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Conferencia de Joaquín García Roca

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Con la presencia de Ibone Bengoetxea del Ayuntamiento de Bilbao (en representación de la Asociación de Municipios Vascos, EUDEL), de Jon Etxebarria de la Diputación Foral de Bizkaia (Departamento de Acción Social), y de Ana Valenciaga del Departamento de Educación, Universidades e Investigación (Delegación Territorial de Bizkaia), presentados por Iñaki Iglesias (foto superior), se ha celebrado el encuentro anual sobre el “Programa para garantizar el derecho a la educación: erradicación de la desescolarización y del absentismo escolar en el Territorio de Bizkaia” del último curso académico.

La conferencia inaugural ha sido a cargo del profesor Joaquín García Roca (foto), presentado por Mikel Ubillos (ver extracto de vídeo arriba), acerca del trabajo en red de las diferentes instituciones para la superación de la marginación y del absentismo escolar. También se expuso al final (no pudimos quedarnos, pero es un documento público) el Informe correspondiente al curso 2008-2009, elaborado por la Comisión de Seguimiento.
Joaquín (Chimo) García Roca nos ofreció una lección derivada no sólo de su bondad e inteligencia, sino ante todo de su ejemplo. Recordó que el absentismo, o el fracaso escolar, son síntomas provocados por causas más profundas que son las que hemos de abordar en red social. Las personas que fracasan han acumulado, incluso antes de ir a la escuela, muchas sensaciones de marginación, de ser ignoradas por todos,... Nuestro objetivo debe ser superar, no únicamente compensar, las desigualdades.
Y nos habló de las redes que hemos de tender, y que se entienden de forman complementaria según las diferentes culturas. Redes de circo, que a un mismo tiempo nos protege y nos permite volar por las alturas, en esa doble demanda de seguridad y libertad que nos ha de otorgar la familia y la sociedad desde niños. Es una red que debe pasar desapercibida, pero que es indispensable para vivir como seres humanos, ligeros en movimientos y grandes en aspiraciones. Redes de pescar, que sugieren la idea de eficacia y la necesidad de que todos los hilos estén bien trenzados, que todos los nudos resistan,... Redes de telaraña, donde se denota la fortaleza de interdependencia a pesar de la debilidad de cada elemento. Redes de andamios, de puentes, de altura y de mediación. Redes sociales, donde resalta el valor de la comunicación, de superación de tiempos y de distancias,... Todo ello anuncia un futuro en red, donde sólo juntos podemos avanzar.
Joaquín García Roca nos habló de superar la sensación de impotencia que,a veces, puede sentirse ante problemas difíciles de erradicar. Compartió con nosotros algunas convicciones, ordenándolas como brújulas y cartas de navegación para viajar por el proceloso océano de la educación. Aseguró el absoluto fracaso de todo lo único, incluso la racionalidad única ha dado paso a una ecología de racionalidades. Ya no hay ni un tiempo único, y esto es evidente con el alumnado, cuyo tiempo propio avanza a ritmos muy personalizados.
Tres claves, tres dimensiones de todo educador o educadora, inclusode toda persona diríamos :
Se puede vencer el destino de la exclusión, al que parecen abocados algunos menores. Para ello, deben encontrarse con personas a quienes les importe y que le transmitan ese mensaje: "Tú me importas, tú vales, me alegro de verte en clase, te estábamos esperando, cómo estás, te hemos echado de menos,"... Así se construye la identidad del alumnado, cuando siente que el profesorado le mira, le pregunta, se preocupa por su presente y su futuro,... Un educador, en definitivo, no es sino un productor de identidad... propia, feliz,...
No hay nadie sin alguna capacidad sobresaliente. Sobre el falso supuesto de la carencia, nada puede construirse. Joaquín (Chimo) trabajaba y educaba en matemáticas desde el canto gitano, desde el reconocimiento al otro, al discente, de su superioridad en algunos ámbitos. Siempre hay algo que aprender, en ambas sentidos de toda relación. Un educador, en definitiva, es un descubridor de capacidades en su alumnado. Nos emocionó su historia de cuando le llevaron a identificar a un hombre joven, moribundo, que agonizaba sin comunicarse con nadie. Joaquín (Chimo) llegó, le llamó por su nombre y le abrazó. El poder del nombre propio le hizo despertar, porque el resto de conversaciones sobre lo poco que le quedaba de vida no le interesaba. Por señas, el enfermo pidió escribir y expresó su postrer deseo: Ver a "Alex". Cuando Joaquín (Chimo) descubrió preguntando a sus allegados quién podía ser Alex, supo que era un niño, el hijo pequeño del desahuciado. Cuando se lo llevaron, se levantó y quiso jugar con su hijo. Y sobrevivió dos años más. Cuando creemos que nada queda, sigue habiendo mucha vida por descubrir... si se sabe conectar.
Todo en la vida... es comunicación, y hay que escuchar lo que no es obvio. Cuando se falta a clase, cuando se arma un altercado,... se está "diciendo algo", se está usando un "altavoz" para contar lo que sucede por dentro. Y lo importante es el mensaje, no siempre explícito, y no el volumen o el ruido con el que se grita. Un educador es un descifrador, un decodificador... de gestos, de actitudes.
Con un relato de Gabriel García Márquez, que cuenta en el siguiente vídeo donde nos sugiere trucos para proseguir siempre en nuestra labor social y educativa, combinando la utopía y el desencanto, la inmediatez y el largo plazo. Y nos explica cómo no naufragar nunca...

Ha seguido una exhortación al trabajo conjunto: "Nos tenemos que mover todos juntos". El abordaje interinstitucional, contando hasta donde sea posible con la familias, el vecindario, sabiendo que existen tramas y marañas sociales con las que han que contar. Hemos de poner a toda la comunidad en estado de emergencia, porque si no asistiremos a un desbordamiento y el colapso de los subsistemas educativos, asistenciales,... El obsoleto paradigma de la Ilustración de educar aislando de las familias, de la calle,... se derrumbó hace tiempo. Hoy educa lo formal y lo no formal, la calle, la televisión e Internet, las amistades, el vecindario,... son agentes conjuntos que están fuertemente imbricados.
Otra brújula para navegar en la metáfora señala: "Educar es ofrecer sentido a nuestras vivas". Ya no basta saber, hemos de aprender colectivamente a convivir, ayudarnos a proporcionarnos una existencia buena y feliz entre todos. La gran patología histórica de la vieja enseñanza fue la relación de dominio de lo docente sobre lo discente. Hoy sabemos que no hay nadie tan rico ni tan sabio que no pueda recibir o aprender algo más, y sobre todo que no hay nadie tan pobre o tan necio que no pueda regalar o enseñar algo.
Ha concluido, antes del debate, con un relato final sobre "El primer hombre", obra inconclusa y póstuma de Albert Camus. Su narración nos ha hecho un nudo en la garganta a todo el auditorio. El Premio Nobel de Literatura cuenta cómo fue alentado por su primer maestro Louis Germain en la escuela primaria, a quien guardó total gratitud, hasta el punto de dedicarle su discurso del Premio Nobel. Así Camus rompió el destino de exclusión al que estaba condenado. Cuando Camus era niño en Argel, por un momento, y... en la escuela, "sintió que existía y era objeto de la máxima consideración". De aquel maestro reconoce que "recibí el único gesto paternal meditado y racional que viví de niño" (su padre había muerto en la guerra). Sigue Camus: "Y en clase, al menos, la escuela alimentaba el hambre de dignidad". Al despedirse de aquel maestro, camino del Liceo en París, Camus supo que "nunca encontraría mejor ni más sabio profesor que aquel cuyo corazón lo sabía todo"... El cuidado y la afectividad son atributos esenciales de la intervención educativa o social. Con el alumnado más desprotegido no cabe aquello de que en un cumpleaños el educador no estaba... porque era su día libre. En la educación, o en la familia, se está de guardia las 24 horas de los 365 días del año...
También cada minuto del coloquio tuvo una intensidad y validez educativa difícil de igualar. Ante la primera cuestión sobre casos donde se aprecia "dejación familiar", Joaquín (Chimo) supo ser comprensivo. Indicó que también las familias están sobrecargadas en ocasiones, porque se remite a ellas desde hospitales, casos de dependencia,... y ello conlleva situaciones de stress familiar. Todo lo que sirva de apoyatura mutua es válido, como escuelas de madres y padres a fin de extender el desarrollo comunitaria a la socialización de las familias. Nos recordó como el propio concepto y rol actual de la infancia y la juventud son frutos del mercado que les ha atribuido papeles que no existían previamente, como personas "ocupadas" en sus quehaceres, "reyes de la casa", consumidores compulsivos, seres sobreprotegidos que recitan papeles de lo que creen es su función en la casa, en la calle, en la escuela,...
La segunda pregunta sobre la responsabilidad de las familias ante el absentismo en Primaria, con su debate sobre obligaciones y renta básica fue interesante en su respuesta. Nos recordó el ponente el derecho a una inserción real, lo que -además de poder subsistir- incluye la oportunidad de participar en la comunidad. Citó la queja de los suburbios de París en las revueltas pasadas, donde la segunda generación se lamentaba así: "A nuestros padres les humillasteis, y a nosotros nos cerráis la puerta".
Concluyó y cerró la tercer pregunta con un alegato que nos humedeció los ojos. Nos encomendó no hablar si no es para crear esperanza. Nos devolvió a nuestra tarea educadora animándonos a ser mariposas y ruiseñores, amadores, ilusos, soñadores,... Y citó a Gioconda Belli en el inicio y el final de su poesía Los portadores de sueños sobre los utópicos que alegran el mundo: "En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo. Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción..... Nosotros sólo sabemos que los hemos visto, sabemos que la vida los engendró para protegerse de la muerte que anuncian las profecías”.
Crónicas de anteriores encuentros sobre absentismo escolar en años precedentes: 2009, 2008,... Fotos del evento (que se pueden ver en el centro del post) y tres vídeos breves (, y ).

Soluciones al fracaso político...


Estamos acostumbrados a leer "fracaso escolar", pero suena duro el término cuando se aplica a los políticos, ninguno de los cuales aprueba en el País Vasco de acuerdo al último Euskobarómetro (véase abajo). Ha habido suspenso general, incluso con muy deficientes. Las malas notas decaen en un retroceso generalizado, del que ningún partido se libra. Además, peor valoración cuanto más conocidos son los líderes (muchos con escasa notoriedad).

En educación aparecen tres tipos de fórmulas para promover el éxito: Cambiar las leyes-marco (frecuente, pero poco efectiva); formar mejor a los agentes implicados (válida, pero aplicada escasa y tardíamente) y actuar sobre la ciudadanía para su mayor participación y compromiso (inmejorable, pero dificultosa). Estas recetas son válidas y trasladables al campo de la política.

La partitocracia se rige por turbios mecanismos internos de selección por una camarilla dirigente que encumbra a los más fieles, que deben su designación a quienes les ponen en esas listas cerradas y no al electorado (que sólo puede votar al partido). Nunca hubo mayor distancia entre cúpulas de los partidos y sus potenciales electorados. La cuestión más preocupante es que los líderes que podrían aprobar el Euskobarómetro, y con notable alto ante el conjunto de la población, jamás serán elegidos... por sus propios partidos. Josu Jon Imaz pudo acercarse al notable o sobresaliente en este tipo de encuesta, en la misma etapa en la que era rechazado por batzokis de su propia Gipuzkoa. Únicamente a escala municipal se toleran ciertas derivas hacia el sentir ciudadano mayoritario por el tirón de sus cabezas de lista, como en el caso de Iñaki Azkuna.

La democracia debe residir en la ciudadanía siempre; en la era Internet debe y puede residenciarse directamente en el electorado. En los próximos años de comunicación y participación 2.0 sólo prosperarán las formaciones políticas que agilicen la transferencia de poder al conjunto de la militancia (siempre menos extremada que sus más activos componentes) y, sobre todo, a todo su electorado (aún menos radical que el electorado de la formación con la que simpatizan).  
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Fundación Peñascal premiada por su Pedagogía en Ciencias

Recogemos y ampliamos una gran noticia que habla de la calidad de algunos de los centros de Bizkaia que trabajan con alumnado muy vulnerable y que obtienen grandes resultados. Además de haber sido premiados en las dos últimas convocatorias de Zientzia Astea - Semana de la Ciencia, el Centro de Educación Complementaria San Mamés de Bilbao, dependiente del Consorcio para Educación Compensatoria de Bizkaia y dirigido por la Fundación Peñascal, ha obtenido recientemente el Primer Premio Nacional en la modalidad “Experimentos para un laboratorio espacial”. Este centro que se encuentra en el barrio Bilbaíno de Bolueta, presentó el proyecto “Electricidad Ondas y sonido” a la décima edición del Concurso “Ciencia en Acción” promovido entre otras por las Reales Sociedades de Física, Matemática, Geológica Españolas, Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y la Universidad Nacional a Distancia (UNED). Se presentaron 350 trabajos de todas las Comunidades Autónomas, de los cuales se seleccionaron 125, que se presentaron en la Final celebrada en el Parque de las Ciencias de Granada del 25 al 27 de septiembre.

El proyecto presentado por el Centro San Mamés fue merecedor del Primer premio en la modalidad “Experimentos para un laboratorio espacial” junto con el Proyecto “Pesar Astronautas”, del IES Thader de Alicante. Manuel Hernández Tavera, profesor del Centro Educativo de complementaria San Mames, uno de los artífices del Proyecto, fue el encargado de recoger el Premio. El Jurado destacó del proyecto su simplicidad para demostrar mediante experimentos cotidianos el comportamiento de la electrizad, la luz y el sonido en el espacio exterior. Este premio da acceso al Certamen Europeo “Science on stage” en una ciudad europea sin determinar. Ciencia en Acción” está dirigido a estudiantes, profesores, investigadores y divulgadores de la comunidad científica, en cualquiera de sus disciplinas. Su principal objetivo es presentar la ciencia de una manera atractiva y motivadora de tal manera que los jóvenes y el gran público se interesen por ella y a lo largo del concurso disfruten atendiendo las conferencias, observando y participando en la feria, y los más animados subiendo a la gran experiencia.

Con este ya son 4 premios, 3 nacionales y 1 internacional que recibe este centro a lo largo de su trayectoria en anteriores ediciones de este concurso y en un concurso europeo celebrado en Friburgo (Alemania) en 2007. Además en los últimos años el Centro San Mamés ha colaborado con Ciencia en Acción en diferentes ferias para la divulgación científica en el aula en Polonia, Suiza, Holanda, Finlandia y Alemania.

El Centro de Educación Complementaria San Mames de Bilbao, que depende del Consorcio para Educación Compensatoria de Bizkaia, compuesto por los Departamento de Acción Social y formación y empleo de la Diputación Foral de Bizkaia junto con el Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco y dirigido por la Fundación Peñascal desde hace 10 años acoge en este centro a adolescentes de 14 a 16 años con fracaso escolar, e incluso casos de abandono escolar, poniendo todos sus esfuerzos por innovar y realizar actividades atractivas para despertar la curiosidad en el alumno y así de esta forma se motive para seguir en el itinerario formativo. Logrando un alto índice de alumnos que después de pasar por este centro continúan su formación en diferentes itinerarios formativos. Su alumnado procede de diferentes IES y colegios de Bizkaia.

Laptop Bat Ikasle Bakoitzeko (LBIB-OLPC)

En la actualidad, hay situaciones (y no son pocas) donde la sociedad va por delante de la administración. Esto también sucedía en el pasado, pero la diferencia ventajosa de este momento reside en que la web 2.0 nos permite constituir grupos de opinión que pueden influir decisivamente (o tratar de hacerlo) para resolver estos desfases históricos.
Un caso patente es la creciente digitalización de la sociedad, o de buena parte de ella, y la tardía incorporación de estos potentes recursos del conocimiento en la realidad educativa. Nuestras escuelas y nuestras universidades apenas explotan todo el potencial tecnológico posible por múltiples razones de dotación no universal (ni para el profesorado, ni para el alumnado), notable falta de conectividad y estrechez de banda, estándares no fijados, escasez de recursos curriculares (especialmente en euskara), bajísima o nula explotación formativa de las redes sociales,...
Para coadyuvar a la desaparición de esta inmensa brecha digital de la educación, que debería ser el sector prioritario de implantación, proponemos desde aquí la creación de un grupo específico de Aprendices (especialmente de Ikasbloggers) que denominaremos Proyecto LBIB,, siglas que corresponden a Laptop Bat Ikasle Bakoitzeko, por semejanza con el reconocido proyecto OLPC de Nicholas Negroponte (a quien vimos en Bilbao según la foto anexa). El OLPC tuvo un éxito inesperado como idea recogida por la industria con los ultraportátiles tipo Asus EeePc, pero fue un sonoro fracaso en su implantación efectiva. Aprovechando el recorrido del proyecto de y otras experiencias similares, trataríamos de redactar unas conclusiones adaptadas a nuestra realidad socioeducativa contemporánea.
Este grupo LBIB abordaría un primer informe actualizado para definir requerimientos del hardware, software, fórmulas de adquisición, difusión y mantenimiento, fórmulas de formación de profesorado, familias y alumnado, posibles colaboraciones y patrocinios (tecnológicos y educativos), redes físicas y de contenidos, en los distintos niveles educativos desde la educación infantil a la universitaria, pasando por la formación profesional y enseñanza de personas adultas. Cada apartado sería coordinado por un subgrupo especializado que actualizaría y contextualizaría a nuestra realidad social esta ambiciosa propuesta.
Algunas de las primeras premisas básicas del Proyecto LBIB serían:
  • Uno equipo por escolar, aspirando a uno por ciudadano (siempre que no disponga ya de otro equipamiento).
  • Garantizar la máxima conectividad con amplio caudal y cobertura generalizada (escuelas, bibliotecas, plazas y zonas comunales y gradualmente todos los hogares).
  • Todo el alumnado podría utilizar este equipo conectado en cualquier situación de aprendizaje, todo el tiempo y en todas las clases.
Necesitamos voluntarios especialistas para colaborar en este Proyecto LBIB, que abarcaría una primera aproximación con plena actualidad a todas las facetas pedagógicas, académicas, sociales, organizativas, tecnológicas, inversiones económicas y de financiación sostenible, potenciales alianzas, colaboración interinstitucional,...
Foto superior del segundo diseño del OLPC. Technorati tags: | | | | .

Pedagogía para la profesión docente

En los pasados meses ha surgido un interesante debate sobre la mayor o menor presencia de la Pedagogía en la formación necesaria para adscribirse al Profesorado de Enseñanza Secundaria. La controversia se está dilucidando en ámbitos universitarios, comenzando con el Manifiesto contra la nueva regulación del acceso al profesorado de secundaria y bachillerato que surgía de la Junta de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, la mayor del Estado. Este manifiesto sobre "La profesión de profesor" denunciaba a finales de enero de 2008 que el Máster de Formación del Profesorado de Enseñanza Secundaria previsto de 60 créditos fuera de orientación y contenidos prioritariamente psicopedagógicos y didácticos, con muy escasa formación adicional en las diferentes disciplinas. Era una respuesta inmediata al Anexo a la Orden ECI/3858/2007 de 27 de diciembre de 2007 (BOE, 29-XII-2007). Este manifiesto fue suscrito por numerosas personas, mayoritariamente en el ámbito universitario, y varias Juntas de Gobierno de distintas Facultades.

Este texto original fue rebatido por un artículo, "Facultades de Filosofía y la profesión de profesor", que se publicó en prensa el pasado 17 de noviembre, negando las tesis principales ("no es cierto que a los futuros profesores se les reste formación en su materia",...) lo que reavivó una cuestión que ha permanecido demasiado tiempo apartada del debate social. Además, los autores del segundo artículo, Rafael Feito, Antonio Bolívar y Rodrigo J. García empleaban artillería pesada del tipo: "Lo que hay detrás del manifiesto no es más que un craso corporativismo",... Concluían que el manifiesto sólo trataba de impedir "el tránsito a los grados [que supondría] perder un quinto de la carga de docencia" (de los departamentos firmantes).

La polémica prosiguió, en una segunda vuelta completa, con un tono grueso, desde el título, con la contestación "La estafa del enseñar a enseñar", firmado por Andrés de la Oliva y otros 15 profesores de universidad o instituto el 8 de diciembre pasado. Se esgrimían argumentos como "si no se sabe cómo enseñar algo es porque no se sabe suficientemente, y la consecuencia es que hay que estudiarlo más y mejor" y con andanadas tales como "los 'expertos en educación' llevan muchos años abduciendo a las autoridades ministeriales",... En definitiva, como el manifiesto inicial se apostaba por una especie de "MIR docente", con "un periodo de prácticas seriamente concebido, tutelado, y remunerado... tras una formación no básica y generalista, sino avanzada y específica en un campo determinado de conocimiento".

La cuarta réplica es del 15 de diciembre, con la tribuna "En defensa de la Pedagogía" firmado por José Gimero y otros nueve profesores. De nuevo, el formato era agresivo contra "las soflamas antipedagógicas, ... que atribuyen el deterioro del sistema educativo y hasta el fracaso escolar ... a lo que denominan la ‘pedagogización’ de la educación". Mejoraba la intención con alguna fina ironía ("¿Por qué en Harvard o en Moscú mantienen estudios de pedagogía? ¿Hasta ahí llega nuestra capacidad de abducción?") y hasta un asomo de autocrítica con retranca: "Es cierto que hay malos pedagogos, como debe haber malos psicólogos, economistas, filósofos y hasta algún mal profesor en bachillerato". Pero se alcanzaban ciertos acuerdos de consenso: "Hemos defendido la importancia del buen dominio de la materia para ser docente y hemos criticado el menosprecio de los contenidos para suplirlos por los procesos o por las competencias". Se desentienden del diseño del posgrado que sustituye al denostado CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica). Luego, pasan a repasar el trayecto histórico recorrido por personalidades como Platón, Kant, Dewey, Ortega, Luzuriaga, Freinet, Freire, Montessori, Piaget, Giner de los Ríos, Delors, Bourdieu, Mayor Zaragoza, Bernstein, Bruner, Marta Mata, Vigotsky e, incluso, alguno como Ferrer i Guardia fusilado por sus ideas pedagógicas. Concluyen su alegato reivindicando su papel: "En consecuencia, les sugerimos [a los 'anti-pedagogía'] que busquen a otro chivo expiatorio, pues somos sabedores de que nuestro saber [la Pedagogía] es débil, como lo es nuestro poder. Pero nos interesa".

El cruce dialéctico no sabemos si está cerrado (posiblemente nunca deba concluirse, pero sí reconducirse por cauces más académicos y menos satíricos), pero el fondo de la cuestión sigue abierto: el acierto en el delicado equilibrio entre sabiduría (de la temática) y pedagogía (para su transmisión). Sorprende, y puede asustar a la opinión pública, que existan tantos ilustres profesores y pedagogos que aireen tan descaradamente sus diferencias, exhibiendo el actual, y quizá poco satisfactorio, "estado del arte de enseñar y de aprender".

Desde nuestra perspectiva, creemos que se ha de superar un sistema dicotómico de profesorado, que proviene de dos orígenes muy diferentes: Diplomaturas en Magisterio de Educación Infantil y Primaria con formación disciplinar mejorable y Licenciaturas especializadas con una preparación didáctica perfectible. Urge cualificar más y mejor a ambos colectivos, compensando sus déficits previos. Se puede y debe dignificar la profesión docente con más teoría (grado y postgrado superior como formación inicial para todo el profesorado) y con más experiencia (mediante unas auténticas prácticas como en el caso sanitario) antes de asumir el reto de dirigir un aula.

Otro requerimiento urgente y pospuesto en nuestro entorno sería ampliar y estrechar el enlace entre la formación inicial (encomendada exclusivamente a la Universidad) y la formación continua del profesorado preuniversitario, en el que participa escasamente la Universidad. Esta colaboración, permanente, a la que poco pudieron ayudar los extintos ICEs (Institutos de Ciencias de la Educación), es imprescindible para una investigación y una innovación como las que necesita y merece el conjunto de cualquier sistema educativo contemporáneo. Este mismo debate, más circunscrito a la esfera universitaria y que no ha alcanzado al profesorado de Secundaria al que se dirige, denota el alejamiento efectivo entre ambos mundos que apenas se encuentran en su quehacer diario en ocasiones puntuales como la Selectividad, de inmediata revisión programada.

La investigación pedagógica que se dirige desde los departamentos universitarios y la innovación didáctica que se despliega desde las consejerías de educación, con sus servicios de apoyo, deben encontrarse para facilitar el enlace del profesorado, universitario o previo a la universidad. Sólo así se alcanzará una óptima mentalidad disciplinar y pedagógica de todo el profesorado, profundizando en las didácticas específicas de las distintas etapas y áreas de conocimiento, revisando éstas y aligerándolas en sus currículos a fin de alcanzar las competencias fundamentales que son lo esencial a proveer en las Enseñanzas Básicas (desde la Educación Infantil hasta la Secundaria Obligatoria). Porque una educación de calidad y en equidad requiere pocos elementos, aparte del máximo interés familiar, político y social y de toda la colaboración interinstitucional: Un "currículum por competencias", sobre el que abundaremos en otra ocasión, y un profesorado magistralmente seleccionado y cualificado profesional y pedagógicamente.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2009/pedagogia.doc.
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Educación en Finlandia

Las constantes visitas desde todo el mundo al país nórdico nos desvela algunos de las claves de su eficiencia educativa.

Aunque resulta muy difícil simplificar algo tan complejo como la realidad educativa de un país, existen algunos datos llamativos en la enseñanza finlandesa. Sus resultados en la educación primaria y secundaria encabezan todos los rankings comparativos. Superan a otros sistemas educativos en Europa, en América, en Asia (con contendientes tan preparados y aplicados como Corea),…

Un primer secreto del éxito es previo al mismo sistema educativo. El alumnado, las familias y la sociedad son más cultos, más ricos, más cohesionados y más trabajadores (quizá de su raíz luterana) que la media de otros países. Pero existen países más ricos socio-culturalmente (Canadá,…), otros con más estabilidad familiar (la tasa de divorcios en Finlandia es de las más altas y triplica a la nuestra),… Sin embargo, su eficacia educativa es incomparable, y además no es fruto de un programa específico de mejora o de una insistente evaluación preparatoria. Sobresale su sistema de implicación familia-escuela, y la coordinación con las estructuras socioculturales de apoyo educativo.

En Finlandia no funciona la competencia entre centros o redes de enseñanza. Simplemente, porque la inmensa mayoría de centros son públicos (>95%), con gratuidad total, gestionados de cerca desde los concejos municipales, compensadas sus diferencias por la inversión del Estado y donde sólo existe una opción escolar para la mayoría del alumnado. Tampoco se destaca por sus servicios de administración (reducida en los servicios centrales), ni de apoyo externo al profesorado (casi nulos), ni por la remuneración de los docentes que trabajan más horas. Tampoco por los servicios complementarios (a mediodía comen un simple almuerzo cada clase con su profesorado, y el transporte sólo se subvenciona a partir de una distancia relevantes,…). Sus infraestructuras y equipamientos escolares, incluso en Formación Profesional, son similares a los nuestros.

Es cierto que tienen una menor inmigración, la mitad de la nuestra, y que se trata –en su mayoría- de refugiados políticos, que suele contar con una alta cualificación profesional. Su profesorado es universitario en su totalidad (como aquí), pero en Finlandia ello conlleva un mayor prestigio social, no derivado del sueldo, sino de pertenecer a la minoría social que accede a un sistema universitario muy selectivo, con pruebas de ingreso muy exigentes (algo muy diferente a lo que sucede aquí). El acceso a la carrera docente es muy estricto y sólo ingresa el 20% de los aspirantes, siendo mujeres el 80% del profesorado (un porcentaje al que nos vamos acercando).

Probablemente por razones climáticas que marcan la idiosincrasia, Finlandia es un país donde se lee más, sin analfabetismo desde el siglo XIX (combatido por el luteranismo), con una juventud que sigue leyendo a pesar de todos los recursos digitales que existen a su alrededor y que dominan a la perfección en el país de Nokia, que emplea a un alto porcentaje de sus habitantes. Es un país plurilingüe (finlandés y sueco, aparte del sami de Laponia), se inicia el proceso educativo en lengua materna y se incorpora luego el segundo idioma oficial y los idiomas extranjeros. La jornada escolar concluye al mediodía y se complementa con actividades extraescolares programadas para las tardes.

Sorprende especialmente del sistema finlandés cómo logra tan altos porcentajes de alumnado de excelencia, que más que sextuplica nuestros resultados. Ello, quizá, apunta a que entre nosotros se obtienen aceptables resultados en equidad, pero no en calidad. A ello coadyuva un comportamiento impecable del alumnado, sin que se registre la conflictividad discente de otros entornos escolares. Un alumnado que nunca repite, avanza con su grupo natural bajo un esquema de educación comprensiva, y se gradúa sin fracaso escolar, repitiendo solamente el último curso en los casos necesarios. La metodología de trabajo interactivo y participativo a todos los niveles, el apoyo personalizado a los menos adelantados y una evaluación orientada al desarrollo consigue la graduación en Secundaria de todo el alumnado.

Descartados factores ambientales y económicos (el clima es Islandia es peor y por sí solo no mejora el estudio, la inversión económica es superior en Dinamarca,…), la piedra angular para su liderazgo en comprensión lectora, matemáticas y ciencia (sólo superada en este campo por Japón) parece ser un profesorado vocacional, bien elegido, altamente cualificado y motivado que ejerce su labor con una concepción socio-constructivista del aprendizaje y apoyados por una amplia colaboración familia-escuela-sociedad. Un ejemplo a adoptar y adaptar a nuestra educación…

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/finlandia.DOC

Inaceptable fracaso escolar, sobre todo el masculino

Cada vez son más los jóvenes que no logran terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Según datos del Ministerio de Educación, entre 2002 y 2004 el porcentaje de fracaso escolar en España estaba estancado, pero desde 2005 la cifra se ha disparado y ha aumentado 1,1 puntos, hasta alcanzar un tope promedio del 29,6%.

Asturias ofrece la menor tasa de abandono escolar, con un 14,9%, seguida del País Vasco (16,5%) y Navarra (18,5%). Por sexo, los chicos salen perdiendo -con un 36,3% de abandono- frente a las féminas, de las que sólo el 22,5% deja los estudios. (Más sobre esta realidad en Euskadi)

¿Dónde están las políticas de género, de coeducación, de denuncia social por tan desequilibrado resultado, malo para todos, pero pésimo para los alumnos?

Política desde la Escuela

La escuela y la política coinciden en su objetivo primordial: Ambas deben crear y formar ciudadanos.

Con frecuencia se escuchan quejas de que la mayoría de nuestra juventud es crecientemente apolítica y que, en ocasiones, su comportamiento social se manifiesta inmaduro e irresponsable. Lamentablemente vemos actitudes y conductas deleznables por parte de algunos jóvenes, lo que puede llevar a suponer un fracaso educativo en valores de convivencia, que evidenciaría una escasa preparación para mejorar la democracia y la participación en nuestra sociedad futura.

Sin entrar en el debate polémico sobre la oportunidad de una asignatura obligatoria como la prevista “Educación para la Ciudadanía”, cabe sugerir metodologías probadas que, más eficazmente que por contenidos, trasmitan mediante el ejemplo y la vivencia en qué consiste la política. Como los adultos aprendemos en la comunidad de vecinos a elegir al presidente por un año, desde edades tempranas de la enseñanza primaria puede procederse a la elección de representantes dentro de cada clase.

Atribuyéndose funciones propias de cada edad, como el cuidado del aula o la delegación en foros superiores como el Consejo Escolar, los escolares aprenden y viven las bases de la democracia. La persona designada lo es sólo temporalmente, sólo para encarnar el sentir de la clase y su labor no es de mando, sino de servicio al colectivo que representa.

Deberíamos reconocer y revalorizar la figura del Delegado de grupo, y de los representantes del alumnado en los OMR (Órganos Máximos de Representación escolar). Para ello, dignifiquemos al máximo el proceso y los resultados de las votaciones internas por grupo y por centro de sus respectivos delegados. Para ello, se podría definir una campaña de presentación de candidaturas y un modelo de campaña electoral como inicio a la participación democrática.

Nos interesa a todos que nuestra escuela sea un aprendizaje efectivo de la vida, que incluye una componente política. Además sabemos que no se puede estudiar separadamente ética y política, a menos que se pretenda no llegar a comprender nunca ni una, ni otra.

La política, como los idiomas o la música, conviene empezar a practicarla en edad temprana, aunque sin confundir la familia o la escuela como organizaciones entre iguales. Los padres y los hijos, los profesores y los alumnos, no tienen las mismas responsabilidades. Pero los alumnos entre sí, sí son iguales y nadie puede imponer su criterio a otros.

Elegir a los delegados de clase es una excelente primera lección de democracia. No olvidemos que la política es la historia que se está haciendo (o deshaciendo), y los menores al acudir a clase y elegir a quienes les representen también están escribiendo su futuro, que es el de todos nosotros.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/politicaescuela.DOC

Niveles educativos mínimos

Al fijarse los niveles mínimos, los típicos rígidos imponen dígitos cínicos, y los míticos líricos preferimos límites nítidos, lícitos y cívicos.

El establecimiento de niveles académicos mínimos y de pruebas diagnósticas generalizadas y periódicas efectuadas por evaluadores internos y externos ha demostrado una eficacia indiscutible en todos los sistemas de enseñanza. En nuestro caso, desde la desaparición en 1970 de las pruebas de Ingreso al Bachillerato y de sus correspondientes reválidas en 4º y 6º, sólo disponemos de la Selectividad como prueba común.

Sus efectos son sumamente positivos en los dos cursos actuales de la enseñanza secundaria post-obligatoria, apremiada por la medición individual y colegial que supone. Ello, a pesar de algunas deficiencias quizás no tanto basadas en el hecho de que su corrección sea competencia exclusiva de profesorado público, sino en no asegurarse rigurosamente el anonimato del alumnado y del centro de origen, ni una doble corrección independiente y contrastada.

En este momento, el sistema educativo vasco se encuentra ante una encrucijada, donde han de reconsiderarse y resolverse dos elementos centrales de la enseñanza: el currículum escolar y los modelos lingüísticos. Las comisiones técnicas que han analizado ambos aspectos llevan muchos meses de trabajo preparatorio para la elaboración de sus opciones, y ahora serán los políticos quienes hayan de convenir las propuestas definitivas.

El nuevo Currículum Vasco es un tema de una complejidad que excede la extensión de este artículo. En lo referido a los niveles mínimos para la universalidad discente, únicamente hemos de señalar el potencial riesgo que supone la construcción parcelada por áreas temáticas, introduciéndose por separado pero aditivamente y con el doble enfoque de competencias y contenidos mínimos. La suma de todos ellos, con el doble origen de un 55% marcado por la LOE y el 45% definido desde la Comunidad Autónoma de Euskadi, podría resultar excesiva para una minoría significativa del alumnado. Especialmente si apostamos por una educación que no favorezca el fracaso, que no deje atrás a nadie, como preconizan y logran las sociedades más comprometidas y solidarias.

La revisión de los Modelos Lingüísticos puede significar, igualmente, un latente peligro si se confundiesen objetivos y/o plazos en lo relativo a los niveles mínimos exigibles. El incumplimiento de la Ley de Normalización del Euskera, de 1982, deriva –en parte- de su desmesurada meta en el Artículo 17: “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria”… (finalización que entonces, antes del BUP, sucedía a los 14 años).

Veinticinco años después de la Ley 10/1982, las evaluaciones del ISEI-IVEI concluyen que si se establece el nivel B2 como terminal en la actual ESO, sólo el 47,3% de nuestro alumnado de 16 años supera este nivel (el porcentaje sube al 53,7% incluyendo la expresión oral), repartido según los actuales modelos en 57,2% del D, el 27,5% del B y siendo inapreciable el porcentaje en modelo A.

Reglar el nivel B2 como mínimo en un plazo programable (planificado a 6-10 años) resulta inverosímil de alcanzar, ni siquiera para el 80% del alumnado, a pesar del éxito reconocido internacionalmente que ha significado la euskaldunización del profesorado y de las familias, y el avance sociolingüístico de nuestro entorno formativo, mediático y social. Bastaría considerar el mapa donde se concentra la tarea pendiente, áreas metropolitanas del Gran Bilbao y Vitoria-Gasteiz, para comprender que el nivel B1 universal al acabar la ESO es un reto considerable, si se desea alcanzarlo realmente y no como una declaración de principios generacional, que se logrará… pero un plazo mayor.

Concluiríamos que los niveles educativos deben escalonarse en su currículum debidamente con tres referencias: niveles mínimos exigibles, niveles recomendables medios y máximos niveles de excelencia, que serán los que se definan desde la autonomía de las redes y centros escolares, muchos de los cuales aseguran para su alumnado cotas muy altas en resultados lingüísticos y curriculares. Los niveles mínimos deben atender a una premisa de equidad que no instituya un fracaso insuperable, mientras que los niveles recomendables nos sitúen en convergencia con los países más avanzados educativamente y el porcentaje de quienes alcanzan los niveles máximos establezcan la calidad del sistema que, entre todos, hemos de apoyar e impulsar.

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Pormenores del fracaso escolar

Ilustración de Ripa con la que DEIA acompañaba a este artículo el día 4-11-2006¿Cómo aumentar el éxito escolar de aquellos colectivos que cosechan peores resultados académicos?

Las estadísticas globales encubren aspectos esenciales de un problema, como el del fracaso escolar que persiste en el Estado español de modo muy superior a la media europea. Según los datos de 2004, el 75% del alumnado supera la ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria). Pero existen diferencias importantes entre los chicos y las chicas: Ellas aprueban en un 85% y ellos en sólo un 65%. El éxito escolar es muy dispar en los diferentes centros y de origen multifactorial. Incluso se observan enormes diferencias geográficas. Vascos, navarros y asturianos obtienen los mejores resultados, con un fracaso inferior a la mitad del que sufre el alumnado canario, balear, extremeño y murciano. Pero siguen siendo promedios demasiado generales.

Analicemos más detenidamente los datos de 4º de la ESO en Bizkaia del penúltimo curso 2004-2005, sobre un total de 8.676 alumnos y alumnas. Ellas representan el 50,25% del total, pero son menos en la enseñanza pública, el 49,48%, mientras en la enseñanza concertada las alumnas representan el 51,63%. Dado que en la enseñanza concertada promociona el 87,72% del alumnado frente a sólo el 80,16% de la pública (la media es del 84,62%), esta mayor presencia discente femenina en la concertada puede ser un factor coadyuvante.

Género.

Alumnas, son el 50,25% del total del alumnado; fracaso medio, 12,24%.
Alumnos, son el 49,75% del total del alumnado; fracaso medio, 18,61%.
Diferencial, 6,36% a favor de las alumnas.

Un análisis por género, vuelve a manifestar que las chicas son mejores alumnas que sus compañeros, aprobando la ESO el 84,19% en la pública (ellos, sólo el 76,21%), y en la enseñanza concertada, ellas el ¡90,13%! (ellos, sólo el 85,15%). Simplificando, se podría decir que en la C.A.V. el fracaso medio fue el pasado curso de, exactamente, el 15,38% (diez puntos menos que en el Estado), pero que en cuatro subgrupos podría matizarse indicando que las alumnas de centros privados concertados sólo ‘fracasaron’ en un 9,87%, mientras que los alumnos de centros públicos ‘fracasaron’ en un 23,79%.

Titularidad del centro.

En centros Concertados, está el 59,05% del total del alumnado; fracaso medio, 12,28%.
En centros Públicos, está el 40,95% del total del alumnado; fracaso medio, 19,84%.
Diferencial, 7,56% a favor de la enseñanza concertada.

La titularidad del centro, con todo lo que conlleva de “mochila familiar”, fue más determinante que el género, porque incluso los alumnos de la concertada ‘fracasaron’ significativamente menos (el 14,85%) que las alumnas de la pública (el 15,81%).

Modelos lingüísticos.

En modelo D, está el 38,39% del total del alumnado; fracaso medio, 11,92%.
En modelo B, está el 16,95% del total del alumnado; fracaso medio, 15,64%.
En modelo A, está el 43,34% del total del alumnado; fracaso medio, 18,46%.
En modelo X (colegios extranjeros), está el 1,31% del total del alumnado; fracaso medio, 11,40%.
Diferenciales, 3,72% a favor del modelo D sobre el B, y 6,54% a favor del modelo D sobre el A.

Si introducimos un tercer factor, el modelo lingüístico, el intervalo del ‘fracaso escolar’ se abre aún más. En la ESO existen tres modelos, el A, B (A reforzado en datos estadísticos) y el D, con presencia creciente del euskera como lengua de aprendizaje. Sin entrar en detalles, que pueden verse en el gráfico anexo, los alumnos en A públicos fracasan en un escalofriante 35,89%, mientras que las alumnas de D concertado ‘sólo’ en un 6,02%. ¡Seis veces menos, en el mismo sistema educativo, y financiado con los mismos presupuestos públicos!

Sumariamente, para los progenitores el promedio de fracaso no predice nada para el caso específico de su prole, pero las últimas estadísticas señalan que el ‘fracaso escolar vasco’ se escalona así: 6,02% Chicas, modelo D, concertado; 10,25% Chicos, modelo D, concertado; 10,92% Chicas, modelo B, concertado; 10,96% Chicas, modelo D, público; 11,40% Chicas, modelo A, concertado; 15,25% Chicos, modelo B, concertado; 16,56% Chicas, modelo B, público; 17,06% Chicos, modelo A, concertado; 18,53% Chicos, modelo D, público; 21,02% Chicos, modelo B, público; 27,15% Chicas, modelo B, público; y 35,89% Chicos, modelo A, público.

Algunas sugerencias finales pueden extraerse de estos porcentajes de graduación en ESO, la principal prueba de medida de calidad en evaluaciones internacionales.

1. El factor modelo lingüístico se correlaciona directamente con el éxito académico. El modelo A debe ser revisado, dado que provoca una indeseada acumulación de un alumnado predestinado a las dificultades escolares graves, especialmente en la enseñanza pública y para los alumnos varones, que denominamos “dique de marginación discente”.
2. El factor titularidad (público o privado concertado) denota que el muy diferente bagaje sociocultural de las familias es determinante, y que la enseñanza pública no logra compensar apenas el déficit de partida. Ello cuestiona el modelo de calidad, y el de equidad, que hemos establecido y que requiere más eficacia y eficiencia.
3. El factor género está abriendo un desfase inaceptable que requiere acciones inmediatas semejantes a las que se desplegarían si las chicas fracasasen un 20% más que los chicos. Entre las medidas necesarias, es preciso revisar el efecto de la feminización docente, que ha desequilibrado todos los niveles de educación infantil y primaria, que alcanza a la secundaria y superior, y que generará una sociedad donde entre la población universitaria las mujeres representen 40% más que los hombres (70% vs 30%).

No bastan simplezas de predeterminismo biológico o sociológico que condena a los más desfavorecidos, ni explicaciones manidas de que las alumnas, ante la mirada del profesorado predominantemente femenino, tienden a ser “más ordenadas, cumplidoras y se adaptan mejor a las normas escolares” que sus condiscípulos masculinos. Hemos de corregir, antes de que sea irreversible y principalmente en los alumnos, la escasa lectura, el insuficiente dominio de la lengua vehicular, y el exiguo esfuerzo de estudio en todas las etapas. Hemos de orientar mejor, especialmente a las alumnas, en sus opciones académicas de optativas, ciclos y grados.

Ningún país puede permitirse no desarrollar al máximo las capacidades de su ciudadanía. Ni las niñas, ni los niños, están por naturaleza mejor o peor dotados para estudiar. Tampoco los escolares ricos o pobres, o quienes eligen un modelo público, un centro religioso, o una ikastola. Pero sus resultados académicos, tempranos, medios y finales, son inaceptablemente diferentes, hasta el punto de requerir medidas urgentes que competen a las autoridades educativas y al conjunto de la sociedad que se juega su futuro en ello.

Hemos de reducir esos índices de “fracaso social” (que no sólo fracaso del estudiantado, sino también del profesorado, de las familias, de los responsables políticos,…). En todas sus categorías. Todavía pueden rendir más las alumnas de los modelos en euskera de la enseñanza concertada, pero otros colectivos aún deben mucho superarse más. A las y los docentes, a las madres y padres, y a la administración educativa, nos corresponde un impulso mucho mayor para corregir estos desequilibrios. Se requieren decididas medidas específicas de género, de red, y de modelo lingüístico.

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Secuelas del monolingüismo

Ante algunas paradójicas manifestaciones, la integración del alumnado inmigrante es un inmenso reto que requiere urgentes reformas educativas.

El pasado 8 de octubre comenzó el curso académico con un total de 288.330 escolares en la Comunidad Autónoma Vasca. Aquel día el alumnado de origen alóctono alcanzaba la cifra de 14.999 escolarizados. Una semana después se habían incorporado más de dos centenares de escolares recién llegados, que fueron ubicados por las comisiones de escolarización territoriales atendiendo, en la medida de lo posibles, sus preferencias de modelo lingüístico, titularidad de centro y ubicación.

Los progenitores de este alumnado recién incorporado optaron por el modelo A en un 48%, mientras que el 27% eligió el modelo B y el 25% el modelo D. Todo ello en un panorama general de la educación vasca donde la presencia de los modelos bilingües, D y B, está presente de forma mucho más mayoritaria que la elección de estas familias de origen externo.

Es comprensible que, al venir con hijos e hijas de edades variadas y -a menudo- con algún déficit de escolarización previa, algunos padres y madres decidan optar por la preferencia hacia el castellano, más aún si prevén posibles reubicaciones en otras comunidades castellano parlantes.

Sin embargo, asombra que sean las familias latinoamericanas (que suponen el 63% del total, según datos de 2005), quienes demuestran –en promedio- menor interés por el dominio de las dos lenguas oficiales, a pesar de la gran ventaja que supone conocer y hablar en su entorno familiar una de ellas. Sorprende que quienes poseen otras lenguas de origen, portugués-brasileño (13%), árabe y berebere (12%), rumano (7%), chino (5%), o minoritarias lenguas centroeuropeas… afronten con mayor interés el reto de un nuevo bilingüismo en pro de una mejor integración en la sociedad vasca.

Dos conclusiones se derivan de esta realidad:
1º Es preciso trasladar de modo más convincente a la mentalidad de todas estas esforzadas familias una idea básica para la educación contemporánea: Vivimos en sociedades plurilingües e interculturales, donde la peor lacra sería egresar de las etapas obligatorias educativas siendo monolingües (por poderoso que sea el idioma hablado, inglés, español,…).
2º Urge remodelar el sistema de modelos lingüísticos, que ha cubierto eficazmente una larga etapa de 24 años, pero que -tras los avances conseguidos en la euskaldunización del sistema educativo- provoca ahora graves e indeseados efectos de fracaso escolar agudizado por el “dique de marginación discente” que supone en muchos casos el modelo A.
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Campanas de Gauss

¿Somos de los buenos, de los regulares o de los malos? Todo depende de con quiénes nos comparemos.

Según refiere la wikipedia, en matemáticas la campana de Gauss es la representación gráfica de una distribución normal, donde un grupo aleatorio de datos se reparte entre valores bajos, medianos y altos, con mayor frecuencia de los valores intermedios. Recibe su nombre en función de su forma acampanada y en honor a su descubridor, Carl Friedrich Gauss.

Esta campana está muy presente en el conjunto de la realidad social. En multitud de escalas, algunas más explícitas como riqueza y otras menos visibles como el esfuerzo, todos conocemos casos de personas muy ricas y muy pobres, si bien la mayoría oscilan entre valores intermedios. Más difícil resulta estimar el ánimo, la voluntad, o la constancia,… aunque tampoco todos estamos igualmente dotados en estas u otras cualidades.

En el panorama educativo, en las aulas conviven alumnos y alumnas de diferentes capacidades y actitudes, factores ambos que se retroalimentan recíprocamente. Lo más duro resulta para aquellos estudiantes que crónicamente ocupan los puestos de cola, al apilar ciclos de peores condiciones de partida, pequeños reveses y desalientos acumulados. Si no superan esta posición de “hundidos”, a medida que crecen en edad acumulan frustración, rechazo y agresividad hacia el entorno (y no sólo el escolar). A pesar de los refuerzos docentes, y de programas específicos de intervención o de diversificación curricular, en muchos casos están predestinados al “fracaso escolar”.

Recuperar social y académicamente a estos “desertores educativos” es un objetivo de primer orden. Los Centros de Iniciación Profesional son una acertada opción, que facilita su inserción laboral al tiempo que prosigue su maduración personal, y con ella su posible reenganche en una sociedad que exige formación continua. Entre estos no-graduados también se aprecia estadísticamente una campana de Gauss. En su tramo inferior quedan los más marginados tras su proceso de escolarización, con un largo expediente de “naufragio escolar”. Son aquéllos a quienes siempre les ha resultado difícil estudiar, leer, entender,… Se ven a sí mismos como los “últimos de la fila”, con el consiguiente riesgo de que tiren la toalla respecto a su futuro.

Afortunadamente nos quedan fórmulas válidas en los programas complementarios de escolarización. Visitando uno de nuestros centros de referencia, dirigido por la Fundación Peñascal y sostenido con financiación pública, su director comentaba una de las bases para la recuperación de este alumnado: el agrupamiento donde conocen a otros compañeros parecidos que han superado las mismas desgracias. Juan Bedialauneta apunta que “aquí les cambiamos la campana de Gauss, y la mayoría por primera vez se reasienta en zonas medias o altas de un grupo, viéndose como buenos alumnos y potenciales ganadores en el proceso de integración social”.

Hay muchas campanas de Gauss, en cualquier medición que hagamos. Es el eterno dilema de oscilar entre cabeza de ratón o cola de león. Y todos estamos en posiciones distintas según el grupo con el cual nos comparemos. La postura negativa sólo envidia a los más afortunados y se lamenta de su peor condición. Resulta más constructivo saber todos estamos en valores altos de algunas escalas, y desde la confianza en nuestras capacidades avanzar hacia nuestros objetivos con decisión, trabajo y convicción.
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Modelos lingüísticos en la educación vasca

Una reflexión ante el compromiso asumido por el Parlamento vasco para que el Gobierno estudie, junto con todos los agentes de la comunidad escolar, una reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza antes de febrero de 2007. Este debate debiera basarse en criterios socioeducativos más que en prejuicios ideológicos o políticos.

Situación actual.

- La "Ley Básica de Normalización del Uso del Euskara" del 24-11-1982 establecía en su artículo 17 que “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria,…”. Todo ello con independencia del modelo A, B ó D elegido libremente por las familias. Este mandato institucional se mantiene incumplido 23 años después, si bien es de reconocer que ha sido la Educación, la comunidad escolar, las familias, el profesorado y el alumnado quienes más se han esforzado por su consecución,… aún no alcanzada plenamente.

La barbarie interna

¿Arde Paris? El deseo de Hitler lo consuman quienes no son chusma, sino la prueba de que la injusticia y la xenofobia latentes finalmente explotan.

Frente a las manifiestas insuficiencias demostradas en los Estados Unidos con ocasión del huracán Katrina, que destapó la discriminación de la población negra abandonada en Nueva Orleáns, algunos [incluidos relevantes medios de comunicación] europeos parecían congratularse de la teórica superioridad en materias de educación, orden público y de respuesta institucional en nuestro continente. Los disturbios inacabados, aunque confiemos que no inacabables, en toda Francia, un supuesto modelo de la “fraternité” y la “égalité”, nos demuestran la auténtica “réalité” que urge a mejorar hondamente nuestros sistemas sociales de cohesión, asistencia y enseñanza para ofrecer oportunidades reales a toda la ciudadanía, inclusive a la que nació pobre en cualquier lugar del mundo.

La juventud postrada de los suburbios franceses, que no conoció la miseria de sus abuelos, ya no acepta las migajas de un sistema estratificado cuando sólo vislumbra la penumbra de un futuro sombrío. Poco tiene que perder, porque no quedan esperanzas. El desánimo es mal consejero y la política exclusiva de “mano dura” represiva sólo logran lo que ha conseguido Sarkozy: extender las revueltas de quienes pueden comportarse como les han definido: como escoria.

Estos altercados ponen de manifiesto la profunda fractura cívica francesa, europea y planetaria, de complejas raíces interculturales, plurilingüísticas, interreligiosas y socioeconómicas. Un problema, todavía acotado a determinadas franjas de edad y en las zonas más desfavorecidas, exige inteligencia y globalidad en sus soluciones para evitar la potencial ramificación de la intolerancia. La peor componenda sería que torpemente se magnifiquen y reorienten estos disturbios con etiquetas de terrorismo o islamismo radical. Sería un craso error de incalculables consecuencias atribuir todo a redes criminales de naturaleza étnica o religiosa, cuando un movimiento de esta dimensión social podría acumular “masa crítica” hasta una escala difícil de desactivar.

Frente a quienes queman escuelas y guarderías calcinando con ello aún más su propio porvenir han de desplegarse toda una batería de medidas, donde destaquen las de naturaleza educativa, desde las más tempranas edades, para producir un rescate social que exige el esfuerzo de toda la comunidad. Junto a disposiciones de mejora de la asistencia social y de los servicios públicos, se precisa un extenso plan integral contra el fracaso escolar y laboral.

No existe otra salvaguarda contra el determinismo de la pobreza transmitida de padres a hijos que una eficaz y dotada escuela inclusiva, que concluya con opciones profesionales verosímiles. Sólo la integración escolar ofrece una igualdad de oportunidades para impedir la perpetuación y degradación en los guetos, que también existen en Europa. Únicamente se contendrá la explosión social mediante fórmulas de escolarización que positivamente ofrezcan una incorporación laboral generalizada con posibilidad de promoción para quienes nacieron predestinados a la marginación.

Cuando las barbas del vecino nos apunta una emergencia de semejante calibre, sería un despropósito ignorar la amenaza. Existe demasiado autocomplacencia y triunfalismo en materia socio-educativa, donde hemos generado una difusa red de resignadas excusas mientras no se palian injusticias seculares. Creamos y creemos la demanda de una educación integral que garantice, no ya la escolarización obligatoria (que tampoco se logra por el alto absentismo y la deserción de algunos colectivos discentes), sino el aseguramiento del éxito escolar y de la inserción laboral universal. Organicemos una escuela de vida que sea rampa de despegue hacia el bienestar y la convivencia armónica, atendiendo al desarrollo individual y colectivo. Sólo así se combate las diferencias sociales a fin de caminar juntos hacia una sociedad solidaria y en paz, basada en la justicia y donde todos tengamos cabida, construyéndonos un aceptable presente y un futuro despejado.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/barbarie.htm

Portátil educativo universal

El próximo mes se presentará el primer ordenador portátil de menos de 100 $ (83 €) desarrollado por Media Lab del MIT.

Nicholas Negroponte dirige una ONG, cuyo nombre “Un portátil para cada niño” (One Laptop Per Child, OLPC) define su objetivo. En colaboración con prestigiosos y poderosos socios tecnológicos, como AMD, Google, Brightstar, News Corporation y Red Hat, han ideado un portátil aplicado a la educación, preferentemente destinado hacia países pobres. Un prototipo inicial será presentado oficialmente en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información que tendrá lugar en Túnez entre el 16 y el 18 de noviembre de 2005, ante la presencia de Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas (ONU).

Se espera producir 15 millones de equipos en 2006 y 150 millones en 2007, cifra que triplica el número de ventas anuales de portátiles a nivel comercial. Este modelo se venderá directamente a los gobiernos que se acojan a la iniciativa, en pedidos mínimos de un millón de unidades, con el fin de ser repartidos entre el alumnado como “libros de texto” por sus administraciones educativas. Los primeros países en acogerse a este proyecto serán Brasil, China, Egipto, Tailandia y Sudáfrica, así como el Estado de Massachusetts, que se ha comprometido a equipar a cada uno de sus alumnos como “dueño” de un portátil.

Precedentes históricos: Cuentan que la inspiración para este proyecto orientado a países subdesarrollados le vino a Negroponte en 1999 durante una visita a Camboya. Aunque la componente de obra social es nueva, no es la primera vez que se intenta crear un PC barato para un segmento concreto. Ya en 1996 Larry Ellison declaró que "un ordenador barato y fácil de usar sería esencial si se deseaba un próspero futuro en América". El producto debía costar menos de $500 y bajar, con el tiempo, hasta menos de $300. El Net-PC de Ellison en 1997 fue sonado fiasco, pero ha habido otros, incluido el AOL Avant ("Paquito" o “bicho azul”), oficialmente Intel Dot.Station Web Appliance.

Características técnicas: El nuevo modelo es un híbrido capaz de actuar, además de como laptop, como tablet, e-book y casi como handheld o PDA (por su compacto tamaño), tecnológicamente avanzado y dotado de una robustez y polivalencia excepcionales para su aplicación en entornos sin recursos tan básicos como la electricidad. Por razones de economía se opta por software libre, con Linux como sistema operativo más una suite ofimática sobre un procesador AMD a 500 MHz y 1 GB de memoria, sin disco duro que sería reemplazado por una tarjeta flash. Incluye WiFi, 4 puertos USB y una simplificada pantalla dual que permitirá cambiar de color a blanco y negro, para mejorar la visualización en condiciones de gran luminosidad. La energía provendrá, alternativamente, de la red, de baterías o “dándole cuerda” mediante una manivela similar a la de la radio Lifeline FreePlay. Actuará como nodo de una red peer-to-peer, compartiendo una conexión a Internet, segura y libre de contenidos inapropiados.

Precio insólito: Es factible alcanzar un precio unitario tan bajo, menos de 100$, si concurren las circunstancias previstas de desprenderse de aditamentos superfluos, mediante una producción masiva y distribución directa a grandes clientes institucionales. Se elude la mayor parte del precio de un portátil convencional destinado a software, marketing e intermediarios. En este económico equipo, el hardware indispensable impone el precio final, destinándose 30$ a la reducida pantalla (12 pulgadas) y los otros 70$ al resto del equipo. AMD ganará dinero vendiendo millones de chips, Red Hat se ocupará de los acuerdos de mantenimiento y Google adiestrará a futuros usuarios con su buscador. Para la distribución se utilizará, probablemente, a compañías como Red Hat y Red Flag Software.

Viabilidad del proyecto: La lógica comercial puede resultar impecable, considerando el subyacente interés de las corporaciones patrocinadoras en detraer una porción del monopolístico binomio Wintel (WINdows + InTEL). Aunque la operación no está exenta de riesgos, como pudo observarse en la presumible factibilidad económica de los Net-PCs ya citados. Entonces también los compradores corporativos (el inicial segmento bancario como adoptador temprano) obtendrían sustanciales ahorros de coste, Oracle se beneficiaría de su presencia como base de datos, e IBM y Sun podrían vender hardware y Java. Contaban con la supuesta ventaja de una máquina elemental que impedía instalar Windows. Pero el fracaso sucedió: los usuarios finales no se interesaron en un tonto semi-PC, y menos cuando se abarataban los PCs.

La oportunidad educativa es otra incógnita. La eficacia pedagógica exige mucho más que repartir hardware y un software de base, incluso con conectividad a Internet. La continuidad y el mantenimiento resultan igualmente críticos, porque aún con su recubrimiento de goma para un escolar nada es irrompible. Puede ser cuestionable que los gobiernos del Tercer Mundo prefieran quedar en manos de Google o Red Hat antes que de Microsoft, aunque un argumento contundente sería la exorbitante inversión en licencias del Sistema Operativo.

Una genuina alfabetización digital planetaria, indiscutiblemente necesaria para abrir el futuro a los países menos desarrolladas y para soslayar la creciente brecha digital entre sociedades, requiere una actuación más integral, mejor guiada en los aspectos didácticos (aunque ya participa Seymour Papert en el proyecto) y abordando el ingente reto plurilingüe e intercultural de los contenidos curriculares. En todo caso, este portátil barato y de bajo consumo, podría revolucionar el panorama educativo e informático mundial, extendiéndose como generalizado primer o segundo ordenador personal hasta capas sociales muy desfavorecidas o hacia entornos inusuales (como el sanitario).

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/olpc.htm

LOE: La Olvidada Educación

Un eclipsado debate tras 8 Leyes Orgánicas educativas aprobadas en 25 años. Demasiadas reformas para seguir distanciados de la Europa más avanzada.

La educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida, que afecta intensivamente a los más jóvenes, en un inigualable esfuerzo colectivo donde participan familias, profesorado, alumnado y el conjunto de la sociedad. Todo ello requiere un marco político y administrativo consensuado, con vocación de larga permanencia en el tiempo para garantizar el máximo aprovechamiento de tan ingentes recursos humanos y materiales.

La educación es responsabilidad de la familia, que delega en la enseñanza parte de sus funciones. La formación se estratifica en etapas, desde la educación infantil hasta la formación profesional o la universidad, y en planos de actuación abarcando desde el autoaprendizaje, el aula, el centro, la red o el sistema global. En el Estado español, con las competencias educativas transferidas a las Comunidades Autónomas, una nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) ha despertado un doble debate, interno entre docentes y público donde se enfrentan algunas visiones opuestas (asignatura de religión, concertación de centros privados,…).

El proyecto de LOE presentado por el Ministerio de Educación y Ciencia para su tramitación en el Congreso ha sido calificado de muchas formas, según la perspectiva de los analistas. Puede definirse como un texto reducido, no excesivamente pormenorizado ni intervencionista, que busca soslayar los mayores escollos con los sectores más influyentes sin negar su inspiración “socialista”. Quizá la LOE sea una concreción del “talante Zapatero”, que -con paradojas y contradicciones- busca la máxima mayoría parlamentaria.

Repasemos algunas inconsistencias. En la exposición de motivos, declara que las evaluaciones internacionales recientes, como PISA (trianual) y TIMMS (cuatrianual), ponen de manifiesto que es posible combinar calidad educativa con equidad en su acceso, pero la LOE ni propone mecanismos urgentes de mejora (que obligarían a una mayor inversión), ni menciona las “devastadoras conclusiones del Informe Pisa” que denuncia el Consejo de Estado de Educación, máximo órgano consultivo que en su preceptivo dictamen proclama: “Parece como si el anteproyecto tratara sólo de modernizar el sistema educativo y no de corregir tendencias a la baja calidad que son de dominio público y preocupan a la sociedad…”.

Entre las incoherencias, sobresalen algunas. Propone el carácter “complementario” de las redes escolares pública y concertada, porque reconocer la “subsidiariedad” sería impresentable en nuestra realidad educativa continental, aunque luego en el articulado separe tajantemente entre centros públicos y centros sostenidos con “fondos públicos” (que incluiría a los privados concertados). Igualmente se pregona la autonomía de los centros docentes, pero no se facilitan instrumentos para ello en la escuela pública. Presume como gran novedad un área de “educación para la ciudadanía”, sin que se sepa quién impartirá tan difuso y discutible contenido.

En su última redacción ha incorporado el “esfuerzo individual de los alumnos”, como uno de los principios de la educación y como uno de sus fines “el mérito y el esfuerzo personal”. Este eslogan de la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) era uno de los aspectos más rescatables de la ley del PP, y aunque el PSOE se negaba a destacar su presencia, al final la obviedad se ha impuesto. Afortunadamente en la disposición final primera se pregona que el primer deber básico de los alumnos es… estudiar (lo que lamentablemente parece pertinente por un inexplicable olvido muy extendido).

El porcentaje de contenidos básicos de las enseñanzas básicas, 55% en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y 65% para las restantes, ha sido otro punto de polémica política artificial en prensa. Los educadores sabemos que la realidad escolar del siglo XXI exige un núcleo planetario absolutamente común (no en el Estado, ni en Europa siquiera), que es lo que se mide en las evaluaciones internacionales (matemáticas, ciencias, primera lengua,…). Igualmente sólo alguien ajeno a la práctica docente puede negar la indispensable adecuación curricular que desde la escala no sólo autonómica, sino de centro, de profesorado, de aula y de cada miembro del alumnado ha de programarse.

Otra espinosa controversia se centra en la enseñanza de la religión. La disposición adicional segunda comienza desacertadamente: “La enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede,…”. Pareciera que la enseñanza religiosa no fuese una frecuente demanda familiar, de un alto porcentaje de madres y padres que la consideran esencial. Su deseo legítimo, al igual que el de quienes prefieren que sus hijos e hijas no reciban enseñanza confesional alguna, debe ser garantizado, al igual que los derechos de los docentes de estas materias. La opción más aceptable sería una materia de oferta obligatoria en todos los centros en sus versiones confesional (de todas las iglesias con representación significativa) y no confesional, para la aceptación voluntaria por parte de las familias. Debiera ser evaluada didácticamente para su notificación familiar, aunque no computable a ningún efecto académico (becas, promoción,…). El apartado 3º, que otorga a la entidad religiosa la condición de empleador y establece el pago delegado, no parece satisfacer ni al profesorado implicado, ni a las jerarquías eclesiásticas, por lo que parece inviable semejante variación unilateral de empleador cuando ni el receptor ni los trasferidos lo asumen. También sería de justicia la equiparación académica y salarial de este colectivo que reúne a más de 17.000 docentes en el Estado.

Entre sus cualidades, la LOE se destaca porque simplifica la proliferación de leyes educativas y de sus correspondientes reglamentos emitidos desde 1990, derogando -además de otras leyes menores- la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990), la LOPEG (Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes de 1995), y la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002). La litigada LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985), corrigiendo algunos de sus excesos, queda drásticamente reducida a una cincuentena de artículos (de sus 63 artículos iniciales), e incluso también son abolidos o reformulados muchos apartados de los artículos vigentes por la disposición final primera del anteproyecto. Desafortunadamente, el anteproyecto delira cuando, en su apartado 5º de la citada disposición, introduce un disparatado y encubierto derecho a la huelga del alumnado menor de edad, que ni respeta las responsabilidades, derechos y deberes de los padres, ni mejora la participación discente en la organización escolar. Debería suprimirse este enunciado, sin perjuicio de recoger adecuadamente el derecho de reunión en el centro escolar, respetando los horarios de actividad y los derechos de cuantos constituyen la comunidad educativa, previa comunicación a la dirección o de acuerdo con ella.

Las preconizadas “evaluaciones de diagnóstico”, al finalizar el segundo ciclo de Primaria (10 años) y al concluir el segundo curso de la Secundaria obligatoria (14 años), pueden ser reconocidas como puntos positivos por su carácter formativo y orientador, sin la estricta connotación de reválida (que la LOCE promulgaba) y que al medir currículos (y no competencias) podría condicionar y uniformar excesivamente la necesaria autonomía docente para atender a la diversidad discente. De este modo, queda una medición objetiva de la Primaria, antes de su tercer ciclo, y otra graduación en la crítica edad intermedia de la ESO, cuando en 3º parece que muchos de nuestros estudiantes encuentran súbitamente todos los obstáculos en lo que parecía un generalizado progreso modélico. Más dudosa es la supresión de la PGB (Prueba General de Bachillerato), prevista en la LOCE y común en toda la Unión Europea (salvo en Grecia y Portugal).

El retardo de los itinerarios hasta 4º de la ESO es oportuno y paneuropeo, cuando aparecen tres materias de modalidad y algunas optativas, retrasando el prematuro adelanto de la LOCE. Igualmente resulta conveniente la suavización en el número de asignaturas no superadas para promocionar de curso, porque nuestro retardo medio no mejora ni la calidad ni la equidad, y porque son más efectivas las medidas de refuerzo dirigidas hacia la superación final. El clamor contra la “promoción automática” ni es exacta, ni se corresponde con la reglamentación de los países de referencia educativa.

El reagrupamiento en tres bachilleratos de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, y Artes es acertado. La fusión en el primero de ellos de los antiguos Bachilleratos de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud junto al de Tecnología era necesaria, y debería servir para incrementar el flujo hacia esta modalidad. Únicamente entre las materias comunes del Bachillerato, previstas en el artículo 34, debería incorporarse el metalenguaje omnipresente de una “Matemática Aplicada”.

Las insuficiencias de la LOE son variadas. El avance que supone la declaración de carácter educativo de los dos ciclos de Educación Infantil (superando el anacrónico nombre de Preescolar que reitera el PP), queda desdibujado por no abordar este período en tres ciclos bianuales (como todo el resto de la educación hasta el diseñado en el Espacio Europeo de Educación Superior). La espuria razón para este lastre es la inercia anterior y la insuficiente financiación dedicada a esta etapa, que da lugar a discrepancias totales entre Administraciones Educativas donde se retarda Andalucía (única con tasas de escolarización menor del 90% de la población de 3 años), mientras el País Vasco supera el 90% incluso de la infancia de 2 años. La gratuidad promulgada por la LOE del segundo ciclo de Infantil (3-6 años) es una mejora sólo para las Comunidades más retrasadas, mientras que las demandas sociales en edades más precoces ya se desbordan en las Comunidades mejor financiadas. En esta etapa, la subsidiariedad de la concertada se manifiesta en el artículo 15, en donde se garantizan una oferta suficiente en los centros públicos (además sólo con un incremento progresivo desde la situación actual), mientras que apenas se esboza que “podrán establecerse conciertos con centros privados”.

Son meramente declarativas y sin previsiones las apuestas por la mejora de los idiomas (foráneos y oficiales), que la LOE sigue sin apoyar más decididamente, o el aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, donde nuestro retraso pedagógico comparado es deprimente. Igualmente las bibliotecas escolares quedan simplemente citadas y no incentivadas.

La participación de las familias podría acrecentarse asegurando, en función de la edad del alumnado, porcentajes no inferiores a un tercio de padres adicionalmente a un sexto de alumnos, en el artículo 126 sobre la composición del Consejo Escolar, para mostrar quiénes son los destinatarios que justifican todo el servicio educativo.

Respecto a la equidad escolar, el creciente alumnado (propio y extranjero) con necesidad específica de apoyo educativo por origen o minusvalía (sensorial, síquica o motora), e incluso el de altas capacidades intelectuales, sigue en la ambigüedad o en la inseguridad al asegurarse que las dotaciones para centros públicos y concertados serán las mismas (artículo 72), mientras que simultánea y posteriormente en el artículo 112, de medios materiales y humanos, se distinga sutilmente entre sus apartados primero y siguientes. Inicialmente se menciona expresamente a los “centros públicos” como aquéllos que deben ser dotados por las Administraciones Educativas, mientras en los restantes párrafos sean los “centros” genéricos los que atiendan a alumnado de educación especial,… Este artículo debiera incorporar el detalle de referirse en todo momento a los “centros sostenidos con fondos públicos”.

Preocupante resulta el matiz establecido en el artículo 84, relativo a la admisión de alumnos, donde se cita que “las Administraciones educativas realizarán una programación adecuada de los puestos escolares gratuitos que garantice el derecho a la educación”, pero sin mencionar la libertad de elección que corresponde a las familias. En ese mismo artículo, falta la inclusión de un criterio que facilite la continuidad pedagógica en un mismo centro, tanto en el caso de titularidad pública como no pública. En el artículo 88, sobre garantías de gratuidad, sigue sin aparecer el coste de los servicios complementarios de transporte y comedor, que debieran recibir un tratamiento similar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.

Tampoco se acomete en esta oportunidad un refuerzo de la formación inicial del profesorado de enseñanza infantil, primaria y secundaria. La convergencia de las condiciones laborales, profesionales y económicas del profesorado y del personal no docente, tanto de centros públicos como concertados, queda en el limbo de los deseos, con una confusa cita en el apartado 117.4 donde turbiamente se sugiere “posibilitar la equiparación gradual de la remuneración (del profesorado concertado) con la del profesorado estatal (sic)”. Como si no existiesen diferencias salariales, incluso entre funcionarios docentes (respecto al “profesorado estatal”, sólo el redactor sabrá a qué se refiere en niveles no universitarios). Por último, en el capítulo del profesorado, la disposición transitoria segunda podría extenderse más allá del 4-10-2010 el régimen de jubilación voluntaria de los mayores de 60 años, a fin de rejuvenecer las plantillas docentes.

Lo peor es el mantenimiento de un sistema educativo basado en la oferta, y no en la demanda familiar (artículo 109. 2). La misma consideración de la educación como “servicio público”, quedaría mejor expresada como “servicio esencial” o de “interés general”, con independencia de la titularidad pública o concertada del centro elegido por los progenitores (situación a la que más se acerca en el Estado la Comunidad Autónoma Vasca, por tradición y financiación). El progreso hacia un sistema cooperativo, prestado por centros públicos y otros de iniciativa social, se entorpece cuando se desiguala por titularidad, como en el artículo 122.3 donde se concede que sólo los centros públicos podrán obtener recursos complementarios. Esto es apropiado y novedoso, pero debiera abrirse en las mismas condiciones a todos los centros “sostenidos con fondos públicos”.

Resulta aberrante el apartado 3 del artículo 109: “En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán (sic) las exigencias derivadas de la consideración de la educación como servicio público, con los derechos individuales de alumnos, padres y tutores. Asimismo, conciliarán (sic) la libertad de elección de centro con el principio de equidad, atendiendo a las limitaciones materiales derivadas de la capacidad de los centros y de las consignaciones presupuestarias existentes y al principio de economía y eficiencia en el uso de los recursos públicos (sic)”. Discrepamos profundamente de que la economía impida derechos fundamentales, o que éstos queden restringidos por inciertas razones de supuesta eficiencia. Nefastamente, en la redacción actual el Estado parece erigirse como único titular originario del derecho a la educación, quedando las familias y los centros educativos reducidos a concesionarios de tal derecho. A todos nos conviene que los padres defendamos nuestro derecho a escoger el tipo de educación que preferimos, incluida la formación moral y religiosa que responda a nuestras convicciones.

Nadie discute la necesidad de una reforma educativa, cuando los datos negativos se acumulan en informes internacionales o en comparativas de fracaso escolar. El optimismo para que podamos competir con los mejores debe partir del máximo realismo sobre nuestra posición de partida, así como de un amplio y comprometido enfoque comunitario. Una Pedagogía del Éxito entraña que las familias y los educadores mantengan expectativas positivas sobre las capacidades de sus hijos y alumnos, para afrontan motivada y conjuntamente tan decisiva tarea, solventando los problemas crónicos con ilusión y apoyo social.

Concluyendo: Conviven en el Estado sistemas educativos muy diferenciados que la LOE debiera impulsar y desarrollar mirando hacia lo mejor de Europa, nunca uniformar por abajo. En general, nuestras posiciones educativas son mediocres o insuficientes respecto a la Unión Europea, y entre los países de la OCDE. No es algo de extrañar, dado que socio-culturalmente, económicamente y en esfuerzo educativo (interés familiar y porcentaje del PIB) no destacamos especialmente hasta la fecha.

Sólo cuando la ciudadanía presiona electoralmente, los poderes públicos y los dirigentes políticos otorgan la merecida atención, prioridad y recursos a la educación, a la universidad y a la investigación. Es el tiempo de los hechos. Rige un lema magistral: 'Si alguien cree que la educación es cara, que pruebe con la ignorancia'. Nuestro futuro individual y colectivo, a corto, medio y largo plazo, depende básicamente de nuestra apuesta educativa. Ojalá el debate sobre la LOE nos permitiese advertir la trascendencia de lo que está en juego.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/loe.htm