Gish Gallop: Ganar debates a base de bombardeo de datos

El Gish Gallop es una estrategia de debate en la que una persona bombardea a su oponente con una gran cantidad de argumentos, afirmaciones o datos (verdaderos, falsos o engañosos) en un corto período de tiempo. La intención es abrumar al interlocutor, haciendo que sea imposible responder a cada punto de manera efectiva. 

Conocido en castellano como "inundar la zona" o la "ametralladora de falacias" también es una estrategia de comunicación demasiado frecuente en esta época, logrando que sea el monotema quienes la ejecutan (léase Trump ahora). El galope de Gish es una técnica de debate que consiste en abrumar al oponente con el mayor número posible de argumentos, sin tener en cuenta la precisión o la solidez de los mismos. El término fue acuñado por Eugenie Scott y debe su nombre al creacionista Duane Gish, que utilizaba esta técnica con frecuencia contra los defensores de la evolución.

El término fue acuñado en referencia a Duane Gish, un creacionista conocido por usar esta técnica en debates sobre evolución. El galope de Gish o ametralladora de falacias es una técnica de debate que se centra en abrumar al oponente con el mayor número de argumentos posible, sin tener en cuenta la exactitud o solidez de los mismos. Durante el Gish gallop, un debatiente se enfrenta a su oponente con una rápida sucesión de argumentos engañosos, medias verdades y tergiversaciones en un corto espacio de tiempo, lo que hace imposible que el oponente pueda refutarlo todo en un solo turno de un debate formal. 

Han muchos ejemplos de Gish Gallop en contextos diversos:

  1. Debates políticos: Un político llena su discurso con afirmaciones rápidas sobre economía, seguridad, salud y educación, sin dar tiempo a analizar ninguna en profundidad.

  2. Conspiraciones y pseudociencia: Un defensor de teorías conspirativas lanza decenas de "pruebas" en una discusión, sabiendo que su oponente no podrá refutarlas todas en el momento.

  3. Redes sociales y fake news: Una publicación viral enumera 20 "hechos" en un post, mezclando datos reales y falsos, dificultando la verificación.

  4. Charlas de ventas o marketing engañoso: Un vendedor menciona rápidamente múltiples beneficios de un producto, algunos exagerados o irrelevantes, para distraer de posibles fallas.

  5. Discusiones personales o manipuladoras: Alguien en una discusión cambia de tema constantemente, enumerando múltiples quejas para evitar que se resuelva un solo punto con claridad.

Cómo enfrentarse a un caso de Gish Gallop:

Enfocarse en los puntos clave en lugar de intentar responder a todo.
Pedir evidencia clara en lugar de aceptar afirmaciones rápidas.
Exponer la táctica, señalando que se está usando una estrategia de abrumación.
Mantener la calma y el control para no caer en la trampa de responder apresuradamente.

Este método no busca un debate real, sino desgastar al oponente y confundir al público. Esta estrategia se fundamenta en la Ley de Brandolini, también conocida como el Principio de Asimetría de la Tontería, dice que: "La cantidad de energía necesaria para refutar una tontería es un orden de magnitud mayor que la necesaria para producirla."

En otras palabras, es mucho más fácil crear y difundir desinformación que desmentirla con pruebas y argumentos sólidos. El concepto fue popularizado por Alberto Brandolini, un programador italiano, en 2013.

Ejemplos de la Ley de Brandolini:

  1. Fake News y Redes Sociales: Un tuit viral afirma que "los refrescos curan el cáncer". Desmentirlo requiere estudios científicos, expertos y mucho más tiempo que escribir la mentira.

  2. Teorías de conspiración: "El hombre nunca llegó a la Luna." Desmentirlo requiere explicar pruebas científicas, físicas y testimonios históricos.

  3. Debates políticos y populismo: Un político dice: "Podemos eliminar los impuestos y aumentar el gasto público sin problemas." Explicar por qué esto es inviable requiere conocimiento económico y tiempo.

  4. Pseudociencia y charlatanería: Un "gurú" afirma que "el agua con limón alcaliniza la sangre". Rebatirlo implica explicar cómo funciona el pH en el cuerpo, lo que toma más tiempo que decir la afirmación falsa.

La Ley de Brandolini nos recuerda que combatir la desinformación es difícil, pero necesario. Hay que ser críticos con la información y pensar antes de compartir. 

0 comments:

Publicar un comentario