervante. Sus reiterados embustes, que abarcan desde la megalomanía del acomplejado Aznar con la reciente tomadura de pelo de que “en mi país existen 43 millones de personas con alto poder adquisitivo” hasta las groseras farsas como “las playas idílicas” del Prestige o las aborrecibles patrañas sobre “la ayuda humanitaria” en Irak. A la dirección de este PP ultraderechista de la España imperial, cuya única liberalidad consiste en permitir chanchulleros negocios para sus amiguetes privatizando las escasas empresas públicas rentables y cuya única ideología no rancia reside en el control absoluto de los medios de comunicación para corear burdas consignas, demonizando lo vasco como distracción universal, convendría recordarle una reflexión obvia. Las mentiras provocan una triple indignación: ética por faltar a la verdad, social porque implícitamente supone que el electorado es despreciablemente estúpido, y personal por el descaro de presumir que los votantes íbamos a olvidar sus desmanes y comulgar con semejantes ruedas de molino.

El primer partido de la oposición, como pomposamente se denominan los bipartidistas, se derrota sola a sí mismo por sus estruendosas incoherencias, sin llevar ni siquiera la gestión de nada que no sean sus autonomías donde votar PP sería decididamente suicida. Este PSOE denota demasiada “vocación de vacación” como cómodo segundo partido perpetuo, dedicándose -mientras mantienen alguna poltrona parlamentaria antes de ser defenestrados internamente- más a que no haya terceros partidos, que a ser el partido gobernante. Sólo un botón de muestra de inconsistencia y servilismo: El anuncio de Rodríguez Zapatero de que sólo intentará formar Gobierno si el PSOE es el partido más votado el 14 M. Semejante dislate sólo se explica como buen subordinado al PP, que trata de amarrar votos de IU para continuar como líder opositor tras la derrota. Esta nueva postura política del PSOE, ratificada por la Chaves en Andalucía y cumplida parcialmente en Catalunya por Maragall (el más votado en votos, que no en escaños), debiera ser aplicada en todo el Estado, desde la sopa de letras balear hasta Euskadi donde Javier Rojo trató de gobernar siendo la tercera fuerza en la Diputación Foral alavesa, y donde sigue apoyando a la segunda fuerza. Todo ello sin entrar en la casuística de los innumerables contraejemplos municipales, como Gasteiz o de la margen izquierda vizcaína, como Portugalete o Santurtzi que veo frente a mi ventana. ¿Saldrá pronto Patxi López a sumarse al carro de quienes sólo aspiran a gobernar si son los más votados?

No a este PP que hace “oposición a la posición” y anuncia con costosas campañas publicitarias que “cumple” con sus obligaciones legales, señal inequívoca de que sabe perfectamente en cuántas otras materias (internacional, vivienda, educación, sanidad, empleo, pacificación,…) no ha cumplido ni tiene intención de cumplir, y que sigue manteniendo al Estado a la cola de Europa con Grecia y Portugal, aunque Aznar se codee con Bush. Tampoco a este PSOE reactivo que sigue la estela del retrógrado PP alternando pactos sumisos con retórico antagonismo, y sin un progresista proyecto propio. Siempre nos quedarán las opciones más apegadas a la realidad, como los partidos nacionalistas o IU, ante este desolador panorama de quienes pretenden imponer un bipartidismo estatal, con dos formaciones que parecen asumir el penoso cliché del “doberman y el faldero”, desgraciadamente porque suponen que les funciona bien ante sus respectivos electorados.

Políticos en la Escuela

Que los políticos hablen de educación es un indicio seguro de elecciones.

El profesorado, las familias y la ciudadanía en su conjunto sabemos que un signo inequívoco de próxima convocatoria electoral es que los políticos hablen de educación. Sólo se acuerdan de la enseñanza en períodos inmediatamente preelectorales. El PSOE de Zapatero ha elevado esta usanza al máximo: “el nombre del programa electoral es Educación, y el apellido Cultura”. Estaba obligado frente a la política de Atila-Aznar, de los “hunos” o los “unos”: un líder, un partido, una nación (mejor un imperio), un “pensamiento” único,… un extravío paranoico con un exponente paradigmático: un sistema educativo uniformado por la LOU, la LOCE,… cuando el Estado ya no tiene competencias educativas y sin destinar presupuesto alguno para las reformas.

Conste que los educadores deseamos que se debatan en sociedad los temas educativos, pero con rigor y sin frivolizar hasta extremos horripilantes. Las consignas electoralistas siempre son simplistas: mejor hablan de dos alumnos por ordenador que de reformar el currículum para no ser el hazmerreír de Europa con una informática educativa optativa, o de libros de texto gratuitos mientras se dictan apuntes desde Primaria e Internet brilla por su ausencia para que las mochilas carguen libras de libros. ¿Por qué no hablar de atajar el insoportable “fracaso escolar” o, incluso más grave aún, del mismo absentismo cuyo promedio estatal –por no señalar diferencias entre autonomías- es el más alto de la OCDE (el 34% del alumnado de 15 años falta injustificadamente a clase)?

Alguna esperanza brilla en Catalunya donde han comenzado su nueva legislatura con medidas y presupuestos de refuerzo educativo en los departamentos segregados de Enseñanza y Universidades, gestionados ambos por ERC (Joseph Bargalló y Carles Solà). Es demasiado pronto para valorar su acierto, pero no es mera palabrería: obras son amores y no buenas razones. En Euskadi el panorama de confrontación, que tan bien instrumentaliza el PP con el seguidismo del PSOE… de Madrid, ha bloqueado lamentablemente cualquier mínimo preliminar del proyectado “Acuerdo Educativo”, que preveía el programa de gobierno tripartito como renovación del “Pacto Escolar” suscrito en 1993 entre el PNV y el PSOE.

Lo dicho: Por motivos electoralistas los elefantes de la política han entrado nuevamente en la cristalería de la educación. Cuidado con los escolares, que son muy frágiles.

2004: Año Electoral en Euskadi

El naciente año será de ajetreo para las urnas vascas. En marzo las programadas Elecciones Generales, y antes de tomar las uvas de la próxima Nochevieja, probablemente habremos de acudir de nuevo para unas Elecciones Autonómicas, levemente adelantadas, por motivos varios como el devenir del nuevo “Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi” (Plan Ibarretxe), los “erráticos” movimientos de Batasuna, el trabado panorama parlamentario vasco ante los siguientes presupuestos,… y el propio calendario electoral con su límite en mayo de 2005.

Estas fechas navideñas resultan propicias para aventurar sobre el nuevo año profecías, incluso políticas, con escasa base científica, pero sintomáticos argumentos premo-nitorios. Rajoy se habrá confrontado con un Zapatero sobre la misma receta de Aznar: el peligro de la “patria” rota por el norte, el este y el sur (recordemos que por el oeste Portugal se fue en 1640, aunque España no reconoció su independencia hasta 1668). Catalunya y Andalucía, se sumarán a las reformas constitucionales, y junto al tergiversado “plan secesionista” (de Libre “Asociación”), servirán nuevamente de talismán curalotodo ante un electorado español de centro (geográfico) y de derecha (política), contando con la insuperable y entusiasta colaboración de “casi” todos los medios de comunicación escritos, radiados, televisados e Interneteados que insisten en mantener el nivel medio español de incultura política, con los carpetovetónicos sucedáneos sustitutivos de deporte más telebasura del “famoseo”. Por cierto, los recientes partidos celebrados con las selecciones de fútbol han probado cuáles son “selecciones nacionales” y cuáles son meramente folklóricas: Euskadi y Catalunya con 40.000 y 70.000 espectadores han agotado las entradas; Andalucía y Valencia han conseguido celebrar sus encuentros con aforos de 5.000 asistentes; en Navarra, la maliciosa coincidencia buscada con Euskadi por el patrocinador “Diario de Navarra” (próximo a UPN) apenas ha logrado reunir a 4.000 espectadores aún regalando las entradas; y por último, Baleares, Asturias y La Rioja han cancelado sus encuentros, al igual que Cantabria, que había vendido menos de 100 localidades. Definitivamente, en la “España de las Autonomías” el deporte-rey también marca las diferencias en la chapucera receta de “café para todos”.

En las campañas electorales, se repetirá la misma retahíla de siempre, la del “pinza-miento único” (que no es ni por asomo “pensamiento alguno” sino burda propaganda). Probable y lamentablemente con el mismo éxito, ante un PSOE zapateado que lo mismo acude con la Falange a un acto en Donostia que a Barna para tomar posesión del Government catalán, con primeras espadas como Bono, Maragall, (Patxi) López, Ibarra, Chaves o Vázquez, que podrían formar parte de partidos más distintos y distantes que lo que el PSOE pactista se ha diferenciado del PP avasallador durante la última legislatura. Izquierda Unida podría comenzar a asomar, pero su apisonamiento mediático hace muy inverosímil un crecimiento significativo, excepto en la periferia donde ha venido acreditando dosis de modernidad que la falta de poder real le atribuía con mendacidad. Los partidos nacionalistas democráticos, fuera de Euskadi, Catalunya y Galiza, apenas remontarán, si bien en Aragón, Baleares o Valencia podrían ir germinando brotes. El Partido Andalucista no encuentra una estable militancia organizada y Canarias está una hora menos, pero vinculado al horario oficial.

La predicción en la Comunidad Autónoma Vasca resulta particularmente fácil en esta ocasión. La suma de los partidos del actual tripartito dispondrá con certeza de una sobrada mayoría absoluta en Vitoria-Gasteiz, que habrá de gestionar con prudencia y con aproximación –mutua- hacia otros partidos, como los que representan Batasuna si ETA les libera para un rol político normalizado, o con los socialistas vascos si así lo dispone su central madrileña de Ferraz, con o sin Zapatero al frente. Paradójicamente, el triunfo nacionalista vasco será tanto más amplio en otoño de 2004 cuanto más tirante y desabrida sea la política del PP y la de sus mass-media bajo la batuta del enigmático Rajoy, que ojalá demuestre ser algo más que el “recomendado” de Aznar.

En resumen: En marzo aparecerá algún diputado nacionalista (Aralar-EA-PNV) en las Cortes proveniente de la Comunidad Foral Navarra, junto a otros diputados nacionalistas de la CAV. En las próximas navidades habrá un tripartito o bipartito gobernante en Vitoria-Gasteiz, sin posibilidad de bloqueo parlamentario PP-PSOE-Batasuna. Finalmente, los buenos deseos son que ETA desaparezca de una vez por todas en 2004 y, para quienes preferimos convencer antes que vencer, mejor sería que fuese con su renuncia a las armas tras el largo y profundo clamor expresado por toda la sociedad vasca por su aberrante actividad con procedimientos sangrientos y destructivos. Quede nuestra solidaridad para con todas las víctimas de la violencia, y que la paz se extienda para toda la Humanidad.

El político perfecto

¿Cómo debe ser una persona para dedicarse a la política?

Todos tenemos en mente cuál es el perfil óptimo de una persona dedicada a la política. Si lo escribimos en un papel, comprobaremos con sorpresa que pocos de nuestros candidatos lo cumplen estrictamente. Hay muchas cualidades, pero podrían reseñarse siete esenciales:

1º Contrario al esquema de Líder + Redil. Un político debiera sentirse como alguien que dedica una parte de su vida al servicio público, a resolver los problemas de una comunidad. Nunca debe creerse alguien superior, cuya soberbia visión debe ser comunicada o impuesta a su pueblo. Debe recordar en todo momento su condición de servidor, no de mandatario. Sólo se puede gobernar a la ciudadanía, sirviéndola.

2º Impulsor de equipos y organizaciones. Un político contemporáneo debe reconocer que la diversidad de los problemas actuales requiere soluciones complejas que movilicen a toda la ciudadanía, articulando actuaciones con grupos numerosos y plurales, instituciones diversas y todos los recursos sociales existentes.

3º Equilibrado y ecuánime, incluso en las opciones dentro de su partido, entendiendo la política como un caballo: peligroso en sus extremos e incómodo en el centro. Un político perfecto sabe que su función es como la mano que mece la cuna, el profesorado que despierta o el progenitor que prudentemente vela por su familia. Debe ser realista, es decir, un optimista con experiencia.

4º Con dedicación a la política limitada en su vida. Ojalá reconociésemos la profesión previa en nuestros políticos, distinguiendo al médico, al profesor, al economista que hay antes de entrar en política, con una dedicación a la que volverán pasados sus años de servicio político. El político perfecto es un amateur, dotado de profesión, familia y militancia, a quien llega la hora de pasar a primer plano por un período. No debiera ser alguien demasiado joven, ni alguien que ha vivido siempre en y de la política. Debe disponer de una vuelta a su vida anterior. La política sólo puede entenderse como la continuación del servicio prestado desde una carrera,... por otros medios de mayor alcance social.

5º Sincero y coherente. El arte de servir a los demás solucionando los problemas públicos sólo puede ejercerse sin mentir nunca al electorado, aunque no siempre se pueda decir toda la verdad. Un político, a diferencia de lo que abunda es justamente lo contrario de Zelig, el hombre camaleón que adoptaba el aspecto físico de sus interlocutores.

6º Un político nunca es suficientemente sobrio, porque la moderación, la frugalidad, la sensatez debe aflorar diariamente, en cada acto, en cada declaración. Un político perfecto es un deportista modelo de fair play, que sabe perder y sabe ganar (a menudo, lo más difícil de gestionar). El político perfecto debe ser amante de la humildad: Ibarretxe, ante el lujoso despacho de una naciente compañía pública cuando era vicelehendakari, dijo que aquello era el mejor ejemplo de lo que… no debía hacerse nunca con el dinero de todos.

7º Con mentalidad de puente y no de muro, sin miedo a la Paz, que no necesite enemigos, que como estadista piensa en la próxima generación, y no en la inmediata cita electoral. Es nutrido el "cajón desastre" de políticos, con larguísima duración en cargos, sin incompatibilidades, que destiñen en el primer lavado. También abundan los trepas, los tránsfugas,… También los que buscan un retiro en Iberdrola (como Aznar). Incluso los que ejercen de pseudo-políticos desde la presidencia de la patronal o del episcopado, desde la magistratura o desde los periódicos o los que opinan de Euskadi desde Extremadura. Pero lo que necesitamos es un liderazgo político propio del siglo XXI, con mujeres y hombres que sepan trabajar con equipos propios y pactar con los adversarios políticos para la resolución de las necesidades reales. Políticos que pretendan convencer y ganar votos, remediando desgracias y no buscándose nuevos enemigos. Necesitamos salir de este “camarote de los hermanos Marx” en que han convertido la política de enfrentamientos surrealistas, con nuevas gentes que vivan como si fueran a morir mañana, y que se dediquen a la política como tras un máximo de ocho años hayan de volver a su quehacer habitual.

¡Arrepentíos, políticos profesionales! Lo mejor que nos puede pasar como sociedad cruasán que somos es que encontremos a esos hombres que fueron jueves, que se revelen y se rebelen, en serio y en serie con una democrática ‘revolución de terciopelo’, que entiendan que la política es mucho más que echar la culpa a los demás. Que solventen problemas y no nos den la tabarra como aquella abuela tarareando la misma canción de cuna, hasta que el nieto le pidió: “Nana, ¿no podrías seguir cantando fuera?, es que quisiera dormir”.

Centralismos y Constituciones

Una acertada Política de Estado se centraría más en estrategias europeístas y menos en tácticas antivascas.

¡No hay derecho a que por falta de visión del conjunto, por defender los intereses de una parte mínima se ponga en peligro la convivencia de millones de personas que desean un futuro compartido en paz y en armonía! La política de corto alcance, la falta de perspectiva histórica, el enfoque reducido de lo autóctono como ombligo del mundo y la intransigencia tozuda pueden hacer peligrar en este siglo XXI una Constitución que es la esperanza y el orgullo de una identidad común forjada a lo largo de siglos por generaciones de ciudadanos y pueblos de todo un… continente.

Nos referimos, obviamente, a la obcecación e incongruencia de Aznar respecto a la nueva Constitución Europea. Nuevamente, porque ya se equivocó hace 25 años rechazando otra Constitución que ahora defiende a capa y espada, su doble lastre de pasado reaccionario y análisis patriotero le ciega ante el inexorable avance de la Historia.

Centralismos: El “hombrecillo” de Estado patalea ante sus mayores como un Ibarra cualquiera para mantener su menguante poder y sus fondos de solidaridad, que niega a otros países del Este. El defensor a ultranza de un centralismo caduco con epicentro en Madrid protesta ante un eje Berlín-Paris. El cegato de la España radial se enoja con una Europa de las Regiones en red. El nostálgico del imperio… norteamericano pone zancadillas a una imparable Unión Europea.

Constituciones: La nueva Constitución Europea debe ser el objeto de debate, más que la cortesana reverencia a la inmutabilidad de la Constitución de 1978, nacida en una “democracia vigilada” por un poder militar cuyo golpismo quedó probado el 23F de 1981. La Constitución española necesita más que retoques, ante las nuevas realidades del siglo XXI, incluidos los nacionalismos internos de irresistible y creciente vigencia (Euskadi, Catalunya,…), el rol aminorado de los Estados y el nuevo panorama continental europeo en su múltiple dimensión política, social y económica.

Educación o extinción

Una sociedad o invierte suficientemente en educación o camina hacia su decadencia. Aznar pretende situar a España como potencia mundial, pero escoge el camino erróneo: más armas y menos profesores. Se embarca en una guerra colonial remota, con gastos militares y “donaciones de reconstrucción de lo destruido” que no se permiten ni Alemania, mientras sigue a la cola de Europa en educación. ¿Alguien cree que un país asegura su futuro porque su presidente se fume un puro con los pies sobre la mesa en Cap David o se “crezca” en Las Azores? La España triunfal del PP repatría cadáveres de una “guerra humanitaria”, mientras sigue marcando cotas de ineficacia laboral y formativa. Señalemos solamente tres datos significativos:

1º España sigue siendo el país de la Unión Europea con la tasa de paro más elevada, 11,2%, cuando en la media de los Quince de la UE es del 8,0% y ningún otro país supera el 10%, con cifras de 3,9% Luxemburgo, 4% Holanda, 4,5% Austria ó 4,6 % Irlanda.

2º El recientes fracaso acallado del ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), ganado por Francia debido a su vitalidad científica muy superior a la española. Fueron patéticos los esfuerzos económicos de última hora, doblando la inversión de 450 a 900 millones de euros para una aventura tecnológica de 10.000 millones de euros y que creará miles de empleos permanentes de alta cualificación pata toda una generación de científicos. La capacidad investigadora y la potencialidad industrial no se improvisan con apresuradas maniobras diplomáticas de última hora, ni se alivian con premios de consolación como la Copa del América.

3º El porcentaje del 4,9% del PIB español destinado a educación es notoriamente insuficiente y decreciente. Más aún si se consideran los desequilibrios por autonomías. Sin desglosar por regiones debido a la ausencia de detalles que el Ministerio de Educación (MECD) no se atreve a publicar, el Estado no sólo dedica muy poco, a pesar de partir del gravísimo déficit educativo crónico, sino que además gasta menos desde que gobierna el PP: En 1995 era del 5.6% (4,6% público y 1% familiar) pasando en 2000 a 4,9% (4,3% público y 0,6% familiar). Insuficiente y completamente exiguo para las regiones más pobres, con peores infraestructuras escolares. Frente a esta raquítica inversión educativa, Corea del Sur dedica el 7,1% (4,3% y 2,8% familiar), y los países referenciales cifras como EE.UU. 7% (4,8% y 2,2%), Dinamarca 6,7% (6,4% público y 0,3%),… Incluso países en desarrollo como México, o de la nueva Europa como Polonia, Hungría,… superan la media española. En síntesis: la administración Aznar ha dedicado un esfuerzo educativo irrisorio y menguante, con un misérrimo capítulo de financiación pública.

El resultado obvio es el primer puesto… por la cola con Portugal e incluso el tercero peor si se incluyen los países candidatos a ingresar en la UE. El fracaso escolar de la Enseñanza Secundaria Obligatoria arroja cifras escandalosas: promedio del Estado español 28,6 %, OCDE 21%, UE 19,4%, países nórdicos con valores entre 9% y 5% en Finlandia, Dinamarca, Noruega,… Un análisis comparado denota el dramático “fracaso español“: abandono precoz de los estudios entre los jóvenes de 18 a 24 años, bajo nivel de la población adulta española con educación secundaria o superior (peor puesto con Portugal con un 42,4%, muy por debajo de la media europea del 65,7%) o educación permanente (sólo el 4,9% de los adultos españoles (25-64 años) frente a una media comunitaria de 8,4%). Justamente las únicas autonomías con valores educativos superiores a la media europea son la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral Navarra, en todos los parámetros educativos cualitativos y cuantitativos. Sólo un dato, la población graduada en COU-Bachillerato LOGSE es del 46,2% en la media española, pero oscilando entre el 65% en la CAV y el 35% en Canarias.

Los medios de comunicación debieran centrarse más en los temas educativos, por su trascendencia decisiva y por el interés profundo que despierta en la sociedad, en la ciudadanía y en las familias. No nos distraigan con éxitos ficticios de guerras lejanas, ni con estériles enfrentamientos con autonomías como Euskadi que apostaron por la calidad educativa como la mejor profecía de futuro. Basta de leyes limitadoras de las competencias educativas y sin partidas económicas, cuyo pésimo ejemplo es la Ley Orgánica de Calidad Educativa que uniformiza por abajo (como las minúsculas pensiones). Menos triunfalismo y más esfuerzo inversor en recursos humanos y materiales para la educación, las universidades y la investigación.

Espías humanitarios

Lamentamos, condenamos y repudiamos estas últimas siete muertes, como las anteriores cuya suma ya alcanza cifras espeluznantes: 10 españoles, 400 norteamericanos, 55.000 iraquíes, de ellos 45.000 militares y 10.000 civiles. Cada víctima, sin importar la nacionalidad, era un ser humano que seguiría vivo sin esta contienda declarada unilateralmente por Bush, Blair y Aznar contra la mayoría del Consejo General de la ONU.

Cada nueva matanza nos replantea múltiples preguntas: ¿Qué pinta el servicio secreto español en Mesopotamia? ¿Quién explicará a sus familias y a la ciudadanía el tipo de “misión humanitaria” que cumple el Ejército y el Centro Nacional de Inteligencia en Diwaniya? ¿Qué era tan necesario espiar en Babilonia para que mueran siete oficiales? ¿Cómo se está ayudando a los iraquíes para que celebren la muerte de los extranjeros bailando sobre sus cadáveres, mientras gritan vivas a Sadam? ¿Por qué se enviaron tropas y no ONGs si realmente se trataba de un servicio caritativo? ¿Para qué, de verdad, hay que seguir pagando un precio de sangre, muerte y culpabilidad manteniendo soldados y espías en Irak, cuando no lo hacen ni Francia, ni Alemania,…? ¿Qué intereses reales se está defendiendo? ¿No es todo esto un desatino insensato de Aznar para figurar en Las Azores, a cambio de perder crédito internacional ante el mundo árabe y europeo, ante la ONU, y sólo para ganar no se sabe qué y seguramente a título personal ante la reaccionaria administración de Bush?

¡Basta de mentiras! El culpable de las muertes españolas tiene nombre: Aznar, por la forma en la que, sin declaración de guerra ni paso por el Congreso, se sumó a una Coalición militar que desató toda esta catástrofe genocida. Rajoy parece deseoso de asumir la misma responsabilidad en este gravísimo error histórico con sus apresuradas declaraciones de que “España no se replanteará su papel”, lo que debe entenderse que continuará como potencia ocupante de una invasión sin el aval de la ONU. La gravedad de la tragedia exige más que el cese del inepto ministrillo de turno: El presidente Aznar debe rectificar inmediatamente o dimitir.

Finalmente que no aduzcan el subterfugio chantajista de que la oposición se alegra de las muertes. ¡No, nunca! ¡De ninguna muerte! Para que no haya duda, ojalá todos dijésemos lo mismo y actuásemos en consecuencia: Lamentando, condenando y repudiando por igual todas las muertes, tanto de españoles, italianos, norteamericanos, o iraquíes, y muy especialmente de los civiles iraquíes: ancianos y ancianas, hombres y mujeres, niños y niñas completamente inocentes. Quede toda nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias, de aquí y de allí. Seguimos queriendo la paz.

Undécimo mandamiento

A principios de los años ‘60, los Padres Escolapios nos llevaron de excursión a todos los del “cole”. No fue un viaje largo, sino un traslado a pie hasta el cine Ayala en mi barrio bilbaíno de Indautxu. Durante toda una mañana, con sus charlas y descansos incluidos, varias clases vivimos aquel día “Los diez mandamientos”. Fue una experiencia mágica, cóctel del misticismo épico que el Colegio Calasancio sabía inculcar y de la espectacularidad del remake que en 1956 realizó Cecil B. DeMille, tras una primera versión suya de 1923. La película rodada en el monte Sinaí, con uno de los decorados más colosales jamás construidos para el séptimo arte, narra la historia bíblica de un angelical Moisés, enfrentado a su hermano adoptivo y diabólico faraón, que decide renunciar a su vida de privilegios para conducir a su pequeño pueblo elegido por Dios, Israel, hacia la libertad (esto no era todavía anticonstitucional en aquellos tiempos, 1960 de la película, y alrededor de los años 1280-1240 a. C. del Éxodo).

El actual inconsciente colectivo, según Jung los patrones-tipos de conducta y representación comunes a todos los seres humanos, está formado por un mosaico de teselas, muchas de las cuales son de origen cinematográfico. Una pieza del puzzle siempre será para nuestra generación aquellos “Diez mandamientos”. Así que muchos creemos apreciar a un Ibarretxe-Moisés separando las aguas para abrirse paso en el Mar Rojo, otros creen avistar a un Aznar-Moisés con las tablas inmutables de la Constitución, mientras ante Rovira-Moisés la zarza ardiente del Estatut no se apaga ni con los 20.000 extras o comentaristas que intervienen en el filme de la realidad.

En nuestra era audiovisual y telemática, sólo se le podía ocurrir a TVE, la cortesana de turno, ahora del aznarismo, lanzar un último ataque antediluviano con la lectura por capítulos mediante un busto parlante de la Ce. O. Ene. Ese. Te. I. Te. U. Ce. I. O. Ene. en los telediarios de mediodía y noche. La embestida no es contra el Pe. I. sino contra el buen gusto, el lenguaje audiovisual y, en definitiva, los sufridos teleespectadores, cuyos últimos reductos contaminados por la tóxica telebasura podrán comprender el sentido anticipatorio de esta agresión, que amenaza proseguir con la lectura completa de “El Quijote” si los vientos plurinacionales o plurilingüísticos del noreste arrecian.

Hoy en día, que casi nadie sabría enunciar correctamente los diez mandamientos, a algunos se nos quedaron tan grabados que durante décadas nos hemos dedicado a coleccionar propuestas de un hipotético “undécimo mandamiento”. Según un proverbio inglés es “Que no te interesen los asuntos ajenos”; según un ecologista, "Heredarás tu santa tierra como su fiel sirviente, conservando de generación en generación sus recursos”; y otra es “No Matarás Tus Sueños”. Me quedo con la del neurofisiólogo John Lilly, “No aburrirás a Dios, o destruirá vuestro Universo”. ¡Ojalá aprendamos a no aburrir demasiado a Dios, ni a aburrirnos entre nosotros!

Desde Euskadi con cariño

Muchos vascos cada día nos sorprendemos más gratamente con la evolución positiva de algunos dirigentes del PSOE y del PP. Cierto es que no cabía mucho margen para empeorar, pero es de justicia (de la de verdad) reconocer la mejoría en lucidez de nuestros adversarios políticos centralistas, que tanto y tanto han contribuido en los últimos tiempos a los magníficos resultados electorales de los nacionalismos democráticos, y al alza de terceras opciones como IU. Por brevedad, destaquemos solamente nuestra solidaridad y sorprendente coincidencia plena y grata con el pensamiento formulado en esta misma semana por sendos representantes del PP y del PSOE: el transformista Piqué y el indescriptible Rodríguez Ibarra.

Josep Piqué, ex comunista ex catalanista y ex ministro, tras llamar a Artur Mas y felicitarle por los votos convergentes, ha ofrecido a CiU la abstención del PP pidiendo a Maragall del PSC que haga lo mismo en la sesión de investidura. De esta forma, el PP se decanta por un Gobierno de CiU en minoría, para que no pacte con Esquerra Republicana (ERC). Esto lo hemos leído en prensa y nos hemos quedado tan anchos. ¡Vamos que es justamente la política del PP en Euskadi! ¿O quizá no es exacto el recuerdo de que Mayor Oreja llamó a Ibarretxe, le felicitó por el aluvión de votos y le ofreció la abstención del PP en la investidura, reclamando al PSOE (que casi siempre obedece) que hiciese lo mismo a fin de que PNV-EA gobernase en solitario? Porque dicen que lo bueno de la política del PP es que no es errática e imprevisible como la del PSOE, que cambia según la zona en cuestión. Explica Piqué que mediante la oferta catalana, que cuenta con las bendiciones de la central madrileña del PP, los dos “grandes partidos nacionales” harían un "gran sacrificio" para evitar que un partido al que el PP llama "radical" (ERC) tenga la llave de la política catalana. Quizá ésta sea la gran diferencia: el partido “radical” vasco ya no es problema para el PP ni para el PSOE, tras ilegalizar a sus muchos miles de votantes.

El inenarrable presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha realizado unas declaraciones con la lucidez que le caracteriza para evitar una interpretación torticera de sus palabras sobre la negociación para formar el gobierno catalán y sobre la necesidad de que Aznar se presente a la reelección. Literalmente ha indicado que le importa "un pepino" y "tres leches" lo que pacten en Cataluña, amenazando con no acudir a la reunión del Comité Federal del PSOE porque está "aburrido de la política madrileña y de la política catalana". Desde Euskadi, sin acritud, le rogaríamos de la política vasca le importase la misma cantidad de hortalizas y lácteos, que se aburra de Euskadi (o que se acuerde pero quizá para aprender algo), y que se concentrase en solventar algún problemilla extremeño que mejore su situación como 4ª región europea (como la Guayana francesa)… en la cola del bienestar. Suscribimos, como no puede ser menos, la cita de Ibarra: “Yo soy un estúpido metido a político porque yo pensaba que [con lo dicho] ayudaba a Aznar y a mi país, pero he visto que a este señor no le preocupa la unidad de España sino darle leña a Zapatero, y ponerme en una situación difícil en mi partido, y ya estoy hasta el gorro”.

Desde Euskadi, con todo cariño a extremeños y catalanes, en la esperanza de que encuentren o creen alguna alternativa política a la que representan estos dos políticos del PP y del PSOE. Francamente en caso de que no descubran ellos y hallemos todos otras posibilidades en partidos con más coherencia y menos autoritarismo, da escalofríos pensar qué puede pasar en marzo de 2004 con estos Rodríguez (Zapatero e Ibarra) y con la saga Aznar-Rajoy. Si no rectifican y al paso que van, en unas décadas el PP seguirá gobernando… en Madrid (capital y comunidad, tránsfuga arriba o tránsfuga abajo), y difícilmente se asociará libremente con ellos nadie,… excepto quizá Extremadura si Ibarra sigue hartándose de seguir siendo… Rodríguez.

Catalunya: Levántate y anda

Ha amanecido Catalunya tras el 16N claramente más nacionalista y más de izquierdas. Más nacionalista porque los 10 escaños perdidos por CiU son recuperados con uno más por los 11 adicionales de ERC, y con un PSC de Maragall mucho más… federalista asimétrico. Y despunta Catalunya más de izquierda porque la derecha pierde 7 escaños (10-3), que gana la izquierda (11+6-10).

Fracasan tres partidos, en mayor o menor grado: El Partit dels Socialistes de Catalunya porque pierde 10 escaños, desde los 52 anteriores, y partía desde expectativas superiores. Le ha perjudicado el barullo del PSOE con unos barones extremeño-manchegos que, sin lograr avanzar sus regiones, insisten en “arreglar” las autonomías ajenas para recibir el aplauso envenenado de algunos medios con gran contento de su adversario político. La petición de Ibarra de que continúe Aznar, ha sido el mejor caballo de Troya para su “colega” Maragall. La segunda contrariedad electoral corresponde a Convergència i Unió, que también pierde 10 escaños respecto de los 56 iniciales, lo que significa un rapapolvo por su ‘entente’ con el PP, pero puede consolarse sabiéndose contra pronóstico el partido hegemónico tras 6 legislaturas en el poder y tras el difícil relevo de un histórico Pujol por Mas. El tercer fracaso es el del Partido Popular que, aunque gana 3 escaños y votos, pasa a ser el 4º partido en Catalunya y ve desaparecer toda su influencia, porque es el único partido que no cuenta en ninguna quiniela, quedando marginado como el reducto españolista (11,9% del electorado parecido al de Iniciativa per Catalunya Verds) en un panorama cada vez más catalanista y más de izquierdas.

Como inmediata conclusión sólo caben dos gobiernos articulados en torno a un nacionalismo más remarcado de CiU + ERC, o a un pacto de izquierda acentuadamente catalanista con PSC + ERC + ICV. La ciudadanía catalana ha hablado con claridad, y por ello el partido estrella ha sido Esquerra Republicana de Catalunya, soberanista y de izquierdas. Su líder Joseph Lluís Carod-Rovira ha planteado inmediatamente una condición a sus posibles socios: Avanzar hacia una propuesta de “Libre Asociación con el Estado” como en el denominado “Plan Ibarretxe”. Desde esta perspectiva existen muchas diferencias y algunas semejanzas entre Catalunya y Euskadi. Destaquemos únicamente alguna realidad incontrastable: la política bronca y frentista de la España homogénea e imperial de Aznar es posible que sea su granero de votos en algunas regiones centralistas, pero no confunde a casi nadie en la periferia y está descohesionando el Estado. ¿No fue Aznar quien ha dicho hace unos días que el electorado catalán no pide la reforma del Estatut? Pues sólo lo pide el 88%. A la gran protagonista del día, Catalunya, sólo queda recordar la frase bíblica: ¡Levántate, anda y… asóciate libremente!

El PSOE de Rodríguez Zapatero debiera aprender alguna lección de las urnas, porque su confusión política no proviene tanto de su ideología como de su estrategia: Si realmente acabase con su etapa de “oposición útil” (nos tememos que para el PP), podría seguir una táctica más cercana a los territorios confiando en sus ejecutivas periféricas, y frenando a sus barones ensalzados por la prensa derechista, aparte de desautorizar a los agentes declaradamente aznaristas como Redondo Terreros. Incluso podría reconsiderar su “firmeza” ante el imparable nacionalismo democrático vasco, porque parece responder más a la orden del PP de “¡Firmes!” (en su doble acepción de firmar todo y ponerse en posición de obedecer al PP), que a la solidez de sus argumentos e historia reciente (léanse los programas electorales del PSOE en la transición). Si no reconduce su brújula el PSOE, que vaya buscando adjetivos en el diccionario para su larga travesía por el desierto y ponga un anuncio de “Se busca líder de recambio: Empleo temporal”.

Cartas al sucesor

Se cuenta que en abril de 1976, cuando Harold Wilson hubo de ceder su cargo de primer ministro a su compañero de partido James Callaghan, dejó en un cajón tres sobres cerrados y numerados que su sucesor debía abrir por orden cada vez que se produjese una crisis. Tras la primera crisis, Callaghan abrió el primer sobre y leyó: "Échale la culpa a su antecesor". Después de la segunda, leyó: "Destituye al secretario". Y por fin, tras la tercera: "Prepara tres sobres,...".

La supuesta receta del líder laborista Wilson, quien debió retirarse inesperadamente por la deteriorada economía y la conflictiva situación en Irlanda del Norte, podría ser imitada por Aznar, dejando tres cartas con los "secretos" de la política del PP:

1º Échale la culpa de todo lo que salga mal al antecesor de tu antecesor, es decir, al PSOE. Aprende de desastres como el Prestige, imputables más que al gobierno, a la oposición por alegrarse de que ocurran.
2º Desmantela lo que quede del autogobierno vasco y explota el conflicto para ganar votos. Aprende del revoltijo entre los poderes ejecutivo, judicial y mediático con ayuda de los tontos útiles de la oposición para combatir al nacionalismo democrático.
3º Escribe las tres cartas para tu sucesor, eligiendo al más manejable de los candidatos, para que desde su debilidad gobierne con rigidez. Aprende de Fraga cuando me eligió, y aprende de mí cuando te preferí a ti.