Por primera vez en años, nos hemos atrevido a pasar una semana larga de vacaciones sin un mísero ADSL. Queríamos probar si con las varias opciones de Internet móvil podríamos superar la prueba. Para ello, hemos recurrido a los siguientes trucos:
- Nos hemos pertrechado de un USB con 1GB, más tres tarjetas en dispositivos móviles con 1,6 +1,6 con Pepephone (cobertura Vodafone) y 1GB con Movistar.
- Abusamos de algunas buenas amistades que sí cuentan con ADSL doméstico.
- Estamos tomando más café y aperitivos de la cuenta,... siempre en establecimientos con un buen wi-fi.
- Sólo aceptamos supermercados (como el de la imagen en La Zenia Boulevard), donde el wifi es omnipresente (aunque sin la calidad extrema de referencias como la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao).
- Hemos reducido dramáticamente nuestra dieta de vídeos YouTube, porque se comen en minutos cualquier cuota de descarga móvil.
Incluso estamos recurriendo a soluciones no digitales, como:
- Leer offline, pero sobre tabletas como el iPad con aplicaciones como iBook, previamente bien cargado de apuntes varios y libros (como "El elemento" de Ken Robinson, que no nos cansamos de releer).
- Pasear más de lo habitual, aunque nuestra Fitbit Force (pronto un post pendiente) nos demuestra que los días laborables también recorremos esos diez mil pasos mínimos diarios.
Como conclusión, y tras unos días con síndrome de abstinencia digital, hemos comprobado que la cobertura de Internet móvil ha ido mejorando (al tiempo que se ha abaratado su coste), incluso en esta Semana Santa de clima excelente como hacía años no recordábamos (y aforo masivo en las zonas turísticas, aunque no sea equivalente a los días álgidos del verano). No se aprecia demasiado la pérdida de velocidad, por la baja latencia del 3G, a pesar ausencia de 4G en estas zonas alejadas de las capitales.