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Así que me la he leído en web, y al tiempo he empezado a comentarla en Twitter. En total han sido unas tres horas, con comida intermedia, y unos cien microposts, desde esta entrada inicial hasta este post final. Ha sido un experimento forzar a Twitter como libro de notas, pero quizá le agrega algún valor singular. Anitax, una periodista argentina usuaria de Twitter, me ha pedido que haga un resumen y lo agregue al final. Me he excusado, pero he continuado y -al final- le ha interesado el relato y me ha pedido que lo concluyese. Todo, sinergia macramental.
Con estos detalles del meta-relato, ante algunas apremiantes y gustosas obligaciones familiares, os dejo la narración de Twitter como preámbulo. Pronto presentaré una valoración más pausada como exige tan ameno e interesante libro. [Actualización, dos horas después: Los, exactamente, 87 tuiteos bien ordenados, y ¡por Alorza!]
1 comments:
Mikel, el experimento ha sido a dos (o más) bandas. Mientras tuiteabas iba recogiendo tus microposts, y he reseñado tus reseñas segundos después de que acabaras.
No sé si vale para algo, pero me he divertido. A twitter le falta alguna utilidad de etiquetado: he tenido que echar links a tus 87 tuiteos.
Gracias por el interés, compañero.
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