Un libro indispensable en la era de la distracción: La broma infinita (Infinite Jest, 1996). Fue publicada con gran expectación, y la novela fue objeto de una campaña de marketing intensa y alimentó un seguimiento crítico y de público que la calificó como obra cumbre de su generación.
David Foster Wallace (1962–2008) fue un escritor y profesor estadounidense, autor de novela, relatos y ensayos que renovaron la narrativa contemporánea por su ambición formal, su humor oscuro y su mezcla de erudición y empatía. Nació en Ithaca (Nueva York), estudió en Amherst y obtuvo un MFA en la Universidad de Arizona.
Su obra más conocida, Infinite Jest, lo convirtió en una figura central de la literatura norteamericana de finales del siglo XX. Wallace también sufrió problemas de depresión a lo largo de su vida y falleció en 2008; su figura sigue siendo objeto de debate crítico y de gran interés para lectores y académicos.
La broma infinita es una novela monumental y fragmentaria que entrelaza varias tramas centradas principalmente en: 1) La familia Incandenza y la Enfield Tennis Academy (una academia de tenis donde conviven jóvenes prodigios y tensiones familiares). 2) Ennet House, un centro de rehabilitación para adicción donde aparecen personajes que luchan por la recuperación. 3) Una misteriosa película (o “casete”) tan irresistible que vuelve adictos a quienes la ven, usada como arma política en un Estados Unidos alternativo plagado de corporaciones y separatismos.
La estructura no lineal —capítulos largos, abundantes notas al pie y cambios de perspectiva— crea una experiencia de lectura que exige atención: la novela explora obsesiones personales y colectivas, la búsqueda de significado y las formas contemporáneas de evasión.
Algunos de sus personajes principales:
- Hal Incandenza: Jóven prodigio de la academia de tenis, complejo y en conflicto interior.
- James O. Incandenza: Patriarca, cineasta y figura científica/filosófica (su obra y legado son claves).
- Don Gately: Exadicto y consejero en Ennet House; una de las voces más humanas y morales de la novela.
- Otros: Un amplio elenco (jugadores, académicos, independentistas quebequeses, traficantes) que constituye el tejido social y político de la novela.
Los temas centrales son:
- Adicción y entretenimiento: la obra interroga cómo el entretenimiento (y la tecnología mediática) pueden convertirse en sustitutos destructivos del sentido y la conexión humana.
- Aislamiento y comunicación: personajes extraordinariamente inteligentes pero emocionalmente vulnerables, incapaces a menudo de comunicarse plenamente.
- Familia y legado: tensiones intergeneracionales y la influencia del pasado artístico y científico sobre el presente.
- Política, consumo y parodia social: un Estados Unidos alternativo sirve de espejo satírico para analizar consumo, políticas públicas y el poder de los medios.
David Foster Wallace combina sutil ironía postmoderna con lo que muchos críticos llaman “nueva sinceridad”: mezcla de erudición, humor cafre, empatía y una voz narrativa que alterna registros. Formalmente destaca por su uso de notas al pie extensas (que se vuelven parte del relato), digresiones intelectuales, cambios de registro y una ambición enciclopédica.
Una idea central: “Todo el mundo es idéntico en su creencia secreta e inexpresada de que, muy dentro, son diferentes de los demás.” Ejemplo del humor íntimo y autocrítico que recorre el libro. O la cita siguiente: "Te preocuparás mucho menos por lo que otras personas piensen de ti cuando te des cuenta de lo poco que lo hacen". La broma infinita es una obra tan exigente como generosa: desafía formatos, provoca discusiones éticas y estéticas, y sigue ofreciendo lecturas nuevas en cada vuelta.
Por qué leerla y su público preferente: Para lectores curiosos y pacientes: la novela recompensa la lectura atenta y la relectura; es ideal para clubes de lectura y seminarios universitarios. Como objeto de estudio literario: ofrece material abundante para analizar técnicas narrativas (voz, estructura fragmentaria, notas al pie) y para discutir ética, cultura de consumo, salud mental y medios. Relevancia contemporánea: sus interrogantes sobre entretenimiento y adicción siguen resonando en la era digital.
La broma infinita de David Foster Wallace es un laberinto brillante donde la adicción, la ironía y la búsqueda de sentido se cruzan en una América obsesionada con el entretenimiento. https://t.co/htGmblkqnJ Con humor y desesperación, Wallace disecciona la soledad moderna en una… pic.twitter.com/FU1jXmijMv
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) October 11, 2025
"Todo el mundo es idéntico en su secreta y callada creencia de que en el fondo es distinto de todos los demás". En "La broma infinita" según la revista Time como una de las 100 mejores novelas en inglés (1923-2006). Su autor, David Foster Wallace, nos dejó el 12-9-2008
— Biblioteca Salamanca (@casaconchas) September 12, 2019
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