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La cuestión es distinguir

La gente distinguida, la genuina, no es la que sólo sabe distinguirse, sino la que sabe distinguir.

Dicen que todos nos parecemos en lo que ocultamos, pero que nos distinguimos en lo que mostramos. Lo mejor es poder distinguir aquello que merezca ser distinguido, recóndito o expreso, etéreo o visible. Distinguir entre el bien y el mal, entre lo posible y lo imposible, entre el héroe y el aventurero, entre el deber y el bienestar, entre la firmeza y la obstinación, entre la fidelidad y la intransigencia, entre la originalidad y la extravagancia.

Quizá el truco radique en aprender a distinguirse de los supuestos distinguidos, sabiendo trabajar y comportarse cortésmente con todos y, lo más comprometido, aprendiendo educadamente de todos. La clave es optar, querer, saber y poder distinguirse de los demás en lo difícil, no en lo fácil.

La primera premisa de una vida plena radica en la sabiduría de distinguir lo inevitable de lo reformable, para aceptar con serenidad lo primero y luchar para cambiar lo segundo. Sobrellevar lo irremediable con ánimo puede ser una forma suprema de distinción, al igual que sublime singularidad puede ser corregir con coraje todo lo transformable.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/distinguir.DOC

Steve Jobs: Tecnólogo y filósofo

... Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo — las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso — se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir al corazón...

... La Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo. Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto.

Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro. No os dejéis atrapar por el dogma — que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario.

Vía: Blog 86400.es (vídeo y texto completos)

El Manifiesto Internet... en Educación

Desde la original concepción en 17 apartados que recogimos en un post anterior sobre el Manifiesto Internet, ahora éste ha sido adaptado hacia lo educativo por Pedro Villarrubia en su blog Discentia, que recomendamos y de donde tomamos una síntesis, sugiriendo que se lea en su origen:

1. Internet es diferente.
Internet genera diferentes esferas públicas, diferentes términos y diferentes habilidades culturales. Los centros educativos deben adaptar sus métodos de trabajo a la realidad tecnológica actual en lugar de ignorarla o desafiarla. Es su deber desarrollar la mejor forma de educación posible basada en la tecnología disponible. Esto incluye productos y métodos educativos nuevos.

2. Internet es un centro educativo de bolsillo.
La web reacomoda las estructuras educativas ya existentes trascendiendo sus antiguas fronteras y ámbitos. La publicación y diseminación de los contenidos han dejado de estar atados a los centros e instituciones educativas. La autoconcepción de la educación está —afortunadamente— siendo privada de su función de centinela. Todo lo que nos queda es la calidad educativa a través de la cual la educación se diferencia de la mera instrucción y memorización.

El futuro no está en manos ajenas, de Juan Ignacio Pérez Iglesias

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Por su interés, reproducimos el artículo "Todos somos responsables" de Juan Ignacio Pérez Iglesias, ex rector de la Universidad del País Vasco, en los diarios del grupo Vocento.

Echar la culpa a otros de lo que nos ocurre difícilmente nos pondrá en disposición de encontrar solucione.

Dicen que Zapatero, el pasado 13 de mayo, en respuesta a un parlamentario de ERC, responsabilizó a «los mercados» (aunque quizás fue a los especuladores o, para el caso, al lado oscuro de la fuerza) de las medidas que se había visto obligado a tomar. Difícilmente puede encontrarse mejor imagen de una epidemia que se ha extendido por todo el cuerpo social: ésa que consiste en eximirnos de toda culpa y endosar a otros la responsabilidad de lo que hacemos. Es como si las decisiones que han conducido a que España tenga en la actualidad el enorme déficit público que tiene las hubiesen tomado entes ajenos al Gobierno. O como si decisiones tales como gastar 400 euros por contribuyente en alegre piñata, arreglar aceras y paseos en pueblos y ciudades o ayudar al personal a cambiar de coche y cocina hubiesen sido forzadas por esos malos tan malos que nos acechan sin descanso.
La desleal oposición culpa de todos los males a Zapatero y recuerda, con fingida añoranza, los años que estuvo en el poder. Pero lo cierto es que también a ellos cabe asignar su parte de responsabilidad en la situación que hoy vivimos: entre 1996 y 2004 malgastaron la oportunidad que brindaba la prosperidad de entonces para renovar la economía española y reorientarla hacia sectores más intensivos en conocimiento. En vez de apostar por la innovación, se acomodaron en la adormidera del ladrillo.
Pero los políticos no son diferentes del resto de ciudadanos. Al fin y al cabo, no son sino muestra representativa del conjunto de la población. También el común de los mortales echa la culpa a los demás de lo que le ocurre. Ahora resulta que la gigantesca deuda que acumulan España y los españoles debe de ser también culpa de otros. Cuenta el economista Tano Santos (en el blog Nada es gratis) que la deuda privada española es superior al 300% del PIB (para comparar, la pública se queda, de momento, cerca de un modesto 60%). Los deudores máximos son empresas no financieras (sospecho que muchas serán de la construcción), pero los particulares no nos hemos quedado atrás: acumulamos unas deudas que representan el 87% del PIB. Es, al parecer, la lógica consecuencia de la famosa burbuja inmobiliaria cuya existencia negaban nuestras autoridades contra toda evidencia.
Pues bien, habrá que suponer que de esa burbuja también tienen la culpa los malísimos especuladores. Como la deben de tener de que tantos y tantos ciudadanos hayan decidido pedir préstamos para cambiar de vivienda o de coche, que de todo hay. Cuando pidieron los préstamos pocos pensaron que el trabajo quizás no era para siempre. Porque se da la circunstancia de que no todos los ciudadanos que se endeudan son funcionarios o tienen uno de esos empleos fijos que con tanto ardor defienden los sindicatos. Sé que todos tenemos derecho a una vivienda digna, pero la cuestión es otra: nadie nos ha obligado a adquirir esto o aquello, y tampoco a endeudarnos de forma tan extravagante.
Esto de asignar responsabilidades a los demás y, a poder ser, a malignos entes de consistencia difusa y siempre ajenos o lejanos, se ha puesto muy de moda en asuntos de naturaleza económica, dadas las dramáticas circunstancias que vivimos. Pero tenemos otros ejemplos más habituales, aunque ahora los hayamos relegado a un cierto olvido. Pienso en la educación, por ejemplo. En eso no andamos muy bien que digamos, tampoco en Euskadi, aunque prefiramos mirar para otro lado. Los profesores universitarios echamos la culpa al Bachillerato de lo mal preparados que nos llegan los jóvenes. Claro que los profesores de Bachillerato hacen lo propio con los de ESO y éstos, a su vez, con los de Primaria. La cadena no acaba ahí: finalmente son los de Infantil los que los malean con tanto juego y tanta payasada. En resumen: nadie tiene la responsabilidad ni, claro está, el mérito. Y es curioso, porque a pesar de esa sensación general -justificada o no- de que nuestros jóvenes tienen ciertas carencias formativas, resulta que a las escuelas se les plantean cada vez mayores demandas y cada vez más absurdas, como si la escuela debiera ocuparse de todo y padres y madres sólo estuviésemos para procrear.
Echar la culpa a otros de lo que nos ocurre tiene un problema. Me contaba una amiga algo que, allá en los duros años 80, oyó a la madre de un adicto a la heroína en un pueblo de la costa vizcaína. El contexto era una reunión de madres de drogadictos, en la que había quienes afirmaban que la culpa de que sus hijos tuviesen aquella desgracia era de la Guardia Civil. Aquella madre, con coraje y clarividencia, dijo a las otras que la culpa de que su hijo fuera heroinómano la tenía, en primer lugar, el propio hijo, y después, quizás, su marido y ella. Dijo también que no quería engañarse a sí misma, y que si lo que le ocurría a su hijo era responsabilidad de otros, entonces también la solución estaría en manos de esos otros y que, por lo tanto, poco podría hacer por ayudarle. En definitiva, que quien piensa que la responsabilidad de algo es ajena a uno mismo, difícilmente se encontrará en la disposición adecuada para encontrar la debida solución. El corolario es que esa actitud escapista, por serlo, deviene fatalista, y nos conduce a pensar, con el lógico pesimismo, que el futuro está en manos de fuerzas que nos son ajenas, que no depende de nosotros.
Por esa razón, porque me parece que ésa es la peor de las maneras posibles de actuar ante los problemas, he querido traer aquí unas palabras de mi admirado Karl Popper, de la introducción a El mito del marco común. Dice: «El futuro está abierto. No está predeterminado y no se puede predecir, salvo accidentalmente. Las posibilidades que encierra el futuro son infinitas. Cuando digo tenéis el deber de seguir siendo optimistas, no sólo incluyo en ello la naturaleza abierta del futuro, sino también aquello con lo que todos nosotros contribuimos a él con todo lo que hacemos: todos somos responsables de lo que el futuro nos depare. Por tanto, nuestro deber no es profetizar el mal, sino más bien luchar por un mundo mejor».
«Todos somos responsables de lo que el futuro nos depare». Estaría bien que todos compartiésemos esas palabras y, sobre todo, que nuestros líderes las hiciesen suyas y actuasen en consecuencia.

Entrevista de Ailen Pedrotti a Mikel Agirregabiria con balance de AUVE en 2022


Entrevista de Ailén Pedrotti a Mikel Agirregabiria, Presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), en contacto con Portal Movilidad España brinda un positivo balance de este 2022, pero sin dejar de lado las tareas pendientes en materia de movilidad eléctrica a las que deberán enfrentarse en 2023.

A lo largo de este año que está a punto de cerrar la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE) ha celebrado una Asamblea General que ha renovado y reforzado la Junta Directiva con más miembros.

También se ha podido crear una Comisión Técnica y otra Comisión Internacional y se ha crecido en número de responsables en las Delegaciones Autonómicas y Provinciales

El aumento también ha llegado de la mano de nuevas socias y socios, habiendo superado los 5.400 miembros con un crecimiento sin precedentes (más de un 26% en el último semestre).

Los hitos que han alcanzado hacen que Mikel Agirregabiria, Presidente de AUVE, mire de manera este año, pero no deja de lado ciertas cuestiones a reforzar el siguiente año.

“Uno de los retos aún pendientes, por el escaso avance en 2022, es lograr una mayor participación en diferentes instancias políticas a nivel gubernamental y de política nacional”, admite en diálogo con este medio el vocero del espacio.

A lo que agrega: “Aún nos resulta inexplicable nuestra ausencia en la Mesa de Gobernanza de Puntos de Recarga”.

A lo largo de este año han lanzado por medio de Portal Movilidad España un detallado reclamo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para ser incluidos en el espacio.

Con la última reunión del año realizada este 20 de diciembre y sin contar con representación allí, se ponen como principal meta ser incluidos.

Desde AUVE pedimos al Gobierno central que no cese en su apuesta y determinación por mantener su modelo riguroso y científico de afrontar el desafío de la transición ecológica”, refiere en este sentido su presidente.

Y hace énfasis en la necesidad de que se trabaje “sin negacionismos y sin contemporizar con intereses creados que no son los de la mayoría de la ciudadanía”.

¿Qué señales espera AUVE para el 2023?

En materia de normativas y acciones por parte de la Administración nacional, Mikel Agirregabiria espera que primero se trabaje en la fiscalidad del coche eléctrico.

No es una expectativa en el sentido de que confiemos en nuestra capacidad de convicción, pero seguimos creyendo que sería más efectivo que los MOVES una reducción directa de IVA desde el 21%”, remarca en este punto.

Por supuesto, esto es planteado según tramos de precio del vehículo y de renta de quienes opten por esta motorización, con criterios de inclusión y por un período transitorio.

Según recuerda, esto es algo que ya ha funcionado en países como Noruega con la exención total de su 25% de IVA.

Medida que en 2023 revisarán allí, pero quedando aún exentos totalmente los VE más económicos.

El funcionamiento de las ayudas del Plan MOVES, que valoramos positivamente y que democráticamente entendemos sea gestionado por las CCAA, está resultando lento en la gestión de ayudas que se retrasan y que no logran plenamente el objetivo perseguido”, sostiene.

Además, agrega 
Mikel Agirregabiria: “En todo caso, confiamos que esta tramitación autonómica sea diligente en todas las Comunidades Autónomas, si perdurase esta fórmula”. 

Un visitante inesperado: Un gato callejero


Aunque no creemos que mantener mascotas sea de humanos evolucionados, excepto en contados casos como perros guías o acompañamiento de personas ancianas o con diversidad cognitiva, lo cierto es que un animal callejero, como Feliz o Garfield, un gato libre y  agradecido, nos demuestra la maravilla que es la naturaleza.

Lo cierto es que un gato te resuelve un post de transición, te calma en un agitado día y te devuelve la fe en la humanidad,... Aunque Feliz o Garfield no parece haber vivido experiencias muy gratificantes con las personas, porque es muy temeroso cuando nos acercamos. Confiamos que Feliz o Garfield también llegue a confiar en los seres humanos, tan imprevisibles como geniales cuando se esfuerzan.
Con razón dicen que los gatos están destinados a demostrarnos que no todo en la naturaleza tiene un propósito, aparte de hacernos felices con la inteligencia de un águila, la parsimonia de un tigre y la bondad de un colibrí. Los gatunos son la belleza sin vanidad, la fuerza sin insolencia, el coraje sin ferocidad, todo virtudes sin sus excesos.
Un visitante inesperado: Un gato callejero
Álbum de fotos de este minino, al que llamamos FELIZ o Garfield.
Miles de imágenes nuestras de gatos, siempre libres,...

Todos valemos y somos necesarios

La felicidad es no necesitarla, ser necesarios a otros y aprender la necesidad del amor, que no es sino la necesidad de salir de uno mismo.

En los últimos días he escuchado de personas queridas tristes frases, como “ya no valgo para nada” o “nadie me necesita”. La edad, la enfermedad, la soledad,… conducen a tan errónea conclusión. Hemos de ayudar a superar esa desolada percepción a quienes la padecen.

Todo ser humano es preciso y precioso. A quienes creen que ya no valen, pidámosles que sean valerosos en el declinar, valientes con la mente, acreditando el espíritu de antaño, sin resignarse jamás a perder su infinito valor como personas. Un ejemplo estrenuo y épico sólo se puede ofrecer desde la más frágil debilidad. El coraje se demuestra superando el miedo a lo cercano e inevitable.

Siempre y todos somos útiles, en cualquier de las etapas o dificultades para las que habrá de transitar nuestra vida. Incluso desde la máxima dependencia, o desde la impotencia de una agonía, servimos y serviremos. Al menos, para demostrar a los demás que ellos también se ensombrecerán, se deprimirán, menguarán en sus capacidades, envejecerán, enfermarán, sufrirán,…

En el peor de los casos, todos valemos para “necesitar a otros”, para hacerles sentirse imprescindibles al acudir en nuestro auxilio. Así ellos llegarán a aprender ¡cómo se ama a las personas que nos realmente necesitan y para quienes somos indispensables! La navidad es una fecha que nos recuerda que lo único necesario es “ser necesario” a otros. En la vida sólo existen tiempos en lo que hemos de ser ayudados y épocas en las que podemos ayudar ¿Qué prefieres ayudar o ser ayudado?

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/necesarios.DOC

Anuncio SÉ FUERTE from Pablo on Vimeo.

Las 24 fortalezas del carácter, según Martin Seligman


La felicidad, ese tema eterno, puede ser lograda por caminos como los que Martin Seligman (y Christopher Peterson) descubren de la psicología, analizando fuentes de conocimiento comunes a todas las culturas, religiones, eras,... 

El crecimiento personal, el que por realización personal alcanza la felicidad eudaimómica, se puede agrupar en seis grandes bloques de virtudes humanas, que suman hasta 24 fortalezas del carácter: 1 La sabiduría y el conocimiento. 2 El valor. 3 El amor y la humanidad. 4 La justicia. 5 La templanza. 6 La espiritualidad y la trascendencia.
Esta psicología positiva, mediante la investigación científica en personas felices, determina la fórmula que les ha permitido diferenciarse. 
    1. ----------SABIDURÍA Y CONOCIMIENTO-------- Curiosidad, abierto a la experiencia, interés por el mundo. Apertura a distintas experiencias y flexibilidad ante temas que no encajan con nuestras propias ideas previas. Participa en la novedad. 
    2. Amor por el aprendizaje. Aprendizaje de cosas nuevas y consideración que en cualquier lugar existen oportunidades de aprender.
    3. Mentalidad abierta, juicio, Pensamiento crítico. Pensamiento detenido y analítico, ver todos los puntos de vista, no precipitarse. Capacidad de cambiar de opinión. 
    4. Creatividad, originalidad, inteligencia práctica, perspicacia. No hay satisfacción en realizar tareas de modo convencional, encuentra comportamientos nuevos, creatividad. 
    5. Perspectiva. Solucionador de problemas, visión de mundo que tiene sentido para los demás y para consigo.  ------------------CORAJE-------------------------
    6. Valentía. No se amilana ante las amenazas, los retos, el dolor o las dificultades. Ausencia de temor. Separa aspectos emocionales de los conductuales. 
    7. Laboriosidad, persistencia, perseverancia. Acaba lo que comienza. Asume y termina, cumple con humor y mínima queja. Flexibilidad realista y no perfeccionista. 
    8. Honestidad, integridad, autenticidad. Vive de forma genuina y auténtica, gusta de la verdad. Tiene los pies sobre la tierra y no es pretencioso. 
    9. Entusiasmo, vitalidad, energía, pasión, vigor. Se dedica en cuerpo y mente, empieza el día con ansias, es contagiosa su energía. --------HUMANIDAD----------
    10. Bondad, generosidad, compasión, amor altruista, amabilidad, cuidado. Nunca está demasiado ocupado para hacer un favor, disfrutar realizar buenas obras para los demás. Concede valor a la otra persona. Empatía y compasión. 
    11. Amor. Valora las relaciones profundas con los demás y les permite a los demás experimentar lo mismo con ellos. 
    12. Inteligencia social, inteligencia personal, inteligencia emocional. Ser consciente de las motivaciones y sentimientos de los demás y sabe responder a ellos. Observar diferencias con respeto y actuar en consecuencia. Comprende y orienta su propio comportamiento. Justicia 
    13. Civismo, responsabilidad social, lealtad, trabajo en equipo. Es un compañero leal y dedicado, cumple con su parte, valora los objetivos del grupo incluso cuando difieren de los propios, respecto a la autoridad. 
    14. Imparcialidad y equidad. Le da una oportunidad a todo el mundo, se guía por principios morales, se toma en serio el bienestar de otros tan en serio como el propio. Logra separar los sentimientos de las decisiones. 
    15. Liderazgo. Organiza y se asegura de que las cosas se llevan a cabo, mantiene las relaciones entre los miembros de un equipo. No tiene malas intenciones en el trato con los demás, reconoce la responsabilidad de sus errores y es pacífica.
      ---------- TEMPLANZA---------
    16. Perdón, clemencia. Capacidad de perdonar a quienes le han causado mal, da segundas oportunidades, no se guía por la venganza. El perdón es beneficioso para su vida interiror. 1
    17. Prudencia, discreción, cautela. Cuidadoso, tiene visión de futuro y es dialogante. Puede resisterse al corto plazo en pro del éxito a largo plazo. 
    18. Humildad y modestia. No le interesa ser centro de atención, prefiere que sus logros hablen por él (Ella). 
    19. Autocontrol. Retiene sus deseos, necesidades e impulsos cuando la situación lo requiere. Es capaz de estar de buen humor incluso en situaciones delicadas.         ------------TRASCENDENCIA--------
    20. Disfruta de la belleza y la excelencia. Aprecia la belleza, la excelencia y la habilidad (virtuosismo) en todos los ámbitos. 
    21. Espiritualidad, propósito, fe, religiosidad. Sus creencias le definen y son una fuente de consuelo para él (ella). Posee una filosofía concreta de la vida, que le da significado, propósito y vinculación con algo más elevado. 
    22. Gratitud. Es consciente de lo bueno, se toma tiempo para expresar agradecimiento.. Apreciación por la vida misma. 
    23. Humor. Gusta de reír y hace reír a otras personas, ve fácilmente el lado cómico de la vida.
    24. Optimismo, esperanza, previsión. Espera lo mejor del futuro, planifica y trabaja para conseguirlo. Actitud positiva, espera acontecimientos positivos si se esfuerza y planifica.

"Hoy empieza todo", una película educativa

Una mínima recolección del material escolar del largometraje "Hoy comienza todo" (Ça commence aujourd´hui) del cineasta francés Bertrand Tavernier. Se adjuntan dos vídeos con el tráiler en castellano y francés, así como una ficha de auladecine.com para un posible cineforum con alumnado. lo mejor es el final de la película, donde se leen retazos de poesía sobre el valor acumulado de tantas generaciones,... Buscaremos el texto original que es de un lirismo insuperable, inspirado por la "Pedagogía de la Esperanza" de Paulo Freire.
Hoy_empieza_todo Finalmente, hemos encontrado la poesía final. Dice así:
"Están en la tierra,
montones de piedras apiladas una a una
con las manos del padre, del abuelo.
Toda su paciencia resistió a la lluvia, al horizonte.
Haciendo pequeños montoncitos
para retener la luz de la luna,
para estar erguidos, para inventar montañas
y jugar con el trineo y creer que tocamos las estrellas.
Se lo contaremos a nuestros hijos,
les diremos que fue duro,
pero que nuestros padres fueron unos señores
y heredamos eso de ellos:
Montones de piedras y el coraje para levantarlas".

Más que una persona

La playa es un lugar único, donde todavía se entremezclan todas las personas, sin distinción de clase, raza o religión. Vivimos en un mundo cada día más segregado, con barrios, escuelas e iglesias donde no se producen encuentros humanos imprevistos. Pero siempre nos quedará la playa. Representantes de tres continentes, venidos de muy lejos en tumbonas señoriales con lugareños arracimados bajo una sombrilla, ancianos y bebés, muchos descansando y unos pocos vendiendo alfombras de Bagdad que ya no vuelan. Todo tan exuberantemente humano que resulta insólito, pero nunca demasiado humano.

En medio de esta muchedumbre que diariamente se agolpa voluntariamente, resulta imposible entender y relacionar lo que cuentan los periódicos con lo que sucede alrededor. Por mucha escandalera que produzca el borrador del plan Ibarretxe, aquí los vascos hablan con los madrileños sin que parezca importarles nada el tema, ni a unos ni a otros. Los conceptos y las ideologías políticas, casi siempre ocultando turbios intereses económicos, quedan eclipsados ante la presencia masiva de esta humanidad espléndida en una playa. Aquí las entelequias de la unidad nacional (española) o la dignidad parlamentaria (vasca) se posicionan donde deben: muy detrás de las personas reales. Aquí no caben los voceros salvapatrias ni los falsos profetas que, con graves palabras vacías, sólo sirven para encrespar los ánimos y conducir a enfrentamientos que sólo son deseados por quienes esperan vivirlos de lejos.

En un día con dos noches (porque la siesta es obligatoria), bajo este sol común para todos, y viendo a unos críos mientras comen un bocadillo y balancean despreocupadamente las piernas desde las sillas en las que están sentados, aquí y ahora sólo cabe reflexionar sobre las personas. La magnificencia humana demuestra que, siendo iguales en derechos, somos muy diferentes. Sin duda, los mejores seres humanos son los más desvalidos: los niños y los mayores, los enfermos y los incapacitados, ellos son el mejor modelo de referencia humana por el testimonio que nos brindan con su alegría infantil, con su sabia experiencia y con su valentía vital, en definitiva, con esa voluntad de superar las dificultades de la existencia.

Pero hay un tipo de personas con un aura especial, que brillan con más colores que el resto de los mortales. Algunos nunca podremos pertenecer a este selecto grupo, de permanencia limitada a unos meses. Es fácil distinguir a estas personas en la playa: ellas valen por dos, o por tres, raramente por cuatro, pero a veces hasta por cinco o seis individuos. Su doble valor, como coraje y como valía, nos asegura el futuro a la humanidad, y ejercen la actividad más humana que conocemos. Demuestran que el hombre es mucho más que cerebro y corazón. Estas máximas maravillas del universo son las mujeres embarazadas, cuyo seno materno es la obra maestra de la creación. Este estado humano nunca será debidamente reconocido por nosotros, todos nacidos del vientre de una mujer, donde por primera vez escuchamos la lengua materna. ¿Cumplimos debidamente con el artículo 25 de los derechos humanos, que declara que la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencias especiales?

Cuando desde ese océano de líquido amniótico primigenio que es el Mediterráneo se observa el bullir de la playa, no se puede asimilar las cifras recientemente publicadas de embarazos indeseados y abortos. Desde el máximo respeto hacia todas las creencias, y desde la plena convicción de que son las mujeres las primeras o segundas víctimas, resulta muy doloroso comprobar cómo hemos fracasado como humanidad cuando todavía se dan las circunstancias para que una madre se crea obligada a matar a su criatura. ¡Cuánto tarea nos queda a los educadores!

Carácter luchador

Apasionado, una personalidad superlativa propia de emotivos, activos y secundarios.

Estimado lector o lectora: Déjeme darle dos noticias, una buena y otra mala. La mala nos la dio Schopenhauer y señala que "La personalidad de cada persona determina por anticipado la medida de su posible fortuna". La buena noticia, avalada por toda la psicología moderna, nos asegura que la personalidad de cada uno se puede transformar mediante la práctica. William James nos indicó el camino: "Siembra una acción y recogerás un hábito; siembra un hábito y recogerás un carácter; siembra un carácter y recogerás un destino".

Las tipificaciones de la personalidad humana han sido descritas desde Hipócrates, el padre de la medicina contemporáneo de Sócrates, siguiendo la concepción de Empédocles con los cuatro elementos básicos: aire, tierra, agua y fuego. Lo cierto es que, pese a su antigüedad de 24 siglos, muestra una gran similitud con la tipología moderna más empleada, desarrollada inicialmente por Heymans y Wiersma. Esta clasificación se fundamenta en que las conductas estarían determinadas por tres factores: Emotividad, Actividad y Resonancia.

La emotividad mide la repercusión anímica de cada persona ante los acontecimientos. Emotivo es quien reacciona de un modo intenso y, ocasionalmente desproporcionado, ante las situaciones, por lo que su entusiasmo desbordante y profundo, puede provocar un humor mudable o incoherente ("el corazón tiene razones que la razón no entiende"), pero también es cordial, servicial, generoso, jovial y expansivo. El no-emotivo es, por el contrario, frío, introvertido, silencioso, de pocas palabras, pero más dueño de sí y prudente.

La actividad regula la inclinación del sujeto a responder a un estímulo mediante el trabajo o la acción. Las personas activas son propensas por naturaleza a la actividad, sobre todo cuando ésta presenta dificultades, por lo que si bien pueden ser testarudas, individualistas e imprudentes, al mismo tiempo son más constantes, emprendedoras, hábiles y alegres. Los no-activos son más calmados y conciliadores, pero fáciles al desaliento, temerosos de lo difícil y propensos a relegar o delegar sus propias obligaciones.

La resonancia valora la duración del efecto que un acontecimiento provoca en cada persona. En los primarios, con poca resonancia, las impresiones tienen un efecto directo e inmediato, pero pasan rápidamente y viven más del presente siendo volubles, impulsivos, de reacciones breves y superficiales, lo que determina que sean poco rencorosos. Secundario es el individuo con mayor resonancia, con impresiones duraderas y prolongadas, que vive más del pasado, pudiendo ser resentido y obstinado en sus ideas, pero simultáneamente más constante, metódico y coherente.

La combinación de estas tres variables da lugar a ocho biotipos: apasionado (E-A-S), colérico (E-A-P), sentimental (E-nA-S), nervioso (E-nA-P), flemático (nE-A-S), sanguíneo (nE-A-P), apático (nE-nA-S) y amorfo (nE-nA-P). Pero hemos de distinguir entre temperamento y carácter. El temperamento o la idiosincrasia es el conjunto de tendencias y dotes que nos da la naturaleza al nacer, siendo el carácter o la personalidad el sistema de cualidades que desarrollamos sobre la base del temperamento original y con las vivencias del proceso educativo y existencial. Jung indicó que "La personalidad es la realización suprema de la idiosincrasia de una persona. Es un acto de elevado coraje arrojado a la cara de la vida".

Un buen consejo dice: Conócete, acéptate y supérate. Por ello, quizá el primer paso sea reconocer el temperamento propio, y luego preferir el apasionamiento como carácter elegido, porque otorga una ventaja tangible a quienes optan por desplegar su emotividad, su actividad y su resonancia. Nervo señaló que "la pasión es una fuerza cósmica, como la gravitación" y Balzac juzgó que "la pasión y sus manifestaciones son la base de la humanidad". Dos sentencias finales de dos enérgicos entusiastas. De Miguel Unamuno "sólo los apasionados llevan a cabo obras verdaderamente duraderas y fecundas" y de José Martí "los apasionados son los primogénitos del mundo".

El último Scott Fitzgerald

El verano es tiempo de lectura para descubrir la lucidez de un genio derrumbado.

Mucho se ha escrito de Francis Scott Fitzgerald y de su obra. Hay quienes creen que su inseguridad crónica le impulsó hacia un ansia de gloria desde muy joven y hasta su prematura muerte a los 44 años. Conoció la consagración literaria máxima con "El gran Gatsby" a los 29 años, para descender a los infiernos del olvido pocos años después.

Fitzgerald, el autor más representativo de la 'Generación Perdida' con Faulkner y Hemingway, tuvo una vida fallida, según algunos críticos, aunque reconocen que en ella alumbró algunas de las obras maestras de la literatura de todos los tiempos. Su existencia fue una fábula sensible y satírica sobre la persecución del éxito y el colapso del 'sueño americano'. Su existencia se deslizó raudamente desde una niñez de escritor precoz en internados católicos, un breve pase por Princeton y su servicio militar en Alabama, donde se enamoró de Zelda, la flapper arquetípica que representaría, con él, la historia glamorosa del jazz y el charlestón.

La doble biografía de la escandalosa pareja Fitzgerald fue corta y trágica ("Nuestro amor fue único en un siglo"). Intérpretes de los felices años '20, su historia resume buena parte del espíritu contradictorio del siglo XX: del esplendor a la miseria, de la gloria a la desintegración. Protagonistas de un ascenso fulminante a los laureles literarios, todo hacía augurar una larga y feliz existencia, habitual en los escritores bendecidos. Pero el "crack del 29" también se cruzó en su camino. Mientras dilapidan frívolamente el dinero, Zelda va deslizándose hacia la locura y él se alcoholiza. El 21 de diciembre de 1940, Scott muere exhausto frente a la máquina de escribir.

El corazón humano posee esperanzas, ambiciones y anhelos infinitos imposibles de satisfacer, y sigue luchando a pesar de obstáculos y fracasos. De ahí que la tragedia de estos dos artistas, además de despertarnos temor y piedad, también nos inspire admiración y coraje. La última etapa del Scott Fitzgerald maldito, fue la de la sabiduría profunda, no en sus actos, sino en sus escritos. El heterodoxo Scott describe su particular infierno: "Todos los dioses muertos, las guerras combatidas y la fe en el hombre destruida". Aún en plena decadencia, persiste en relatarnos su vitalidad ("El amor a la vida es esencialmente tan incomunicable como el dolor"), con clarividentes consejos que resuenan como puñetazos luchando contra la maldición de saberse autodestruido.

Sus citas son tan expresivas como los títulos de sus obras. Recordemos algunas: "En la noche negra del alma siempre son las tres de la madrugada", que invariablemente nos atormenta a los insomnes; "Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia"; "El dinero ha aniquilado más almas que el hierro cuerpos", ¡cuán cierta!; "Y así vamos adelante, botes contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado", lírica y gráfica; "Es preferible fiarse del hombre equivocado a menudo, que de quien no duda nunca"; "En las cosas no existe la esperanza, y, sin embargo, hay que estar decidido a cambiarlas"; o "La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar"

Alegre y despreocupado en la etapa del sueño realizado, cuando parecía un triunfador enamorado de la opulencia, su prodigiosa capacidad residía ocultamente en un concienzudo y persistente esfuerzo por escribir extrayendo del lenguaje tonos más exquisitos y puros que los nunca antes logrados. Suya es la frase: "Puedes acariciar a la gente con palabras". Su mejor lección nos la transmitió en una carta a su adorada y única hija Scottie: "Prescinde de la opinión de la gente. No te preocupes por el pasado. No te preocupes por el futuro. No te preocupes por el triunfo. No te preocupes por fracaso,… a menos que sea culpa tuya".

Inclemente con Clemente

En presente y de repente se desprenden de Clemente.

Clemente: ¡Qué mente eminente, que nos pertenece! Referente, vehemente, rebelde, efervescente, decente que no miente. Debe entenderse a Clemente, defenderle, no desmerecerle, no desentenderse, no desprenderse de él. Debe vérsele de frente, no del revés. Este precedente de venderle es de estremecerse y de encenderse.

Lamikiz, recuerda: Vence siempre quien es clemente. La clemencia siempre nace del coraje, porque vengarse es infame. Ser clemente es parte de la entereza, y es también una medida revolucionaria. No actúes como un pedestre mequetrefe percebe, enclenque, repelente y merengue. Le debes y dependes de Clemente para ser Presidente, y no el gerente endeble del tenderete.

Brevemente, Lamikiz, entiende este mensaje preferente: Queremos a Clemente.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
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Anímate

Es fácil recobrarse, reanimarse, fortalecerse, quizá hasta curarse. Basta encontrar a la protagonista de esta adivinanza.

La ética, la filosofía y la literatura se han ocupado extensamente de ella. Ha sido descrita de muchas formas. Muchos creemos que todos tenemos una, aunque otros nieguen su existencia. Quizá sea una cuestión semántica, porque dispone de muchas definiciones directas y alusiones indirectas. Abundan las metáforas que la simbolizan. ¿Qué puede ser algo que cuenta con tantos símiles alegóricos?

Ella es… un océano bajo la piel. Es un estanque lleno de agua calmada. Es una materia luminosa que quema sin consumir. Es una copa que sólo se llena con eternidad. Es el espejo de un universo indestructible. Es un acorde que la espada no puede herir, que el fuego no puede consumir, que el agua no puede macerar y que el viento del mediodía no puede secar. Es la potencia que preserva al cuerpo de la corrupción. Es antípoda del cuerpo, y así amanece para ella cuando anochece para él.

Dicen que es invisible, intangible, inmortal para siempre, e incluso divina. Los poetas la denominan el alma, el ánima, el aliento, el corazón, el espíritu, la conciencia, la fuerza, la potencia, la energía, el ánimo, el coraje, el entusiasmo, la voluntad, la sustancia, la quintaesencia, el principio, el hálito, el aura,... Acaso muchos nombres, demasiadas cualidades, excesiva trascendencia,... ¿O sólo la justa? Anímate: La tienes a ella, llámala, calma.
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Refuerzo del esfuerzo

Existe un consejo garantizado de una buena educación familiar, que además es muy fácil de utilizar por los progenitores en el seno hogareño. A los hijos se les debe facilitar todo aquello que mejore su potencialidad y sus capacidades, pero luego dejar que consigan sus objetivos por sí mismos, sin adelantárselos sin su esfuerzo personal. Expliquémoslo con casos concretos: No les compremos un coche, sino que ayudémosles a que obtengan el permiso de conducción, o no les paguemos unas vacaciones en el extranjero sino que asuman los costes de que ellos aprendan idiomas y vayan a trabajar a otros países. O sólo les ayudemos a adquirir un vehículo si lo necesitan para proseguir sus estudios o para iniciarse en un empleo.

Todas las personas valoramos las metas conseguidas en función de nuestra participación directa en su logro y del precio pagado en persona. Un bocadillo ganado duramente tras colaborar en la recolección de fruta, sabe mejor que un banquete pagado por los padres. Demos a nuestros hijos todo aquello que les haga más capaces, más preparados, más competentes, pero recordemos que si les ofrecemos sus objetivos finales sólo les convertiremos en inútiles insatisfechos que no conocerán el valor del trabajo y la alegría del esfuerzo.

Hemos de ayudar a nuestros hijos al máximo antes de la carrera de la vida, pero luego deben correr solos, y aprender que sólo se gana con el esfuerzo propio. Cuando descubren el infinito potencial de voluntad y de creatividad que atesoran, se transforman. La existencia es deseo, es coraje, es dolor, pero cualquier energía que se invierta para sacar lo mejor de uno mismo viene acompañada de alegría. Goethe dijo que una persona se conoce a sí misma no por la reflexión, sino mediante el esfuerzo. Tratemos de cumplir nuestro deber y pronto conoceremos quiénes somos. Nada grande se ha conseguido sin entusiasmo, que siempre es un éxito, porque nunca hay esfuerzos inútiles. Hasta Sísifo desarrollaba sus músculos. Enseñemos a nuestros hijos que se ama más lo que con más esfuerzo se ha conseguido.

Amor correspondido


El amor no correspondido es el más extendido y duradero, pero es superable, olvidable y sustituible por un amor recíproco.

Todo el secreto de la felicidad se basa en la elección justa de los amores, soslayando los no correspondidos y apostando fuerte por los amores que funcionan, en la pareja, en la amistad, en la profesión, en la vocación, en la vida,... El amor, en su mayor parte y en su fase preliminar, es amor no correspondido: Amor hacia una persona que no nos recompensa, amor hacia una labor no agradecida, amor hacia una afición que no progresa, amor hacia un destino que no avanza,…


Comprendamos que es el amor, o el odio, lo que mueve el mundo. Elijamos el amor, el amor correspondido, consumado y fructífero. Según Erich Fromm, hay varias formas de amor: maternal, fraternal, erótico, el amor a sí mismo y el amor a Dios. Los dos primeros penden de la suerte familiar de cada uno de nosotros; que los demás sean correspondidos depende de nosotros mismos.

Porque el amor no es esencialmente una relación con una persona específica, sino una actitud de quien ama, de quien por sí mismo dispone y ejerce la fabulosa capacidad de amar. Amar no es establecer una correspondencia bidireccional, sino proyectar el amor hacia alguien (o algo). La persona amada, o el objetivo del amor, puede responder o no. Si algo no funciona del todo, no esperemos que el tiempo lo cure porque la vida es breve. Tampoco caigamos en un enamoramiento pleno con quien no esté igualmente embelesado.

Pero el desamor no siempre debe ser devuelto, aunque quizá sea mejor así con respecto a una persona que definitivamente rechaza nuestro ofrecimiento de amor. Cuando no hay solución, recordemos la vieja técnica del OSO Necio: Obtener; si falla Sustituir; y en caso negativo Olvidar, sino queremos actuar como Necios. Otros afanes, casi todos como los profesionales o las amistades, pueden ser vencidos con tesón y coraje cuando lo deseado merece el empeño.

El esplendor del amor se alcanza con un amor correspondido, que siempre es posible. Para volar alto se necesita un corazón entero – respirando sincronizado con otro corazón- y dos alas, la del amor ofrecido y la del amor recibido. Por eso, cuando el amor nos responde y corresponde, sólo hay que reactivarlo y revivirlo día a día con pasión consciente y sentida. No dejemos apagar nunca un amor recíproco, porque el amor siempre puede crecer, un poco más, mucho más, hasta el infinito y aún más. Se puede estar eternamente enamorado… y correspondido.

Soledad y compañía

©Mikel AgirregabiriaElogio de la soledad y de la sociedad, dos precisos requisitos para formar el talento y el talante.

Siento, en el abarrotado Metro, que nos apretamos cientos de soledades. Soledad y compañía. Noche y día. Sol y luna. Todo y nada al mismo tiempo. La vida es una compleja red donde se entrecruzan soledad y compañía. Nacemos y morimos solos. Pero sólo crecemos y decaemos de la mano de los otros; ellos nos dan perspectiva y sentido a nuestra biografía... Nadie existe que esté en completa soledad; todo lo que existe, necesita de otros para ser.

Soledades y compañías. Palabras que hablan por sí mismas; con derroche de fantasía. ¿Quién no las familiariza? Las vivimos distintas en cada etapa de la vida, muchas veces como espinas y otras tantas como alegrías. Emociones confusas y obsesivas, queridas y repelidas, finalmente admitidas por una providencia supuestamente establecida,… Pasiones fecundas y necesarias, porque según Goethe: “El talento en soledad se cultiva, mientras que el carácter sólo se forma en la sociedad intempestiva”.

Soledad: No nos enseña a estar solos, sino a ser únicos. La soledad es el precio de la libertad. La soledad es ese otro yo,… Refugio y aislamiento, sosiego y desasosiego, la soledad traza las fronteras en el plano de nuestra afectividad hermética y compartida. Sólo los egoístas odian la soledad. La soledad es el patrimonio de las almas extraordinarias. Sólo en soledad se siente la sed de verdad. Rilke señaló: “El águila vuela sola; el cuervo, en bandadas. El necio tiene necesidad de compañía, y el sabio, de soledad”.

Pero, ¡cuidado con la soledad! Antonio Machado alertaba: “En mi soledad / he visto cosas muy claras,/ que no son verdad”. Todo elemento de fuerza intelectual se pierde si permanece en la infecunda soledad. Además, para huir de la melancolía no hay como la compañía, porque tristes podemos estar solos; pero para estar alegres, necesitamos compañía.

Compañía: Todo puede adquirirse en la soledad, excepto el carácter. Hacer compañía consiste en añadir algo a las vidas de los demás, y con ella descubrimos que nuestras vidas adquieren la transcendencia requerida. La persona cabal es aquella que, en medio de la multitud, mantiene con perfecto rigor y cortesía la independencia de su identidad, en soledad construida.

Sin embargo, ¡atención con la compañía! Suele decirse que quien necesita compañía, elegirá a veces malas compañías. También pronto descubrimos que no hay peor soledad que la de algunas compañías. El punto medio entre introversión y extraversión es el preferible, justamente el que nos permite encontrar el amor.

Amor: Ése rumor de soledad y compañía mutua. El amor consiste en dos soledades que se protegen, que se limitan y que se hacen mutuamente felices. Stendhal sugirió: “La soledad es necesaria para gozar de nuestro propio corazón y para amar; pero para triunfar en la vida es preciso dar algo de nuestra vida al mayor número posible de gentes”.

La realidad humana está tejida a un tiempo de soledad y compañía. Circunstancias que vivimos día a día, que buscamos en ocasiones y de las que huimos otras veces. El dolor reclama soledad; la alegría, compañía. Nunca como en las situaciones de duelo (que abundan en la vida), ha de ser exquisita la justa ponderación entre soledad y compañía, para acompañar en el dolor pero respetándolo.

Necesitamos tanto la compañía como la soledad. Nos son precisas como el verano y el invierno, el día y la noche, el ejercicio y el descanso. De la soledad nace el coraje y de la unión nace la fuerza. Por ello, la vida es esa gozosa sensación promiscua de equilibrio entre soledad y sociedad, esa maravilla de cordura y ternura unidas.

Versión final en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/soledad.htm

La más bella profesión: Aprender juntos a tratar con el incesante universo

La más bella profesión: Aprender juntos a tratar con el incesante universo
5 de octubre de 2020 – Día Mundial de los Docentes – 
Docentes: líderes en tiempos de crisis, reinventando el futuro. Posts del 5 de octubre de años anteriores.
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