"Yo nunca me preocupo del futuro; con el presente, es suficiente". |
| Albert Einstein. |
El futuro no es un regalo, es una conquista
Tiempo de gerundios
Dos memorables anécdotas del gerundio triunfal: 1ª El poderío de compatibilidad del gerundio, que se observa en la célebre disputa jesuítica sobre el tabaco, que declaraba que no es lícito fumar mientras se reza, pero sí rezar mientras se fuma. Al final resultan concurrentes los gerundios rezando y fumando. 2ª La superioridad del gerundio sobre el participio, como cuando durante la Restauración el Jefe del Gobierno Francisco Silvela, ocupando el primer escaño del banco azul, cerró los ojos y un ujier le advirtió: “Su Señoría está dormido”. Don Francisco le respondió: “No estoy dormido, estoy durmiendo, que no es lo mismo estar bebido, que estar bebiendo”. El Premio Nobel Camilo José Cela también tuvo una réplica similar en el Senado, utilizando el escandaloso verbo ‘poder’ con la jota inicial.
Somos muchos quienes pensamos que el gerundio es la forma verbal por excelencia. Siempre acabando en -ando o -iendo. Expresando una acción de duración limitada en procesos de ejecución, sin determinación de persona ni de número, ni variación en la terminación para expresar el tiempo, si bien manteniendo formas compuestas expresando el pasado y el futuro: amando, habiendo amado, habiendo de amar. Todos los verbos teniendo gerundio y, gramaticalmente, todos pudiendo adoptar la forma durativa.
Una enseñanza más del gerundio que resulta parodiando a Lope de Vega: ‘¿Cómo compones? Leyendo,/ y lo que leo imitando,/ y lo que imito escribiendo,/ y lo que escribo borrando,/ de lo borrado escogiendo’. ‘¿Cómo vives? Aprendiendo,/ y lo que aprendo emulando,/ y lo que emulo mejorando,/ y lo que mejoro perfeccionando,/ de lo perfeccionado eligiendo’.
Es el momento del gerundio. Para los políticos: Dialogando, negociando, acercando, entendiendo, aceptando, renunciando, avanzando, pactando, progresando,… Para todos los seres humanos: Respirando, creciendo, aprendiendo, comprendiendo, trabajando, votando, gozando, sufriendo, enseñando, publicando, ayudando, cooperando, amando, cuidando, sembrando, compartiendo, legando,...
Adivina y asimila
Con centenares de millones de devotos, que invocan diariamente su poder para aliviar dolores y penas, se ha extendido por todas las culturas. Prácticamente no existe un ser humano que ignore su existencia. Está presente en todas los hogares del mundo desarrollado, en un número de 10 o 20 unidades, y se considerada un equipamiento tan esencial que hubo de ser incluido en el exiguo equipaje del Apolo 11 en el primer viaje a la Luna.
Esta señora milagrosa ha ganado un Premio Nobel (1982), forma parte del Libro Guinness de los Records y fue elegida -junto al automóvil, la bombilla, la televisión y el teléfono- como uno de los cinco inventos imprescindibles legados por el siglo XX, aunque nació el 10 de agosto de 1897. Su progenitor fue el científico alemán Felix Hoffmann, quien la hizo nacer cuando él contaba con 29 años. El apodo popular de nuestra protagonista se inspiró en una planta llamada “Spirea”, porque su ilustre nombre completo es demasiado largo con 21 letras.
Con algunas de las mejores websites del ciberespacio Internet (en decenas de idiomas), esta venerable anciana de 108 años, sigue representando un signo de modernidad. Como cuando la destacó Ortega y Gasset en 1930: "La vida del hombre medio es hoy más fácil, cómoda y segura que la del más poderoso en otro tiempo. ¿Qué importa no ser más rico que otros si el mundo lo es y le proporciona magníficos caminos, ferrocarriles, telégrafos, hoteles, seguridad corporal y (nuestra heroína)…?" Los actuales medios de comunicación y de transporte han experimentado insospechadas innovaciones, pero esta diosa por excelencia continúa siendo la misma criatura sorprendente y reluciente.
Por si aún no lo han descifrado, aportaremos más datos. Se calcula que en sus escasos 100 años de historia reconocida se han fabricado más de 350 billones de reproducciones en todas las lenguas civilizadas, y que se consumen unos 216 millones de copias cada día. En cada minuto que pasa, más de 123.000 personas distribuidas por todo nuestro planeta deciden probar sus cualidades prodigiosas.
Ha demostrado su saludable poder como producto analgésico, antiinflamatorio y antipirético. Los continuos descubrimientos sobre sus inéditas aplicaciones verifican nuevos efectos preventivos e insospechadas propiedades que se añaden a la interminable lista de usos de este producto, sobre el que se efectúan 3.000 investigaciones anuales. Un estudio reciente publicado en The Journal of the American Medical Association, llega a asegurar que “su empleo diario reduce el riesgo de muerte por cualquier causa en más de un tercio". En todo caso, este fármaco –el más consumido del mundo- , llamado ácido acetilsalicílico o aspirina es una medicina y mejor si solicita con receta facultativa.
Del sílex al silicio
Nuestro primer antepasado, bípedo con pies no prensiles y primer dedo alineado con los restantes, que presentaba hipercefalización (cabeza creciente) y una verticalización completa del cráneo, fue el “Homo erectus” o pitecántropo. La evolución humana trascurrió por las etapas de “Homo floresiensis”, “Homo rudolfensis”, “Homo habilis” y “Homo antecesor”, hasta llegar al “Homo ergaster”, que puede ser el primer homínido con capacidad para un lenguaje articulado. La capacidad craneal siguió aumentado con el “Homo heidelbergensis”, hasta llegar al “Homo sapiens fossilis”, “Homo sapiens neanderthaliensis” y “Homo sapiens sapiens”, el hombre de Cro-Magnon u hombre actual.
El “Homo sapiens sapiens” (Hombre que sabe que sabe) es una subespecie del “Homo sapiens” (Hombre que sabe), la única que sobrevive de todo el género de los homínidos, sin más parientes vivos que los grandes simios como el gorila, el orangután o el chimpancé. El “Homo sapiens sapiens” es de origen africano y apareció hace unos 45.000 ó 100.000 años. Su expansión por todo el planeta, coincidió en Europa con la extinción de su coetáneo, el hombre de Neandertal.
Los Neanderthales usaban útiles de sílex, elemento que se encontraba fácilmente, creando las primeras hachas, azuelas y hoces. Con estos instrumentos se inició la civilización gradual de la humanidad. Las máquinas comenzaron a rodear a los seres humanos, a integrarse en sus vidas, a componer sus hábitats. La inventiva se tecnificó, y hemos llegado hasta la llamada generación-i (Internet Generation).
Actualmente vivimos inmersos en ayudas tecnológicas, que incluso portamos personalmente en todo momento. Reloj, gafas o lentillas, llaves, móviles,… son parte de nuestro equipamiento imprescindible. Nuestras mentes se han educado, se han entrenado, se han sofisticado y recurrimos a ordenadores y toda clase de recursos audiovisuales para mejorar nuestras opciones de información y comunicación. Pero, quizá, nos faltaba algo que potenciase nuestra capacidad intelectual, como el hacha amplificaba nuestra fuerza física. Algo que se pueda asir, que se pueda llevar en todo momento, que resuelva nuestras dudas existenciales más profundas: ¿Quiénes somos? ¿Dónde estamos? ¿Adónde vamos? Como una primera respuesta, filosóficamente poco relevante, hoy podemos saber que somos quienes aparecemos en pantalla TFT (Thin Film Transistor) con 65.536 colores al encender el PDA, estamos donde el GPS nos indica y vamos hacia donde queramos del mapa por la ruta sugerida.
La solución se llama PDA con GPS incorporado. PDA (Personal Digital Assistant) es un pequeño ordenador en forma de agenda electrónica, compatible con los sistemas informáticos estándar, y el sistema GPS (Global Positioning System ) es un sistema de posicionamiento mediante satélites que permite localizar instantáneamente nuestra posición terrestre. Productos que caben en la palma de la mano como Acer N35, basado en Microsoft® Windows® Mobile™ 2003 Pocket PC y con un completo sistema de navegación GPS integrado. En el bolsillo, con sólo 165 gramos, llevamos Explorer®, Outlook®, Word® (con El Quijote para leer en tiempo muertos), Excel®, MSN Messenger®, Windows Media Player®, Destinator (con los mapas peninsulares preinstalados),…
Un regalo de Olentzero, Papá Noel o de los Reyes Magos como una PDA con GPS, todavía algo caro (400 €, con todo tipo de accesorios adicionales), nos permite saber nuestra latitud y longitud, no perdernos, y llevar todo tipo de datos personales. Además las posibilidades son incontables. A modo de ejemplo trivial, con un programa astronómico gratuito conoceremos la hora de amanecer y de atardecer en nuestra ubicación, las fases de la luna, las mareas, la posición de cada astro en el cielo visible,…
Desde aquel ancestral cuchillo paleolítico de bordes afilados, viajamos hacia un útil universal único con PDA, teléfono móvil, capacidad de navegación Internet de altas prestaciones, cámara digital y reproductor de fotografía, música y vídeo, que sirva como sistema de pago (dinero virtual), identificación (Documento de Identidad), sistema de seguridad (llaves),… Pronto lo veremos: sólo falta que las multinacionales nos vendan previamente todos esos dispositivos con una integración incompleta… Ya se sabe, el mercado manda.
Buscaba qué amar amando el amar
"Todo, busca todo; sin meta, sin tregua, sin descanso".
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| Victor Hugo. |
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