El mundo para muchos norteamericanos
Jon Rekakoetxea ante el G30 del Grupo Vasco del Club de Roma
1- En nuestro entorno, donde la palabra CRISIS está omnipresente, ¿no hay ni un rayo de esperanza?
Sí, sí que lo hay. Lo que pasa es que estamos muy sesgados por la realidad más cercana, como es normal. Pero hay muchas regiones en el mundo que están mostrando un crecimiento envidiable. China acaba de anunciar que ha crecido un 7,7% en 2012, y los países emergentes como bloque se espera que crezcan por encima del 5% en 2013. Se estima que el mundo crezca en torno al 3,5% en 2013. Lo que ocurre es que hay grandes disparidades y mientras unos países crecen cercano a su potencial, hay otras regiones que están sufriendo mucho, como es el caso de España. En Europa pasa lo mismo: hay una gran disparidad entre Alemania por ejemplo, y los países periféricos.
El nombramiento de Draghi como presidente del Banco Central Europeo el 1 de noviembre de 2011 ha sido clave. Esta institución ha cambiado su política monetaria haciéndola más laxa, lo que ha posibilitado que se reduzcan en parte las tensiones que estaban escapándose al control de los políticos. Las declaraciones de Draghi en julio de 2012 acerca del compromiso de la institución en relación al Euro y su supervivencia han generado mucha tranquilidad. Pero no nos engañemos. El panorama económico sigue siendo sombrío para la zona Euro en 2013. Lo que ha conseguido el BCE ha sido ganar tiempo para que los políticos lleguen a acuerdos estratégicos para sacar a esta zona geográfica de la recesión en la que nos encontramos. 3- ¿Qué se espera para este 2013 a nivel económico?
Tal y como decía antes, depende de a qué región nos refiramos. Si nos centramos en la zona Euro y más concretamente España, el 2013 va a ser un año muy duro porque se van a seguir haciendo reformas y se van a empezar a notar los efectos de los ajustes adoptados en 2012. Sin ir más lejos, Italia, que va por delante en muchos ajustes, se espera que se contraiga su PIB en 2012 en torno al 2,4%, mientras que en España, donde se ha tardado más en hacer reformas, el peor año sea 2013, con caída del PIB por encima de lo que ha caído en 2012.
Los mercados de renta variable tratan siempre de anticiparse a lo que va a pasar, a veces acertando y otras veces fallando en su diagnóstico. Pero tratan de reaccionar lo más rápido posible a las noticias. El hecho de que en EEUU se llegó a un acuerdo de mínimos para el precipicio fiscal ha ayudado para este comienzo de año. Y tampoco hay que olvidar que, con el nuevo año, los contadores se han puesto a 0 en relación a las rentabilidades de las inversiones y que cada vez es más complicado obtener rentabilidades atractivas en este contexto de “represión financiera” en el que estamos, donde es necesario adoptar cada vez más riesgo para al menos batir a la inflación. Las rentabilidades de los bonos americanos, alemanes o de países llamados “seguros” no son suficientes para preservar el poder adquisitivo, ya que por ejemplo una inversión a 10 años en el bono alemán da una rentabilidad del 1,5% anual, insuficiente contra una inflación del 2,9% en España. Es por eso que muchos inversores empiezan a entrar de nuevo en bolsa para conseguir sus objetivos de rentabilidad, pero con un riesgo mayor.
Lo primero de todo, cada uno tiene que conocerse a sí mismo. No todo el mundo tiene que invertir en bolsa, ni todo el mundo tiene que invertir todo su patrimonio en depósitos. Es importante saber cuál es el perfil de riesgo de cada uno así como las características personales de liquidez, fiscalidad, etc. para poder realizar una inversión adecuada. Y sobre todo, nunca olvidar un principio que es clave: la diversificación. O lo que es lo mismo, “nunca poner todos los huevos en la misma cesta”. Esto que resulta tan conocido a nivel popular luego en la práctica no es tan común, ya que es muy tentador hacer apuestas de inversión por unos pocos valores. Nunca perdamos de vista el concepto de diversificación (a nivel de producto, de área geográfica, etc.), que es un aspecto clave para el principal objetivo de la inversión, que es al menos preservar de capital.
Malcolm McLean, el inventor de los contenedores para barcos
Malcom McLean imaginó cómo lo contenedores podían crear un nuevo sistema de comercio internacional. El 90% del comercio internacional es transportado por el mar. Computadores de China, camisetas de Bangladesh, cobre de Chile, autos de Japón, tomates de España y todo, todo lo que se te pueda ocurrir, viaja en una de las 20.000 cajas de metal que puede llegar a transportar un buque de carga. Una caja de acero con 548.000 plátanos, 55 neveras, 400 televisores, 13.000 botellas de ron o un automóvil. Todo cabe en un humilde contenedor.
Solía haber grúas y carretillas elevadoras disponibles, pero al final muchas de las mercancías terminaban siendo movidas a pulso. Era un trabajo mucho más peligroso que el de la manufactura o la construcción. En los puertos grandes cada pocas semanas había alguna víctima fatal. La carga y descarga de un barco demoraba la misma cantidad de días del viaje por mar.
Tenía que existir una mejor manera de hacerlo. Y esa respuesta fue la que encontró Malcom McLean. El empresario se había dedicado al negocio del transporte terrestre de mercancías. Comenzó con un camión durante los difíciles años de la Gran Depresión y terminó con una flota de 1.700 cuando vendió la compañía a mediados de los años 50.
McLean estaba convencido de que el uso de contenedores era el futuro del comercio internacional, pero para eso, requería toda una cadena logística que hiciera viable el modelo de negocio y convencer a todos los que participaban en el antiguo sistema de que debían transformarlo.
Para empezar, las compañías de camiones, las navieras y los puertos no se ponían de acuerdo en un estándar común para fabricar los contenedores. Después, estaban los poderosos sindicatos de los puertos, que se resistían a la idea porque la mayor parte de los estibadores perdería su empleo.
Por otro lado, las autoridades que regulaban la carga pesada en Estados Unidos también preferían el statu quo. Diferentes normativas establecían cuánto debían cobrar las compañías navieras y las empresas de camiones. ¿Por qué no permitir que éstas cobraran lo que el mercado dictara? ¿O permitir que se unieran y ofrecieran un servicio integrado?
No, la primera respuesta fue una frontal oposición a las ideas de McLean. Pese a las dificultades, el empresario continuó trabajando en la manera de fabricar contenedores que se pudieran ajustar a los requerimientos de un barco y los de un camión que pudiese transportar la misma caja metálica llena de productos. Hasta que llegó el día en que consiguió a su gran cliente: el ejército de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam.
McLean aprovechó una laguna legal para obtener el control de una compañía naviera y de una empresa de camiones. Luego, cuando los estibadores entraron en huelga, aprovechó ese tiempo de inactividad para adecuar los barcos viejos a las especificaciones de los nuevos contenedores.
Pero la maniobra más importante ocurrió en 1960, cuando McLean le vendió la idea del transporte con contenedores a los militares. El ejército vio en la idea de McLean la solución a sus problemas para enviar equipamiento militar a Vietnam. El transporte con contenedores es mucho más eficiente si forma parte de un sistema integral de logística, de manera que el ejército de EE.UU. era el cliente ideal.
Además, Malcom McLean se dio cuenta que al regresar de Vietnam, sus buques podían traer los contenedores llenos de carga útil de la economía que más rápido estaba creciendo del mundo, la de Japón. Y así comenzó en serio la relación comercial transpacífica.
Una relación precipitada por una guerra que finalmente terminó convirtiéndose en la base de lo que actualmente es el sistema de comercio internacional. Hoy toda la gestión del transporte marítimo se dirige desde unas computadoras, que controlan cada uno de los contenedores que se mueven a través de un sistema logístico global.
Los contenedores refrigerados se colocan en el casco, donde hay electricidad y monitores de temperatura, y los más pesados al fondo. Y mientras las grúas cargan el barco, lo van descargando de otros contenedores.
"Por supuesto que no todo el mundo disfruta de los beneficios de esta revolución", dice Tim Harford, uno de los autores de la serie de la BBC "50 cosas que hicieron la economía moderna". Muchos puertos de los países más pobres, como los de África Subsahariana, se parecen al de Nueva York durante la década de 1950. Sin embargo, con esas excepciones y para un número creciente de destinos, ahora las mercancías se pueden transportar de una forma más rápida y barata. Y eso es, en gran parte, gracias al contenedor", apunta Harford.
En la década de 1950 un hombre tuvo una idea que revolucionaría para siempre el transporte, el comercio internacional y el mundo: Malcom McLean, el inventor del contenedor marítimo. Tira del hilo 🧵👇🏽👇🏽👇🏽 pic.twitter.com/yxMZby4FKv
— Iván Fernández Amil (@ivanfamil) May 18, 2024
La gran ola de Kanagawa, una omnipresente imagen
- La obra muestra una enorme ola que se alza sobre unos barcos, con el majestuoso monte Fuji al fondo. La composición equilibrada y la intensidad de la ola capturan la fuerza y la belleza de la naturaleza.
- Contexto Histórico y posibles significados:
- Algunos sugieren que la ola podría ser una metáfora de la invasión extranjera en tierras japonesas. En ese momento, Japón reflexionaba sobre si abrirse al exterior o permanecer aislado. Fuerza de la Naturaleza:
- Otra interpretación es que la ola representa la virulencia de la naturaleza, capaz de acabar con vidas humanas e incluso elevarse por encima del mismísimo monte Fuji, un símbolo nacional en Japón de eternidad.
- Legado Duradero: La obra ha influido en artistas y coleccionistas en todo el mundo. Se ha convertido en un ícono cultural y sigue siendo recreada en diversas formas, desde murales hasta tatuajes.
1. El tema no era 'La gran ola'. En realidad una vista del monte Fuji. En aquellos días, el monte Fuji era visto como una deidad protegida, espectacularmente visible desde Edo, el Tokio moderno. Provocaba cierto temor, por la posibilidad de una erupción del volcán, pero también adoración, pues la nieve de su cima era su fuente de agua, y algunos pensaban que guardaba el secreto de la inmortalidad. De hecho, aunque toda la serie gustó cuando se lanzó, 'Fuji Rojo' fue mucho más popular que 'La gran ola' en el Japón de 1800, debido a la reverencia espiritual hacia la sagrada montaña.
2. Hokusai la pintó cuando tenía 70 años. Según él mismo dijo, todavía estaba aprendiendo; es más, estaba convencido de que su mejor trabajo estaba por venir. En unas memorias conmovedoras que escribió a los 76 años, abrió su corazón. "Desde los 6 (años), tenía una inclinación por copiar la forma de las cosas. A partir de los 50, se publicaron mis imágenes...", refiriéndose a diez volúmenes de dibujos, cada uno con 60 páginas cubiertas con imágenes de todos los temas imaginables: figuras y animales reales e imaginarios, plantas, paisajes marinos, dragones, poetas y deidades... en fin. Se llamaban "manga", una especie de prototipo de manga moderno, aunque el significado era ligeramente diferente en esa época. Después de una pausa, le encargaron diez volúmenes más de su manga, y pidió que se hicieran con papel más barato para que sus ideas pudieran difundirse más ampliamente. Murió en 1849, a los 89 años, sin sospechar cuán grande era el destino que le esperaba a su gran ola. Al lado, autorretrato de Hokusai a la edad de 83, en el año 1842.
3. Es más que japonesa 'La gran ola' de Hokusai sólo llegó a costas ajenas 18 años después de su muerte, y más de 35 después de que él la creara, pues Japón estuvo aislado durante dos siglos. Desde 1640, el país se había cerrado en gran medida al mundo y solo se permitía una interacción limitada con China y Holanda. Aunque los foráneos no podían entrar en Japón, las cosas extranjeras sin duda podían hacerlo, algo que se ve claramente en 'La Gran Ola'. Está impresa en papel de morera japonés tradicional en sutiles tonos de amarillo, gris y rosa. Pero el color que domina es un azul intenso y profundo... un azul que no era japonés. azul de Prusia.
4. Inspiró a grandes artistas. En la década de 1850, cuando la Revolución Industrial avanzaba, las grandes potencias manufactureras buscaban agresivamente nuevas fuentes de materias primas y nuevos mercados para sus productos. Les parecía incomprensible, de hecho intolerable, la cerrada actitud de Japón. Al final, los estadounidenses concluyeron que el libre comercio tendría que imponerse por la fuerza. Y lo lograron. Cuando se abrieron las fronteras, hubo una avalancha de cultura visual japonesa en Occidente, y su influencia en las artes occidentales fue tal que hasta tiene nombre: japonismo. La presentación en sociedad -occidental- de 'La gran ola' se produjo en la Exposición Universal de 1867 en París, y su impacto fue revolucionario. El contraste de la sencillez con la que expresaba tal dramatismo y los grandes óleos europeos era abismal.
5. Era baratísima. Sabemos que en 1842 el precio de cada impresión de 'La gran ola' se fijó oficialmente en 16 mon, el equivalente a una ración doble de fideos. Hoy cuestan varios millones de raciones dobles de fideos. En marzo de 2021, un grabado de 'La gran ola' realizado alrededor de 1831 se vendió por 1,6 millones de dólares en una subasta de arte japonés y coreano de Christie's Asia en Nueva York. Era un arte barato, pero cuando se imprimía en grandes cantidades con estándares técnicos exquisitos, podía ser muy rentable: a la gente le fascinaba para adornar sus viviendas. Roy Fox Lichtenstein tomaron ideas de artistas como Hokusai y reinterpretaron su visión: 'La gran ola' tuvo un significado especial para ellos, como en "Chica ahogándose".
6. No es un tsunami. Mucha gente asume que 'La gran ola' representa un tsunami. "Podemos estar seguros de que no es un tsunami", le dijo a la BBC el experto en hidrodinámica Chris Swan, del Imperial College de Londres. "Los tsunamis son olas generadas por eventos sísmicos, a menudo en aguas profundas. Cuando eso pasa, la ola tiene una cresta muy larga, que no es el caso en la imagen". "Es una imagen de una ola gigante, vagabunda o monstruo, una ola piramidal. Son olas que se generan por la superposición: la suma de muchas olas existentes, crestas sobre crestas". Así, lo que Hokusai dibujó es un fenómeno natural, infundiendo a la imagen un dramatismo y una escala extraordinarios, y originando una de las mejores representaciones del poder del mar en la historia del arte.
Llamadme Ismael,... así comienza Moby Dick
"Llamadme Ismael («Call me Ishmael»). Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lluvioso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituto de la pistola y la bala. Catón se arroja sobre su espada, haciendo aspavientos filosóficos; yo me embarco pacíficamente. No hay en ello nada sorprendente. Si bien lo miran, no hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en más o menos grado, sentimientos análogos a los míos respecto del océano".
Así arranca un apasionante libro, Moby Dick de Herman Melville publicada en 1851. Narra la travesía del ballenero Pequod en la obsesiva y autodestructiva persecución de una gran ballena blanca (cachalote) impulsada por el capitán Ahab. Singladura literaria que concluye con un epílogo cuya cita inicial es del Job: "Y sólo yo escapé para contártelo". Esa referencia bíblica indica que Ismael fue el único superviviente.
Como indica la Wikipedia, Moby-Dick es una obra de profundo simbolismo. Se suele considerar que comparte características de la alegoría y de la épica. Incluye referencias a temas tan diversos como biología, religión, idealismo, obsesión, pragmatismo, venganza, racismo, jerarquía y política. Los tripulantes del Pequod vienen de orígenes tan variados como Chile, Francia, Islandia, Holanda, Italia, Malta, China, Dinamarca, Portugal, India, Inglaterra, Tahití, España e Irlanda, lo que sugiere que el Pequod es una representación de la humanidad.
El vídeo es el final de una de las versiones fílmicas, pero lo sublime siempre fue el relato.
Inteligencia artificial: Un documental y una serie
Homenaje en Getxo a Encarni, la primera enfermera fallecida por coronavirus
Otros posts sobre la crisis del Coronavirus como el Homenaje al Dr. Li Wenliang que alertó del CoronaVirus.
Hipótesis de la Interdependencia Lingüística de Jim Cummins
Lenguas y gastronomías
Quizá el mejor exponente secular de una cultura longeva y dispersada sea la china, con variantes dialectales de millones de hablantes y con aún más millones de comensales en sus restaurantes chinos, presentes en cualquier rincón de los cinco continentes. Algo parecido, aunque en menor extensión, sucede con las tradicionales lengua y gastronomía japonesas. Incluso, la lengua y cocina francesas son de gran predicamento, más la segunda que la primera, especialmente entre la refinada élite cultural de muchas naciones occidentales.
No siempre van parejas la universalidad de idioma y cocina. Un contraejemplo es la cocina vasca, mucho más conocida y reconocida que la lengua vasca (euskara). Otro caso es el inglés, la más generalizada y planetaria “lengua vehicular”, que no se corresponde en absoluto con la presencia de “comida inglesa” en ningún lugar del mundo, ni siquiera en el Reino Unido. Sólo se salva el desayuno inglés (English breakfast), imprescindible para sobrevivir al ayuno obligado tras ver los británicos “fish and chips” (pescado rebozado con patatas fritas). No en vano, el escritor francés Pierre Daninos apuntó con saña que “los ingleses inventaron la sobremesa para olvidar la comida”. La paradigmática variante anglosajona de “fast food” (comida rápida o basura), sí podría considerarse el exponente globalizado de la cocina… norteamericana. Este tipo de nutrición de subsistencia, sin exquisitez gastronómica, no facilita la sobremesa (propia de "slow food").
Afortunadamente, en la sobremesa puede emplearse lenguas de origen cultural distinto al de la gastronomía degustada. No en vano vivimos un siglo multilingüe, intercultural y multiétnico. Algunos ya estamos añorando algunas sobremesas plurilingües tras una variada comida internacional, que con suerte propiciarán las próximas vacaciones…
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Hoy el PC cumple 35 años
Los hijos del fax...
Cada semana llegan más de cien alumnas y alumnos nuevos a Bizkaia. Provienen de otros países (principalmente de Latinoamérica, el Magreb y de diversos puntos de Europa del Este, así como de China y del África Subsahariana) o de otras comunidades autónomas (cada vez más). Por circunstancias familiares, aparecen en medio del curso escolar, fuera del plazo de la matrícula ordinaria. Cada viernes, de otoño a primavera, una comisión determina cuál es el centro y el aula donde mejor pueden incorporarse, de acuerdo a su petición según el modelo lingüístico y la titularidad de centro. Las familias emigrantes viven mayoritariamente en determinados municipios y barrios, y en los centros de esas zonas se concentran las nuevas altas discentes.
A mediodía del viernes, los centros destinatarios de este alumnado recién llegado reciben un fax desde la Delegación de Educación. Se les comunica, sucintamente, los nombres y su urgente fecha de ingreso. Son conocidos coloquialmente, y con todo respeto, como “los hijos del fax”. Allí se presentan y son recibidos por profesores y condiscípulos. La mitad llegan desconociendo ambas lenguas oficiales; otros conocen el castellano, pero con otro acento y ritmo. La mayoría acumula déficits curriculares, a veces severos. Algunos y –sobre todo- algunas alumnas llegan con edades de secundaria y nula escolarización previa. Otros son menores no acompañados por ningún familiar y quedan tutelados por la Diputación Foral. Cuando el número de extranjeros rebasa un cierto número, variable en función de sus características, se envía profesorado de refuerzo lingüístico para acelerar su integración.
“Los hijos del fax” aportan diversidad humana, interculturalidad, plurilingüismo, y una estilo de aprecio por la educación como oportunidad única,… de la que todos podríamos aprender. Son testimonio vivo de la injusticia del mundo, del hambre y de la pobreza que acucia a muchos seres humanos. Como todos los procesos educativos los efectos de su llegada sólo se apreciara a medio o largo plazo. Los de más edad buscan una incorporación laboral rápida y sus antecedentes académicos hacen difícil otros objetivos educativos. Los más jóvenes, muchos en niveles de educación infantil, serán –con toda seguridad- alumnado con todas las opciones abiertas, porque su actitud de esfuerzo puede compensar sobradamente su desnivel sociocultural. Que lo recuerde nuestro profesorado para una intervención precoz, sobre todo el de educación primaria. La ciudadanía debe saber que este capital humano enriquece y forma parte esencial de nuestra sociedad presente y futura.
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No exit, by Andy Singer
Andy Singer, No exit, las mejores #caricaturas sobre la movilidad sostenible. https://t.co/N6ylieHG9B pic.twitter.com/RBdtO3RzR3
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) February 26, 2023
Los martes hay mercadillo en Mil Palmeras
- ¿Cuánto cuestan estas chancletas?
- Tres euros. Y le regalamos una bolsa.
- ¿Qué bolsa?
- Una bolsa pa' echarlos (una bolsa de plástico para llevárselos)... Que también sirve para llevar dinero al banco,...
Vídeos (1º, 2º, 3º,...) y más fotos. También hay otros posts sobre este mercadillo de las tardes de los martes.